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Fibra de la hoja de piña, obtención y aplicaciones. Pineapple leaf fiber,


obtaining and applications

Research · May 2018


DOI: 10.13140/RG.2.2.18654.69449

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4 authors, including:

Fabricio Ramírez
University of Chemistry and Technology, Prague
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Fibra de la hoja de piña, obtención y aplicaciones.

Pineapple leaf fiber, obtaining and applications.

María Rebeca Hodgson Rojas 1, Kuan-Tzu Liu Lee 2, Fabricio Ramírez Cortés 3

1
Laboratorio del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica, Universidad
Nacional de Costa Rica.

2
Laboratorio de Fitoquímica, Universidad Nacional de Costa Rica

3
Programa Éxito Académico, Universidad Nacional de Costa Rica

Resumen

El presente trabajo de investigación constituye una revisión de artículos respecto a la fibra de


la hoja de piña, en el que se estudian sus propiedades, así como los métodos de obtención y
las aplicaciones. Además, se hace un repaso de las características de este material desde el
punto de vista químico. También, se analizan los métodos de extracción, tanto manuales
como mecánicos. Finalmente, se explican las distintas aplicaciones, entre ellas: la industria
textil, reforzador de polímeros y de otros materiales, su potencial como materia prima de
pulpa, aislante de sonido y cobertor de suelos.

Palabras claves: fibras de hoja de piña, aplicaciones, extracción, propiedades.

Abstract
The present research work constitutes a review of articles about pineapple leaf fiber, which its
properties are studied. For start, a review of the characteristics this material is made from a
chemical point of view. Also, the manual and mechanical methods of extraction are analyzed.
At last, different applications are explained as industry textile, polymer and other materials
reinforcement, its potential as raw material of pulp, sound insulation and floor covering.

Keywords: pineapple leaf fiber, applications, extraction, properties.

1. Objetivo

Estudiar las propiedades de la fibra de la hoja de piña, sus diferencias en los distintos métodos
de obtención de la misma y sus aplicaciones.

1
2. Introducción

El rápido crecimiento de la investigación en aspectos ambientales es un factor de aceleración


para utilizar las fibras naturales en los próximos años, conduciendo a una reducción
significativa de los residuos y de esta forma disminuir el impacto ambiental, además de esto
la reutilización de las fibras para la fabricación de productos con mayor valor agregado se
convertiría en ingresos adicionales para los pequeños productores y agricultores, asimismo
se desarrollaría la diversificación en la industria agrícola (Yusof et al, 2015).
Al comparar las fibras industriales como el vidrio o el carbón con las naturales, estas cuentan
con diversas ventajas, entre ellas: bajo costo, abundancia, biodegradabilidad, alta resistencia
a la tensión y flexión, además durante el procesamiento de las mismas, existe un menor
desgaste en la maquinaria. Sin embargo, el uso de las fibras naturales también tiene sus
restricciones, por ejemplo: tienen una estabilidad térmica limitada, las cuales pueden
degradarse durante el procesamiento de un compuesto, también si las fibras se encuentran
expuestas por tiempos prolongados bajo condiciones de humedad, existe la posibilidad de
que se formen hongos en los materiales. Actualmente, se están desarrollando tratamientos
químicos, los cuales proporcionan una alteración en la membrana de las fibras, con el
propósito de disminuir su absorción de agua o aumentando su resistencia contra la formación
de hongos, no obstante, se puede ver afectada su resistencia mecánica (Buitrago et al, 2015).
La estructura interna de la pared celular de las fibras naturales está compuesta principalmente
de tres polímeros: lignina, celulosa y hemicelulosa, el contenido de los tres es muy variable
en las fibras vegetales (Sun et al, 2016). La pared celular se divide en dos principalmente: la
pared celular primaria, se desarrolla en el momento del crecimiento de la planta y la pared
celular secundaria, da resistencia física y mecánica a las fibras, esta se forma hasta que la
primaria se encuentre completa. La cantidad de celulosa y lignina aumenta de la capa primaria
a la secundaria de forma constante, mientras que la hemicelulosa permanece sin cambio en
cada una. Este último polímero tiene una estructura reticulada y se unen a la celulosa,
formando una red. La lignina y la pectina suministran una calidad adhesiva, la cual es
responsable de la rigidez y la resistencia de las fibras de celulosa (Asim et al, 2015).
La piña (Ananas comosus) que pertenecen a la familia Bromeliacea, es una de las frutas
tropicales más singulares y exóticas, después del banano y los cítricos (Jose et al, 2016), se
estima que la producción mundial suele promediar unas 8 300 000 toneladas métricas
anuales, cultivada principalmente en: China, México, India, Taiwán (Debnath et al, 2016),
siendo Tailandia, Brasil y Filipinas los principales productores, suministrando el 52 % del
cultivo total mundial (Jose et al, 2016). Las hojas de las plantas después de la cosecha se
consideran un material de desecho que permanecen en el campo de cultivo, causando un
gran problema para los agricultores y para el ambiente ocasionado un efecto grave en la

