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3 ENERO 2018
mayo

2020

MAYO

Ciclo A N.º 113


TEXTOS UTILIZADOS
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mayo
Valoremos la santidad:
San Atanasio, pág. 14
Santos Felipe y Santiago, pág. 27
Bvda. Vg. María de Fátima, pág. 58 CENTROS DE DIFUSIÓN
San Matías, pág. 62
PERÚ
Santa Rita de Casia, pág. 90
Sta. María Magdalena de Pazzi, pág. 104 LIMA: Jr. Callao 198 / Teléfono: 427-8276
Santa Mariana de Jesús, pág. 110 Fax: 426-9496 / librerialima@paulinas.org.pe
San Felipe Neri, pág. 114 San Isidro: Av. Víctor A. Belaúnde 121-129
Telefax: 222-2831 / libreriasisidro@paulinas.org.pe
Anexo:
AREQUIPA: Calle Jerusalén 130 / Telefax: (054)
María, Madre de la Iglesia pág. 137
28-1486 / libreriarequipa@paulinas.org.pe
CAJAMARCA: Jr. Amalia Puga 937 / Teléfono:
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Título: Palabra y Eucaristía (Ciclo A) BOLIVIA

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Viernes 1 de mayo mayo

SAN JOSÉ, obrero (ML)


III semana de Pascua - Propio del Salterio - Blanco

Monición general
Celebramos, en comunión con todos los países del mundo, la
Jornada mundial del trabajo, haciendo memoria de san José
obrero, el hombre justo que con su trabajo humilde sustentó y
cuidó la vida del Hijo de Dios y de su santísima madre.
San José cuida y protege a todos los trabajadores de nuestro
país y del mundo e intercede por todos aquellos que carecen de
un trabajo digno para el sustento de sus hijos. Que en todas las
naciones haya trabajo digno para todos.
¡Iniciemos con esperanza nuestra celebración!

Antífona de entrada Sal 127, 1-2


Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos. Comerás del
fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien. Aleluya.
Oración colecta
Dios creador del universo, que has establecido la ley del trabajo
para toda la humanidad, concédenos con bondad, por el ejemplo
y patrocinio de san José, que llevemos a cabo lo que nos mandas y
consigamos los premios que prometes. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
El libro del Génesis nos recuerda que Dios es el único dueño de
la vida y al crear al hombre a imagen suya nos llamó a trabajar en
el “cultivo y mantenimiento” del jardín del mundo. ¡Escuchemos!
Lectura del libro del Génesis 1, 26—2, 3
Dijo Dios: «Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; que
domine los peces del mar, las aves del cielo, los animales domésticos,
los reptiles de la tierra». Y creó Dios al hombre a su imagen; a imagen
de Dios lo creó; hombre y mujer los creó. Y los bendijo Dios y les
dijo: «Crezcan, multiplíquense, llenen la tierra y sométanla; dominen
los peces del mar, las aves del cielo, los vivientes que se mueven
sobre la tierra. Y dijo Dios: «Miren, les entrego todas las hierbas
que engendran semilla sobre la faz de la tierra y todos los árboles
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mayo
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frutales que engendran semilla les servirán de alimento; y a todas


las fieras de la tierra, a todas las aves del cielo, a todos los reptiles
de la tierra, a todo ser que respira, la hierba verde les servirá de
alimento». Y así fue. Y vio Dios todo lo que había hecho; y era muy
bueno. Pasó una tarde, pasó una mañana: el día sexto. Y quedaron
concluidos el cielo, la tierra y sus ejércitos. Y concluyó Dios para
el día séptimo todo el trabajo que había hecho; y descansó el día
séptimo de todo el trabajo que había hecho. Y bendijo Dios el día
séptimo y lo consagró, porque en él descansó de todo el trabajo
que Dios había hecho cuando creó. Palabra de Dios.
O bien:
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 3, 14-
15.17.23-24
Hermanos: Por encima de todo, el amor, que es el ceñidor de la
unidad consumada. Que la paz de Cristo actúe de árbitro en su
corazón; a ella han sido convocados, en un solo cuerpo. Y sean
agradecidos. Y, todo lo que de palabra o de obras realicen, sea todo
en nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio
de Él. Lo que hagan, háganlo con toda el alma, como para servir
al Señor y no a los hombres: sabiendo que recibirán del Señor en
recompensa la herencia. Sirvan a Cristo Señor. Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 89, 2-4.12-14.16
R . Haz próspera, Señor, las obras de nuestras manos.
Antes de que naciesen los montes o fuera engendrado el orbe de la
tierra, desde siempre y por siempre Tú eres Dios.R.
Tú reduces el hombre a polvo, diciendo: «retornen, hijos de Adán».
Mil años en tu presencia son un ayer, que pasó; una vela nocturna.R.
Enséñanos a calcular nuestros años, para que adquiramos un
corazón sensato. Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo? Ten compasión
de tus siervos.R.
Por la mañana sácianos de tu misericordia, y toda nuestra vida será
alegría y júbilo. Que tus siervos vean tu acción, y sus hijos tu gloria.R.
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mayo 1
Aclamación antes del Evangelio Sal 67, 20
Aleluya. Bendito el Señor cada día, Dios lleva nuestras cargas, es
nuestra salvación. Aleluya
Santo Evangelio
En Nazaret algunos admiran a Jesús por su sabiduría, en cambio
otros lo rechazan por su humildad. Que nosotros lo reconozcamos
hoy como Dios y Señor, nuestro hermano y Salvador. ¡Escuchemos!
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 13, 54-58
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, fue Jesús a su ciudad y se puso a enseñar en
la sinagoga. La gente decía admirada: «¿De dónde saca este esa
sabiduría y esos milagros? ¿No es el hijo del carpintero? ¿No es su
madre María, y sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? ¿No
viven aquí todas sus hermanas? Entonces, ¿de dónde saca todo
eso?». Y aquello les resultaba escandaloso. Jesús les dijo: «Solo en
su tierra y en su casa desprecian a un profeta». Y no hizo allí muchos
milagros, porque les faltaba fe. Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Oh, Dios, fuente de toda misericordia, mira las ofrendas que pre-
sentamos a tu majestad en la conmemoración de san José, y
concede, con bondad, que los dones ofrecidos se transformen en
ayuda para los que te invocan. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de san José, esposo de la bienaventurada Virgen María
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte
gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso
y eterno. Y alabar, bendecir y proclamar tu gloria en la conmemoración
de san José. Porque él es el hombre justo que diste por esposo a la
Virgen Madre de Dios; el servidor fiel y prudente que pusiste al frente
de tu familia para que, haciendo las veces de padre, cuidara a tu
Unigénito, concebido por obra del Espíritu Santo, Jesucristo, Señor
nuestro. Por Él, los ángeles alaban tu gloria, te adoran las dominaciones
y tiemblan las potestades, los cielos, sus virtudes y los santos serafines
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te celebran unidos en común alegría. Permítenos asociarnos a sus


voces cantando humildemente tu alabanza: Santo, Santo, Santo…
Antífona de comunión Col 3, 17
Todo lo que de palabra o de obra realicen sea todo en nombre del
Señor, dando gracias a Dios. Aleluya.
Oración después de la comunión
Saciados con los alimentos celestiales te pedimos humildemente,
Señor, que, a ejemplo de san José, gustemos continuamente el
fruto de una paz perpetua, dando testimonio de la caridad que
infundes en nuestros corazones. Por Jesucristo, nuestro Señor.

En otros lugares
III SEMANA DE PASCUA
3. semana del Salterio - Blanco
a

Antífona de entrada Ap 5, 12
Digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la
sabiduría, la fuerza y el honor. Aleluya.
Oración colecta
Dios todopoderoso, concédenos, a los que hemos conocido ya la
gracia de la resurrección del Señor, resucitar a la vida nueva por el
amor del Espíritu. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 9, 1-20
En aquellos días, Saulo que seguía amenazando de muerte a los
discípulos del Señor, fue a ver al sumo sacerdote y le pidió cartas
de autorización para las sinagogas de Damasco, con el fin de llevar
encadenados a Jerusalén a todos los que encontrara, hombres o
mujeres, que siguieran el nuevo camino. En el viaje, cerca ya de
Damasco, de repente, una luz que venía del cielo lo envolvió con
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su resplandor. Cayó a tierra y oyó una voz que le decía: «Saulo,
Saulo, ¿por qué me persigues?». Preguntó él: ¿Quién eres, Señor?
Respondió la voz: «Soy Jesús, a quien tú persigues. Levántate, entra
en la ciudad, y allí te dirán lo que tienes que hacer».
Sus compañeros de viaje se quedaron mudos de estupor,
porque oían la voz, pero no veían a nadie. Saulo se levantó del suelo
y, aunque tenía los ojos abiertos, no veía. Lo llevaron de la mano
hasta Damasco. Allí estuvo tres días ciego, sin comer ni beber.
Había en Damasco un discípulo, que se llamaba Ananías. El
Señor lo llamó en una visión: «Ananías». Respondió él: «Aquí estoy,
Señor». El Señor le dijo: «Ve a la calle mayor, a casa de Judas, y
pregunta por un tal Saulo de Tarso. Está orando, y ha visto a un cierto
Ananías que entra y le impone las manos para que recobre la vista».
Ananías contestó: «Señor, he oído a muchos hablar de ese individuo
y del daño que ha hecho a tus santos en Jerusalén. Además, trae
autorización de los sumos sacerdotes para llevarse presos a todos
los que invocan tu nombre». El Señor le dijo: «Anda, ve; que ese
hombre es un instrumento elegido por mí para dar a conocer mi
nombre a pueblos y reyes, y a los israelitas. Yo le enseñaré lo que
tiene que sufrir por mi nombre».
Salió Ananías, entró en la casa, le impuso las manos y dijo:
«Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció cuando venías
por el camino, me ha enviado para que recobres la vista y te llenes
de Espíritu Santo». Inmediatamente se le cayeron de los ojos una
especie de escamas, y recobró la vista. Se levantó y lo bautizaron.
Comió y le volvieron las fuerzas. Se quedó unos días con los
discípulos de Damasco y luego se puso a predicar en las sinagogas,
afirmando que Jesús es el Hijo de Dios. Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 116, 1-2
R. Vayan al mundo entero y proclamen el Evangelio.
Alaben al Señor, todas las naciones, aclámenlo, todos los pueblos.R.
Firme es su misericordia con nosotros, su fidelidad dura por siempre.R.
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Aclamación antes del Evangelio Jn 6, 56


Aleluya. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo
en él —dice el Señor—. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 6, 52-59
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, discutían los judíos entre sí: «¿Cómo puede este
darnos a comer su carne?». Entonces Jesús les dijo: «Les aseguro
que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre,
no tienen vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre
tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es
verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come
mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. El Padre que vive
me ha enviado, y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me
come vivirá por mí. Este es el pan que ha bajado del cielo: no como
el maná que comieron sus padres, y murieron; el que come de este
pan vivirá para siempre». Esto lo dijo Jesús en la sinagoga, cuando
enseñaba en Cafarnaún. Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Te pedimos, Señor, que, en tu bondad, santifiques estos dones,
aceptes la ofrenda de este sacrificio espiritual y nos transformes en
oblación perenne. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión
El Crucificado resucitó de entre los muertos y nos redimió. Aleluya.
Oración después de la comunión
Señor, después de recibir el don sagrado del sacramento, te pedimos
humildemente que nos haga crecer en el amor lo que tu Hijo nos
mandó realizar en memoria suya. Él, que vive y reina por los siglos
de los siglos.
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Sábado 2 de mayo
SÁBADO
mayo 1
SAN ATANASIO, obispo y doctor de la Iglesia (MO)
III semana de Pascua - 3.a semana del Salterio - Blanco

Monición general
Los efectos de la resurrección del Señor son palpables hoy ante
nosotros: Pedro, en nombre de Jesús levanta a un paralítico y
resucita una difunta. ¡Qué hermoso constatar que quien cree
de corazón en el Señor puede realizar sus mismas acciones de
liberación!
En el Evangelio, Jesús nos deja comprender que la fe en Él
no brota naturalmente de nosotros, es Dios Padre que nos atrae
y nos regala el don de dar espacio a Jesús en nuestro corazón.
Señor, aquí nos tienes, contigo nos sentimos seguros y felices.
Iniciemos con alegría nuestra celebración.

Antífona de entrada Eclo 15, 5


En medio de la asamblea le abrirá la boca, y el Señor lo llenará del
espíritu de sabiduría y de inteligencia; lo revestirá con un vestido de
gloria. Aleluya.
Oración colecta
Dios todopoderoso y eterno, que hiciste de tu obispo san Atanasio
un preclaro defensor de la divinidad de tu Hijo, concédenos, en tu
bondad, que, gozando de su enseñanza y protección, crezcamos sin
cesar en tu conocimiento y amor. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 9, 31-42
En aquellos días, la Iglesia gozaba de paz en toda Judea, Galilea y
Samaria. Se iba consolidando, progresaba en la fidelidad al Señor y
se multiplicaba, animada por el Espíritu Santo.
Pedro recorría el país y bajó a ver a los fieles que habitaban en
Lida. Encontró allí a un paralítico llamado Eneas que desde hacía
ocho años no se levantaba de la camilla. Pedro le dijo: «Eneas,
Jesucristo te da la salud; levántate y arregla tú mismo la cama». Se
levantó inmediatamente. Lo vieron todos los vecinos de Lida y de
Sarón, y se convirtieron al Señor.
2 SÁBADO
mayo
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Había en Jafa una discípula llamada Tabita, que significa Gacela.


Tabita hacía infinidad de obras buenas y de limosnas. Por entonces,
cayó enferma y murió. La lavaron y la pusieron en la sala de arriba.
Lida está cerca de Jafa. Al enterarse los discípulos de que Pedro
estaba allí, enviaron dos hombres a rogarle que fuera a Jafa sin
tardar. Pedro se fue con ellos. Al llegar a Jafa, lo llevaron a la sala
de arriba, y se le presentaron las viudas, mostrándole con lágrimas
los vestidos y mantos que hacía Tabita cuando vivía. Pedro mandó
salir fuera a todos. Se arrodilló, se puso a orar y, dirigiéndose a la
muerta, dijo: «Tabita, levántate». Ella abrió los ojos y, al ver a Pedro,
se incorporó. Él la cogió de la mano, la levantó y, llamando a los
fieles y a las viudas, la presentó viva. Esto se supo por toda Jafa, y
muchos creyeron en el Señor. Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 115, 12-17
R . ¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?
¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Alzaré la
copa de la salvación, invocando su nombre.R.
Cumpliré al Señor mis votos en presencia de todo el pueblo. Mucho
le cuesta al Señor la muerte de sus fieles.R.
Señor, yo soy tu siervo, siervo tuyo, hijo de tu esclava: rompiste mis
cadenas. Te ofreceré un sacrificio de alabanza, invocando tu nombre,
Señor.R.
Aclamación antes del Evangelio Jn 6, 63.68
Aleluya. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida; Tú tienes palabras
de vida eterna. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 6, 60-69
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, muchos discípulos de Jesús, al oírlo, dijeron:
«Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?».
Adivinando Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo: «¿Esto
los escandaliza? ¿Qué sería si vieran al Hijo del hombre subir
13 SÁBADO
mayo 2
adonde estaba antes? El Espíritu es quien da vida; la carne de nada
sirve. Las palabras que les he dicho son espíritu y vida. Y, a pesar
de esto, algunos de ustedes no creen».
Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién
lo iba a entregar. Y dijo: «Por eso les he dicho que nadie puede
venir a mí si el Padre no se lo concede». Desde entonces, muchos
discípulos suyos se retiraron y ya no andaban con Él. Entonces
Jesús dijo a los Doce: «¿También ustedes quieren irse?». Simón
Pedro le contestó: «Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de
vida eterna; nosotros creemos y sabemos que Tú eres el Santo de
Dios». Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Mira, Señor, los dones que te presentamos en la conmemoración
de san Atanasio, y haz que, a cuantos profesamos su fe íntegra,
nos aproveche para la salvación el testimonio de tu verdad. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión 1 Co 3, 11
Nadie puede poner otro cimiento fuera del ya puesto, que es
Jesucristo. Aleluya.
Oración después de la comunión
Concédenos, Dios todopoderoso, que la verdadera divinidad de tu
Unigénito, que confesamos firmemente con san Atanasio, por este
sacramento nos vivifique y nos defienda siempre. Por Jesucristo,
nuestro Señor.

E l Señor te protegerá de todo mal y cuidará


tu vida. Él te protegerá en la partida
y el regreso, ahora y para siempre»
(Sal 121, 7-8).
2 SÁBADO
mayo
14
14

San Atanasio
Nació en Alejandría el año 295. Se destacó
por su brillante inteligencia, sabiduría
y capacidad de discernir la acción de
Dios en su vida. Siendo aún muy joven
publicó dos tratados sobre la fe: Contra
gentes y Oratio de Incarnatione.
Se retiró por algún tiempo a una
vida solitaria y allí hizo amistad con los
ermitaños del desierto; cuando regresó
a la ciudad, se dedicó totalmente al
servicio de Dios. En la época en que Arrio confundía a los fieles con
su interpretación herética contra la divinidad de Cristo, Atanasio
defendió la divinidad de Jesús en el Concilio de Nicea.
Luego de la muerte de san Alejandro, Atanasio fue elegido patriarca
de Alejandría. Debido al acoso de los arrianos, fue desterrado cinco
veces. En el exilio, se dedicó a evangelizar el sur de Egipto. Murió el
2 de mayo del 373.

Testimonio de vida.
San Atanacio es la figura más controvertida de los padres de
la Iglesia en Oriente; Su amor al Señor, la meditación y la
profundización sobre la Palabra de Dios le mereció el título
de apóstol; y ha sido considerado como prototipo de fortaleza
cristiana.
Cuando Arrio amenazaba con atacar el corazón mismo del
cristianismo negando la divinidad de Cristo, Atanasio defendió
con heroica resistencia la divinidad del Señor, afirmando que
Jesús tenía una doble naturaleza: humana y divina, por tanto,
era verdadero Dios y verdadero hombre. Después del Concilio
de Nicea pagó su ataque a la herejía con cinco destierros
decretados por los emperadores de la época.
En su apología sobre la Encarnación del Verbo, afirma be-
llamente: "El Verbo de Dios se hizo hombre para que nosotros
nos hagamos como Dios".
¡San Atanacio, enséñanos a ser firmes en la fe! Que no nos
dejemos confundir por ninguna doctrina opuesta al Evangelio.
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Domingo 3 de mayo
DOMINGO
mayo 2
IV SEMANA DE PASCUA
4. semana del Salterio - Blanco
a

Yo soy la puerta de las ovejas


Hch 2, 14a.36-41; Sal 22, 1-6; 1 P 2, 20b-25; Jn 10, 1-10

Después de haber presentado durante tres domingos la resurrección


del Señor, la liturgia de hoy nos invita a contemplarlo en calidad de
Pastor de la Iglesia, «Pastor supremo de las ovejas» (Hb 13, 20), que
le indica al rebaño y a los pastores el camino a seguir.
En Pentecostés, san Pedro anunció al pueblo que Dios Padre, al
resucitar a Jesús, lo constituyó Señor y Mesías. Señor es el nombre
propio de Dios, «Nombre que está por encima de todo nombre» (Flp
2, 11), que le corresponde a Jesús como Hijo de Dios. Mesías se le
atribuye a aquel que ha sido consagrado y ungido para una misión
que solo él puede realizar: hacer realidad el proyecto salvador de
Dios, a través de su encarnación, pasión, muerte y resurrección. Esos
nombres no son solo títulos gloriosos, sino que revelan la misión
que Cristo tiene para con nosotros. El pueblo que escucha a Pedro
así lo entiende, y pregunta: «¿Qué tenemos que hacer?». Advierten
que Jesús resucitado está relacionado directamente con sus vidas,
por eso han de aceptarlo y seguirlo como Señor y Mesías.
Pedro les dice: «Conviértanse y bautícense, y recibirán el Espíritu
Santo». Convertirse es dar un giro total a la vida, aceptar la invitación
de Dios a tomar sus caminos, dejando los nuestros tantas veces
equivocados. Si bien continuamos con nuestras tareas ordinarias, las
realizamos en un modo nuevo, el que Cristo, a través de su Espíritu,
va plasmando en nosotros. Al bautizarnos, recibimos el Espíritu, que
nos injerta en el Cuerpo glorioso del Señor, y Él nos hace partícipes de
su filiación divina. A través del Espíritu Santo, que habita en nosotros,
podemos, gradualmente, vivir a la manera de Jesús, como cristianos.
San Pedro se dirigía a quienes estaban pasando por una dura
persecución por seguir a Cristo. «Él no cometió pecado […] no
3 DOMINGO
mayo
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devolvía el insulto […]. Cargado con la cruz subió al leño, para que
nosotros, muertos al pecado, vivamos para la justicia»; estas palabras
nos indican el ideal cristiano: seguir las huellas de Cristo. «Síganme»
fue la primera palabra que escucharon los que Él llamó y los que
sigue llamando hoy.
¿Cómo hacerlo? En el Evangelio, Jesús nos da la respuesta: se
presenta como el Pastor bueno y verdadero. El guarda le abre la
puerta, porque Él es el único que tiene derecho a entrar donde
las ovejas. Las ovejas lo conocen, son obedientes a su voz. Él las
llama por su nombre, es decir, establece una relación personal con
cada una. Luego camina delante de ellas y ellas lo siguen porque
conocen su voz. Saben que en esa aventura que compromete la
vida no son engañadas.
Hemos oído hablar de la Iglesia peregrina, un pueblo que marcha
hacia adelante, atraído por una irresistible esperanza. Para proseguir,
es necesario conocer el camino. Jesús lo conoce, aún más, Él es el
camino. Esa marcha supone también el alimento: Él es el agua viva
y el pan de vida; el cual se comparte. Además, la marcha debe ser
solidaria, porque somos responsables los unos de los otros. Esta
marcha termina en Dios, pues en su casa hay muchas moradas. Las
ovejas, conocidas, amadas, guiadas, somos nosotros. El único Pastor,
Cristo, se sirve de sus discípulos para hacer presente su pastoreo.
Nos pide que lo conozcamos, distingamos su voz, lo sigamos y no
nos dejemos extraviar por otras voces o caminos alejados de Él.
En este domingo del Buen Pastor pedimos a Dios que envíe a su
Iglesia pastores según su corazón. Que sean muchos, sacrificados
y fieles. Pero no podemos olvidar que todos somos ovejas y
pastores, cada uno en su realidad particular, pues todos tenemos
una responsabilidad frente a Dios y a la Iglesia. Seguramente
recordamos a nuestros educadores; a través de ellos Dios mismo nos
ha acompañado a lo largo de la vida. Nosotros también tenemos un
hondo compromiso con Dios y con los hermanos. Que el Espíritu
Santo sea nuestro guía en esta doble y hermosa misión. Amén.
17 DOMINGO
mayo 3
Monición general
Hoy la liturgia nos hace contemplar a Jesús como el Buen Pastor
que nos amó hasta dar su vida; y ahora Resucitado, camina a
nuestro lado para conducirnos a Dios Fuente de nuestra felicidad.
Esta bellísima imagen del Pastor deja en nuestro corazón la certeza
de no estar solos en nuestra travesía por el mundo. Jesús nos
acompaña y nos sostiene a cada uno en nuestras luchas diarias.
Sintámoslo cerca; confiémonos a sus cuidados y dejémonos con-
ducir por Él. En Jesús lo tenemos todo. ¡Iniciemos llenos de espe-
ranza nuestra celebración!

Antífona de entrada Sal 32, 5-6


La misericordia del Señor llena la tierra, la palabra del Señor hizo el
cielo. Aleluya.
Se dice el gloria.
Oración colecta
Dios todopoderoso y eterno, condúcenos a la asamblea gozosa del
cielo, para que la debilidad del rebaño llegue hasta donde le ha
precedido la fortaleza del Pastor. Él, que vive y reina contigo.
Primera lectura
Lleno de Espíritu Santo Pedro proclama ante los judíos que Jesús
a quien han crucificado, ha resucitado como Señor y Mesías. Sus
palabras tocan el corazón de muchos que piden ser bautizados en
su nombre. ¡Escuchemos!
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 2, 14a.36-41
El día de Pentecostés, Pedro, de pie junto con los otros once apóstoles,
pidió atención y les dirigió la palabra: «Sepan con plena seguridad todos
los israelitas que al mismo Jesús, a quien ustedes crucificaron, Dios lo ha
constituido Señor y Mesías». Estas palabras les traspasaron el corazón, y
preguntaron a Pedro y a los demás apóstoles: «¿Qué tenemos que hacer,
hermanos?». Pedro les contestó: «Conviértanse y bautícense todos en
nombre de Jesucristo para que se les perdonen los pecados, y recibirán
el don del Espíritu Santo. Porque la promesa vale para ustedes y para
sus hijos y, además, para todos los que llame el Señor, Dios nuestro,
aunque estén lejos». Con estas y otras muchas razones les animaba,
3 DOMINGO
mayo
18

y los exhortaba diciendo: «Pónganse a salvo de esta generación


perversa». Los que aceptaron sus palabras se bautizaron, y aquel día se
les agregaron unas tres mil personas. Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 22, 1-6
R. El Señor es mi pastor, nada me falta.
El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace re-
costar; me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas. R.
Me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre. Aunque
camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo: tu
vara y tu cayado me sosiegan.R.
Preparas una mesa ante mí, enfrente de mis enemigos; me unges la
cabeza con perfume, y mi copa rebosa.R.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi
vida, y habitaré en la casa del Señor por años sin término.R.
Segunda lectura
Para invitarnos a aceptar con serenidad y esperanza las fatigas de
nuestra vida cotidiana. San Pedro, nos recuerda los sufrimientos que
Jesús voluntariamente ha padecido por nosotros. ¡Escuchemos con fe!
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro 2, 20b-25
Queridos hermanos: Si, obrando el bien, soportan ustedes el sufrimiento,
esto es cosa bella ante Dios. Pues para esto han sido llamados, ya
que también Cristo padeció por ustedes, dejándoles un ejemplo para
que sigan sus huellas. Él no cometió pecado ni encontraron engaño
en su boca; cuando lo insultaban, no devolvía el insulto; en su pasión
no profería amenazas; al contrario, se ponía en manos del que juzga
justamente. Cargado con nuestros pecados subió al leño, para que,
muertos al pecado, vivamos para la justicia. Sus heridas los han curado.
Pues ustedes andaban antes como ovejas descarriadas, pero ahora han
vuelto al pastor y guardián de sus vidas. Palabra de Dios.
Aclamación antes del Evangelio Jn 10, 14
Aleluya. Yo soy el buen Pastor —dice el Señor—, conozco mis
ovejas, y las mías me conocen. Aleluya.
19 DOMINGO
mayo 3

Santo Evangelio
El Evangelio nos asegura hoy que Jesús, Pastor bueno, nos
llama a cada uno por nuestro propio nombre y nos conduce con
amor por el camino de la vida. El que escucha su voz y sigue sus
pasos tendrá vida plena. ¡Escuchemos!

Lectura del santo Evangelio según san Juan 10, 1-10


R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, dijo Jesús: «Les aseguro que el que no entra por la
puerta en el corral de las ovejas, sino que salta por otra parte, ese
es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de
las ovejas. A este le abre el guardián, y las ovejas escuchan su voz, y
él va llamando por su nombre a las ovejas y las saca fuera. Cuando
ha sacado todas las suyas, camina delante de ellas, y las ovejas lo
siguen, porque conocen su voz; a un extraño no lo seguirán, sino
que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños».
Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué
les hablaba. Por eso añadió Jesús: «Les aseguro que yo soy la puerta
de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y
bandidos; pero las ovejas no los escucharon. Yo soy la puerta: quien
entra por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos. El
ladrón no entra sino para robar y matar y destruir; yo he venido para
que tengan vida y la tengan en abundancia». Palabra del Señor.
Se dice el credo.
3 DOMINGO
mayo
20

Oración universal
Con la alegría de sentirnos guiados por Jesús el Pastor bueno, dirijamos
al Padre nuestras súplicas. A cada invocación respondemos: “Jesús
Buen Pastor, manda buenos obreros a tu mies.
1. Por el santo padre: que animado por el Espíritu Santo siga siendo en el
mundo la imagen viva de Jesús buen Pastor. Roguemos al Señor.R.
2. Por los obispos, sacerdotes y todos los que tienen alguna misión
pastoral: que en sus actitudes de acogida, compresión y ternura
reflejen a Jesús buen Pastor. Roguemos al Señor.R.
3. Por nuestros gobernantes: que en sus decisiones y proyectos, tengan
en cuenta las necesidades del pueblo. Roguemos al Señor.R.
4. Por los jóvenes que buscan ideales altos en medio de una sociedad
que no les puede saciar su sed de Dios: que reconozcan la voz
de Cristo, el Buen Pastor, que los llama a dar frutos de santidad.
Roguemos al Señor.R.
5. Por todos los cristianos: que conscientes de ser llamados a la santidad,
nos dejemos guiar por el Espíritu Santo. Roguemos al Señor.R.
6. Por nosotros que reconocemos a Jesús como nuestro Pastor: que
con fe viva sigamos sus huellas de entrega amorosa a quien más
lo necesita. Roguemos al Señor.R.
Tú que entregaste tu vida para salvarnos y velas por cada uno de noso-
tros, a través de nuestros pastores, concédenos la gracia de responder a
sus desvelos y cuidados. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos

Oración sobre las ofrendas


Concédenos, Señor, alegrarnos siempre por estos misterios pascuales
y que la actualización continua de tu obra redentora sea para nosotros
fuente de gozo incesante. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión
Ha resucitado el Buen Pastor, que dio la vida por sus ovejas y se
dignó morir por su rebaño. Aleluya.
21 DOMINGO
mayo 3
Oración después de la comunión
Pastor bueno, vela compasivo sobre tu rebaño y conduce a los
pastos eternos a las ovejas que has redimido con la sangre preciosa
de tu Hijo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.

En otros lugares
EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ (F)
IV semana de Pascua - Propio del Salterio - Rojo
Antífona de entrada Ga 6, 14
Nosotros hemos de gloriarnos en la cruz de nuestro Señor Jesucristo:
en Él está nuestra salvación, vida y resurrección, por Él somos
salvados y liberados.
Se dice el gloria.
Oración colecta
Oh, Dios, que para salvar al género humano has querido que tu
Unigénito soportara la cruz, concede, a quienes hemos conocido
en la tierra este misterio, alcanzar en el cielo los premios de su
redención. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del libro de los Números 21, 4b-9
En aquellos días, el pueblo estaba extenuado del camino, y habló contra
Dios y contra Moisés: «¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir
en el desierto? No tenemos ni pan ni agua, y nos da náuseas ese pan
sin cuerpo». El Señor envió contra el pueblo serpientes venenosas, que
lo mordían, y murieron muchos israelitas. Entonces el pueblo acudió a
Moisés, diciendo: «Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti;
reza al Señor para que aparte de nosotros las serpientes». Moisés rezó
al Señor por su pueblo, y el Señor le respondió: «Haz una serpiente
venenosa y colócala en un estandarte: los mordidos de serpientes
quedarán sanos al mirarla». Moisés hizo una serpiente de bronce y
la colocó en un estandarte. Cuando una serpiente mordía a uno, él
miraba a la serpiente de bronce y quedaba curado. Palabra de Dios.
3 DOMINGO
mayo
22

Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 2, 6-11
Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría
de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de
esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre
cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte
de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el «Nombre-
sobre-todo-nombre»; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla
se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre. Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 77, 1-2.34-38
R. No olviden las acciones del Señor.
Escucha, pueblo mío, mi enseñanza, inclina el oído a las palabras de
mi boca: que voy a abrir mi boca a las sentencias, para que broten
los enigmas del pasado.R.
Cuando los hacía morir, los buscaban, y madrugaban para volverse
hacia Dios; se acordaban de que Dios era su roca, el Dios Altísimo
su redentor.R.
Lo adulaban con sus bocas, pero sus lenguas mentían: su corazón
no era sincero con Él, ni eran fieles a su alianza.R.
Él, en cambio, sentía lástima, perdonaba la culpa y no los destruía:
una y otra vez reprimió su cólera, y no despertaba todo su furor.R.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos, porque con tu
cruz has redimido al mundo. Aleluya.
Santo Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Juan 3, 13-17
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, dijo Jesús, a Nicodemo: «Nadie ha subido al
cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que
23 DOMINGO
mayo 3
Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado
el Hijo del hombre, para que todo el que cree en Él tenga vida
eterna». Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único
para que no perezca ninguno de los que creen en Él, sino que
tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo
para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él.
Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Señor, que nos limpie de toda culpa esta oblación, la misma que en
el ara de la cruz quitó el pecado del mundo entero. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Prefacio de la Victoria de la Cruz Gloriosa
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios
todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro. Porque has
puesto la salvación del género humano en el árbol de la cruz,
para que donde tuvo origen la muerte, de allí resurgiera la vida,
y el que venció en un árbol fuera en un árbol vencido, por Cristo,
Señor nuestro. Por Él, los ángeles alaban tu gloria, te adoran las
dominaciones y tiemblan las potestades, los cielos, sus virtudes
y los santos serafines te celebran unidos en común alegría.
Permítenos asociarnos a sus voces cantando humildemente tu
alabanza: Santo, Santo, Santo…
Antífona de comunión Jn 12, 32
Cuando yo sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí, dice
el Señor.
Oración después de la comunión
Alimentados en tu sagrado banquete, te pedimos, Señor Jesucristo,
que lleves a la gloria de la resurrección a los que has redimido
mediante el leño de la cruz vivificadora. Tú, que vives y reinas por
los siglos de siglos.
4 LUNES
mayo Lunes 4 de mayo
24

SANTOS FELIPE Y SANTIAGO, apóstoles (F)


IV semana de Pascua - Propio del Salterio - Rojo

Monición general
Celebramos con júbilo la memoria de los apóstoles Felipe y
Santiago que siguieron a Jesús hasta el martirio y ahora están
glorificados con Él para siempre.
En el Evangelio, nos revela la identidad divina de Jesús: ¡Él
es el Camino, la Verdad y la Vida porque es una sola cosa con
el Padre Dios! Que como Felipe y Santiago también nosotros
aprendamos a ser fieles en el seguimiento de Jesús hasta la
muerte. Ser cristiano es entregar la propia vida sin reservas; es
esto lo que hace bella y fecunda nuestra fe cristiana
¡Señor, queremos seguirte hasta el final!

