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Los arquitectos han cometido un error al asociar la teoría de la arquitectura con las teorías de

las ciencias sociales.

Hace poco, salió una publicación que cuestionaba la razón de ser de las ciencias sociales,
escrito hecho por sociólogos.

Cuál es la razón de ser de esta “ciencia”? A mi parecer no tiene ninguna razón de ser.

El propósito de esta ciencia es estudiar el fenómeno de las relaciones sociales, y su objeto de


estudio son los grupos , las asociaciones, los conflictos intergrupales e intragrupales, la lucha
de clases, por utilizar un término marxista.

Pero, qué tiene que ver estos conceptos con arquitectura? A mi parecer ninguno. El objeto de
la arquitectura es el edificio que ha sido construido. La epistemología de la arquitectura estriba
en :1) los aspectos funcionales , 2 “ los aspectos semánticos o estéticos, y tres los aspectos
legales o normativods.

La arquitectura como parte de las ciencias sociales no tiene raz´pon de ser. A mi parecer es
más apropiado vincular la arquitectura con las llamadas ciencias duras, ocon el cálculo, con la
física, con la química, pero poqué vincularla con estudios de ciencias sociales?

nO es casual, por tanto, que existan ahora arquitectos que terminen escribiendo como
sociológos de segunda categoría.

Cuando tratan de explicar el problema de la vivienda, recurren a datos estadísticos para


sostener la superación del déficit cualitativo de la vivienda por sobre el déficit cuantitativo,
esto indica que existen más población que carece de una vivienda habitable, que carecer de
esta vivienda.

Cómo emplear esta variable en el proceso de diseño?

Ahora estaá de moda utilizar el término derecho a la ciudad, que implica que cualquier
persona es un potencial usuario de los servicios que ofrece la ciudad, en términos de salud,
vivienda, transportes y entretenimiento.

Pero veamos, qué sostienen los autores acerca del derecho a la ciudad.

Sostienen, por ejemplo, que el derecho a la ciudad es término acuñado por Lefevbre como una
respuesta a la concentración de la riqueza en manos de unos pocos, y a consecuencia de ello,
devino la expulsión o exclusión de los que no tienen nada hacia los peores lugares habitables
de la ciudad (de París).

Lefebvre sostiene que las personas , si así no pertenecen a este grupo capitalistas, y sin tener
relación con ellos, tienen el derecho a beneficiarse de los servicios de los cuales una persona
con dinero tiene acceso.

Acceso a una vivienda adecuada, a un servicio de salud adecuado y barato, a un servicio de


transporte terrestre barato, etc.
Los sociólogos son especialistas en exigir derechos, pero nunca mencionan en su literatra nada
relacionado a los deberes.

El derecho a la ciudad, el derecho a la igualdad, el derecho a la no discriminación, el derecho al


acceso de la vivienda, el derecho a una educación de calidad, el derecho a la seguridad en el
trabajo.

Sus estudios, pretensiosamente cuantitativos, jamás menciona el término deber, nunca.

El arquitecto no tiene función social, como ellos llaman, simplemente es un técnico, como el
albañil que construye una vivienda, como el médico que cura enfermedades, el único deber
del arquitecto es hacer los proyectos y las obras, pero hacerlas bien.

El deber no se constituye como una forma de hacer y rehacer, el deber está echado a su
suerte.

La cantidad de irresponsables que salen diariamente a las calles es simplemente la


manifestación de que nadie tiene la voluntad de cumplir un deber.

Veamos los cuadrps estadísticos de niños abandonados a su suerte en las ciudades y en el


campo, por padres irresponsables que nunca han querido hacerse cargo del deber de cuidar a
una criatura.

Veamos los ahijos irresponsables, que dejan a su suerte a sus padres que han llegado a
avanzada edad. Echemos una ojeada a los mpedicos, que , por el supuesto trabajo de curar,
empeoran al paciente recetándole medicinas que están contra su salud.

Querer estudiar a la ciudad, desde un punto de vista del derecho y no del deber, es no estar
equilibrando las balanzas, es apelar a las pasiones para exigir algo y , una vez conseguido, no
cumplirlo.

Partamos por un principio elemental, es deber de todos hacer cumplir un derecho, pero si
partimos de la premsia de que a nadie le importa cumplir un deber, qué derecho pod´ríamos
exigir?.

Por eso creo que desde este punto, el arquitecto y la sociología , pretenciosamente llamada
ciencia social, no debe tener ningún vículo.

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