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Reseña

Por: Nicolás Martínez S.


La siguiente reseña es del Capítulo 10 de la serie de documentales de La historia
no contaba de Estados Unidos, producida por el director norteamericano Oliver
Stone en el 2012.
Todo inicia con la presidencia de George W. Bush, la cual fue desde el 2001 hasta
el 2009. Como punto de partida, Stone afirma que Bush hizo que las naciones del
mundo se movieron por el miedo.
Para la historia del planeta, el 11 de septiembre del 2001 marca un antes y un
después. Bush y su equipo neoconservador querían llevar a cabo un proyecto
para rehacer América para ser el país dominante a escala global. Sin embargo,
este plan ameritaría invadir los países, para poder controlarlos desde adentro. Sin
un motivo no podían correr ese riesgo, pero el 11S fue la causa perfecta.
Aquella mañana, en donde dos aviones comerciales impactaron y derrumbaron las
torres gemelas de Manhattan inició una guerra ficticia entre Estados Unidos y el
terrorismo. El presidente podía actuar, debido a que las leyes norteamericanas le
permitían tener esas competencias en una situación de emergencia como esta. El
problema era que para poder actuar de inmediato había que tener un blanco fijo y
antagonistas claros.
Bush entonces se expone frente al mundo el día después, afirmando que
empezarán una guerra contra el grupo Al Qaeda. Además, dejo una frase para el
recuerdo: “Los países que no estén con Estados Unidos están con los terroristas”.
La ubicación que arrojo la investigación mostro que en Afganistán estaba Al
Qaeda, pero Bush no decidió atacar ahí.
El objetivo fue Iraq, ¿El motivo? Aunque no tenía vínculo con el atentado, era un
país que tenía petróleo. Entonces la estrategia del mandatario fue mostrarle al
mundo una nueva investigación errónea, sosteniendo que varios responsables
estaban en Iraq. No hubo tiempo para el debate en el Senado, entonces las tropas
se fueron a Iraq.
Durante 4 años el número de presos musulmanes por parte del Ejercito americano
paso de 1,200 a 800,000 y el numero de posibles objetivos potenciales en Estados
Unidos paso de 160 a 3,000 personas. Se atacó a una población inocente.
La cuestión que se plantea en este punto es que no hay un motivo para que
Estados Unidos le declara la guerra a una táctica (el terrorismo), que no es una
ideología.
Del 2001 la 2009, Estados Unidos se mantuvo en una guerra sin sentido en el
oriente medio. No tuvo el apoyo de la comunidad internacional y la cárcel de
Guantánamo se volvió el centro de maltrato militar americano hacia musulmanes
inocentes. Como una vez dijo Voltaire: Aquellos que pueden afirmar absurdos,
pueden hacer atrocidades.
El fin de la era Bush llego en el 2009, donde Estados Unidos vio los estragos de
invertir mucho capital en esta guerra mentirosa. La crisis fue causada por prevaler
al arsenal americano por encima de la economía.
La esperanza se derrumbó, pero volvió cuando Barack Obama gana las
elecciones ese mismo año. El hawaiano durante su vida política estuvo en contra
de la guerra con Iraq. Por otro lado, en campaña por la presidencia Obama no
quiso financiarse de los bancos que entraron en crisis.
Esa esperanza se cayo como un castillo de naipes cuando Obama financio con
bonos a todos esos bancos para solventar la crisis. Incluso, quien había estado en
contra con la guerra contra Iraq mantuvo como presidente ese Estado de
Seguridad de Bush.
Aunque en el 2011 se dio de baja a Osama Bin Laden -cabeza de Al Qaeda-, el
Ejercito entro sin autorización a esa parte de Iraq. Cuando la guerra con Iraq es
declarada como terminada, las tropas norteamericanas abandonan el país, pero
dejándolo destrozado, con un numero de muertes abismal, con una población
vulnerable y teniendo como nuevos objetivos Afganistán, Pakistán e Irán. Otro
aspecto fue la persecución a espías de WikiLeaks, quienes demostraron la
inteligencia errónea que llevaron a cabo la CIA y el FBI durante la última década.
Oliver Stone concluye dando el mensaje que Estados Unidos debe reflexionar por
hacer guerra sin sentido, que dejo muchas personas inocentes fallecidas y una
mancha negra en el corazón estadounidense junto con una cultura xenófoba hacia
las personas musulmanas.

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