Antífona de entrada
Estos son los varones santos a quienes eligió el Señor amorosamente
y les dio la gloria eterna. Aleluya.
Se dice el gloria.

Oración colecta
Oh, Dios, que nos alegras todos los años con la fiesta de los apóstoles
Felipe y Santiago, concédenos, por su intercesión, participar en la
pasión y resurrección de tu Unigénito, para que merezcamos llegar
a contemplarte eternamente. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios
15, 1-8
Les recuerdo, hermanos, el Evangelio que les proclamé y que ustedes
aceptaron, y en el que están fundados, y que les está salvando, si es
que conservan el Evangelio que les proclamé; de lo contrario, se ha
malogrado su adhesión a la fe.
Porque lo primero que yo les transmití, tal como lo había
recibido, fue esto: que Cristo murió por nuestros pecados, según las
Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las
25 LUNES
mayo 4
Escrituras; que se le apareció a Cefas y más tarde a los Doce; después
se apareció a más de quinientos hermanos juntos, la mayoría de
los cuales viven todavía, otros han muerto; después se les apareció
a Santiago, después a todos los apóstoles; por último, como a un
aborto, se me apareció también a mí. Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 18, 2-3.4-5
R . A toda la tierra alcanza su pregón.
El cielo proclama la gloria de Dios, el firmamento pregona la obra
de sus manos: el día al día le pasa el mensaje, la noche a la noche
se lo susurra.R.
Sin que hablen, sin que pronuncien, sin que resuene su voz, a toda la
tierra alcanza su pregón, y hasta los límites del orbe su lenguaje. R.

Aclamación antes del Evangelio Jn 14, 6 y 9


Yo soy el camino, y la verdad, y la vida —dice el Señor—; Felipe,
quien me ha visto a mí ha visto al Padre.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 14, 6-14
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, dijo Jesús a Tomás: «Yo soy el camino, y la verdad, y
la vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si me conocen a mí, conocen
también a mi Padre. Ahora ya lo conocen y lo han visto». Felipe
le dice: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta». Jesús le replica:
«Hace tanto que estoy con ustedes, ¿y no me conoces, Felipe? Quien
me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al
Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí?
Lo que yo les digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que
permanece en mí, Él mismo hace sus obras. Créanme: yo estoy en
el Padre, y el Padre en mí. Si no, crean a las obras. Les aseguro:
el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún
mayores. Porque yo me voy al Padre; y lo que pidan en mi nombre,
yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me piden
algo en mi nombre, yo lo haré». Palabra del Señor.
4 LUNES
mayo
26

Oración sobre las ofrendas


Recibe, Señor, las ofrendas que te presentamos en la fiesta de tus
santos apóstoles Felipe y Santiago, y concédenos practicar una
religión pura y sincera. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Jn 14, 8-9
Señor, muéstranos al Padre y nos basta. Felipe, quien me ha visto a
mí, ha visto al Padre. Aleluya.
Oración después de la comunión
Señor, dígnate purificar nuestros corazones por estos dones santos
que hemos recibido, y haz que contemplándote en tu Hijo, con los
apóstoles Felipe y Santiago, merezcamos poseer la vida eterna. Por
Jesucristo, nuestro Señor.

L o que nos dio salvación no fue nuestro valor


ni lo que pudimos haber hecho, sino
la gracia, el amor y la misericordia de Dios.
Como aquel al que los ladrones dejaron
medio muerto, así estábamos nosotros
muertos en pecados. Sin embargo, el Señor
“quién es rico en misericordia,
por su gran amor con el cual nos ha amado,
incluso cuando estábamos muertos en pecado,
nos vivificó juntamente con Cristo”
extendió su mano y “Nos liberó del poder
de las tinieblas y nos trasladó
al Reino de su amado Hijo”
27 LUNES
mayo 4
Santos Felipe y Santiago
Felipe nació en Betsaida. Fue discípulo de
Juan el Bautista y uno de los primeros elegidos
por Jesús como discípulo y apóstol. Después
de Pentecostés, partió para evangelizar la
región de Frigia (actual Turquía).
A Santiago se le conoce como el primo del
Señor. Fue elegido por los apóstoles como
primer obispo de Jerusalén. San Pablo, en su carta a los Gálatas, lo
considera como una de las principales columnas de la Iglesia, junto
con Pedro y Juan. Es autor de la primera carta dirigida a los judíos
cristianos. Su finalidad es motivarlos a llevar la fe a la vida concreta
(«La fe sin obras está muerta»). Fue apedreado en Hierápolis y murió
crucificado. El martirologio de la Edad Media celebraba su fiesta el 1 de
mayo, pero se cambió al 3 del mismo mes. El historiador judío, Flavio
Josefo, dice que a Jerusalén le llegaron grandes castigos de Dios, por
haber asesinado a Santiago el hombre más santo de su tiempo.

Testimonio de vida.
Ambos fueron Apóstoles del Señor y respondieron a su llamado.
Felipe siguió al Señor con decisión y entusiasmo. Poco
después de su llamado llevó a Natanael donde Jesús diciéndole:
"Ese del que escribió Moisés en la Ley, y también los profetas,
lo hemos encontrado: Jesús el hijo de José, el de Nazaret".
Natanael al inicio se resiste a aceptar porque Jesús es de
Nazaret, pero al escucharlo abre su corazón y se adhiere a Él
Santiago el Menor uno de los primeros discípulos del Señor ha
sido como un puente entre los hermanos venidos del paganismo.
A él le debemos la Carta apostólica que lleva su nombre la “carta
de Santiago” cuyo mensaje es hermoso y sumamente práctico.
Recordamos solo alguna de sus expresiones: "Si alguien se
imagina ser persona religiosa y no domina su lengua, se equivoca
y su religión es vana". "Si alguno está triste, que rece. Si alguno
se enferma, que llamen a los presbíteros y lo unjan con aceite
santo, y esa oración le aprovechará mucho al enfermo" ( La
Iglesia se inspira en estas palabras para instituir el sacramento
de la Unción de los enfermos).
5 MARTES
mayo Martes 5 de mayo
28

IV SEMANA DE PASCUA
4. semana del Salterio - Blanco
a

Monición general
La fe cristiana se expande por el mundo, porque los cristianos
perseguidos en Judea, llevan a todos los pueblos la Buena nueva
de la salvación. Qué lindo es ver cómo en unión con Jesús todo
sufrimiento está cargado de fecundidad.
También hoy Jesús Pastor bueno quiere conducirnos hacia
la plena libertad; siguiendo sus pasos alcanzaremos vida plena.
Entre nosotros hay personas que estando con Jesús afrontan
dificultades, superan problemas en la paz y alcanzan nobles
ideales.
Señor, no permitas que seamos sordos a tu voz y nos aleje-
mos de tus caminos: Tú eres el Pastor que nos da Vida.

Antífona de entrada Ap 19, 7.6


Alegrémonos y gocemos y démosle gracias, porque reina el Señor,
nuestro Dios, dueño de todo. Aleluya.
Oración colecta
Al celebrar el misterio de la resurrección del Señor, te pedimos,
Dios todopoderoso, que merezcamos recibir la alegría de nuestra
redención. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 11, 19-26
En aquellos días, algunos de los que se habían dispersado en
la persecución provocada después de la muerte de Esteban
llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, y anunciaban la
palabra únicamente a los judíos. Pero algunos otros, naturales
de Chipre y de Cirene, al llegar a Antioquía, se pusieron a hablar
también a los griegos, anunciándoles la Buena Noticia del Señor
Jesús. Como la mano del Señor estaba con ellos, muchos se
convirtieron y abrazaron la fe.
Llegó la noticia a la Iglesia de Jerusalén, y enviaron a Bernabé
a Antioquía; al llegar y ver la acción de la gracia de Dios, se alegró
29 MARTES
mayo 5
mucho, y exhortó a todos a seguir unidos al Señor con todo
empeño; como era hombre de bien, lleno de Espíritu Santo y de fe,
una multitud considerable se adhirió al Señor.
Más tarde, salió para Tarso, en busca de Saulo; lo encontró
y se lo llevó a Antioquía. Durante un año fueron huéspedes
de aquella Iglesia e instruyeron a muchos. Fue en Antioquía
donde por primera vez, los discípulos recibieron el nombre de
«cristianos». Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 86, 1-7
R. Alaben al Señor, todas las naciones.
Él la ha cimentado sobre el monte santo; y el Señor prefiere las
puertas de Sion a todas las moradas de Jacob. ¡Qué pregón tan
glorioso para ti, ciudad de Dios!R.
«Contaré a Egipto y a Babilonia entre mis fieles; filisteos, tirios y
etíopes han nacido allí». Se dirá de Sion: «Uno por uno todos han
nacido en ella; el Altísimo en persona la ha fundado».R.
El Señor escribirá en el registro de los pueblos: «Este ha nacido allí».
Y cantarán mientras danzan: «Todas mis fuentes están en Ti».R.
Aclamación antes del Evangelio Jn 10, 27
Aleluya. Mis ovejas escuchan mi voz —dice el Señor—, y yo las
conozco, y ellas me siguen. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 10, 22-30
R. Gloria a ti, Señor.
Se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación del templo.
Era invierno, y Jesús se paseaba en el templo, por el pórtico de
Salomón. Los judíos, rodeándolo, le preguntaban: «¿Hasta cuándo
nos vas a tener en suspenso? Si Tú eres el Mesías, dilo francamente».
Jesús les respondió: «Ya se los dije, pero ustedes no lo creen; las
obras que yo hago en nombre de mi Padre, esas dan testimonio de
mí. Pero ustedes no creen, porque no son ovejas mías. Mis ovejas
escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy
5 MARTES
mayo
30

la vida eterna; no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi


mano. Mi Padre, que me las ha dado, es superior a todos, y nadie
puede arrebatarlas de la mano de mi Padre. El Padre y yo somos
uno». Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Concédenos, Señor, alegrarnos siempre por estos misterios pas-
cuales, y que la actualización continua de tu obra redentora sea para
nosotros fuente de gozo incesante. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Lc 24, 46.26
Era necesario que el Mesías padeciera y resucitara de entre los
muertos, para así entrar en su gloria. Aleluya.
Oración después de la comunión
Escucha, Señor, nuestras oraciones para que el santo intercambio de
nuestra redención nos sostenga durante la vida presente y nos dé
las alegrías eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.

E l Señor es “misericordioso”: esta palabra evoca


una actitud de ternura como la de una madre
con su hijo. El término hebreo usado en la Biblia
hace pensar a las vísceras o también en el
vientre materno. Por eso, la imagen que sugiere
es aquella de un Dios que se conmueve
y se enternece por nosotros como una madre
cuando toma en brazos a su niño,
deseosa solo de amar, proteger, ayudar,
lista a donar todo, incluso a sí misma.
Esa es la imagen que sugiere este término.
(Catequesis del papa Francisco
sobre la misericordia 13-01-16)
31
Miércoles 6 de mayo mayo
MIÉRCOLES
5
IV SEMANA DE PASCUA
4. semana del Salterio - Blanco
a

Monición general
Pablo y Bernabé al regresar de su primer viaje misionero son
acogidos por la Comunidad con grande alegría; el Espíritu Santo
desciende sobre ellos y los confirma de nuevo en su misión.
Desde entonces, con grande entusiasmo siguen anunciando por
todas partes que Jesús es el Salvador de todos.
En el Evangelio, Jesús mismo proclama que Él y el Padre
Dios son uno solo y ha sido enviado no para condenar al mundo,
sino para iluminarlo con su luz. ¿Nosotros nos dejamos alcanzar
por esta Luz, o preferimos la oscuridad de nuestros laberintos
que nos cierran el horizonte de la vida?
¡Señor, queremos caminar bajo tu Luz!

Antífona de entrada Sal 17, 50; 21, 23


Te daré gracias entre las naciones, Señor; contaré tu fama a mis
hermanos. Aleluya.
Oración colecta
Oh, Dios, vida de los fieles, gloria de los humildes y felicidad de los
justos, escucha con bondad nuestras súplicas, para que se vean
siempre colmados de tus dones los que tienen sed de las promesas
de tu generosidad. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 12, 24—13, 5
En aquellos días, la palabra de Dios se difundía y se propagaba.
Cumplida la misión de Jerusalén, Saulo y Bernabé regresaron a
Antioquía, llevando consigo a Juan de sobrenombre Marcos. En la
Iglesia de Antioquía había profetas y maestros: Bernabé, Simeón,
apodado el Negro, Lucio el Cireneo, Manahén, que se había criado
con el tetrarca Herodes, y Saulo. Un día que ayunaban y daban
culto al Señor, dijo el Espíritu Santo: «Sepárenme a Bernabé y a
Saulo para la misión a que los he llamado». Volvieron a ayunar
y a orar, les impusieron las manos y los despidieron. Con esta
6 MIÉRCOLES
mayo
32

misión del Espíritu Santo, bajaron a Seleucia y de allí zarparon


para Chipre. Llegados a Salamina, anunciaron la palabra de Dios
en las sinagogas de los judíos, llevando como asistente a Juan, de
sobrenombre Marcos. Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 66, 2-8
R . Oh, Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
El Señor tenga piedad y nos bendiga, ilumine su rostro sobre noso-
tros; conozca la tierra tus caminos, todos los pueblos tu salvación.R.
Que canten de alegría las naciones, porque riges el mundo con
justicia, riges los pueblos con rectitud y gobiernas las naciones de
la tierra.R.
Oh, Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.
Que Dios nos bendiga; que le teman hasta los confines del orbe.R.

Aclamación antes del Evangelio Jn 8, 12


Aleluya. Yo soy la luz del mundo —dice el Señor—; el que me sigue
tendrá la luz de la vida. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 12, 44-50
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús exclamó: «El que cree en mí, en realidad no
cree en mí, sino en aquel que me ha enviado. Y el que me ve a mí,
ve al que me ha enviado. Yo como luz he venido al mundo, para
que todo el que crea en mí, no permanezca en tinieblas. Al que
escuche mis palabras y no las cumpla yo no lo juzgo, porque no he
venido para juzgar al mundo, sino para salvarlo. El que me rechaza
y no acepta mis palabras ya tiene quien lo juzgue: la palabra que
yo he anunciado es la que lo juzgará en el último día. Porque yo no
he hablado por mi cuenta; el Padre que me envió es quien me ha
ordenado lo que he de decir y hablar. Y yo sé que su mandato es
vida eterna. Por tanto, las palabras que digo, las digo como me ha
encargado el Padre». Palabra del Señor.
33 MIÉRCOLES
mayo 6
Oración sobre las ofrendas
Oh, Dios, que nos haces partícipes de tu única y suprema divinidad
por el admirable intercambio de este sacrificio, concédenos alcanzar
en una vida santa la realidad que hemos conocido en ti. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Jn 15, 16.19
Dice el Señor: «Yo los he escogido sacándolos del mundo y los he
destinado para que vayan y den fruto y su fruto permanezca». Aleluya.
Oración después de la comunión
Asiste, Señor, a tu pueblo y haz que pasemos del antiguo pecado a
la vida nueva los que hemos sido alimentados con los sacramentos
del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

E l Señor se proclama “grande en el amor


y en la fidelidad”. ¡Qué hermosa es esta definición
de Dios! Aquí está todo. Porque Dios es grande
y poderoso, pero esta grandeza y poder se despliegan
en el amarnos, nosotros así pequeños, así incapaces.
La palabra “amor”, aquí utilizada, indica el afecto,
la gracia, la bondad. No es un amor de telenovela.
Es el amor que da el primer paso, que no depende de
los méritos humanos sino de una inmensa gratuidad.
Es la solicitud divina que nada la puede detener,
ni siquiera el pecado, porque sabe ir más allá
del pecado, vencer el mal y perdonarlo.
(Catequesis del papa Francisco
sobre la misericordia 13-01-16).
6 JUEVES
mayo Jueves 7 de mayo
34

IV SEMANA DE PASCUA
4. semana del Salterio - Blanco
a

Monición general
Recorriendo los pueblos paganos, Pablo proclama con alegría
que Jesús descendiente de David ha sido proclamado por el
Bautista como Hijo de Dios, Salvador.
Y Jesús, después de lavar los pies a sus discípulos, les
recomienda que se laven los pies unos a otros como ha hecho Él.
Jesús es nuestro verdadero Maestro y Pastor, antes de invitarnos
a servir se pone Él mismo a nuestro servicio. Qué hermosa lección
para nosotros padres, educadores y formadores: mostrar con
nuestras actitudes lo que queremos transmitir a nuestros hijos,
discípulos y hermanos.
¡Señor queremos seguir tus pasos!

Antífona de entrada
Oh, Dios, cuando salías al frente de tu pueblo, guiándolos y acam-
pando con ellos, la tierra tembló, el cielo destiló. Aleluya.
Oración colecta
Oh, Dios, que has restaurado la naturaleza humana por encima de
su dignidad original, dirige tu mirada hacia el sacramento de tu amor
inefable y conserva los dones de tu continua gracia y protección
en aquellos que te has dignado renovar por el sacramento de la
regeneración. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 13, 13-25
En aquellos días, Pablo y sus compañeros se embarcaron en Pafos y
llegaron a Perge de Panfilia. Juan Marcos, separándose de ellos, volvió a
Jerusalén. Desde Perge siguieron hasta Antioquía de Pisidia; el sábado
entraron en la sinagoga y tomaron asiento. Acabada la lectura de la
Ley y de los profetas, los jefes de la sinagoga les mandaron a decir:
«Hermanos, si quieren exhortar al pueblo, hablen». Pablo se puso
en pie y, haciendo una señal con la mano para que se callaran, dijo:
«Israelitas y los que temen a Dios, escuchen: El Dios de este pueblo,
Israel, eligió a nuestros padres y multiplicó al pueblo cuando vivían
35 JUEVES
mayo 7
como forasteros en Egipto. Los sacó de allí con brazo poderoso; unos
cuarenta años los alimentó en el desierto, aniquiló siete naciones en
el país de Canaán y les dio en posesión su territorio, al cabo de unos
cuatrocientos cincuenta años. Luego les dio a Saúl, hijo de Quis, de la
tribu de Benjamín, que reinó cuarenta años. Lo depuso y nombró rey
a David, de quien hizo esta alabanza: “Encontré a David, hijo de Jesé,
hombre conforme a mi corazón, el cual hará siempre mi voluntad”.
Según lo prometido, Dios hizo surgir de su descendencia un salvador
para Israel: Jesús. Antes de que llegara, Juan predicó a todo Israel un
bautismo de conversión; y, cuando estaba para acabar su vida, decía:
“Yo no soy el que ustedes piensan; pero detrás de mí viene uno a
quien no merezco desatarle las sandalias”». Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 88, 2-3.21-27
R . Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
Cantaré eternamente las misericordias del Señor, anunciaré tu
fidelidad por todas las edades. Porque dije: «Tu misericordia es un
edificio eterno, más que el cielo has afianzado tu fidelidad».R.
Encontré a David, mi siervo, y lo he ungido con óleo sagrado; para
que mi mano esté siempre con él y mi brazo lo haga valeroso.R.
Mi fidelidad y misericordia lo acompañarán, por mi nombre crecerá
su poder. Él me invocará: «Tú eres mi padre, mi Dios, mi Roca
salvadora».R.

Aclamación antes del Evangelio Ap 1, 5


Aleluya. Jesucristo, Tú eres el testigo fiel, el primogénito de entre los
muertos; Tú nos amaste y nos has librado de nuestros pecados por
tu sangre. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 13, 16-20
R. Gloria a ti, Señor.
Cuando Jesús acabó de lavar los pies a sus discípulos, les dijo: «Les
aseguro, el criado no es más que su amo, ni el enviado es más que
el que lo envía. Sabiendo esto, dichosos ustedes si lo ponen en
7 JUEVES
mayo
36

práctica. No lo digo por todos ustedes; yo sé bien a quiénes he


elegido, pero tiene que cumplirse la Escritura: “El que compartía mi
pan me ha traicionado”. Se lo digo ahora, antes de que suceda, para
que cuando suceda crean que yo soy. Les aseguro: El que recibe a
mi enviado me recibe a mí; y el que me recibe, recibe al que me ha
enviado». Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Suban hasta ti, Señor, nuestras súplicas con la ofrenda del sacrificio,
para que, purificados por tu bondad, nos preparemos para el
sacramento de tu inmenso amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Mt 28, 20
Sepan que yo estoy con ustedes todos los días, hasta el final de los
tiempos. Aleluya.
Oración después de la comunión
Dios todopoderoso y eterno, que en la resurrección de Jesucristo nos
has renovado para la vida eterna, multiplica en nosotros los frutos
del Misterio pascual e infunde en nuestros corazones la fortaleza del
alimento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.

E ste Dios misericordioso es fiel en su misericordia.


Pablo dice algo bello: si tú, no le eres fiel,
“Él permanecerá fiel porque no puede renegarse a sí
mismo”, la fidelidad en la misericordia es el ser de Dios.
Por eso Dios es siempre una presencia sólida y estable,
totalmente, confiable. Es esta la certeza de nuestra fe.
(Catequesis del papa Francisco
sobre la misericordia 13-01-16).
37
Viernes 8 de mayo
JUEVES
mayo 7
IV SEMANA DE PASCUA
4. semana del Salterio - Blanco
a

Monición general
San Pablo no se cansa de repetir una y otra vez que en Jesús
muerto y resucitado encontramos la plenitud de nuestra vida.
Y en el Evangelio Jesús consuela a los discípulos entristecidos
porque les ha hablado de su muerte. Es bueno para ellos que Jesús
se vaya, porque se va a preparar para todos un lugar junto Dios
y volverá resucitado para quedarse con nosotros y acompañarnos
hacia la meta final: la gloria y la felicidad eterna.
Gracias Jesús por ser para nosotros el Camino, la Verdad
y la Vida.

Antífona de entrada Ap 5, 9-10


Señor, con tu sangre has adquirido para Dios hombres de toda tribu,
lengua, pueblo y nación; y has hecho de ellos para nuestro Dios un
reino de sacerdotes. Aleluya.
Oración colecta
Oh, Dios, autor de nuestra libertad y salvación, escucha las súplicas
de quienes te invocamos y, pues no has salvado con la Sangre
derramada de tu Hijo, haz que vivamos siempre por ti y en ti gocemos
al encontrar la felicidad eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 13, 26-33
En aquellos días, habiendo llegado Pablo a Antioquía de Pisidia,
decía en la sinagoga: «Hermanos, este mensaje de salvación está
dirigido a ustedes: los descendientes de Abrahán y los que temen a
Dios. Los habitantes de Jerusalén y sus autoridades no reconocieron
a Jesús ni entendieron las profecías que se leen los sábados, pero las
cumplieron al condenarlo.
Aunque no encontraron nada que mereciera la muerte, le
pidieron a Pilato que lo matara, y después de cumplir todo lo que
estaba escrito de Él, lo bajaron del madero y lo enterraron. Pero Dios
8 VIERNES
mayo
38

lo resucitó de entre los muertos. Durante muchos días, se apareció a


los que habían subido con Él de Galilea a Jerusalén, y ellos son ahora
sus testigos ante el pueblo. Nosotros les anunciamos a ustedes la
Buena Noticia: que la promesa que Dios hizo a nuestros padres fue
cumplida por Él a favor de sus hijos que somos nosotros, resucitando
a Jesús. Así está escrito en el salmo segundo: “Tú eres mi Hijo: yo te
he engendrado hoy”». Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 2, 6-11
R. Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy.
«Yo mismo he establecido a mi rey en Sion, mi monte santo». Voy a
proclamar el decreto del Señor; Él me ha dicho: «Tú eres mi Hijo: yo
te he engendrado hoy».R.
«Pídemelo: te daré en herencia las naciones; en posesión, los confines
de la tierra: los gobernarás con cetro de hierro, los quebrarás como
jarro de loza».R.
Y ahora, reyes, sean sensatos; escarmienten, los que rigen la tierra:
sirvan al Señor con temor, ríndanle homenaje temblando.R.

Aclamación antes del Evangelio Jn 14, 6


Aleluya. Yo soy el camino, y la verdad, y la vida —dice el Señor—;
nadie va al Padre, sino por mí. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 14, 1-6
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No se angustien;
crean en Dios y crean también en mí. En la casa de mi Padre
hay lugar para todos; si no fuera así, ¿les habría dicho que voy
a prepararles sitio? Cuando vaya y les prepare sitio, volveré y los
llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estén también ustedes.
Y adonde yo voy, ya saben el camino». Tomás le dice: «Señor, no
sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?». Jesús
le responde: «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al
Padre, sino por mí». Palabra del Señor.
39 VIERNES
mayo 8
Oración sobre las ofrendas
Acoge, Señor, con bondad las ofrendas de tu familia, para que,
bajo tu protección, no pierda los dones ya recibidos y alcance los
eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Rm 4, 25
Cristo, nuestro Señor, fue entregado por nuestros pecados y resu-
citó para nuestra justificación. Aleluya.
Oración después de la comunión
Guarda, Señor, con tu amor constante a los que has salvado,
para que los redimidos por la pasión de tu Hijo se alegren con su
resurrección. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.

E l Señor es “bondadoso”, tiene compasión y,


en su grandeza, se inclina sobre quien
es débil y pobre, siempre listo para acoger,
comprender, perdonar. Es como el padre de la
parábola del hijo pródigo (cfr Lc 15,11-32):
un padre que no se cierra en el resentimiento
por el abandono del hijo menor, sino al contrario
continúa esperándolo –lo ha generado– y después
corre a su encuentro y lo abraza, no lo deja
ni siquiera terminar su confesión, como si
le cubriera la boca. Así de grande es el amor
y la alegría del Señor por reencontrarte.
(Catequesis del papa Francisco
sobre la misericordia 13-01-16).
8 VIERNES
mayo Sábado 9 de mayo
40

IV SEMANA DE PASCUA
4. semana del Salterio - Blanco
a

Monición general
San Pablo sigue anunciando a Cristo entre los paganos con
incansable celo. Es admirable ver cómo ni los rechazos ni las
persecuciones logran detenerlo; antes bien le multiplican el amor
y la energía.
Jesús, conversando en intimidad con sus discípulos les dice
abiertamente que Él es uno solo con Dios Padre: estar con Jesús es
estar con Dios! Qué alegría hermanos, estando con Jesús, estamos
con Dios y podemos aprender a amar como Él nos ha amado.
¡Jesús, Tú eres el Hijo del Dios vivo, enséñanos a vivir como Tú!

Antífona de entrada 1 P 2, 9
Pueblo adquirido por Dios, anuncien las proezas del que los llamó
de las tinieblas a su luz maravillosa. Aleluya.
Oración colecta
Oh, Dios, que en la solemnidad de la Pascua has dado al mundo
los auxilios del cielo, continúa dispensando el perdón a tu Iglesia,
para que lo realizado en el tiempo nos sirva para la vida eterna. Por
nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 13, 44-52
El sábado siguiente, después de la llegada de Pablo a Antioquía de
Pisidia, casi toda la ciudad se congregó a oír la palabra de Dios. Al
ver esa multitud, los judíos se llenaron de envidia y contradecían
con injurias las palabras de Pablo. Entonces Pablo y Bernabé dijeron
con valentía: «A ustedes teníamos que anunciarles en primer lugar
la palabra de Dios; pero ya que la rechazan y no se consideran
dignos de la vida eterna sepan que ahora nos dedicaremos a los
paganos. Así nos lo ha mandado el Señor: “Te he puesto como luz
de las naciones”, para que lleves la salvación hasta los confines de
la tierra”». Al oír estos los paganos, llenos de alegría, glorificaron
la palabra del Señor, y los que estaban destinados a la vida eterna
41 SÁBADO
mayo 9
creyeron. La palabra del Señor se iba difundiendo por toda la
región. Pero los judíos instigaron a las mujeres distinguidas
y piadosas y a los principales de la ciudad, provocando una
persecución contra Pablo y Bernabé y los expulsaron de su
territorio. En señal de protesta contra ellos, sacudieron el polvo
de sus pies, y se fueron a Iconio. Los discípulos quedaron llenos
de alegría y de Espíritu Santo. Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 97, 1-4
R. Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Canten al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas: su
diestra le ha dado la victoria, su santo brazo.R.
El Señor da a conocer su victoria, revela a las naciones su justicia: se
acordó de su misericordia y su fidelidad en favor de la casa de Israel.R.
Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro
Dios. Aclama al Señor, tierra entera; griten, vitoreen, toquen.R.

Aclamación antes del Evangelio Jn 8, 31-32


Aleluya. Si se mantienen en mi palabra, serán de verdad discípulos
míos y conocerán la verdad —dice el Señor—. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 14, 7-14
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si me conocieran a
mí, conocerían también a mi Padre. Ahora ya lo conocen y lo han
visto». Felipe le dice: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta».
Jesús le contesta: «Hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y
todavía no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí, ha visto al
Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo
estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo les digo no lo hablo
por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, Él mismo hace
sus obras. Créanme: yo estoy en el Padre y el Padre en mí. Si no,
crean a las obras. Les aseguro: el que cree en mí, también él hará
9 SÁBADO
mayo
42

las obras que yo hago, y aún mayores. Porque yo me voy al Padre;


y lo que pidan en mi nombre, yo se lo daré, para que el Padre sea
glorificado en el Hijo. Si ustedes me piden algo en mi nombre, se
lo daré». Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Te pedimos, Señor, que, en tu bondad, santifiques estos dones,
aceptes la ofrenda de este sacrificio espiritual y nos transformes en
oblación perenne. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Jn 17, 24
Padre, este es mi deseo: que los me has dado estén conmigo donde
yo estoy y contemplen mi gloria, la que me diste. Aleluya.
Oración después de la comunión
Señor, después de recibir el don sagrado del sacramento, te pedimos
humildemente que nos haga crecer en el amor lo que tu Hijo nos
mandó realizar en memoria suya. Él, que vive y reina por los siglos
de los siglos.

E l Señor también es «rico en clemencia y lealtad».


