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Neurotransmisores

Los neurotransmisores son sustancias químicas creadas por el cuerpo que transmiten
señales (es decir, información) desde una neurona hasta la siguiente a través de unos
puntos de contacto llamados sinapsis.
Un neurotransmisor (neuromediador o segundo mensajero) es una biomolécula que permite
la neurotransmisión, es decir, la transmisión de información desde una neurona (un tipo de
célula del sistema nervioso) hacia otra neurona, una célula muscular o una glándula,
mediante la sinapsis que los separa. El neurotransmisor se libera desde las vesículas
sinápticas en la extremidad de la neurona presináptica, hacia la sinapsis, atraviesa el
espacio sináptico y actúa sobre los receptores celulares específicos de la célula objetivo.[1]
Diferencia entre neurotransmisor y hormona Editar
Un neurotransmisor al ser liberado solo comunica a una neurona inmediata, mediante la
sinapsis. En cambio una hormona se comunica con otra célula sin importar lo lejos que esté,
viajando a través del torrente sanguíneo.

Aunque algunos neurotransmisores suelen actuar como hormonas, a éstos se les denomina
neurohormonas.

DOPAMINA
Neurotransmisor que está presente en diversas áreas del cerebro y que es
especialmente importante para la función motora del organismo.
"la dopamina es importante en todas las respuestas nerviosas que están relacionadas
con la expresión de las emociones; se puede administrar dopamina en el tratamiento
de diversos tipos de shock"

Neurotransmisor que está presente en diversas áreas del cerebro y que es


especialmente importante para la función motora del organismo.
"la dopamina es importante en todas las respuestas nerviosas que están relacionadas
con la expresión de las emociones; se puede administrar dopamina en el tratamiento
de diversos tipos de shock"

En el cerebro de pacientes con enfermedad de Parkinson degeneran y mueren las neuronas


dopaminérgicas de la sustancia negra, las cuales proyectan hacia los núcleos del putamen y
caudado del estriado, núcleos que participan en los ganglios basales, provocando la pérdida
de control de los movimientos voluntarios. La dopamina tiene muchas funciones en el
cerebro, incluyendo papeles importantes en el comportamiento y la cognición, la actividad
motora, la motivación y la recompensa, la regulación de la producción de leche, el sueño, el
humor, la atención, y el aprendizaje.

Las neuronas dopaminérgicas (es decir, las neuronas cuyo neurotransmisor primario es la
dopamina) están presentes mayoritariamente en el área tegmental ventral (VTA) del
cerebro-medio, la parte compacta de la sustancia negra, y el núcleo arcuato del hipotálamo.

Las respuestas físicas de las neuronas dopaminérgicas son observadas cuando se presenta
una recompensa inesperada. Estas respuestas se trasladan al inicio de un estímulo
condicionado después de apareamientos repetidos con la recompensa.

Por otro lado, las neuronas de dopamina son deprimidas cuando la recompensa esperada
se omite. Así, las neuronas de dopamina parecen codificar la predicción del error para
resultados provechosos. En la naturaleza, aprendemos a repetir comportamientos que
conducen a maximizar recompensas. La dopamina por lo tanto, como se cree, proporciona
una señal instructiva a las partes del cerebro responsable de adquirir el nuevo
comportamiento. La diferencia temporal del aprendizaje proporciona un modelo
computacional describiendo cómo el error de predicción de neuronas de dopamina se usa
como una señal instructiva.

SEROTONINA
La serotonina y las emociones
La serotonina es un neurotransmisor muy relacionado con el control de las emociones y el
estado de ánimo, aunque cumple también otro tipo de funciones:

Regula el apetito causando la sensación de saciedad.


