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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA


CIENCIA Y TECNOLOGÍA

UNIVERSIDAD POLITÉCNICA TERRITORIAL DEL NORTE DE MONAGAS


“LUDOVICO SILVA”

CARIPITO, ESTADO MONAGAS

Epidemiologia Tropical

Profesora: Realizado por:

Briceida Rodríguez Rincones, Luisanis. C.I: 27.341.338


Medina, Frederick. C.I: 19.7.19.341
Marin, Wilkelys. C.I: 28.429.563
Fuentes, Miriangel. C.I: 27.751.816

PNF. Enfermería Integral Comunitaria

Trayecto III. Semestre II. SEC. 02

Caripito. Mayo. 2020


1. Evolución histórica de la medicina tropical en Venezuela

El 14 de Octubre de 1947 se funda el Instituto de Medicina Tropical “Dr. Félix Pifano”, de la


Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela, el cual está dedicado a  las
actividades de docencia en pregrado y postgrado, Investigación y Extensión enmarcadas dentro de
la Ley de Universidades, encargado del diagnóstico de enfermedades tropicales a nivel nacional, a
través de sus 17 secciones y dependencias auxiliares (Administración, Biotecnología, Biblioteca y
Bioterio. Entre las principales funciones del Instituto de Medicina Tropical se
destacan: investigaciones de epidemiología, clínica, diagnóstico, biología celular y molecular,
proteómica de enfermedades tropicales, entomología, ofidiología y bioquímica de parásitos
(Venenos y Toxinas de animales), así como de extensión: se realizan múltiples actividades entre
asistenciales, como consultas médicas y servicios de diagnóstico en enfermedades tropicales:
micología, trastornos hematológicos del trópico, parasitosis intestinales, leishmaniasis, Chagas,
bilharzia, cisticercosis, hidatidosis, toxoplasmosis, paludismo, cardiología, infectología, VIH/SIDA,
dermatología tropical.
  
La enseñanza en el Instituto de Medicina Tropical se organizó en tres
Cátedras: Microbiología, Parasitología y Medicina Tropical, integradas en el Departamento de
Microbiología, Parasitología y Medicina Tropical. Mientras que la investigación se fundamentó en
tres aspectos: los trabajos de campo, los trabajos experimentales y los trabajos clínicos en el
hospital. Todas estas funciones corresponden a un plan de trabajo que contempla las actividades que
realiza el IMT como institución educativa y científica

Tres endemias aquejaban a los venezolanos a mediados de los cuarenta: la malaria, la


anquilostomiasis y el Chagas. El mosquito Anopheles transmitía la malaria. Las larvas del
parásito Necator americanus entraban al cuerpo por la planta de los pies y llenaban la barriga de
gusanos (anquilostomos). Las picaduras de chipos propagaban el Chagas. Pifano participó en la
campaña que dirigió el doctor Arnoldo Gabaldón para erradicarlas. Rociaron DDT y mataron
al Anopheles, difundieron mensajes para que los venezolanos usaran zapatos y combatieron el uso
de la palma y el bahareque para construir viviendas. Eran el hospedaje soñado para los chipos.
Pifano se encargó del estado Yaracuy, donde había trabajado como médico rural. Gracias a esta
política, Venezuela se convirtió en el primer país en deshacerse de la malaria.

Apenas arrancó el tratamiento de los pacientes, las bases de datos en el instituto comenzaron a
crecer. Los investigadores añadían renglones para registrar las pruebas: exámenes de sangre, rayos
X, evaluaciones físicas, electrocardiogramas. Tomaban fotos para documentar los efectos de la
enfermedad en niños y adultos. En el bioterio, donde se crían animales para experimentación,
asignaron un ratón a cada paciente. Llevaban sus nombres. Les inocularon muestras de la sangre
infectada. Después de 11 días, les hicieron punciones cardíacas a los ratones. Sembraron la sangre
en medios de cultivos y aislaron el parásito. Identificaron dónde estaba la infección en cada paciente
y crearon antígenos para desencadenar respuestas inmunitarias. Trataron a los pacientes con
Nifurtimox y Benznidazol, los únicos dos medicamentos, viejos y tóxicos, que existen contra la
Enfermedad de Chagas.

En junio de 2018, la Organización Panamericana de la Salud reportó picos históricos de


contagio de malaria y difteria en Venezuela en 2016 y 2017. Los investigadores del IMT tienen la
experiencia y la experticia para liderar una campaña nacional de emergencia que frene la
transmisión de estas enfermedades tropicales.

