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Por esa razón, muchos autores ponen en duda el carácter jurídico de esta rama del
derecho, ya que, en principio, no existe ningún órgano internacional del que
emanen las leyes internacionales y que pueda coaccionar a los Estados a acatarlas,
sino que éstas serán fruto del acuerdo voluntario de las naciones.
El “derecho” a la guerra. Así como hay leyes de paz, hay también leyes
que rigen lo aceptable en una situación de guerra, y que legitiman el uso de
la fuerza armada de un Estado contra otro. Dichas condiciones son tres: en
defensa de la propia seguridad nacional, al servicio de una misión
multilateral de seguridad colectiva o “fuerza de paz” por parte de un
organismo internacional como las Naciones Unidas
Esto no impide que, frente a las dinámicas propias del mercado global y de un
mundo en constante globalización, surjan en el seno de esta rama del derecho
cambios y posturas más sutancialistas, destinadas a fomentar un nuevo estudio de
las relaciones jurídicas privadas internacional
Locus regit actum, o sea, “el lugar rige los actos”, significa que las
acciones serán legales o no dependiendo de dónde se realicen, ya que el
marco jurídico de cada país es propio.
Lex loci rei sitae, o sea, “La ley del lugar donde las cosas se encuentran”,
significa que los bienes se transferirán siempre de acuerdo a la ley del sitio
donde se encuentren ubicados.
Mobilia sequuntur personam, o sea, “Las cosas siguen a las personas”,
significa que las cosas que sean propiedad de una persona se rigen por la
ley por la que se rige esa persona.
Lex fori, o sea, “Ley del foro”, significa que a cada conflicto se aplicará la
ley del juez que le toque discriminarlo, es decir, la de su Estado.
Exequatur
El exequatur (también denominado exequátur o execuátur) es el procedimiento
jurídico que se encarga de examinar si una sentencia (o laudo) extranjera es
válida y cumple ciertos requisitos para que posea plena eficacia y se pueda
ejecutar en otro país distinto del que se dictó dicha sentencia
Objeto y fin
Son objeto del exequátur todos los actos judiciales pronunciados
en forma de fallo o sentencia, los cuales son susceptibles de ser
reconocidos siempre que cumplan los requisitos de ser de
carácter privado en materia civil, comercial o laboral y hayan sido
dictados por autoridades judiciales competentes del Estado
requirente.
El fin del reconocimiento internacional de fallos o sentencias
extranjeras es garantizar la seguridad jurídica o cosa juzgada, es
decir, lograr que la sentencia traspase las fronteras del Estado en
donde fueron dictadas y se reconozca en el extranjero, sin que ello
signifique que el Estado requerido vulnere con ese acto su
soberanía.
En el caso de la ejecución de las sentencias de Pensión
Alimenticia, la competencia radica en el Consejo Nacional de la
Niñez y Adolescencia en aplicación a la Convención sobre
Obtención de Alimentos en el Extranjero.
Jurisprudencia
Sentencia nº EXE.000396 de
Tribunal Supremo de Justicia -
Sala de Casación Civil de 22 de
Junio de 2016
Fecha de Resolución: 22 de Junio de 2016
Procedimiento: Exequátur
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CONTENIDO
En virtud que los Estados Unidos de México, se encuentra dentro de los países firmantes
del Convenio de la Haya del cinco (05) de octubre de 1961, los documentos emitidos en
México que va ser utilizados en el exterior deben estar aportillados (sic).
…omissis…
Es el caso ciudadano Juez, que mediante Sentencia Firme Nro. 3997 dictada por el
Juzgado Segundo de lo Familiar del Primer Distrito del Primer Distrito (sic) Judicial del
Estado de Nuevo León en fecha veintinueve (29) de marzo de 2004, se decretó por
Divorcio Necesario la disolución del matrimonio contraído por nuestro poderdante y la
ciudadana Mexicana P.G.L., celebrado bajo el Nro. 79, bis 0, libro 1, foja 79 de fecha
dieciséis (16) de abril de 1999 ante el Registro Civil Décimo Primero de Monterrey, Nuevo
León, de los Estados Unidos Mexicanos, decisión judicial debidamente apostillada, y
distinguida con la letra "C". En lo adelante nos referiremos a esta decisión judicial como
"la Sentencia".
.
Alega el solicitante que el presente exequátur cumple los
presupuestos y normas de derecho de nuestro país, pues la
sentencia extranjera fue dictada en materia civil, al declarar la
disolución del matrimonio de los ciudadanos P.G.L. y L.A.T.R.,
razón por la cual solicitó a la Sala le concediera la ejecutoria en el
país.
