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Anabela y el Rey

Personajes

Rey Felipe IV de la ciudad de “Fe Santa”

Anabela

ESCENOGRAFÍA: Mesa, dos sillas, llaves grandes que sean vistas de lejos.

Entra Anabel con un bolso mirando a todos lados sorprendida. Entró al palacio del rey. Analiza
todo, mira los muebles con detenimiento. De repente grita muy fuerte mirando al público,
completamente asustada.

ANABEL: ¡Ay que susto! ¿Ustedes estaban ahí? (Espera respuesta) Perdón ¿Son mudos? ¿Les
pregunto si ustedes están ahí? (Espera respuesta) Ah, yo creía que eran mudos (Deja el bolso
en la mesa) ¡Qué bueno es estar acá! En el palacio del rey. El guardia que estaba en la puerta
me dijo que esta era la sala donde los reyes reciben a sus sastres ¿Ustedes saben lo que es un
sastre? (Espera respuesta) bueno un sastre es una persona que se dedica a fabricar ropa. Pero
no cualquier ropa, sino ropa preciosa y hermosa para los reyes. Ropa muy cara. Por eso estoy
tan nerviosa. Porque si llego a equivocarme en algo, el rey no me va a dar el trabajo y tengo
muchas deudas. Tengo que pagarle al lechero, al panadero, al carnicero, al verdulero y muchos
otros más. Ya no sé que voy a hacer con tantas deudas. Necesito si o si que el rey me contrate.
Si no lo convenzo al rey estoy perdida. Pero, el problema es que además de esas deudas que ya
les dije, NO TENGO DINERO PARA COMPRAR TELAS. Y no hay traje posible si no tengo dinero
para comprar telas. Soy la mejor sastre de todo el reino, de toda este maravilloso lugar que se
llama “Fe Santa” y NO TENGO NI TELAS NI DINERO PARA COMPRAR! Por eso estoy tan
nerviosa y cuando me pongo nerviosa tengo ganas de ir al baño. ¿Por qué se ríen? Sí, sí, yo
escuché alguien que se reía porque tengo ganas de ir al baño ¿Nunca le pidieron ustedes
permiso a su maestra para ir al baño? A ver las seños ¿Les piden mucho permiso para ir al
baño? (Espera respuesta de las maestras) ¿Vieron? Todos tenemos ese inconveniente. Por eso
les ruego, por lo que más quiera (hace un gesto gracioso agarrándose el cuerpo a sí misma)
¿Donde está el baño? Por favor. No, en los palacios no hay baños ¿Porque esto es un palacio
no? (los chicos dicen no) ¿Como que esto es una escuela? Ah es una escuela. Bueno entonces si
es una escuela me voy para el baño. ¿Dónde está el baño? (Espera que los chicos le digan)
Bueno me voy un rato al baño y ya vengo

ENTRA EN ESCENA EL REY

REY: (grita fuertísimo)-¡Buenos días!


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DE ESPALDAS AL REY, ANABEL QUEDA EN POSICIÓN GRACIOSAPOR LA MEZCLA DE SU MIEDO
CON LAS GANAS DE IR AL BAÑO

ANABEL: Tengo miedo.

REY: Dije buenos días.

ANABEL: Chicos ¿Quién es el que me dice “Buen día”? (Los chicos dirán “el rey”) ¿Quién?
(repiten los chicos) No escucho. Cuando me pongo nerviosa no solo tengo ganas de ir al baño
sino que me pongo un poco sorda. Griten bien fuerte ¿Quién es? (los chicos gritan fuerte) ¿El
buey? Los bueyes no hablan porque son animales. No me mientan ¿Quién es el que está detrás
de mío? (el rey) ah claro dentro del palacio hay un buey, bueno cuando lo vea le voy a decir
“hola señor buey, como anda la señora buey. Como se le dice la esposa del buey? ¿“Bueya”?
Perdón pero la bueya tiene bueyitos ¿No?…

REY: Repito, ¡BUENOS DÍAS!

ANABELA: (Mira asustaba al público) ¿Ustedes me están diciendo que ya entró a esta
habitación el Rey Felipe? (Grita desesperada) ¡Ay que me muero de miedo! Y encima no doy
más de ganas de ir al baño. Porque antes de venir tomé mucha agua porque cuando estoy
nerviosa tomo mucha agua y todo el mundo dice que el agua hace bien ´pero no sé por qué a
mí se me da por…

REY: (Firme y enojado) ¡He dicho “buenos días”!

Anabela lo mira asustada con una cara que debe ser graciosa, el rey se acerca

REY: He dicho “buenos días” y soy el rey.

