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Aproximaciones a la resignificación de las representaciones sociales Redefining


approaches to social representations

Article · November 2016

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Ruth Máriori Quispe Carcasi


Centro de Investigación Psicológica Histórico-Cultural
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Revista Epistemología, Psicología y Ciencias
Sociales

Aproximaciones a
la resignificación de las
representaciones sociales
Redefining approaches to social representations
Ruth Máriori Quispe Carcasi
Recibido: 30-04-
2015
Huver Edgard Feria
Aceptado: 12-12- Lázaro
2015 Centro de Investigación Psicológica Histórico-Cultural, CIPS HC
Publicado: 04-11- Universidad Nacional de San Agustín,
2016 Arequipa

Resumen
El estudio de las representaciones sociales, Abstract
iniciado por Moscovici, ha constituido un The study of social representations initiated
campo del conocimiento sobre el sentido by Moscovici, has been a field of knowledge
común, que se ha extendido fácilmente about common sense, which is easily spread
hacia otras ciencias, debido a su versatilidad to other sciences, because of their versatility
y apertura a los usos que se le otorgaba. La and openness to the uses to which it
teoría de las representaciones sociales es granted. The theory of social representations
predominantemente un análisis socio- cognitivo, is predominantly a socio-cognitive analysis,
en el que, en gran medida, se ha which largely has been disconnected or
desvinculado o considerado poco relevante la considered of little relevance subjectivity as
subjetividad como objeto de estudio. El an object of study. In this article we approach
presente artículo busca aproximarnos a the redefinition of the theory emphasizing
dicha teoría haciendo énfasis en los aportes the Fernando Gonzalez Rey contributions
de Fernando González Rey sobre la Teoría on the theory of subjectivity from the
de la Subjetividad, desde la perspectiva historical and cultural perspective, and to
histórico-cultural, además de reflexionar reflect on the construction of knowledge
sobre la construcción del conocimiento a from the popular majority, as mentioned
partir de las mayorías populares, como lo Ignacio Martin Baro, so hopefully encourage
mencionara Ignacio Martín Baró. Por ello the use of social representations as a way to
esperamos propiciar el uso de las study society, as opposed to a positivist
representaciones sociales como forma de analysis, subjective senses complejice
estudio de la sociedad, que en emerging social relations. Knowledge, we
contraposición a un análisis positivista, believe must be at the service of emancipatory
complejice los sentidos subjetivos emergentes processes of live social fabric, to consider the
en las relaciones sociales. El conocimiento, subject from an active character as a product
consideramos, debe estar al servicio de and producer of its history.
procesos emancipatorios, de tejidos sociales
vivos, que consideren al sujeto desde un
carácter activo como producto y productor de
su historia.
Keywords: Social representations, subjectivity,
Palabras clave: Representaciones sociales, subjective senses, Fernando Gonzalez Rey,
subjetividad, sentidos subjetivos, Fernando Ignacio Martin Baró.
González Rey, Ignacio Martín Baró.

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Las representaciones sociales en adelante RS han constituido una teoría en
crecimiento, que se ha extendido hacia otras ciencias; sin embargo, este uso
diversificado no ha sido mecánico, por ello el uso a veces desvirtuado de sus
orígenes, podría ser un motivo de crítica, como de un estimable signo
definiciones de las RS, esta polisemia es para

algunos de nosotros su riqueza, hace de ellas


el presente artículo pretendemos contribuir al replanteamiento progresivo de la teoría de
las representaciones sociales, pues una teoría constituye una zona de sentido, que
en múltiples desdoblamientos complejiza su objeto de estudio. En este entender, nos
situamos en el proceso de surgimiento y desarrollo histórico de esta teoría;
posteriormente visibilizamos ausencias en su constitución teórica, que en
consideración a su importancia nos conduce a resaltar los aportes teóricos de Fernando
González Rey como exponente de la Teoría de la Subjetividad desde una perspectiva
histórico-cultural. Desde esta perspectiva las representaciones sociales son percibidas
como producciones subjetivas, que profundizamos en el siguiente apartado, haciendo
énfasis en la relación de la subjetividad social y las representaciones sociales como
constituyentes de la configuración de esta subjetividad. Es necesario cuestionar
el papel del sujeto frente a un orden social determinado que lo limita,
configurándose una subjetividad social hegemónica que persigue anular al sujeto
como elemento tensionador. Desde los aportes de Ignacio Martín Baró hacia una
psicología al servicio de las mayorías populares, encontramos afinidades que nos
permiten revalorar las representaciones sociales como formas de conocimiento del
sentido común, de los saberes de quienes ocupan el lugar de los dominados,
quienes históricamente han sido desplazados. A su vez dejamos pendiente un debate
posterior hacia la discusión de las representaciones sociales, los estudios
descoloniales, los estudios de género, teorías feministas, paradigmas del
protagonismo, entre otros.

Un recorrido histórico en la formación de la teoría de las representaciones sociales


Es preciso iniciar el presente apartado haciendo referencia a la definición de
Representación Social, concepto postulado por Serge Moscovici (1973, XIII) como:
Sistemas de valores, ideas y prácticas que tienen una doble función: en primer
lugar, establecer un orden que permita a los individuos orientarse en su
mundo social y material y dominarlo; y, en segundo término, permitir la
comunicación entre los miembros de una comunidad, aportándoles un código
para el intercambio social y un código para denominar y clasificar de manera
inequívoca los distintos aspectos de su mundo y de su historia individual y
grupal. (Citado por Duveen & Lloyd, 2003)
El auge de estudios sobre representaciones sociales en las ciencias humanas se
debe a que permite generar visibilización, estudiar diversas problemáticas, fenómenos y
procesos que sobrevienen en la sociedad. El psicólogo social y epistemólogo Serge
Moscovici en la
Revista Epistemología, Psicología y Ciencias
Sociales
década de los 60 introdujo el concepto de Representación Social en la Psicología
Social con la publicación de su tesis de doctorado en 1961 titulada El Psicoanálisis,
su imagen y su público, dentro de

elaboradas en el psicoanálisis pasaron a formar parte del sentido común de las


personas en dicho país.
Una de las cuestiones que llevaron a Moscovici a plantear la teoría de las
representaciones sociales fue superar una gran dificultad que se presentaba en la
sociología y psicología; d
sociólogos [Weber, Simmel y Durkheim], necesitaron también introducir alguna
referencia a los procesos psicológicos para dar coherencia e integridad a sus análisis
Duveen, 2007).
El mismo hecho se repetía en la psicología en relación a la sociología: existía cierta
exclusión de categorías y conceptos entre ambas para dar alcance en las explicaciones
de los fenómenos en cuestión, situación que hubiera podido poner en zozobra el
estatus de ciencia de ambas. Desde un análisis actual, todavía se arrastra el sistema
de pensamiento dicotómico: lo individual y lo social, lo personal y lo público, lo
psicológico y lo sociológico; sin embargo, consideramos que las teorías, y en
este caso particular, la de las representaciones sociales, deben ser reconstruidas
continuamente, por lo cual referimos más adelante aportes teóricos que nos
permitan complejizar dicha teoría.
Según Araya Umaña (2002), dentro de los antecedentes teóricos que influenciaron
a Moscovici se encuentran: El concepto de Representaciones colectivas de E.
Durkheim; el estudio de las funciones mentales en sociedades primitivas de L. Levy-
Bruhl; los estudios sobre la representación del mundo en los niños de J. Piaget; y la
teoría sobre la sexualidad infantil de S. Freud. Asimismo, en la actualidad se está
produciendo una revisión teórica del diálogo abierto entre las representaciones
colectivas de Durkheim y las representaciones sociales de Moscovici, ya que según
Ramírez Plascencia reconsiderar el lugar del concepto

[representaciones sociales] dentro de una teoría general


(citado por Ramírez Plascencia,
2007). Sea como fuere, el interés actual por la teoría de las representaciones sociales
está ganando protagonismo como un acercamiento al estudio de la realidad
social.
Diversos investigadores trabajaron directamente con S. Moscovici, primeramente
en el Laboratorio de Psicología Social de París y después en la VI Sección de la
Escuela Práctica de Altos Estudios, llamada más tarde Escuela de Altos Estudios en
Ciencias Sociales; entre los cuales podemos mencionar a: Claudine Herzlich que
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Aproximaciones a la resignificación de las representaciones sociales /Quispe C., M.
estudió las
y Feria L., representaciones
H. sociales sobre la salud y la enfermedad; Denise
Jodelet con sus estudios sobre representaciones sociales sobre la locura; Michel-
Luis Rouquette con sus estudios de

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representaciones sociales y política, Jean-Claude Abric que inauguró los estudios
desde el estructuralismo en representaciones sociales en la llamada Escuela de Aix en
Provence junto a Claude Flament, Christian Guimelli, Pascal Moliner; WillemDoise
en Ginebra; también investigadoras Latinoamericanas como María Auxiliadora Banch
en Venezuela, Ángela Arruda en Brasil (Alzamora & Campagno, 2006). Otros
investigadores como Sandra Jovchelovitch con sus estudios acerca de las
representaciones sociales como espacio entre el individuo y la sociedad, articulando
sujetos, objetos y actividades; los trabajos de Ivana Markova sobre dialogicidad y
representaciones sociales; Gerard Duveen con sus trabajos de articulación de lo
individual y lo colectivo en procesos micro-genéticos de socialización; C. Howarth con
la teoría de las representaciones sociales y la identidad social (Rateau & Lo Monaco,
2013). Robert Farr, Tania Rodríguez Salazar y Alfredo Guerrero en México, entre
otros.
La amplitud en su uso obedece a su gran versatilidad. En la construcción de
una representación social, existen diversas ópticas para formular su elaboración,
Jodelet (1986) considera las siguientes:
1. Se limita a la actividad cognitiva a través de la que el sujeto construye su representación.
2. Otorga acento a los aspectos significantes de la actividad representativa,
considerando al sujeto como productor de sentido, como la expresión de una
sociedad determinada.
3. Trata a la representación como una forma de discurso y desprende sus
características de la práctica discursiva de sujetos situados en la sociedad.
4. Se toma en mayor consideración la práctica del sujeto, como actor social
inscrito en una posición o lugar social.
5. El juego de las relaciones intergrupales desde las interacciones determina la
dinámica de las representaciones.
6. El sujeto como portador de las determinaciones sociales, basa la actividad
representativa en la reproducción de los esquemas de pensamiento socialmente
establecidos.
En ese sentido, la construcción de las representaciones sociales se ha dado
dentro de una tradición que otorgaba mayor preponderancia a un aspecto por
encima de los otros; sin embargo es posible continuar las reflexiones buscando una
postura que integre mejor algunas de éstas ópticas y revalore la representación
social.

Las representaciones sociales como producción subjetiva


Desde nuestra interpretación, la teoría de las representaciones sociales inaugura una
nueva zona de sentido para la investigación en las ciencias sociales, al destacar el
aspecto simbólico de la interacción humana, de las relaciones sociales y sobre todo
al considerar lo social como un espacio de construcción a nivel simbólico por los
miembros de una comunidad, existen aspectos que han sido dejados de lado o están
por desarrollarse. Uno de ellos es el tema de la afectividad como constituyente en la
construcción de las representaciones sociales. Si tomamos en cuenta la
constitución multidimensional del ser humano, lo afectivo no podría estar
desvinculado con lo simbólico. En ese sentido, destacamos los
trabajos de González Rey sobre la redefinición de las representaciones sociales
como constituyente de la subjetividad social, incluyendo como eje central el
tema de la afectividad como componente de la subjetividad. Al respecto
señala:
Las RS representan las formas organizativas del espacio simbólico en que
la persona se desenvuelve. La realidad aparece a través de las RS de los
discursos que forman el tejido social, mediante los cuales los sujetos
individuales, relacionados en un determinado espacio social, configuran el
sentido subjetivo de las esferas de su vida y se atribuyen una significación
a sí mismos en sus relaciones con los otros. Esta organización simbólica del
medio social es también un aspecto central en la constitución del sentido de
conjuntos complejos de emociones del sujeto; sin embargo, las RS están
constituidas por complejos núcleos emocionales que, asociados o no a
procesos de significación, se integran desde zonas diferentes de la
experiencia humana a la configuración de una RS concreta. Las RS
representan complejas síntesis de sentido y significación que permiten
momentos de inteligibilidad de innumerables procesos sociales
inasequibles a la conciencia. (2002b, pág. 112)
El autor avanza en la comprensión de la teoría de las representaciones
sociales otorgando mayor importancia a las emociones en la constitución de la
dimensión subjetiva de las representaciones sociales. Asimismo, Pombo de Barros
& Arruda Silva (2010), trabajaron las afinidades entre la teoría del desarrollo emocional
de D. Winnicott y la teoría de las representaciones sociales de S. Moscovici, apuntando
al papel de la afectividad en la construcción de la representación social (pág. 551).
Cuando se aborda la temática de la afectividad, generalmente se hace desde
los enfoques organicistas-biológicos, dejando de lado la constitución cultural-social
del individuo, bajo el argumento de que la afectividad interfería en el
acercamiento al conocimiento del mundo objetivo. Si se asume, como afirma la
socióloga E. Illouz (2007), a construcción del capitalismo se hizo de la mano de la
construcción de una cultura emocional muy especializada y que cuando nos
concentramos en esa dimensión [en sus emociones, por así decirlo] podemos
descubrir otro orden en la organización social del
ca
capitalismo, que va más allá del sistema político-económico de nuestra sociedad,
pensando las relaciones de poder a nivel afectivo, dando lugar a la subjetividad en la
construcción de la sociedad.
El tema de los afectos es una cuestión pendiente en la construcción de las
representaciones sociales. No nos referimos al retorno a una emocionalidad
solipsista, aprisionada en la intimidad de cada persona, pues los sentimientos activos
sólo pueden ser
-política,
con el otro. L. Vigotsky manifestaba en la discusión acerca de los sentimientos inferiores

existe emoción que por naturaleza sea superior, como no existe emoción que por
naturaleza independiente del cuerpo, no esté unida a

cultural e histórica del hombre que constituye y es constituyente de las


representaciones sociales.
González Rey (2002) define a la subjetividad, como "forma ontológica de lo
psíquico cuando pasa a ser definido esencialmente en la cultura, a través de los
procesos de significación y de sentido subjetivo que se constituyen históricamente
en los diferentes sistemas de activida
Esta visión de la subjetividad como expresión dialéctica de las relaciones humanas, nos
-
emocionales compartidas, que se expresan de forma diferenciada en la subjetividad
individual, y desde ahí representan una importante fuente de sentido subjetivo de toda

oducir inteligibilidad sobre

categoría de sentido subjetivo al estudio de las representaciones sociales permite


mayor facilidad en la comprensión de éstas como formaciones subjetivas en que se
integran la subjetividad social e individual (González Rey, 2002b, 2008, 2011b). Como

podemos ver,
explícitos que deben ser construidas indire
2005, 2011b, pág. 92), es por ello que es destacable la importancia de la
investigación cualitativa desde una perspectiva constructivo-interpretativa.

Subjetividad social y representaciones sociales


Es necesario estudiar las representaciones sociales como una vía de inteligibilidad de
una subjetividad social en que las representaciones sociales son solo uno de los
tipos de producción subjetiva (González Rey, 2011a). Es decir la subjetividad social se
presenta en las representaciones, los mitos, las creencias, la moral, la sexualidad, etc. y
está atravesada por los discursos y producciones de sentido que configuran su
organización imaginaria como lo dijera Castoriadis (González Rey, 2006).
Históricamente las disputas entre lo imaginario y la razón atravesaron el
debate religioso, filosófico, artístico y finalmente científico, revelando espacios de
resistencia al racionalismo y al positivismo (Coin de Carvalho, 2002). En las
Ciencias Sociales lo imaginario ha sido o
sin ciencia conjunto de imágenes, mitos o alegorías que caracterizan un
pensamiento infantil y, por tanto, sin

subjetividad social, que configura las representaciones sociales de un espacio social, es


necesario valorar la contribución de lo imaginario a la compresión de la subjetividad
humana en su complejidad. Con ello no se absorta en un solipsismo ficticio,
sino se pretende integrar las dicotomías que nuestras ciencias han naturalizado, las
mismas que han contribuido a la fragmentación del conocimiento, y por
consiguiente al ser humano y los procesos que le atañen.
González Rey (1996), define a las Subjetividad Social, como:
El sistema integral de configuraciones subjetivas (grupales o individuales) que
se articulan en los distintos niveles de la vida social, implicándose de
forma diferenciada en las distintas instituciones, grupos y formaciones de una
sociedad concreta. Estas formas tan disímiles guardan complejas relaciones
entre sí y con el sistema de determinantes de cada sociedad concreta,
aspectos que deben ser integrados y explicados por la Psicología Social.
(págs. 99-100)
Desde la perspectiva histórica-cultural, González Rey introduce la categoría de
sentido subjetivo, partiendo del concepto de sentido que diera Vigotsky, quien en

Pensamiento y
aparecen en nuestra conciencia como resultado de
2011 b, pág. 78), este agregado incluye las
formaciones cognitivas y afectivas en una unidad de sentido (Ídem. Pág. 79). Vigotsky
ya postulaba implícitamente el carácter complejo de las formaciones psicológicas; sin
embargo, González Rey postula al sentido subjetivo como
-
emocional que se organiza en la experiencia social de la persona, en la cual la
emergencia de una emoción estimu
234), todo ello en un
proceso de complejas configuraciones subjetivas sobre la experiencia. Los sentidos
subjetivos no son exclusivos de las experiencias individuales, pues se configuran
en las relaciones diferenciadas del sujeto en los espacios de la vida social.
En referencia a la tradición dicotómica del pensamiento hegemónico, la
subjetividad social actúa como un espacio de articulación entre lo individual y lo
social, concibiendo a la persona como un sistema complejo en los múltiples

sistemas sociales en que actúa,


entonces el carácter heterogéneo y complejo de la subjetividad social, y se rompe
con el carácter de externalidad que, durante largo tiempo, se atribuyó a lo social en
relación con lo individual. En este sentido, el estudio de la Subjetividad Social
tiene un carácter constructivo-interpretativo, en donde no se considera datos a las
producciones del sujeto investigado, sino construcciones de un momento del
diálogo inaugurado por el investigador, quien en todo momento va levantando
indicadores que lo llevarán a postular hipótesis sobre sentidos subjetivos que se
configuran en los sujetos estudiados.
La subjetividad social hegemónica y el sujeto contrapuesto al orden social
Existe en el sujeto un carácter histórico, que manifiesta su historia personal y social, en
su configuración subjetiva actual, sin embargo se reafirma su carácter activo por su
capacidad de producir sentidos subjetivos, contradictorios con aquellos que
caracterizan a la subjetividad social hegemónica en ese momento, y en las
condiciones en que se generan(González Rey, 2011a). El sujeto es social por su

génesis, histórico-cultural en su
A su vez, Touraine defiende la idea del sujeto que confronta el orden social:
conflictiva, debe imponerse
a través de contraofensivas en el espacio público, lo que implica un
conflicto con las fuerzas económicas y con el poder. El sujeto es un
concepto fundamentalmente no social, porque el orden social es el antisujeto.

Me defiendo
2011, pág. 114)
El sujeto existe en una trama relacional que se desarrolla en un estado de
contradicción frente a lo hegemónico constituyente de los espacios sociales, estos
espacios limitan la expresión del sujeto como singularidad, es en la confrontación
donde el sujeto reconstruye lo social, otorgando una dinámica permanente a su
posicionamiento como sujeto activo.
En relación al carácter activo del sujeto y las formas en que la Psicología
la ha configurado, Martín Baró nos menciona:
La psicología política pretende una reconstrucción del objeto de la
psicología devolviéndole al ser humano a su sociedad y a su historia, es decir,
recuperando su existencia personal social. Ello requiere ante todo
considerar al ser humano en su exterioridad e interioridad. El ser humano
es una realidad objetiva en el ámbito de una sociedad y, por tanto,
objeto y sujeto en las circunstancias, producto y productor de unas
condiciones materiales, interlocutor y referente de unas relaciones sociales.
Pero el ser humano es también una realidad subjetiva, generador de una
perspectiva y una actividad y, por tanto, productor de una historia
personal y social y portador de una vivencia (1991, pág. 34).
Se resalta aquí el carácter activo del sujeto, como producto y productor, en
tanto existe en condiciones específicas y se desarrolla en diferentes espacios sociales,
productor de una historia (personal y social) y portador de vivencias. El sentido que
cada momento tiene para el sujeto individual, es un elemento dinamizador
permanente de los distintos sujetos sociales en un momento histórico concreto. La
pérdida del sentido y del interés en el sujeto individual tiende a reproducirse en sus
sistemas de relaciones, y puede llegar a caracterizar la expresión de un sujeto
social concreto.
desde las propias mayorías populares oprimidas. ¿Nos hemos preguntado alguna vez
seriamente cómo se ven los procesos psicosociales desde la vertiente del dominado en lugar

referencia a las representaciones sociales, en el tema que nos atañe en este


artículo, entendemos una posición de apertura desde las propuestas de Martín
Baró hacia la resignificación de las representaciones sociales y su contribución a la
construcción de una Psicología más comprometida con los oprimidos. Asimismo, que
complejice la emergencia de sentidos subjetivos en la configuración de una subjetividad
social que permita mejores formas de praxis, orientadas al compromiso social con
el ser humano, y con mayor dedicación, de quienes han sido silenciados
históricamente, a quienes se ha negado la validez de sus argumentos. Los que,
entendidos como sujetos con un carácter activo, pueden generar cuestionamientos y
alternativas contraofensivas al orden social establecido.