2
huella de carbono, ya que normalmente las hojas se queman, sin embargo, la utilización
efectiva de los residuos agrícolas es una necesidad, además del abono convencional y el
compostaje, se han desarrollado productos útiles en diferentes campos a partir de fibras
naturales (Jose et al, 2016). La composición química de las fibras de hoja de piña se basa en
hemicelulosa (70-82 %), lignina (5-12 %) y ceniza (1,1 %), además cuenta con destacables
propiedades mecánicas como alta resistencia y rigidez a la flexión y torsión, por lo tanto, las
industrias pueden utilizarlas como materia prima para reforzar matrices compuestas (Asim et
al, 2015).

3. Caracterización

3.1. Composición química

La fibra de la hoja de la piña por tratarse de un material de origen natural, sus características
y composiciones varían por múltiples razones, entre ellas: la especie, el clima y el suelo. Se
pretende mostrar distintas caracterizaciones presentadas en artículos
Básicamente la fibra de la hoja de piña está químicamente compuesta por 70-82% de
holocelulosa, 5-12% de lignina y 1,1% de ceniza, sin embargo, estos datos pueden variar
dependiendo de la edad de las fibras y las condiciones del cultivo (Asim et al, 2015).
La Asociación Técnica de Pulpa e Industria de Papel (TAPPI), obtuvo estándares a partir de
varios análisis realizados a diferentes tipos de fibra, edad y condiciones climáticas que se
muestran en el Cuadro I.

Cuadro I. Composición de la fibra de la hoja de piña según Hazarika et al, 2017.

Constituyente (%) Fibra de hoja de Fibra de hoja de Fibra de hoja de


piña rechinada piña desengomada piña blanqueada

Alfa Celulosa 70,98 68,72 67,75

Hemicelulosa 15,34 12,70 11,35

Lignina 4,9 4,3 4,2

Grasa y ceras 0,96 0,87 0,84

3
Pectinas 3,0 1,5 1,2

Ceniza 0,95 0,69 0,63

3.2. Propiedades

Las fibras extraídas de la hoja de piña son utilizadas para reforzar los compuestos poliméricos
u otros materiales, también para la creación de textiles, por lo tanto es importante conocer
sus propiedades mecánicas.

Cuadro II. Propiedades de la fibra de la hoja de piña (Kasim et al, 2015).

Propiedad Valor

Densidad (g/cm3) 1,526

Punto de ablandamiento (°C) 104

Resistencia a la tracción (MPa) 170

Módulo de elasticidad (MPa) 6260

Rigidez específica (MPa) 4070

Elongación de ruptura (%) 3

Recuperación de humedad (%) 12

La fibra de la hoja de piña se caracteriza por tener propiedades mecánicas superiores a otras
fibras vegetales como se muestra en el cuadro III, además son comparables con las fibras
sintéticas como las de vidrio y aramida, donde el primero se utiliza normalmente para reforzar
materiales plásticos y la segunda se manipula para el refuerzo de caucho, por lo tanto las
fibras de la hoja de piña son un buen candidato para refuerzos de estos materiales
(Kengkhetkit et al, 2018).