ANABELA: (Nerviosísima) ¿Usted es el buey? ¡Ay perdone! Le dije buey ¿Cómo anda la
“bueya”? digo, la señora bueya, perdón, ¿Cómo anda la reina de los bueyes? Ay no estoy
nerviosa ¿Cómo anda usted señor rey? ¿Tiene usted un buey? Ay no. Tiene usted una reina de
los bueyes y bueyecitos por todos lados. Ay no sé qué decir…

REY: ¡Basta! (Se silencia Anabela)

ANABELA: Me gritó. El rey me grito. Chicos ¿No es cierto que el rey me grito? (espera
respuesta) Usted es malo como rey. Si, no debía haber venido. Usted es malo.

REY: Cuando me enojo tengo que reconocer que me pongo malo como “buey”, perdón, como
rey. Se da cuenta que me hace confundir usted ¡Que cosa eh!

ANABELA: Estoy muy nerviosa y tengo ganas de ir al baño ¿Hay baños en los palacios?

REY: ¿Usted me está hablando en serio?

ANABELA: Le juro que en toda mi vida nunca entré a un palacio.

REY: En este palacio tenemos 32 baños.

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ANABELA: ¿Cuanto dijo?

REY: 32 baños

ANABELA: ¿Qué?

REY: ¡32 baños!

ANABELA: ¿Treinta y dos años tiene usted? ¡Pero qué viejo que está señor Felipe! Mire las
arrugas que tiene mi rey (le toca la cara) mire que destruido que está. Parece un pollo recién
desplumado. No parece de 32 años; parece de 80 más o menos mi rey.

REY: ¡Basta! Dije que tenemos 32 baños. No dije años.

Anabela se retira para un costado

ANABELA: (Por lo bajo y en tonalidad alta pero de volumen bajo) ¡Pollo desplumado!

REY: ¿Perdón?

ANABELA: (se hace la tonta) Paso un tornado por allá, eso decía.

REY: Usted me dijo “pollo desplumado”.

ANABELA: ¡Pero no mi rey! Mire que voy a ser tan insolente. Chicos ¿No es cierto que no dije
nada?

REY: Está bien, le voy a creer.

ANABELA: (Por lo bajo y en tonalidad alta pero de volumen bajo) ¡Pollo desplumado!

REY: ¡Anabela Raimundi!

ANABELA: ¡Presente señor rey!

REY: ¡Deje de insultar al rey!

ANABELA: Ay disculpe, cuando estoy nerviosa hago cualquier cosa mi rey.

REY: Y le dan ganas de ir al baño.

ANABELA: ¡Me muero de ganas de ir al baño!

REY: Bueno vaya entonces querida.

ANABELA: Dígame donde queda.

REY: Es muy sencillo, vaya por el pasillo central, camine 150 metros y después gire en “U” a la
derecha, camine otros diez metros más y gire de nuevo a la derecha. Cuando llegue al jardín
doble para el lado de las rosas rojas. (GRITA) ¡No vaya a girar para el lado de las rosas blancas
eh! Siempre vaya para el lado de las rosas rojas. Una vez que llegue a las rosas rojas mira hacia
el oeste y ahí está el guardia que le va a explicar dónde está el baño.
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ANABELA: (Gritando enojada) ¿Usted me está mandando al baño o se está burlando de mí? No
se haga el tonto.

REY: ¿Cómo se atreve a gritarme?

ANABELA: Disculpe señor rey, ¿Pero no tiene un baño por acá cerquita?

REY: Mire me tiene bastante cansado, a ver, tome. Use mi baño personal que esta acá al lado.
Tome las llaves (Saca de un bolsillo las llaves y se va de a poco Anabela)

ANABELA: (Caminando de espaldas y repitiendo obsesivamente) Gracias señor rey, usted es el


mejor rey del mundo. (Rapea lo siguiente) “No hay rey como tú, no hay rey como tú, yes men.
Nadie lo iguala hermanazo. Felipe IV de la ciudad de Fe Santa el mejor de todos men. El más
increíble BUEY de todos los bueyes”

El rey la mira enojado

ANABELA: (Saliéndose bruscamente del personaje) No te enojé amigazo ¡Bancate un chiste


papa!

REY: ¡Vaya urgente usted y vuelva que mi tiempo es oro!

ANABELA: Si señor rey.

