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Introducción
El primer domingo de diciembre de 1968, Rafael Caldera resultaba electo Presidente
Constitucional de Venezuela. Algunas características singulares se derivaron de este
proceso electoral:
I.- Era la primera vez en la historia de Venezuela que un partido político alcanzaba el
poder, habiendo transitado solo la vía pacífica, electoral y democrática, al igual que se
producía el traspaso civilizado del gobierno a la oposición. Acción Democrática, partido de
gobierno, reconocía su fracaso frente a COPEI. Rafael Caldera obtenía 1.083.712 votos,
equivalente al 29,13% del total, al tiempo que Gonzalo Barrios, candidato oficial alcanzaba
1.050.806 votos, equivalentes a algo más del 28,24 % del total.
II.- A diferencia de los dos periodos anteriores, y de hecho por primera vez en nuestra
historia, el 11 de marzo de 1969 se instalaba un gobierno de minoría parlamentaria. Si bien
Caldera ganaba las elecciones, el partido COPEI sólo contaba con 16 de los 52 senadores
electos y con 59 de los 214 Diputados electos. Además, el gobierno se instalaba sin que
hubiese sido factible obtener alianzas parlamentarias al estilo de los denominados «Pacto de
Puntofijo» y «Gobierno de Ancha Base», correspondientes a los gobiernos de Betancourt y
Leoni. En efecto, resultaba imposible formar una alianza política con Acción Democrática
ya que el éxito de la candidatura presidencial de Caldera representaba una voluntad popular
de cambio frente a la opción encarnada por el saliente partido de gobierno. Por otro lado, no
pudo lograrse ninguna coalición con los demás partidos, ya que estos constituían grupos
políticos sumamente heterogéneos que iban desde la izquierda comunista hasta la derecha
perezjimenista, resultando por tanto de muy difícil cohesión parlamentaria. Rafael Caldera
se veía así confrontando a la difícil tarea de gobernar sin apoyo parlamentario.
La política de pacificación
Caldera hereda un país convulsionado, donde la guerrilla urbana y rural – incapaz ya de
tomar el poder – mantenía un clima de violencia y zozobra. Dos importantes partidos se
encontraban ilegalizados y muchos dirigentes políticos estaban presos, sometidos a juicio y
sentenciados. Desde la toma de posesión de Caldera, se suspende una práctica hasta
entonces constante: las garantías constitucionales mantienen su plena vigencia durante todo
el periodo constitucional. Nunca son suspendidas, nunca son acuarteladas las Fuerzas
Armadas.
El gobierno nuevo llega con una actitud de respaldo al pluralismo ideológico, de diálogo
con todas las ideologías y ofrece la paz. A estos efectos, entra en conversación con quienes
tomaron las armas; legaliza los partidos inhabilitados, adopta medidas de gracia para liberar
a políticos encarcelados, exigiéndoles solamente el que actúen dentro de la ley; reforma los
cuerpos policiales. Todo esto se hace sin menoscabo de la majestad del Estado. Sin transigir
en los principios y manteniendo la mayor energía contra quienes insisten en el uso de la
violencia como arma política.
Pero el propósito fue siempre «persuadir y explicar antes que oprimir y castigar».
Como resultado de este esfuerzo, cuando termina el gobierno, por primera vez en muchos
años, no hay ninguna organización política significativa en Venezuela que planee la toma
del poder por las armas. En las elecciones de 1973, ex comandantes de la guerrilla son
electos senadores y diputados. No puede omitirse, al comentar la política de pacificación
del Presidente Caldera, el reconocimiento a quien tocó ejecutarla, al Ministro de Relaciones
Interiores, Lorenzo Fernández, de grata memoria.