Cuadro III. Propiedades mecánicas de fibras naturales y fibras sintéticas (adaptado de


Kengkhetkit et al, 2018)

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Fibras Módulo de Resistencia a Deformación Diámetro Densidad
Young la tracción por fractura (µm) (g/cm3)
(GPa) (MPa) (%)

Hoja de 34,5–82,5 413-1627 0,8-1,6 20-80 1,44


piña

Lino 27,6 45-1100 2,7-3,2 - 1,5-3

Yute 1,3-26,5 393-773 7-8 20-200 1,3-1,45

Banano 7,7-20 529-754 1,0-3,5 - 1,35

Algodón 5,5-12,6 287-800 2-8 - 1,5-1,6

E-vidrio 70 2000-3200 2,5 - 2,5

S-vidrio 86 4570 2,8 - 2,5

Aramida 63-67 3000-3150 3,3-3,7 - 1,4

4. Extracción

4.1. Extracción manual

4.1.1. Enriado
La técnica de enriado consiste en sumergir el material en agua, esta puede estar en
movimiento o estancada, de manera que al final del proceso la fibra sea más suave y se
pueda separar con una mayor facilidad. Este cambio en las características se debe a dos
factores principalmente. El primero es causado por el agua que penetra en la estructura de la
fibra hinchándose y produciendo una separación entre esta y las otras partes de la planta. El
segundo se debe a la acción de las bacterias en el agua, estas actúan degradando
compuestos como pectinas, hemicelulosa y material pegajoso. El enriado está asociado a un
aumento en la contaminación del agua utilizada, puesto que en ella se liberan sustancias
orgánicas, entre ellas fosfatos, fenoles, sulfuro, amoníaco, entre otros, además de aumentar
la demanda biológica de oxígeno. (Basu et al, 2015)

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A nivel industrial esta técnica queda rezagada respecto a otras puesto que requiere tiempo y
una inversión en el tratamiento del agua residual. Por lo cual se implementan técnicas de
enriado químico, el cual supone tratar la fibra con productos químicos como hidróxido de sodio
o ácidos. Estos tratamientos producen que la fibra presente menos anomalías físicas a
diferencia del enriado únicamente con agua. El hecho de que la fibra no presenta accidentes
contribuye a que la fibra sea más apta para aplicaciones con otros materiales. (Panyasart et
al, 2014)

4.1.2. Raspado

La máquina de raspado o descortezadora está constituida por tres conjuntos de rodillos:


rodillo de alimentación, rodillo de raspado de hojas y rodillo dentado. Las hojas de piña se
introducen a la máquina con la ayuda del primer conjunto de rodillos donde estos se engranan
y aplastan las hojas sin romper las fibras de la corteza (Asim et al, 2015), posteriormente
pasan por el segundo conjunto de rodillos donde se raspa la capa superior de la hoja
eliminando la capa cerosa, partes de celulosa y agua (Putra et al, 2018), y finalmente en el
último conjunto de rodillos dentados de hoja densa, se aplastan las hojas y hace varios
descansos para el paso de entrada de los microbios retrospectivos (Asim et al, 2015).

4.2. Extracción mecánica

4.2.1. Molino de bolas


El molino consiste de un cilindro con bolas de acero, está hecho de tubos de PVC rígidos
(120 mm de diámetro x 300 mm de largo), tapados en ambos extremos, con 50 bolas de acero
de 25,4 mm de diámetro interno. Esta técnica es la más lenta, en ella se introducen alrededor
de 240 g de hoja picada junto con 150 mL de agua en el cilindro, éste se coloca sobre dos
ejes de transmisión y gira alrededor de su eje horizontal aproximadamente a 60 rpm durante
6 h (Kengkhetkit et al, 2012).

4.2.2. Molino de discos


El molino de discos es una máquina local, donde tiene un plato giratorio y otro estacionario
de 150 mm de diámetro. La velocidad giratoria alcanza unos 7700 rpm y los discos están
separados por dientes donde se muelen las hojas. Este método se lleva a cabo mediante la
alimentación de hojas de piña picadas por la parte superior del molino y el molido se realiza
por unos 10 segundos sin adicionar agua, es decir, con agua natural presente en las hojas
(Kengkhetkit et al, 2012).