Controla la temperatura corporal.
Regula el apetito sexual.
Controla la actividad motora, la percepción y la función cognitiva.
Junto a otros neurotransmisores -dopamina y noradrenalina- paricipa en los mecanismos
que rigen la ansiedad, el miedo, la angustia y la agresividad.
Regula secreción de algunas hormonas, como es el caso de la melatonina, una proteína
entre cuyas muchas funciones está la de regular los ritmos circadianos y el sueño.
Desempeña un papel importante en la formación y el mantenimiento de la estructura ósea.
Está implicada en el funcionamiento del sistema vascular.
Induce la división celular.

serotonina emociones
A la serotonina también se la conoce como la hormona de la felicidad, ya que cuando
aumentan sus niveles en los circuitos neuronales genera sensaciones de bienestar,
relajación, satisfacción y aumenta la concentración y la autoestima

Epinefrina o adrenalina
La adrenalina, también conocida como epinefrina por su Denominación Común
Internacional (DCI), es una hormona y un neurotransmisor.[1]​ Incrementa la
frecuencia cardíaca, contrae los vasos sanguíneos, dilata las vías aéreas, y participa
en la reacción de lucha o huida del sistema nervioso simpático.[2]​ Químicamente, la
adrenalina es una catecolamina, una monoamina producida solo por las glándulas
suprarrenales a partir de los aminoácidos fenilalanina y tirosina. La adrenalina es el
neurotransmisor que se libera de la médula suprarrenal, en tanto que, de los ganglios
paravertebrales se libera noradrenalina.

Respuestas fisiológicas a la epinefrina por órgano


Órgano Efectos
Corazón Incrementa la frecuencia cardiaca
Pulmones Incrementa la frecuencia respiratoria
Casi todos los tejidos Vasoconstricción o vasodilatación
Hígado Estimula la glucogenolisis
N/A, sistémico Incrementa la lipólisis
N/A, sistémico Contracciones musculares

Todos hemos oído hablar alguna vez sobre la adrenalina. Existen muchas actividades
o deportes de aventura que nos hacen liberar una gran dosis de adrenalina. Sabemos
que generamos esta sustancia al experimentar emociones fuertes o vivir situaciones
extremas. Una descarga de adrenalina nos acelera el ritmo cardíaco y la respiración.
Cuando nuestro cuerpo libera adrenalina podemos sentir como nuestra fuerza y
energía aumenta, nos sentimos eufóricos, invencibles… Pero, dejando de lado las
formas en las que podemos descargar esta sustancia ¿Qué sabemos realmente
sobre la adrenalina? Aquí respondemos a todas tus preguntas:

¿Qué es la Adrenalina? Definición


La adrenalina, también denominada epinefrina en su sustitutivo sintético, es una
molécula que liberamos en situaciones de alerta o de tensión. Cuando percibimos
que nos encontramos ante una amenaza.

Esta sustancia permite que se desencadenen diferentes procesos corporales que


hacen que nuestro cuerpo pueda reaccionar ante un peligro potencial. Los efectos de
la adrenalina o epinefrina tienen un propósito concreto: Proporcionar energía para
que nuestros músculos y nuestro cuerpo pueda responder a una potencial amenaza o
situación de peligro.

La adrenalina o epinefrina nos predispone a actuar y reaccionar rápidamente, prepara


nuestro organismo para que tengamos el máximo rendimiento. Por eso decimos que
esta sustancia desencadena nuestros mecanismos de supervivencia, nos pone a
“tono” para que podamos enfrentarnos a aquellas situaciones en la que es importante
que reaccionemos de manera rápida.

La adrenalina o epinefrina tiene varias funciones en nuestro cuerpo: Cuándo se libera


al torrente circulatorio (circulación sanguínea) actúa como hormona, y cuándo la
adrenalina se libere en el espacio sináptico (entre dos neuronas) actúa como
neurotransmisor.

Adrenalina como hormona: Viaja alrededor de nuestro organismo a través de la


circulación sanguínea y consigue llegar a diferentes células y zonas de nuestro
cuerpo, en donde inicia múltiples reacciones.
Adrenalina como neurotransmisor: Actúa como mensajero químico. Se encarga de
enviar las señales del sistema nervioso. Esta sustancia es la responsable de
transmitir la información de una neurona a la siguiente. Su efecto está muy
relacionado con la atención, el estado de alerta y con el sistema de recompensa
cerebral.
Cuando nos enfrentamos a una situación de estrés, peligro o riesgo, se activa la
repuesta adrenérgica (un tipo de receptores molecular en las células del organismo,
que recibe las señales de la adrenalina, noradrenalina y dopamina). La adrenalina se
canaliza a través de la sangre y actúa en diferentes órganos y partes de nuestro
cuerpo donde provocará efectos muy concretos que tienen como consecuencia la
activación corporal: Dilatación de las vías respiratorias para incrementar la entrada de
oxígeno en el organismo, vasoconstricción de los vasos sanguíneos, incremento de
la frecuencia cardíaca, etc…

