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CHIMBOTE
Código : 1823171210
Modalidad : PRESENCIAL
Carrera : PSICOLOGÍA
Ciclo : I I - 2020
Dedico este trabajo al creador de todas las cosas, por haberme dado la vida y haberme permitido
llegar hasta este momento tan importante de mi vida; por los triunfos y los momentos difíciles
que me han enseñado a valorar más los días, por ello con toda humildad que de mi corazón
puede emanar, dedico mi trabajo a Dios. De igual forma dedico este trabajo a mis padres por
ser el pilar más importante, por demostrarme siempre su cariño y apoyo incondicional, que han
sabido formarme con buenos sentimientos, hábitos y valores para poder afrontar los obstáculos
de la vida. Asimismo, dedico este trabajo a todos nuestros docentes que nos comparten sus
saberes, por su dedicación ardua en enseñarnos día a día y por las palabras motivadores que
nos puedan brindar.
Qué conductas y/o actitudes paternas contribuyen al desarrollo de
una personalidad manipuladora
Yo pienso que las personas manipuladoras suelen padecer el conocido como complejo
de superioridad, son tóxicas. Son insaciables, te hacen creer inferior a los demás en
algunos casos. También hacen que tú seas el culpable y ellos se hacen las víctimas y por
último son muy mentirosos y suelen ser personas con rasgos cercanos al egocentrismo y
narcisismo entre otros:
CARACTERÍSTICAS DE LAS PERSONAS MANIPULADORAS
No hace falta que nos traslademos muy lejos en el tiempo o que tengamos que adentrarnos
en ejemplos personales, la historia será el mejor ejemplo:
Una de las figuras más representativas que se suelen utilizar para hablar de manipulación
es Adolf Hitler, descrito como manipulador de masas. Ha sido estudiado desde diferentes
disciplinas – sociología, psicología, historia – para poder comprender globalmente una de
las mayores tragedias históricas y que consiguió que fuera apoyada por muchísimas
personas.
Tomándole a él como ejemplo podemos describir algunos rasgos que suelen ser comunes
en las personas que suelen utilizar la manipulación como un medio para relacionarse (sin
olvidar la subjetividad propia del individuo y que esta descripción es en términos
generales):
En otras palabras, se podría decir que son personas ególatras, que su mayor amor es hacia
sí mismo y los demás son un medio para alcanzar un fin. Este tipo de personalidad
demuestra que los individuos que se ven afectados por esta, necesitan de admiración y
gran pedantería.
Están tan seguros sobre su saber, tan convencidos, que es inviable que uno pueda ganar
una discusión. Es tanta su pasión y seguridad en defender lo indefendible, que incluso el
que lo escucha, por mucho que sepa que es erróneo, puede llegar a plantearse si no será
uno mismo el que está confundido.
FALSA AUTOESTIMA: Cuando una persona se ve abocada a tener que utilizar técnicas
de manipulación de manera constante se puede pensar, en líneas generales que luego
habría que concretar en el caso por caso, que hay una falsa imagen de grandeza detrás de
todo ello.
Se sabe solitario y pobre emocionalmente, teniendo que hallar en estas técnicas un medio
de relación rudo y primitivo porque hay una gran inseguridad personal que intenta paliar
con una falsa omnipotencia.
Dependiendo de con quién se esté relacionando, sabe cómo emitir los juicios de manera
subliminal o más directa, pero siempre ejerciendo poder la persona, desvalorizándola para
mover los hilos hacia el fin deseado.
No estaríamos hablando de una persona pesimista o con síntomas depresivos, sino que la
victimización es un medio para un fin, dar pena para conseguir lo que se desea en
cualquier momento y lugar.
Fijaros que hay características comunes como puede ser la falta de responsabilidad sobre
las cosas que ocurren, falta de conciencia sobre el otro, las personas son objetos de uso
en lugar de sujetos, etc.