La política internacional
Cuando Caldera llega a la Presidencia, Venezuela no sólo estaba sometida a un clima de
violencia interna, sino que se encontraba aislada en Latinoamérica. En efecto, por
aplicación de la «Doctrina Betancourt» que consistía en interrumpir las relaciones
diplomáticas con aquellos países cuyos gobiernos surgieron de golpes de Estado, Venezuela
sólo tenía relaciones con Colombia, Uruguay, Paraguay y Guyana en Suramérica.
Esta política fue sustituida por la tesis de la «Solidaridad pluralista» entre gobiernos y
regímenes distintos pero que comparten la comunidad de los valores esenciales y de las
aspiraciones prioritarias de la gran familia latinoamericana; la proclamación de la justicia
como fundamento de la paz y de la justicia social internacional y del bien común universal
como base de un nuevo ordenamiento jurídico que sustituye las relaciones de prepotencia y
de dominación por las relaciones de amistad y de cooperación.
Dentro de ese contexto, Venezuela reasume una posición de liderazgo en América Latina;
ingresa en el Acuerdo Subregional Andino; firma el Protocolo de Puerto España que
suspende temporalmente el procedimiento establecido por el artículo 4º del Acuerdo de
Ginebra; inicia un proceso de distensión con Cuba; inicia o reanuda relaciones diplomáticas
con más de veinte países, incluyendo la Unión Soviética; conversa y negocia con Colombia
para la delimitación de áreas marinas y submarinas; desarrolla una política de amistad y
cooperación con los países de habla inglesa y holandesa del área del Caribe; y por sobre
todo, mantiene en su política exterior una posición independiente y soberana, que no se
concibió como un gesto de enemistad contra otras naciones pero que puso fin a una
situación de sumisión frente a los Estados Unidos.
Como Comandante en Jefe, Caldera optó por una política de Renovación de equipos y
medios de defensa sin paralelo en nuestra historia.
El Ejército fue dotado con tanques AMX-30, vehículos blindados para transporte de
personal, vehículos para transporte de carga, cañones y otros medios de defensa. A la
Marina se incorporaron los destructores Carabobo y Falcón, los submarinos Tiburón y
Picúa, los transportes Maracaibo y Amazonas, las lanchas fluviales Atures y Maipures y el
remolcador Felipe Larrazábal. Se construyeron importantes unidades navales y se contrató
la construcción de varios submarinos ligeros. La aviación incrementó sus líneas de
operación, entre otras, con los aviones de combate Mirage, aviones de caza CF-5, aviones
de transporte pesado C-130 (Hércules), aviones de combate OV-10 (Bronco) y aviones de
entrenamiento 12-D y se restauraron y equiparon con medios de moderna tecnología los
aviones Camberra. Las Fuerzas Armadas de Cooperación fueron dotadas de vehículos
blindados antidisturbios, aviones de transporte, lanchas, vehículos terrestres y equipos de
comunicación.
Fue creado, también el Instituto de Altos Estudios de la Defensa Nacional, así como la
Escuela Superior de las Fuerzas Armadas de Cooperación y el Instituto Tecnológico
Universitario de las Fuerzas Armadas.
La política petrolera
Después de varias décadas de explotación petrolera, el nuevo gobierno sintió llegar la hora
de poner fin a la irracional competencia entre los países productores de petróleo y de lograr
que se exigiera por ese producto «un precio más justo que el que situaciones de prepotencia
habían impuesto y que, a cambio de la mezquina contraprestación que se nos daba,
pretendían exigirnos además agradecimiento y sumisión».
La participación fiscal por cada barril de petróleo extraído, que era de Bs. 3,93 al comenzar
el quinquenio, llegó Bs. 34,63, sin incluir los ajustes por regalía.
El valor de exportación promedio del barril, que al empezar el año 1969 no alcanzaba a dos
dólares, excedió de catorce dólares. Se demostró con los hechos que la política de OPEP no
debía orientarse a extraer mayor volumen sino a obtener una retribución mayor por el
petróleo ofrecido al comercio internacional; así nuestra producción total en 1973 fue un
6,8% menor que el último año del periodo precedente.