¡Qué hermosa definición de Dios! Aquí está todo.
Porque Dios es grande y poderoso, esta grandeza
y poder se despliegan en el amarnos a nosotros
pequeños e incapaces. La palabra «clemencia»,
indica el afecto, la gracia, la bondad. No es un amor
de telenovela... Es el amor que da el primer paso,
que no depende de los méritos humanos sino
de una inmensa gratuidad que nada puede detener,
ni siquiera el pecado; sabe ir más allá del pecado,
vencer el mal y perdonarlo todo.
(Catequesis del papa Francisco
sobre la misericordia 13-01-16).
43
Domingo 10 de mayo mayo
SÁBADO
9
V SEMANA DE PASCUA
1. semana del Salterio - Blanco
a

Yo soy el camino, y la verdad, y la vida


Hch 6, 1-7; Sal 32, 1-2.4-5.18-19; 1 P 2, 4-9; Jn 14, 1-12

A través de las lecturas, hoy descubrimos la comunidad cristiana, que


nace de la Resurrección, en Pentecostés. Los textos no se refieren a
personas aisladas, sino a un grupo fraterno en todas sus dimensiones.
Pero, como cualquier grupo diverso, no está exento de problemas.
En todos los pueblos, desde la antigüedad, las viudas han
representado a las personas abandonadas y frágiles. En la primera
comunidad, los creyentes griegos se quejan de que sus viudas
están descuidadas. Sus guías, los apóstoles, al darse cuenta de que
la comunidad necesita ser fortificada en la fe, deciden dedicarse
prioritariamente a la oración y la enseñanza para animar a los fieles en
el conocimiento de Cristo. Eligen a siete hombres para que atiendan
y socorran a las viudas. Así, en la Iglesia se vive en fraternidad y
solidaridad: se comparten las cargas y los oficios, a fin de que tanto
las necesidades de fe como las cotidianas sean atendidas.
La Iglesia es el templo de Dios, construido con piedras vivas,
personas que el Espíritu Santo ha integrado en el Cuerpo glorioso
de Cristo. El Padre ha constituido a Cristo como Cabeza de este
pueblo nuevo nacido de la resurrección. Su valor espiritual es
incomparable: son los elegidos para proclamar las hazañas del que
los sacó de las tinieblas y los llamó para entrar en su Luz. Este pueblo
pertenece a Dios y tiene la capacidad de escucharlo, acercarse y
ofrecerse a Él como víctima sagrada. Su dignidad y su sacerdocio
son incomparables. Vive como peregrino, orientado a Dios, dando
testimonio de Él a través de su vida, incluso en la adversidad. Es un
pueblo muy humano, pero con un carácter sagrado inconfundible.
La marcha de este pueblo alcanza su fin en una realización
suprema. Antes de la pasión, cuando Tomás le pregunta por el Padre,
10 DOMINGO
mayo
44

Jesús le revela su identidad divina: Yo soy el Camino, la Verdad y la


Vida; nadie va al Padre sino por mí. El Padre está en mí y Yo en Él.
Jesús se va, pero no nos abandona, sino que quiere llevarnos a la
casa del Padre y necesita preparar nuestra morada. Dios, como final
de nuestra marcha, nos ofrece su propio ser, su misterio. Morir y
encontrarlo es resucitar y sumergirse en su Ser para siempre, como
plenitud de vida y de felicidad.
Para llegar allá, Dios nos ofrece un Camino vivo, la persona de su
Hijo. Conocerlo y adherirse a Él, amarlo y seguirlo depositando en Él
toda nuestra confianza, nos lleva a encontrar la Vida divina, su don
incomparable. Y en Cristo encontramos la Verdad; en Él podemos
depositar toda nuestra confianza sin temor a ser engañados. La
verdad que nos ofrece Cristo no es una filosofía ni una teoría, es la
obra salvadora que Dios ha realizado en su Hijo muerto y resucitado.
Los discípulos que viven con Jesús son esta Iglesia que nace de la
Pascua y recorren el mundo como testigos de Dios.
Caminar en Cristo, participar de su vida, es afianzarse en una
seguridad que solo Dios puede dar: ver a Jesús es ver al Padre. Cristo
encierra el misterio de Dios que habita entre los hombres, pues está
en el Padre y el Padre está en Él. Su última palabra en este diálogo es:
Me voy al Padre. Pero a partir de ahora no irá solo. Nosotros vamos
con Él y en Él. Él nos precede y por Él, como Camino, alcanzamos la
Verdad y la Vida.
La vida cristiana es la experiencia incomparable de sentirnos
hijos amados de Dios en su Hijo, que nos compromete como
individuos, pero también como Iglesia. Si bien la Iglesia padece
de debilidades humanas, en tanto Cuerpo del Señor posee un
carácter sagrado que la hace santa. Nuestra misión es revelar al
mundo el amor de Dios a través del amor fraterno. Un amor que
no es abstracto, sino que se reviste de las necesidades humanas.
Develemos el amor y la ternura de Dios por cada ser humano, sin
excepción, porque todos son llamados a formar parte del Cuerpo
glorioso del Señor. Amén.
45 DOMINGO
mayo 10
Monición general
Hermanos la liturgia de hoy es hermosa: las dos primeras lecturas
nos muestran cómo el Espíritu Santo es el alma de la comunidad
cristiana; es Él quien nos hace sentir hermanos en Cristo; nos
impulsa a buscar juntos la voluntad del Padre y nos anima y
sostiene en el servicio a los hermanos.
Esto es lo que acontece con Jesús: es el Espíritu Santo quien
lo mantiene tan unido al Padre que llegan a ser un solo Dios;
y es el Espíritu quien lo impulsa a manifestarnos con acciones
bondadosas el amor y la ternura de Dios Padre. Sintámonos
felices de ser miembros de la Iglesia, Cuerpo glorioso del Señor.

Antífona de entrada Sal 97, 1-2


Canten al Señor un cántico nuevo porque ha hecho maravillas;
reveló a la naciones su salvación. Aleluya.
Se dice el gloria.
Oración colecta
Dios todopoderoso y eterno, lleva a su pleno cumplimiento en
nosotros el Misterio pascual, para que, quienes, por tu bondad,
han sido renovados en el santo bautismo, den frutos abundantes
con tu ayuda y protección y lleguen a los gozos de la vida eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Cuando surgen tensiones en la comunidad, los apóstoles se
unen y dejándose guiar por el Espíritu Santo buscan juntos la
voluntad de Dios; las tensiones se superan y se sienten felices
de vivir como hermanos. ¡Escuchemos!
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 6, 1-7
En aquellos días, al crecer el número de los discípulos, los de lengua
griega se quejaron contra los de lengua hebrea, diciendo que en la
distribución diaria de los alimentos no atendían a sus viudas. Los Doce
convocaron al grupo de los discípulos y les dijeron: «No nos parece bien
descuidar la Palabra de Dios para ocuparnos del servicio de las mesas.
Por tanto, hermanos, escojan a siete de ustedes, hombres de buena
fama, llenos de espíritu y de sabiduría, y les encargaremos esta tarea:
10 DOMINGO
mayo
46

nosotros nos dedicaremos a la oración y al ministerio de la Palabra». La


propuesta les pareció bien a todos y eligieron a Esteban, hombre lleno
de fe y de Espíritu Santo, a Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Parmenas
y Nicolás, prosélito de Antioquía. Se los presentaron a los apóstoles y
ellos, después de orar les impusieron las manos. La Palabra de Dios iba
extendiéndose, y en Jerusalén crecía mucho el número de discípulos;
incluso muchos sacerdotes aceptaban la fe. Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 144
R. El Señor es compasivo y misericordioso.
Aclamen, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos.
Den gracias al Señor con la cítara, toquen en su honor el arpa de
diez cuerdas.R.
Que la palabra del Señor es sincera, y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho, y su misericordia llena la tierra.R.
Los ojos del Señor están puestos en sus fieles, en los que esperan en
su misericordia, para librar sus vidas de la muerte y reanimarlos en
tiempo de hambre.R.
Segunda lectura
San Pedro nos recuerda que cada uno de nosotros es una piedra
viva en la construcción cotidiana de la comunidad; templo vivo
de Dios. ¡Escuchemos!

Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro 2, 4-9


Queridos hermanos: Acercándose al Señor, la piedra viva desechada
por los hombres, pero escogida y preciosa ante Dios, también ustedes,
como piedras vivas, entran en la construcción del templo del Espíritu,
formando un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales que
Dios acepta por Jesucristo. Dice la Escritura: «Yo coloco en Sion una
piedra angular, escogida y preciosa; el que crea en ella no quedará
defraudado». Para ustedes, los creyentes, es de gran precio, pero para
los incrédulos es la «piedra que desecharon los constructores: esta se
ha convertido en piedra angular» y también en piedra de tropiezo y
en roca donde se estrellan. Y ellos tropiezan al no creer en la Palabra:
47 DOMINGO
mayo 10
ese es su destino. Ustedes son una raza elegida, un sacerdocio real,
una nación consagrada, un pueblo adquirido por Dios para proclamar
las hazañas del que los llamó a salir de las tinieblas y a entrar en su luz
admirable. Palabra de Dios.
Aclamación antes del Evangelio Jn 14, 6
Aleluya. Yo soy el camino, y la verdad, y la vida —dice el Señor—;
nadie va al Padre, sino por mí. Aleluya.
Santo Evangelio
Jesús antes de su muerte desvela a sus discípulos su identidad
divina: Él y el Padre Dios son uno solo; quien ve y encuentra a
Jesús, encuentra a Dios. ¡Escuchemos con fe!
Lectura del santo Evangelio según san Juan 14, 1-12
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No se angustien; crean
en Dios y crean también en mí. En la casa de mi Padre hay lugar para
todos; si no fuera así, ¿les habría dicho que voy a prepararles sitio?
Cuando vaya y les prepare sitio, volveré y los llevaré conmigo, para que
donde estoy yo, estén también ustedes. Y adonde yo voy, ya saben
el camino». Tomás le dice: «Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo
podemos saber el camino?». Jesús le responde: «Yo soy el camino, y la
verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si me conocieran a mí,
conocerían también a mi Padre. Ahora ya lo conocen y lo han visto».
Felipe le dice: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta». Jesús
le contesta: «Hace tanto que estoy con ustedes, ¿y todavía no me
conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo
dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre,
y el Padre en mí? Lo que yo les digo no lo hablo por cuenta propia.
El Padre, que permanece en mí, él mismo hace sus obras.
Créanme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mí. Si no, crean a las
obras. Les aseguro: el que cree en mí, también él hará las obras que yo
hago, y aún mayores. Porque yo me voy al Padre». Palabra del Señor.
Se dice el credo.
10 DOMINGO
mayo
48

Oración universal
Por el santo padre: que guiado y sostenido por el Espíritu Santo
siga iluminándonos y orientándonos a la vivencia de una fe más
viva y más auténtica. Oremos.
1. Por quienes desempeñan en la Iglesia el ministerio pastoral de
la palabra y de la acción caritativa; que actúen bajo la guía del
Espíritu Santo. Oremos.R.
2. Por todos los que buscan a Dios desde el fondo de su corazón; que
en nuestra manera de vivir el amor fraterno y el servicio descubran
que Cristo Jesús es el rostro humano de Dios. Oremos.R.
3. Por los enfermos, emigrantes y los que hoy están más atribulados;
que contando con nuestro apoyo y solidaridad experimenten la
cercanía de Dios que los sostiene y cuida con ternura. Oremos.R.
4. Por cada uno de nosotros aquí reunidos; que encontremos en Cristo
el camino que conduce al Padre y experimentemos la alegría de
sentirnos miembros vivos de Su Cuerpo místico, la Iglesia. Oremos.R.
Padre bueno, manifiéstate en nuestros corazones, para que, confe-
sando nuestra fe en Ti, vivamos como hijos tuyos y hermanos entre
nosotros. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre las ofrendas
Oh, Dios, que nos haces partícipes de tu única y suprema divinidad
por el admirable intercambio de este sacrificio, concédenos alcanzar
en una vida santa la realidad que hemos conocido en ti. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Jn 15, 1.5
Yo soy la verdadera vid, y ustedes los sarmientos, dice el Señor; el
que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante. Aleluya.
Oración después de la comunión
Asiste, Señor, a tu pueblo y haz que pasemos del antiguo pecado a
la vida nueva los que hemos sido alimentados con los sacramentos
de cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
49
Lunes 11 de mayo
DOMINGO
mayo 11
V SEMANA DE PASCUA
1. semana del Salterio - Blanco
a

Monición general
Pablo mientras habla a la multitud ve entre sus oyentes a un
hombre paralítico y en nombre del Señor le ordena que camine; al
instante él comienza a caminar. La fe en Jesús cambia nuestras
situaciones de dolor, tiene poder de transformar.
Por eso Jesús nos invita en este día a escuchar su palabra
y aceptar su amor; quien lo acoge y le permite habitar en su
corazón cuenta con su misma fuerza para obrar el bien y puede
experimentar la dicha sentir que Dios está con él y se hace
cargo de su vida.
¡Señor, ayúdanos a confiar; que aceptemos tu amor!

Antífona de entrada
Ha resucitado el Buen Pastor, que dio la vida por sus ovejas y se
dignó morir por su rebaño. Aleluya.

Oración colecta
Te pedimos, Señor, que protejas siempre a tu familia con tu
mano poderosa, para que, libre de toda maldad, en virtud de la
resurrección de tu Hijo unigénito, consiga los dones del cielo. Por
nuestro Señor Jesucristo.

Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 14, 5-18
En aquellos días, en Iconio, los paganos y los judíos con sus jefes
idearon un plan para maltratar y apedrear a Pablo y Bernabé; ellos,
al darse cuenta, huyeron a Listra y Derbe, ciudades de Licaonia, y
a sus alrededores, allí predicaron el Evangelio.
Había en Listra un hombre lisiado y cojo de nacimiento, que
nunca había podido andar. Escuchaba las palabras de Pablo, y
este, viendo que tenía una fe capaz de curarlo, le gritó, mirándolo:
«Levántate, ponte derecho». Él se levantó de un salto y comenzó
a caminar. Al ver lo que Pablo había hecho, la multitud exclamó
11 LUNES
mayo
50

en la lengua de Licaonia: «Dioses en figura de hombres han


bajado a visitarnos».
A Bernabé lo llamaban Zeus y a Pablo, Hermes, porque se
encargaba de hablar. El sacerdote del templo de Zeus, que estaba a
la entrada de la ciudad, trajo a las puertas toros y guirnaldas y, con
la gente, quería ofrecerles un sacrificio.
Al darse cuenta, los apóstoles Bernabé y Pablo rasgaron sus
vestiduras e irrumpieron en medio de la muchedumbre, gritando:
«Hombres, ¿qué hacen? Nosotros somos seres humanos igual que
ustedes; les predicamos el Evangelio, para que dejen los dioses
falsos y se conviertan al Dios vivo que hizo el cielo, la tierra y el mar
y todo lo que contienen.
En el pasado, dejó que cada pueblo siguiera su camino; aunque
siempre se dio a conocer por sus beneficios, enviándole desde el
cielo la lluvia y las cosechas a sus tiempos, dándoles comida y alegría
a los corazones en abundancia».
Con estas palabras consiguieron impedir, a duras penas, que la
multitud les ofreciera un sacrificio. Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 113B, 1-4.15-16
R . No a nosotros, Señor, no a nosotros,
sino a tu nombre da la gloria.
No a nosotros, Señor, no a nosotros, sino a tu nombre da la gloria,
por tu bondad, por tu lealtad. Por qué han de decir las naciones:
«¿Dónde está su Dios?».R.
Nuestro Dios está en el cielo, lo que quiere lo hace. Sus ídolos, en
cambio, son plata y oro, hechura de manos humanas.R.
Benditos sean del Señor, que hizo el cielo y la tierra. El cielo pertenece
al Señor, la tierra se la ha dado a los hombres.R.

Aclamación antes del Evangelio Jn 14, 26


Aleluya. El Espíritu Santo será quien les enseñe todo y les recuerde
todo lo que les he dicho. Aleluya.
51 LUNES
mayo 11
Lectura del santo Evangelio según san Juan 14, 21-26
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «El que acepta mis
mandamientos y los cumple, ese me ama; al que me ama lo
amará mi Padre y yo también lo amaré, y me manifestaré a él». Le
dijo Judas, no el Iscariote: «Señor, ¿qué ha sucedido para que te
manifiestes a nosotros y no al mundo?».
Respondió Jesús y le dijo: «El que me ama guardará mi palabra,
y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él. El
que no me ama no guardará mis palabras. Y la palabra que están
oyendo no es mía, sino del Padre, que me envió. Les he hablado de
esto mientras permanezco con ustedes, pero el Defensor, el Espíritu
Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien les enseñe
todo y les recuerde todo lo que les he dicho». Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Suban hasta ti, Señor, nuestras súplicas con la ofrenda del sacrificio,
para que, purificados por tu bondad, nos preparemos para el
sacramento de tu inmenso amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Jn 14, 27
La paz les dejo, mi paz les doy; no se la doy como la da el mundo,
dice el Señor. Aleluya.
Oración después de la comunión
Dios todopoderoso y eterno, que en la resurrección de Jesucristo nos
has renovado para la vida eterna, multiplica en nosotros los frutos
del Misterio pascual e infunde en nuestros corazones la fortaleza del
alimento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
12 LUNES
mayo Martes 12 de mayo
52

V SEMANA DE PASCUA
1. semana del Salterio - Blanco
a

Monición general
Qué hermoso ver cómo Pablo anima las comunidades a ser firmes
en la fe en medio de la tribulación y lo muestra con su ejemplo:
ninguna dificultad le roba la paz del corazón ni lo detiene; porque
el amor de Cristo supera y colma todo.
Jesús nos deja ver que la muerte es para Él la plenitud: le
permite volver a la felicidad que tenía junto al Padre y nos rescata
a nosotros del pecado y todo mal. Jesús vivió de dos grandes
amores el Padre y nosotros por quienes dio su vida. Centrar
nuestro corazón en el amor a Dios y a los hermanos, es el secreto
para vivir en paz y ser felices.
¡Celebremos con alegría la Eucaristía!

Antífona de entrada Ap 19, 5; 12, 10


Alaben a nuestro Dios todos los que le temen, pequeños y grandes,
porque ha establecido la salvación y el poder y la potestad de su
Cristo. Aleluya.
Oración colecta
Oh, Dios, que en la resurrección de Cristo nos has renovado para la
vida eterna, concede a tu pueblo la firmeza de la fe y de la esperanza,
para que nunca dudemos del cumplimiento de las promesas que
hemos conocido siendo Tú el autor. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 14, 19-28
En aquellos días, llegaron unos judíos de Antioquía y de Iconio que
persuadieron a la gente; entonces, apedrearon a Pablo y, creyéndolo
muerto, lo arrastraron fuera de la ciudad.
Entonces lo rodearon los discípulos; él se levantó y volvió a
la ciudad. Y al día siguiente salió con Bernabé rumbo a Derbe.
Después de predicar el Evangelio en aquella ciudad y haber hecho
numerosos discípulos volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía,
animando a los discípulos y exhortándolos a perseverar en la
53 MARTES
mayo 12
fe, diciéndoles que hay que pasar por muchas tribulaciones para
entrar en el reino de Dios.
En cada Iglesia designaban presbíteros, oraban, ayunaban y los
encomendaban al Señor, en quien habían creído. Atravesaron Pisidia
y llegaron a Panfilia. Predicaron en Perge, bajaron a Atalía y allí se
embarcaron para Antioquía, donde habían sido encomendados a la
gracia de Dios para la misión que acababan de cumplir.
Al llegar, reunieron a la Iglesia, les contaron lo que Dios había
hecho por medio de ellos y cómo había abierto la puerta de la fe a
los paganos. Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 144, 10-13.21


R. Que tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tu reinado.
Que todas tus criaturas te den gracias, Señor, que te bendigan tus
fieles; que proclamen la gloria de tu reinado, que hablen de tus
hazañas.R.
Explicando tus hazañas a los hombres, la gloria y majestad de tu
reinado. Tu reinado es un reinado perpetuo, tu gobierno va de edad
en edad.R.
Pronuncie mi boca la alabanza del Señor, todo viviente bendiga su
santo nombre por siempre jamás.R.

Aclamación antes del Evangelio Lc 24, 26


Aleluya. Era necesario que el Mesías padeciera y resucitara de entre
los muertos, para entrar en su gloria. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 14, 27-31a
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «La paz les dejo, mi paz
les doy; no se la doy como la da el mundo. Que no tiemble su corazón
ni se acobarde. Me han oído decir: “Me voy y volveré a ustedes”. Si me
amaran, se alegrarían de que vuelva junto al Padre, porque el Padre
es más grande que yo. Les he dicho esto, antes de que suceda, para
12 MARTES
mayo
54

que cuando suceda, crean. Ya no hablaré mucho con ustedes, pues se


acerca el Príncipe de este mundo; no es que él tenga poder sobre mí,
pero es necesario que el mundo comprenda que yo amo al Padre, y
obro como Él me ha ordenado». Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Recibe, Señor, las ofrendas de tu Iglesia exultante, y a quien diste
motivo de tanto gozo concédele disfrutar de la alegría eterna. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Rm 6, 8
Si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con
Él. Aleluya.
Oración después de la comunión
Mira, Señor, con bondad a tu pueblo y, ya que has querido renovarlo
con estos sacramentos de vida eterna, concédele llegar a la
incorruptible resurrección de la carne que habrá de ser glorificada.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

E l Señor también es leal, de una «lealtad» sin límites.


La fidelidad de Dios nunca falla, porque el Señor
es el guardián que, como dice el Salmo, no se duerme,
sino que vigila continuamente sobre nosotros
para llevarnos a la vida: «No permitirá que resbale
tu pie, tu guardián no duerme; no duerme
ni reposa el guardián de Israel»
(Catequesis del papa Francisco
sobre la misericordia 13-01-16).
55
Miércoles 13 de mayomayo
MARTES
12
V SEMANA DE PASCUA
Nuestra Señora de Fátima (ML) - 1.a semana del Salterio - Blanco

Monición general
La primera lectura nos deja ver cómo también entre los primeros
cristianos había tensiones y conflictos; pero en el dialogo fraterno
y la oración, el Espíritu Santo los unía, los fortalecía y les hacía
gustar la dicha de sentirse hermanos.
Con la metáfora de la vid, Jesús nos deja ver las maravillas
que acontecen en quien lo acepta como único Señor de su vida:
llega a ser uno de sus íntimos amigos, puede amar a los otros con
la fuerza de su Espíritu y experimenta la ternura y protección
del Padre Dios. Entre nosotros hay personas que viven así, estas
irradian paz y son felices. Este modo de vivir es posible también
para ti y para mí.
¡Señor que permanezca unido a Ti para dar frutos de amor y paz!

Antífona de entrada Sal 70, 8.23


Llena estaba mi boca de tu alabanza para poder cantar. Te aclamarán
mis labios, Señor. Aleluya.
Oración colecta
Oh, Dios, que amas la inocencia y la devuelves a quien la ha per-
dido, atrae hacia ti los corazones de tus siervos, para que nunca
se aparten de la luz de tu verdad los que han sido liberados de las
tinieblas del error. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 15, 1-6
En aquellos días, algunos que bajaron de Judea a Antioquía se
pusieron a enseñar a los hermanos que, si no se circuncidaban
conforme a la tradición de Moisés, no podían salvarse. Esto provocó
un altercado y una violenta discusión con Pablo y Bernabé; y se
decidió que Pablo, Bernabé y algunos más subieran a Jerusalén a
consultar a los apóstoles y presbíteros sobre la controversia.
La Iglesia los proveyó para el viaje. Atravesaron Fenicia y Samaria,
contando detalladamente la conversión de los paganos. Esto causó
13 MIÉRCOLES
mayo
56

una gran alegría a todos los hermanos. Al llegar a Jerusalén, la


Iglesia, los apóstoles y los presbíteros los recibieron muy bien; ellos
contaron lo que Dios había hecho con ellos.
Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían abrazado
la fe, intervinieron, diciendo: «Hay que circuncidarlos y exigirles
que guarden la ley de Moisés». Los apóstoles y los presbíteros se
reunieron a examinar este asunto. Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 121, 1-5
R . Vamos alegres a la casa del Señor.
¡Qué alegría cuando me dijeron: «Vamos a la casa del Señor»! Ya
están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén.R.
Allá suben las tribus, las tribus del Señor, según la costumbre de
Israel, a celebrar el nombre del Señor; en ella están los tribunales de
justicia, en el palacio de David.R.

Aclamación antes del Evangelio Jn 15, 4.5


Aleluya. Permanezcan en mí, y yo en ustedes —dice el Señor—; el
que permanece en mí da fruto abundante. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 15, 1-8
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Yo soy la verdadera vid,
y mi Padre es el viñador. Si algunos de mis sarmientos no da fruto, él
los arranca; y poda los que dan fruto, para que den más fruto.
Ustedes ya están limpios por las palabras que les he hablado;
permanezcan en mí y yo permaneceré en ustedes. Como el sarmiento
no puede producir frutos por sí mismo, si no permanece en la vid,
así tampoco pueden ustedes producir fruto si no permanecen en mí.
Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en mí
y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no pueden hacer
nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como sarmientos
secos; luego los recogen y los echan al fuego, y arden.
57 MIÉRCOLES
mayo 13
Si permanecen en mí, y mis palabras permanecen en ustedes,
pidan lo que quieran, y se les dará. Con esto recibe gloria mi
Padre, con que ustedes den fruto abundante; así serán discípulos
míos». Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Concédenos, Señor, alegrarnos siempre por estos misterios pas-
cuales y que la actualización continua de tu obra redentora sea para
nosotros fuente de gozo incesante. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión
Ha resucitado el Señor e ilumina a los que hemos sido redimidos
con su sangre. Aleluya.
Oración después de la comunión
Escucha, Señor, nuestras oraciones para que el santo intercambio de
nuestra redención nos sostenga durante la vida presente y nos dé
las alegrías eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.

L a Santísima Virgen María desata el nudo


de la pereza que nos acecha. Ella fue una mujer
trabajadora. Es el modelo de las amas de casa.
María dio gloria a Dios haciendo con amor
los deberes propios de ser la madre de Jesús
y la esposa purísima de San José.
Dirijamos siempre nuestra mirada
a la Madre de Dios para decirle:
“Virgen Santa, sacude de mi la pereza
con tus manos maternales y hacendosas.
Haz que sea un buen trabajador del Reino
de tu Hijo Jesús”.
("María desatanudos". P. Carlos Rosell De Almeida)
13 MIÉRCOLES
mayo
58
58

Bvda. Vg. María de Fátima


A tres niños pastorcitos (Francisco, Jacinta y
Lucia), el 13 de mayo de 1917, en Cova da Iría, se
les apareció la Virgen María, vestida de blanco,
y les pidió que volvieran el mismo día y a la
misma hora durante cinco meses consecutivos;
además les pidió el rezo del rosario.
En los mensajes dados a los niños, la Virgen
exhortaba al arrepentimiento, la conversión, la
oración y la penitencia como camino de repa-
ración por los pecados de la humanidad. Y los niños obedecieron a la
Virgen haciendo penitencia y oración. El 13 de octubre la Virgen se
apareció por última vez; se produjo el «milagro del Sol», presenciado por
70 000 personas. Dos años después, fallecieron Francisco y Jacinta.
Jacinta y Francisco fueron beatificados por el papa Juan Pablo II,
y canonizados el 13 de mayo de 2013 por el papa Francisco.

Testimonio de vida.
Lucía y a sus primos Francisco y Jacinta nos trasmitieron
un gran mensaje con palabras sencillas. Estos niños heroicos
soportaron todo tipo de persecuciones: cárcel, amenazas de
muerte, pero se mantuvieron incólumes, demostrando así la
autenticidad de todo lo que afirmaban haber visto, y compor-
tándose como verdaderos mártires: "si nos matan, no importa,
vamos al Cielo". Cuentan que Francisco decía: “Jesús está
muy triste y yo quiero confortarlo con oración y penitencia".
La Virgen les mostró el infierno; les habló de la segunda
guerra mundial, la expansión de errores en la Iglesia, la
devoción al Corazón Inmaculado de María, y mucho más. En
la primera aparición (13-5-1917) la Santísima Virgen le dice
a Lucía: "soy del Cielo".
En la segunda aparición los niños le piden que los lleve al
Cielo: La Señora les responde: Sí, a Jacinta y Francisco los
llevaré en breve. Pero tú (Lucía) te quedarás aquí algún tiempo
más. Jesús quiere servirse de ti para hacerme conocer y amar.
Él quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado
Corazón. A quien la abrace, le prometo la salvación".
Pidamos su intercesión por todos los niños (as) que viven hoy
tan expuestos a todo tipo de peligros y manipulaciones
59
Jueves 14 de mayo
MIÉRCOLES
mayo 13
SAN MATÍAS, apóstol (F)
V semana de Pascua - Propio del Salterio - Rojo

Monición general
Qué lindo es ver cómo los apóstoles aprenden a buscar juntos lo
que Dios quiere de ellos: se unen para orar, se escuchan unos a
otros, y todos aceptan las indicaciones del Señor. Así se sienten
seguros de obedecer a Dios.
Y Jesús con su Palabra de vida alimenta hoy en nosotros
estas mismas actitudes: permanecer unidos a Él y entre nosotros.
Recibiendo del Señor la linfa divina de su Amor, podemos cumplir
su mandamiento de amarnos unos a otros como Él nos ha amado.
¡Que esta Eucaristía fortifique en cada uno su unión con
Dios y con las personas que necesitamos amar más hoy!

Antífona de entrada
No son ustedes los que me han elegido, dice el Señor; soy yo quien los
he elegido para que vayan y den fruto, y su fruto permanezca. Aleluya.

Se dice el gloria.

Oración colecta
Oh, Dios, que agregaste a san Matías al colegio de los apóstoles, conce-
de, por su ayuda, a quienes nos alegramos en la suerte de tu predilección,
ser contados entre los elegidos. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 1, 15-17.20-26
Uno de aquellos días, Pedro se puso en pie en medio de los
hermanos y dijo (había reunidas unas ciento veinte personas):
«Hermanos, tenía que cumplirse lo que el Espíritu Santo, por
boca de David, había predicho, en la Escritura, acerca de Judas,
que hizo de guía a los que arrestaron a Jesús. Era uno de nuestro
grupo y compartía el mismo ministerio. En el libro de los Salmos
está escrito: “Que su morada quede desierta, y que nadie habite en
ella”, y también: “Que su cargo lo ocupe otro”.
14 JUEVES
mayo
60

Hace falta, por tanto, que uno se asocie a nosotros como testigo
de la resurrección de Jesús, uno de los que nos acompañaron mientras
convivió con nosotros el Señor Jesús, desde que Juan bautizaba, hasta
el día de su ascensión». Propusieron dos nombres: José, apellidado
Barsabá, de so-brenombre Justo, y Matías. Y rezaron así: «Señor,
Tú penetras el corazón de todos; muéstranos a cuál de los dos has
elegido para que, en este ministerio apostólico, ocupe el puesto que
dejó Judas para marcharse al suyo propio». Echaron suertes, le tocó a
Matías, y lo asociaron a los once apóstoles. Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 112, 1-8
R. El Señor lo sentó con los príncipes de su pueblo.
Alaben, siervos del Señor, alaben el nombre del Señor. Bendito sea
el nombre del Señor, ahora y por siempre.R.
De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor. El
Señor se eleva sobre todos los pueblos, su gloria sobre los cielos. R.
¿Quién como el Señor, Dios nuestro, que se eleva en su trono y se
abaja para mirar al cielo y a la tierra?R.
Levanta del polvo al desvalido, alza de la basura al pobre, para
sentarlo con los príncipes, los príncipes de su pueblo.R.

Aclamación antes del Evangelio Jn 15, 16


Aleluya. Yo les he elegido del mundo, para que vayan y den fruto, y
su fruto dure —dice el Señor—. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 15, 9-17
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Como el Padre me ha
amado, así les he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardan
mis mandamientos, permanecerán en mi amor; lo mismo que yo he
guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Les he hablado de esto para que mi alegría esté en ustedes, y su
alegría llegue a plenitud.
61 JUEVES
mayo 14
Este es mi mandamiento: que se amen unos a otros como yo les
he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por
sus amigos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando.
Ya no les llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su
señor: a ustedes les llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi
Padre se lo he dado a conocer.
No son ustedes los que me han elegido, soy yo quien les he
elegido y les he destinado para que vayan y den fruto, y su fruto
dure. De modo que lo que pidan al Padre, en mi nombre se los dé.
Esto les mando: que se amen unos a otros». Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Recibe, Señor, las ofrendas que tu Iglesia te presenta con devoción
en la fiesta de san Matías, y, por ellas, confírmanos con el poder de
tu gracia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Jn 15, 12
Este es mi mandamiento: que se amen unos a otros como yo los he
amado, dice el Señor. Aleluya.
Oración después de la comunión
No dejes, Señor, de colmar a tu familia con los dones divinos, y, por
intercesión de san Matías, dígnate recibirnos en la luz para tomar
parte de la suerte de los santos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

H ermanos, considérense afortunados cuando


les toca soportar toda clase de pruebas.
Pues cuando su fe es puesta a prueba,
ustedes aprenden a soportar con fortaleza
el sufrimiento. Pero procuren que esa fortaleza
los lleve a la perfección, a la madurez plena,
sin que les falte nada.
(St 1,2-3)
14 JUEVES
mayo
62
62

San Matías, apóstol


Su nombre significa «regalo de Dios». Nació
en Belén de la tribu de Judá. Según los
Hechos de l+a del Espíritu Santo, Pedro
se dirige a todos diciendo: «Es necesario
que uno de los que han estado en nuestra
compañía durante todo el tiempo que el
Señor Jesús permaneció con nosotros […]
sea constituido, junto con nosotros, testigo
de su resurrección». Se propusieron dos:
José y Matías.
Y oraron así: «Señor, tú que conoces los corazones de todos,
muéstranos a cuál de los dos eliges para desempeñar el ministerio
dejado por Judas». Echaron suertes, y la elección cayó sobre
Matías, que fue agregado a los once apóstoles. (cfr. Hch 1, 23-26).
Después de Pentecostés, Matías predicó en Judea y luego en
otros países: la Capadocia y las costas del mar Caspio, donde
sufrió muchas persecuciones. Luego regresó a Judea. Su
predicación era acompañada por milagros y muchos se hacían
bautizar en nombre del Señor.
Fue acusado de blasfemo por el sumo sacerdote y, con ánimo
valeroso, recibió la corona del martirio. Su fiesta se celebra el 14
de mayo.