4.2.3. Molienda de hoja seca

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Las hojas secas se muelen con un molino de alta velocidad, que consiste de un recipiente de
acero inoxidable y una cuchilla giratoria. El molino alcanza una velocidad de 25 000 rpm por
30 segundos donde deja la hoja como polvo. Luego éste se tamizado con una malla de
alambre de acero número 60 para separar la fibra de hoja de piña (Kengkhetkit et al, 2012).

Cuadro IV. Rendimiento y tamaño de las fibras obtenidas mediante los diferentes métodos de
extracción medidos por el microscopio electrónico escaneado (SEM) (Kengkhetkit et al,
2012).

Método Rendimiento* (%) Diámetro promedio (𝝁m)

Enriado 1,8 58,98

Raspado 1,4 57,36

Molino de bolas 2,9 8,66

Molino de discos 2,8 18,70

Molienda de hoja seca 3,0 63,43

* Porcentaje de peso de fibra seca basado en hoja fresca. La hoja fresca contiene aproximadamente 80% de agua

Con base en el cuadro anterior podemos concluir que la mejor técnica de extracción de la
fibra de la hoja de piña es mediante el molino de bolas, donde se obtuvo una gran cantidad
de fibras elementales debido a su pequeño diámetro. El siguiente método que proporciona
una cantidad significativa es el molino de discos y el menos adecuado es la molienda de hoja
seca, donde se obtiene una calidad muy baja de fibra de hoja de piña.
Comparando la extracción manual con la mecánica, podemos decir que el método más
eficiente es el mecánico, donde se obtiene una gran cantidad de fibras en menor tiempo y el
tamaño de ellas es uniforme; además, genera pocos residuos y aumenta sus propiedades
mecánicas como la resistencia y el módulo de Young (Yusof et al, 2015).

5. Aplicaciones

5.1. Industria textil

El mercado de las telas a partir de la fibra de la hoja de piña ha creciendo globalmente, estas
se asemejan a las telas de ramio o lino en su apariencia física, además son más cómodas
para utilizar en climas cálidos, porque absorben el sudor, son transpirables y poseen buena
permeabilidad al agua, en época seca tienen mejor resistencia al moho. Sin embargo, son

7
telas más rígidas que el algodón y tienen tendencia inherente a formar arrugas y la sensación
en las manos es menos agradable que el lino y el algodón, también los tejidos son más costos
debido a que se tiene que tener precaución durante el almacenamiento y el lavado (Jose et
al, 2016).
Según Hazarinka et al (2016) las fibras de las hojas de piña se pueden someter a tres
tratamientos principalmente, el primero es un rebrote de agua que se basa en sumergir la
fibra en agua para eliminar los componentes carnosos en la superficie de la misma, además
de una desintegración de celulosa debido a la presencia de microorganismos, posteriormente
el tratamiento alcalino elimina aquellos componentes hidrofóbicos en las superficies de las
fibras como las grasas y las ceras haciendo que sea más hidrofílica en la naturaleza,
aumentando así la capacidad de la tela para absorber la transpiración y por último la fibra
pasa por un proceso de blanqueamiento con peróxido de hidrógeno con el fin de eliminar la
mayoría de las pectinas dando una superficie lisa y limpia, cada tratamiento al que fue
sometido la fibra se observa en la figura I. Asimismo, otro tratamiento para obtener una fibra
de buena calidad textil, es recomendable, según Dahnath et al (2016), llevar a cabo un
desengomado enzimático utilizando pectinasa al 8%, a un pH de 7,0 y una temperatura de
52 ºC.
Por otro lado, en el proceso de hilado se han obtenido fibras de piña mejores desde 10%
hasta un 15%, al realizar combinaciones de la misma con yute, obteniéndose telas más lisas
para el desarrollo de cortinas, bolsas y tejidos de decoración (Dahnath et al, 2016). Además,
se ha intentado realizar diferentes proporciones de la fibra de la hoja de piña con algodón,
pero la tenacidad del hilo disminuye significativamente. Es importante recalcar, que para
obtener una buena calidad del hilo de fibra de la hoja de piña, es preferible que este pase por
un proceso de blanqueamiento para compactar su estructura, disminuyendo así su volumen
específico favoreciendo la sensación en las manos y la calidez de la tela (Hazarinka et al,
2016).

