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1.

¿Qué es el derecho internacional


público?
El derecho internacional público es la rama del derecho que se ocupa de las relaciones
internacionales entre los Estados y los sujetos internacionales. Es el marco jurídico por el
que se rige la comunidad internacional, de manera de garantizar la paz y la justa
resolución de los conflictos que pudieran surgir de sus relaciones mutuas.

A diferencia de otras ramas del derecho, el derecho internacional público se


ocupa de mediar jurídicamente entre entidades soberanas.

En consecuencia, no consiste en un ordenamiento legal coercitivo, como ocurre


con el aparataje legal dentro de cada país en específico. Por el contrario es
principalmente coordinativo, es decir, que procura conducir el conflicto a través de
canales regulares, pacíficos y justos.

2. Historia del derecho internacional


público
Desde los tiempos ancestrales, ha existido la guerra entre las distintas naciones y
civilizaciones humanas, en su lucha por controlar los recursos o por expandir
sus culturas y religiones. Sin embargo, en la mayor parte de los conflictos de
la historia hubo algún tipo de orden jurídico mínimo

El tratado más antiguo de este tipo proviene de la antigüedad


mesopotámica, e involucra a las ciudades caldeas Lagash y Umma hacia el año
3200 a. C. Este tratado les habría permitido fijar sus fronteras al término de una
guerra.

En cambio, el primer caso moderno de este tipo de instancias jurídicas


internacionales fue el de Las Reclamaciones de Alabama, al término de la
Guerra de Secesión Estadounidense, que fue juzgado por una corte en Ginebra.

3. Fuentes del derecho público


internacional
El derecho público internacional tiene como fuentes los diversos y
variados tratados suscritos por los Estados de manera bilateral o
multilateral, tales como pactos, convenios, memorandos, declaraciones
conjuntas, etc., así como la llamada costumbre internacional, reconocida en la
práctica por los Estados y por los principios generales del derecho.

A ello hay que sumar los documentos jurídicos emanados de las cortes


internacionales y organismos jurídicos multilaterales (como la ONU) que sirven
de mediador en conflictos locales y regionales, brindando un marco legal de mutuo
entendimiento entre las naciones en disputa.

Sujetos del derecho internacional público


Los sujetos del derecho internacional público son:

 Los Estados nacionales, debidamente reconocidos por sus pares y por la


comunidad internacional como tales.
 Las Organizaciones Internacionales de mediación y acuerdo
internacional, como la Organización de las Naciones Unidas, la Organización
Internacional del Trabajo, etc.
 La comunidad beligerante y los movimientos de liberación nacional, en
ciertos casos en que son reconocidos como actores políticos y no criminales.
 La persona física, como sujeto pasivo del derecho internacional, pues
recibe de éste obligaciones y derechos

5. Características del derecho


internacional público
El derecho internacional público se sustenta en el acuerdo de que las relaciones
entre las naciones deben ser para un beneficio mutuo, y que siempre son
preferibles a la guerra

6. Las instancias del derecho internacional público, así, son órganos

descentralizados y mínimamente coercitivos, dinámicos y dotados de

cierta relatividad respecto de los deberes jurídicos internacionales, esto

es, que podrán ser siempre negociados y sujetos de labor política


Principios del derecho internacional
público
Los principios del derecho internacional público sostienen ante todo el derecho
a la soberanía de las naciones. Esto significa que al acordar con otros países o
suscribir tratados internacionales no están sacrificando su autonomía y
autodeterminación jurídicas, sino acordando un espacio de mediación internacional
que permita alcanzar mutuos acuerdos.

Por esa razón, muchos autores ponen en duda el carácter jurídico de esta rama del
derecho, ya que, en principio, no existe ningún órgano internacional del que
emanen las leyes internacionales y que pueda coaccionar a los Estados a acatarlas,
sino que éstas serán fruto del acuerdo voluntario de las naciones.

Otros preceptos fundamentales del Derecho Internacional Público en la


contemporaneidad son:

 El “derecho” a la guerra. Así como hay leyes de paz, hay también leyes
que rigen lo aceptable en una situación de guerra, y que legitiman el uso de
la fuerza armada de un Estado contra otro. Dichas condiciones son tres: en
defensa de la propia seguridad nacional, al servicio de una misión
multilateral de seguridad colectiva o “fuerza de paz” por parte de un
organismo internacional como las Naciones Unidas

 El tratamiento a los extranjeros. La ley que dictamina el respeto a las embajadas,


consulados y las representaciones diplomáticas de distinto tipo, que prestan servicios a sus
connacionales en suelo extranjero, y que pueden mediar en eventos jurídicos específicos
respecto a los ciudadanos de su nacionalidad.

7.  Los derechos humanos fundamentales. Por encima de cualquier otro

tratado, el acuerdo en torno a los derechos fundamentales del ser humano y el

castigo a quienes los violen, es uno de los preceptos más universalmente

aceptados y defendidos por parte de los organismos internacionales de paz.

Derecho internacional privado


Las dos ramas principales del derecho internacional, el público y el privado, se
diferencian entre sí en que se interesan en la legislación internacional a partir de
puntos de vista distintos. Entre ellas existe una distinción análoga a la que hay en
el seno de la jurisprudencia entre el derecho privado y el derecho público.

El derecho internacional privado se ocupa de las relaciones jurídicas de


las poblaciones de los distintos países. Por su parte, el derecho internacional
público se ocupa de las relaciones entre los distintos países y Estados, como
conflictos territoriales o disputas entre sus respectivas soberanías.

¿Qué es el derecho internacional privado?


El derecho internacional privado es la rama del derecho que se ocupa de los
asuntos legales internacionales diferentes de la relación entre los distintos Estados.

O sea, se ocupa de la resolución de conflictos de competencia


internacional, conflictos de leyes internacionales, la cooperación procesal
internacional y la condición jurídica de los extranjeros. Es decir, interviene en los
ámbitos en que existe un interés privado o que ocurre entre entes privados. Por
esta razón a menudo se le conoce como Derecho Civil Internacional.

