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A) La Forma.
B) El Espacio.
En la antigüedad, la noción de espacio, generalmente se
encuentra asociada a un sistema de causalidades ideales (Argan,
“El concepto del espacio arquitectónico desde el barroco hasta
nuestros días”, 1980). En actualidad, relacionada en cuanto a
forma pura de la sensibilidad, según Kant, -podríamos decir- al ser
y a lo que aparenta ser una cosa, como categorías formales;
oscila, entre lo definido por lo lleno y lo vacío, por el todo y la
nada, la envoltura y lo envuelto, por la presencia en potencia.
Como distancia entre dos puntos es el intervalo (medida) entre las
cosas. (Ver espacio arquitectónico en escala)
Debido a que representa un ideal, de ser fuera de sí, porque es
una noción, perceptible sólo en la materialidad, el espacio es una
exterioridad yuxtapositiva, que encuentra su realización en la
exterioridad excluyente del tiempo, pues, es en este que notamos
cómo, el punto, la línea y la superficie, son la negación del mismo,
puesto que distinguen algo en la indistinción del espacio, como
entes, hacen manifiesta la ausencia, el ser del espacio, que es
imposible de calificarse como extensivo (Leibniz), porque se
define tras lo que aparece.
En Pensamientos de un arquitecto (Hejduk “Victimas”, 1993): “que
los trazados arquitectónicos son apariciones, bosquejos, ficciones.
No son esquemas sino fantasmas. Los trazados son similares a
los rayos x, penetran internamente. Las borraduras suponen
existencias anteriores. Los dibujos y los trazados son como las
manos de los ciegos que tocan los contornos de la cara con el fin
de comprender la sensación del volumen, la profundidad y la
penetración. La mina del lápiz del arquitecto desaparece
(dibujada) se metamorfosea.” En el restaurador de mascaras
(Ibidem): “ La única tienda conocida que restaura mascaras. El
restaurador de mascaras conoce los secretos de las mascaras.
Los tipos mas comunes de mascaras son el antifaz, la mascara de
ojos y nariz, la careta. El guarda colecciona las mascaras
desechadas. Su principal interés reside en el espacio creado entre
la superficie exterior de la cara y la superficie interior de la
mascara.” Todo proceso de diseño involucra el reconocimiento de
sus mascaras. (Irigoyen, “Filosofía y diseño”, 1998)
La realidad en el proceso de la conciencia: para Hegel, en su
“Fenomenología del espíritu” hace distinción de tres instancias en
el proceso de conocimiento: desde la aprehensión directa de la
realidad, pasando por la reflexión que mediatiza el entendimiento,
hasta la reflexión de ese mundo en sí mismo, en la conciencia. En
Hegel, el espacio es una fase, un momento en el
desenvolvimiento dialéctico de la idea, la pura exterioridad de
esta. (García I. “Forma, Espacio y Percepción”)
De este modo los mecanismos gnoseológicos comandarán
nuestros sentidos, orientando nuestra atención según nuestra
necesidad, (física o racional) que en sustancia, son nuestros
objetos, es decir, lo que produce nuestra intención de búsqueda,
en función de la satisfacción de lo físico, pero también del
entendimiento, que será lo que determina, el placer estético, al
dirigir el acto de atención al objeto adecuado de nuestro intelecto.
La unidad conseguida por la experiencia es algo que depende de
una unidad correspondiente –orden formal- impuesta a su objeto.
La unidad depende de que la experiencia se acomode a la
concepción. (Scrutton, “La estética en la arquitectura”, 1979) (Ver
Gestalt en percepción)
Sustancia: (lat. -ntia)
El espacio hegeliano. Esencia (filosofía), concepto filosófico
que designa aquello que hace que una
Según esto, el espacio de algunos modernos –Mies Van der Rohe cosa sea tal cosa. Suele oponerse a
y los Neoplasticistas- es netamente Hegeliano, por ser concebido accidente, con lo que el calificativo
en términos de una idea realizada, al tratar de ser entendido como ‘esencial’ se contrapone a ‘accidental’.
un ser materializable. (en función del espíritu de la época) El estudio de la esencia ha sido una
El espacio del pensamiento arquitectónico. constante en la historia de la filosofía.