Se retira Anabela revoleando la llave y saltando de alegría. El rey habla solo

REY: ¡Pero qué maldita suerte la mía! Necesito hacerme un traje y para eso necesito tener la
mejor sastre del reino. El problema es que la mejor de todas es ella, la que está en el baño, la
más torpe de todas. Mis siervos tenían razón; debía haber llamado a Richard Ricardo. Ese sí
que era un sastre responsable. Desde luego que no era tan buen sastre como Anabela pero
bueh, por lo menos no me hacía tantos problemas como ella. Aún así me voy a mantener
tranquilo. No voy a pelearme con ella. Le voy a preguntar cuánto cuesta el traje, me lo voy a
poner en la fiesta y punto final. (Apasionado) Cuando todos me aplaudan voy a darme cuenta
que lo mejor que pude hacer es haberla elegido a Anabela. Porque hay algo que no puedo
negar: ME ENCANTA QUE ME APLAUDAN. Quiero aplausos siempre. No hay nada más lindo
que los aplausos.

Empieza a escuchar un aplauso desde atrás. Es Anabela que se quedo encerrada en el baño
porque puso mal la llave. El rey se acerca al límite de atrás de la escena. Anabela habla desde
fuera de la escenografía.

REY: Disculpe ANABELA ¿Es usted la que está aplaudiendo?

ANABELA: (Gritando) ¡Siiiiiiiiii! ¡Me quedé encerrada en el baño señor buey!

REY: ¿Cómo dice?

ANABELA: Puse la llave al revés y me quede encerrada en el baño

REY: Pero si yo no tengo un buey en el baño (Mira a la gente y se ríe con complicidad)
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ANABELA: No se burle de mí, señor rey.

REY: Entonces usted no me diga “buey”.

ANABELA: Está bien, de ahora en más le digo “rey” pero sáqueme de acá por favor. Soy
claustrofóbica.

REY: ¿Sos qué?

ANABELA: Claustrofóbica.

REY: ¿Los claustrofóbicos son los que no comen carne? (Mira de nuevo a la gente con
complicidad) Ah, por eso habla tanto de los bueyes usted (Risas)

ANABELA: Basta señor rey: los claustrofóbicos somos las personas que no podemos estar
mucho tiempo encerradas porque sentimos que nos morimos.

REY: (irónico) Ahh, claro. Bueno me voy a hacer otras cosas y vuelvo más tarde ¿Quiere?

ANABELA: Nooooo, por favor, noooo. Sáqueme de aquí.

REY: ¿Me va a hacer el traje entonces?

ANABELA: Siiiii, el mejor traje del mundo.

REY: Mire que le tomo la palabra.

ANABELA: Le doy mi palabra de honor, pero sáqueme de aquí.

El rey saca otra llave de su bolsillo, y se ausenta de la escena. Es esencial que hable sin parar
porque por algunos segundos la escena quedará completamente vacía

REY: Acá tengo una llave maestra que abre todas las puertas del palacio señorita. La tengo
solamente yo, y ¿Sabe qué? Ninguno de los que trabajan en este lugar tiene una copia.
Imagínese el peligro que sería.

Vuelven los dos juntos a escena. Anabela completamente descompuesta empieza a marearse y
caminar por toda la escena con la llave que le había quedado trabada en el baño

ANABELA: Ay señor rey me desmayo. Agárreme (deja la llave en la mesa) me caigo.

REY: ¿Pero usted me está hablando en serio? (El rey se desespera y deja su llave maestra en la
mesa) no se me va a morir acá señorita.

ANABELA: Si, me muerooooo.

REY: A ver venga (el rey la lleva hasta una silla) Siéntese ¿Quiere agua?

ANABELA: No no, ya estoy mejor ¡Qué dolor quedarme encerrada en el baño! ¡Soy tan
desgraciada!

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REY: Bueno está mejor señora.

ANABELA: Si, sí, ya estoy mejor, bueno ¿En que habíamos quedado? ¿Me va a pagar por
adelantado?

REY: ¿Qué?

ANABELA: Ay perdón ¿Eh me decía usted que quería un traje mi rey?

Anabela permanece en la silla el rey se aleja para hablar vanidosamente

REY: Sí, para eso la llame. Soy el rey más glorioso de toda la historia de “Fe Santa”. Todos me
quieren porque soy bueno, correcto, amable. Ha visto usted como me grita la gente cuando
salga al balcón.

ANABELA: Eh seeeeeee, obvioo.

REY: ¿Se acuerda de la última vez que salí?

ANABELA: Eh ¿Hace un año?

REY: No no, le hablo de la semana pasada.

ANABELA: Ehhhhh, sí, sí, sí, de algo me acuerdo.

REY: A ver repítalo

ANABELA: ¿Que repita qué mi rey?