Se modificó la Ley de Impuesto Sobre la Renta para gravar a las empresas petroleras en un
60% de su enriquecimiento global. El Estado venezolano se reservó el derecho de fijar
unilateralmente los precios del petróleo. Se nacionalizó el gas. Por medio de la Ley sobre
Bienes Afectos a Reversión se obligó a todas las compañías petroleras a conservar en
perfecto estado de mantenimiento todas sus instalaciones y equipos para ser entregados sin
deterioro al término de las concesiones petroleras.
Caldera pudo así entregar a su sucesor una Venezuela madura para manejar directamente la
actividad petrolera, para adelantar la reversión, para nacionalizar el petróleo.
El desarrollo social
El desarrollo de todos y para todos es la meta esencial de un gobierno socialcristiano.
Dentro de este marco, Caldera asigna a la educación primera prioridad. Lo que se traduce
por dar a este sector el doble de los recursos hasta entonces asignados y colocarlos como el
mayor presupuesto parcial dentro del Presupuesto General de la Nación. Pero no sólo se
trató de invertir más dinero sino que se logró una nueva concepción de la educación:
Reforma de todos los programas educativos, desde el preescolar hasta la educación
superior, con una orientación destinada al desarrollo integral del hombre. Con esta finalidad
fueron implementados nuevos sistemas de evaluación para el preescolar y la primaria; el
ciclo básico y el diversificado en la media; regionalización de la política educativa;
institucionalización de las comunidades educativas; nuevos sistemas de educación de
adultos, atención especial para niños excepcionales; creación de nuevos centros de
postgrado y creación de nuevas universidades, de Colegios Universitarios, de Institutos
Tecnológicos y de Pedagógicos. ¡En los cinco años de gobierno de Rafael Caldera se
crearon más centros de estudio a nivel superior que en toda la historia anterior de
Venezuela!
El sector laboral no podía dejar indiferente al Profesor de Derecho del Trabajo que ocupa la
presidencia. Durante el mandato de Caldera se crean medio millón de nuevos empleos; se
firman más de 6.500 contratos colectivos, cantidad nunca antes ni después lograda en un
periodo constitucional y a través de los cuales se lograron mejoras sustanciales en el nivel
de vida de los trabajadores organizados en Venezuela; se permite la sindicalización de los
empleados públicos; se sanciona la Ley de Carrera Administrativa; se aumenta
considerablemente la remuneración de los maestros y, en un hecho histórico para el
Derecho Social, se incorporan a los trabajadores del campo a la protección de la Ley del
Trabajo.
Durante la campaña electoral de 1968 Caldera ofreció construir 100.000 casas por año.
Meta enmarcada dentro del propósito de dedicar atención preferente al hombre y a la
familia. En el último año del periodo constitucional se logró superar la meta anunciada con
la construcción de algo más del centenar de miles de unidades. Una oposición
obstruccionista en materia presupuestaria obligó al gobierno a hacer gala de imaginación y
audacia creadora para cumplir la promesa electoral. Además de la inversión masiva del
sector público, se crearon estímulos de todo tipo al sector privado; se equiparon y
desarrollaron los barrios populares y se generaron soluciones variadas al alcance de los
diversos núcleos familiares.
La política económica
La economía creció un promedio de 5% en el quinquenio, llegando a alcanzar 7,6% y 6,9%
en 1970 y 1973. El Producto Territorial Bruto per cápita, a precios corrientes, en 1973,
alcanza la cantidad de 6.934 bolívares, o sea un crecimiento de 15,9% si se le compara con
la cifra registrada en 1972. El aumento de dicha variable fue de 45.1% si se le compara con
la cifra correspondiente de 1968.
