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Universidad Abierta y a Distancia de México

Licenciatura: Seguridad Pública

Materia: Comunicación Oral y Escrita

Unidad 2

Actividad: A cargo del docente

Alumno: Miguel Angel Argüello Silva

Matricula: ES1921005054

Docente: Irma Patiño Pérez

México 03 de Marzo de 2020


Valores Éticos en los Cuerpos de Seguridad.

Texto Humanístico
Introducción:
La actuación de las autoridades, cuerpos de seguridad y la propia Secretaria de
Seguridad Publica, en nuestra sociedad, así como la forma de llevar acabo sus
funciones, la aplicación de protocolos y procedimientos de seguridad, ha sido
siempre cuestionada y sobre todo cuando se ven inmersas en actividades ilícitas,
que distan mucho de ser calificadas como éticas. Pero como saber si nuestros
servidores públicos cuentan con la capacitación o el conocimiento, cuál es la
formación de estos cuerpos de seguridad en cuanto a la forma de conducirse con
la población, cuales son estos conocimientos que debe adquirir, pero sobre todo
ceñirlos como una forma de vida que debe ser cimentada en valores éticos de
actuación, tanto en su actuar como servidor público, como en su vida personal.
Los valores éticos no pueden ser vistos como una simple lista de requerimientos
que formen parte de un perfil para poder ser un servidor público, deben ser parte
de una conducta social nutrida de valores del servidor público, que así mismo
desempeñe de manera institucional, la cual genere un ambiente de confianza ante
la sociedad.