REY: Que repita lo que usted gritaba junto con todo este pueblo maravilloso.

ANABELA: Eh, si si. Me acuerdo (se para arriba de la silla) la gente gritaba (con la melodía de
“Perón, Perón”) “Querido rey que grande sos, querido rey que grande sos”

REY: La gente no gritaba eso.

ANABELA: Ah, me equivoque de rey entonces

REY: ¿Cómo dice?

ANABELA: Que me equivoque de canción. La gente le cantaba (con melodía del bombón
asesino) “el rey es un rey asesino, el rey es un rey asesino”

REY: ¡Basta! (Se baja de la silla aterrada) bueno, a ver, dejemos de perder el tiempo. Está visto
que usted no está nunca entre mi pueblo cuando ellos me aclaman.

ANABELA: Es que estoy trabajando mucho. Tengo tanto trabajo, taaaaaaanto dinero, me está
yendo tan bien.

REY: ¿Es verdad que tiene mucho trabajo?

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ANABELA: Si (fingiendo) la verdad que no le debo plata ni al verdulero, ni al carnicero, ni al
panadero, ni a nadie. No sé qué hacer con tanto dinero. A veces me digo “Anabela, con todo el
dinero que tenés ¿Por qué seguís trabajando?”, porque no te vas por el mundo a vivir como un
rey.

REY: Eso es verdad. SI uno tiene mucho dinero tiene que disfrutar de la vida ¿Por qué seguir
trabajando?

ANABELA: ¿Sabe por qué sigo trabajando mi rey? Ah (suspira) porque el trabajo es salud.

REY: Es verdad, el trabajo es salud. Bueno ¿Me va a hacer el traje?

ANABELA: Sí, sí, sí. Obviamente. Mire, traje todo (muestra el bolso y saca para tomarle
medidas) por favor ¿Me permite?

Anabela se sube a la silla y le toma las medidas al rey que gustoso se deja tomar medidas, pero
a la vez se baja de la silla y lo mira de lejos como sacando miles de cálculos. Eso impedirá que lo
escuche bien a continuación.

ANABELA: Y dígame rey. ¿Por qué tiene tantas ganas de tener un traje?

REY: (El rey habla suavemente) Porque la semana que viene por fin llegamos a los cuarenta
años.

ANABELA: (Desde lejos, mirándolo como calculando medidas de su cuerpo para hacerle el
traje) ¿Cómo? No le escucho. Hable más fuerte porque desde acá no se escucha nada.

REY: (El rey sigue hablando despacio porque le da pudor) le decía que el año que viene por fin
llegamos a los cuarenta años.

ANABELA: ¿Qué? ¿Que el año que viene llegan a los cuarenta BAÑOS? ¿Para qué fabrican
tantos baños acá en este palacio? Aparte de reinar ¿Venden inodoros?

REY: (Grita) ¡AÑOS! ¡Dije años!

ANABELA: ¡Ahhhhhhh Años! Perdóneme porque en realidad no le escuché bien. A ver déjeme
tomarle unas medidas más (Se sube de nuevo a la silla y lo sigue midiendo) ¿Usted dice que
están llegando a los cuarenta años?

REY: Claro, a los cuarenta años de que mi padre derrotó a los enemigos y nos transformamos
en este reino bello y maravilloso. Reino en el cual todos me aplauden.

ANABELA: Es verdad don rey, a usted lo quiere todo el mundo.

REY: Y si, la verdad que me viven aplaudiendo, por eso quiero un vestido preciosamente
genial. Así me aplauden mucho.

ANABELA: (Se baja de la silla) Quédese tranquilo mi rey querido que dentro de cuatro días se
lo traigo hecho una pinturita. Y dígame ¿El adelanto me lo paga usted o su secretaria?

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REY: ¿Adelanto? (El rey se asusta) Yo pensé que no tenía que pagarle ningún adelanto.

ANABELA: Es que necesito un adelanto mi rey.

REY: Me llamo Felipe

ANABELA: Perdón, preciso un adelanto che Felipe.

REY: ¿Como “che Felipe”?

ANABELA: Perdón Don Rey Felipe. Preciso algo de dinero para comprar la tela. En Arabia
Saudita trabajan con el dinero adelantado.

REY: ¿En dónde?

ANABELA: En el país Arabia Saudita. La tela que le voy a traer es única en el mundo. Usted
quería el mejor vestido; pues lo va a tener.

REY: Pero si un barco me trae desde Arabia Saudita la tela; el traje va a demorar un año.