La Infraestructura
El desarrollo supone poner al país en condiciones de hacer posibles los movimientos y las
operaciones de fábricas y empresas y elevar las condiciones de vida de los venezolanos. La
vialidad recibió atención preferente. Sólo en Caracas, la avenida Boyacá, tramo La
Castellana – El Marqués – La Urbina y su enlace con la autopista Francisco Fajardo; los
distribuidores El Ciempiés, Baralt y segundo piso de la autopista del este; la autopista La
Araña – Caricuao y Prados del Este – La Trinidad; las avenidas Panteón y Río de Janeiro,
fueron obras realizadas en un plan de vialidad sin precedentes, ejecutado en todo el país,
además del mantenimiento de la red existente.
Vale la pena mencionar el programa de Promoción Popular. Este programa tenía por objeto
facilitar la organización de las masas populares a fin de estimular su participación directa
en diversas actividades de la vida nacional. Desgraciadamente la falta de apoyo
parlamentario frustró desde sus inicios la adecuada realización de este proyecto.
La cultura
Particular mención tenemos que hacer de lo realizado en el campo de la cultura. Aparte de
la realización de obra física como el nuevo Museo de Arte Contemporáneo y la ampliación
del Museo de Bellas Artes, en Caracas; el nuevo Museo Jesús Soto, en Ciudad Bolívar; o el
Museo de Arte Moderno, en Mérida; se concluyó el Ateneo de Boconó y se rescataron el
Teatro de la Ópera de Maracay y de Bellas Artes en Maracaibo; se comenzó la construcción
de la Sala Ríos Reyna, parte del Complejo Cultural Teresa Carreño; se dio especial impulso
a los artistas con el Decreto Número 1.522 que estableció la obligación de incluir una
partida para contratar obras de arte ejecutadas por artistas nacionales o extranjeros
residentes en el país, en toda edificación pública.
Síntesis
Logró la pacificación del país, incorporando los grupos guerrilleros en lucha armada a la
vida democrática.
Se opuso a la creación del Consejo de la Judicatura por considerar que abriría la puerta a la
partidización del Poder Judicial, lo cual ocurrió y fue considerada uno de los males de
nuestra democracia.
Desarrolló una política exterior nacionalista y soberana: denunciando el Tratado de
comercio con los Estados Unidos, estableciendo relaciones diplomáticas con todos los
países, incluyendo la Unión Soviética, y fortaleciendo la OPEP, lo que redundó en el
aumento de los precios del petróleo al final del periodo (De 2 a 14$).
Incorporó a los trabajadores del campo a la protección de la Ley del Trabajo (nuevo
Reglamento).
Logró el récord en construcción de viviendas por año, al superar la cifra de 100.000 en
1973.
El equilibrio fiscal permitió lograr una inflación de apenas el 14% en cinco años,
teniéndose un superávit en 1973, revaluando el bolívar de 4,50 a 4,30 por dólar y creando
500 mil nuevos empleos aproximadamente en el quinquenio.
Comenzó la carrera administrativa en el sector público, la implementación del
presupuesto-programa y la descentralización, con la creación de ocho (8) regiones y sus
respectivas corporaciones.
Hizo la reversión petrolera y la nacionalización del gas, aumentó la participación fiscal de
3,93 a 34,63 bs. por cada barril de petróleo, fue descubierta la Faja petrolífera del Orinoco
y rectificados los límites de Venezuela (aumento de 4.000 km cuadrados aprox.).
Incrementó la matrícula escolar en 33,3% y el personal docente en 46,5%, duplicó la de
educación media y triplicó la de educación superior (inauguró 23 nuevos institutos, entre
ellos, la Universidad Simón Bolívar y el Instituto de Altos Estudios de la Defensa Nacional).
Puso en servicio 8.800 nuevas camas hospitalarias.
Construyó el Poliedro de Caracas, el Parque Central, los Edificios del BCV, el Ministerio de
Educación y los Tribunales de la República, el distribuidor Cienpiés, el segundo piso de la
Autopista del Este, la prolongación de la Cota Mil desde la Castellana al Marqués y su
enlace con la autopista del Este, la autopista Prados del Este-La Trinidad, inauguró el
Hospital Miguel Pérez Carreño y comenzó el desarrollo del Metro de Caracas.