Testimonio de vida.
Matías es el apóstol de Jesús incorporado al colegio apos-
tólico, después de la ascensión del Señor; y recibió junto
con los demás apóstoles la plenitud del Espíritu Santo el día
de Pentecostés. Estos acontecimientos nos permiten ver en
Matías a un hombre que acepta en la fe la elección de Dios,
confía en sus hermanos y se hace dócil al Espíritu Santo.
Con el poder del Espíritu realizó muchos milagros y favoreció
la conversión de muchos judíos a la fe. Este hecho, lo expuso
a grandes peligros, y fue causa de grandes persecuciones, que
finalmente le merecieron la corona del martirio.
San Matías, alcánzanos tu celo y fortaleza en el anuncio del
Evangelio en medio de nuestros vecinos, amigos y parientes.
63
Viernes 15 de mayo
JUEVES
mayo 15
V SEMANA DE PASCUA
1. semana del Salterio - Blanco
a

Monición general
Es lindo ver cómo los apóstoles resuelven las dificultades de la
comunidad: escuchan y valoran el aporte que cada uno puede
dar y buscan por encima de todo la unidad; esto es posible
porque cada uno escucha las mociones del Espíritu y se deja
guiar por Él.
Jesús nos pide hoy que nos amemos con el mismo amor que
Él nos ha amado. Amar como Jesús: perdiéndose a sí mismo
para que el otro viva, no brota de nuestra naturaleza egoísta,
solo el Espíritu Santo puede darnos los sentimientos y actitudes
amorosas de Jesús.
¡Señor dame tu Espíritu para amar al otro como Tú me amas!

Antífona de entrada Ap 5, 12
Digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la
sabiduría, la fuerza y el honor. Aleluya.
Oración colecta
Danos, Señor, una plena vivencia de los misterios pascuales, para
que, celebrándolos con alegría, nos protejan continuamente y nos
salven. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 15, 22-31
En aquellos días, los apóstoles y los presbíteros con toda la Iglesia
acordaron elegir a algunos de ellos y enviarlos a Antioquía con
Pablo y Bernabé. Eligieron a Judas Barsabá y a Silas, miembros
eminentes entre los hermanos, y les entregaron esta carta:
«Los apóstoles y los presbíteros saludamos fraternalmente a
los hermanos de origen pagano que están en Antioquía, Siria y
Cilicia. Nos hemos enterado de que algunos de aquí, sin encargo
nuestro, los han alarmado e inquietado con sus palabras. Hemos
decidido, por unanimidad, elegir algunos delegados y enviárselos
con nuestros queridos Bernabé y Pablo, que han consagrado su
15 VIERNES
mayo
64

vida a la causa de nuestro Señor Jesucristo. En vista de esto, les


enviamos a Silas y a Judas, quienes les transmitirán de viva voz este
mismo mensaje: Hemos decidido —el Espíritu Santo y nosotros—
no imponerles más cargas que las indispensables: a saber que se
abstengan de carne sacrificada a los ídolos, de sangre, de animales
estrangulados y de la fornicación. Harán bien en apartarse de todo
esto. Adiós».
Los despidieron, y ellos bajaron a Antioquía, donde convocaron
a la asamblea y entregaron la carta. Al leer aquellas palabras
alentadoras, se alegraron mucho. Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 56, 8-12
R . Te daré gracias ante los pueblos, Señor.
Mi corazón está firme, Dios mío, mi corazón está firme. Voy a cantar
y a tocar: despierta, gloria mía; despierten, cítara y arpa; despertaré
a la aurora.R.
Te daré gracias ante los pueblos, Señor; tocaré para ti ante las
naciones: por tu bondad, que es más grande que los cielos, por tu
fidelidad, que alcanza a las nubes. Elévate sobre el cielo, Dios mío, y
llene la tierra tu gloria.R.

Aclamación antes del Evangelio Jn 15, 15


Aleluya. A ustedes les llamo amigos —dice el Señor—, porque todo
lo que he oído a mi Padre se los he dado a conocer. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 15, 12-17
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Este es mi
mandamiento: que se amen unos a otros como yo los he amado.
Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos.
Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. Ya no los
llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a
ustedes los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo
que he oído a mi Padre. No son ustedes los que me han elegido,
65 VIERNES
mayo 15
soy yo quien los he elegido y los he destinado para que vayan y
den fruto, y su fruto dure. De modo que lo que pidan al Padre en
mi nombre, Él se lo concederá. Esto les mando: que se amen unos
a otros». Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Te pedimos, Señor, que, en tu bondad, santifiques estos dones,
aceptes la ofrenda de este sacrificio espiritual y nos transformes en
oblación perenne. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión
El Crucificado resucitó de entre los muertos y nos redimió. Aleluya.
Oración después de la comunión
Señor, después de recibir el don sagrado del sacramento, te pedimos
humildemente que nos haga crecer en el amor lo que tu Hijo nos
mandó realizar en memoria suya. Él, que vive y reina por los siglos
de los siglos.

S i anhelas un mundo más hermoso


cuida la naturaleza:
Si hay un niño a quien puedas educar,
cuídalo hasta hacerlo un hombre.
Si tienes sueños, hazlos realidad
esforzándote más y siendo digno.
Si en verdad quieres ser feliz
no te quedes con las ganas y …
¡Sé autentico, natural!
¡Sé sincero, bondadoso! Y …
¡Muéstrate como hijo de Dios!
(C. Torres Pastorino)
15 VIERNES
mayo Sábado 16 de mayo
66

V SEMANA DE PASCUA
1. semana del Salterio - Blanco
a

Monición general
Qué hermoso ver cómo Pablo y sus compañeros no realizan la
misión siguiendo proyectos propios, sino que juntos imploran
y siguen dócilmente las indicaciones que les da el Espíritu
del Señor.
Y Jesús nos anima a no asustarnos por la incomprensión
y el desprecio que pueda venirnos del mundo. Si sigo a Jesús,
cargo con Él la cruz, pero gozo también de su victoria. ¡Cuánta
seguridad, consuelo y fortaleza nos dan sus palabras para
caminar tras Él con decisión y alegría.
¡Gracias Señor por la dicha de caminar contigo!

Antífona de entrada Col 2, 12


Por el bautismo fueron sepultados con Cristo, y han resucitado
con Él por la fe en la fuerza de Dios, que lo resucitó de entre los
muertos. Aleluya.
Oración colecta
Dios todopoderoso y eterno, que, por la regeneración bautismal,
te has dignado comunicarnos la vida del cielo, ayuda a llegar,
conducidos por ti, a la plenitud de la gloria a quienes has santificado
y hecho capaces de la inmortalidad. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 16, 1-10
En aquellos días, Pablo fue a Derbe y luego a Listra. Había allí
un discípulo que se llamaba Timoteo, hijo de un griego y de una
mujer judía creyente. Los hermanos de Listra y de Iconio daban un
buen testimonio de él. Pablo quiso llevárselo y lo circuncidó, por
consideración a los judíos de la región, pues todos sabían que su
padre era griego.
Al pasar por las ciudades, comunicaban las decisiones de los
apóstoles y presbíteros de Jerusalén, para que las observasen. Las
Iglesias se robustecían en la fe y crecían en número de día en día.
67 SÁBADO
mayo 16
Como el Espíritu Santo les impidió anunciar la palabra en
la provincia de Asia, atravesaron Frigia y Galacia. Al llegar a la
frontera de Misia, intentaron entrar en Bitinia, pero el Espíritu
de Jesús no se lo consintió. Entonces dejaron Misia a un lado y
bajaron a Troas.
Aquella noche Pablo tuvo una visión: se le apareció un macedonio,
de pie, que le rogaba: «Ven a Macedonia y ayúdanos». Apenas tuvo
la visión, inmediatamente tratamos de salir para Macedonia, seguros
de que Dios nos llamaba a predicarles el Evangelio. Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 99, 1-2.3.5
R . Aclama al Señor, tierra entera.
Aclama al Señor, tierra entera, sirvan al Señor con alegría, entren en
su presencia con vítores.R.
Sepan que el Señor es Dios: que Él nos hizo y somos suyos, su
pueblo y ovejas de su rebaño.R.
El Señor es bueno, su misericordia es eterna, su fidelidad por todas
las edades.R.
Aclamación antes del Evangelio Col 3, 1
Aleluya. Ya que han resucitado con Cristo, busquen los bienes de
allá arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 15, 18-21
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si el mundo los odia,
sepan que me ha odiado a mí antes que a ustedes. Si fueran del
mundo, el mundo los amaría como cosa suya, pero como no son
del mundo, sino que yo los elegí y los saqué de él, por eso el
mundo los odia. Acuérdense lo que les dije: “No es el siervo más
que su amo. Si a mí me han perseguido, también a ustedes los
perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la de
ustedes”. Y todo eso lo harán con ustedes a causa de mi nombre,
porque no conocen al que me envió». Palabra del Señor.
16 SÁBADO
mayo
68

Oración sobre las ofrendas


Acoge, Señor, con bondad las ofrendas de tu familia, para que, bajo
tu protección, no pierda los dones ya recibidos y alcance los eternos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Jn 17, 20-21
Padre, por ellos ruego, para que todos sean uno en nosotros, para
que el mundo crea que Tú me has enviado, dice el Señor. Aleluya.
Oración después de la comunión
Guarda, Señor, con tu amor constante a los que has salvado, para que
los redimidos por la pasión de tu Hijo se alegren con su resurrección.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.

S in el Espíritu Santo, Dios queda lejos del mundo,


Cristo pertenece al pasado. Sin el Espíritu Santo
el Evangelio son palabras muertas, la Iglesia una
organización más, y la misión pura propaganda.
Sin el Espíritu Santo el culto es un simple recuerdo
y el obrar cristiano, una moral de esclavos.
Con el Espíritu Santo, Dios late en un mundo
que se eleva y gime en la infancia del Reino.
Cristo a resucitado y vive hoy. Con el Espíritu
Santo el Evangelio es potencia de vida.
La Iglesia comunión trinitaria, y la misión
permanente Pentecostés. Con el Espíritu Santo
el culto es celebración y anticipo del Reino,
y el obrar humano realidad divina.
(San Ignacio de Antioquía, padre de la Iglesia).
69
Domingo 17 de mayo mayo
SÁBADO
16
VI SEMANA DE PASCUA
2. semana del Salterio - Blanco
a

La misión evangelizadora es de todos y para todos


Hch 8, 5-8.14-17; Sal 65, 1-7.16.20; 1 P 3, 15-18; Jn 14, 15-21

La Iglesia que nace de la resurrección es misionera. Esta nueva


realidad ha de ser anunciada, llevada y vivida en todos los lugares.
En sus días en la tierra, Cristo anunció en Samaria la acción salvadora
de Dios a una mujer y, por ella, muchos creyeron en Él. Esta vez es
un discípulo, Felipe, el que va a Samaria. El anuncio que hace de
Jesucristo es nuevo. Jesús anunciaba el Reino, Felipe anuncia a Cristo
resucitado, que es la plena realización del Reino.
Un acontecimiento radical ha sucedido, la Pascua, y es necesario
que la comunidad samaritana, que ya conocía a Jesús, dé el paso a la fe
en la resurrección y empiece a vivir en esta nueva realidad, en la que ha
entrado mediante el bautismo. La palabra de Felipe, como la de Cristo,
era acompañada por signos salvadores: posesos, paralíticos, lisiados
eran curados. Y la ciudad se llenó de alegría al haber descubierto en
Jesús resucitado el camino de salvación. Su adhesión a la fe llega a su
culmen cuando los bautizados reciben el Espíritu Santo de manos de
los apóstoles: este fue su Pentecostés. Desde ese tiempo, bautismo y
confirmación estaban estrechamente unidos.
Antes de la Ascensión, Jesús resucitado encomendó a sus discípulos
que el Evangelio se difundiera más allá de las fronteras y que ellos dieran
testimonio hasta los confines del mundo. Así, a fines del primer siglo,
encontramos una Iglesia constituida no solo por judíos, sino también
por aquellos que no habían visto nunca a Cristo, pero lo amaban. Esos
cristianos lejanos son misioneros. En su vocación cristiana está la urgencia
de anunciar a Cristo. Pero no solo con sus palabras, sino también con
sus obras. Por eso se les pide vivir con mansedumbre y respeto, para
que su testimonio sea irreprochable y refleje la presencia siempre
actuante de Cristo resucitado y crucificado. Es el ideal de la misión:
Que palabra y testimonio de vida sean inseparables.
17 DOMINGO
mayo
70

El misionero lleva en su palabra y en su vida el misterio que anun-


cia. Pero no va solo, sino que Cristo va en él y con él: No los dejaré
desamparados… estoy con mi Padre, y ustedes conmigo y yo con
ustedes. Dios irrumpe en el mundo a través de discípulo. Su fuerza
poderosa es el amor, que hace hasta lo imposible. En ese sentido, la
Encarnación de su Hijo es la máxima expresión de ese amor eficaz.
Antes de anunciar el amor de Dios, el discípulo experimenta
ese amor. Es decir, aprende a descubrirlo en su historia personal:
fue llamado por Dios a la vida, ha sido bautizado en el Espíritu
Santo, y a cada instante está bajo la acción transformadora de
Dios, que lo sigue enriqueciendo a través de las personas y los
acontecimientos. Nuestra misión, como discípulos, es acoger el
amor de Dios y ayudar a los otros a descubrirlo como la realidad
más consoladora de sus vidas: Dios nos ama a todos, y su amor
tiene rostro humano, el de Cristo y el de todos aquellos que
buscan nuestro bien. El amor que Dios nos ofrece en su Hijo por el
Espíritu, es la Fuente y el sentido de nuestra vida: nosotros hemos
de acogerlo y responder a él día tras día.
Descubramos el amor de Dios también en la Iglesia. Con frecuencia
nos fijamos en sus debilidades, quizás porque nos olvidamos que está
conformada por personas frágiles. Todos sus integrantes hemos sido
sanados y redimidos por Cristo. La redención es un proceso diario;
si no alimentamos la Vida divina en nosotros, podemos retroceder.
En la medida en que la Iglesia ha experimentado la sanación ha sido
también sanadora. Basta que recordemos el testimonio de santa
Teresa de Calcuta, que en su fragilidad fue animada por el amor de
Cristo y el poder del Espíritu Santo, creador y santificador. Su servicio
gratuito y generoso ha revelado en forma admirable el poder de
Dios en la debilidad humana. Y cuántos otros testimonios hermosos
a lo largo de la historia y en nuestros ambientes. Acojamos el amor
de Dios, asumamos el riesgo de la misión y revelemos el rostro
del Dios que ama en Jesucristo al mundo de hoy necesitado de su
presencia. Amén.
71 DOMINGO
mayo 17
Monición general
Bienvenidos hermanos. La liturgia de hoy reaviva en nosotros esta
hermosa realidad: aceptando a Cristo en nuestro corazón, quedamos
entrelazados unos con otros como miembros de un Único Cuerpo.
Allí el Padre Dios nos reconoce como hijos suyos y nosotros nos
sentimos hermanos. La Eucaristía que ahora celebramos reavive
en nosotros la alegría de la fe que nos une: somos hijos amados de
Dios en su Hijo Jesús; somos hermanos.
Antífona de entrada Is 48, 20
Anúncienlo con gritos de júbilo, publíquenlo y proclámenlo hasta el
confín de la tierra. Digan: «El Señor ha rescatado a su pueblo». Aleluya.
Se dice el gloria.
Oración colecta
Dios todopoderoso, concédenos continuar celebrando con fervor
sincero estos días de alegría en honor del Señor resucitado, para
que manifestemos siempre en las obras lo que repasamos en el
recuerdo. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Pedro y Juan van al encuentro de los que habían sido evangelizados
por Felipe: imponen sus manos sobre ellos y reciben el Espíritu
Santo. Qué lindo ver cómo se apoyan unos a otros en la misión.
¡Escuchemos!
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 8, 5-8.14-17
En aquellos días, Felipe bajó a la ciudad de Samaria y predicaba allí a
Cristo. La gente escuchaba con aprobación lo que decía Felipe, porque
habían oído hablar de los signos que hacía, y los estaban viendo: de
muchos poseídos salían los espíritus inmundos lanzando gritos, y
muchos paralíticos y lisiados se curaban. La ciudad se llenó de alegría.
Cuando los apóstoles, que estaban en Jerusalén, se enteraron de
que Samaria había recibido la Palabra de Dios, enviaron a Pedro
y a Juan; ellos bajaron hasta allí y oraron por los fieles, para que
recibieran el Espíritu Santo; aún no había bajado sobre ninguno,
estaban solo bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces les
imponían las manos y recibían el Espíritu Santo. Palabra de Dios.
17 DOMINGO
mayo
72

Salmo responsorial Sal 65, 1-7.16.20


R. Aclama al Señor, tierra entera.
Aclama al Señor, tierra entera; toquen en honor de su nombre; canten
himnos a su gloria; digan a Dios: «¡Qué temibles son tus obras!».R.
Que se postre ante ti la tierra entera, que toquen en tu honor, que
toquen para tu nombre. Vengan a ver las obras de Dios, sus temibles
proezas en favor de los hombres.R.
Transformó el mar en tierra firme, a pie atravesaron el río. Alegré-
monos con Dios, que con su poder gobierna eternamente.R.
Fieles de Dios, vengan a escuchar, les contaré lo que ha hecho
conmigo. Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica, ni me retiró
su favor.R.
Segunda lectura
San Pedro nos anima hoy a dar testimonio gozoso de nuestra fe
aunque tengamos algo que padecer, pues ya en Cristo somos victo-
riosos. No hay que dejarse intimidar por nada. ¡Escuchemos con fe!

Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro 3, 15-18


Queridos hermanos: Glorifiquen en sus corazones a Cristo Señor
y estén siempre prontos para dar razón de su esperanza a todo
el que les pida explicaciones; pero con mansedumbre y respeto,
con buena conciencia, para que queden confundidos los que los
calumnian y denigran su buena conducta en Cristo; pues, mejor
es padecer haciendo el bien, si tal es la voluntad de Dios, que
padecer haciendo el mal.
Porque también Cristo murió por los pecados una vez para
siempre: el inocente por los culpables, para conducirnos a Dios.
Como era hombre, lo mataron; pero, como poseía el Espíritu, fue
devuelto a la vida. Palabra de Dios.
Aclamación antes del Evangelio Jn 14, 23
Aleluya. El que me ama guardará mi palabra —dice el Señor—, y mi
Padre lo amará, y vendremos a él. Aleluya.
73 DOMINGO
mayo 17

Santo Evangelio
Acojamos con alegría las palabras consoladoras del Evangelio de
hoy: si amo a Jesús, el Padre es tan feliz, que junto con su Hijo
viene a habitar en mi corazón. ¡Qué hermoso es sentirse morada
de Dios. Escuchemos con fe!

Lectura del santo Evangelio según san Juan 14, 15-21


R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si ustedes me aman,
guardarán mis mandamientos. Yo le pediré al Padre que les dé otro
defensor, que esté siempre con ustedes, el Espíritu de la verdad. El mundo
no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; ustedes, en cambio,
lo conocen, porque vive con ustedes y está con ustedes. No los dejaré
huérfanos, volveré. Dentro de poco el mundo no me verá, pero ustedes
me verán y vivirán, porque yo sigo viviendo. Entonces sabrán que yo
estoy con mi Padre, y ustedes conmigo y yo con ustedes. El que acepta
mis mandamientos y los guarda, ese me ama; al que me ama lo amará
mi Padre, y yo también lo amaré y me revelaré a él». Palabra del Señor.
Se dice el credo.
Oración universal
Dejemos que el Espíritu de Jesús ore en nosotros y pidamos a Dios
por todos los hombres diciendo:R. Padre, escúchanos.
17 DOMINGO
mayo
74

1. Que a la Iglesia no le falten maestros y testigos que guiados por


el Espíritu Santo transparenten en su vida el resplandor del Señor
Resucitado. Oremos.R.
2. Que los que han recibido el Bautismo en este tiempo pascual
puedan experimentar la alegría de sentirse hijos amados de Dios
habitados por Dios Uno y Trino. Oremos.R.
3. Que el Espíritu del Señor Resucitado ayude a nuestros gobernan-
tes a promover la paz y la justicia en nuestra sociedad. Oremos.R.
4. Que la Iglesia siga enviando, en nombre de Cristo, misioneros
que testimonien el gozo incomparable de todo bautizado: ser
habitados por Dios en Jesús Su Hijo. Oremos.R.
5. Que los que sufren no pierdan la esperanza, porque nuestra cercanía
solidaria les permite gustar el cariño y la ternura de Dios. Oremos.R.
6. Que todos nosotros acojamos al Espíritu Santo que habita en nuestro
corazón y así nos sea posible vivir el amor fraterno. Oremos.R.
Te suplicamos, Señor, que conscientes de ser tu morada y dóciles al
Espíritu Santo que nos anima, nos ayudemos recíprocamente a vivir el
mandamiento del amor que Jesús nos dejó. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre las ofrendas
Suban hasta ti, Señor, nuestras súplicas con la ofrenda del sacrificio,
para que, purificados por tu bondad, nos preparemos para el
sacramento de tu inmenso amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Jn 14, 15-16
Si me aman, guardarán mis mandamientos, dice el Señor. Y yo le
pediré al Padre que les dé otro Paráclito, que esté siempre con
ustedes. Aleluya.
Oración después de la comunión
Dios todopoderoso y eterno, que en la resurrección de Jesucristo
nos has renovado para la vida eterna, multiplica en nosotros los
frutos del Misterio pascual e infunde en nuestros corazones la
fortaleza del alimento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
75
Lunes 18 de mayo
DOMINGO O
mayo 18
VI SEMANA DE PASCUA
2. semana del Salterio - Blanco
a

Monición general
Qué hermoso es ver cómo Lidia una mujer pagana que ha acepado
a Cristo de todo corazón lleva a toda su familia a la fe y se hace
amiga y solidaria con todos.
Al aceptar a Jesús, también tú y yo recibimos el Espíritu Santo que
Él prometió y envió a los que creyeran en su nombre. El Espíritu nos
hace gritar a Dios Abba Padre y sentirnos hermanos. Con Él aprendemos
a amarnos como Jesús nos amó siendo testigos creíbles de su amor.
Iniciemos con mucha esperanza nuestra celebración.

Antífona de entrada Rm 6, 9
Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más; la
muerte ya no tiene dominio sobre Él. Aleluya.
Oración colecta
Dios misericordioso, concédenos recibir como fruto abundante en
toda nuestra vida lo que realizamos en las celebraciones pascuales.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 16, 11-15
En aquellos días, nos embarcamos en Tróade y fuimos directamente a
Samotracia; al día siguiente salimos para Neápolis y de allí para Filipos,
colonia romana, capital del distrito de Macedonia. Allí nos detuvimos
unos días. El sábado salimos de la ciudad y fuimos por la orilla del río a
un sitio donde pensábamos que se reunían para orar; nos sentamos y
nos pusimos a conversar con unas mujeres que se habían reunido allí.
Una de ellas, que se llamaba Lidia, natural de Tiatira, vendedora
de telas de púrpura, que adoraba al verdadero Dios, estaba
escuchando; y el Señor le abrió el corazón para que aceptara lo que
decía Pablo. Se bautizó con toda su familia y nos suplicó: «Si están
convencidos de que creo en el Señor, vengan a hospedarse en mi
casa». Y nos obligó a aceptar. Palabra de Dios.
18 LUNES
mayo
76

Salmo responsorial Sal 149, 1-6.9


R. El Señor ama a su pueblo.
Canten al Señor un cántico nuevo, resuene su alabanza en la
asamblea de los fieles; que se alegre Israel por su Creador, los hijos
de Sion por su Rey.R.
Alaben su nombre con danzas, cántenle con tambores y cítaras; porque
el Señor ama a su pueblo y adorna con la victoria a los humildes.R.
Que los fieles festejen su gloria y canten jubilosos en filas, con vítores
a Dios en la boca; es un honor para todos sus fieles.R.

Aclamación antes del Evangelio Jn 15, 26. 27


Aleluya. El Espíritu de la verdad dará testimonio de mí —dice el
Señor—; y también ustedes darán testimonio. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 15, 26—16, 4a
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando venga el
Defensor, que les enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que
procede del Padre, Él dará testimonio de mí; y también ustedes darán
testimonio, porque desde el principio están conmigo. Les he dicho
esto para que no se escandalicen. Los expulsarán de las sinagogas;
más aún, llegará la hora en que quien les dé la muerte pensará que
da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre
ni a mí. Les he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, se
acuerden de que yo se lo había dicho». Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Recibe, Señor, las ofrendas de tu Iglesia exultante, y a quien diste
motivo de tanto gozo concédele disfrutar de la alegría eterna. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Jn 20, 19
Jesús se puso en medio de sus discípulos y les dijo: «Paz a ustedes».
Aleluya.
77 LUNES
mayo 18
Oración después de la comunión
Mira, Señor, con bondad a tu pueblo y, ya que has querido renovarlo
con estos sacramentos de vida eterna, concédele llegar a la
incorruptible resurrección de la carne que habrá de ser glorificada.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

La Amazonia es una totalidad plurinacional interconectada,


un gran bioma compartido por nueve países: Brasil, Bolivia,
Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam, Venezuela y
Guayana Francesa. No obstante, dirijo esta Exhortación
a todo el mundo. […] Por ello me atrevo humildemente,
en esta breve Exhortación, a expresar cuatro grandes
sueños que la Amazonia me inspira.
Sueño con una Amazonia que luche por los derechos de los
más pobres, de los pueblos originarios, de los últimos,
donde su voz sea escuchada y su dignidad sea promovida.
Sueño con una Amazonia que preserve esa riqueza cultural
que la destaca, donde brilla de modos tan diversos la belleza
humana. Sueño con una Amazonia que custodie celosamente
la abrumadora hermosura natural que
la engalana, la vida desbordante
que llena sus ríos y sus selvas.
Sueño con comunidades cristianas
capaces de entregarse y de
encarnarse en la Amazonia, hasta el
punto de regalar a la Iglesia nuevos
rostros con rasgos amazónicos.
(Exhortación apostólica postsinodal
Querida amazonia - papa Francisco)
19 LUNES
mayo Martes 19 de mayo
78

VI SEMANA DE PASCUA
2. semana del Salterio - Blanco
a

Monición general
Mientras Pablo y Silas, después de haber sido torturados, cantan
y alaban a Dios en la cárcel de Filipos, el Señor manifiesta
su poder llevando a conversión al guardián, a su familia y a
muchos prisioneros.
Esto es posible porque Jesús prometió enviarnos el Espíritu
Santo y con Él no tenemos miedo a sufrir por su causa; antes
bien, sentimos consuelo y esperanza en cualquier tribulación
porque el Espíritu Santo nos infunde el amor y el valor de Jesús.
También tú y yo, de algún modo, hemos tenido o podemos tener
esta experiencia.
¡Gracias Jesús por comunicarnos tu Espíritu!

Antífona de entrada Ap 19, 7.6


Alegrémonos y gocemos y démosle gracias, porque reina el Señor,
nuestro Dios, dueño de todo. Aleluya.
Oración colecta
Dios todopoderoso y lleno de misericordia, concédenos lograr ver-
daderamente nuestra participación en la resurrección de Cristo, tu
Hijo. Él, que vive y reina contigo.
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 16, 22-34
En aquellos días, la gente de Filipos se amotinó contra Pablo y Silas, y
los magistrados dieron orden de que los desnudaran y los apalearan;
después de molerlos a palos, los metieron en la cárcel, encargando
al carcelero que los vigilara bien; según la orden recibida, los metió
en el calabozo y les sujetó los pies en el cepo.
A eso de medianoche, Pablo y Silas oraban cantando himnos
a Dios. Los otros presos escuchaban. De repente, se produjo un
terremoto tan violento que temblaron los cimientos de la cárcel.
Las puertas se abrieron de golpe, y a todos se les soltaron las
cadenas.
79 MARTES
mayo 19
El carcelero se despertó y, al ver las puertas de la cárcel de
par en par, sacó la espada para suicidarse, imaginando que los
presos se habían fugado. Pablo lo llamó a gritos: «No te hagas
ningún mal, que estamos todos aquí». El carcelero pidió una
lámpara, saltó dentro, y se echó temblando a los pies de Pablo
y Silas; los sacó y les preguntó: «Señores, ¿qué tengo que hacer
para salvarme?». Le contestaron: «Cree en el Señor Jesús y te
salvarás tú y tu familia».
Y le explicaron la palabra del Señor, a él y a todos los de su casa.
El carcelero se los llevó en aquellas horas de la noche, les lavó las
heridas, y se bautizó en seguida con todos los suyos, los llevó a su
casa, les preparó la mesa, y celebraron una fiesta con toda la familia
por haber creído en Dios. Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 137, 1-3.7-8
R . Señor, tu derecha me salva.
Te doy gracias, Señor, de todo corazón; delante de los ángeles
tañeré para ti, me postraré hacia tu santuario.R.
Daré gracias a tu nombre por tu misericordia y tu lealtad. Cuando te
invoqué, me escuchaste, acreciste el valor en mi alma.R.
Tu derecha me salva. El Señor completará sus favores conmigo: Señor,
tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos.R.
Aclamación antes del Evangelio Jn 16, 7.13
Aleluya. Les enviaré el Espíritu de la verdad —dice el Señor—; Él les
enseñará la verdad plena. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 16, 5-11
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Ahora me voy al que
me envió, y ninguno de ustedes me pregunta: “¿Adónde vas?”. Sino
que, por haberles dicho esto, la tristeza les ha llenado el corazón. Sin
embargo, lo que les digo es la verdad: les conviene que yo me vaya;
porque si no me voy, no vendrá a ustedes el Espíritu Consolador.
19 MARTES
mayo
80

En cambio, si me voy, se lo enviaré a ustedes. Y cuando Él venga,


convencerá al mundo en lo referente al pecado, a la justicia y a la
condena. En lo referente al pecado, porque no creen en mí; en lo
referente a la justicia, porque me voy al Padre, y no me verán; en
lo referente al juicio, porque el Príncipe de este mundo ya ha sido
condenado». Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Concédenos, Señor, alegrarnos siempre por estos misterios pascuales
y que la actualización continua de tu obra redentora sea para nosotros
fuente de gozo incesante. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Lc 24, 46.26
Era necesario que el Mesías padeciera y resucitara de entre los
muertos, para así entrar en su gloria. Aleluya.
Oración después de la comunión
Escucha, Señor, nuestras oraciones, para que el santo intercambio
de nuestra redención nos sostenga durante la vida presente y nos
dé las alegrías eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.

D ios dame lo que necesito


y no lo que yo quiera;
dame la elocuencia para decir
lo que debo. Déjame ser
el mejor ejemplo para mis hijos;
déjame tu paz para que la
comparta con quien no la tenga.
Señor camina conmigo
y déjame saber que es así.
(C. Torres Pastorino)
81
Miércoles 20 de mayomayo
MARTES
19
VI SEMANA DE PASCUA
2. semana del Salterio - Blanco
a

Monición general
San Pablo conducido a Atenas, aprovecha su paso por esta
ciudad para llevar el anuncio de Jesús hasta el areópago; los
sabios que lo han escuchado con gran interés, cuando oyen que
Jesús ha resucitado de entre los muertos, se ríen de Pablo y lo
abandonan.
Solo el Espíritu Santo puede revelarnos el misterio escondido
en Jesús. Es el Espíritu quien nos ayuda a descubrir que Jesús
es Hijo de Dios, nuestro Salvador y nos hace participar de su
misma vida.
¡Gracias Jesús por prometernos y enviarnos tu Espíritu!