ANABELA: Noooooooo (se ríe) En realidad la tela ya está en nuestro reino. Lo que pasa que
(empieza a dudar) eh, somos una, a ver cómo le explico. Somos una sociedad secreta que tiene
telas escondidas y esas telas vienen de Arabia Saudita. Lejísimo. Entonces con el adelanto que
usted me da, yo le doy esa plata a la sociedad secreta y listo. Ellos traen más tela para el futuro
¿Vió?

REY: Ah claro. Bueno si es así no queda otro remedio que…

ANABELA: Vaya busque la plata que lo espero.

REY: ¿Qué?

ANABELA: No se ofenda pero necesito llevarme un adelanto.

REY: (Una voz de mujer lo llama desde lejos) ¡Ya voy querida! (la mira a Anabela) Mire, me voy
a ir a buscar el dinero pero porque da la casualidad de que mi mujer me está llamando. Sino no
sé si iba. (Grita) ¡Ya voy querida! Es mi esposa, ya vuelvo.

ANABELA: Sí si, traiga muchos dólares.

REY: ¿Cómo dijo?

ANABELA: Que con mil dólares de adelanto está bien.

REY: Y ¿Cuánto me va a salir el vestido?

ANABELA: Dos mil dólares. Usted me da mil ahora y mil cuando le entrego el vestido.

REY: Está bien. Es caro pero ya me dijeron que usted es la mejor.

ANABELA: ¡Obviamente! Soy la mejor de todas.

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Se va el rey, se queda Anabela y habla con el público.

ANABELA: ¡Ay chicos que miedo que tengo! ¿Ustedes escucharon lo mismo que yo? Dijo que
me va a apagar mil dólares por el vestido que le voy a hacer. Así que ahora llego a casa y
compro la tela, me siento en la máquina (se aflige) ¡Uh! ¡No! ¡Me olvidé que vendí la máquina!
¿Con qué lo voy a hacer? ¿Con qué máquina voy a coser el vestido si vendí todo? ¡Qué
desesperación! Ah ya sé, la esposa del panadero. Si, si, si, ella tiene una máquina de coser,
seguro que… ¡Pero no! ¿Cómo voy a pedir le la máquina de coser si le debo un año de pan al
panadero? A ver, Ah sí sí, le voy a pedir la máquina de coser a mi prima Ramona. Ella no tiene
problemas, me la va a prest… ¡No! No me sirve porque esa máquina es muy lenta. No me va a
servir para hacer un traje así. Pero de sólo pensar que me va a apagar mil dólares, me dan
ganas de hacerle un vestido invisible y de convencerlo de que es así. (Hace un silencio y se
sorprende) ¡Sí! (compulsivamente) ¡Sisisisisisisisisisi! ¡Eso voy a hacer! ¡Sí! ¡Claro! ¿Cómo no
me di cuenta antes? A ver, les pregunto, ¿Ustedes saben guardar un secreto? (espera
respuesta) mmmm, no escuché bien ¿Saben guardar un secreto? (espera respuesta) Ah mejor
así. Bueno lo que voy a hacer es venderle un traje invisible. Aunque no. Está mal eso. No sé
qué hacer. Ah sí, sí, voy a hacer así, voy a venderle un traje invisible pero cuando salga de mis
deudas, cuando le pague al panadero, al carnicero, al almacenero y sea multimillonaria; le voy
a devolver todo. Aunque no sé si está bien eso…

CANCIÓN “NO SÉ QUE HACER”

REY: ¡Anabela! ¡Anabela!

ANABELA: Dígame mi querido rey.

REY: ¡Estoy enojadísimo!

ANABELA: ¿Que pasó mi rey?

REY: Acabo de pelearme con mi hijo.

ANABELA: ¿Con su hijo? no sabía que tenía hijos mi rey.

REY: ¡Obvio que sí! Es Facundo, el heredero de la corona.

ANABELA: Pero los padres son distintos a los hijos, por eso a veces hay problemas. Usted lo
quiere mucho y seguro lo reta porque lo quiere mucho

REY: No se trata de eso, no es que nos peleamos por ser distintos, pero sí, es verdad, lo quiero
mucho.

ANABELA: Entonces se van a amigar ¿Me trajo el dinero mi rey?

REY: Sí, sí (Mete la mano en el bolsillo, está por sacar el dinero y lo guarda de nuevo en
posición brusca. Anabela queda deseando el dinero en posición graciosa) ¡Claro! ¡Sí! ¡Usted
me puede aconsejar!

ANABELA: ¿Aconsejarlo? ¿Aconsejarlo en qué?