Esta sustancia se produce normalmente en situaciones de estrés, excitación o


nerviosismo. Se suele relacionar con la realización de deportes extremos o
actividades que implican cierto riesgo, pero también liberamos adrenalina en
situaciones cotidianas. Por ejemplo, cuando nos enfrentamos a un examen, cuando
tenemos un encuentro inesperado con alguien, una reunión importante, o incluso el
día de tu boda. La adrenalina o epinefrina también nos permite, por ejemplo, ser
capaces de estudiar toda la noche el día antes de un examen.

ACETILCOLINA
La acetilcolina es un neurotransmisor, una sustancia química liberada por las células
nerviosas para enviar señales a otras células. Su nombre deriva de su estructura
molecular: es un éster de ácido acético y colina (ACh). Fue el primer neurotransmisor
en ser descubierto, y por este motivo ha sido muy estudiado. También es el
neurotransmisor más abundante y está presente tanto en el sistema nervioso central
(SNC) como en el sistema nervioso periférico (SNP).

La acetilcolina es el principal neurotransmisor del sistema nervioso autónomo, que


tiene funciones tan importantes como contraer la musculatura lisa, dilatar los vasos
sanguíneos, aumentar las secreciones corporales y disminuir la frecuencia cardíaca.

Contenido

1 ¿Qué hace la Acetilcolina?


2 Cómo funciona la acetilcolina
3 La acetilcolina y su relación con el Alzheimer y el Parkinson
¿Qué hace la Acetilcolina?
La acetilcolina cumple tanto funciones excitatorias como inhibitorias, lo que significa
que puede acelerar y ralentizar las señales nerviosas.

Función de la acetilcolina en el SNC


En el sistema nervioso central, su función es principalmente excitatoria. Es la
encargada de modular el funcionamiento de diversas neuronas en las áreas del
cerebro que controlan la motivación, la excitación y la atención. Es un
neurotransmisor clave para mantener la memoria y fomentar el aprendizaje, además
de promover la neuroplasticidad cerebral. El deterioro crítico de la vía colinérgica en
el SNC se ha asociado con la aparición de la enfermedad de Alzheimer.

También ayuda a activar las funciones sensoriales al despertar, ayudando a las


personas a mantener la atención y actuando como parte del sistema de recompensa
del cerebro. La acetilcolina es esencial para el sueño con movimiento ocular rápido
(REM), momento en que las personas tenemos nuestros sueños cuando estamos
durmiendo.

En el cerebro, la acetilcolina actúa como un neuromodulador, lo que significa que en


lugar de participar en la transmisión sináptica directa entre neuronas específicas,
actúan en una amplia variedad de neuronas en todo el sistema nervioso. Las drogas y
las sustancias que interrumpen la función de la acetilcolina pueden tener efectos
negativos en el cuerpo e incluso provocar la muerte. Ejemplos de tales sustancias
son algunos tipos de pesticidas y gases neurotóxicos.

neurona-neurotransmisor

Función de la acetilcolina en el SNP


Dentro del sistema nervioso periférico, la acetilcolina es una parte importante del
sistema nervioso autónomo, ya que transmite las señales entre los nervios motores y
los músculos, contribuyendo a la contracción de los músculos cardíacos,
esqueléticos y lisos. Actúa en las uniones neuromusculares permitiendo que las
neuronas motoras activen la acción muscular.

Por ejemplo, el cerebro podría enviar una señal para mover la pierna izquierda. La
señal es transportada a través de las fibras nerviosas hacia las uniones
neuromusculares. Una vez allí, la señal es transmitida por la acetilcolina,
desencadenando la respuesta deseada en esos músculos específicos.

La acetilcolina se ocupa de controlar numerosas funciones corporales, ya que actúa


sobre las neuronas preganglionares de los sistemas simpático y parasimpático.