Desarrollo:
Los valores son siempre el principal patrimonio de cualquier Institución, la misión
de proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad
ciudadana. El cumplimiento de esa trascendente tarea exige un difícil equilibrio
entre los principios de libertad y seguridad y entre derechos a veces confrontados
que solo puede ser resuelto en el marco de unos valores éticos claramente
definidos.
La exigencia que existe hoy en cuanto, a la interacción que deben tener nuestros
cuerpos de seguridad con la población civil, ha aumentado debido a los problemas
que existen y que cada vez demandan un tratamiento de mayor calidad y eficacia
en su desempeño. Esto también es derivado de la intervención mas organizada en
cuanto a las estrategias por parte de los ciudadanos, siendo cada vez más la
presión que rodea a las instituciones de seguridad en busca de mejores resultados
en su actuar.
De tal forma que la ética es un asunto de muy alta relevancia, ya que con su
contenido normativo y prescriptivo aporta un mejor desempeño de los cuerpos de
seguridad y de igual manera contribuye a eliminar situaciones relacionadas con la
opacidad, la corrupción, los desfalcos, la cleptocracia, el patrimonialismo y la
ilegalidad.
La ética que es fuente de valores normativos orienta a conseguir conductas
ejemplares, situando el sentido y filosofía del valor público no solamente necesita
reglas institucionales y una eficiente gestión pública, sino también valores del buen
obrar que permitan fortalecer los contenidos, objetivos y metas de las políticas
públicas. Así como también la producción del valor publico por parte de las
instituciones administrativas y gubernamentales, tendencia que permea al servidor
publico con la exigencia de cuadros administrativos más comprometidos con el
sentido de lo público.
El trato digno, respetuoso, sensible y cuidadoso hacia los ciudadanos, le confiere
al servicio público una dimensión no sólo humana, sino ética. Por eso, el servicio
público no es un privilegio que tienen a su cargo los cuerpos de seguridad, sino
una responsabilidad que se vincula con las condiciones de vida de la sociedad, los
ciudadanos y las organizaciones civiles. Cuando estos asumen conductas claras y
respetuosas hacia los ciudadanos, en esa medida se convierten en instituciones
no sólo necesarias, sino responsables.
Esta visión indica que las demandas de la comunidad hacia las autoridades se han
de orientar por un tratamiento no sólo eficiente, sino sensible, debido a que los
problemas colectivos expresan realidades humanas y no son únicamente un
expediente a considerar en las respuestas que se formulan a las peticiones de la
población. El sentido humanista de los gobiernos deviene del modo en qué
abordan las carencias sociales y por la estrategia que adoptan para convertirlas en
problemas y luego en soluciones institucionales, que son el producto de
decisiones, recursos y acciones que son de carácter colectivo. De ahí la
importancia de que el servicio público, sea entendido en una óptica ética,
humanista y meritocrática.
Los servidores públicos no deben ser únicamente vistos por la sociedad como un
sistema de trámites, sino como un cuerpo de seguridad con valores que los
comprometen éticamente con la sociedad y los ciudadanos, para procurar que sus
condiciones de vida sean mejores. La importancia ética del servicio público no se
debe perder para evitar que se convierta en una caja de herramienta y en un
procesador de expedientes que administra de manera anónima a la sociedad y los
ciudadanos.
La benevolencia implica buena voluntad hacia los demás y el respeto para que
sean atendidos con sensibilidad y eficiencia, es un valor inspirado en la ética para
que sea considerado como una forma de respuesta hacia los ciudadanos, por
parte de los servidores públicos.
Los cuerpos de seguridad que asumen el compromiso de cuidar, vigilar, incentivar
y proteger la vida pública, con estricto apego a valores éticos, se acreditan como
personal que tiene conciencia para desempeñar un papel responsable.
Observando en la actualidad, muchos coincidimos con la visión presidencial,
aunque consideramos que el proceso de recuperación de valores cívicos, éticos y
morales, y la reconstrucción del tejido social, debe darse aparejado del
fortalecimiento de las instituciones encargadas de la seguridad pública, la
impartición de justicia en todos sus niveles (federal, estatal y municipal), y la
aplicación de la Ley sin miramientos ni excepciones. En otras palabras, debe
privilegiarse el interés público, el de las mayorías honestas y comprometidas con
el desarrollo de la familia y una sociedad justa. De ninguna manera la observancia
de la legalidad puede estar condicionada a la voluntad de “portarse bien” de
quienes no están dispuestos a sumarse al Estado de Derecho.
El gobierno de la República ha establecido como una prioridad en materia de
seguridad pública la integración de una Guardia Nacional ejemplar, que cumpla
con la función de preservar la seguridad de la población y erradicar la delincuencia
en cada rincón del país. Pero también debe fortalecer la presencia del Ministerio
Público Federal en cada entidad, y convocar, inducir y verificar que los niveles de
gobiernos estatales y municipales hagan lo propio. Se requieren ministerios
públicos, cuerpos policiacos y tribunales, honestos, preparados, y suficientes, en
todos los niveles y ámbitos de gobierno... Muchos coincidimos con el presidente
en el sentido de que la adopción e implementación de una cartilla moral como
método complementario, que no exclusivo, para incidir en la educación y
concientización de toda la sociedad, y no solo de los niños, se hace indispensable.
A principios de los cuarenta del siglo pasado, el entonces Secretario de Educación
Pública, Jaime Torres Bodet, solicitó a Alfonso Reyes la redacción de un texto que
llamó Cartilla Moral. La misma resume algunas opiniones sobre la materia y está
escrita con sencillez y claridad. La cartilla presenta al maestro y al lector un
testimonio pedagógico de Reyes, reconocido como una de las mentes más lúcidas
de su tiempo, no solo de México sino del mundo.

Conclusión:
Los cuerpos de seguridad (Policía) es siempre fiel reflejo de la sociedad a la que
sirve. El apoyo de la ciudadanía a su policía vendrá dado por el grado de respeto
que muestre ésta a la protección de sus derechos y por la capacidad de saber
ajustar su actuación a criterios de ética profesional. En la medida en que la policía
es concebida como un auténtico servicio público su objetivo esencial es el
ciudadano, que debe sentir a la policía como su policía.
Los valores éticos siempre son importantes en la sociedad y deben ser llevados a
cabo por los individuos que la integran. No importando si son servidores públicos o
no, son normas que nos ayudan a ser mejores personas que contribuyen a una
mejor sociedad.

Referencias:
www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-16162014000200004

https://www.quadratin.com.mx/opinion/observador-ciudadano-enrique-bautista-
villegas-23/

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