3. Son insaciables
La manipulación les hace sentir poderosos y, como suele ocurrir con el poder, siempre
desean más. Sus principios morales están algo dañados, al ser conscientes que por sí
mismos son incapaces de alcanzar un objetivo, pero que su capacidad manipuladora puede
proporcionarles llegar a su meta haciendo uso de los méritos ajenos, a espaldas de los
demás. Les colma la ambición, unas ansias que al igual que la droga les produce una
especie de adicción.
4. Necesitan el control
El manipulador suele padecer el conocido como complejo de superioridad; suelen ser
personas con rasgos cercanos al egocentrismo y al narcisismo. Les gusta superarse a sí
mismas y superar el nivel alcanzado anteriormente, en busca de retos cada vez mayores.
No obstante, las personas que sienten la necesidad de considerarse superiores a los
demás, incluso seres perfectos, medrando a través de los méritos ajenos, denotan una
cierta inseguridad la cual revisten con la apariencia de poder, pero que en el fondo ocultan
un miedo apabullante a mostrarse débiles.
Por lo general, todos los padres manipuladores comparten características en común
entre sí. Estos tienden a cosificar a las personas que manipulan; es decir, dejan de
considerarlas como personas y empiezan a pensar que son cosas u objetos.
Así, pierden cualquier tabú emocional; después de todo, ¿qué restricciones morales se
pueden tener con un objeto?
Consecuencias de tener padres manipuladores
Tener padres manipuladores puede afectar negativamente la vida futura de sus hijos.
Esto puede tener consecuencias sobre su vida personal y familiar, así como en sus
relaciones laborales. Las más notables son estas:
Dado que la manipulación es un arte, podemos decir que el don de manipular consta
de diferentes capacidades y habilidades, se pueden reconocer distintos tipos de
manipuladores dentro de esta categoría. Los conocemos a continuación.
1. El incitador
Un caso típico, en este caso opuesto a los dos anteriores citados. Hace alarde de fuerza,
y no solo, sino además de cierta agresividad. En este caso si eres una persona pasiva
cederás para ahorrar tener que enfrentarte a él. De tal manera que “ad baculum” el
manipulador consigue mediante la coacción lo que quiere, es el caso de las personalidades
de tipo antisocial.
2. El desprestigiador
El narcisismo de este sujeto es especialmente marcado. Simplemente se siente
perfecto, es un mirlo blanco, jamás ha roto un plato. Él es la medida de las cosas, su regla
es la única que vale. Este “don perfecto” hará hincapié en que estas equivocado cada vez
que digas algo, cuando tenga la oportunidad pondrá de relieve tus defectos y te
ridiculizará con su sarcasmo. Son personas que se dedican a juzgar a las demás pero que
no suelen mirarse en el espejo si no es para alabarse a sí mismos.
3. El interpretador
Este tipo en concreto es de especial nocividad cuando de un grupo de personas se trata,
ya pueda ser el trabajo o la familia, tiene una personalidad maquiavélica y retorcida, actúa
extrayendo tus palabras y cambiarles su sentido, un sentido intencionadamente diferente
al mensaje que tu querías comunicar.
S conseguirá que desees haberte tragado tus palabras, que estas no eran apropiadas,
que te has pasado de la raya o que no has pensado lo que decías hiriendo así a otra persona.
Metamorfoseando de esta manera tus palabras, comunicándolas a la persona que más le
conviene y modificando su intención, por lo que puedes acabar siendo el malo de la
película.
4. La víctima
A este sujeto el mundo le ha hecho daño, no cesa de lamentarse que todo lo malo le
pasa a él y de preguntarse a sí mismo “¿por qué a mí?”. Se centra mucho en su propio
dolor, escudando sus actitudes y conductas reprobables bajo el victimismo, Siempre es el
más desafortunado, muy por encima de los demás. Este tipo de cuadro conductual suele
conocerse como el síndrome de Job.