Antífona de entrada Sal 17, 50; 21, 23


Te daré gracias entre las naciones, Señor; contaré tu fama a mis
hermanos. Aleluya.
Oración colecta
Escucha, Señor, nuestra oración y concédenos que, así como
celebramos las fiestas de la resurrección de tu Hijo, merezcamos
también, cuando vuelva, alegrarnos con todos sus santos. Por
nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 17, 15.22—18, 1
En aquellos días, los que conducían a Pablo lo llevaron hasta Atenas,
y luego volvieron con la orden de que Silas y Timoteo se reuniesen
con Pablo lo más pronto posible.
Pablo, de pie en medio del Areópago, dijo: «Atenienses, por lo
que veo son en extremo religiosos. Porque, paseándome por ahí
y fijándome en sus monumentos sagrados, me encontré un altar
con esta inscripción: “Al Dios desconocido”. Pues bien, yo vengo
a anunciarles a ese Dios que ustedes adoran sin conocer. El Dios
que hizo el mundo y todo lo que hay en él, es Señor de cielo y
tierra y no habita en templos construidos por hombres, ni lo sirven
20 MIÉRCOLES
mayo
82

manos humanas; como si necesitara de alguien, él que a todos da


la vida, el aliento y todas las cosas. De un solo hombre sacó todo el
género humano para que habitara la tierra entera, determinando
las épocas de su historia y las fronteras de sus territorios. Quería
que lo buscasen a Él, a ver si, al menos a tientas, lo encontraban;
aunque no está lejos de ninguno de nosotros, pues en Él vivimos,
nos movemos y existimos; así lo dicen incluso algunos de sus
poetas: “Somos estirpe suya”.
Por tanto, si somos estirpe de Dios, no debemos pensar que
la divinidad se parezca a imágenes de oro o de plata o de piedra,
esculpidas por la destreza y la fantasía de un hombre. Dios pasa
por alto aquellos tiempos de ignorancia, pero ahora manda a
todos los hombres en todas partes que se conviertan. Porque tiene
señalado un día en que juzgará el universo con justicia, por medio
del hombre designado por Él; y ha dado a todos la prueba de
esto, resucitándolo de entre los muertos». Al oír «resurrección de
muertos», unos lo tomaban a broma, otros dijeron: «De esto te
oiremos hablar en otra ocasión».
Así fue como Pablo se alejó de ellos. Algunos se unieron a él
y creyeron, entre ellos Dionisio el areopagita, una mujer llamada
Dámaris y algunos más. Después de esto, dejó Atenas y se fue a
Corinto. Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 148, 1-2.11-14
R . Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Alaben al Señor en el cielo, alaben al Señor en lo alto. Alábenlo,
todos sus ángeles; alábenlo, todos sus ejércitos.R.
Reyes y pueblos del orbe, príncipes y jefes del mundo, los jóvenes y
también las doncellas, los viejos junto con los niños.R.
Alaben el nombre del Señor, el único nombre sublime. Su majestad
sobre el cielo y la tierra.R.
Él acrece el vigor de su pueblo. Alabanza de todos sus fieles, de
Israel, su pueblo escogido.R.
83 MIÉRCOLES
mayo 20
Aclamación antes del Evangelio Jn 14, 16
Aleluya. Le pediré al Padre que les dé otro Defensor, que esté
siempre con ustedes. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 16, 12-15
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Muchas cosas me
quedan por decirles, pero ustedes no las pueden comprender por
ahora; cuando venga Él, el Espíritu de la verdad los guiará hasta la
verdad plena. Pues no hablará por su cuenta, sino que hablará lo
que oiga y les comunicará lo que está por venir. Él me glorificará,
porque recibirá de lo mío y se lo comunicará a ustedes. Todo lo que
es del Padre es mío. Por eso les he dicho que tomará de lo mío y se
lo anunciará a ustedes». Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Oh, Dios, que nos haces partícipes de tu única y suprema divinidad
por el admirable intercambio de este sacrificio, concédenos alcanzar
en una vida santa la realidad que hemos conocido en ti. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Jn 15, 16.19
Dice el Señor: «Yo los he escogido sacándolos del mundo y los
he destinado para que vayan y den fruto y su fruto permanezca».
Aleluya.
Oración después de la comunión
Asiste, Señor, a tu pueblo y haz que pasemos del antiguo pecado a
la vida nueva los que hemos sido alimentados con los sacramentos
del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
21 MIÉRCOLES
mayo Jueves 21 de mayo
84

VI SEMANA DE PASCUA
2. semana del Salterio - Blanco
a

Monición general
Pablo, rechazado en Atenas sigue anunciando a Jesús con ardor.
Y cuando también los judíos lo rechazan, se dirige a los gentiles
y no descansará hasta llevar el Evangelio a todos. En el corazón
de Pablo hay tres llamas ardientes: Cristo, su Evangelio y la
humanidad.
Ya Jesús había anunciado que todos sus discípulos recorre-
ríamos su mismo camino: de rechazo, de muerte y resurrección;
pero no habrá nada en el mundo que pueda arrebatarnos la
alegría de estar con Jesús y seguirlo.
¡La Eucaristía, que ahora celebramos nos ofrece y confirma
en esta alegría!

Antífona de entrada Sal 67, 8-9


Oh, Dios, cuando salías al frente de tu pueblo, guiándolos y acam-
pando con ellos, la tierra tembló, el cielo destiló. Aleluya.
Oración colecta
Oh, Dios, que das parte a tu pueblo en tu obra redentora, concédenos
vivir siempre la alegría de la resurrección del Señor. Él, que vive y
reina contigo.
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 18, 1-8
En aquellos días, Pablo dejó Atenas y se fue a Corinto. Allí encontró a
un tal Aquila, judío natural del Ponto, y a su mujer Priscila; habían
llegado hacía poco de Italia, porque Claudio había decretado
que todos los judíos abandonasen Roma. Se juntó con ellos y,
como ejercía el mismo oficio, se quedó a trabajar en su casa; eran
tejedores de lona. Todos los sábados discutía en la sinagoga,
esforzándose por convencer a judíos y griegos.
Cuando Silas y Timoteo bajaron de Macedonia, Pablo se
dedicó enteramente a predicar, sosteniendo ante los judíos que
Jesús es el Mesías. Como ellos se oponían y respondían con
85 JUEVES
mayo 21
insultos, Pablo se sacudió la ropa en señal de protesta y les dijo:
«Ustedes son responsables de lo que les ocurra, yo no tengo
culpa. En adelante me voy con los paganos». Se marchó de allí y
se fue a casa de Ticio Justo, hombre temeroso de Dios, que vivía
al lado de la sinagoga.
Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su
familia; también otros muchos corintios que escuchaban creían y se
bautizaban. Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 97, 1-4
R . El Señor revela a las naciones su victoria.
Canten al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas; su
diestra le ha dado la victoria, su santo brazo.R.
El Señor da a conocer su victoria, revela a las naciones su justicia:
se acordó de su misericordia y su fidelidad en favor de la casa de
Israel.R.
Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro
Dios. Aclama al Señor, tierra entera; griten, vitoreen, toquen.R.

Aclamación antes del Evangelio Jn 14, 18


Aleluya. No los dejaré huérfanos —dice el Señor—; me voy y volveré
a ustedes, y se alegrará su corazón. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 16, 16-20
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Dentro de poco ya no
me verán, pero un poco más tarde me volverán a ver». Comentaron
entonces algunos discípulos: «¿Qué significa eso de “dentro de poco
ya no me verán, pero un poco más tarde me volverán a ver”, y eso de
“me voy al Padre”?». Y se preguntaban: «¿Qué significa ese “poco”?
No entendemos lo que dice».
Comprendió Jesús que querían preguntarle algo y les dijo:
«¿Están discutiendo de eso que les he dicho: “Dentro de poco ya no
21 JUEVES
mayo
86

me verán, pero un poco más tarde me volverán a ver”? Pues sí, les
aseguro que ustedes llorarán y se lamentarán; mientras el mundo
estará alegre, ustedes estarán tristes; pero su tristeza se convertirá
en alegría». Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Suban hasta ti, Señor, nuestras súplicas con la ofrenda del sacrificio,
para que, purificados por tu bondad, nos preparemos para el
sacramento de tu inmenso amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Mt 28, 20
Sepan que yo estoy con ustedes todos los días, hasta el final de los
tiempos. Aleluya.
Oración después de la comunión
Dios todopoderoso y eterno, que en la resurrección de Jesucristo nos
has renovado para la vida eterna, multiplica en nosotros los frutos
del Misterio pascual e infunde en nuestros corazones la fortaleza del
alimento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.

D ios nos disciplina como padre, el trato que nos da


para llevarnos por sus caminos es siempre correcto
y justo, adecuado a la situación que estamos viviendo
en cada momento, porque Él es el pedagogo intachable.
Su sabiduría infinita le permite conocer a la perfección,
sin el mínimo error y sin ninguna probabilidad
de equivocarse, cual es la situación
de cada persona, sus puntos fuertes y débiles,
el grado de voluntad o decisión con que esta
dispuesto a enfrentarse a las situaciones
que le aparten de Él y le conduzcan
por el camino del mal.
(Maximiliano Calvo Ariño)
87
Viernes 22 de mayo
JUEVES
mayo 21
VI SEMANA DE PASCUA
Santa Rita de Casia (ML) - 2.a semana del Salterio - Blanco

Monición general
Pablo lleva el anuncio de Jesús también a la gran Corinto dispersa
y libertina. Allí el Señor se le aparece, lo confirma en su misión
y le asegura que estará con él donde quiera que vaya. Esta será
la fuerza de Pablo en la persecución y sufrimiento, es Jesús que
actúa y sufre en él y con él.
Esta linda experiencia ya Jesús la había anunciado a los
discípulos: Él una vez resucitado, habitará en el corazón de quien
pone su confianza en Él y es tal la alegría y la fuerza que Él
nos da, que ningún sufrimiento podrá acobardarnos. Si acepto a
Jesús de corazón Él es quien sufre en mí y actúa a través de mí.
¡Que así sea para todos nosotros!

Antífona de entrada Ap 5, 9-10


Señor, con tu sangre has adquirido para Dios hombres de toda tribu,
lengua, pueblo y nación; y has hecho de ellos para nuestro Dios un
reino de sacerdotes. Aleluya.
Oración colecta
Escucha, Señor, nuestras oraciones, para que se complete en todo lugar,
por la fuerza del Evangelio, lo que fue prometido como fruto de la acción
santificadora de tu Verbo, y lo anunciado por la predicación de la verdad
nos obtenga la plenitud de la adopción filial. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 18, 9-18
Estando Pablo en Corinto, una noche le dijo el Señor en una visión:
«No temas, sigue hablando y no te calles, que yo estoy contigo y nadie
se atreverá a hacerte daño; porque en esta ciudad hay un pueblo
numeroso que me está reservado». Pablo se quedó allí un año y medio,
explicándoles la palabra de Dios. Pero, siendo Galión procónsul de
Acaya, los judíos de común acuerdo se abalanzaron contra Pablo, lo
condujeron al tribunal y lo acusaron: «Este induce a la gente a dar a
Dios un culto contrario a la Ley». Iba Pablo a tomar la palabra, cuando
22 VIERNES
mayo
88

Galión dijo a los judíos: «Judíos, si se tratara de un crimen o de un


delito grave, sería razonable escucharlos con paciencia; pero si discuten
de palabras, de nombres y de asuntos de la ley judía, el asunto les
concierne a ustedes. Yo no quiero ser juez de estos asuntos». Y los hizo
salir del tribunal. Entonces agarraron a Sóstenes, jefe de la sinagoga,
y le dieron una paliza delante del tribunal. Galión no hizo caso. Pablo
se quedó allí algún tiempo; luego se despidió de los hermanos y se
embarcó para Siria con Priscila y Aquila. En Cencreas se afeitó la cabeza,
porque había hecho un voto. Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 46, 2-7
R . Dios es el rey del mundo.
Pueblos todos, aplaudan, aclamen a Dios con gritos de júbilo; porque
el Señor es sublime y terrible, emperador de toda la tierra.R.
Él nos somete los pueblos y nos sojuzga las naciones; Él nos escogió
por heredad suya: gloria de Jacob, su amado.R.
Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas:
toquen para Dios, toquen, toquen para nuestro Rey, toquen.R.

Aclamación antes del Evangelio Lc 24, 26


Aleluya. Era necesario que el Mesías padeciera y resucitara de entre
los muertos, para entrar en su gloria. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 16, 20-23a
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Les aseguro que
ustedes llorarán y se lamentarán; mientras el mundo estará alegre,
ustedes estarán tristes; pero su tristeza se convertirá en alegría. La
mujer, cuando va a dar a luz, siente tristeza, porque ha llegado su
hora; pero, en cuanto da a luz al niño, ni se acuerda de la angustia,
por la alegría que siente al ver que ha nacido un hombre en el
mundo. También ustedes ahora sienten tristeza; pero yo los volveré
a ver, y se alegrará su corazón, y nadie les quitará su alegría. Aquel
día no me preguntarán nada». Palabra del Señor.
89 VIERNES
mayo 22
Oración sobre las ofrendas
Acoge, Señor, en tu bondad las ofrendas de tu familia, para que,
bajo tu protección, no pierda los dones ya recibidos y alcance los
eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Rm 4, 25
Cristo, nuestro Señor, fue entregado por nuestros pecados y resucitó
para nuestra justificación. Aleluya.
Oración después de la comunión
Guarda, Señor, con tu amor constante a los que has salvado, para que
los redimidos por la pasión de tu Hijo se alegren con su resurrección.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.

T oda persona humana tiene un nombre,


no somos seres anónimos. Cada ser humano,
independientemente de su raza o religión,
tiene una forma especifica de ser invocado,
no es una cosa, sino una persona con un nombre
determinado. Gracias a que cada hombre tiene
un nombre, podemos entablar un verdadero diálogo,
nos podemos llamar y establecer relaciones
de fraternidad. Se llama por su nombre
a la persona amada. Ahora bien, Dios es el primero
que nos llama por nuestro nombre. Él se dirige
a cada uno de manera personal, y establece
una relación de amor con cada persona. Así pues,
el Señor también nos dice aquello que afirmaba
a su pueblo Israel: “No temas, que yo te he rescatado,
te he llamado por tu nombre. Tú eres mío” (Is 43,1).
(Carlos Rosell de Almeida)
22 VIERNES
mayo
90
90

Santa Rita de Casia


Nació en 1381, en Cascia. A pesar
de que quería consagrar su vida a
Dios y sus padres eran muy devotos,
desde joven la comprometieron en
matrimonio.
Rita sufrió terriblemente a
causa de su esposo que, por
su fe y su oración constante, al
final se convirtió. Tuvieron dos
hijos que murieron jóvenes por
enfermedad, poco después del
asesinato de su padre.
Al quedar sola, Rita quiso entrar
al monasterio de las madres Agustinas, pero no fue aceptada.
En un momento de intensa oración, el Señor milagrosamente la
introdujo dentro del monasterio y así fue admitida por las monjas
en su Comunidad.
Murió a causa de una grave y dolorosa enfermedad el 22 de
mayo de 1457. En virtud de los milagros debidos a su intercesión,
recibió el título de la «santa de los imposibles». Fue canonizada en
1900 por León XIII.

Testimonio de vida.
Santa Rita de Casia, la santa de lo imposible; fue una
hija obediente, esposa fiel, esposa maltratada; después del
matrimonio, su esposo demostró ser bebedor, mujeriego y
abusador.
Rita le fue fiel durante toda su vida de casada. Encontró su
fortaleza en Jesucristo, en una vida de oración, sufrimiento y
silencio. En ella Dios quiso darnos el ejemplo de una admirable
esposa, llena de virtud, aun en las circunstancias más
difíciles; además fue madre, viuda, religiosa, estigmatizada y
santa incorrupta. Santa Rita lo experimentó todo, pero llegó a
la santidad porque en su corazón reinaba Jesucristo.
Santa Rita de Casia, por el amor divino que consumió tu
Corazón, intercede por las familias en riesgo.
91
Sábado 23 de mayo
VIERNES
mayo 22
VI SEMANA DE PASCUA
2. semana del Salterio - Blanco
a

Monición general
Mientras Pablo recorre los pueblos animando la fe de los cris-
tianos, llega a Éfeso Apolo, hombre sabio, que aunque aún no
pertenece a la comunidad, está fascinado por Cristo y lo proclama
con convicción y entusiasmo como el Mesías esperado.
Todo esto acontece porque ya Jesús está junto al Padre y
como nos lo había prometido está intercediendo continuamente
por nosotros. Todo lo que pedimos en nombre de Jesús, el Padre
nos lo da con cariño porque lo ve a Él en nosotros.
¡Felices de ser en Jesús hijos de Dios, iniciemos la Eucaristía!

Antífona de entrada 1 P 2, 9
Pueblo adquirido por Dios, anuncien las proezas del que los llamó
de las tinieblas a su luz maravillosa. Aleluya.
Oración colecta
Instruye siempre, Señor, nuestros corazones con las buenas obras,
para que, orientándonos hacia lo mejor, aspiremos a disfrutar
plenamente el Misterio pascual. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 18, 23-28
Pasado algún tiempo en Antioquía, emprendió Pablo otro viaje y
recorrió Galacia y Frigia, animando a los discípulos.
Llegó a Éfeso un judío llamado Apolo, natural de Alejandría,
hombre elocuente y muy versado en la Escritura. Lo habían instruido
en el camino del Señor, y era muy entusiasta; aunque no conocía más
que el bautismo de Juan, exponía la vida de Jesús con mucha exactitud.
Apolo se puso a hablar públicamente en la sinagoga. Cuando
lo oyeron Priscila y Aquila, lo llevaron con ellos y le explicaron
con más detalle el camino de Dios. Decidió pasar a Acaya, y los
hermanos lo animaron y escribieron a los discípulos de allí que lo
recibieran bien. Su presencia, con la ayuda de la gracia, contribuyó
23 SÁBADO
mayo
92

mucho al provecho de los creyentes, pues refutaba vigorosamente


en público a los judíos, demostrando por medio de la Escritura que
Jesús es el Mesías. Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 46, 2-3.8-10
R . Dios es el rey del mundo.
Pueblos todos, aplaudan, aclamen a Dios con gritos y júbilo; porque
el Señor es sublime y terrible, emperador de toda la tierra.R.
Porque Dios es el rey del mundo: toquen con maestría. Dios reina
sobre las naciones, Dios se sienta en su trono sagrado.R.
Los príncipes de los paganos se reúnen con el pueblo del Dios
de Abrahán; porque de Dios son los grandes de la tierra, y él es
excelso. R.
Aclamación antes del Evangelio Jn 16, 28
Aleluya. Salí del Padre y he venido al mundo, otra vez dejo el mundo
y me voy al Padre. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 16, 23b-28
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Yo les aseguro que
todo lo que pidan al Padre en mi nombre, él se lo dará. Hasta
ahora no han pedido nada en mi nombre; pidan y recibirán, para
que la alegría de ustedes sea completa. Les he hablado de esto
en parábolas; pero ahora ya no lo haré así, sino que les hablaré
claramente del Padre. Aquel día ustedes pedirán en mi nombre y no
será necesario que yo ruegue al Padre por ustedes, ya que el mismo
Padre los ama, porqua ustedes me aman y han creído que yo salí de
Dios. Salí del Padre y he venido al mundo, otra vez dejo el mundo y
me voy al Padre». Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Te pedimos, Señor, que, en tu bondad, santifiques estos dones,
aceptes la ofrenda de este sacrificio espiritual y nos transformes en
oblación perenne. Por Jesucristo, nuestro Señor.
93 SÁBADO
mayo 23
Antífona de comunión Jn 17, 24
Padre, este es mi deseo: que los que me has dado estén conmigo
donde yo estoy y contemplen mi gloria, la que me diste. Aleluya.
Oración después de la comunión
Señor, después de recibir el don sagrado del sacramento, te pedimos
humildemente que nos haga crecer en el amor lo que tu Hijo nos
mandó realizar en memoria suya. Él, que vive y reina por los siglos
de los siglos.

La Amazonia debería ser también un lugar de diálogo social,


especialmente entre los distintos pueblos originarios, para
encontrar formas de comunión y de lucha conjunta. Los demás
estamos llamados a participar como “invitados” y a buscar
con sumo respeto caminos de encuentro que enriquezcan a la
Amazonia. Pero si queremos dialogar, deberíamos hacerlo ante
todo con los últimos. Ellos no son un interlocutor cualquiera a
quien hay que convencer, ni siquiera son uno más sentado en
una mesa de pares. Ellos son los principales interlocutores, de los
cuales tenemos que aprender, y a quienes tenemos que
escuchar por un deber de justicia, y a
quienes debemos pedir permiso para
presentar nuestras propuestas. [...]
El diálogo no solamente debe
privilegiar la opción preferencial
por la defensa de los pobres,
marginados y excluidos, sino que
los respeta como protagonistas.
(Exhortación apostólica postsinodal
Querida amazonia,
papa Francisco).
23 DOMINGO
mayo Domingo 24 de mayo
94

ASCENSIÓN DEL SEÑOR (S)


VII semana de Pascua - Propio del Salterio - Blanco

Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra


Hch 1, 1-11; Sal 46, 2-3.6-9; Ef 1, 17-23; Mt 28, 16-20

En una serie de pasos, los Hechos de los Apóstoles nos ofrece el


sentido de esta gran fiesta. Ante todo, resume la vida del Señor Jesús
en dos palabras: hizo y enseñó. Estos verbos recogen toda la actividad
salvadora del Señor e incluyen los grandes acontecimientos de su
vida desde su nacimiento hasta su muerte y su resurrección, así como
sus signos salvadores. Pero, además, en su enseñanza, su palabra nos
reveló su misión como realización de la voluntad salvadora del Padre.
Luego describe la experiencia que los discípulos tienen con el
Señor resucitado, en el contexto de una comida. Jesús les pide a
los discípulos que no se alejen de Jerusalén, para que se cumpla
la promesa del Padre y reciban el Espíritu. Sumergidos en el
poder divino del Espíritu, recibirán una misión que sería imposible
cumplir sin que en ellos actúe la fuerza salvadora del mismo Dios.
Sin embargo, los discípulos no comprenden la misión porque
aún albergan esperanzas nacionalistas. Recién en Pentecostés se
les abrirá los ojos y entenderán a qué los envía Jesús. Habrá una
irradiación que los llevará hasta los últimos confines, pues la misión
no termina en ellos; Jesús y su Iglesia durarán por los siglos.
El Señor sube al cielo y entra en el misterio de Dios, no espacial
ni temporal sino uno y eterno, mientras, los discípulos quedan en la
tierra, en la cotidianidad de la vida. Es preciso que tomen conciencia
de ello y se abran al mundo nuevo en que el Señor los ha introducido;
se dispongan a recorrer caminos y a llevar la Buena Nueva a todos
con hechos y palabras. Los hechos dan autenticidad y verdad a las
palabras, y estas iluminan el sentido de los hechos. Los discípulos
no sustituyen a Jesús en la misión; Él es el Enviado: está presente en
ellos, los ilumina y fortalece en su tarea.
95 DOMINGO
mayo 24
Así, la Ascensión culmina la fase terrena de la presencia de Dios.
Es el momento en que Jesús entrega a su Iglesia, representada por
los discípulos y María, su propia misión. Ellos la acogen y la realizarán
con el poder que Él les confiere y con la mirada puesta en el mundo
que espera. Por ello, la Ascensión marca el compromiso para la
Iglesia: continuar la misión de Jesús hasta el final de los tiempos y
a todos los lugares; y confiere solidez a nuestra esperanza: por el
bautismo somos parte de su Cuerpo y nos lleva al Padre con Él.
La carta a los Efesios nos invita a acoger la esperanza a la que
nos llama, la riqueza de gloria que da a los santos. Esos santos
somos los bautizados, los que creemos en la eficacia de su fuerza
poderosa. Esa esperanza no es una ilusión sino una certeza que se
funda en que el Padre resucitó a Jesús y lo sentó a su derecha. A
esa gloria Jesús nos llama y nos conduce. La tarea que Jesús nos
confía es ir por el mundo y hacer discípulos, consagrándolos a la
Trinidad, mediante el bautismo, enseñándoles a guardar lo que nos
ha mandado. Y sus palabras nos llenan de gozo y seguridad: Estoy
con ustedes todos los días hasta el fin. Tenemos que aprender a
descubrir su presencia activa y eficaz en la oración, en la Palabra,
en los sacramentos, que son su acción salvadora en nosotros; en
todos los hermanos, especialmente en los más necesitados, en
quienes nos pide ser reconocido, servido y amado.
Asumamos con gozo esa misión que nos engrandece porque nos
hace servidores de Dios en el mundo. Empecemos por conocerla y
vivirla con responsabilidad. Al darnos a su Hijo, el Padre nos ha hecho
hijos suyos en Él; y quiere que vivamos siendo santos e irreprochables
como Él por el amor. Para encontrar destinatarios de nuestra
misión, nos basta mirar alrededor y preguntarnos cómo podemos
testimoniarlo ante nuestros familiares y compañeros. Edifiquemos con
ellos un mundo donde se viva y se sienta el amor incomparable de
Dios. Él cree en nosotros y nos confía lo más amado que tiene: su Hijo,
para que lo acojamos y manifestemos en nuestra vida; y nos da su
Espíritu para que podamos cumplir esa misión. Amén.
24 DOMINGO
mayo
96

Monición general
Celebramos con alegría la Ascensión del Señor al cielo donde está
sentado a la derecha del Padre, mientras sigue vivo en la historia
través de la Iglesia. Incorporados en su Cuerpo glorioso y participes
de su filiación divina, somos los continuadores de su misión
salvadora. Que la participación en la Eucaristía reavive en nosotros
esta incomparable realidad, y nos llene de renovado entusiasmo
para cumplir con alegría la hermosa misión que Él nos ha confiado.
¡Con el gozo de sentirnos Iglesia, iniciemos nuestra Celebración!

Antífona de entrada Hch 1, 11


Galileos, ¿qué hacen ahí mirando al cielo? Volverá como lo han visto
marcharse al cielo. Aleluya.
Se dice el gloria.

Oración colecta
Dios todopoderoso, concédenos exultar santamente de gozo y
alegrarnos con religiosa acción de gracias, porque la ascensión
de Jesucristo, tu Hijo, es ya nuestra victoria, y adonde ya se ha
adelantado gloriosamente nuestra Cabeza, esperamos llegar
también los miembros de su cuerpo. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
En la primera lectura, Jesús encarga  a sus discípulos la misión
de proclamar la buena nueva de la salvación en todo el mundo,
luego, llenos de estupor le ven subir al cielo con su propio poder.
¡Escuchemos!

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 1,1-11


En mi primer libro, querido Teófilo, escribí acerca de todo lo que Jesús
hizo y enseñó, hasta el día en que ascendió al cielo, después de dar sus
instrucciones, por medio del Espíritu Santo, a los apóstoles que había
elegido. Se les presentó después de su pasión, dándoles numerosas
pruebas de que estaba vivo, y, apareciéndoseles durante cuarenta
días, les habló del reino de Dios. Mientras estaba comiendo con ellos,
les recomendó: «No se alejen de Jerusalén; aguarden que se cumpla
la promesa de mi Padre, de la que yo les he hablado. Juan bautizó
97 DOMINGO
mayo 24
con agua, dentro de pocos días ustedes serán bautizados con Espíritu
Santo». Ellos lo rodearon preguntándole: «Señor, ¿es ahora cuando vas
a restaurar el reino de Israel?». Jesús contestó: «No les toca a ustedes
conocer los tiempos o momentos que el Padre ha establecido con su
autoridad. Pero recibirán la fuerza del Espíritu Santo que descenderá
sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y
Samaria, y hasta los confines de la tierra». Dicho esto, lo vieron elevarse,
hasta que una nube lo ocultó de la vista de ellos. Mientras miraban
fijamente al cielo, viéndolo alejarse, se les presentaron dos hombres
vestidos de blanco, que les dijeron: «Galileos, ¿por qué permanecen
mirando al cielo? El mismo Jesús que los ha dejado para subir al cielo
volverá como lo han visto partir». Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 46, 2-3.6-9
R . Dios asciende entre aclamaciones; el Señor,
al son de trompetas.
Aplaudan pueblos todos, aclamen a Dios con gritos de júbilo; porque
el Señor es sublime y terrible, emperador de toda la tierra.R.
Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas;
toquen para Dios, toquen, toquen para nuestro Rey, toquen.R.
Porque Dios es el rey del mundo; toquen con maestría. Dios reina
sobre las naciones, Dios se sienta en su trono sagrado.R.

Segunda lectura
Para san Pablo, la glorificación de Jesús tiene su impacto en
una transformación real del hombre que inicia en la Iglesia, su
“Cuerpo” visible. A través de nosotros, Él continua su presencia
iluminadora y redentora en este mundo. ¡Escuchemos con fe!

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 1, 17-23


Hermanos: Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la
gloria, les conceda espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo
plenamente. Ilumine los ojos de su corazón, para que comprendan
ustedes cuál es la esperanza a la que los llama, la riqueza de gloria
que da en herencia a los santos, y la extraordinaria grandeza de su
24 DOMINGO
mayo
98

poder con que Él obra en nosotros, los que creemos, por la eficacia
de su fuerza poderosa que desplegó en Cristo, resucitándolo de
entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo, por encima
de todo principado, potestad, fuerza y dominación, y por encima de
todo nombre conocido, no solo en este mundo, sino en el futuro. Y
todo lo puso bajo sus pies, constituyéndolo cabeza suprema de la
Iglesia. Ella es su cuerpo, plenitud de Aquel que llena completamente
todas las cosas. Palabra de Dios.
Aclamación antes del Evangelio Mt 28, 19-20
Aleluya. Vayan y hagan discípulos en todos los pueblos —dice el
Señor—; yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del
mundo. Aleluya.

Santo Evangelio
El Evangelio nos presenta el encuentro final de Jesús con sus
discípulos a quienes envía a bautizar y anunciar el Evangelio en
todo el mundo. Este envío es dirigido a nosotros, sus discípulos
de hoy. ¡Con corazón dócil acojamos su palabra!

Conclusión del santo Evangelio según san Mateo 28, 16-20


R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte
que Jesús les había indicado. Al verlo, lo adoraron, pero algunos
dudaban. Acercándose a ellos, Jesús les dijo: «Se me ha dado pleno
poder en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, y hagan discípulos en
todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo
99 DOMINGO
mayo 24
y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que les he
mandado. Y sepan que yo estoy con ustedes todos los días, hasta el
fin del mundo». Palabra del Señor.
Se dice el credo.
Oración universal
Hermanos, Jesús está en la presencia de Dios, su Padre, e intercede por
nosotros. Por eso, digamos confiadamente: R. Te lo pedimos, Señor.
1. Para que el papa, obispos, sacerdotes y fieles trabajemos juntos para
llevar adelante la tarea que Jesús nos ha confiado. Oremos. R.
2. Para que nuestro país sea la casa común de todos y lo construyamos
todos desde el respeto y la igualdad. Oremos. R.
3. Para que nuestros jóvenes atraídos por el testimonio de nuestra
fe adhieran de corazón al Señor y colaboren en la construcción de
la comunidad. Oremos. R.
4. Para que los consagrados y agentes de pastoral sean reflejo vivo
de Cristo en medio de nosotros. Oremos. R.
5. Por los difuntos de nuestras familias y de la parroquia (nombres…) pa-
ra que pronto puedan participar en la gloria del Señor. Oremos. R.
6. Por nosotros aquí presentes nos comprometamos con alegría
en la misión de anunciar a Jesús con nuestro tetimonio y nuesto
compromiso. Oremos. R.
Señor Jesucristo, que glorificado a la derecha del Padre intercedes
por nosotros, acoge nuestras oraciones y haz que un día gocemos
contigo de la gloria. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Oración sobre las ofrendas
Te presentamos ahora, Señor, el sacrificio para celebrar la admirable
ascensión de tu Hijo; concédenos, por este sagrado intercambio,
elevarnos hasta las realidades del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I de la Ascensión del Señor
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios
24 DOMINGO
mayo
100

todopoderoso y eterno. Porque Jesús, el Señor, el rey de la gloria,


vencedor del pecado y de la muerte, ha ascendido [hoy], ante el
asombro de los ángeles a lo más alto de los cielos, como Mediador
entre Dios y los hombres, como Juez del mundo y Señor del universo.
No se ha ido para desentenderse de nuestra pobreza, sino que
nos precede el primero como cabeza nuestra, para que nosotros,
miembros de su Cuerpo, vivamos con la ardiente esperanza de
seguirlo en su reino. Por eso, con esta efusión de gozo pascual, el
mundo entero se desborda de alegría, y también los coros celestiales,
los ángeles y los arcángeles, cantan el himno de tu gloria diciendo
sin cesar: Santo, Santo, Santo...
Antífona de comunión Mt 28,20
Sepan que yo estoy con ustedes todos los días, hasta el final de los
tiempos. Aleluya.
Oración después de la comunión
Dios todopoderoso y eterno, que, mientras vivimos aún en la tierra,
nos concedes gustar los divinos misterios, te rogamos que el afecto
de nuestra piedad cristiana se dirija allí donde nuestra condición
humana está contigo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Bendición solemne
Dios todopoderoso, por medio de su Hijo, que ascendió hoy a lo
alto de los cielos y les abrió el camino para seguirle hasta su reino,
los colme de bendiciones.R. Amén.
Jesucristo, que después de su resurrección se manifestó visiblemente
a sus discípulos, se les manifieste también como Juez benigno
cuando vuelva para juzgar al mundo.R. Amén.
Y a quienes confiesan que está sentado a la derecha del Padre les
conceda la alegría de sentir que, según su promesa, está con ustedes
todos los días hasta el fin del mundo.R. Amén.
Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo +, y Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y los acompañe siempre.R. Amén.
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Lunes 25 de mayo
DOMINGOGO
mayo 25
VII SEMANA DE PASCUA
3.a semana del Salterio - Blanco

Monición general
Pablo encuentra en Éfeso un grupo de convertidos, que después
de ser instruidos en la fe reciben el bautismo y, el Espíritu Santo
se revela en ellos con dones extraordinarios.
También nosotros recibimos el Espíritu Santo en el bautismo;
es Él quien nos da el valor para afrontar las dificultades en
nuestro seguimiento del Señor. Cuando Jesús nos invita a contar
con su victoria para no desfallecer ante las dificultades, tiene
presente “nuestro renacer en el Espíritu”. Su obra salvadora es
inseparable del Espíritu Santo.
¡Señor danos tu Espíritu!

