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Programa Audiovisual en línea Rutas del Aprendizaje

Condiciones para el aprendizaje

2014

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Aprendizaje a lograr:
Comprender la importancia de las condiciones básicas para el aprendizaje de los niños,
niñas y adolescentes de Educación Básica Regular.

CONDICIONES INDISPENSABLES PARA FAVORECER AMBIENTES DE


APRENDIZAJE
El desarrollo de las competencias de todo estudiante debe estar apoyado por condiciones que
favorezcan su aprendizaje. Por eso es importante considerar las siguientes condiciones para
beneficiar el crecimiento integral de nuestros estudiantes.

La cultura escolar
“Un clima escolar basado en relaciones
La escuela, tiene la misión de producir de confianza, respeto, afecto, amistad e
integración entre compañeros de aula,
aprendizajes en los estudiantes y requiere
docentes y directores, aporta una
asumir el sentido de la democracia, como una relación mutuamente beneficiosa y
forma de gobierno escolar, en el cual todos sus brinda a los estudiantes condiciones
actores (estudiantes, padres y madres de emocionales que influyen positivamente
familia, docentes, directivos y personal en su aprendizaje”
(MINEDU 2013).
administrativo) puedan participar, opinar,
deliberar sobre los asuntos que concierne a la
vida escolar y así configurar una comunidad educativa con sentido de pertenencia y
colegialidad.

Los estudiantes para aprender significativamente, necesitan de una gestión escolar que en lo
pedagógico y curricular, reconozca y valore las experiencias culturales del contexto como
fuentes principales para organizar las situaciones de aprendizaje; valorando y asumiendo que
el auténtico aprendizaje es de carácter experiencial o vivencial lo cual conlleva a abrir la
escuela al encuentro con los saberes culturales y los educadores alternativos (sabios de la
comunidad, líderes comunales, etc.) como una fuente genuina de propiciar aprendizajes
productivos y desarrolladores de competencias.

En tal sentido, se requiere producir experiencias enriquecedoras de aprendizaje, basado en el


diálogo intercultural, el intercambio de ideas, así como la capacidad de organizarse, de
negociar, ponerse de acuerdo, construir consensos de manera compartida entre los adultos,
adultos y los estudiantes, lo cual se puede traducir:

• En asambleas de aula.
• Consejos escolares.
• Consultas participativas del gobierno escolar.

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• Visitas e invitaciones a miembros de la comunidad que tiene algo que enseñar,
compartir saberes, transmitir el legado a las generaciones jóvenes.

“La cultura colaborativa lleva a procesos de enriquecimiento propiciados por


el diálogo, el debate, y hasta la confrontación y discusión, de donde provienen,
quizás, sus dificultades, pero que sin duda son menores que sus beneficios. Además
permiten la puesta en común de las propias incertidumbres, y dudas que el proceso
educativo, lleno de valores, suscita. El compartir los problemas comunes es una
forma de aprender a resolverlos, el miedo al fracaso es fruto muchas veces de la
soledad; la cooperación permite un clima de confianza y de apertura a
experiencias ajenas que otorga confianza al profesor.” (LINUESA citado por Gil
pág. 3).

El clima del aula


El aprender va de la mano con la cognición, las emociones y la cultura de los estudiantes, en
cuanto educar es un acto eminentemente de vínculo humano, de acompañamiento, de
transmisión cultural, de generación de estrategias para la vida. El fruto de la educación son los
aprendizajes y estos se dan en la medida que en la atmosfera áulica se respire un sentimiento
de confianza, respeto, basado en una relación intergeneracional sustentada principalmente
por el afecto, la calidez humana y el reconocimiento de la potencia de desarrollo y crecimiento
que tienen los estudiantes. Es así que, trabajar el clima del aula y una buena convivencia está
vinculado al aprendizaje fundamental de Ciudadanía de la competencia Convive de manera
democrática en cualquier contexto o circunstancia, y con todas las personas sin distinción.

En este sentido un clima de aula que favorece el desarrollo de competencia se sostiene:

• En una comunicación asertiva, dialógica, capaz de generar empatía, acogida, de tal manera
que los estudiantes puedan interactuar desde un plano más horizontal, con pleno sentido
de corresponsabilidad y que la permanencia en la escuela sea una experiencia grata,
estimulante para las inteligencias y la afectividad de los estudiantes.

• En interacciones comunicativas capaces de procurar el reconocimiento de la personalidad


de los estudiantes, brindar seguridad emocional, psicológica y comunicar altas
expectativas en todos sus desempeños, el mismo sea un impulsor para desarrollar
encuentros y procesos de aprendizaje y enseñanza efectivos con calidad y calidez humana.