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REY: Usted es joven y quizá entiende por qué mi hijo es así.

ANABELA: ¿Así cómo mi rey? ¿Qué le pasa a su hijo?

REY: Es sencillo. NO QUIERE SER REY. Quiere que le saque el título de príncipe.

ANABELA: ¿Cómo? ¡Pero eses chico está loco! ¿Cómo que no quiere ser rey?

REY: Yo pienso lo mismo.

ANABELA: Y ¿Dónde está ahora? A ver, yo voy al baño de nuevo.

REY: (gracioso) ¿De nuevo al baño?

ANABELA: Y si mi rey ¿Le molesta?

REY: No no, lo que sí vaya al baño del jardín por favor.

ANABELA: Cómo no mi rey. Lo veo a su hijo y le digo que se amigue con usted.

REY: NI SE LE OCURRA!!!

ANABELA: Por qué mi rey?

REY: Porque mi hijo está castigado. Quedará encerrado en una habitación rodeado de rosas
blancas hasta que quiera ser rey.

ANABELA: Usted encerró a su hijo?

REY: Si. Soy un padre firme.

ANABELA: Pero pobrecito, debe tener hambre.

REY: No sea tonta. Hay una empleada que le lleva comida todos los días.

ANABELA: Y para qué son las rosas blancas?

REY: Para que nadie pase. Si alguien pasa me doy cuenta gracias a las rosas blancas.

ANABELA: Claro entiendo, si hay rosas blancas pisadas es porque alguno quiso pasar a verlo.

REY: NO solo eso. Si alguno va a verlo a mi hijo seguro que quiere sacar rosas para llevarlas a
su casa. Cuando quiera salir por la puerta (risa malvada), las rosas blancas lo delatarán.

ANABELA: Noooooooo, mire que la gente va a ser tan tonta.

REY: Ya agarré a quince personas con ese método

ANABELA: El de las rosas blancas?

REY: Si si.

ANABELA: (haciéndose la tonta) Bueno voy al baño y vuelvo


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REY: Oiga!!! No se le ocurra hablar con mi hijo

ANABELA: Pero no mi rey!!!

Se retira Anabela.

REY: (habla solo al público) Ay por favor, que triste estoy. Me siento tan mal: mi hijo no me
habla. Por eso quiero el vestido nuevo. Porque me siento triste. Porque si no, ni me importaría
el traje. Uno quiere ponerse trajes cuando quiere que todos lo aplaudan. Porque son todos,
me parece, son todos medio mentirosos en este reino. (Burlista) Ay reyyyyy, lo amamos!!! Ay
rey que linda corona tiene hoy!!! (Es siempre la misma te aclaro.) Ay eres el mejor rey de la
ciudad de “Fe Santa”. Y yo, yo solo quiero llevarme bien con mi hijo. Pero bueno. Ahora he de
pagarle a esta nena y exigirle mi traje para que todos me vean glorioso en la fiesta.

REGRESA Anabela con dos rosas blancas escondidas en la mano.

REY: Pero que rápido que volvió. Encontró el baño de modo mágico!

ANABELA: Eh si, fui al baño, claro

REY: Que esconde en las manos?

ANABELA: Nada

REY: Por favor, soy el rey. Muéstreme lo que tiene en las manos

ANABELA: Nada

Empiezan moverse tratando el rey de verle lo que tiene en la mano y ella de ocultarle las rosas.
Pero el rey se las saca

REY: Rosas blancas

ANABELA: No, no son blancas

REY: Como que no? Son blancas

ANABELA: Eran rojas pero las pase por el lavarropas

REY: Usted me está tomando por tonto Señorita? Lo fue a ver a mi hijo

ANABELA: Pobrecito, lo vi por la ventana y me dio cosa, déjelo salir a jugar

REY: NO, hasta que no aprenda a ser un rey no saldrá

ANABELA: Pobrecito, no sea malo rey.

REY: Quiere que no le pague el vestido?

ANABELA: No no no, págueme por favor

REY: Entonces sírvase el dinero y váyase. Tome (le paga)


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ANABELA: Está bien mi rey pero piénselo bien, es buen chico

REY: Basta!!! (Grita)

Ella se lleva el dinero ya enterada de lo de su hijo escondido.

EL REY CANTA LA CANCIÓN “Yo solo quiero mi vestido”

Se queda dormido. Se despierta cuando ya vuelve con el vestido. Pasó una semana. Anabela
entra con una bolsa.

ANABELA: Señor rey, señor rey

El rey se despierta.

ANABELA: Señor rey, estuvo durmiendo toda la semana?

