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TEMPLO DE ARTEMISA

Templo de Artemisa en Éfeso construido hacia 550 a.n.e y destruido por un incendio intencionado en 356 a.n.e
“El Templo de Artemisa” se encontraba ubicado en la antigua ciudad de Éfeso, a unos 50 km al sur de la
moderna ciudad portuaria de EsmirnaIzmir, en Turquía, en el valle a los pies de Ayasoluk por el
rey Creso de Lidia la construcción de esta obra duró unos 120 años y fue dedicada a la diosa Artemisa. El
templo de Artemisa esta incluido dentro de Las 7 maravillas del mundo antiguo.

UBICACIÒN

El templo se encontraba en la antigua ciudad de Éfeso, a unos 50 km al sur de la moderna ciudad portuaria
de EsmirnaIzmir, en Turquía, en el valle a los pies de Ayasoluk. Éfeso fue una ciudad griega del Asia Menor. Los
Jonios se establecieron en ella y fundaron una población alrededor del siglo XI a.n.e Ubicada en la
desembocadura del río Pequeño Meandro (los griegos lo llamaban Cayster),que con el tiempo se convirtió en
uno de los puertos comerciales más activos de la costa del Asia Menor.

Arquitectura clásica

Clásico, figurativo y limpio. En el sentido literal, debido a que el estilo helenístico clásico está perfectamente
definido y fácilmente reconocible, consiste en la presencia de una "cella", una sala rectangular con la mayor
posibilidad, un sótano plano y un techo con dos pendientes con una ligera inclinación. . Los frontones del techo
son triangulares. Los edificios suelen estar rodeados por una o dos filas de columnas talladas. El significado
figurativo es simplemente para indicar que este templo parece dos gotas de agua en la imagen de lo que se
considera un templo griego.

Descripción del templo de Éfeso

El templo de Éfeso está construido en suelo blando sobre cimientos sólidos. Medía 105 m por 55 m, una
relación longitud / anchura de aproximadamente un tercio. Su exterior está rodeado por 2 filas de columnas
pesadas, y la entrada estaba en el ancho del edificio. La entrada estaba en el fondo de una ligera indentación,
un elemento arquitectónico que se encuentra en muchas culturas (por ejemplo, la arquitectura islámica llama
el "Iwan", la arquitectura europea como el "porche "Entre los griegos, es más bien un" naos ") Este mismo
fortalecimiento también se encontraba en la parte trasera del edificio, el" posticum ".
A nivel del suelo el templo fue elevado por 13 escalones. Las columnas medían exactamente 17,65 metros,
estaban decoradas con escenas de la mitología griega o la vida tradicional. Pero la mayoría de las decoraciones
estaban en el templo, todas las esculturas y bajorrelieves que forman un conjunto de alta calidad como
muestran las piezas arqueológicas en el Museo Británico. El techo tenía dos vertientes, seguían los muros
principales y formaban en la parte delantera y trasera un piñón que los artistas escultores tenían que teñir para
decorar.
La mayoría de las descripciones físicas del templo provienen de Plinio el Viejo, aunque hay discrepancias en torno al
tamaño. Plinio describe el templo como de 377 pies de largo (115 m) por 180 pies de ancho (55 m), realizado
principalmente en mármol, es el más grande de todo el mundo griego. Constaba de 127 columnas, cada una de 60
pies de alto (18 m), igual a 12 veces el diámetro de la base.
Tenía tres filas de columnas en la fachada occidental (con un total de 36), divididas en tres hileras de ocho columnas,
dos columnas a los lados de las antas y una doble fila que dividía el gran pronaos en tres naves.
La cella era alargada y estrecha, como en los templos arcaicos, y al fondo había un baldaquino, en el que se hallaba la
estatua de culto, sobre los restos del altar del siglo VII a. C.
En la fachada posterior las columnas eran 9, y 21 a los lados.
Tras el incendio provocado del 356 a. C., la obra de reconstrucción debió durar mucho tiempo.
La planta y las proporciones del nuevo edificio se mantuvieron grosso modo iguales a las del anterior, salvo por el
añadido de un crepidoma (la plataforma sobre la que se eleva el templo) escalonado (12 gradas) de 2,68 m de altura.
Tenía columnas esculpidas en la parte inferior (sólo las 16 de las dos primeras filas de la fachada occidental),
mientras que una veintena de dados esculpidos sostenían las columnas in antis. Las columnas, según Plinio, medían
60 pies de altura (17,65 m), aproximadamente 10 veces el diámetro de la base. Se ha pensado que el arquitecto del
nuevo templo fue Dinócrates, que estuvo influido por Piteo, el autor del templo de Atenea de Priene.
Con las excavaciones austriacas de 1965 se sacó a la luz el altar, de mármol y de 22 x 32 m.
El templo albergaba varias obras de arte: esculturas de los renombrados Policleto, Fidias, Cresilas y Fradmon,
pinturas, y columnas forradas de oro y plata. Varias de esas esculturas se referían a  amazonas que, según la leyenda,
se habían encontrado en esa región.
Plinio comenta que trabajó esculpiendo relieves y decorando las columnas Escopas de Paros, que también había
intervenido en el Mausoleo de Halicarnaso.