Sin embargo, debemos acotar que el derecho internacional privado, en muchos


casos, lejos de resolver el inconveniente en disputa, procede a determinar cuál
orden jurídico entre los países involucrados debe imperar para resolver el dilema.
Es decir, asume siempre una posición normativista.

Esto no impide que, frente a las dinámicas propias del mercado global y de un
mundo en constante globalización, surjan en el seno de esta rama del derecho
cambios y posturas más sutancialistas, destinadas a fomentar un nuevo estudio de
las relaciones jurídicas privadas internacional

2. Historia del derecho internacional


privado
Existen diferentes posturas respecto al origen del derecho internacional
privado. Algunos estudiosos lo ubican en la antigüedad, especialmente en
los ordenamientos legales de la Antigua Grecia o del Imperio Romano, dado que
del Derecho Romano nace un importante porcentaje de nuestro entendimiento
jurídico.

En cambio, según otros autores, esta rama del derecho comenzó en el


siglo XIII, cuando el jurista boloñés Francesco d’Accorso (1225-1293) impuso a
los tribunales de la ciudad de Módena el uso, en ciertos casos, de la jurisprudencia
boloñesa. Así introdujo por primera vez el principio de la extraterritorialidad del
Estado, y fundó la existencia de un derecho privado internacional.

3. Fuentes del derecho internacional


privado
El derecho internacional privado posee dos regímenes distintos de fuentes, si bien
el primero es el más empleado para dirimir conflictos. Dichos regímenes son:

 Fuentes nacionales. Aquellas que tienen que ver con el ordenamiento de


una sola nación, o sea, a sus leyes internas, y que son las emanadas de
su legislación, su jurisprudencia y sus costumbres.
 Fuentes internacionales. Aquellas que son propias de la comunidad
internacional, tales como tratados y convenios internacionales.

4. Objeto del derecho internacional


privado
Esta rama del derecho tiene como objeto la persecución de la armonía en las
normativas jurídicas privadas de los distintos Estados, entre los que se da
alguna relación de derecho específica.

Esto implica la garantía de los derechos jurídicos en el ámbito internacional, tanto


para entes privados como para situaciones en que los Estados actúen como entes
privados. Así es posible el comercio internacional y la justicia mediante la
aplicación de derecho local y derecho extranjero, según competa.

5. Características del derecho


internacional privado
En líneas generales, el derecho internacional privado se caracteriza por ser:

 Nacional, pues cada país dicta sus propias normas y aproximaciones al


derecho internacional, motivo por el cual haya margen para el conflicto y la
mediación.
 Positivo, dado que su normativa se halla inscrita en los textos legales
formales de cada país, e incluso en los suscritos de manera bilateral o
recíproca entre varios países.
 Particular, en lo referido al término “extranjero” en sus relaciones.

6. Principios del derecho internacional


privado
Los grandes principios del derecho internacional privado son cuatro:

 Locus regit actum, o sea, “el lugar rige los actos”, significa que las
acciones serán legales o no dependiendo de dónde se realicen, ya que el
marco jurídico de cada país es propio.
 Lex loci rei sitae,  o sea, “La ley del lugar donde las cosas se encuentran”,
significa que los bienes se transferirán siempre de acuerdo a la ley del sitio
donde se encuentren ubicados.
 Mobilia sequuntur personam, o sea, “Las cosas siguen a las personas”,
significa que las cosas que sean propiedad de una persona se rigen por la
ley por la que se rige esa persona.
 Lex fori, o sea, “Ley del foro”, significa que a cada conflicto se aplicará la
ley del juez que le toque discriminarlo, es decir, la de su Estado.

7. Derecho internacional público


Las dos ramas principales del derecho internacional, el público y el privado, se
diferencian entre sí en que se interesan en la legislación internacional a partir de
puntos de vista distintos. Es la misma distinción que hay en el seno de la
jurisprudencia entre el derecho privado y el derecho público.

Por un lado, el derecho internacional privado se ocupa de las relaciones jurídicas


de las poblaciones de los distintos países. Por otro lado, el derecho internacional
público se ocupa de las relaciones entre los distintos países y Estados, como
conflictos territoriales o disputas entre sus respectivas soberanías.

Exequatur
El exequatur (también denominado exequátur o execuátur) es el procedimiento
jurídico que se encarga de examinar si una sentencia (o laudo) extranjera es
válida y cumple ciertos requisitos para que posea plena eficacia y se pueda
ejecutar en otro país distinto del que se dictó dicha sentencia

exequatur o execuátur es el conjunto de reglas conforme a las cuales el


ordenamiento jurídico de un Estado verifica si una sentencia judicial emanada de
un tribunal de otro Estado reúne o no los requisitos que permiten reconocimiento u
homologación".

Por lo tanto, el exequatur se constituye con un doble propósito: la homologación


de una resolución judicial extranjera (tras el exequatur esta resolución será
reconocida y ejecutada como española), o bien la declaración de que una
resolución no es susceptible de reconocimiento ni ejecución en España.

Uno de los casos más frecuentes de este tipo de procedimientos es el exequatur


de divorcio, el cual supone la solicitud de reconocimiento y ejecución de
sentencias de divorcio de un matrimonio en un país extranjero.

Regulación del exequatur


En España, hasta la aprobación de la Ley 29/2015, de 30 de julio, de
cooperación jurídica internacional en materia civil (LCJIC), el Derecho español
regulaba el exequatur en la Ley de Enjuiciamiento Civil de 1881 (LEC).

Asimismo, en el ámbito de la Unión Europea, se aplica el Reglamento (CE)


44/2001 del Consejo, de 22 de diciembre de 2000, relativo a la competencia
judicial, el reconocimiento y la ejecución de resoluciones judiciales en materia civil
y mercantil, y el Reglamento (CE) 2201/2003 del Consejo de 27 de noviembre de
2003 referido a la competencia, el reconocimiento y la ejecución de resoluciones
judiciales en materia matrimonial y de responsabilidad parental.