Figura I. (a) Rebrote de agua, (b) Desengomado, (c) Blanqueamiento (Hazarinka et al , 2016).

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5.2. Polímeros

Según Panyasat et al (2014), las proyecciones que indican que los productos de origen fósil
disminuirán drásticamente en los próximos treinta o cuarenta años, la búsqueda de materiales
de origen natural ha aumentado. Es así como se han realizado estudios que demuestran el
cambio en las propiedades de los polímeros al prepararlos con fibra de la hoja de la piña. Las
propiedades que puede aportar la fibra de hojas de piña se las debe a su alto contenido de
celulosa y la lignina en su estructura, además de su facilidad para obtener y su bajo costo,
sin embargo, los polímeros reforzados con fibras naturales son susceptibles a la absorción
de humedad y el agua causa una degradación del producto final afectando sus propiedades
mecánicas y físicas (Asim et al, 2015).
Para que una fibra de origen natural pueda ser utilizada en el mejoramiento de un material
polimérico, dicha fibra debe tener un módulo de elasticidad, así como una fuerza tensil
superior a la del polímero. En el caso de las fibras piña, según Sena et al (2015), son utilizadas
por su alto contenido en celulosa y hemicelulosa. Se encontró entre doce variedades de piña
que la fuerza tensil, la estabilidad térmica y el módulo de elasticidad era directamente
proporcional a la concentración de celulosa e inversamente proporcional al contenido de
lignina. Se evidenció que dentro de las doce especies estudiadas las variables en las tres
propiedades anteriores no varían considerablemente, aunque también se propone un método
basado en dos variables y cuadrantes para escoger la fibra que satisface los requerimientos
para reforzar el polímero, el cual se muestra en la figura II. También se conjetura que el valor
de los módulos elásticos es mayor en fibras con un menor contenido de mucílago producto
de una extracción mecánica, además de que este método presenta mejores resultados que
en la extracción manual el daño físico a la fibra es mayor, dejando una más cantidad de
defectos en esta, provocando una fallas antes de lo esperado.

Figura II. Método propuesto por Sena et al, 2015 para la escogencia de la especie de piña
en el mejoramiento de polímeros.

En Panyasat et al (2014) se realizaron pruebas para determinar el efecto de la fibra de piña


en la poliamida 6. Se encontró que la fibra sometida a un tratamiento alcalino previo mostraba

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una mayor fuerza interfacial entre la poliamida 6 y la fibra, misma reacción para la fibra
silanizada (figura III). También se observó que la inclusión de fibra con pretratamiento alcalino
mejoraba la estabilidad térmica del material, aunque la temperatura onset del material que
incluía la fibra de piña era menor que el de la poliamida 6 por sí misma. De igual manera
detectó un aumento en el módulo de Young, generando así materiales menos propensos a
deformarse y una mayor fuerza tensil, dando como resultado a materiales más resistentes.
Tanto para el módulo de Young como para la fuerza tensil el efecto fue mayor para aquellos
materiales con fibras silanizadas, seguidas por las sometidas a un tratamiento alcalino y
finalmente por aquellas sin tratar. También se mostró una reducción en el estiramiento al
momento de quebrarse.

Figura III. Imagen al microscopio de (a) fibra natural, (b) fibra con tratamiento alcalino y (c)
fibra silanizada. Según el estudio de Panyasart et al 2014.

Según Reddy et al (2018), la resina epóxica mejoró sus cualidades mecánicas como la
flexibilidad y la tensión al combinarla con fibra de piña, yute y vidrio, además de generar un
material ligero con múltiples aplicaciones industriales. También, de acuerdo a Asim et al
(2015), el realizar un proceso de alcalinización y la deposición de la resina BADGE (Bisfenol
A diglicidil éter) mejorará la adherencia de la fibra natural con la matriz del polímero, donde
en el primer método hace que las fibras adquieran una superficie rugosa y una retención
mecánica mejorada.
Según Mohamed et al (2014), los materiales de vinil éster reforzados con fibra de piña
mostraron tener una mayor fuerza flexible, fuerza de impacto y módulo de flexión. Para
compuestos de vinil éster reforzados con fibra de piña, aquellos especímenes cuya fibra sufrió
un “peinado abrasivo” contienen una menor cantidad de tejidos epidérmicos, por lo cual
presentan un mayor residuo en peso luego de su carbonización. También mediante el estudio
del cambio de masa respecto a la temperatura se pudo observar que los compuestos que
incluían fibras pretratadas con hipoclorito de sodio, contenían una cantidad superior de