Decretó la zona protectora de Caracas y creó el Instituto Nacional de Parques; el puerto y
aeropuerto de la Isla de Margarita y la creación de su Zona Franca; al igual que la Zona
Franca de Paraguaná, el complejo turístico de El Morro en Lecherías, el canal de alivio del
Neverí y del Manzanares en Cumaná; el aeropuerto de La Chinita, el Paseo Ciencias y toda
la renovación urbana de Maracaibo; la represa José Antonio Páez en Santo Domingo y la
segunda etapa del Guri y desarrolló la Conquista del Sur, en Guayana y Amazonas.
Inició la autopista centro-occidental, con el tramo Barquisimeto-Yaritagua; desarrolló el
programa integral de Desarrollo Agrícola (PRIDA) y los módulos de mantecal, en Apure;
construyó las represas Cumaripa, Cabuy y Guaremal, en Yaracuy y Dos Cerritos y Pao-
Cachiche, en Lara y Cojedes; la autopista Valencia-Campo de Carabobo, el Puente sobre el
Río Limón, en la Goajira, la catedral de San Felipe, el Ateneo de Caracas, el Teatro de la
Opera de Maracay y los Museos de Arte Contemporáneo en Caracas y Jesús Soto en
Ciudad Bolívar.
Al finalizar el periodo presidencial, la deuda total del país, interna y externa, se calculaba
en 7.100 millones de bolívares y los ingresos estimados para 1974 eran de 42.000 millones
de bolívares y el presupuesto estimado de 15.000 millones.
Su sucesor en la Presidencia, al asumir el cargo dijo: «Recibo la Presidencia de las manos
limpias de Rafael Caldera».
Durante este periodo las puertas de la Residencia Presidencial La Casona y el Palacio de Miraflores,
fueron abiertas al público. También, gracias a los planes vacacionales de la Fundación del Niño,
miles de jóvenes pudieron recorrer las diversas regiones de Venezuela.
En 1971 se inauguró la UD-3 de Caricuao, en Caracas.
El segundo piso de la Autopista del Este fue construido en tiempo récord sin entorpecer el tráfico
de Caracas. Esta obra fue inaugurada el 22 de abril de 1973.
El 2 de marzo de 1974 se inauguró el Poliedro de Caracas.
Para entender correctamente el período que se está trabajando se debe explicar las
características o aspectos del 1er gobierno de Rafael caldera, esto comprende los
aspectos políticos, sociales, culturales y económicos.
Como representante del partido social cristiano COPEI, el primer mandato del presidente
Caldera estuvo marcado por un profundo respeto a la pluralidad política dentro del marco
de la ley y por la reincorporación a la vida nacional de los núcleos guerrilleros de
izquierda, que desde principios de la década de los 60, buscaban tomar el poder por la
fuerza y establecer un gobierno de corte izquierdista al estilo de la Revolución Cubana de
1959. Durante este período se llevó a cabo la legalización del Partido Comunista de
Venezuela (PCV) y luego del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), además de
indultar a los líderes guerrilleros con la condición de deponer sus armas y de trabajar del
lado de la ley y la paz, para así participar legalmente en la política Nacional.
Existió durante este gobierno una gran apertura política, caracterizada por el respeto a los
Derechos Humanos y civiles, aun cuando los detractores de la llamada 4ta República o
del Puntofijismo hablen de este mandato, como un gobierno sumamente represivo y
violador de Derechos Humanos, poniendo como ejemplo, el caso de la UCV. Para este
momento, las Fuerzas Armadas parecían haber entendido su papel como guardianes de
la paz y de la Democracia, luego de alzamientos como el Porteñazo en 1962, y de luchar
incansablemente contra la guerrilla, la institucionalidad imperó sobre las ambiciones de
cualquier cúpula militar que ansiara el poder, al mejor estilo Perejimenista.