Requisitos del exequatur


Para que una sentencia extranjera pueda tener eficacia y ser ejecutada en
España, es necesario que se cumplan ciertos requisitos.

Según el articulo 41 de la LCJIC, para la concesión del exequatur de laudos


extranjeros en España será necesario que las resoluciones extranjeras
sean: firmes (que no hayan sido recurridas) recaídas en un procedimiento
contencioso o definitivas adoptadas en el marco de un procedimiento de
jurisdicción voluntaria.

Además, serán también susceptibles de reconocimiento y ejecución las medidas


cautelares y provisionales, cuando la denegación de su reconocimiento
suponga una vulneración de la tutela judicial efectiva y siempre que se
hubieran acordado con audiencia de la parte contraria.

El procedimiento del exequatur


En este apartado se resumen los puntos más importantes sobre el procedimiento
del exequatur, regulado en los artículos 52 a 55 de la LCJIC. Se trata de un
procedimiento que sirve sencillamente para verificar que la sentencia extranjera
es válida y, por lo tanto, puede ser reconocida y ejecutada en España.

En referencia a la competencia, los Juzgados de Primera Instancia son los


competentes para conocer las solicitudes de reconocimiento y ejecución de
resoluciones judiciales extranjeras. La competencia territorial se determina por el
lugar donde las resoluciones produzcan sus efectos o el lugar de ejecución. Por
otro lado, cuando se trate de sentencias sobre materias mercantiles serán
competentes los Juzgados de lo Mercantil.

En el proceso de exequatur las partes deben estar representadas por Procurador


y asistidas por Letrado, y pueden solicitar la asistencia jurídica gratuita. El
procedimiento se inicia mediante una demanda (de cualquier persona que
acredite un interés legítimo) que puede acumularse en el mismo escrito que la
solicitud de ejecución. La demanda deberá ir acompañada de los siguientes
documentos: original o copia auténtica de la resolución extranjera, documentos
acreditativos de la firmeza, y las traducciones pertinentes.
Una vez admitida la demanda, se traslada dicho escrito de demanda a la otra
parte, pudiendo ésta oponerse en el plazo de treinta días. Transcurridos los
plazos oportunos, el órgano jurisdiccional resolverá por medio de auto (tipo de
resolución judicial que resuelve peticiones entre dos partes) lo que proceda en un
máximo de diez días. Contra el auto se podrá interponer recurso de apelación.

OBJETIVO DEL EXEQUATUR

La materia del exequátur corresponde tanto al derecho procesal como al derecho


internacional privado. ...  Exequátur no tiene por objeto revisar el objetivo de la
relación sustancial controvertida, sino la sentencia extranjera como tal o sea
aspectos externos y formales

Objeto y fin
Son objeto del exequátur todos los actos judiciales pronunciados
en forma de fallo o sentencia, los cuales son susceptibles de ser
reconocidos siempre que cumplan los requisitos de ser de
carácter privado en materia civil, comercial o laboral y hayan sido
dictados por autoridades judiciales competentes del Estado
requirente.
El fin del reconocimiento internacional de fallos o sentencias
extranjeras es garantizar la seguridad jurídica o cosa juzgada, es
decir, lograr que la sentencia traspase las fronteras del Estado en
donde fueron dictadas y se reconozca en el extranjero, sin que ello
signifique que el Estado requerido vulnere con ese acto su
soberanía.
En el caso de la ejecución de las sentencias de Pensión
Alimenticia, la competencia radica en el Consejo Nacional de la
Niñez y Adolescencia en aplicación a la Convención sobre
Obtención de Alimentos en el Extranjero.

 Jurisprudencia
Sentencia nº EXE.000396 de
Tribunal Supremo de Justicia -
Sala de Casación Civil de 22 de
Junio de 2016
Fecha de Resolución: 22 de Junio de 2016

