Entre caníbales

Por Sonia Concari

Publicado en Antología: Alguien escribe el misterio poesías. Ed. Dunken, Bs, As, 2019

Robo palabras que otro robó,

mil veces cantadas.

Si había algo que aprender,

no lo hicimos.

La ciudad de la furia

es el país en llamas.

El mundo pide

nuestra cabeza,

la corta en pedazos

y nuestra materia gris,

abaratado fertilizante,

se esparce en sus campos.

Solo nos dejan

los brazos exánimes,

las manos cansadas,

las ganas ausentes.

Con una sentencia desafiante,

entre la niebla,

se nos acallará.
Esta canción ya se escribió

hasta el mínimo detalle.

Somos cómplices los dos:

ellos y nosotros.

No alcanza una vida

para tomar la cima

pero basta un momento

para hundirnos en el pozo

de nuestro propio destino.

Cada vez más abajo,

cada vez más rápido.

Como una araña suspendida

del tejido frágil de la historia

nos balanceamos en la tormenta

que al final nos arroja

al fango pegajoso

de la ciénaga.

Cuando pare la lluvia,

entre los vestigios de una hoguera,

el barro se secará en la piel

y en una noria de siglos

seremos autómatas grises

hollando otra vez

el mismo camino.
Y los témpanos

serán médanos

y los pájaros,

en el vértigo de la eternidad,

ya no serán.