III
DE LA CONTESTACIÓN DE LA SOLICITUD
En fecha 1° de diciembre de 2015, el abogado E.E.M.B., en su
condición de Defensor Público Segundo con competencia para
actuar en la Sala, en representación de la ciudadana P.G.L.,
presentó escrito de contestación de la solicitud de exequátur
fundada en los siguientes términos:
…Por todo lo antes expuestos es que actuando en representación de la ciudadana P.G.L.,
NO ME OPONGO, al ejecútese para que surta todos los efectos legales en la República
Bolivariana de Venezuela, la sentencia de fecha 29 de marzo del año 2004, emanada por el
Juzgado Segundo de lo Familiar, Nuevo León, del Distrito Judicial de Monterrey, de
Estados Unidos Mexicanos, que declara el divorcio necesario y disuelto el vínculo
matrimonial que se contrajo en fecha 16 de abril del año 1.999, entre L.A.T.R. y P.G.L., en
consecuencia pido que sea declarado CON LUGAR, la presente solitud de exequátur, que
cursa ante esta Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia con la
nomenclatura 2015-542…
.
De la transcripción precedente de la contestación de la solicitud
de exequátur realizada por el defensor público, se evidencia que
no se opuso a que esta Sala de Casación Civil conceda fuerza
ejecutoria en la República Bolivariana de Venezuela, a la
sentencia de fecha 29 de marzo de 2004, dictada por el el Juzgado
Segundo de lo Familiar, Nuevo León, del Distrito Judicial de
Monterrey, de Estados Unidos Mexicanos, por cumplir todos y
cada uno de los requisitos establecidos en el artículo 53 de la Ley
de Derecho Internacional Privado, para su pase y ejecución en el
país.
IV
DE LA OPINIÓN DEL MINISTERIO PÚBLICO
Mediante escrito de fecha 9 de marzo de 2016, la abogada
M.C.V.L., actuando en su carácter de Fiscal Cuarta del Ministerio
Público ante la Sala Plena y las Salas de Casación y Constitucional
del Tribunal Supremo de Justicia, presentó informes en la
audiencia oral, en el cual estampó la opinión del Ministerio Público
sobre el exequátur solicitado, en el que dejó expuesto lo siguiente:
…PETITORIO
Por los razonamientos que anteceden, considera esta representante del Ministerio Público,
que debe concedérsele fuerza ejecutoria en el territorio de la República Bolivariana de
Venezuela, a la sentencia número 3997 dictada el 29 de marzo de 2004 por el Juzgado
Segundo de lo Familiar del Primer Distrito Judicial, Monterrey, Nuevo León, Estados
Unidos Mexicanos, presentada por la abogada M.C.M.M., apoderada judicial del
ciudadano L.A.T.R., mediante la cual se que declaró disuelto el vínculo matrimonial que
unía al mencionado ciudadano y la ciudadana P.G.L., al cumplir con los requisitos
exigidos previstos en el artículo 53 de la Ley de Derecho Internacional Privado…
.
La representación fiscal, solicita a esta Sala conceda fuerza
ejecutoria en la República Bolivariana de Venezuela, con base en
que están cumplidos todos los requisitos establecidos en el
artículo 53 de la Ley de Derecho Internacional Privado.
V
DE LAS CONSIDERACIONES PARA DECIDIR
Siendo la oportunidad para pronunciarse sobre la solicitud
formulada, se observa que toda solicitud de exequátur debe
fundamentarse para su decisión, en la jerarquía de las fuentes en
materia de Derecho Internacional Privado.
Dicho orden de prelación aparece claramente expuesto en el
artículo 1° de la Ley de Derecho Internacional Privado, ordena, en
primer lugar, la aplicación de las normas de Derecho Internacional
Público sobre la materia, en particular las establecidas en los
Tratados Internacionales vigentes en Venezuela, en su defecto, se
aplicarán las normas de Derecho Internacional Privado
venezolano; a falta de ellas, se utilizará la analogía y, finalmente,
se regirán por los principios de Derecho Internacional Privado
generalmente aceptados.
En el caso de autos, se solicita que por el procedimiento de
exequátur se declare fuerza ejecutoria en la República Bolivariana
de Venezuela, de una sentencia dictada por un tribunal de los
Estados Unidos Mexicanos, país que a pesar de que acogió y
suscribió en fecha 12 de junio de 1987 la Convención
Interamericana sobre Eficacia Extraterritorial de las sentencias y
laudos arbitrales extranjeros, se reservó el artículo 1º de dicha
Convención, con lo cual limitó única y exclusivamente la
aplicación de este instrumento a las sentencias de condena en
materia patrimonial dictadas en uno de los Estados parte.
Esto quiere decir que, México se reservó la aplicación de la
Convención Interamericana sobre Eficacia Extraterritorial de las
sentencias y laudos arbitrales extranjeros, sólo a aquellos casos
de sentencias de condena en materia patrimonial dictadas en uno
de los Estados partes.
Por consiguiente, al tratar la sentencia cuyo exequátur se
pretende sobre el estado y capacidad de las personas (disolución
de vínculo conyugal), no resulta aplicable la referida Convención,
razón por la cual y siguiendo el orden de prelación de las fuentes
en la materia, se impone la aplicación de las normas de Derecho
Internacional Privado Venezolano.