Emisor: Sala de Casación Civil

Número de Expediente: 15-542

Ponente: Marisela Godoy Estaba

Procedimiento: Exequátur

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CONTENIDO

SALA DE CASACIÓN CIVIL


Exp. N° 2015-000542
Magistrada Ponente: M.V.G.E..
Mediante escrito de fecha 8 de julio de 2015, el ciudadano
L.A.T.R., representado judicialmente por la abogada M.C.M.M.,
interpuso solicitud de exequátur de la sentencia dictada por el
Juzgado Segundo de lo Familiar del Primer Distrito Judicial del
Estado de Nuevo León México, de los Estados Unidos Mexicanos,
mediante la cual declaró en fecha 29 de marzo de 2004, la
disolución del vínculo matrimonial con la ciudadana P.G.L..
Mediante acto público de asignación de ponencias realizado el 16
de julio de 2015, correspondió la ponencia a la Magistrada que con
tal carácter suscribe la presente.
Mediante auto de fecha 7 de agosto de 2015, el Juzgado de
Sustanciación, revisados los presupuestos de admisibilidad
contenidos en el artículo 852 del Código de Procedimiento Civil,
admitió la solicitud de exequátur, en consecuencia, acordó oficiar
a la Dirección de Migración y Zonas Fronterizas del Servicio
Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (SAIME),
adscrito al Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores,
Justicia y Paz, a los efectos de solicitar el movimiento migratorio
de la ciudadana P.G.L., se ordenó la notificación de la ciudadana
Fiscala General de la República, de conformidad con lo previsto en
los artículos 25 numeral 15 y 35 numeral 3 de la Ley Orgánica del
Ministerio Público, a los efectos que designara un funcionario para
rendir su opinión sobre la solicitud de exequátur de la sentencia
extranjera antes mencionada.
Cumplido lo anterior según lo ordenado, el 12 de agosto de 2015,
se recibió oficio N° FTSJ-4-0360-2015, de la Fiscal Cuarta
Provisorio del Ministerio Público ante la Sala Plena, las Salas de
Casación y Constitucional de este Supremo Tribunal de Justicia,
informa respecto a la comisión que le fue conferida a los fines de
ejercer la representación de dicha institución en el procedimiento
instaurado.
El 14 de agosto de 2015, a través del oficio N° 005887, inserto en
el folio N° 40 de los autos respectivos, el Director Nacional de
Migración y Zonas Fronterizas, hizo del conocimiento de la Sala,
que “…en nuestros sistemas de Movimientos Migratorios no
aparece registrada la ciudadana: P.G.L., de nacionalidad
mexicana…”, información con fundamento en la cual fue solicitada
la citación por carteles, ordenada el 7 de octubre de 2015, como
se constata en el folio 45 del expediente.
Por no haberse logrado la correspondiente comparecencia, a la
parte contra la cual se pretende que obre la ejecutoria de la cual
se trata, le fue designada como defensor ad litem, el abogado
E.E.M.B., Defensor Público Provisorio Segundo con Competencia
ante las Salas Constitucional, Plena, Político Administrativa,
Electoral, de Casación Civil y Casación Social del Tribunal
Supremo de Justicia y Cortes de lo Contencioso Administrativo;
quien en fecha 9 de noviembre de 2015, como se desprende del
escrito que cursa en el folio 53 del expediente; aceptó dicho
cargo, presentando la respectiva contestación en fecha 1° de
diciembre de ese mismo año, en la cual expresó los argumentos
que sostienen su determinación de no oponerse a lo solicitado.
En virtud de la designación de Magistrados titulares efectuada por
la Asamblea Nacional el 23 de diciembre de 2015, quedó
reconstituida la Sala de Casación Civil el 7 de enero de 2016 de la
siguiente manera: Presidente, Magistrado Guillermo Blanco
Vázquez; Vicepresidente, Magistrado Francisco Ramón Velázquez
Estévez; Magistrada Marisela Valentina Godoy Estaba, Magistrada
Vilma María Fernández González y Magistrado Yván Darío Bastardo
Flores.
Mediante auto de fecha 1° de marzo de 2016, el juzgado de
sustanciación de esta Sala, de conformidad con lo establecido en
los artículos 85 y 98 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo
de Justicia, fijó para el día “…ocho (8) de marzo del presente año,
a las 11:00 a.m.,…”, la audiencia para la presentación de los
informes orales, la cual por auto de fecha 3 de marzo de 2016, se
difirió para el día 9 de marzo del mismo año, a las 11:00 a.m.. Al
referido acto asistieron la apoderada judicial del solicitante
abogada M.M.M., el Defensor Público Provisorio Segundo con
competencia para actuar ante las Salas Plena, Constitucional,
Político Administrativa, Casación Civil, Casación Social y Electoral
del Tribunal Supremo de Justicia y C.P. y Segunda de lo
Contencioso Administrativo, en su carácter de defensor ad-litem
de la demandada, y la Fiscala Cuarta Provisorio del Ministerio
Público ante la Sala Plena y las Salas de Casación y Constitucional
del Tribunal Supremo de Justicia en representación del Ministerio
Público, quienes en el orden señalado, informaron oralmente y
consignaron los escritos correspondientes, sin réplica, de lo cual
se levantó acta que se encuentra consignada a partir del folio N°
75 al 84 del expediente bajo análisis.
Encontrándose la causa en fase procesal de sentencia, pasa la
Sala a dictar su decisión, en los siguientes términos:
I
DE LA COMPETENCIA
La competencia de la Sala para conocer de los procesos de
exequátur se encuentra determinada en el numeral 2 del
artículo 28 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de
Justicia publicada inicialmente el 29 de julio de 2010 en Gaceta
Oficial N° 5.991 y reimpresa el 1 de octubre del mismo año,
mediante Gaceta Oficial N° 39.522, en concordancia con
el artículo 856 del Código de Procedimiento Civil.
En los casos en los cuales el exequátur sea solicitado para
declarar la fuerza ejecutoria de las sentencias de autoridades
jurisdiccionales extranjeras, de acuerdo con lo que dispongan los
tratados internacionales o la ley, la Ley Orgánica del Tribunal
Supremo de Justicia, atribuyó la competencia, de forma expresa, a
esta Sala de Casación Civil. En cambio, en aquellos casos en los
cuales el pase de los actos o sentencias de las autoridades
extranjeras sea de naturaleza no contenciosa, la competencia
corresponderá de conformidad con el artículo 856 del Código de
Procedimiento Civil, al Tribunal Superior del lugar donde se haya
de hacer valer dicha ejecutoria en el país.
Es, por tanto, incuestionable la competencia de esta Sala de
Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia, para conocer y
decidir la presente solicitud de exequátur, pues de la sentencia
debidamente legalizada se evidencia que la ciudadana P.G.L.
demandó al ciudadano L.A.T.R., y que en su tramitación, el tribunal
mexicano dejó constancia que fue “…emplazado por medio de
edictos publicados tres veces consecutivas en el Periódico Oficial,
Boletín Judicial y en Porvenir…”, lo que demuestra que el proceso
no fue iniciado ni sustanciado de mutuo acuerdo, por vía de
consecuencia, debe estimarse que hubo contención entre los
cónyuges en el juicio de divorcio incoado en el extranjero.
Asimismo, se constató que el Juzgado Segundo de lo Familiar del
Primer Distrito Judicial del Estado de Nuevo León México, de los
Estados Unidos Mexicanos, declaró en fecha 29 de marzo de 2004,
la disolución del vínculo matrimonial de los ciudadanos P.G.L. y
L.A.T.R., de dicha unión no procrearon hijos. (Folio 13 del
expediente).
Por tanto, con base en lo establecido en el artículo 28 numeral
2 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, en
concordancia con el artículo 856 del Código de Procedimiento
Civil, antes transcritos, esta Sala de Casación Civil es la
competente para conocer y decidir el presente asunto, al
corresponder a una sentencia dictada en un procedimiento
contencioso en materia de relaciones privadas. Así se establece.
II
DE LA SOLICITUD DE EXEQUÁTUR
La abogada M.C.M.M., en representación del ciudadano L.A.T.R.,
solicita el exequátur de la sentencia dictada por el Juzgado
Segundo de lo Familiar del Primer Distrito Judicial del Estado de
Nuevo León México, de los Estados Unidos Mexicanos, que
declaró en fecha 29 de marzo de 2004, la disolución del vínculo
conyugal de los ciudadanos P.G.L. y L.A.T.R., fundado en los
siguientes motivos:
…DE LA LEGALIZACIÓN DE LA SENTENCIA PARA SU VALIDEZ EN EL EXTERIOR