Platón inició este análisis afirmando
Para Philippe Boudon existen dos obstáculos epistemológicos que la esencia de la realidad es su
para el entendimiento de la noción de espacio, posiblemente idea. Aristóteles diseñó el concepto de
relacionada, también con la dicotomía del la palabra forma: ‘ousía’ para designar la esencia de
1. Aquel por el cual el vacío contenido se hace sustancia y por una realidad y que no es sino la
tanto se define por la esencia del espacio mismo sin otras naturaleza de esa cosa o entidad.
referencias ulteriores, que el refiere al obstáculo (Enciclopedia Microsoft Encarta, 2001)
substancialista de Bachelard. Es decir, reconocer el espacio
por sólo lo que está contenido considerándolo como una “Cuando digo, tal edificio es
sustancia, obviándose la problemática de que el espacio es arquitectura, estoy diciendo que aquel
una relación (interior- exterior): edificio corresponde con lo que la
arquitectura es; estoy hablando en
“ Realmente, la importancia del espacio interno en la arquitectura otras palabras del ser de la
es mayor. Sometemos gustosos esa substancia maravillosa, esta arquitectura. Ahora, Aristóteles dijo en
joya contenida en un cofre de Zevi (palabras que encontramos su tratado de lógica que desde
exactamente utilizadas por Zevi y analizadas por Bachelard, lo entonces ha permanecido
cual excede la simple coincidencia) en el capítulo cajones, cofres prácticamente inmodificado, que el ser
y armarios de la poética del espacio de Bachelard: No es sólo con se dice de muchas maneras, es decir,
una geometría bien ajustada que se puede describir un cofre, el ser tiene diferentes modos, y estos
escribe. Entonces se comprende la dificultad de geometrización modos son diez. Estos diez modos del
del espacio arquitectónico de Focillon y Zevi: Las relaciones de ser los llamó categorías y ellas son:
las cifras y las figuras, permiten entrever una ciencia del espacio posición, hábito, pasión, acción, lugar,
que puede fundarse sobre la geometría, sin ser la geometría tiempo, relación, cualidad, cantidad y
pura.” sustancia. Si al, ser de la arquitectura,
“Diremos mas bien aquí, que lo que importa a Zevi es no definir le aplico estás categorías, puedo ver el
esta dimensión suplementaria puesta a la luz por Bachelard, la desvelamiento de la sustancia de la
dimensión íntima..” arquitectura. Aristóteles llamó a este
término que conocemos como
“La importancia de esta dimensión íntima con las inversiones del
sustancia, ousía. Ousía indica, lo que,
interior y del exterior que encierra, según Bachelard, es
la cosa es; es el quid, la essentia.”
fundamental en arquitectura.”