Antífona de entrada Hch 1, 8


Recibirán la fuerza del Espíritu Santo que va a venir sobre ustedes, y
serán mis testigos hasta el confín de la tierra. Aleluya.
Oración colecta
Llegue a nosotros, Señor, la fuerza del Espíritu Santo, para que po-
damos cumplir fielmente tu voluntad y demos testimonio con una
conducta santa. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 19, 1-8
Mientras Apolo estaba en Corinto, Pablo atravesó la región montañosa
y llegó a Éfeso. Allí encontró a algunos discípulos y les preguntó:
«Cuando ustedes abrazaron la fe, ¿recibieron el Espíritu Santo?».
Contestaron: «Ni siquiera hemos oído decir que hay un Espíritu Santo».
Pablo les volvió a preguntar: «Entonces, ¿qué bautismo recibieron?».
Respondieron: «El bautismo de Juan». Pablo les dijo: «El bautismo de
Juan era signo de conversión, y él decía al pueblo que creyesen en el
que iba a venir después, es decir, en Jesús». Al oír esto, se bautizaron
en el nombre del Señor Jesús; cuando Pablo les impuso las manos,
descendió sobre ellos el Espíritu Santo, y se pusieron a hablar en
lenguas y a profetizar. Eran en total unos doce hombres.
25 LUNES
mayo
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Pablo fue a la sinagoga y durante tres meses habló en público


del reino de Dios, tratando de persuadirlos. Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 67, 2-7
R. Reyes de la tierra, canten a Dios.
Se levanta Dios, y se dispersan sus enemigos, huyen de su presencia
los que lo odian; como el humo se disipa, se disipan ellos; como se
derrite la cera ante el fuego, así perecen los impíos ante Dios.R.
En cambio, los justos se alegran, gozan en la presencia de Dios,
rebosando de alegría. Canten a Dios, toquen en su honor, su nombre
es el Señor.R.
Padre de huérfanos, protector de viudas, Dios vive en su santa
morada. Dios prepara casa a los desvalidos, libera a los cautivos y
los enriquece.R.

Aclamación antes del Evangelio Col 3, 1


Aleluya. Ya que han resucitado con Cristo, busquen los bienes de
allá arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios. Aleluya.

Lectura del santo Evangelio según san Juan 16, 29-33


R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, dijeron los discípulos a Jesús: «Ahora sí que hablas
claro y sin parábolas. Ahora conocemos que lo sabes todo y no
necesitas que te pregunten; por esto creemos que tú has salido de
Dios». Les contestó Jesús: «¿Ahora creen? Miren: se acerca la hora,
ya ha llegado, en que ustedes se dispersarán cada uno por su lado
y a mí me dejarán solo. Pero no estoy solo, porque el Padre está
conmigo. Les he hablado de esto, para que encuentren la paz en mí.
En el mundo tendrán que sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al
mundo». Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Este sacrificio santo nos purifique, Señor, y derrame en nuestras
almas la fuerza divina de tu gracia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
103 LUNES
mayo 25
Antífona de comunión Jn 14, 18; 16, 22
No les dejaré huérfanos, dice el Señor; volveré a ustedes y se alegrará
su corazón. Aleluya
Oración después de la comunión
Asiste, Señor, a tu pueblo y haz que pasemos del antiguo pecado a
la vida nueva los que hemos sido alimentados con los sacramentos
del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

C uando se perdona, Dios lo acepta,


porque comprende y entiende que todos
han cometido errores. ¿Se ha puesto a pensar cómo
perdona Dios? Al instante, libre y completamente,
cuando usted se perdona, Dios también le perdona;
olvida todo, le vuelve a dar cobijo y lo acoge
como hijo que ha vuelto a la vida. Si usted todavía
se lastima recordando heridas o adicciones,
regañándose por el daño que hizo, recordando
a las personas que le dañaron; siento decirle que
todavía no se ha perdonado y Dios espera que
se perdone completamente para que encuentre
el propósito de su vida, aquel que Dios le ha dado
para que su vida tenga un profundo significado.
Entréguese por completo a Dios.
(Hugo Padilla Jiménez).
25 LUNES
mayo
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104

Sta. María Magdalena de Pazzi


Nació en Florencia, Italia, en el año 1556.
Perteneció a la familia de los Pazzi, familia
que dio a la nación famosos políticos y
militares; y a la Iglesia Católica una de sus
más grandes santas.
Mostró desde muy niña inclinación por la
vida religiosa por lo que ingresó al convento
de las Carmelitas. Hizo su profesión de los
tres votos: pobreza, castidad y obediencia
antes de las demás novicias, a causa de
una grave enfermedad que la llevó casi a la muerte.
El 25 de mayo del año 1607, al morir quedó bella y sonrosada.
Tenía apenas 41 años. Su cuerpo se conserva todavía incorrupto
en el convento carmelita de Florencia donde vivió.

Testimonio de vida.
Cuando Magdalena era trasladada a la enfermería después
de hacer sus tres votos; tuvo un primer éxtasis que le duró
más de una hora. Su rostro apareció radiante y repetía entre
sollozos: "Oh amor de Dios que no eres conocido ni amado:
¡cuán ofendido estás!". En los cuarenta días siguientes
tuvo inmensas consolaciones espirituales y recibió gracias
extraordinarias.
Desde entonces crecía en su corazón el deseo de sufrir por
Cristo y por la conversión de los pecadores.
Cuando una religiosa le preguntó ¿cómo podía soportar sus
dolores sin proferir una sola palabra de impaciencia?, ella
respondió: "Pensando y meditando en los sufrimientos que
Jesucristo padeció en su santísima Pasión y Muerte. Quien
mira las heridas de Jesús crucificado y medita en sus dolores,
adquiere un gran valor para sufrir sin impacientarse y vive todo
por amor a Dios".
Magdalena abrazando su crucifijo decía: "Oh Jesús mío,
concédeme palabras eficaces para convencer al mundo de
que tu amor es grande y verdadero y que nuestro egoísmo es
engañoso y tramposo"
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Martes 26 de mayo
MARTES
mayo 26
SANTA MARIANA DE JESÚS PAREDES (F)
VII semana de Pascua - 3.a semana del Salterio - Blanco

Monición general
Con honda alegría hacemos memoria de santa Mariana de Jesús
quien viviendo en extrema pobreza, sigue siendo hoy como ayer una
voz profética de denuncia y protesta ante la idolatría del dinero.
Al celebrar su memoria, la liturgia nos hace proyectar la mirada
hacia los cielos y la tierra nueva que Dios tiene preparados para
todos; y así no nos apeguemos a los bienes de este mundo. Para
ello nos recuerda las palabra consoladora de Jesús que declara
felices a los que se hacen pequeños por el reino de los cielos.
Señor, líbranos de los apegos que nos roban la paz.

Antífona de entrada
Ven, esposa de Cristo, recibe la corona que el Señor te ha preparado
desde la eternidad.
Se dice el gloria.
Oración colecta
Oh, Dios, que entre los halagos del mundo hiciste florecer a santa
Mariana de Jesús como lirio entre espinas, por su virginal pureza y
continua penitencia, concédenos, te rogamos, que, por sus méritos
e intercesión, merezcamos tenerte siempre con nosotros, creciendo
continuamente en tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del libro del Apocalipsis 21, 1-5a
Yo, Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo
y la primera tierra han pasado, y el mar ya no existe. Y vi la ciudad
santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, enviada por Dios,
arreglada como una novia que se adorna para su esposo. Y escuché
una voz potente que decía desde el trono: «Esta es la morada de
Dios con los hombres: acampará entre ellos. Ellos serán su pueblo,
y Dios estará con ellos y será su Dios. Enjugará las lágrimas de sus
ojos. Ya no habrá muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor». Y el que estaba
sentado en el trono dijo: «Todo lo hago nuevo». Palabra de Dios.
26 MARTES
mayo
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O bien:
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 4, 4-9
Hermanos: Estén siempre alegres en el Señor; les repito, estén alegres.
Que su bondad la conozca todo el mundo. El Señor está cerca.
Nada les preocupe; sino que, en toda ocasión, en la oración
y súplica con acción de gracias, sus peticiones sean presentadas a
Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo juicio, custodiará sus
corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.
Finalmente, hermanos, todo lo que es verdadero, noble, justo,
puro, amable, laudable, todo lo que es virtud o mérito, ténganlo en
cuenta. Y lo que han aprendido, recibido, oído, visto en mí, pónganlo
por obra. Y el Dios de la paz estará con ustedes. Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 44, 11-12.14-17
R. Llega el Esposo; salgan a recibir a Cristo, el Señor.
Escucha, hija, mira: inclina el oído, olvida tu pueblo y la casa paterna;
prendado está el rey de tu belleza: póstrate ante él, que él es tu señor.R.
Ya entra la princesa, bellísima, vestida de perlas y brocado; la llevan
ante el rey, con séquito de vírgenes, la siguen sus compañeras.R.
Las traen entre alegría y algazara, van entrando en el palacio real. A
cambio de tus padres, tendrás hijos, que nombrarás príncipes por
toda la tierra.R.

Aclamación antes del Evangelio Mt 11, 25


Aleluya. Bendito seas, padre, Señor de cielo y tierra, porque has
revelado los secretos del reino a la gente sencilla. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 11, 25-30
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, exclamó Jesús: «Te doy gracias, Padre, Señor
de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y
entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así
te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie
107 MARTES
mayo 26
conoce al Hijo más que el padre, y nadie conoce al Padre sino el
Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
Vengan a mí todos los que estén cansados y agobiados, y yo los
aliviaré. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy manso y
humilde de corazón, y encontrarán su descanso. Porque mi yugo es
llevadero y mi carga ligera». Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Señor, al proclamarte admirable en santa Mariana de Jesús, virgen,
suplicamos humildemente a tu majestad que, así como te agradaron
sus méritos, aceptes de igual modo nuestro servicio. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Antífona de comunión Lc 10, 42
Esta virgen prudente ha escogido la parte mejor y no le será quitada.
Oración después de la comunión
Señor, Dios nuestro, alimentados por la participación en estos dones
divinos, te pedimos que, a ejemplo de santa Mariana de Jesús,
llevando en nuestro cuerpo la muerte de Jesús, nos esforcemos por
unirnos solamente a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.

En otros lugares
VII SEMANA DE PASCUA
3.a semana del Salterio - Blanco

Antífona de entrada Ap 1, 17-18


Yo soy el primero y el último, el viviente; estuve muerto pero, ya ves,
estoy vivo por los siglos de los siglos. Aleluya.
Oración colecta
Dios todopoderoso y rico en misericordia, te pedimos que el Espíritu
Santo, con su venida, se digne habitar en nosotros y nos convierta
en templos de su gloria. Por nuestro Señor Jesucristo.
26 MARTES
mayo
108

Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 20, 17-27
En aquellos días, Pablo desde Mileto, mandó llamar a los presbíteros
de la Iglesia de Éfeso. Cuando estos se presentaron, les dijo: «Ustedes
saben que todo el tiempo que he estado aquí, desde el día que por
primera vez puse pie en Asia, he servido al Señor con toda humildad
y con muchas lágrimas, en medio de las pruebas a que fui sometido
por las insidias de los judíos. Ustedes saben que no he omitido nada
que pudiera serles útil, les he predicado y enseñado en público y en
privado, insistiendo a judíos y griegos a que se conviertan a Dios y
crean en nuestro Señor Jesús.
Y ahora me dirijo a Jerusalén, como encadenado por el Espíritu.
No sé lo que me espera allí, solo sé que el Espíritu Santo, de ciudad en
ciudad, me asegura que me aguardan cárceles y sufrimientos. Pero a
mí no me importa la vida; lo que me importa es terminar mi carrera y
cumplir el ministerio que recibí del Señor Jesús: ser testigo del Evangelio,
de la gracia de Dios. He pasado por aquí predicando el reino, y ahora sé
que ninguno de ustedes me volverá a ver.
Por eso declaro hoy que no soy responsable de la suerte de nadie:
nunca me he reservado nada; les he anunciado enteramente el plan de
Dios». Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 67, 10-12.20-21
R. Reyes de la tierra, canten a Dios.
Derramaste en tu heredad, oh Dios, una lluvia copiosa, aliviaste la
tierra extenuada; y tu rebaño habitó en la tierra que tu bondad, oh
Dios, preparó para los pobres.R.
Bendito el Señor cada día, Dios lleva nuestras cargas, es nuestra
salvación. Nuestro Dios es un Dios que salva, el Señor Dios nos hace
escapar de la muerte.R.
Aclamación antes del Evangelio Jn 14, 16
Aleluya. Le pediré al Padre que les dé otro Defensor, que esté
siempre con ustedes. Aleluya.
109 MARTES
mayo 26
Lectura del santo Evangelio según san Juan 17, 1-11a
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, dijo: «Padre, ha
llegado la hora, glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique y,
por el poder que tú le has dado sobre toda carne, dé la vida eterna a
todos los que le confiaste. Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti,
único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo. Yo te he glorificado
sobre la tierra, he terminado la obra que me encomendaste. Y ahora,
Padre, glorifícame cerca de ti, con la gloria que yo tenía cerca de ti
antes que el mundo existiese.
He manifestado tu nombre a los hombres que me diste de en medio
del mundo. Tuyos eran, y tú me los diste, y ellos han guardado tu palabra.
Ahora han conocido que todo lo que me diste procede de ti; porque yo
les he comunicado las palabras que tú me diste, y ellos las han recibido,
y han conocido verdaderamente que yo salí de ti, y han creído que tú me
has enviado. Te ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que
tú me diste, porque son tuyos. Sí, todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y en
ellos he sido glorificado. Ya no voy a estar más en el mundo, pero ellos
están en el mundo, mientras yo voy a ti». Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Acepta las súplicas de tus fieles, Señor, juntamente con estas
ofrendas, para que lleguemos a la gloria del cielo mediante esta
piadosa celebración. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Jn 14, 26
El Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien se
lo enseñe todo y les vaya recordando todo lo que les he dicho, dice
el Señor. Aleluya.
Oración después de la comunión
Señor, después de recibir el don sagrado del sacramento, te
pedimos humildemente que nos haga crecer en el amor lo que
tu Hijo nos mandó realizar en memoria suya. Él, que vive y reina
por los siglos de los siglos.
26 MARTES
mayo
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Sta. Mariana de Jesús


Nacida en Quito el 31 de octubre de 1618.
Al morir sus padres siendo todavía muy
niña, quedó bajo el cuidado de su hermana
mayor y su esposo.
Desde muy niña se entregó en su propia
casa a la oración y a la penitencia bajo
la dirección de un sacerdote jesuita. El
apellido de Jesús se lo impuso ella misma
al entrar en la Tercera Orden de Penitencia
de San Francisco de Asís.
Falleció en Quito el 26 de mayo de 1645, fue proclamada
"Heroína Nacional" por la Asamblea Constituyente de 1946,
beatificada el 7 de octubre de 1850 por el Papa Pío IX y canonizada
por Pío XII el 9 de julio de 1950. Sus restos reposan en la iglesia
de la Compañía de Jesús.

Testimonio de vida.
De Santa Mariana se dice que sus penitencias "fueron mayores
de las que su débil cuerpo pudiera tolerar; pero, sin embargo,
en ella no se dieron los fenómenos extraordinarios que suelen
darse en la vida de otros santos. Se destacó por la asistencia
a los enfermos y desgraciados.
En 1645 un terremoto destruyó la ciudad de Riobamba,
y Quito se veía amenazada por las constantes réplicas, que
hacían presagiar un peor desastre; y la ciudad estaba afectada
por terribles epidemias de difteria y sarampión, que cobraba
numerosas vidas.
El cuarto domingo de Cuaresma de 1645, después de la
homilía del celebrante y las súplicas que éste hacía a Dios para
que cesara la peste. Mariana exclamó en voz alta: "¡Oh, Dios
mío! te ofrezco mi vida por mi pueblo".
Desde entonces comenzó a ceder la peste, y ese mismo
día, Mariana cayó enferma de un extraño mal que le provocó
la muerte dos meses después, tenía 26 años de edad. Los
quiteños creyeron que Dios había aceptado su vida por la
salvación del pueblo.
111
Miércoles 27 de mayomayo
MIÉRCOLES
27
VII SEMANA DE PASCUA
3.a semana del Salterio - Blanco

Monición general
La primera lectura nos deja ver el tierno encuentro de despedida
de Pablo y los ancianos de Éfeso; como un padre, Pablo les
advierte que muchos intentarán robarles el tesoro de la fe y los
invita a permanecer fieles al Señor.
También Jesús se despide de sus discípulos dejando en el cora-
zón del Padre lo que desea para ellos: que sean unidos en el amor;
conserven y proclamen su palabra; vivan en el mundo sin ser del
mundo y acepten los sufrimientos que acompañarán su misión. ¿Cuál
de estos rasgos de la comunidad cristiana necesitamos vivir mejor?
¡Señor, haznos fieles a tu voluntad!

Antífona de entrada Sal 46, 2


Pueblos todos, batan palmas, aclamen a Dios con gritos de júbilo.
Aleluya.
Oración colecta
Dios misericordioso, concede a tu Iglesia, congregada por el Espíritu
Santo, entregarse a ti de todo corazón y mantenerse unida con
voluntad sincera. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 20, 28-38
En aquellos días, decía Pablo a los presbíteros de la Iglesia de Éfeso:
«Tengan cuidado de ustedes y de todo el rebaño que el Espíritu
Santo les ha encargado guardar, como pastores de la Iglesia de Dios,
que él adquirió con su propia sangre. Ya sé que, cuando los deje,
se meterán entre ustedes lobos feroces, que no tendrán piedad
del rebaño. Incluso algunos de ustedes deformarán la doctrina y
arrastrarán a los discípulos. Por eso, estén alertas: acuérdense que
durante tres años, de día y de noche, no he cesado de aconsejar
con lágrimas en los ojos a cada uno en particular. Ahora les dejo
en manos de Dios y de su palabra de gracia, que tiene poder para
construir el edificio y darles parte en la herencia de todos los que
27 MIÉRCOLES
mayo
112

han sido santificados. A nadie le he pedido dinero, oro ni ropa. Bien


saben que estas manos han ganado lo necesario para mí y mis
compañeros. Siempre les he enseñado que es nuestro deber trabajar
para socorrer a los necesitados, acordándonos de las palabras del
Señor Jesús: ‘‘Hay más dicha en dar que en recibir’’». Cuando terminó
de hablar, se pusieron todos de rodillas, y oró junto a ellos. Todos se
pusieron a llorar y, abrazando a Pablo, lo besaban afectuosamente;
apenados sobre todo porque les había dicho que ya no volverían a
verlo. Y lo acompañaron hasta el barco. Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 67, 29-30.33-36
R . Reyes de la tierra, canten a Dios.
Oh Dios, despliega tu poder, tu poder, oh Dios, que actúa a favor
nuestro. A tu templo de Jerusalén traigan los reyes su tributo.R.
Reyes de la tierra, canten a Dios, toquen para el Señor, que avanza
por los cielos, los cielos antiquísimos, que lanza su voz, su voz
poderosa: «Reconozcan el poder de Dios».R.
Sobre Israel resplandece su majestad, y su poder, sobre las nubes.
¡Dios sea bendito!R.

Aclamación antes del Evangelio Jn 17, 17


Aleluya. Tu palabra, Señor, es verdad; conságranos en la verdad.
Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 17, 11b-19
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, oró diciendo:
«Padre santo, guarda en tu nombre a los que me diste, para que
sean uno como nosotros. Cuando estaba con ellos, yo los guardaba
en tu nombre y los custodiaba, y ninguno se perdió, sino el hijo de
la perdición, para que se cumpliera la Escritura. Ahora voy a ti, y digo
esto en el mundo para que tengan en sí mismos mi alegría colmada.
Yo les he dado tu palabra, y el mundo los ha odiado porque no
son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que
113 MIÉRCOLES
mayo 27
los retires del mundo, sino que los guardes del mal. Ellos no son
del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Conságralos en la
verdad: tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así los
envío yo también al mundo. Y por ellos me consagro yo, para que
también se consagren ellos en la verdad». Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Acepta, Señor, el sacrificio establecido por ti y, por estos santos
misterios que celebramos en razón de nuestro ministerio, perfecciona
en nosotros como conviene la obra santificadora de tu redención.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Jn 15, 26-27
Cuando venga el Paráclito, que les enviaré, el Espíritu de la verdad,
que procede del Padre, él dará testimonio de mí, y ustedes darán
testimonio, dice el Señor. Aleluya.
Oración después de la comunión
La participación en este divino sacramento nos colme siempre de tu
gracia, Señor, y, al purificarnos con su fuerza, nos haga cada vez más
dignos de este gran regalo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

A lo largo de la Sagrada Escritura, aprendemos


la malicia de la envidia y como esta lleva a buscar
el mal del prójimo. El primer envidioso es el diablo.
“Porque Dios creo al hombre para la incorruptibilidad,
le hizo imagen de su misma naturaleza;
mas por envidia del diablo entró la muerte en el mundo
y la experimentan los que le pertenecen” (Sb 2,23-24).
San Agustín dice: la envidia es “el pecado diabólico por
excelencia” sabemos pues que Caín mató a Abel por envidia
(cf. Gn 4,3-8). El rey Saúl desagradó a Dios por tenerle envidia
a David e incluso intentó matarlo (cf. 1S18,6-16;19,8-10)
(P. Carlos Rosell De Almeida)
27 MIÉRCOLES
mayo
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San Felipe Neri


Nació en Florencia, en 1515. A los 16 años,
a pesar de su formación humanística, fue
enviado a ayudar en los negocios a un primo de
su padre, en San Germano. Por su diligencia,
su pariente determinó hacerle heredero. Pero
él rechazó su protección y las riquezas porque
le impedían dedicarse a Dios.
En Roma, se hospedó en casa de un paisano
suyo. Luego, por inspiración divina, se dedicó a la reevangelización
de la ciudad con tanto celo que fue llamado «Apóstol de Roma», el
tercero después de Pedro y Pablo. En 1551, fue ordenado sacerdote y
trabajó incansablemente por los muchachos de la calle invitándoles a
reuniones, exhortándolos a la conversión.
Es el fundador de la Hermandad del Pequeño Oratorio. Falleció el 26
de mayo de 1595. Fue beatificado por Paulo V en 1615 y canonizado por
Gregorio XV en 1622.

Testimonio de vida.
El ejemplo de la vida y muerte heroica de San Francisco Javier
movió a Felipe a ofrecerse como voluntario para las misiones;
pero después de varios días de oración, Dios le hizo comprender
que su “India” sería Roma. Felipe dedicó a Roma toda su atención.
Su mayor preocupación era el libertinaje de la ciudad en ocasión
de los carnavales antes de cuaresma. Felipe propuso la santa
diversión de visitar siete iglesias de la ciudad, orando, cantando
y con un almuerzo al aire libre.
Felipe tuvo muchos éxitos pero también gran oposición: Fue
acusado de formar una secta, y se le prohibió confesar y tener
reuniones y peregrinaciones. Su pronta y completa obediencia
edificó a sus simpatizantes. El santo comprendía que era Dios quien
le probaba y que la solución era la oración. En cierta ocasión, la
Santísima Virgen se le apareció y lo curó de una dolencia en la
vesícula. Felipe casi había perdido el conocimiento, y de repente se
incorporó, abrió los brazos y exclamó: "¡Mi hermosa Señora! ¡Mi santa
Señora!". El médico que le asistía lo tomó por el brazo, pero Felipe le
dijo: "Dejadme abrazar a mi Madre que ha venido a visitarme".
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Jueves 28 de mayo mayo

VII SEMANA DE PASCUA


3.a semana del Salterio - Blanco

Monición general
Los Hechos nos cuentan cómo Pablo, durante el proceso que lo
llevará a Roma lugar de su martirio, aprovechando hábilmente
las divisiones que existen entre fariseos y saduceos, proclama
con entusiasmo su fe en Jesús Resucitado.
Y en su oración sacerdotal, Jesús extiende su mirada hacia
todos los que creeríamos en Él, y suplica al Padre que nos
incluya a todos en esa unidad divina que hay entre los Dos. De
este modo, participando en esta Corriente divina todos podamos
vivir la experiencia incomparable de sentirnos amados por Dios
como hijos; y amarnos entre nosotros con el amor del Señor.
¡Gracias Jesús por tu inmenso amor!

Antífona de entrada Hb 4, 16
Comparezcamos confiados ante el trono de la gracia, para alcanzar
misericordia y encontrar gracia para un auxilio oportuno. Aleluya.
Oración colecta
Te suplicamos, Señor, que tu Espíritu infunda con tal fuerza sus dones
en nosotros, que nos conceda un corazón que te agrade y, propicio,
nos haga conformes a tu voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 22, 30; 23, 6-11
En aquellos días, queriendo el tribuno poner en claro de qué
acusaban a Pablo los judíos, mandó desatarlo, ordenó que se
reunieran los sumos sacerdotes y el Sanedrín en pleno, bajó a Pablo
y lo presentó ante ellos. Pablo sabía que una parte del Sanedrín eran
fariseos y otra saduceos, y gritó: «Hermanos, yo soy fariseo, hijo de
fariseo, y me juzgan porque espero la resurrección de los muertos».
Apenas dijo esto, se produjo un altercado entre fariseos y saduceos
y la asamblea quedó dividida. Porque los saduceos sostienen que no
hay resurrección, ni ángeles, ni espíritus, mientras que los fariseos
admiten todo esto. Se armó un griterío, y algunos escribas del partido
28 JUEVES
mayo
116

fariseo se pusieron en pie afirmando enérgicamente: «Nosotros no


encontramos ningún delito en este hombre; ¿y si le ha hablado un
espíritu o un ángel?». Y como el altercado se hacía cada vez más
violento, el tribuno, temiendo que hicieran pedazos a Pablo, mandó
bajar a la tropa para sacarlo de allí y llevárselo al cuartel. La noche
siguiente, el Señor se le presentó y le dijo: «¡Ánimo! Lo mismo que
has dado testimonio a favor mío en Jerusalén tienes que darlo en
Roma». Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 15, 1-2.7-11
R . Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti; yo digo al Señor: «Tú
eres mi bien». El Señor es la parte de mi herencia y mi copa; mi
suerte está en tu mano.R.
Bendeciré al Señor, que me aconseja, hasta de noche me instruye
internamente. Tengo siempre presente al Señor, con él a mi derecha
no vacilaré.R.
Por eso se me alegra el corazón, se gozan mis entrañas, y mi carne
descansa serena. Porque no me entregarás a la muerte, ni dejarás a
tu fiel conocer la corrupción.R.
Me enseñarás el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu
presencia, de alegría perpetua a tu derecha.R.
Aclamación antes del Evangelio Jn 17, 21
Aleluya. Que todos sean uno, como tú, Padre, en mí, y yo en ti,
para que el mundo crea que tú me has enviado —dice el Señor—.
Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 17, 20-26
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, oró diciendo:
«Padre santo, no ruego solamente por ellos, sino también por los
que, gracias a su palabra, creerán en mí. Que todos sean uno, como
tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en
117 JUEVES
mayo 28
nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. También
les di a ellos la gloria que me diste, para que sean uno, como nosotros
somos uno: yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectamente
uno, de modo que el mundo crea que tú me has enviado y que
los has amado a ellos como me has amado a mí. Padre, este es mi
deseo: que los que me confiaste estén conmigo donde yo estoy
para que contemplen mi gloria, la que me has dado, porque ya me
amabas antes de la creación del mundo. Padre justo, si el mundo no
te ha conocido, yo te he conocido, y ellos han conocido que tú me
has enviado. Les he dado a conocer y les daré a conocer tu nombre,
para que el amor con que tú me has amado esté en ellos, como
también yo estoy en ellos». Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Te pedimos, Señor, que, en tu bondad, santifiques estos dones,
aceptes la ofrenda de este sacrificio espiritual y nos transformes en
oblación perenne. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Jn 16,7
Les digo la verdad: les conviene que yo me vaya; porque si no me
voy, no vendrá a ustedes el Paráclito, dice el Señor. Aleluya.
Oración después de la comunión
Te pedimos, Señor, que el sacramento recibido nos ilumine con su
luz y nos transforme con su participación, para que merezcamos
alcanzar los dones espirituales. Por Jesucristo, nuestro Señor.

T res veces rogué al Señor que me librara, pero Él me dijo:


«Te basta mi gracia; porque mi poder se manifiesta en la
debilidad». Mejor, me preciaré de mis debilidades, para que resida
en mí la fuerza de Cristo. Por eso acepto con gusto lo que me toca
sufrir por Cristo: enfermedades, humillaciones, necesidades…
Cuando me siento débil, entonces es cuando soy fuerte.
(2Co 12,8-10)
29 JUEVES
mayo Viernes 29 de mayo
118

VII SEMANA DE PASCUA


3.a semana del Salterio - Blanco

Monición general
El libro de los Hechos, cuenta la conversación que Festo pro-
curador romano y el rey Agripa tienen sobre Pablo el prisionero
acusado por los sumos sacerdotes que ha apelado al Cesar. ¡El
apóstol, en Roma, dará su vida por Cristo!
El amor a Cristo será también la causa que llevará a Pedro
hasta Roma donde será crucificado por el Señor. La manifestación
extrema del amor es la entrega de la propia vida. Así fue para
Jesús, los apóstoles y lo será también para nosotros.
¡Señor, me cuesta tanto perder algo de mí mismo por el otro,
quiero aprender a amar como Tú amas, enséñame a ser feliz!

Antífona de entrada Ap 1, 5-6


Cristo nos amó y nos ha lavado nuestros pecados con su sangre, y
nos ha hecho reino y sacerdotes para Dios, su Padre. Aleluya.
Oración colecta
Oh Dios, que, por la glorificación de Cristo y la luz del Espíritu Santo,
nos has abierto el acceso a la vida eterna, haz que la participación
en tanta gracia nos mueva a dedicarnos con mayor empeño a tu
servicio y a vivir con mayor plenitud las riquezas de la fe. Por nuestro
Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 25, 13-21
En aquellos días, el rey Agripa llegó a Cesarea con Berenice para
saludar a Festo, y se entretuvieron allí bastantes días. Festo expuso al
rey el caso de Pablo, diciéndole: «Tengo aquí un preso, que ha dejado
Félix; cuando fui a Jerusalén, los sumos sacerdotes y los ancianos
judíos presentaron acusación contra él, pidiendo su condena. Les
respondí que no es costumbre romana entregar a un hombre por las
buenas; primero el acusado tiene que carearse con sus acusadores,
para que tenga ocasión de defenderse. Vinieron conmigo a Cesarea,
y sin ninguna demora, al día siguiente me senté en el tribunal y
119 VIERNES
mayo 29
mandé traer a este hombre. Pero cuando los acusadores tomaron la
palabra, no adujeron ningún cargo grave de los que yo sospechaba;
se trataba solo de ciertas discusiones acerca de su religión y de un
tal Jesús que murió, y que Pablo sostiene que está vivo. Yo, perdido
en semejante discusión, le pregunté si quería ir a Jerusalén a que lo
juzgase allí. Pero, como Pablo ha apelado, pidiendo que lo deje en la
cárcel, para que decida el emperador, he dado orden de tenerlo en
prisión hasta que pueda remitirlo al César». Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 102, 1-2.11-12.19-20
R . El Señor puso en el cielo su trono.
Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser a su santo nombre. Bendice,
alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios.R.
Como se levanta el cielo sobre la tierra, se levanta su bondad sobre
sus fieles; como dista el oriente del ocaso, así aleja de nosotros
nuestros delitos.R.
El Señor puso en el cielo su trono, su soberanía gobierna el universo.
Bendigan al Señor, ángeles suyos, poderosos ejecutores de sus
órdenes.R.