En virtud que los Estados Unidos de México, se encuentra dentro de los países firmantes
del Convenio de la Haya del cinco (05) de octubre de 1961, los documentos emitidos en
México que va ser utilizados en el exterior deben estar aportillados (sic).

En el presente caso, ciudadano Juez Superior, el original de la sentencia de divorcio Nro.


3997 dictado por el Juzgado Segundo de lo Familiar del Primer Distrito del Primer
Distrito (sic) Judicial del Estado de Nuevo León México en fecha veintinueve (29) de
marzo de 2004, objeto de la presente solicitud de Exequátur, tiene plena validez en
Venezuela, por cuanto se encuentra debidamente apostillado en fecha veintiséis (26) de
febrero de 2015, ante el Gobierno de Nuevo León, Secretaria General, Unidad de
Legalizaciones.

…omissis…

Es el caso ciudadano Juez, que mediante Sentencia Firme Nro. 3997 dictada por el
Juzgado Segundo de lo Familiar del Primer Distrito del Primer Distrito (sic) Judicial del
Estado de Nuevo León en fecha veintinueve (29) de marzo de 2004, se decretó por
Divorcio Necesario la disolución del matrimonio contraído por nuestro poderdante y la
ciudadana Mexicana P.G.L., celebrado bajo el Nro. 79, bis 0, libro 1, foja 79 de fecha
dieciséis (16) de abril de 1999 ante el Registro Civil Décimo Primero de Monterrey, Nuevo
León, de los Estados Unidos Mexicanos, decisión judicial debidamente apostillada, y
distinguida con la letra "C". En lo adelante nos referiremos a esta decisión judicial como
"la Sentencia".

Del cuerpo de la sentencia, se observa que la ciudadana P.G.L., interpuso demanda de


divorcio necesario ante el Juzgado Segundo de lo Familiar del Primer Distrito Judicial del
Estado de Nuevo León, de los Estados Unidos Mexicanos en fecha cinco (5) de mayo de
2003, de tal solicitud devino "la sentencia" bajo examen, la cual declaro disuelto
definitivamente el matrimonio existente entre nuestro poderdante y la ciudadana P.G.L.,
que había celebrado en el Estado de Nuevo León México…

.
Alega el solicitante que el presente exequátur cumple los
presupuestos y normas de derecho de nuestro país, pues la
sentencia extranjera fue dictada en materia civil, al declarar la
disolución del matrimonio de los ciudadanos P.G.L. y L.A.T.R.,
razón por la cual solicitó a la Sala le concediera la ejecutoria en el
país.
III
DE LA CONTESTACIÓN DE LA SOLICITUD
En fecha 1° de diciembre de 2015, el abogado E.E.M.B., en su
condición de Defensor Público Segundo con competencia para
actuar en la Sala, en representación de la ciudadana P.G.L.,
presentó escrito de contestación de la solicitud de exequátur
fundada en los siguientes términos:
…Por todo lo antes expuestos es que actuando en representación de la ciudadana P.G.L.,
NO ME OPONGO, al ejecútese para que surta todos los efectos legales en la República
Bolivariana de Venezuela, la sentencia de fecha 29 de marzo del año 2004, emanada por el
Juzgado Segundo de lo Familiar, Nuevo León, del Distrito Judicial de Monterrey, de
Estados Unidos Mexicanos, que declara el divorcio necesario y disuelto el vínculo
matrimonial que se contrajo en fecha 16 de abril del año 1.999, entre L.A.T.R. y P.G.L., en
consecuencia pido que sea declarado CON LUGAR, la presente solitud de exequátur, que
cursa ante esta Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia con la
nomenclatura 2015-542…

.
De la transcripción precedente de la contestación de la solicitud
de exequátur realizada por el defensor público, se evidencia que
no se opuso a que esta Sala de Casación Civil conceda fuerza
ejecutoria en la República Bolivariana de Venezuela, a la
sentencia de fecha 29 de marzo de 2004, dictada por el el Juzgado
Segundo de lo Familiar, Nuevo León, del Distrito Judicial de
Monterrey, de Estados Unidos Mexicanos, por cumplir todos y
cada uno de los requisitos establecidos en el artículo 53 de la Ley
de Derecho Internacional Privado, para su pase y ejecución en el
país.
IV
DE LA OPINIÓN DEL MINISTERIO PÚBLICO
Mediante escrito de fecha 9 de marzo de 2016, la abogada
M.C.V.L., actuando en su carácter de Fiscal Cuarta del Ministerio
Público ante la Sala Plena y las Salas de Casación y Constitucional
del Tribunal Supremo de Justicia, presentó informes en la
audiencia oral, en el cual estampó la opinión del Ministerio Público
sobre el exequátur solicitado, en el que dejó expuesto lo siguiente:
…PETITORIO