REY: NO no, lo que pasa que anoche quise, no sé cómo explicarle. (Se quedo jugando con el
hijo) Anoche me quede despierto hasta muy tarde y vine a este salón a dormir

ANABELA: Hace una semana que no lo veo señor rey

REY: Es verdad. Terminó mi vestido?

ANABELA: (nerviosa) Obviamente y lo traje en esta bolsa

REY: Ay que ansiedad! quiero verlo. Estuve esperándolo desde la última vez que se fue hace
una semana. Démelo

ANABELA: Siii como no

REY: Démelo

ANABELA: Con gusto señor rey

REY: Démelo

ANABELA: Págueme primero

REY: Que???

ANABELA: Y si, págueme. Trabajé toda la semana en el vestido. Págueme

REY: A ver (se va a la mesa y saca un dinero debajo de un libro) Tome el dinero que falta

ANABELA: Está bien. Prepárese para ver el vestido

REY: No no no que nervios no lo puedo ver. Ay como me van a aplaudir en esa fiesta. Que
belleza!!!

ANABELA: Bueno se lo muestro

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REY: No!!! (tiene que ser gracioso) tengo miedo tengo miedo

ANABELA: Bueno a ver se lo muestro de una

REY: A ver (se acerca de a poco)

ANABELA: Lo saco de la bolsa entonces?

REY: Sáquelo de una vez!

Anabela hace como que saca un vestido de la bolsa pero es todo con mímica. El vestido no
existe. De ahora en más ella hablara de un traje invisible para el público.

ANABELA: Que le parece?

REY: Usted me está tomando por tonto

ANABELA: Como dijo?

REY: Que por favor saque el traje de la bolsa

ANABELA: Acá está. No lo ve? (Hace mímica de un traje)

REY: Por favor, Anabela saque el traje de la bolsa, no estoy para bromas

ANABELA: NO es una broma. Mírelo, es bellísimo, no veo la hora de ponérselo.

REY: Ponerme qué?

ANABELA: El traje (empieza a bailar con el traje) imagínese usted bailando con su esposa, la
reina, la gente aplaudiéndolo, imagínese como todos lo halagaran

REY: Me aplaudirán?

ANABELA: Todos lo van a aplaudir

REY: Fuerte?

ANABELA: Fuertísimo y todos gritarán VIVA EL REY!

REY: Y como sería eso?

ANABELA: A ver chicos ayúdenme gritemos todos “viva el rey” (espera que los chicos griten)
Mas fuerte chicos que tengo que venderle el traje!!! Viva el rey

REY: Ay gracias!!!

ANABELA: Bueno pruébeselo

REY: Como me voy a probar un vestido que no existe.

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ANABELA: es invisible! chicos el traje es invisible? (mira a los chicos, si los chicos responden
que “no” le dice vio que el que está loco es usted. El traje existe, necesita lentes?) (Si los chicos
responden que “si” igual Anabela dice “dijeron que no vio?” y el rey hace cara de dudoso) Este
traje existe mi rey, pruébeselo por favor.

REY: Ay yo no sé porque la sigo en sus locuras.

ANABELA: No son locuras, usted tiene el mejor traje del mundo y no lo sabe apreciar. Sáquese
el manto de rey y póngase mi traje

REY: Esta bien, está bien

El rey se saca el manto

ANABELA: A ver cómo le queda mi rey, (hace todo simulado) a ver póngase primero las
mangas, después así, muy bien a ver que le hago el moño

REY: Va con moño?

ANABELA: Es la última moda en Miami

REY: En donde?

ANABELA: Donde sea, el moño se usa mucho así que mire que lindo le queda el moño,
acuérdese mi rey que si le aprieta mucho yo le hago unos retoques porque esa noche sino va a
andar apretado

REY: La verdad que no me aprieta. Pero que estoy diciendo? Obvio que no me aprieta si no
existe

ANABELA: Chicos existe o no existe (interactúa con los chicos haciendo un pacto para que
digan si existe bajo el lema “después le devuelvo la plata”)

REY: Chicos existe o no existe (los chicos responden si) Entonces voy a tener que comprarme
anteojos

ANABELA: Y si mi rey, viva el rey! Viva el rey! Escuche rey escuche.

REY: Que pasa?

ANABELA: Lo están llamando para que salga a saludar a la gente desde el balcón para que vaya
a saludar a las miles de personas que entraran en la fiesta

REY: Bueno me voy

ANABELA: No no no págueme

REY: No no no, yo le pago cuando vuelvo. Además quédese a la fiesta. Va a comer muchísimo.
Nos vemos.