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lignina, derivando que sus residuos tuvieran una mayor masa. Así mismo, hubo una reducción
de la fuerza de la composición para los ensayos en los cuales se utilizó fibra pretratada con
hipoclorito de sodio, esto se debe a que el proceso causa pérdida de fuerza y ductilidad.
Finalmente se evidenció que los especímenes que contenían fibras más delgadas mostraron
una mayor fuerza flexible, pues tenían una más interacción con el material que reforzaban,
aumentando la fuerza de corte interfacial entre el vinil éster y la fibra.

5.3 Extracción de pulpa


La pulpa derivada de la fibra de hoja de piña puede ser utilizada para producir papel y dado
que este material se considera como de desecho, representa una fuente barata de material.
La pulpa se puede extraer a través de procesos químicos, sin embargo estos generan una
inversión en reactivos y una fuente de contaminación, por lo cual Moya et al (2016) plantea
la posibilidad de tratar la materia prima con hongos dotados de características lignolíticas. En
dicha investigación se obtuvo que para el P. ostreatus el rendimiento en pulpa rondó del 55
al 70 por ciento, mientras que para el T. versicolor de 35 a 50 por ciento con mayores periodos
de colonización para este último (figura IV). Se determinó que para ambos hubo una
disminución en la concentración de lignina, como consecuencia hubo un aumento en la
concentración de celulosa. Ambas matrices mostraron parámetros de color adecuados para
la aplicación. Finalmente, la investigación recomienda periodos adecuados de colonización
para hongo, para el P. ostreatus 5 semanas y 4 semanas para el T. versicolor.

Figura IV. Imagen al microscopio de fibra de piña tratada por los hongos Trametes Versicolor
y Pleurotus Ostreatus a diferentes tiempos de infestación. Imagen de Moya et al, 2016.

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6.3 Mejoramiento de materiales

También la fibra de la hoja de piña es utilizada experimentalmente para el mejoramiento de


las capacidades de otros materiales, según Hariwongsanupab et al (2017), el caucho natural
mezclado con fibra piña en combinación con acetonitrilobutadieno, los materiales resultantes
mostraron una menor elasticidad y mayor módulo de tensión, además de soportar una mayor
tensión sin deformarse.

De acuerdo a Sodtipinta (2017), la fibra de la hoja de piña sometida a un tratamiento alcalino


y luego a otro de temperatura en una atmósfera inerte de argón crea una estructura amorfa
con poros grafitizados de una gran área específica. Al ser utilizado este como material para
un capacitor demostró un funcionamiento alto, por lo cual da pie a ser considerado como un
material de fuentes limpias con un gran potencial como almacenador de energía.

6.5. Sonido

La contaminación acústica ha generado la fabricación de absorbedores de sonido, en el


mercado se encuentran los fabricados a partir materiales fibrosos y porosos como la espuma,
lana de vidrio y lana de roca, además de su rendimiento acústico y al crecimiento de hongos,
presentan un gran impacto ambiental, por lo tanto, se están implementado materiales
acústicos naturales, ellos están las fibras de hoja de piña (Putra et al, 2018).
Según Putra et al (2018), las fibras de hoja de piña tienen coeficientes de absorción acústica
similares a materiales comerciales como las fibras de lana de roca mineral y las de espumas
de poliuretano sintético. En la figura 1a se observa un coeficiente de absorción superior en la
fibra de hoja de piña en el rango de frecuencias de 500 Hz y 1 KHz, con el mismo espesor de
500 mm y variando los valores de densidad de un absorbedor de sonido de lana de roca.
Asimismo, en la figura 1b el rendimiento comparable, se observa en un rango de frecuencias
entre 500 Hz y 2,5 KHz, donde por encima de este último valor, el de la fibra natural mantiene
un coeficiente de absorción promedio de 0,9, mientras que la espuma de poliuretano sintético
tiene una tendencia decreciente.