(Chacón, “La función realizada como
“Pero una cosa es decir que el problema del interior y del exterior thelos de la arquitectura”, 5/12/2002)
de la arquitectura puede ser objeto de un psicoanálisis de la
concepción y de la percepción arquitectónica.” Otra cosa es
afirmar que arquitecturológicamente se presenta en forma
permanente un problema simultáneo de interior y exterior, como
experiencia vivida del espacio y como elemento del proceso de
concepción arquitectónica. Así pues, independientemente del
problema psicoanalítico del interior y del exterior en la arquitectura
–puede pensarse que el estudio haría avanzar mas el
conocimiento psicoanalítico que el arquitectónico-..”( Boudon, “Del
espacio Arquitectónico, 1971, p.30-31) (Ver materiales interiores
de Purini)
2. El segundo obstáculo epistemológico, es aquel que se refiere
a extrapolar, la naturaleza del espacio arquitectónico a una
referencia exterior a el. De aquí provienen las concepciones,
propias de la arquitectura como un sistema de causalidades
ideales como referencia utópica. En realidad de lo que se
trata es de la proyección paralela de un espacio en otro, es
decir, la concepción del espacio, por aplicación de funciones:
“ Haremos extensivo el sentido funcionalismo a todo sistema de
pensamiento tendiente a proyectar cualquier función en la forma
arquitectónica. Inspirándonos en la definición matemática de
función o mas precisamente de aplicación como relación bi-
unívoca, consideraríamos entonces el funcionalismo como el
hecho de establecer esta relación bi-unívoca entre una función X
o Y, cualquiera que fuese (constructiva, económica, programática
u otra), pues lo funcionalista (el constructivismo tampoco consiste
en construir edificios mas sólidos que otros). Lo funcional, es la
relación bi-unívoca que da forma a la función (en sentido
matemático) y, (en sentido corriente) a lo económico, social, etc, y
el hecho de deducir una de otra, por aplicación matemática.”
“ Podría pensarse que el propio Panofsky se encuentra sometido
a un hábito mental vigente en la actualidad: el funcionalismo
arquitectónico, en tanto establece una relación entre el principio
de luminosidad de Suger y el principio de manifestación
escolástica. Es una unión funcional entre ambos, que le permite
traducir el principio de exposición verbal a un principio
arquitectónico.”(Boudon, 1971, p. 41)
Desde esta perspectiva, lo que se propone como el espacio
arquitectónico es:
1. Que el espacio arquitectónico, es un espacio del pensamiento
que se proyecta en un espacio concreto, pero este
pensamiento no es de función de otra disciplina distinta a la
concerniente a lo arquitectónico, sino una verdadera metáfora
arquitectónica.
2. Y no, como un espacio concreto de otra disciplina que se
proyecta en el pensamiento, en cuyo caso será una metáfora
de otro espacio en la arquitectura y no una metáfora de la
arquitectura. (Ibid.)
Por lo tanto, y en relación con la escala y la proporción, el espacio
es una medida entre lo que envuelve y lo que es envuelto por el
lugar. (Aristóteles)
C) La percepción.
Proviene del verbo percibir, (lat. percipere), que significa coger. “La comprensión del fenómeno marca el
Alude primariamente a una aprehensión, sea cual fuere la realidad acceso a la esencia...la realidad es la
aprehendida. unidad del fenómeno y de la esencia.”
Es una sensación interior que resulta de una impresión material (Kosik “Dialéctica de lo concreto”,1967)
hecha en nuestros sentidos.
Percepción es conocer.
El ser percipiente (el ser en situación), va en busca del fenómeno
para reconocer lo que necesita –la sustancia- en el afán utilitario
de dominar su entorno, de igual modo reconoce en el proceso de
intercambio con la realidad (su distinción contextual) su acontecer
interior. La experiencia dialéctica nos señala, que el hombre está
mediado por las cosas, en la medida en que las cosas están
mediadas por el hombre (Sartre, “Crítica a la razón dialéctica”
1970) .“De este modo la dualidad del mundo exterior e interior del
ser y sus tránsitos continuos entre sus interrelaciones y sus
intrarelaciones, generan en él, la convicción de estar determinado
por la contextualidad...” (García I. “Forma, Espacio y Percepción”,
p.20) (Ver materiales interiores de Purini y necesidad
antropológica en aspectos funcionales)
Según San Agustín, “..la sensación, conocimiento que empieza
por la experiencia, es ya una especie de pensamiento, un hecho
esencialmente inmanente. Lo que se cree recibir de fuera es
organizado por dentro en el interior, y resulta de la unión entre
pensamiento y sujeto.” (Irigoyen, “Filosofía y diseño”, 1998, p. 43)
La gestalt.
La semiótica de Saussure: