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La adicción al alcohol o la dependencia a la bebida, también conocido como alcoholismo, es la

forma más grave del consumo problemático del alcohol. Además de sufrir los típicos signos
producidos por el abuso del alcohol, un alcohólico tiene también una dependencia física al mismo.
Esto significa que ya no puede controlar su consumo de alcohol y experimenta síntomas de
abstinencia si intenta dejar de beber.

El alcoholismo es una enfermedad crónica, lo que implica que, una vez que alguien ha desarrollado
una adicción, será un adicto para el resto de su vida. Por ejemplo, alguien que tiene dependencia
al alcohol, cuando sufre desgaste físico seguirá siendo un alcohólico, incluso después de que se
haya tratado con éxito su adicción. Aunque dicha adicción al alcohol no se puede curar, sí s puede
controlar.

Además de crónica, el alcoholismo se considera una enfermedad progresiva y degenerativa con


graves consecuencias para la salud y la vida social de la persona. Si bien el alcohol puede generar
dependencia a personas de cualquier edad, se considera que su consumo en la adolescencia
genera mayor adicción y daños fisiológicos.

La recuperación del alcoholismo requiere del apoyo de la familia, amigos y profesionales por igual.
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¿Cuáles son las causas de la dependencia del alcohol?

Los alcohólicos suelen pensar que debe haber una razón para su adicción y que, una vez que el
problema subyacente se resuelve, la adicción también se curará. Lamentablemente, esto no es así,
aunque hacer frente a cualquier problema subyacente sí ayudará a adicto al alcohol a mantenerse
sobrio a largo plazo.

No es necesario entender la razón por la cual un alcohólico sufre dependencia al alcohol antes de
tratar la condición: un incendio se tiene que apagar aunque la causa sea desconocida. De la
misma manera, las posibles razones del alcoholismo no deberían ser utilizadas como una excusa
para seguir abusando del alcohol.

¿Es el alcoholismo genético?

Desde hace mucho tiempo está reconocido que los factores genéticos juegan un papel importante
en la adicción al alcohol. Si tu padre o hermanos han padecido alcoholismo, es de tres a cuatro
veces más probable que tú puedas sufrir alcoholismo y convertirse en un alcohólico. Esto no
significa que con seguridad podrías desarrollar una adicción al alcohol, y tampoco que no puedas
recuperarte de ella si padeces alcoholismo en algún momento

¿Cuáles son los otros factores de riesgo?

Cualquier combinación de una variedad de factores genéticos, psicológicos y ambientales pueden


jugar un papel en el desarrollo de la adicción al alcohol.

Psicológico

Rasgos de personalidad tales como baja autoestima

Estrés y ansiedad

Problemas de salud mental como la depresión


Social

Educación adversa

Fácil disponibilidad de bebidas alcohólicas

Aceptación cultural

Empleo - ciertos grupos están en mayor riesgo, aunque el desempleo es también un riesgo

Patrones de comportamiento - familia, amigos, comunidad, ídolos

"Cuando era estudiante, formé una banda con un amigo. Entramos en un concurso, el “NOS
Meervaart Jazz Contest”, y ganamos. Seis meses después estaba tocando 200 conciertos al año.
Eso significaba viajar en carretera y conducir por todo el país, y también por Europa. Tocábamos
mucho en Alemania.

Fue un gran fiesta. Era una especie de vida de rock 'n' roll. Y beber era parte de ello. ¡Eso y todo lo
demás! Eso está bien, hasta que se convierte en un hábito... Antes de que te des cuenta, han
pasado diez años, y se ha convertido en un algo fijo de tu vida. Cuando te quieres dar cuenta, han
pasado otros diez años, y tienes un problema... Todos mis referentes consumían drogas,
básicamente. No puedo nombrar a nadie que no lo hiciese. Nunca me di cuenta de que estaba
jugando con fuego. No empecé a drogarme porque ellos consumían, por supuesto. Pero era un
gran argumento para silenciar mi alter ego". Ben, músico y maestro.

¿Qué consecuencias tiene el alcoholismo?

El consumo de alcohol produce, por un lado, daños a nivel físico y de las capacidades intelectuales,
y, por otra parte, afecta al plano social de la persona como consecuencia de las acciones y
comportamiento que la bebida causa en las personas.

A nivel individual, el alcohol provoca, con afección de mayor o menor gravedad, según los casos,
desinhibición al hablar, pérdida del autocontrol, mareos, vómitos, convulsiones, delirium tremens,
coma etílico y muerte por alcohol.

El consumo de bebidas alcohólicas es también responsable de enfermedades del sistema nervioso,


cardiovasculares, cerebrales, sistema digestivo, cáncer y anemia, entre otras.

A la vez, el alcohol puede producir en las personas la ejecución de agresiones verbales y físicas,
destrozos materiales y provocar accidentes e incluso la propia muerte o de terceros por
conducción en estado de embriaguez

¿Se trata de una adicción muy extendida?

El consumo de alcohol es, desde hace años, uno de los hábitos más extendidos en la sociedad.
Forma parte de la llamada “cultura popular” y del ocio de un amplio segmento de población. Es,
sin lugar a dudas, la droga legal sobre la que se tiene un menor sentido de peligro y de la gravedad
de las consecuencias de su consumo excesivo. La estadística refleja que algo menos de la mitad de
los jóvenes siguen sin ver un problema el consumo de alcohol.

Los datos a nivel internacional reflejan que cada año mueren 3,3 millones de personas en el
mundo por problemas de salud relacionados con el consumo de alcohol, lo que supone una
muerte cada diez segundos.

Según los datos de la Dirección General de Tráfico, el alcohol estaría implicado en un 25 por ciento

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