• En una interrelación docente y estudiante que tenga en sí mismo un carácter formativo,


basado en la confianza, la escucha activa, el reconocimiento y aceptación mutua como
persona, sin que medie el juicio, ni crítica.

• La valoración de los desempeños, cuando estos se dan desde una perspectiva constructiva
de reconocimiento y no de censura. Los aciertos y desaciertos son valorados como parte
del progreso del aprendizaje; por tanto el error es un asunto que se reconoce como parte

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connatural del acto de aprender, a partir del cual se pueda encaminar a un proceso de
mejoramiento continuo, siendo éste un mecanismo para querer y seguir aprendiendo.

• En una convivencia de aula que evidencia la práctica de normas que favorecen las buenas
relaciones y el respeto entre sus miembros; y además su construcción es producto de un
diálogo reflexivo y consensuado.

La calidad de las interacciones


Acompañar, ayudar, facilitar el aprendizaje conlleva la construcción de situaciones de
aprendizaje que sean significativas, en donde la interacción docente-estudiante-contexto sea
el motor para producir desempeños competentes.

Las interacciones al interior de la dinámica del aula son desencadenantes de procesos de


aprendizaje siempre que estén guiados de buenas preguntas que gatillen el pensamiento y la
inteligencia de los estudiantes. Para ello, el docente debe desarrollar una didáctica centrada
en el sujeto que aprende y en la situación de aprendizaje, desde una mediación pedagógica
constructivista y constructora de desempeños competentes.

Así mismo, las interacciones didácticas son fecundas en tanto tienen la capacidad de suscitar
en el estudiante la construcción del conocimiento a partir de sus saberes previos y de su
actividad en interacción con los otros, pero también gracias a los intercambios que él establece
con el medio, en cuanto se considera que los aprendizajes escolares requieren un contexto y
unas situaciones de aprendizaje significativas.

La calidad de las interacciones se aprecia cuando el estudiante tiene varias posibilidades de


establecer relaciones constructivas de aprendizaje con varios interlocutores:

• El estudiante con el docente.


• El estudiante con otro compañero.
• El estudiante con el docente y el compañero.
• El estudiante con su entorno inmediato.
• El estudiante con una tarea o situación de aprendizaje compleja y movilizadora.
• El estudiante con el objeto de un conocimiento específico.

Es decir, las interacciones son múltiples y multidireccionales. En ese sentido cuanto más
posibilidades tiene el estudiante de interaccionar en diversos escenarios y con diversos actores
pedagógicos, tiene la ocasión de adquirir aprendizajes y desarrollar competencias de manera
más sostenida e integral. Por tanto, conviene resaltar que estas interacciones son condiciones
indispensables para que lo programado se traduzca en aprendizajes.

El espacio físico
Las condiciones físicas de una escuela que se precie de ser acogedora para los estudiantes,
debe procurar ofrecer ambientes de aprendizaje mínimamente con las siguientes condiciones:

• Ventilación.
• Iluminación.

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• Orden.
• Higiene.
• Seguridad.

Estas condiciones, se sabe que influyen en los desempeños de los estudiantes a nivel de sus
aprendizajes. Por ejemplo, una buena ventilación permite que los cerebros de los niños se
oxigenen adecuadamente, tener baños limpios es una cuestión de dignidad, entre otras.

Es importante que los espacios cuenten mayormente con luz natural, amplitud, transparencia
(conexión entre los espacios internos y externos), relación con la naturaleza (áreas verdes),
armonía (sobre todo en lo referido a la utilización de colores, se cuida que sean colores
calmos, que doten de luz y de tranquilidad), versatilidad (que no sean estáticos), entre otros.

Por otra parte, en los espacios se deben hacer las adaptaciones necesarias para favorecer la
incorporación de estudiantes con necesidades educativas especiales: instalación de rampas,
barras u otros.

El espacio externo a las aulas debe considerar:

• Áreas verdes (jardines, biohuertos, etc.). De no contar con estas áreas dentro de la
institución se puede delimitar un espacio en donde se acondicione un pequeño
biohuerto con javas o material reusable.
• Patio: área al aire libre para el juego espontáneo y/o para el recreo.
• En el caso del nivel de Educación Inicial y de los primeros grados de primaria que lleven
Psicomotricidad, se sugiere que cuando no haya espacio interno para las sesiones de
esta actividad, ubiquen un espacio fuera del aula y lo adecúen para la realización de
los juegos corporales.

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