Confluencia con otras teorías y paradigmas, hacia la comprensión compleja y


emancipadora
En la actualidad, la teoría de la complejidad, desarrollada por E. Morin (1990),
plantea la constitución multidimensional de los fenómenos y procesos humanos, y la
necesidad de su abordaje desde la perspectiva de la complejidad, en oposición al

heterogéneos inseparablemente asociados: presenta la paradoja de lo un


la complejidad es, efectivamente, el tejido de eventos,

acciones, interacciones,
se presenta con los rasgos inquietantes de lo enredado, de lo inextricable, del desorden, la

demanda su incorporación en la discusión con la teoría de las representaciones


sociales, resaltando la necesidad de contribuir a la consideración de los múltiples
elementos en la constitución de las representaciones sociales y de la necesidad de su
abordaje a partir de la perspectiva de la complejidad.
Otra de las teorías relacionadas con la construcción y producción del
conocimiento de los saberes desde el otro, es la Epistemología del Sur desarrollada
por De Sousa Santos (2009), quien enfatiza en la construcción de conocimientos de
los pueblos que fueron invisibilizados a través de la historia por el capitalismo,
instigamos mediante el presente artículo, al diálogo entre esta teoría y la teoría de
las representaciones sociales en las experiencias de investigación.
A su vez, es necesario trabajar de forma interdisciplinaria con los aportes desde los
estudios decoloniales, los estudios de género y teorías feministas, los paradigmas del
protagonismo, por mencionar algunos; lo cual dejamos pendiente para un
próximo análisis.
Consideraciones finales
Las Representaciones Sociales, una teoría que inició en la Psicología Social como
forma de conocimiento socio-cognitiva, desde los aportes de Moscovici ha atravesado
momentos de apertura que le permitieron expandirse a otras áreas de las ciencias
sociales; sin embargo algunos aspectos dentro de dicha teoría, han sido
considerados poco relevantes como objeto de estudio. Por ello desde los aportes de
Fernando González Rey hacemos énfasis en las representaciones sociales como
producción subjetiva, que se configura en una trama relacional del sujeto en una
situación vivencial, dentro de un contexto socio-histórico, más allá de la dicotomía
objetivo-subjetivo, existe una compleja relación dialéctica entre ambos, las
representaciones sociales se presentan como sentidos subjetivos no explícitos, que en
un proceso constructivo-interpretativo deben ser elaborados en la investigación.
El estudio de las representaciones sociales colabora ampliando significativamente
la forma de entender los fenómenos a la sociedad, de comprender como la
sociedad se organiza y genera a partir de sus individuos la circulación de sistemas de
pensamiento que la cohesionan, sostienen su permanencia y dan sentido al actuar
de sus miembros en relación con los otros y la sociedad en general; asimismo, permite
visualizar aspectos de la ideología de una sociedad que se tornó de sentido común,
y he aquí el diálogo con teorías como la Epistemología del Sur, la psicología de la
liberación, estudios decoloniales, teorías feministas y otros, que podrían enriquecer
el análisis para su estudio y proponer alternativas innovadoras a nivel práxico, tan
escasas hoy en día en los discursos y prácticas reivindicativas de los sectores
progresistas, acaso representación social construida desde el caudillismo tan
arraigado en su configuración, y la forma en que éstas constituyen la subjetividad
social.

REFERENCIAS

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79-90 impresa 9
Correspondencia:
Ruth Máriori Quispe Carcasi
Centro de Investigación Psicológica Histórico-Cultural CIPS
Universidad Nacional de San Agustín, Av. Venezuela s/n Arequipa, Perú.
mari.quispec@hotmail.com

Cita:
Quispe Carcasi, M. y Feria Lázaro, H. (2016). Aproximaciones a la resignificación de las representaciones sociales.
Revista Epistemología Psicología y Ciencias Sociales 1(1): 79 90.

Rev. Epist. Psic. y Cs. Soc. (Arequipa) 2016, Año 1(1): 79-90 ISSN 2518-8836 Versión impresa 9
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