Por los razonamientos que anteceden, considera esta representante del Ministerio Público,
que debe concedérsele fuerza ejecutoria en el territorio de la República Bolivariana de
Venezuela, a la sentencia número 3997 dictada el 29 de marzo de 2004 por el Juzgado
Segundo de lo Familiar del Primer Distrito Judicial, Monterrey, Nuevo León, Estados
Unidos Mexicanos, presentada por la abogada M.C.M.M., apoderada judicial del
ciudadano L.A.T.R., mediante la cual se que declaró disuelto el vínculo matrimonial que
unía al mencionado ciudadano y la ciudadana P.G.L., al cumplir con los requisitos
exigidos previstos en el artículo 53 de la Ley de Derecho Internacional Privado…

.
La representación fiscal, solicita a esta Sala conceda fuerza
ejecutoria en la República Bolivariana de Venezuela, con base en
que están cumplidos todos los requisitos establecidos en el
artículo 53 de la Ley de Derecho Internacional Privado.
V
DE LAS CONSIDERACIONES PARA DECIDIR
Siendo la oportunidad para pronunciarse sobre la solicitud
formulada, se observa que toda solicitud de exequátur debe
fundamentarse para su decisión, en la jerarquía de las fuentes en
materia de Derecho Internacional Privado.
Dicho orden de prelación aparece claramente expuesto en el
artículo 1° de la Ley de Derecho Internacional Privado, ordena, en
primer lugar, la aplicación de las normas de Derecho Internacional
Público sobre la materia, en particular las establecidas en los
Tratados Internacionales vigentes en Venezuela, en su defecto, se
aplicarán las normas de Derecho Internacional Privado
venezolano; a falta de ellas, se utilizará la analogía y, finalmente,
se regirán por los principios de Derecho Internacional Privado
generalmente aceptados.
En el caso de autos, se solicita que por el procedimiento de
exequátur se declare fuerza ejecutoria en la República Bolivariana
de Venezuela, de una sentencia dictada por un tribunal de los
Estados Unidos Mexicanos, país que a pesar de que acogió y
suscribió en fecha 12 de junio de 1987 la Convención
Interamericana sobre Eficacia Extraterritorial de las sentencias y
laudos arbitrales extranjeros, se reservó el artículo 1º de dicha
Convención, con lo cual limitó única y exclusivamente la
aplicación de este instrumento a las sentencias de condena en
materia patrimonial dictadas en uno de los Estados parte.
Esto quiere decir que, México se reservó la aplicación de la
Convención Interamericana sobre Eficacia Extraterritorial de las
sentencias y laudos arbitrales extranjeros, sólo a aquellos casos
de sentencias de condena en materia patrimonial dictadas en uno
de los Estados partes.
Por consiguiente, al tratar la sentencia cuyo exequátur se
pretende sobre el estado y capacidad de las personas (disolución
de vínculo conyugal), no resulta aplicable la referida Convención,
razón por la cual y siguiendo el orden de prelación de las fuentes
en la materia, se impone la aplicación de las normas de Derecho
Internacional Privado Venezolano.
En este orden de ideas, la Ley de Derecho Internacional Privado,
consagra en su Capítulo X las disposiciones concernientes a la
eficacia de las sentencias extranjeras, estableciendo en
el artículo 53, derogatorio parcialmente de los
artículos 850 y 851 del Código de Procedimiento Civil, los
requisitos que deben concurrir para que las sentencias extranjeras
tengan efecto en Venezuela, los cuales esta Sala pasa a evaluar si
en la solicitud están cumplidos plenamente, así como, si la
sentencia analizada no contraría preceptos de orden público
venezolano, y a tal efecto observa:
1) Que hayan sido dictadas en materia civil o mercantil o, en
general, en materia de relaciones jurídicas privadas.
La sentencia extranjera fue dictada en materia civil, pues trata de
la disolución del vínculo conyugal, constituye en consecuencia,
una materia de naturaleza civil, cumpliéndose de tal modo el
primer requisito del artículo 53 de la Ley de Derecho Internacional
Privado.
2) Que tengan fuerza de cosa juzgada de acuerdo con la ley del
Estado en el cual han sido pronunciadas.
La sentencia extranjera también cumple el requisito de haber
adquirido fuerza de cosa juzgada de acuerdo con la ley del Estado
en el cual ha sido pronunciada, así se verifica al folio 23 del
expediente se encuentra resolución dictada por el Juzgado
Segundo de lo Familiar del Primer Distrito Judicial del Estado de
Nuevo León México, de los Estados Unidos Mexicanos, en fecha 26
de abril de 2004, agregó una nota sobre el ejecútese de la
siguiente forma “…conforme a lo establecido en el artículo 408
fracciones I y III del Código procesal en cita, el suscrito Juez tiene
a bien declarar que la sentencia definitiva dictada en el presente
procedimiento ha causado ejecutoria, por tanto mediante oficio
remítase copia certificada de dicha sentencia al C. Oficial del
registro Civil ante quien se celebró el matrimonio disuelto…”,
cumpliéndose con esto el segundo requisito exigido por el artículo
53 de la Ley de Derecho Internacional Privado.
3) Que no versen sobre derechos reales respecto a bienes
inmuebles situados en la República o que no se haya arrebatado a
Venezuela la jurisdicción exclusiva que le correspondiere para
conocer del negocio.
La sentencia extranjera no versa sobre derechos reales respecto a
bienes inmuebles situados en la República Bolivariana de
Venezuela, pues de su lectura solo se declara en el punto quinto
de su dispositivo “…QUINTO: En su oportunidad una vez que cause
ejecutoria la presente sentencia, procédase a la división de los
bienes comunes que integran la sociedad conyugal formada por
las partes del presente juicio…”, de manera que al no haberse
establecido nada acerca de la partición o adjudicación de algún
bien inmueble ubicado en el país, no se ha arrebatado a Venezuela
la jurisdicción exclusiva sobre esa materia.
Por tanto, en la situación planteada no hubo arrebato de
jurisdicción y no se violó el artículo 47 de la Ley de Derecho
Internacional Privado, con lo cual debe la Sala asegurar que se
tiene por cumplido de tal modo el tercer requisito de la comentada