El templo estaba compuesto por numerosos edificios, que los arqueólogos denominaron con letras sucesivas. El
Templo fue destruido por un incendio, provocado por un hombre llamado Eróstrato, en el año 356 a. C. 
El lugar sagrado de Éfeso era mucho más antiguo que el templo. El lugar en el que se fundó el santuario de
Artemisa había sido objeto de veneración por las poblaciones locales que practicaban allí el culto a la Diosa
madre o a Cibeles, culto al que después se asimiló el de Artemisa.
Las excavaciones de la Escuela Británica permiten seguir las fases principales de la evolución arquitectónica
del conjunto.
La gran abundancia de exvotos, desde el siglo VIII a. C., demuestra un lugar de culto. El edificio más antiguo
que corresponde a la primera fase, se trata de un altar, al que siguió la construcción de algunos templos de
pequeñas dimensiones (naískois). De éstos, el que precede al templo arcaico fue levantado hacia el 600 a. C.
Medía 14 x 28 m y estaba rodeado por un muro de cierre.
La construcción del edificio requirió muchísimo tiempo. Plinio el Viejo1 2 y Marco Vitruvio afirman que los
trabajos prosiguieron durante 120 años y que fueron varios los arquitectos que los dirigieron. La primera
construcción del templo data del siglo VIII a. C., y fue destruido por los cimerios.
El templo fue diseñado por el arquitecto griego Quersifrón, de la ciudad cretense de Cnosos. Fue terminado por
Metágenes, hijo de Quersifrón, con ayuda de Teodoro. Se eligió un terreno rocoso como precaución frente a
terremotos. El templo se convirtió en atracción turística, (visitado por mercaderes, reyes y viajeros), que
pagaban tributo a Artemisa en forma de joyas y otros bienes. Su esplendor también atrajo adoradores que
formaron el culto de Artemisa.
El templo se utilizaba como lugar de refugio. El templo de Éfeso fue destruido por un incendio provocado por
Eróstrato el 21 de julio del año 356 a. C., la noche que, se dice, nació Alejandro Magno. Según la historia, su
único fin fue lograr fama a cualquier precio.
Se descubrió que un hombre había planeado incendiar el templo de Diana en Éfeso, de tal modo que por la
destrucción del más bello de los edificios, su nombre sería conocido en el mundo entero
Los efesios, ultrajados, intentaron que su nombre nunca fuera recordado, prohibiendo, bajo pena de muerte,
mencionarlo. Sin embargo, éste ha llegado a través de Estrabón.
Alejandro Magno nació la noche en la que el templo ardía. Plutarco sentenció que Artemisa estaba demasiado
preocupada por este hecho como para salvar su propio templo en llamas. Más tarde, Alejandro ofrecería a los
efesios costear su reconstrucción, a lo que se negaron, aduciendo que no era conveniente que un dios le
construyera un templo a otra divinidad. Sin embargo, el templo fue restaurado tras su muerte, en el año 323 a.
C. La reconstrucción del templo es atribuida por algunos autores al rodio (o según otros, macedonio)
Dinócrates, el que realizó las mediciones para la fundación de la ciudad de Alejandría, en Egipto.
Sin embargo, esta reconstrucción sería arrasada por los godos en el año 262, en tiempos del emperador
Galieno.
A lo largo de los dos siglos siguientes la mayoría de los efesios se convirtieron al cristianismo y el antiguo
templo perdió su interés religioso. Los cristianos derribaron los restos del edificio y reutilizaron los materiales
para otras construcciones, actualmente se pueden apreciar algunas columnas helenísticas del templo de
Artemisa como parte de Santa Sofía en Estambul.
El lugar del templo fue redescubierto en 1869 por una expedición del Museo Británico. Aún pueden verse
varias esculturas y artefactos, aunque de la séptima maravilla del mundo solo queda en pie una columna.
Existe una referencia en el Nuevo Testamento al templo de Diana de los Efesios, lo cual nos ayuda a percibir
que se hacían figurillas de este templo (posiblemente a escala) para su venta, y el fervor que los Efesios de ese
tiempo tenían por su edificio.

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