El reino de Dios en el antiguo testamento

Una expresión del advenimiento siempre nuevo de Dios que determina

la historia1

El proceso de compresión del Reino o reinado de Dios en el Antiguo

Testamento se compuso de diversas etapas, que fueron determinadas
por la memoria de un pueblo que compilaba en su cultura caracteres
específicos revisados y reinterpretados a la luz del trasegar del pueblo; a
Dios se le concibe en primera instancia como rey de todo el universo,
pero de una manera particular como el rey del pueblo(Israel) que por
medio de la alianza lo constituye en un reino de sacerdotes y una nación
consagrada. Ex 19,16; una alianza que es concebida como elemento
moral que cumple las funciones de revisar y juzgar la autenticidad en el
proceder del pueblo sinónimo de fidelidad o infidelidad.
Es posible que esta visión de reino fuera naciente en la instauración de
Israel en Canaán y posteriormente fortalecida en la monarquía; donde
Yahvé como el gran rey del mundo entero, creador eterno y juez del
universo predominaba sobre la persona del rey humano que no era más
que el representante del poder que ejercía Dios en la historia del pueblo.
Las funciones concretas de Yahvé como rey que reina en medio de su
pueblo se convierten en componente de esta experiencia: él crea un
pueblo, organiza su estructura, lo alimenta, lo protege, lo dirige, corrige,
redime e imparte justicia pare él. Todo esto forma el trasfondo de la
experiencia religiosa expresada en el símbolo del reino de Dios.2
A raíz de la composición monárquica nacen los profetas para anunciar la
necesidad de permanecer en fidelidad al rey absoluto y para denunciar
los atisbos o expresiones que abiertamente contradecían la alianza. En
el proceso histórico del pueblo es evidente que el Malkut era repensado
a causa de la marginación de la que el pueblo fue víctima, es así como el
acento se pone [del reino de Dios] en la autoridad y dominio regios, más
que en un territorio o un lugar.3
Tras las diásporas y posteriormente la destrucción del templo el pueblo
se ve obligado a repensar estructuralmente la visión del reinado de Dios;
Otrora Dios y su reinado serian inminentes con la presencia del Mesías
que restablecería la gloria a la que el pueblo abdicó a causa de su
pecado (Idolatría); esta visión perduraría pero se le yuxtapondría la de
un reinado escatológico, que no sería la irrupción mítico/cósmica de
1
A. Jerson, Conceptos fundamentales de la Teología, CRISTIANDAD, Madrid, 1963. p. 519.
2
J. Fuellenbach, Diccionario de teología fundamental, PAULINAS, Madrid, 1990. p. 1118.
3
Ibíd. p.1117.
Dios, sino la transformación eventual de la realidad a partir de la
aprehensión del presente como manifestación de dicho reinado, es decir
la manifestación del reino a la manera de Dios y no a la manera del
hombre; es aquí donde el presupuesto “juicio” no es concebido ya como
revisión de la fidelidad del pueblo sino como la orientación hacia la
nueva salvación que ha de venir.

Luis Enrique Quintero Rivero

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Juan Sebastián Bustamante Caicedo

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Revelación y Fe

Pbro. Juan Paulo Jiménez Fetecua

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