norma.
4) Que los tribunales del Estado sentenciador tengan jurisdicción
para conocer de la causa de acuerdo con los principios generales
de jurisdicción consagrados en el Capítulo IX de esta Ley.
Los tribunales del Estado sentenciador tenían jurisdicción para
conocer de la causa según los principios generales de jurisdicción
consagrados en el Capítulo IX de la Ley de Derecho Internacional
Privado.
A tal efecto, el artículo 42 de la Ley de Derecho Internacional
Privado, establece los criterios atributivos de jurisdicción en
materia de relaciones familiares, siendo el primero el paralelismo,
es decir, tiene jurisdicción para conocer del asunto el tribunal del
Estado, cuyo derecho resulte aplicable al fondo de la controversia,
lo cual en materia de divorcio se determina mediante el domicilio
del demandante y el tiempo de residencia previo a la interposición
de la demanda; y, el segundo se refiere a la sumisión tácita o
expresa, que ocurre cuando las partes (cónyuges) se someten a la
jurisdicción de otro Estado con el cual debe existir una
vinculación efectiva del juicio.
De acuerdo con los artículos 11, 15 y 23 de la Ley de Derecho
Internacional Privado, para determinar el domicilio de la persona
física en materia de divorcio, el derecho aplicable es el del
domicilio del cónyuge accionante, es decir, de aquel que intenta la
demanda, y en el caso bajo estudio, se evidencia de la sentencia
cuyo exequátur se pretende, “...el Tribunal tiene competencia
sobre esta materia y sobre las partes...”.
El artículo 23 de la Ley de Derecho Internacional Privado, en su
último aparte, establece que “...El cambio de domicilio del
cónyuge demandante sólo produce efecto después de un año de
haber ingresado en el territorio de un Estado con el propósito de
fijar en él la residencia habitual...”.
En el caso concreto, consta del fallo extranjero que la demandante
alegó en el proceso que “...la parte actora como domicilio
convencional para los efectos de oír y recibir notificaciones en la
calle Á.M.V. número 2845 de la Colonia Chepevera en Monterrey,
Nuevo León…” además menciona el fallo que el tribunal mexicano
es competente porque “…amén de que dentro de esta Jurisdicción
territorial se encuentra el domicilio del demandado de este
procedimiento…”, cumpliéndose de este modo el cuarto requisito
exigido por el legislador.
5) Que el demandado haya sido debidamente citado, con tiempo
suficiente para comparecer, y que se le hayan otorgado en
general, las garantías procesales que aseguren una razonable
posibilidad de defensa.
Acerca del requisito de la citación, consta del fallo extranjero que
el ciudadano L.A.T.R., fue emplazado “…por medio de edictos
publicados tres veces consecutivas en el Periódico Oficial, Boletín
Judicial y en Porvenir” de la existencia del juicio, asimismo, se
señala que el demandado no compareció a “…oponer excepción o
defensa alguna…”, por tanto, a petición de la parte demandante de
fecha 9 de septiembre de 2003, “….se tuvo al demandado
contestando en sentido negativo. Mediante auto de esa misma
fecha se abrió el juicio a pruebas…”, quien fue debidamente citado
en el juicio llevado a cabo en el extranjero, con tiempo suficiente
para comparecer al mismo, debiendo destacar la Sala que aquel,
actualmente acude a este Supremo Tribunal en carácter de
solicitante, sin expresión alguna que permita considerar que su
derecho a la defensa hubiera sufrido algún agravio.
Por dichas razones, debe determinarse que lo exigido en el
numeral quinto analizado, se considera satisfecho.
6) Que no sean incompatibles con sentencia anterior que tenga
autoridad de cosa juzgada; y que no se encuentre pendiente, ante
los tribunales venezolanos, un juicio sobre el mismo objeto y entre
las mismas partes, iniciado antes que se hubiere dictado la
sentencia extranjera.
No consta ni fue alegado por las partes que el fallo extranjero sea
incompatible con sentencia anterior que tenga autoridad de cosa
juzgada en el país; ni que se encuentre pendiente, ante los
tribunales venezolanos, un juicio sobre el mismo objeto y entre las
mismas partes, iniciado antes que se hubiere dictado la sentencia
extranjera, cumpliéndose de tal modo el sexto requisito exigido
por el legislador.
Asimismo, la sentencia extranjera sometida al exequátur no
afecta ni contraría los principios esenciales del orden público
venezolano respecto a la causal que sustentó el fallo, pues es
asimilable por analogía en la República Bolivariana de Venezuela a
lo establecido en la causal 2° del artículo 185 del Código Civil,
referida al abandono voluntario.
Sobre este último aspecto, la Sala precisa traer a colación
sentencia dictada por la Sala Constitucional N° 693 del 2 de junio
de 2015, caso: F.A.C.R., en la cual analizó e interpretó, en
aplicación directa e inmediata de los derechos fundamentales al
libre desarrollo de la personalidad y la tutela judicial efectiva
previstos en los artículos 20 y 26, respectivamente, de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
el artículo 185 del Código Civil, y declaró, con carácter
vinculante, que “…las causales de divorcio contenidas en
el artículo 185 del Código Civil no son taxativas, por lo cual
cualquiera de los cónyuges podrá demandar el divorcio por las
causales previstas en dicho artículo o por cualquier otra situación
que estime impida la continuación de la vida en común, en los
términos señalados en la sentencia N° 446/2014, ampliamente
citada en este fallo; incluyéndose el mutuo consentimiento...”.
Ahora bien, de la lectura de la sentencia extranjera, se verifica
que establece una sanción para el cónyuge culpable del divorcio
de dos años de imposibilidad de contraer nuevas nupcias, con
base en lo siguiente:
...CUARTO: Quedan los cónyuges en aptitud de contraer nuevas nupcias en la inteligencia
de que el señor L.A.T.R., no podrá hacerlo sino después de pasados dos años a partir de
que se declare ejecutoriado el presente fallo, en virtud de tener dicha persona el carácter
de cónyuge culpable...