Pérez Jiménez al
momento de su extradición.
Las políticas de pacificación que llevó a cabo el gobierno permitieron el retorno a la vida
política y pública de gran cantidad de integrantes de la guerrilla que habían sido
indultados, que ahora, como cualquier otro ciudadano podían exigir desde el marco de la
legalidad las reivindicaciones sociales y políticas que solicitaban.
Cabe destacar que durante el primer gobierno del Dr. Caldera no se suspendieron las
garantías constitucionales a los ciudadanos, también existió una gran libertad de prensa y
un importante impulso a los medios de comunicación, por ejemplo, el presidente tenía en
el Canal 8 un programa de televisión semanal, donde se trataban distintos temas del
acontecer nacional con un grupo de periodistas invitados; todo esto demuestra la postura
transparente y democrática del gobierno, como dice la página Rafael Caldera.com "El
desarrollo de todos y para todos es la meta esencial de un gobierno socialcristiano."
(RafaelCaldera.com. S.F).
Aspectos Culturales: El gobierno de Rafael Caldera puso como una de sus mayores
prioridades la Educación, desde los niveles básicos hasta la Educación superior, es por
esto que se destinaron gran cantidad de recursos a este sector, asignando al área
educativa el mayor presupuesto parcial del presupuesto nacional, pero también se dio un
cambio en la forma de impartir los conocimientos.
Como lo explica la Página RafaelCaldera.com. durante los 5 años del período de gobierno
se crearon más centros de estudio superior que en toda la anterior historia republicana.
Interior del Poliedro de Caracas.
Escudo del IUPFAN, Instituto creado en 1974.
El gobierno tampoco dejó de lado las grandes riquezas naturales que posee el
país, promoviendo el turismo a través de distintos medios, uno de ellos por
ejemplo, fue la Aerolínea Bandera de Venezuela VIASA que era reconocida
mundialmente por sus niveles de excelencia y profesionalismo. En este aspecto se
creó el Instituto Nacional de Parques y se decretaron como Parques Nacionales, y
por ende, lugares protegidos y de interés para la República al Parque Nacional del
Archipiélago de Los Roques, El Parque Nacional Mochima y el Parque Nacional
Macarao.
El gobierno tampoco dejó de lado las grandes riquezas naturales que posee el país,
promoviendo el turismo a través de distintos medios, uno de ellos por ejemplo, fue la
Aerolínea Bandera de Venezuela VIASA que era reconocida mundialmente por sus
niveles de excelencia y profesionalismo. En este aspecto se creó el Instituto Nacional de
Parques y se decretaron como Parques Nacionales, y por ende, lugares protegidos y de
interés para la República al Parque Nacional del Archipiélago de Los Roques, El Parque
Nacional Mochima y el Parque Nacional Macarao.
Se modificó la Ley de Impuesto Sobre la Renta para gravar a las empresas
petroleras en un 60% de su enriquecimiento global. El Estado venezolano se reservó el
derecho de fijar unilateralmente los precios del petróleo. Se nacionalizó el gas. Por medio
de la Ley sobre Bienes Afectos a Reversión se obligó a todas las compañías petroleras a
conservar en perfecto estado de mantenimiento todas sus instalaciones y equipos para
ser entregados sin deterioro al término de las concesiones petroleras. (Página
RafaelCaldera.com. S.F.).
"El equilibrio fiscal permitió lograr una inflación de apenas el 14% en cinco años,
teniéndose un superávit en 1973, revaluando el bolívar de 4,50 a 4,30 por dólar y creando
500 mil nuevos empleos aproximadamente en el quinquenio."