Además, induce a pensar que son los otros los que abusan de él, reclama justicia y se
tiene a sí mismo como a un inocente maltratado, de esta manera crea un discurso para que
tú te sientas culpable de su infortunio y lo injusto que es el mundo con él. Entonces, suelen
aprovechar ese discurso para que bajes la defensa y te obligarte a acceder a lo que te pida
por lástima o por culpa. Más tarde te embargará la decepción, porque no es lo tú realmente
querías, pero ya ha conseguido su objetivo mediante su lloriqueo.
5. La rémora
Esta clase de manipulador se vale de tu propio ego. Es capaz de hacerte sentir superior,
a tu lado él es menos que nada, un ser débil y torpe, y está claro, incapaz de hacer nada
mientras que tú sí, de este modo acabarás haciendo lo que él no puede.
El hijo pierde por completo la confianza en sí mismo. No dejarlo tomar sus propias
decisiones es interpretado por el niño como falta de confianza de los padres hacia él.
A la larga, este problema deriva en una pérdida absoluta de la confianza, algo que
también acaba viéndose reflejado a través de una baja autoestima.
«Las estrategias de algunos padres para manipular llegan a extenderse a todos los
aspectos de la vida de sus hijos; tanto en su educación como en su vida sentimental y
familiar».
Existen distintos tipos de manipuladores, como hemos podido ver. Ahora bien, ¿qué
precauciones podemos tomar para evitar caer en sus juegos psicológicos?
1. Ser conscientes
Lo primero que debemos hacer es tomar consciencia de la manipulación. Hay derechos
que son inviolables y que no se pueden traspasar, esos derechos son los siguientes:
3. Tú no tienes culpa
Si contestas no a alguna pregunta de las que hemos citado con anterioridad, considera
que puede que tú seas la víctima y no al revés. Hay ciertos aspectos de la realidad que te
circunda sobre los cuales puedes ejercer un control, sin embargo, la mayoría de las cosas
no están en nuestras manos, así pues, no tienes la culpa de lo que sucede a tu alrededor,
de manera que si empiezas a sentirte de dicha manera, procura averiguar lo que pasa.
Cuestiona:
4. Tómate tu tiempo
No respondas a sus demandas inmediatamente, antes debes reflexionar. Los
manipuladores, frecuentemente, ejercen presión sobre sus víctimas de manera que estas
no. se demoren en el momento de acceder a sus demandas. Saber reconocer estos
momentos es fundamental para no permitir que la presión del momento haga ceder a la
racionalidad, haciendo que los intereses de otros nos pasen por delante.
5. No dudes
No vaciles en tus convicciones y mantente firme en tus afirmaciones. Los
manipuladores son muy hábiles a la hora de interpretar tu comunicación no verbal, si
dudas se percatarán de ello y ejercerán más presión hasta hacer que finalmente cedas.
En conclusión, si te topas con una persona que actúe así es necesario que logres
desenmascararla. Si es posible, debes intentar ayudar a ese individuo para que vaya siendo
consciente de que su conducta afecta negativamente a los demás y, sobre todo, a sí misma.
En cualquier caso, no vaciles y utiliza todas estas herramientas que ahora ya conoces para
evitar ser víctima de su manipulación.
Referencias
(John Dollard y Neal Miller, n.d.)
Bibliografía
Campbell, W. K.; Miller, J. D. (2011). The Handbook of Narcissism and Narcissistic
Personality Disorder: Theoretical Approaches, Empirical Findings, and Treatments. John
Wiley & Sons. p. 154.
Lynam, D.R.; Gaughan, E.T. (2011). «Assessing the basic traits associated with
psychopathy: Development and validation of the Elemental Psychopathy Assessment (en
inglés)». Psychological Assessment 23 (1).
Paulhus, D. L.; Williams, K.M. (2002). «The Dark Triad of Personality (en inglés)».
Journal of Research in Personality 36: pp. 556 - 563.