. (Mayúsculas del fallo).


Con respecto a tal prohibición de celebrar nuevas nupcias una vez
declarado el divorcio, esta Sala en sentencia N° 00358 del 27 de
julio de 2011, caso M.J.L.B. y C.A.T.C., expediente 10-384,
estableció lo siguiente:
…En este particular, la Sala reitera lo establecido en el fallo dictado el 26 de junio 2007,
caso: A.G.A. y N.J.R.M., expediente N° 2005-000700, en que la Sala dejó sentado que el
artículo 5 de la Ley de Derecho Internacional Privado, establece la procedencia de la
excepción de orden público internacional cuando la situación jurídicamente creada en
otro estado sea manifiestamente incompatible con los principios esenciales del orden
público venezolano.

El mecanismo contenido en la citada norma, está a disposición del sentenciador, quien


hará uso de éste cuando considere que la totalidad o parte de lo dispuesto en el fallo
extranjero efectivamente violente de forma manifiesta los principios esenciales del estado,
a fin de impedir su ejecución en la República.

Como se ha expresado precedentemente, son principios esenciales del orden público


venezolano los derechos inherentes a la persona humana, consagrados en tratados, pactos
y convenciones, ratificados por la República Bolivariana de Venezuela; los establecidos en
nuestra Constitución e incluso los no enunciados en instrumento alguno, establece
el  artículo 23 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, por ser éstos
el derecho natural del hombre y la expresión de los valores supremos de la humanidad.

Asimismo, señala el fallo de la Sala que la Declaración Universal de Derechos Humanos


que forma parte de nuestro ordenamiento jurídico es expresión de los valores de la
sociedad y del Estado venezolano, consagra el matrimonio como un derecho de la
humanidad al señalar en su artículo 16, lo siguiente: …omissis…

“…Artículo 17: …omissis…

Las normas antes transcritas, determinan la importancia que tiene para el ser humano el
poder contraer matrimonio para fundar una familia, siempre que éste tenga la edad núbil,
es decir, apta para la reproducción humana, y se realice libremente, por voluntad propia.

…omissis…

En el caso concreto, la decisión extranjera sanciona a los cónyuges de contraer


matrimonio durante los dos años siguientes a la declaratoria del divorcio, lo cual resulta
violatorio de los principios esenciales del estado venezolano, pues el divorcio extranjero
no puede tener efectos sancionatorios sobre la libertad de los divorciados de contraer
nuevas nupcias en nuestro país, pues el matrimonio en la República Bolivariana de
Venezuela es un derecho humano que la sociedad y legislación fomentan por ser la familia
la unidad fundamental de la sociedad…

.
Por tanto, la Sala reitera que toda decisión que declare el divorcio
deja en libertad a las partes de contraer matrimonio nuevamente,
pues no acepta limitación de este derecho humano protegido y
fomentado por la Constitución Nacional, por tanto, no existe
posibilidad de reprimir o sancionar al cónyuge demandado con la
imposibilidad de contraer nuevas nupcias con el pretexto de haber
sido considerado “cónyuge culpable”, como lo hace la sentencia
mexicana.
En consecuencia, opera la excepción de orden público para la
proposición del dispositivo del fallo extranjero, referente a la
sanción que impide al ciudadano L.A.T.R., contraer matrimonio en
un plazo de dos años contados desde la sentencia de divorcio.
Vista toda la relación anterior, esta Sala de Casación Civil
considera que la presente solicitud de exequátur de la sentencia
extranjera dictada en fecha 29 de marzo de 2004, por el Juzgado
Segundo de lo Familiar del Primer Distrito Judicial del Estado de
Nuevo León México, de los Estados Unidos Mexicanos, que
declaró la disolución del vínculo conyugal de los ciudadanos P.G.L.
y L.A.T.R., cumple los requisitos esenciales y concurrentes
establecidos en los artículos 53, 54 y 55 de la Ley de Derecho
Internacional Privado para su procedencia, sin embargo, se
excluye lo relativo a la sanción de contraer nuevas nupcias al
“cónyuge culpable” de la disolución, en atención a la excepción de
orden público interno establecida precedentemente.
En consecuencia, concede fuerza ejecutoria parcial en la
República Bolivariana de Venezuela a la decisión de fecha 29 de
marzo de 2004, dictada por el Juzgado Segundo de lo Familiar del
Primer Distrito Judicial del Estado de Nuevo León México, de los
Estados Unidos Mexicanos, la cual podrá ejecutarse en la oficina
de registro respectiva, excluyéndose el impedimento del ex
cónyuge L.A.T.R. para contraer nuevas nupcias. Así se establece.
Decisión
Por las razones precedentemente expuestas, esta Sala de
Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia, administrando
justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por
autoridad de la ley: concede fuerza ejecutoria PARCIAL en el
territorio de la República Bolivariana de Venezuela a la sentencia
dictada por el Juzgado Segundo de lo Familiar del Primer Distrito
Judicial del Estado de Nuevo León México, de los Estados Unidos
Mexicanos, de fecha 29 de marzo de 2004, mediante la cual se
declaró la disolución del vínculo matrimonial celebrado entre el
solicitante L.A.T.R. y la ciudadana P.G.L..
Publíquese, regístrese y notifíquese. Archívese el expediente.
Cúmplase lo ordenado.
Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la Sala de
Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los
veintidós (22) días del mes de junio de dos mil dieciséis. Años:
206º de la Independencia y 157º de la Federación.
Presidente de la Sala,
___________________________
G.B.V.
Vicepresidente,
_____________________________________
F.R. VELÁZQUEZ ESTÉVEZ
Magistrada Ponente,

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