Estas condiciones económicas, que trajeron gran bonanza financiera y comercial, también
pavimentó el camino para la nacionalización de la industria petrolera que se dio en el año
de 1975, durante la presidencia de Carlos Andrés Pérez, quién dijo en su toma de
posesión "Recibo la Presidencia de las manos limpias de Rafael Caldera”
Mapa de la Faja Petrolífera del Orinoco.
En su primer período de gobierno, Caldera, obteniendo más resultados de los que a priori cabía
prever al no contar con mayoría parlamentaria, inauguró una política de reformas desarrollistas
tendente a superar la exclusiva dependencia del petróleo y el gas natural, ya que el 90% de los
ingresos de la balanza comercial procedían de la exportación de los combustibles fósiles, y a crear
industrias complementarias. A tal fin, el 31 de diciembre de 1971 notificó a Estados Unidos, país
que había visitado en junio del año anterior, la expiración del Tratado de Reciprocidad vigente
desde 1939, por el que a cambio de facilidades aduaneras para las materias primas venezolanas
(básicamente, petróleo y derivados), las mercancías de aquel país entraban en Venezuela
prácticamente libres de aranceles, lo que venía perjudicando seriamente las manufacturas
nacionales, máxime en tiempos de depreciación del dólar. Igualmente, se aprobaron medidas para
explotar los recursos vírgenes de los vastos territorios selváticos del sur, en los estados Bolívar y
Amazonas.
Al mismo tiempo, el mandatario invocó la plena soberanía del Estado venezolano para decidir los
precios oficiales de los hidrocarburos, incrementó los impuestos que las compañías extractoras y
comercializadoras debían pagar y dispuso las condiciones en que se desarrollaría a partir de 1983
(tal como preveía la Ley de Hidrocarburos de 1943) la asunción por el Estado, sin indemnización,
de todos los bienes relacionados con las actividades y servicios del negocio petrolero, una
perspectiva que inquietaba al Gobierno y a las multinacionales estadounidenses. Este programa
moderadamente nacionalista se valió de tres instrumentos legales, aprobados sucesivamente por
el Congreso en julio de 1971, agosto de 1971 y junio de 1973. Estos eran: la Ley sobre Bienes
Afectos a Reversión en las Concesiones de Hidrocarburos, más conocida simplemente como Ley de
Reversión, que las compañías afectadas demandaron, en vano, ante la Corte Suprema de Justicia
por su supuesta inconstitucionalidad; la Ley que Reserva al Estado la Industria del Gas Natural; y la
Ley que Reserva al Estado la Explotación del Mercado Interno de los Productos Derivados de
Hidrocarburos.
Caldera introdujo también cambios sustanciales en las relaciones con los vecinos
latinoamericanos. En febrero de 1973 el presidente se desplazó a Lima para sumar su firma al
Pacto Andino, puesto en marcha cuatro años atrás por Perú, Colombia, Bolivia y Ecuador. La
decisión se interpretó como el abandono definitivo de la doctrina de Betancourt de rehusar las
relaciones de cooperación con aquellos países de la región que estuvieran sometidos a una férula
no democrática. En aquel momento, sendos gobiernos de facto y dictaduras militares detentaban
el poder en Lima (general Juan Velasco Alvarado), La Paz (general Hugo Banzer) y Quito (general
Guillermo Rodríguez Lara). A todos ellos visitó el dirigente venezolano en el curso de su gira
regional, que incluyó paradas también en las democráticas Colombia y Chile, y en la Argentina del
general Alejandro Lanusse.