Aclamación antes del Evangelio Jn 14, 26


Aleluya. El Espíritu Santo será quien les enseñe todo y les irá
recordando todo lo que les he dicho. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 21, 15-19
R. Gloria a ti, Señor.
Habiéndose aparecido Jesús a sus discípulos, después de comer con
ellos, dice a Simón Pedro: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que
estos?». Él le contestó: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero». Jesús le
dice: «Apacienta mis corderos». Por segunda vez le pregunta: «Simón,
hijo de Juan, ¿me amas?». Él le contesta: «Sí, Señor, tú sabes que te
quiero». Él le dice: «Pastorea mis ovejas». Por tercera vez le pregunta:
«Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?». Se entristeció Pedro de que le
preguntara por tercera vez si lo quería y le contestó: «Señor, tú conoces
29 VIERNES
mayo
120

todo, tú sabes que te quiero». Jesús le dice: «Apacienta mis ovejas. Te lo


aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías;
pero, cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará
adonde no quieras». Esto lo dijo aludiendo a la muerte con que iba a
glorificar a Dios. Dicho esto, añadió: «Sígueme». Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Mira, Señor, con misericordia, las ofrendas de tu pueblo y, para que
sean aceptables a ti, haz que la venida del Espíritu Santo purifique
nuestras almas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Jn 16, 13
Cuando venga el Espíritu de la verdad les guiará hasta la verdad
plena, dice el Señor. Aleluya.
Oración después de la comunión
Oh, Dios, tus sacramentos nos purifican y alimentan; concédenos
que la participación inmerecida en ellos nos obtenga la vida eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

E spíritu Santo, sin ti no hay vida que valga la


pena. Por eso, desde mis dudas, temores, cansancios
y debilidades quiero invocarte. Ven, Espíritu Santo,
ven a fortalecer lo que esta débil en mí, ven a sanar
lo que está enfermo en mí, transfórmame, restáurame,
renuévame, con tu acción íntima y fecunda. Te suplico
que vengas a sanarme del egoísmo, de la comodidad,
del individualismo. Libérame de las esclavitudes que
enfrían mi entusiasmo misionero, para que pueda
evangelizar con alegría y coraje inagotable.
(Monseñor Víctor Manuel Fernández)
121
Sábado 30 de mayo
VIERNES
mayo 29
VII SEMANA DE PASCUA
3.a semana del Salterio - Blanco

Monición general
La liturgia de hoy sigue poniendo ante nuestros ojos el testimonio
luminoso de Pedro y Pablo las columnas más fuertes sobre las
cuales está apoyada nuestra fe cristiana. Es este un don precioso
para nosotros en este día de la gran vigilia de Pentecostés.
Estos dos grandes apóstoles son la expresión viva de la
transformación que el Espíritu Santo puede realizar en un ser
humano: Hacernos capaces de tener los mismos sentimientos,
actitudes y acciones de Cristo.
¡Espíritu Santo ven, queremos ser como Jesús!

Antífona de entrada Hch 1, 14


Los discípulos perseveraban unánimes en la oración, junto con algu-
nas mujeres y María, la madre de Jesús, y con sus hermanos. Aleluya.
Oración colecta
Concédenos, Dios todopoderoso, a los que hemos celebrado las
fiestas de Pascua, conservarlas, por tu gracia, en las costumbres y en
la vida. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 28, 16-20.30-31
Cuando llegamos a Roma, le permitieron a Pablo vivir por su cuenta en
una casa, con un soldado que lo vigilase. Tres días después, convocó a
los judíos principales; cuando se reunieron, les dijo:
«Hermanos, estoy aquí preso sin haber hecho nada contra
el pueblo ni las tradiciones de nuestros padres; en Jerusalén me
entregaron a los romanos. Me interrogaron y querían ponerme en
libertad, porque no encontraban nada que mereciera la muerte; pero
como los judíos se oponían, tuve que apelar al César; sin querer por
esto acusar a mi pueblo.
Por este motivo he querido verles y hablarles; pues por la
esperanza de Israel llevo encima estas cadenas». Vivió allí dos
30 SÁBADO
mayo
122

años enteros por sus propios medios, recibiendo a todos los que
acudían, predicándoles el reino de Dios y enseñando lo que se
refiere al Señor Jesucristo con toda libertad, sin encontrar ningún
obstáculo. Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 10, 4-5.7
R . Los buenos verán tu rostro, Señor.
El Señor está en su templo santo, el Señor tiene su trono en el
cielo; sus ojos están observando, sus pupilas examinan a los
hombres.R.
El Señor examina a inocentes y culpables, y al que ama la violencia él
lo odia. Porque el Señor es justo y ama la justicia: los buenos verán
su rostro.R.
Aclamación antes del Evangelio Jn 16, 7.13
Aleluya. Les enviaré el Espíritu de la verdad —dice el Señor—; él les
enseñará la verdad plena. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 21, 20-25
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Pedro, volviéndose, vio que lo seguía el discípulo
a quien Jesús tanto quería, el mismo que durante la cena se había
reclinado sobre el pecho de Jesús y le había preguntado: «Señor,
¿quién es el que te va a entregar?». Al verlo, Pedro dice a Jesús:
«Señor, y este ¿qué?». Jesús le contesta: «Si quiero que se quede
hasta que yo venga, ¿a ti qué? Tú sígueme».
Entonces se empezó a correr entre los hermanos el rumor de
que ese discípulo no moriría. Pero no le dijo Jesús que no moriría,
sino: «Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué?». Este
es el discípulo que da testimonio de todo esto y lo ha escrito; y
nosotros sabemos que su testimonio es verdadero.
Muchas otras cosas hizo Jesús. Si se escribieran una por una,
pienso que en todo el mundo no cabrían los libros que pudieran
escribirse. Palabra del Señor.
123 SÁBADO
mayo 30
Oración sobre las ofrendas
Te pedimos, Señor, que la venida del Espíritu Santo prepare nuestras
almas con los sacramentos divinos, porque él mismo es el perdón de
todos los pecados. Por Jesucristo nuestro Señor.
Antífona de comunión Jn 16, 14
El Espíritu Santo me glorificará, porque recibirá de lo mío y se lo
anunciará, dice el Señor. Aleluya.
Oración después de la comunión
Asiente compasivo, Señor, a nuestras súplicas, para que, abando-
nada la vieja condición, nos renovemos con el alma santificada,
como nos has hecho pasar de los antiguos sacramentos a los
nuevos. Por Jesucristo nuestro Señor.

MISA DE LA VIGILIA DE PENTECOSTÉS

Antífona de entrada Rm 5, 5; 8, 11
El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el
Espíritu Santo que habita en nosotros. Aleluya.
Se dice el gloria.

Oración colecta
Dios todopoderoso y eterno, que has querido que el Misterio
pascual se actualizase bajo el signo sagrado de los cincuenta
días, haz que los pueblos dispersos en la diversidad de lenguas se
congreguen, por los dones del cielo, en la única confesión de tu
nombre. Por nuestro Señor Jesucristo.
O bien:
Dios todopoderoso, brille sobre nosotros el resplandor de tu glo-
ria y que tu luz fortalezca, con la iluminación del Espíritu Santo,
los corazones de los renacidos por tu gracia. Por nuestro Señor
Jesucristo.
30 SÁBADO
mayo
124

Primera lectura
Lectura del libro del Génesis 11, 1-9
Después del diluvio, toda la tierra hablaba la misma lengua y
empleaba las mismas palabras. Al emigrar los hombres de oriente,
encontraron una llanura en el país de Senaar y se establecieron allí.
Y se dijeron unos a otros: «Vamos a fabricar ladrillos y a cocerlos
al fuego». Emplearon ladrillos en vez de piedras, y asfalto en vez
de cemento. Y dijeron: «Vamos a construir una ciudad y una torre
cuya cúspide alcance al cielo, para hacernos famosos, y para no
dispersarnos por la superficie de la tierra».
El Señor bajó a ver la ciudad y la torre que estaban construyendo
los hombres; y se dijo: «Son un solo pueblo con un mismo lenguaje.
Si esto no es más que el comienzo de su actividad, nada de lo
que decidan hacer les resultará imposible. Voy a bajar a confundir
su lenguaje, de modo que no se entiendan entre sí». El Señor los
dispersó por la superficie de la tierra y cesaron de construir la ciudad.
Por eso se llama Babel, porque allí confundió el Señor el lenguaje
de todo el mundo, y desde allí los dispersó por toda la superficie de
la tierra. Palabra de Dios.
O bien:
Lectura del libro del Éxodo 19, 3-8a.16-20
En aquellos días, Moisés subió a encontrarse con Dios. El Señor lo
llamó desde la montaña, diciendo: «Así dirás a la descendencia de
Jacob, y esto anunciarás a los hijos de Israel:
“Ya han visto lo que he hecho con los egipcios, y cómo a ustedes
los he llevado sobre alas de águila y los he traído a mí. Ahora, pues,
si de veras escuchan mi voz y guardan mi alianza, ustedes serán mi
propiedad exclusiva entre todos los pueblos, porque mía es toda
la tierra; serán para mí un reino de sacerdotes y una nación santa”.
Estas son las palabras que has de decir a los hijos de Israel».
Moisés convocó a los ancianos del pueblo y les expuso todo lo
que el Señor le había mandado. Todo el pueblo, a una, respondió:
125 SÁBADO
mayo 30
«Haremos todo cuanto ha dicho el Señor». Al tercer día, al rayar el
alba, hubo truenos y relámpagos y una densa nube sobre la montaña
y se oyó un poderoso resonar de trompeta; y todo el pueblo que
estaba en el campamento se estremeció de temor.
Moisés hizo salir al pueblo del campamento para ir al
encuentro de Dios y todos se detuvieron al pie de la montaña.
Todo el Sinaí humeaba, porque el Señor había descendido sobre
él en forma de fuego. Subía humo como de un horno, y toda
la montaña retemblaba con violencia. El sonar de la trompeta
se hacía cada vez más fuerte; Moisés hablaba, y el Señor le
respondía con el trueno. El Señor bajó a la montaña del Sinaí,
a la cumbre de la montaña, y ordenó a Moisés que subiera a la
montaña. Palabra de Dios.
O bien:

Lectura de la profecía de Ezequiel 37, 1-14


En aquellos días, la mano del Señor se posó sobre mí y, con su
Espíritu, el Señor me sacó y me colocó en medio de un valle todo
lleno de huesos. Me hizo dar vueltas y vueltas en torno a ellos: eran
innumerables sobre la superficie del valle y estaban completamente
secos. Me preguntó: «Hijo de hombre, ¿podrán revivir estos
huesos?». Yo respondí: «Señor, tú lo sabes». Él me dijo: «Profetiza
un oráculo sobre estos huesos y diles: “¡Huesos secos, escuchen la
palabra del Señor! Así dice el Señor a estos huesos: Yo mismo traeré
sobre ustedes espíritu, y vivirán. Pondré sobre ustedes tendones,
haré crecer sobre ustedes carne, extenderé sobre ustedes piel, les
infundiré espíritu, y vivirán. Y sabrán que yo soy el Señor”».
Yo profeticé como me había ordenado y, mientras yo
profetizaba, se produjo un temblor, y los huesos se juntaron unos
con otros. Me fijé en ellos: tenían encima tendones, la carne había
crecido, y la piel los recubría; pero no tenían espíritu.
Entonces me dijo: «Conjura al espíritu, profetiza, hijo de
hombre, y di al espíritu: “Así dice el Señor: Ven, espíritu, ven de los
30 SÁBADO
mayo
126

cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos para que revivan”».


Yo profeticé como él me había ordenado; y el espíritu penetró
en ellos, y así revivieron y se pusieron en pie. Era una multitud
innumerable.
Luego el Señor me dijo: «Hijo de hombre, estos huesos son el
pueblo de Israel, que dice: “Nuestros huesos están secos, nuestra
esperanza se ha desvanecido, estamos destrozados”. Por eso,
profetiza y diles: “Así dice el Señor: Yo mismo abriré sus sepulcros,
y los haré salir de sus sepulcros, pueblo mío, y los traeré a la tierra
de Israel. Y, cuando abra sus sepulcros y los saque de sus sepulcros,
pueblo mío, sabrán que yo soy el Señor. Les infundiré mi espíritu, y
vivirán; los colocaré en su tierra y sabrán que yo, el Señor, lo digo
y lo hago”». Oráculo del Señor. Palabra de Dios.
O bien:

Lectura de la profecía de Joel 3, 1-5


Así dice el Señor: «Derramaré mi Espíritu sobre todos los hombres:
profetizarán sus hijos e hijas, sus ancianos tendrán sueños, sus
jóvenes verán visiones. También sobre mis siervos y siervas
derramaré mi Espíritu en aquellos días. Haré prodigios en el cielo y
la tierra: sangre, fuego y columnas de humo. El sol se oscurecerá, y
la luna se pondrá como sangre, antes de que llegue el día del Señor,
día grande y terrible. Y todos los que invoquen el nombre del Señor
se salvarán. Porque en el monte de Sion y en Jerusalén se encontrará
refugio, como lo ha prometido el Señor, y entre los sobrevivientes
estarán los que llame el Señor». Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 103, 1-2.24.27-30
R. Envía tu Espíritu, Señor, y renueva la faz de la tierra.
Bendice, alma mía, al Señor: ¡Dios mío, qué grande eres! Te vistes de
belleza y majestad, la luz te envuelve como un manto.R.
Cuántas son tus obras, Señor, y todas las hiciste con sabiduría; la
tierra está llena de tus criaturas.R.
127 SÁBADO
mayo 30
Todos ellos aguardan a que les eches comida a su tiempo: se la
echas, y la atrapan; abres tu mano, y se sacian de bienes.R.
Les retiras el aliento, y expiran y vuelven a ser polvo; envías tu aliento,
y los creas, y renuevas la faz de la tierra.R.

Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 8, 22-27
Hermanos: Sabemos que hasta el presente la creación entera está
gimiendo toda ella con dolores de parto. Y no solo ella; también
nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos en
nuestro interior, aguardando la hora de ser hijos de Dios, la redención
de nuestro cuerpo. Porque en esperanza fuimos salvados. Y una
esperanza que se ve ya no es esperanza. Pues ¿cómo es posible
esperar una cosa que se ve? Cuando esperamos lo que no vemos,
aguardamos con perseverancia.
Pero además el Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad,
porque nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene; pero el
Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no se
pueden expresar. Y el que sondea los corazones sabe cuál es el
deseo del Espíritu, y que su intercesión a favor de los santos está de
acuerdo con la voluntad divina. Palabra de Dios.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya. Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y
enciende en ellos la llama de tu amor. Aleluya.
Santo Evangelio
Lectura del santo Evangelio según san Juan 7, 37-39
R. Gloria a ti, Señor.
El último día, el más solemne de las fiestas, Jesús, puesto en
pie, exclamó: «El que tenga sed, que venga a mí; el que cree en
mí, que beba. Como dice la Escritura: de sus entrañas brotarán
manantiales de agua viva». Decía esto refiriéndose al Espíritu que
30 SÁBADO
mayo
128

habían de recibir los que creyeran en él. Porque el Espíritu no


había sido dado todavía, pues Jesús aún no había sido glorificado.
Palabra del Señor.
Se dice el credo.

Oración sobre las ofrendas


Colma, Señor, estos dones con la acción santificadora de tu Espíritu,
para que se manifieste, por medio de ellos, aquel amor de tu Iglesia
que hace brillar en todo el mundo la verdad del misterio de la
salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Jn 7, 37
El último día de la fiesta, Jesús en pie gritó: «El que tenga sed, que
venga a mí y beba». Aleluya.
Oración después de la comunión
Estos dones que acabamos de recibir, Señor, nos sirvan de provecho,
para que nos inflame el mismo Espíritu que infundiste de modo
inefable en tus apóstoles. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Bendición solemne del Espíritu Santo
Dios, Padre de los astros, que [en el día de hoy] iluminó las mentes
de sus discípulos derramando sobre ellas el Espíritu Santo, los alegre
con sus bendiciones y los llene con los dones del Espíritu consolador.
R. Amén.
Que el mismo fuego divino, que de manera admirable se posó sobre
los apóstoles, purifique sus corazones de todo pecado y los ilumine
con la efusión de su claridad.R. Amén.
Y que el Espíritu que congregó en la confesión de una misma fe a los
que el pecado había dividido en diversidad de lenguas les conceda
el don de la perseverancia en esta misma fe, y así puedan pasar de
la esperanza a la plena visión.R. Amén.
Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo +, y Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y los acompañe siempre.R. Amén.
129
Domingo 31 de mayo mayo
DOMINGO
31
PENTECOSTÉS (S)
Propio del Salterio - Rojo

A los ocho días, llegó Jesús


Hch 2, 1-11; Sal 103, 1.24.29-31.34; 1 Co 12, 3b-7.12-13; Jn 20, 19-23

La venida del Espíritu sobre la Iglesia es la acción última de Cristo


resucitado. Antes de separarse de sus discípulos, les pidió esperar en
Jerusalén el momento en que serían invadidos por el poder divino del
Espíritu. Por eso, la obra salvadora no será fruto de sus capacidades
y esfuerzos sino del poder de Dios que actuará en ellos y por ellos.
Cincuenta días después de la Resurrección, como lo indica la palabra
Pentecostés, ciento veinte discípulos junto con María se congregan
como Iglesia y reciben el Espíritu de Dios, que se manifiesta con el
viento impetuoso y el fuego, como signos de la presencia divina. A
pesar de su debilidad, ellos son colmados, fortalecidos y capacitados
por el Espíritu para emprender la obra de Jesucristo.
De inmediato, el poder del Espíritu se deja sentir en toda la
ciudad. Peregrinos del mundo conocido habían llegado a Jerusalén
para celebrar la fiesta judía de Pentecostés. Ellos advierten que algo
nuevo está sucediendo entre los discípulos reunidos con Pedro. Se
rompen las barreras que separan a los hombres, como el idioma,
y todos pueden escuchar la Palabra de Dios: los oímos hablar de
las maravillas de Dios en nuestra propia lengua. Esas maravillas son
las grandes intervenciones de Dios a lo largo de la historia de la
salvación. La Encarnación es la mayor de todas ellas y María, en el
magníficat, las proclamó: el Poderoso ha hecho maravillas por mí.
Entre la Resurrección y el don del Espíritu en Pentecostés existe
una necesaria conexión. Pentecostés es el fruto de la Pascua. Por ese
motivo, el Señor infunde el Espíritu en sus discípulos el mismo día de
la resurrección. Es admirable el contraste entre el temor y la cobardía
de los discípulos, encerrados no solo en una habitación sino sobre
todo en sí mismos, y la fortaleza que los colma cuando Cristo les
31 DOMINGO
mayo
130

comunica su Espíritu. A partir de ahora salen de su encierro, vencen


sus temores y oscuridades, van por el mundo entero enviados por
Cristo, como Él por el Padre. Esa misión restablecerá la unión entre
Dios y el hombre y derribará la barrera del pecado, creando una
fraternidad universal por encima de intereses y discriminaciones de
cualquier índole.
Más tarde, san Pablo hace una lectura de la vida cristiana desde
el don del Espíritu. Advierte que nadie puede decir «Jesús es Señor»
ni establecer una relación verdadera con Él si no es bajo la acción
del Espíritu Santo. Descubrir en Jesús el ser divino que le merece el
título de Señor no es fruto del intelecto humano, sino del Espíritu
que nos ilumina y fortalece para entrar en su Misterio. Esta confesión
de fe nos vincula definitivamente con Dios y nos lleva a actuar en el
mundo como discípulos y misioneros de Jesús. Además, el Espíritu
Santo da cohesión a la Iglesia como comunidad humana. Él une
a los miembros en un único Cuerpo y nos hace experimentar esa
comunión de vida, como las partes del cuerpo humano, que es uno
y diverso. Entre todos sus miembros se da una auténtica sinergia, es
decir, cada uno aporta, desde su actividad particular, a un mismo fin:
la experiencia de la vida en fraternidad compartida.
La vida cristiana no es una experiencia abstracta, sino la
consecuencia inmediata de nuestra relación con los demás.
Cuando buscamos fundamentar la solidaridad sobre bases mera-
mente humanas, terminamos en confrontaciones, egoísmos y
discriminaciones. Solo reconociendo en el otro al hermano que Dios
pone en el camino, podemos compartir los dones que Él nos dio para
llevar a cabo su proyecto. Pentecostés es muestra de ello: hombres
que no se conocían llegaron a sentirse profundamente hermanados.
Hoy, Pentecostés debe hacernos tomar conciencia de nuestras mutuas
responsabilidades en la realización del proyecto de Dios sobre la
humanidad: somos hijos de Dios que caminamos juntos hacia el
Padre. En ocasiones, reunidos por la fe en grandes aglomeraciones,
sentimos que somos una fraternidad que trasciende toda diversidad.
131 DOMINGO
mayo 31
Monición general
Celebramos con honda alegría la solemnidad de Pentecostés. Hoy
el Espíritu Santo desciende sobre cada uno de nosotros y la
comunidad como descendió sobre María y los Apóstoles en el
cenáculo.
El Espíritu Santo quiere sanar hoy las heridas que llevamos en
el alma y hacernos sentir la alegría de estar con el Señor: Él hace
que tú y yo sintamos la muerte de Jesús como mi propia salvación;
y su resurrección, como mi nuevo nacimiento.
Abramos nuestro corazón, recibiremos en la medida en que
confiamos. ¡Espíritu santo llenanos de Ti!

Antífona de entrada Sb 1, 7
El Espíritu del Señor llenó la tierra y todo lo abarca, y conoce cada
sonido. Aleluya.
O bien: Rm 5, 5; 8, 11
El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el
Espíritu Santo que habita en nosotros. Aleluya.
Se dice el gloria.

Oración colecta
Oh, Dios, que por el misterio de esta fiesta santificas a toda tu Iglesia
en medio de los pueblos y de las naciones, derrama los dones de tu
Espíritu sobre todos los confines de la tierra y realiza ahora también, en
el corazón de tus fieles, aquellas maravillas que te dignaste hacer en los
comienzos de la predicación evangélica. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura
El gran evento de Pentecostés se repite en cada niño que es
bautizado; en cada comunidad que se reúne para orar y expresar
a otros el amor que recibe del Señor. Escuchemos con fe viva.

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 2, 1-11


Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo
lugar. De repente vino del cielo un ruido, semejante a una fuerte ráfaga
de viento, que resonó en toda la casa donde se encontraban. Vieron
31 DOMINGO
mayo
132

entonces aparecer unas lenguas, como de fuego, que se repartieron y


se posaron sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu
Santo y comenzaron a hablar en diversas lenguas, según el Espíritu
les concedía expresarse. Se encontraban entonces en Jerusalén judíos
piadosos de todas las naciones de la tierra. Al oír aquel ruido, la gente
se congregó y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía
hablar en su propio idioma. Enormemente sorprendidos, decían:
«¿No son galileos todos esos que están hablando? Entonces, ¿cómo
es que cada uno de nosotros los oímos hablar en nuestra propia
lengua? Entre nosotros hay partos, medos y elamitas, otros vivimos
en Mesopotamia, Judea, Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia
o en Panfilia, en Egipto o en la zona de Libia que limita con Cirene;
algunos somos forasteros de Roma, otros judíos o prosélitos; también
hay cretenses y árabes; y cada uno de nosotros los oímos hablar de
las maravillas de Dios en nuestra propia lengua». Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 103, 1.24.29-31.34
R. Envía tu Espíritu, Señor, y renueva la faz de la tierra.
Bendice, alma mía, al Señor: ¡Dios mío, qué grande eres! Cuántas
son tus obras, Señor, la tierra está llena de tus criaturas.R.
Les retiras el aliento, y expiran y vuelven a ser polvo; envías tu aliento,
y los creas, y renuevas la faz de la tierra.R.
Gloria a Dios para siempre, goce el Señor con sus obras. Que le sea
agradable mi poema, y yo me alegraré con el Señor.R.

Segunda lectura
El Espíritu Santo hizo nacer nuestra comunidad: a cada uno nos
incorporó en este Cuerpo glorioso del Señor, para que bebiendo
todos de la misma Linfa divina nos amemos y vivamos como
hermanos. ¡Escuchemos!

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios


12, 3b-7.12-13
Hermanos: Nadie puede decir: «Jesús es Señor», si no es movido
por el Espíritu Santo. Hay diversidad de dones, pero un mismo
133 DOMINGO
mayo 31
Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; y hay
diversidad de funciones, pero un mismo Dios que obra todo en
todos. En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común. Así
como el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y los miembros,
siendo muchos, forman un solo cuerpo, así es también Cristo. Todos
nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados
en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos
bebido de un solo Espíritu. Palabra de Dios.
Secuencia
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso
del pobre; don en tus dones espléndido; luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua
en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las
lágrimas y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el
vacío del hombre, si tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito, guía al
que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones, según la fe de tus siervos; por tu bondad
y tu gracia, dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y
danos tu gozo eterno.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya. Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y
enciende en ellos la llama de tu amor. Aleluya.
Santo Evangelio
Según san Juan, el mismo día de la resurrección, Jesús infunde
el Espíritu Santo en sus discípulos para que den continuidad a su
misión salvadora en este mundo. ¡Escuchemos con fe viva!
31 DOMINGO
mayo
134

Lectura del santo Evangelio según san Juan 20, 19-23


R. Gloria a ti, Señor.
Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los
discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los
judíos. Y en eso entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a
ustedes». Y, diciendo esto, les mostró las manos y el costado. Los
discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: «Paz a
ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo».
Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Reciban el Espíritu Santo;
a quienes les perdonen los pecados, les quedan perdonados; a
quienes se los retengan, les quedan retenidos». Palabra del Señor.
Se dice el credo.

Oración universal
Hermanos, Pentecostés se renueva hoy para nosotros; nuestra
comunidad renace para vivir con mayor compromiso y alegría el
mandamiento del amor. Pidamos los dones del Espíritu Santo que
más necesitamos para ello: Digamos: Padre, en nombre de Cristo
tu Hijo, danos tu Espíritu.
135 DOMINGO
mayo 31
1. Espíritu Santo, Tú eres el alma de la Iglesia, asiste y sostén al papa
Francisco para que siga ayudándonos a renovar nuestra vida
cristiana. Oremos.R.
2. Espíritu Santo Tú eres el vínculo de Amor entre el Padre y el Hijo,
enséñanos a amarnos como Jesús nos ha amado, en la situación
concreta en que cada uno vive hoy. Oremos.R.
3. Espíritu Santo Tú eres el que crea comunión: sana nuestras
relaciones, rompe las barreras que nos separan y danos la alegría
de sentirnos hermanos. Oremos.R.
4. Espíritu Santo Tú sanas las heridas y consuelas en el dolor: entra
en nuestras familias, recrea nuestros vínculos de amor debilitados
y rotos. Oremos.R.
5. Espíritu Santo Tu eres nuestro santificador: pon en nuestros
corazones el deseo ardiente de ser santos y haznos dóciles a tus
inspiraciones. Oremos.R.
6. Espíritu Santo tu que todo lo haces nuevo, recrea nuestra comu-
nidad dándonos a actitudes sinceras de acogida y fraternidad.
Oremos.R.
Envíanos tu Espíritu Santo, y haz que su presencia activa en
nuestra historia convierta los corazones a ti y nos haga retomar
el camino de la santidad. Tú que vives y reinas por los siglos de
los siglos.
Oración sobre las ofrendas
Te pedimos Señor, que, según la promesa de tu Hijo, el Espíritu Santo
nos haga comprender más profundamente la realidad misteriosa de
este sacrificio y se digne llevarnos al conocimiento pleno de toda la
verdad revelada. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte
gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopo-
deroso y eterno. Pues, para llevar a plenitud el Misterio pascual,
31 DOMINGO
mayo
136

enviaste hoy el Espíritu Santo sobre los que habías adoptado como
hijos por la encarnación de tu Unigénito. El Espíritu que, desde el
comienzo de la Iglesia naciente, infundió el conocimiento de Dios en
todos los pueblos y reunió la diversidad de lenguas en la confesión
de una misma fe. Por eso, con esta efusión de gozo pascual, el mundo
entero se desborda de alegría, y también los coros celestiales, los
ángeles y los arcángeles, cantan el himno de tu gloria diciendo sin
cesar: Santo, Santo, Santo…
Antífona de comunión Hch 2, 4.11
Se llenaron todos de Espíritu Santo y hablaron de las grandezas de
Dios. Aleluya.
Oración después de la comunión
Oh, Dios, que has comunicado a tu Iglesia los bienes del cielo,
conserva la gracia que le has dado, para que el don infuso del
Espíritu Santo sea siempre nuestra fuerza, y el alimento espiritual
acreciente su fruto para la redención eterna. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Bendición solemne del Espíritu Santo
Dios, padre de los astros, que [en el día de hoy] iluminó las mentes
de sus discípulos derramando sobre ellas el Espíritu santo, los
alegre con sus bendiciones y los llene con los dones del Espíritu
consolador. R. Amén.
Que el mismo fuego divino, que de manera admirable se posó sobre
los apóstoles, purifique sus corazones de todo pecado y los ilumine
con la efusión de su claridad.R. Amén.
Y que el Espíritu que congregó en la confesión de una misma fe a los
que el pecado había dividido en diversidad de lenguas les conceda
el don de la perseverancia en esta misma fe, y así puedan pasar de
la esperanza a la plena visión.R. Amén.
Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo +, y Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y los acompañe siempre.R. Amén.
137 DOMINGO
mayo

M aría Madre de la Iglesia


Por primera vez tenemos la alegría de celebrar en la liturgia la
festividad de “María Madre de la Iglesia”.
Para que todos podamos conocer las motivaciones que brotaron
de corazón del Papa al instituir esta festividad, les ofrecemos en el
“Especial” de este mes, la Homilía del santo padre y el Decreto de la
Congregación para el Culto divino sobre el tema.

Homilía del Papa Francisco


(31 de Diciembre)
El Papa Francisco afirmó que Dios decidió cambiar la historia con
su Hijo a partir del vientre de una pobre y pequeña mujer de su
pueblo, la Virgen María.
“Cuando Dios quiso hacer nuevas todas las cosas por medio de su
Hijo, no comenzó en el templo sino en el vientre de una pequeña y
pobre mujer de su pueblo. ¡Es extraordinaria esta elección de Dios!”,
señaló el Santo Padre en la homilía de las Vísperas de la Solemnidad
de María Madre de Dios, esta tarde en la Basílica de San Pedro.
Dios, resaltó el Papa, “no cambia la historia a través de los
hombres poderosos de las instituciones civiles o religiosas, sino a
partir de las mujeres de la periferia del imperio como María y de los
vientres estériles como el de Isabel”.
María, Madre de la Iglesia 138
mayo

“La Madre de Dios es la Madre de la Iglesia y su ternura materna


alcanza a todos los hombres. En la ciudad, Dios ha puesto su tienda
y de allí nunca se ha alejado. Su presencia en la ciudad, también
en esta nuestra ciudad de Roma, ‘no debe ser fabricada sino
descubierta, develada’”, continuó.
El Pontífice dijo asimismo que es necesario pedirle a Dios la “gracia
de ojos nuevos, capaces de una mirada contemplativa, una mirada
de fe que descubra a Dios que habita en las casas, calles y plazas.
Los profetas advierten de la tentación de reducir la presencia de
Dios solo al templo cuando Él vive en medio de su pueblo, camina
con él y vive su vida”.
El Santo Padre también indicó que “estamos llamados a
encontrar a los otros y ponernos en escucha de su existencia, de
su grito de ayuda. ¡La escucha es ya un acto de amor! Tener tiempo
para los otros, dialogar, reconocer con una mirada contemplativa
la presencia y la acción de Dios en sus existencias, testimoniar con
los hechos más que con las palabras la vida nueva del Evangelio, es
verdaderamente un servicio de amor que cambia la realidad”
De este modo, continuó Francisco, “en la ciudad y también en la
Iglesia circula aire nuevo, el deseo de volver al camino, de superar
las viejas lógicas de contraposición y las barreras, para colaborar
juntos, edificando una ciudad más justa y fraterna. No debemos tener
miedo ni sentirnos inadecuados para una misión tan importante”.
“Recordémoslo: Dios no nos elige por nuestra ‘astucia’, sino
porque somos y nos sentimos pequeños.