ANABELA: No rey págueme que tengo que irme


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REY: A donde tiene que irse?

ANABELA: A comer chinchulines con mi tía Roberta

REY: Que?

ANABELA: Si si, ella es fanática de los chinchulines y si no voy se le queman vio. Me paga?

REY: No le pago nada. Quédese que cuando vuelvo le pago y le mando a buscar a su tía
Roberta para que venga

ANABELA: NO mi rey, me tengo que ir

REY: Chauuuuuuuuuu, la dejo encerrada, ya vuelvo (El rey se va y ella queda encerrada)

ANABELA: Me dejo encerrada, que hago chicos. Se le van a burlar todos, ay qué mal. Y ustedes
creen que hice mal? Es que yo estaba desesperada. SI pero hice mal. No sé qué hacer. Pobre
mi rey, se le van a burlar, no no, yo quiero ir. Rey (grita mucho) rey era mentira, usted no tiene
puesto un traje, rey, vengaaaa

Se escucha un audio de trompetas y un locutor que dice “Atención personas que vienen a la
fiesta del rey, saluden al glorioso rey y su nuevo traje” y se escuchan risas burlonas por varios
segundos

ANABELA: Ay nooooo no, se le están burlando todos por culpa míaaaa nooooooooooo. Voy a
trabar la puerta con una silla. (lleva una silla)

REY: (El rey grita) abra la puerta!

ANABELA: Usted tiene la llave

REY: Pero está trabada

ANABELA: No, no, yo no tengo llave, abra usted

REY: Abra la puerta le digo

ANABELA: Pero yo no la cerré

REY: Tiene una silla que la traba sáquela o la tumbo

El rey entra igual

REY: Usted se dio cuenta que me mintió

ANABELA: Eh yo, no, yo no le mentí

REY: Si, todo el mundo se me burlo y nadie quiere entrar a la fiesta

ANABELA: Mejor así le queda mucha comida para usted solo

REY: Que diceeeeeee


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ANABELA: Que quizá me de unos chicnchulines para mi tía Roberta

REY: Usted no entiende que me avergonzó?!

ANABELA: Si

REY: No entiende que usted me mintió?!

ANABELA: Si

REY: No entiende que usted es una estafadora?!

ANABELA: Si

REY: No entiende que no le voy a pagar?!

Ella lo mira a los ojos firme

ANABELA: Usted no entiende que no puede seguir peleado con su hijo y rodearlo con las rosas
esas

REY: No me cambie de tema

ANABELA: No le cambio de tema mi rey, yo le mentí con el traje pero usted también le miente
al pueblo

REY: NO le miento a mi pueblo

ANABELA: Siii si si le miente, le dice que su hijo va a ser futuro rey y su hijo no tiene ganas de
ser rey

REY: Mi hijo tendrá ganas de ser rey cuando yo lo diga

ANABELA: No crea, yo hable con el

REY: Como que hablo con él?

ANABELA: Si, cuando fui al baño no fui al baño

REY: Como que no fue?

ANABELA: No lo pude encontrar. Me fui a ver a su hijo

REY: Y que te dijo?

ANABELA: Que no quiere ser rey, pero lo quiere mucho

REY: Eso dijo?

ANABELA: Si, que lo quiere mucho pero no todo el mundo puede ser rey. No es fácil

REY: Debería haber aprendido a ser mejor padre.

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ANABELA: Está a tiempo eh, sáquele el castigo compre unos chinchulines y festeamos todos
juntos, mi tía Roberta, usted

REY: Y el vestido que me hizo?

ANABELA: Perdón, estaba desesperada. Porque tengo muchas deudas

REY: Y por qué no me lo dijo?

ANABELA: No se no se me ocurrió

REY: Si usted me decía que tenía muchas deudas yo le iba a dar trabajo. Necesito que le haga
trajes a los empleados del palacio. Iba a poder pagar las deudas con ese trabajo

ANABELA: Perdón nunca es buena la mentira

REY: Es verdad, así que voy a hablar con mi hijo

ANABELA: Antes de ir a hablar con su hijo, me dice si me perdonó o no

REY: Pero si (se abrazan)

ANABELA: Le juro que nunca más le vendo un vestido invisible

REY: Y yo te le juro que nunca más me voy a pelear con mi hijo. Si no quiere ser rey, que sea
otra cosa

ANABELA: Fabricante de trajes como yo

REY: Invisibles?

ANABELA: Obviamente

Cantan la CANCIÓN “SIEMPRE ES MEJOR LA VERDAD” CANTADA POR LOS DOS

FIN.

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