En el sistema cardiovascular, actúa como un vasodilatador, disminuyendo la


frecuencia cardíaca y la contracción del músculo cardíaco. En el sistema
gastrointestinal, actúa aumentando la peristalsis en el estómago y la amplitud de las
contracciones digestivas. En el tracto urinario, su actividad se concentra en disminuir
la capacidad de la vejiga y aumentar la sensación voluntaria de evacuación. También
afecta el sistema respiratorio estimulando la secreción de todas las glándulas que
reciben impulsos nerviosos parasimpáticos. En el sistema nervioso central, la
acetilcolina parece tener múltiples funciones.

Debido a que la acetilcolina juega un papel importante en todas las acciones


musculares, las drogas que influyen en este neurotransmisor pueden causar varios
grados de interrupción del movimiento o incluso parálisis.

Los desequilibrios en la acetilcolina pueden contribuir al desarrollo de la miastenia


grave, un trastorno autoinmune que causa debilidad muscular y fatiga.

Cómo funciona la acetilcolina


En el SNP la acetilcolina se almacena en las vesículas que se encuentran en los
extremos de las neuronas colinérgicas (productoras de acetilcolina). En el SNP,
cuando un impulso nervioso llega al terminal de una neurona motora, se libera
acetilcolina en la unión neuromuscular. Allí se combina con una molécula receptora
en la membrana postsináptica (o membrana de la placa terminal) de una fibra
muscular. Esta unión cambia la permeabilidad de la membrana, lo que hace que se
abran canales que permiten que los iones de sodio cargados positivamente fluyan
hacia la célula muscular. Si los sucesivos impulsos nerviosos se acumulan a una
frecuencia suficientemente alta, los canales de sodio a lo largo de la membrana de la
placa terminal se activan por completo, lo que da como resultado la contracción de la
célula muscular.

La acetilcolina es rápidamente destruida por la enzima acetilcolinesterasa y por lo


tanto es efectiva solo brevemente. Los inhibidores de la enzima (medicamentos
conocidos como anticolinesterasas) prolongan la vida de la acetilcolina. Dichos
agentes incluyen fisostigmina y neostigmina, que se usan para ayudar a aumentar la
contracción muscular en ciertas afecciones gastrointestinales y en la miastenia
grave. Se han usado otras acetilcolinesterasas en el tratamiento de la enfermedad de
Alzheimer.

La acetilcolina y su relación con el Alzheimer y el Parkinson


La porción colinérgica del cerebro es el área del cerebro que produce acetilcolina. El
daño a esta parte del cerebro está relacionado con el desarrollo de la enfermedad de
Alzheimer. Muchas personas con la enfermedad de Alzheimer tienen niveles alterados
de acetilcolina. Los inhibidores de la colinesterasa se recetan habitualmente a las
personas con la enfermedad de Alzheimer en un esfuerzo por desacelerar el
desarrollo de esta afección al evitar la descomposición de la acetilcolina.

La acetilcolina también juega un papel importante en la enfermedad de Parkinson. La


acetilcolina junto con la dopamina son los neurotransmisores que permiten
movimientos musculares suaves. Cuando hay un desequilibrio entre la acetilcolina y
la dopamina, los movimientos pueden ser inestables y desiguales, una característica
distintiva de la enfermedad de Parkinson.

Te puede interesar: Los neurotransmisores y su relación con la ansiedad, la


depresión y la agresividad
Referencias
Asociacion Americana de Psicologia. APA Concise Dictionary of Psychology.
Washington, DC.
http://www.nia.nih.gov/alzheimers/publication/alzheimers-disease-medications-fact-sh
eet
https://en.wikipedia.org/wiki/Acetylcholine

GABA

ácido gamma-aminobutírico (GABA) es un aminoácido y un neurotransmisor que


regula la excitabilidad cerebral mediante la inhibición del disparo excesivo de las
neuronas, lo que da lugar a una sensación de calma. Equilibrar adecuadamente tu
nivel de GABA puede reducir el estrés,hacer que te sientas menos ansioso y reducir
la probabilidad de que aparezcan diferentes problemas de salud.

¿Qué es y qué hace GABA?


El ácido gamma-aminobutírico es uno de los neurotransmisores más importantes, los
químicos que las células cerebrales usan para comunicarse entre sí. De hecho, es el
neurotransmisor inhibitorio más frecuente. Los neurotransmisores inhibidores
disminuyen la probabilidad de que un impulso nervioso se dispare.