Decreto
Sobre la celebración de la bienaventurada Virgen María, Madre
de la Iglesia, en el Calendario Romano General
La gozosa veneración otorgada a la Madre de Dios por la Iglesia en
los tiempos actuales, a la luz de la reflexión sobre el misterio de Cristo y su
naturaleza propia, no podía olvidar la figura de aquella Mujer (cf. Gál 4,4),
la Virgen María, que es Madre de Cristo y, a la vez, Madre de la Iglesia.
139 María, Madre de la Iglesia
mayo

Esto estaba ya de alguna manera presente en el sentir eclesial a


partir de las palabras premonitorias de san Agustín y de san León
Magno. El primero dice que María es madre de los miembros de
Cristo, porque ha cooperado con su caridad a la regeneración de los
fieles en la Iglesia; el otro, al decir que el nacimiento de la Cabeza
es también el nacimiento del Cuerpo, indica que María es, al mismo
tiempo, madre de Cristo, Hijo de Dios, y madre de los miembros de
su cuerpo místico, es decir, la Iglesia. Estas consideraciones derivan
de la maternidad divina de María y de su íntima unión a la obra del
Redentor, culminada en la hora de la cruz.
En efecto, la Madre, que estaba junto a la cruz (cf. Jn 19, 25),
aceptó el testamento de amor de su Hijo y acogió a todos los
hombres, personificados en el discípulo amado, como hijos para
regenerar a la vida divina, convirtiéndose en amorosa nodriza de la
Iglesia que Cristo ha engendrado en la cruz, entregando el Espíritu.
A su vez, en el discípulo amado, Cristo elige a todos los discípulos
como herederos de su amor hacia la Madre, confiándosela para que
la recibieran con afecto filial.
María, solícita guía de la Iglesia naciente, inició la propia misión
materna ya en el cenáculo, orando con los Apóstoles en espera de la
venida del Espíritu Santo (cf. Hch 1,14). Con este sentimiento, la piedad
cristiana ha honrado a María, en el curso de los siglos, con los títulos,
de alguna manera equivalentes, de Madre de los discípulos, de los
fieles, de los creyentes, de todos los que renacen en Cristo y también
«Madre de la Iglesia», como aparece en textos de algunos autores
espirituales e incluso en el magisterio de Benedicto XIV y León XIII.
De todo esto resulta claro en qué se fundamentó el beato Pablo
VI, el 21 de noviembre de 1964, como conclusión de la tercera sesión
del Concilio Vaticano II, para declarar a la bienaventurada Virgen
María «Madre de la Iglesia, es decir, Madre de todo el pueblo de
Dios, tanto de los fieles como de los pastores que la llaman Madre
amorosa», y estableció que «de ahora en adelante la Madre de Dios
sea honrada por todo el pueblo cristiano con este gratísimo título».
María, Madre de la Iglesia 140
mayo

Por lo tanto, la Sede Apostólica, especialmente después de


haber propuesto una misa votiva en honor de la bienaventurada
María, Madre de la Iglesia, con ocasión del Año Santo de la
Redención (1975), incluida posteriormente en el Misal Romano,
concedió también la facultad de añadir la invocación de este título
en las Letanías Lauretanas (1980) y publicó otros formularios en el
compendio de las misas de la bienaventurada Virgen María (1986);
y concedió añadir esta celebración en el calendario particular de
algunas naciones, diócesis y familias religiosas que lo pedían.
El Sumo Pontífice Francisco, considerando atentamente que
la promoción de esta devoción puede incrementar el sentido
materno de la Iglesia en los Pastores, en los religiosos y en los
fieles, así como la genuina piedad mariana, ha establecido que
la memoria de la bienaventurada Virgen María, Madre de la
Iglesia, sea inscrita en el Calendario Romano el lunes después de
Pentecostés y sea celebrada cada año.
Esta celebración nos ayudará a recordar que el crecimiento de la
vida cristiana, debe fundamentarse en el misterio de la Cruz, en la
ofrenda de Cristo en el banquete eucarístico, y en la Virgen oferente,
Madre del Redentor y de los redimidos.
Por tanto, tal memoria deberá aparecer en todos los Calendarios
y Libros litúrgicos para la celebración de la Misa y de la Liturgia de
las Horas.

En la sede de la Congregación para el Culto Divino y la


Disciplina de los Sacramentos, a 11 de febrero de 2018,
memoria de la bienaventurada Virgen María de Lourdes.

Robert Card. Sarah Prefecto


141 ORDINARIO DE L A MISA
mayo

RITOS INICIALES

Canto de entrada
Reunido el pueblo, el sacerdote se dirige al altar, con los ministros, mientras se
entona el canto de entrada.
Cuando llega al altar, habiendo hecho con los ministros una inclinación
profunda, venera el altar con un beso y, si es oportuno, inciensa la cruz
y el altar. Después se dirige con los ministros a la sede.
Terminado el canto de entrada, el sacerdote y los fieles, de pie, se santiguan
con la señal de la cruz, mientras el sacerdote, vuelto hacia el pueblo, dice:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
El pueblo responde: Amén.

CINCUENTA PASCUAL
S. El Dios de la vida que ha resucitado, rompiendo las ataduras de la
muerte, esté con ustedes.
El pueblo responde: Y con tu espíritu.

Acto penitencial
A continuación se hace el acto penitencial, al que el sacerdote invita a los
fieles, diciendo:

Hermanos: Para celebrar dignamente estos sagrados misterios, reco-


nozcamos nuestros pecados.
O bien, pero solo en los domingos y durante la Octava de Pascua:
En el día en que celebramos la victoria de Cristo sobre el pecado y sobre
la muerte, reconozcamos que estamos necesitados de la misericordia
del Padre para morir al pecado y resucitar a la vida nueva.

Se hace una breve pausa en silencio. Después, todos dicen en común la


fórmula de la confesión general:
Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos, que
he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión.
Ordinario de la misa 142
mayo

Y, golpeándose el pecho, dicen:


Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a santa
María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes hermanos,
que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor.
El sacerdote concluye con la siguiente plegaria:
Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros
pecados y nos lleve a la vida eterna.
Y el pueblo responde: Amén.

Cincuentena Pascual
I
Tú, que has destruido el pecado y la muerte con tu resurrección: Señor,
ten piedad. R. Señor, ten piedad.
Tú, que has renovado la creación entera con tu resurrección: Cristo, ten
piedad. R. Señor, ten piedad.
Tú, que das alegría a los vivos y la vida a los muertos con tu resurrección:
Señor, ten piedad. R. Señor, ten piedad.

II
Tú, el primogénito de entre los muertos: Señor, ten piedad. R. Señor,
ten piedad.
Tú, el vencedor del pecado y de la muerte: Cristo, ten piedad. R.
Cristo, ten piedad.
Tú, La resurrección y la vida: Señor, ten piedad. R. Señor, ten piedad.

III
Tú, que eres el sumo sacerdote de la nueva Alianza: R. Señor, ten piedad.
Tú, que nos edificas como piedras vivas en el templo santo de Dios:
Cristo, ten piedad. R. Cristo, ten piedad.
Tú, que has ascendido a la derecha del Padre para enviarnos el don del
Espíritu: Cristo, ten piedad. R. Señor, ten piedad.
143 Ordinario de la misa
mayo

El sacerdote concluye con la siguiente plegaria:


Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros
pecados y nos lleve a la vida eterna.
El pueblo responde: Amén.
A continuación, cuando está prescrito, se canta o se dice el himno:
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el
Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos,
te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre
todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo; Señor Dios, Cordero de
Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de
nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica;
tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros;
porque solo tú eres Santo, solo tú Señor, solo tú Altísimo, Jesucristo, con
el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.

Oración colecta
Acabado el himno, el sacerdote con las manos juntas dice: Oremos.
Todos, con el sacerdote, oran en silencio durante un breve espacio de
tiempo. Al final de la oración, el pueblo aclama: Amén.
La colecta termina siempre con la conclusión larga:
—Si la oración se dirige al Padre:
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

—Si la oración se dirige al Padre, pero al final de ella menciona al Hijo:


Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por
los siglos de los siglos.

—Si la oración se dirige al Hijo:


Tú, que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres
Dios por los siglos de los siglos.
Ordinario de la misa 144
mayo

LITURGIA DE LA PALABRA

Primera lectura
Los domingos se lee un fragmento del Antiguo Testamento. En tiempo
pascual es de los Hechos de los Apóstoles.
El lector se dirige al ambón y lee la primera lectura, que todos escuchan
sentados.
Al final de la lectura, el lector dice: Palabra de Dios.
Todos responden: Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial
El salmista, o el cantor, canta o recita el salmo, y el pueblo pronuncia la
respuesta.

Segunda lectura (si hay)


Para indicar el final de la lectura, el lector dice: Palabra de Dios.

Todos responden: Te alabamos, Señor.


Aclamación que precede a la lectura del Evangelio
Sigue el Aleluya o, en tiempo de Cuaresma, un canto indicado antes del
Evangelio.

Evangelio
----------------------------------------------------------------------------
Si el diácono va a proclamar el Evangelio, profundamente inclinado
ante el sacerdote, pide la bendición, diciendo en voz baja: Padre, dame
tu bendición.
El sacerdote en voz baja dice: El Señor esté en tu corazón y en tus
labios, para que anuncies dignamente su Evangelio; en el nombre del
Padre, y del Hijo †, y del Espíritu Santo.
El diácono se signa con la señal de la cruz y responde: Amén.
----------------------------------------------------------------------------
145 Ordinario de la misa
mayo

Si el Sacerdote, debe proclamar el Evangelio, inclinado ante el altar dice


en secreto:
Purifica mi corazón y mis labios, Dios todopoderoso, para que pueda
anunciar dignamente tu santo Evangelio.
El sacerdote, o el diácono: El Señor esté con ustedes.

El pueblo responde: Y con tu espíritu.

El sacerdote, o el diácono: Lectura del santo Evangelio según san N.

Y, mientras tanto, hace la señal de la cruz sobre el libro y sobre su frente,


labios y pecho.

El pueblo aclama: Gloria a ti, Señor.

Luego el diácono, o el sacerdote, si se usa incienso, inciensa el libro y


proclama el Evangelio.

Acabado el Evangelio, el diácono, o el sacerdote, aclama:


Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Homilía
Luego se pronuncia la homilía, que corresponde al sacerdote o al diá-
cono, y que debe hacerse todos los domingos y fiestas de precepto; se
recomienda los otros días.
Profesión de fe
Acabada la homilía, cuando está prescrito, se canta o se dice el símbolo
o profesión de fe:
Credo niceno-constantinopolitano
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre
antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de
Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre,
Ordinario de la misa 146
mayo

por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra
salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María,
la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos
de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las
Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo
vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su Reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del
Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración
y gloria, y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso
que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la
resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.

Credo de los apóstoles


Creo en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue con-
cebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María
Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado,
muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó
de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha
de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos
y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de
los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la
vida eterna. Amén.
Oración universal
Después se hace la oración universal u oración de los fieles.

LITURGIA EUCARÍSTICA

Preparación de los dones


El sacerdote, de pie junto al altar, toma la patena con el pan y, teniéndola
con ambas manos un poco elevada sobre el altar, dice en voz baja:
147 Ordinario de la misa
mayo

Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este pan, fruto de la tierra
y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te
presentamos; él será para nosotros pan de vida. R. Bendito seas por
siempre, Señor.
El sacerdote, hecha vino y un poco de agua en el cáliz, diciendo en secreto:
Por el misterio de esta agua y este vino, haz que compartamos la
divinidad de quien se ha dignado participar de nuestra humanidad.
El sacerdote, de pie junto al altar, toma la patena con el pan y dice:
Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este vino, fruto de la vid y
del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te
presentamos; él será para nosotros bebida de salvación. R. Bendito
seas por siempre, Señor.
Luego el Sacerdote inclinado, dice en secreto:
Acepta, Señor, nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humilde; que
este sea hoy nuestro sacrificio y que sea agradable en tu presencia,
Señor Dios nuestro.
Luego el Sacerdote de pie a un lado del altar, se lava las manos diciendo:
Lava del todo mi delito, Señor, y limpia todo mi pecado.
Después, de pie en el centro del altar, de cara al pueblo, extendiendo
y juntando las manos, dice:

Oren, hermanos, para que este sacrificio, mío y de ustedes, sea agradable
a Dios, Padre todopoderoso. R. El Señor reciba de tus manos este
sacrificio, para alabanza y gloria de su nombre, para nuestro bien y el
de toda su santa Iglesia.

Oración sobre las ofrendas


Luego el sacerdote, con las manos extendidas, dice la oración sobre
las ofrendas. Concluida esta oración sobre las ofrendas, el pueblo
aclama: Amén.
Ordinario de la misa 148
mayo

Plegarias eucarísticas
Entonces, el sacerdote empieza la plegaria eucarística.
El Señor esté con ustedes. R. Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón. R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R. Es justo y necesario.
Concluye el mismo prefacio, cantando o diciendo con voz clara:
Santo, santo, santo es el Señor, Dios del Universo. Llenos están el cielo
y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en
nombre del Señor. Hosanna en el cielo.

PREFACIOS
Prefacio I Pascual – El Misterio Pascual
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte
siempre, Señor; pero más que nunca exaltarte en este día glorioso (o
bien: en esta noche – o bien: en este tiempo) en que Cristo nuestra
Pascua, ha sido inmolado. Porque él es el verdadero cordero que
quitó el pecado del mundo; muriendo destruyo nuestra muerte, y
resucitando restauró la vida. Por eso, con esta efusión de gozo pascual,
el mundo entero se desborda de alegría, y también los coros celestiales,
los ángeles y los arcángeles, cantan el himno de tu gloria diciendo sin
cesar: Santo, Santo, Santo…
Prefacio Pascual II – La Nueva vida en Cristo
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte
siempre, Señor; pero más que nunca exaltarte en este tiempo glorioso
en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado. Por él, los hijos de la
luz amanecen a la vida eterna, y se abren a los fieles las puertas del
reino de los cielos; porque en la muerte de Cristo nuestra muerte ha
sido vencida, y en su gloriosa resurrección hemos resucitado todos. Por
eso, con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda de
alegría y también los coros celestiales, los ángeles y arcángeles, cantan
el himno de tu gloria diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo…
149 Ordinario de la misa
mayo

Prefacio Pascual V – Cristo, Sacerdote y Víctima


En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte
siempre, Señor; pero más que nunca exaltarte en este tiempo
glorioso en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado. Porque, él,
con la inmolación de su cuerpo en la cruz, dio pleno complimiento a
los que anunciaban los antiguos sacrificios y, ofreciéndose a sí mismo
por nuestra salvación, se manifestó, a la vez, como sacerdote, altar y
víctima. Por eso, con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero
se desborda de alegría y también los coros celestiales, los ángeles y
arcángeles, cantan el himno de tu gloria diciendo sin cesar: Santo,
Santo, Santo…
Prefacio III de la Bienaventurada Virgen María
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte
gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso,
y eterno, y alabarte debidamente en esta celebración en honor de
la Virgen María. Ella, al aceptar a tu Verbo con inmaculado corazón,
mereció concebirlo en su seno virginal, y, al dar a luz al Creador,
preparo el nacimiento de la Iglesia. Ella, al recibir junto a la cruz el
testamento de tu amor divino, tomó como hijos a todos los hombres,
nacidos a la vida sobrenatural por la muerte de Cristo. Ella, esperando
con los apóstoles la venida del Espíritu al unir sus oraciones a las de
los discípulos, se convirtió en el modelo de la Iglesia suplicante. Desde
su asunción a los cielos, acompaña con amor materno a la Iglesia
peregrina y protege sus pasos hacia la patria celeste, hasta la venida
gloriosa del Señor. Por eso, con los santos y todos los ángeles, te
alabamos, proclamando sin cesar: Santo, Santo, Santo…
Prefacio I de los Apóstoles
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios
todopoderoso, y eterno. Porque tú, Pastor eterno, no abandonas
nunca a tu rebaño, sino que por medio de los santos apóstoles lo
proteges y conservas, y quieres que tenga siempre por guías a los
mismos pastores a quienes tu Hijo estableció como enviados suyos.
Ordinario de la misa 150
mayo

Por eso, con los ángeles y arcángeles, tronos y dominaciones y con


todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo…
Prefacio II de los santos
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios
todopoderoso y eterno. Porque mediante el testimonio admirable
de tus santos fecundas sin cesar a tu Iglesia con vitalidad siempre
nueva, y nos das así pruebas evidentes de tu amor. Su insigne ejemplo
nos anima, y a su permanente intercesión nos confiamos para que se
cumplan tus designios de salvación. Por eso, Señor, nosotros, llenos
de alegría, te aclamamos con los ángeles y con todos los santos,
diciendo: Santo, Santo, Santo…
Prefacio de santas vírgenes y religiosos
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte
gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso,
y eterno. Porque celebramos tu providencia admirable en los santos
que se entregaron a Cristo por el reino de los cielos. Por ella llamas de
nuevo a la humanidad a la santidad primera que de ti había recibido,
y la conduces a gustar los dones que espera recibir en el cielo. Por
eso, con los santos y todos los ángeles, te alabamos, proclamando sin
cesar: Santo, Santo, Santo…
Prefacio de los difuntos
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte
gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso
y eterno, por Cristo nuestro Señor. En él brilla la esperanza de nuestra
feliz resurrección; y así, aunque la certeza de morir nos entristece,
nos consuela la promesa de la futura inmortalidad. Porque la vida de
tus fieles, Señor, no termina, se transforma, y, al deshacerse nuestra
morada terrenal, adquirimos una mansión eterna en el cielo. Por eso
con los ángeles y arcángeles, tronos y dominaciones y con todos los
coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria: Santo,
Santo, Santo…
151 Ordinario de la misa
mayo

PLEGARIA EUCARÍSTICA I o Canon Romano


V: El Señor esté con ustedes. R. Y con tu espíritu.
V: Levantemos el corazón. R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V: Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R. Es justo y necesario.
El sacerdote, con las manos extendidas, dice:
Padre misericordioso te pedimos humildemente por Jesucristo, tu Hijo,
nuestro Señor, que aceptes y bendigas † estos dones, este sacrificio santo y
puro que te ofrecemos, ante todo, por tu Iglesia santa y católica, para que
le concedas la paz, la protejas, la congregues en la unidad y la gobiernes en
el mundo entero, con tu servidor el papa N., con nuestro obispo N.,
----------------------------------------------------------------------------
Aquí se puede hacer mención del obispo coadjutor o de los obispos
auxiliares: Con el obispo coadjutor (auxiliar) N.,
O bien: Y sus obispos auxiliares
El obispo, cuando celebra en su diócesis, dice: Conmigo, indigno siervo tuyo,
O bien, cuando celebra un obispo que no es el ordinario diocesano, dice:
Con mi hermano N., obispo de esta Iglesia de N., conmigo indigno
siervo suyo,
----------------------------------------------------------------------------
y todos los demás obispos que, fieles a la verdad, promueven la fe
católica y apostólica.
Conmemoración de los vivos
Acuérdate, Señor, de tus hijos [N. y N.] y de todos los aquí
reunidos, cuya fe y entrega bien conoces; por ellos y todos los suyos,
por el perdón de sus pecados y la salvación que esperan, te ofrecemos,
y ellos mismos te ofrecen, este sacrificio de alabanza a ti, eterno Dios,
vivo y verdadero.
Reunidos en comunión con toda la Iglesia, [En los domingos, cuando
no hay otro Reunidos en comunión propio, puede añadirse: para celebrar
el domingo, día en que Cristo ha vencido a la muerte y nos ha hecho
partícipes de su vida inmortal,] veneramos la memoria, ante todo de la
Ordinario de la misa 152
mayo

gloriosa siempre Virgen María, Madre de Jesucristo, nuestro Dios y Señor;


la de su esposo, San José, la de los santos apóstoles y mártires Pedro
y Pablo, Andrés, [Santiago y Juan, Tomás, Santiago, Felipe, Bartolomé,
Mateo, Simón y Tadeo; Lino, Cleto, Clemente, Sixto, Cornelio, Cipriano,
Lorenzo, Crisógono, Juan y Pablo, Cosme y Damián,] y la de todos los
santos; por sus méritos y oraciones concédenos en todo tu protección.
[Por Cristo, nuestro Señor. / Amén.]
Desde la misa de la Vigilia Pascual hasta el segundo domingo de Pascua:
Reunidos en comunión con toda la Iglesia para celebrar (la noche santa)
el día santo de la resurrección de nuestro Señor Jesucristo según la
carne, veneramos la memoria, ante todo, de la gloriosa siempre Virgen
María, Madre de Jesucristo, nuestro Dios y Señor; *Acepta, Señor, en tu
bondad, esta ofrenda de tus siervos y de toda tu familia santa; ordena
en tu paz nuestros días, líbranos de la condenación eterna y cuéntanos
entre tus elegidos. [Por Cristo, nuestro Señor. / Amén.]

Desde la misa de la Vigilia Pascual hasta el segundo domingo de Pascua:

Acepta, Señor, en tu bondad, esta ofrenda de tus siervos y de toda tu


familia santa; ordena en tu paz nuestros días, líbranos de la condenación
eterna y cuéntanos entre tus elegidos. [Por Cristo, nuestro Señor. / Amén.]
Bendice y santifica esta ofrenda, Padre, haciéndola perfecta, espi-
ritual y digna de ti: que se convierta para nosotros en el Cuerpo y la
Sangre de tu Hijo amado, Jesucristo, nuestro Señor.
El cual, la víspera de su Pasión, tomó pan en sus santas y venerables
manos, y, elevando los ojos, hacia ti, Dios, Padre suyo todopoderoso,
dando gracias te bendijo, lo partió, y lo dio a sus discípulos, diciendo:

TOMEN Y COMAN TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO,


QUE SERÁ ENTREGADO POR USTEDES.
Del mismo modo, acabada la cena, tomó este cáliz glorioso en
sus santas y venerables manos, dando gracias te bendijo, y lo dio a sus
discípulos, diciendo:
153 Ordinario de la misa
mayo

TOMEN Y BEBAN TODOS DE ÉL, PORQUE ESTE ES EL CÁLIZ DE MI


SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ
DERRAMADA POR USTEDES Y POR MUCHOS PARA EL PERDÓN
DE LOS PECADOS. HAGAN ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.
Muestra el Cáliz al pueblo, haciendo una genuflexión y luego el
sacerdote dice:
Este es el Misterio de la fe.
O bien: Este es el Sacramento de nuestra fe.
Y el pueblo prosigue, aclamando:
Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!
O bien: Aclamemos el Misterio de la fe.

Y el pueblo prosigue, aclamando:


Cada vez que comemos de este pan y bebemos de este cáliz,
anunciamos tu muerte, Señor, hasta que vuelvas.
O bien: Proclamemos el Misterio de la fe.

Y el pueblo prosigue, aclamando:


Sálvanos, Salvador del mundo, que nos has liberado por tu cruz y
resurrección.
Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice:
Por eso, Padre, nosotros, tus siervos, y todo tu pueblo santo, al
celebrar este memorial de la muerte gloriosa de Jesucristo, tu Hijo,
nuestro Señor; de su santa resurrección del lugar de los muertos y
de su admirable ascensión a los cielos, te ofrecemos, Dios de gloria y
majestad, de los mismos bienes que nos has dado, el sacrificio puro,
inmaculado y santo: pan de vida eterna y cáliz de eterna salvación.
Mira con ojos de bondad esta ofrenda y acéptala, como aceptaste
los dones del justo Abel, el sacrificio de Abrahán, nuestro padre en la fe,
y la oblación pura de tu sumo sacerdote Melquisedec.
Te pedimos humildemente, Dios todopoderoso, que esta ofren-
da sea llevada a tu presencia, hasta el altar del cielo, por manos de
Ordinario de la misa 154
mayo

tu ángel, para que cuantos recibimos el Cuerpo y la Sangre de tu


Hijo, al participar aquí de este altar, seamos colmados de gracia y
bendición.
[ Por Cristo nuestro Señor. Amén. ]
Conmemoración de los difuntos
Acuérdate también, Señor, de tus hijos [N. y N.], que nos han
precedido con el signo de la fe y duermen ya el sueño de la paz. A
ellos, Señor, y a cuantos descansan en Cristo, concédeles el lugar del
consuelo, de la luz y de la paz.
[ Por Cristo nuestro Señor. Amén. ]
Y a nosotros, pecadores, siervos tuyos, que confiamos en tu infinita
misericordia, admítenos en la asamblea de los santos apóstoles y
mártires Juan el Bautista, Esteban, Matías y Bernabé, [ Ignacio, Alejandro,
Marcelino y Pedro, Felicidad y Perpetua, Águeda, Lucía, Inés, Cecilia,
Anastasia, ] y de todos los santos; y acéptanos en su compañía, no por
nuestros méritos, sino conforme a tu bondad.
Por Cristo, Señor nuestro. Por quien sigues creando todos los
bienes, los santificas, los llenas de vida, los bendices y los repartes
entre nosotros.
Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad
del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos.
El pueblo responde: Amén.

PLEGARIA EUCARÍSTICA II
V: El Señor esté con ustedes. R. Y con tu espíritu
V: Levantemos el corazón. R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V: Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R. Es justo y necesario.
El sacerdote, con las manos extendidas, dice:
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias,
Padre santo, siempre y en todo lugar, por Jesucristo, tu Hijo amado.
155 Ordinario de la misa
mayo

Por Él, que es tu Verbo, hiciste todas las cosas; tú nos lo enviaste
para que, hecho hombre por obra del Espíritu Santo y nacido de María,
la Virgen, fuera nuestro Salvador y Redentor.
Él, en cumplimiento de tu voluntad, para destruir la muerte y
manifestar la resurrección, extendió sus brazos en la cruz, y así adquirió
para ti un pueblo santo.
Por eso, con los ángeles y con todos los santos, proclamas tu gloria,
diciendo a una sola voz: Santo, Santo, Santo…
Santo eres en verdad, Señor, fuente de toda santidad; por eso te
pedimos que santifiques estos dones con la efusión de tu Espíritu, de
manera que se convierta para nosotros en el Cuerpo † y la Sangre de
Jesucristo, nuestro Señor.
El cual, cuando iba a ser entregado a su pasión, voluntariamente
aceptada, tomó pan, dándote gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos,
diciendo:

TOMEN Y COMAN TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE


SERÁ ENTREGADO POR USTEDES.
Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz y, dándote gracias
de nuevo, lo pasó a sus discípulos, diciendo:
TOMEN Y BEBAN TODOS DE ÉL, PORQUE ESTE ES EL CÁLIZ DE MI
SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ
DERRAMADA POR USTEDES Y POR MUCHOS PARA EL PERDÓN DE
LOS PECADOS. HAGAN ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.
Luego el sacerdote dice una de las siguientes fórmulas:
Este es el Misterio de la fe.
O bien: Este es el Sacramento de nuestra fe.
Y el pueblo prosigue, aclamando:
Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!
O bien: Aclamemos el Misterio de la fe.
Y el pueblo prosigue, aclamando:
Ordinario de la misa 156
mayo

Cada vez que comemos de este pan y bebemos de este cáliz,


anunciamos tu muerte, Señor, hasta que vuelvas.
O bien: Proclamemos el Misterio de la fe.
Y el pueblo prosigue, aclamando:
Sálvanos, Salvador del mundo, que nos has liberado por tu cruz y
resurrección.
Después el sacerdote con las manos extendidas dice:
Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la muerte y
resurrección de tu Hijo, te ofrecemos el pan de vida y el cáliz de
salvación, y te damos gracias porque nos haces dignos de servirte
en tu presencia. Te pedimos humildemente que el Espíritu Santo
congregue en la unidad a cuantos participamos del Cuerpo y la
Sangre de Cristo.
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia extendida por toda la tierra;

[En los domingos, cuando no hay otro Acuérdate, Señor más propio,
puede decirse:
y reunida aquí en el domingo, día en que Cristo ha vencido a la muerte
y nos ha hecho partícipes de su vida inmortal;]

y con el papa N., con nuestro obispo N.,


Aquí se puede hacer mención del obispo coadjutor o de los obispos
auxiliares: con el obispo coadjutor (auxiliar) N.,
o bien: y sus obispos auxiliares,
El obispo, cuando celebra en su diócesis, dice: Conmigo, indigno
siervo tuyo,
O bien, cuando celebra un obispo que no es el ordinario diocesano, dice:
Con mi hermano N., obispo de esta Iglesia de N., conmigo indigno
siervo suyo, y todos los pastores que cuidan de tu pueblo, llévala a su
perfección por la caridad.
157 Ordinario de la misa
mayo

Desde la misa de la Vigilia Pascual hasta el segundo domingo de Pascua:


Acuérdate, Señor, de tu Iglesia extendida por toda la tierra y reunida
aquí (en la noche santísima) en el día santísimo de la resurrección de
nuestro Señor Jesucristo; *

En la misa por los difuntos:


Recuerda a tu hijo (hija) N., a quien llamaste (hoy) de este mundo a
tu presencia; concédele que, así como ha compartido ya la muerte de
Jesucristo, comparta también con él la gloria de la resurrección.
Acuérdate, Señor, también de nuestros hermanos que durmieron
en la esperanza de la resurrección, y de todos los que han muerto en tu
misericordia; admítelos a contemplar la luz de tu rostro.
Ten misericordia de todos nosotros, y así con María, la Virgen
Madre de Dios, su esposo san José, los apóstoles y cuantos vivieron en
tu amistad a través de los tiempos, merezcamos, por tu Hijo Jesucristo,
compartir la vida eterna y cantar tus alabanzas.
Toma la patena con el pan consagrado y el cáliz, y elevándolos, dice:
Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad
de Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de siglos.
El pueblo aclama: Amén.

RITO DE LA COMUNIÓN

Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza,


nos atrevemos a decir:
O bien:
Antes de participar en el banquete de la Eucaristía, signo de recon-
ciliación y vínculo de unión fraterna, oremos juntos como el Señor nos
ha enseñado:
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga
a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como
Ordinario de la misa 158
mayo

también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes


caer en la tentación, y líbranos del mal.
Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros
días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres
de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la
gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo.
El pueblo concluye la oración aclamando:
Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor.

RITO DE LA PAZ

Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: «La paz les dejo, mi paz
les doy»; no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia
y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que vives y
reinas por los siglos de los siglos.
El pueblo responde: Amén.
La paz del Señor esté siempre con ustedes.
El pueblo responde: Y con tu espíritu.
Dense fraternalmente la paz.
Fracción del pan
Toma el pan consagrado, lo parte sobre la patena y pone una partícula
dentro del cáliz, diciendo en secreto:
El Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, unidos en este cáliz,
sean para nosotros alimento de vida eterna.
Mientras tanto se canta o se dice:
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz.
159 Ordinario de la misa
mayo

Comunión
Señor Jesucristo, la comunión de tu Cuerpo y de tu Sangre no sea
para mí un motivo de juicio y condenación, sino que, por tu piedad,
me aproveche para defensa de alma y cuerpo y como remedio
saludable.
El sacerdote muestra a los fieles el pan eucarístico y dice:
Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos
los invitados a la cena del Señor. R. Señor, no soy digno de que entres
en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.
Después dice en secreto:
El Cuerpo de Cristo me guarde para la vida eterna

Y comulga reverentemente.
La Sangre de Cristo me guarde para la vida eterna

Después toma la patena y se acerca a los que van a comulgar.


El Cuerpo de Cristo. R. Amén.

Oración después de la comunión


Oremos. R. Amén.

RITO DE CONCLUSIÓN

Despedida. El sacerdote, vuelto hacia el pueblo, extendiendo las


manos, dice:
El Señor esté con ustedes. R. Y con tu espíritu.

El sacerdote bendice al pueblo, diciendo:


La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo † y Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes.R. Amén.
Pueden ir en paz. R. Demos gracias a Dios.
Ordinario de la misa 160
mayo

Bendiciones solemnes y oraciones sobre el pueblo


Vigilia pascual y día de Pascua
Que los bendiga Dios todo poderoso en la solemnidad pascual que
hoy celebramos y, compasivo, los defienda de toda asechanza del
pecado. R. Amén.
El que los ha renovado para la vida eterna, en la resurrección de su
Unigénito, los colme con el premio de la inmortalidad.R. Amén.
Y quienes, terminados los días de la pasión del Señor, ha participado
en los gozos de la fiesta de Pascua, puedan llegar, por su gracia, con
espíritu exultante a aquellas fiestas que se celebran con alegría eterna.
R. Amén.
Y la bendición de Dios todo poderoso, Padre, Hijo †, y Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y los acompañe siempre.R. Amén.

Tiempo pascual
Dios, que por la resurrección de su Unigénito los ha redimido y adoptado
como hijos, los llene de alegría con sus bendiciones.R. Amén.
Y ya que por la redención de Cristo recibieron el don de la libertad
verdadera, por su bondad reciban también la herencia eterna.R. Amén.
Y, pues confesando la fe han resucitado con Cristo en el bautismo,
por sus buenas obras merezcan ser admitidos en la patria del cielo.
R. Amén.
Y la bendición de Dios Padre todopoderoso, Padre, Hijo †, y Espíritu
Santo, descienda sobre ustedes y los acompañe siempre.R. Amén.
161
mayo
CENTRO DE ESPIRITUALIDAD

“Nuestra Señora del Camino”


Av. Los Pinos 993, Chaclacayo

El Centro de Espiritualidad “Nuestra Señora del Camino” (Chaclacayo),


a cargo de las Hermanas Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús,
pone a su disposición, durante el 2020, una serie de oportunidades
para realizar ejercicios espirituales dirigidos a laicos, sacerdotes,
religiosas y religiosos.

EJERCICIOS ESPIRITUALES Y TALLERES 2020


Septiembre
• Taller de preparación para los votos perpetuos: “Mi
compromiso definitivo con el Señor ”. Del martes 1 al
miércoles 16 (15 días). Inscripciones hasta el jueves 21
de agosto del 2020.
Este taller ofrecido por un equipo de religiosos(as) es un espacio
de preparación y profundización en la vida consagrada para
todos aquellos que han decidido sellar definitivamente su
seguimiento a Jesús.

• Ejercicios espirituales de 30 días:


Del jueves 17 de septiembre al domingo 18 de octubre
Además, durante todo el año, acompañamos ejercicios
espirituales personalizados de 3, 5, 8 días y hasta de un mes.
El Centro está disponible para acoger a grupos para jornadas,
encuentros o cursos.

Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús


Los Pinos 993, Chaclacayo, Lima
Teléfonos: 301 0458 / 923 862 107
espiritualidad.aci@gmail.com
162

30
mayo
Adquiera

en todas nuestras librerías o suscríbase.

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Epiconsa, que contiene la liturgia para cada día (lecturas y oraciones,
comentarios diarios y dominicales).
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