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Figura IV. Comparación del coeficiente de absorción acústica de las fibras de hoja de piña
con absorbentes comerciales: (a) fibra de lana de roca y (b) espuma de poliuretano (Putra et
al, 2018).

6.6. Suelo

En la producción de cultivos, el uso de coberturas hechas convencionalmente de polietileno


(PE) y polipropileno (PP) debido a su fácil producción y bajo costo ha aumentado en los
últimos diez años, estas películas de cobertura permiten extender la temporada de
crecimiento de los cultivos, además conservan la humedad y controlan los insectos o malas
hierbas. Sin embargo, la utilización de estos polímeros para la fabricación de las cubiertas del
suelo, generan problemas en la gestión de los residuos, ya que estos tardan millones de años
en degradarse (Sarah et al, 2017) .
El tiempo de biodegradación de las cubiertas de suelo producidas a partir de las fibras de
hoja de piña (figura V), se lleva a cabo de manera cuantitativa por la pérdida de peso de la
cubierta. Estas se degradan casi por completo en trece semanas, con una pérdida de peso
del 97,23 %, al compararlas con fibras de yute que se degradan en ocho semanas y las de
algodón en seis semanas, se puede determinar que varios tipos de fibras tienen periodos de
degradación diferentes, específicamente por su composición química, donde las fibras con
alto contenido de celulosa se degradan más rápido, que aquellas con alto contenido de lignina
(Sarah et al, 2017) .
Además, la cobertura de suelo con fibra de la hoja de piña presenta una mayor pérdida de
peso que la tienen polipropileno (15,52 %) en 120 días. Los valores bajos en la degradación
de estas cubiertas, puede deberse a la ausencia de microorganismos en el suelo, que logran
degradar el PE. Asimismo, el uso de las fibras de hoja de piña en las coberturas, contribuyen
a mejorar el crecimiento de las plantas y a la fertilización del suelo, debido a la presencia de
celulosa en la fibra, la cual que se convierte en una fuente de alimento para los
microorganismos presentes en el suelo, ya que ellos hidrolizan el enlace β-1,4-glucosídicos
entre las celulosas, produciendo carbono, metano y agua como fuentes de energía para
aumentar la actividad enzimática y fomenta el crecimiento de microbios en los suelos,
aumentando así el rendimiento del cultivo (Sarah et al, 2017).

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Figura V. Cobertura del suelo de fibra de hoja de piña (Sarah et al, 2017).

7. Conclusiones

La piña es una de las frutas de mayor producción a nivel mundial, que tiene como
consecuencia la generación de muchos desechos después de las cosechas. Gracias a la
reutilización de residuos se producen fibras naturales a partir de sus hojas, estas poseen la
mayor cantidad de contenido celulósico alcanzando casi un 80%. Además, su módulo de
Young y su resistencia a la tracción son tan altas que tienen una amplia aplicación en la
industria, en comparación con otras fibras naturales.
El método más eficiente de extraer estas fibras es por medio mecánico mediante un molino
de bolas donde se obtienen fibras muy finas en menor tiempo y genera pocos residuos.
Las propiedades químicas de la fibra de la hoja de piña refuerzan los compuestos poliméricos,
además mejora la capacidad y propiedades físicas y mecánicas de otros materiales desde la
industria textil hasta en la absorción acústica.

8. Referencias
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review on pineapple leaves fibre and its composites. International Journal of Polymer Science,
2015, Article ID 950567,1-16. DOI:10.1155/2015/950567.

Basu, G., Mishra, L., Jose, S., Samanta, A. (2015). Accelerating cum softening of coconut
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Buitrago, B., Jaramillo, F., Gómez, M. (2015). Some properties of natural fibers (Sisal,
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Debnath. S. (2016). Pineapple leaf Fibre a sustainable luxury and industrial textiles.
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Hariwongsanupab, N., Thanawan ,S., Amornsakchai, T., Vallat, M., Mougin, K. (2017).
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