La función principal de GABA como neurotransmisor inhibidor es ralentizar la


actividad cerebral. También está involucrado en la visión, el sueño, el tono muscular
y el control motor. Además, se distribuye ampliamente tanto dentro como fuera del
sistema nervioso central. Se encuentra en los intestinos, el estómago, la vejiga, los
pulmones, el hígado, la piel, el bazo, los músculos, los riñones, el páncreas y en los
órganos reproductivos.
Las enfermedades y trastornos relacionados con la disfunción de GABA incluyen
autismo, trastorno bipolar, depresión, esquizofrenia, epilepsia, fibromialgia,
meningitis, algunos tipos de demencia (enfermedad de Alzheimer, enfermedad de
cuerpos de Lewy, demencia frontotemporal) y algunos trastornos intestinales
(enfermedad de Crohn, cáncer colorrectal, IBS, colitis ulcerosa). Además, las
enfermedades caracterizadas por movimientos involuntarios, como el Parkinson, la
discinesia tardía y la corea de Huntington también se asocian con bajos niveles de
este neurotransmisor.

Una de las funciones más importantes de GABA es su capacidad para minimizar el


estrés y la ansiedad. Cuando este es bajo, la probabilidad de sentirnos ansiosos,
abrumados y muy sensibles a la estimulación aumenta. En este sentido, un artículo
publicado en la revista Nature afirma que este neurotransmisor puede disminuir
específicamente los pensamientos no deseados que alimentan el estrés, la ansiedad,
la depresión y otros trastornos psiquiátricos.
Otra forma en la que el ácido gamma-aminobutírico afecta a la actividad cerebral es
alterando los patrones de ondas cerebrales. La presencia de GABA aumenta las
ondas cerebrales asociadas a un estado relajado (ondas alfa) y disminuye las
asociadas con el estrés y la ansiedad (ondas beta).

GLUTAMATO

No solo por dar nombre a un grupo de rock pop (Glutamato Ye-Yé) es que el glutama-
to puede resultar controversial. La información que está disponible para la población
es una mezcla de su relevancia para la alimentación con sus efectos neurológicos, lo
que genera opiniones encontradas sobre su consumo.
Al glutamato se le atribuye el efecto de potencial el sabor de la comida y aumentar el
apetito al generar un sabor único, el quinto sabor, conocido como umami (del japonés
“sabroso”) por lo que suele agregarse a los alimentos. Pero a su consumo se le atribu-
ye el llamado “síndrome del restaurante chino” caracterizado por una sensación de
“quemazón en la nuca, opresión en el pecho, náuseas y abundante sudoración”, entre
otras manifestaciones, aunque no hay evidencia concluyente de que sea la causa

El glutamato es un neurotransmisor. Tiene funciones inhibidoras sobre el sistema nervioso.


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El glutamatoes el principal neurotransmisor excitador del sistema nervioso central, liberado
tanto por neuronas como por las células de la glía. Las vías glutamatérgicas están
fuertemente implicada en la plasticidad neuronal, en la memoria y el aprendizaje y otras
complejas funciones.

Su sistema de receptores es muy complejo, existiendo dos tipos distintos que se


diferencian en su mecanismo de acción. Por un lado, los receptores rápidos, llamados
ionotrópicos, cuyo mecanismo se basa en los canales iónicos. Por otro lado, los receptores
metabotrópicos, cuyo mecanismo emplea proteínas G.

Se sospecha que alteraciones en este sistema sean las responsables de algunos trastornos
neurodegenerativos y neurotóxicos. Además de ser el principal neurotransmisor en el
cerebro, el glutamato también está implicado en el sentido del gusto,en el mantenimiento de
las células intestinales y en el metabolismo de las células del hígado.

ENDORFINA
¿Qué son las endorfinas? Definición
Las endorfinas son neurotransmisores de nuestro organismo, una sustancia química natural
endógena, es decir, producida por nuestro propio cuerpo, denominadas comúnmente
“hormonas del placer”, puesto que mantienen la función de estimular las zonas cerebrales
que producen las sensaciones de placer. Su estructura es muy parecida a los opioides,
como la morfina, el opio y/o la heroína, pero aunque su función pueda ser parecida en la
estimulación del placer, no conllevan efectos negativos sobre nuestro organismo.