2. Aspectos sociales, económicos y políticos de las enfermedades tropicales.

Desde 2014 el Gobierno venezolano ha restringido el uso de la información epidemiológica,


dejando de publicar datos sobre las epidemias en el país, desde que se propagó el  chikunguya,
el zika y el dengue. Pero hoy la situación es más grave, con enfermedades infecciosas que están
fuera de control y sin cifras oficiales. En 2014 se creó una empresa socialista para la fabricación de
Medicamentos Biológicos que tenía como objeto producir 120 millones de dosis de vacunas al año
para el Sistema Público Nacional de Salud, que en la actualidad no se están fabricando, y que han
dejado en absoluta indefensión a los venezolanos.
Actualmente el nivel de atención primaria es baja o no existe y las medidas de prevención son
prácticamente nulas. Las autoridades realizan jornadas especiales de vacunación en hospitales, con
carácter político y sin una planificación del Programa Nacional de Inmunización, que además
solicita la presentación del carnet de la patria para acceder a la vacunación, en clara violación del
artículo 84 de la Constitución que garantiza un sistema público de salud nacional.

El paludismo fue erradicado de Venezuela en 1961, la nación marcó un hito mundial al acabar


con la malaria pero hoy sufre una epidemia que podría cerrar el año con más de 951 mil infectados
de manera autóctona, importada, recaída o personas sin diagnosticar, de acuerdo a la Sociedad
Venezolana de Salud Pública. Actualmente la enfermedad está presente en 14 de los 23 estados del
país: Bolívar, al sureste es el territorio más expuesto con 206.240 casos hasta octubre, un
incremento de 240% frente al mismo periodo en 2016. En esta región se ubica el Arco Minero
donde la tala de los árboles para la extracción de oro ha generado el escenario perfecto para la
propagación del parásito unicelular llamado Plasmodium. Pero también está presente en Amazonas,
Sucre, Delta Amacuro, Monagas, Anzoátegui, Zulia, Apure, Barinas, Guárico, Portuguesa, Trujillo,
Nueva Esparta, y Miranda. De hecho, ya los venezolanos están exportando la epidemia a Colombia
y Brasil. De acuerdo al Observatorio Venezolano de la Salud (OVS) el ministerio de Salud no
aplica una campaña de distribución masiva de mosquiteros e insecticidas de larga duración. Así
mismo destaca la limitada implementación de fumigación en el interior de viviendas, y el
desabastecimiento del suministro para el diagnóstico y tratamiento de la malaria.
La difteria fue erradicada hace 25 años está presente en 17 entidades del país , repite en las
mismas regiones que la malaria exceptuando Amazonas, Delta Amacuro y Guárico, pero le suma
Carabobo, Cojedes, Distrito Capital, Mérida, Vargas y Yaracuy. La difteria se transmite de persona
a persona, y es producida por la bacteria Corynebacterium diphtheria. La misma compromete las
vías respiratorias. Es altamente infecciosa, una persona con la enfermedad puede contagiar hasta a
siete más, la vacunación masiva puede contrarrestarla.
Aquellos que tienen los síntomas (fiebre, vías respiratorias obstruidas, dolor al tragar y los
ganglios del cuello inflamados) deben permanecer hospitalizadas, recibiendo antibióticos o
antitoxina, medicamento que bloquea el efecto de las bacterias y que sólo se usa en pacientes
graves. El médico infectólogo Julio Castro explica que la difteria es una enfermedad que puede
prevenirse en un alto porcentaje (85%) mediante la vacunación, y advierte que el esquema de
vacunas comienza en la niñez hasta la adolescencia y requiere refuerzos cada 10 años.

En cuanto a la tuberculosis, las últimas cifras que publicó el ministerio de Salud advertían que
las cifras superaban los 7.272 casos, lo que revela que la enfermedad pasó de 21,9 a 23,5 casos por
cada 100.000 habitantes, como consecuencia del hacinamiento en los hogares, cárceles, y los altos
índices de desnutrición de familias enteras que no disponen de suficientes alimentos de calidad. La
propagación de esta enfermedad es proporcional a la pobreza en los países, explica el OVS. La
malaria, la difteria y la tuberculosis se pueden tener bajo control. Pero en Venezuela estamos
introduciendo enfermedades vinculadas a la pobreza y a la poca capacidad que tienen los gobiernos
de generar respuestas oportunas y efectivas para garantizar los derechos fundamentales de las
personas.

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