Caldera concluyó su primer ejercicio presidencial el 12 de marzo de 1974 con la transferencia del
poder al vencedor en las elecciones del 9 de diciembre de 1973, Carlos Andrés Pérez Rodríguez, un
estrecho colaborador de Betancourt. El mandatario saliente no tuvo la satisfacción de ser sucedido
por su conmilitón, Lorenzo Fernández, derrotado por el adeco, pero podía presumir de haber
organizado unas elecciones caracterizadas por la multiplicidad y la pluralidad ideológica de las
candidaturas presentadas, ya que contendieron también el veterano Jóvito Villalba por la URD,
Jesús Ángel Paz Galarraga por el MEP y el PCV, y José Vicente Rangel Vale por el Movimiento al
Socialismo (MAS) y el MIR. Además, el país oteaba un futuro tremendamente prometedor gracias
al fantástico boom petrolero, desatado por el boicot de los países árabes de la OPEP a raíz de la
guerra de Yom Kippur de octubre de 1973.
Feb
20
Caldera toma posesión finalizando la década de los 60’s, y recibiendo la década de los 70’s que
tendrían una serie de elementos sumamente importantes que definitivamente influenciaron en la
Política Exterior de Venezuela.
Un hecho sumamente importante, fue durante el año 1973, en el que la Organización de Países
Exportadores de Petróleo (OPEP), decide reducir el abastecimiento de petróleo a occidente,
producto del ataque de los ejércitos egipcio y sirio a Israel. Esto originó que los precios del
petróleo se cuadruplicarán en tres meses. [1]
Según Aguilar, E., durante la década de los 70’s se presentan diversas crisis, entre ellas la más
relevante la crisis del petróleo, anteriormente descrita, además “se agregaron la crisis ecológica,
provocada por movimientos antinucleares, crisis de escasez mundial de alimentos y materias
primas, de recesión, y desintegración gradual de un orden de intereses creado” [2]
Aún con estos eventos podemos observar también que durante el primer gobierno de Caldera
hubo un incremento de las relaciones diplomáticas (de 41 embajadores se pasó a 71)[3]
Por otra parte, durante su administración Venezuela se adhiere al Pacto Andino, creado durante
mayo de 1969, y que tenía como objetivo, según lo expresado en el Acuerdo de Cartagena,
“mejorar, juntos, el nivel de vida de sus habitantes mediante la integración y la cooperación
económica y social”[7], hoy denominada Comunidad Andina de Naciones; la cuál durante este
época no tuvo un papel importante en la región, en vista de que se estaba creando todavía todo su
marco institucional.
De relevancia también en este nivel fue la ruptura de Caldera con la “Doctrina Betancourt”,
(que expresaba que Venezuela solo reconocería a aquellos regímenes que hayan sido elegidos
democráticamente) al reanudar las relaciones con Cuba y desarrolló una política nacionalista en
relación a los Estados Unidos al denunciar el Tratado de Reciprocidad Comercial con esta nación lo
cual llevó a su reforma logrando mayores beneficios para Venezuela[8].
NIVEL LOCAL
En materia de Política Interior, el punto más importante en este campo fue la política de
pacificación, mediante la cual se les ofreció la posibilidad de reincorporarse a la vida normal y a la
lucha política legal a personas y grupos que habían participado en la subversión armada. La
decisión de Caldera de ampliar y llevar hasta su término la pacificación fue de gran importancia, ya
que requirió el despliegue de grandes dosis de voluntad y continuidad.
Caldera pacta con Acción Democrática una reforma en la Constitución de 1961, que impide la
elección a cargos públicos a personas con sentencia firme, de más de tres años, dirigida
específicamente a inhabilitar políticamente al ex dictador Marcos Pérez Jiménez, quien se pensaba
presentar en las elecciones de 1973. Clausura la Escuela Técnica Industrial permanentemente y
también a la Universidad Central de Venezuela, esta última por un período de dos años, debido al
control que ejercía dentro del campus la izquierda castrista y a las manifestaciones estudiantiles
en su contra.
Durante esta época, el accionar del gobierno está determinado por el IV Plan de la Nación, que
“postula como las grandes metas estratégicas, la posibilidad de una sociedad nacional más
próspera y más justa, que políticamente supere la democracia representativa por la participativa y
que progrese y se fortalezca económicamente sobre la base de la expansión del comercio
internacional”[9]