Endorfinas: funciones
En la definición de endorfinas ya hemos visto su implicación en la felicidad y en nuestro
bienestar, sin embargo también se ven envueltas en muchas otras funciones de nuestro
organismo. Los diferentes efectos de las endorfinas son los siguientes:

1. Endorfinas, amor y sexualidad


Las endorfinas están implicadas en el deseo sexual, debido a que ayudan a liberar la
secreción de hormonas sexuales en la glándula pituitaria. Por este motivo, la liberación de
endorfinas comporta un papel muy importante en la sexualidad. Además, diversas
investigaciones han vinculado la liberación de estas hormonas con la vinculación romántica
de una pareja, a causa de su participación en las sensaciones de bienestar y felicidad.

La sensación de placer está directamente relacionada con la sensación de recompensa y la


repetición de la conducta, es decir, cuando realizamos una acción, como el acto sexual o
hacer deporte, liberamos una gran cantidad de endorfinas, las cuales gsensación de placer,
interpretado como una recompensa y por ello, buscamos realizar de nuevo estas
actividades.

2. Endorfinas y dolor
Las endorfinas son la morfina natural de nuestro organismo y por ello, ayudan a calmar el
dolor físico, producido por ejemplo por un traumatismo, un esfuerzo excesivo o exceso de
actividad física, inflamaciones,… Las endorfinas tienen la función de inhibir este dolor, por
ello cuando reciben una señal de los nociceptores (receptores del dolor) que les avisan de
que nuestro cuerpo ha sido dañado, se produce una casi inmediata liberación de endorfinas,
lo cual produce una disminución de las sensaciones de dolor temporalmente, para que el
organismo pueda responder con una respuesta adaptativa, por este motivo cuando nos
hacemos daño, por ejemplo cuando nos rompemos un hueso, el dolor inicial no es tan
intenso como lo será posteriormente cuando estemos relajados.

3. Endorfinas y emociones
Las endorfinas no juegan únicamente un papel ante el dolor físico, también actúan frente al
dolor emocional. Las endorfinas están implicadas en la regulación emocional. Cuando
estamos tristes, pesimistas o apáticos, por haber recibido una mala noticia, como el
fallecimiento de un ser querido, una ruptura, un trauma emocional o simplemente sentimos
estrés y/o ansiedad, se produce una gran liberación de endorfinas que ayudan a inhibir
dicho dolor emocional, como pasa con el dolor físico, para ayudarnos a reducir la intensidad
del estrés o del dolor. Por este motivo, en muchas ocasiones cuando recibimos una mala
noticia tardamos en reaccionar, puesto que la liberación de endorfinas inhibe temporalmente
el dolor emocional. Al mismo tiempo, un bajo nivel de endorfinas se relaciona con
sentimientos de tristeza y/o depresión.

4. Endorfinas y sistema inmunológico


Nuestro sistema inmunitario depende en cierta medida de nuestro estado de ánimo,
causando que ante épocas en las que nos enfrentamos a más tensiones o estresores nos
sea más fácil ponernos enfermos. Los estados de ánimo más deprimidos o las respuestas
de estrés, disminuyen la capacidad de este sistema para poder combatir los
microorganismos del exterior. Frente a ello, las endorfinas ayudan a fortalecer el sistema
inmunitario al encontrarse implicadas en la regulación emocional.

5. Endofinas, memoria y atención


Las endorfinas se han visto relacionadas en la capacidad de atención y en la memoria,
facilitando sus funciones, debido a que a mayor bienestar emocional, mejor funcionamiento
de estas capacidades.

6. Endorfinas, hambre y sueño


Las funciones citadas previamente implican consecuentemente la vinculación de las
endorfinas con otros procesos de nuestro organismo. En primer lugar, se han visto
implicadas en la regulación del apetito, así como en la regulación de la función respiratoria.
Además de ello, las sensaciones de placer producen seguidamente las sensaciones de
inducción del sueño, por ello tras realizar el acto sexual y ante el aumento de liberación de
estas hormonas, se produce en nuestro organismo un estado de relajación que induce al
sueño.

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