En este orden de ideas, la Ley de Derecho Internacional Privado,
consagra en su Capítulo X las disposiciones concernientes a la
eficacia de las sentencias extranjeras, estableciendo en
el artículo 53, derogatorio parcialmente de los
artículos 850 y 851 del Código de Procedimiento Civil, los
requisitos que deben concurrir para que las sentencias extranjeras
tengan efecto en Venezuela, los cuales esta Sala pasa a evaluar si
en la solicitud están cumplidos plenamente, así como, si la
sentencia analizada no contraría preceptos de orden público
venezolano, y a tal efecto observa:
1) Que hayan sido dictadas en materia civil o mercantil o, en
general, en materia de relaciones jurídicas privadas.
La sentencia extranjera fue dictada en materia civil, pues trata de
la disolución del vínculo conyugal, constituye en consecuencia,
una materia de naturaleza civil, cumpliéndose de tal modo el
primer requisito del artículo 53 de la Ley de Derecho Internacional
Privado.
2) Que tengan fuerza de cosa juzgada de acuerdo con la ley del
Estado en el cual han sido pronunciadas.
La sentencia extranjera también cumple el requisito de haber
adquirido fuerza de cosa juzgada de acuerdo con la ley del Estado
en el cual ha sido pronunciada, así se verifica al folio 23 del
expediente se encuentra resolución dictada por el Juzgado
Segundo de lo Familiar del Primer Distrito Judicial del Estado de
Nuevo León México, de los Estados Unidos Mexicanos, en fecha 26
de abril de 2004, agregó una nota sobre el ejecútese de la
siguiente forma “…conforme a lo establecido en el artículo 408
fracciones I y III del Código procesal en cita, el suscrito Juez tiene
a bien declarar que la sentencia definitiva dictada en el presente
procedimiento ha causado ejecutoria, por tanto mediante oficio
remítase copia certificada de dicha sentencia al C. Oficial del
registro Civil ante quien se celebró el matrimonio disuelto…”,
cumpliéndose con esto el segundo requisito exigido por el artículo
53 de la Ley de Derecho Internacional Privado.
3) Que no versen sobre derechos reales respecto a bienes
inmuebles situados en la República o que no se haya arrebatado a
Venezuela la jurisdicción exclusiva que le correspondiere para
conocer del negocio.
La sentencia extranjera no versa sobre derechos reales respecto a
bienes inmuebles situados en la República Bolivariana de
Venezuela, pues de su lectura solo se declara en el punto quinto
de su dispositivo “…QUINTO: En su oportunidad una vez que cause
ejecutoria la presente sentencia, procédase a la división de los
bienes comunes que integran la sociedad conyugal formada por
las partes del presente juicio…”, de manera que al no haberse
establecido nada acerca de la partición o adjudicación de algún
bien inmueble ubicado en el país, no se ha arrebatado a Venezuela
la jurisdicción exclusiva sobre esa materia.
Por tanto, en la situación planteada no hubo arrebato de
jurisdicción y no se violó el artículo 47 de la Ley de Derecho
Internacional Privado, con lo cual debe la Sala asegurar que se
tiene por cumplido de tal modo el tercer requisito de la comentada
norma.
4) Que los tribunales del Estado sentenciador tengan jurisdicción
para conocer de la causa de acuerdo con los principios generales
de jurisdicción consagrados en el Capítulo IX de esta Ley.
Los tribunales del Estado sentenciador tenían jurisdicción para
conocer de la causa según los principios generales de jurisdicción
consagrados en el Capítulo IX de la Ley de Derecho Internacional
Privado.
A tal efecto, el artículo 42 de la Ley de Derecho Internacional
Privado, establece los criterios atributivos de jurisdicción en
materia de relaciones familiares, siendo el primero el paralelismo,
es decir, tiene jurisdicción para conocer del asunto el tribunal del
Estado, cuyo derecho resulte aplicable al fondo de la controversia,
lo cual en materia de divorcio se determina mediante el domicilio
del demandante y el tiempo de residencia previo a la interposición
de la demanda; y, el segundo se refiere a la sumisión tácita o
expresa, que ocurre cuando las partes (cónyuges) se someten a la
jurisdicción de otro Estado con el cual debe existir una
vinculación efectiva del juicio.
De acuerdo con los artículos 11, 15 y 23 de la Ley de Derecho
Internacional Privado, para determinar el domicilio de la persona
física en materia de divorcio, el derecho aplicable es el del
domicilio del cónyuge accionante, es decir, de aquel que intenta la
demanda, y en el caso bajo estudio, se evidencia de la sentencia
cuyo exequátur se pretende, “...el Tribunal tiene competencia
sobre esta materia y sobre las partes...”.
El artículo 23 de la Ley de Derecho Internacional Privado, en su
último aparte, establece que “...El cambio de domicilio del
cónyuge demandante sólo produce efecto después de un año de
haber ingresado en el territorio de un Estado con el propósito de
fijar en él la residencia habitual...”.
En el caso concreto, consta del fallo extranjero que la demandante
alegó en el proceso que “...la parte actora como domicilio
convencional para los efectos de oír y recibir notificaciones en la
calle Á.M.V. número 2845 de la Colonia Chepevera en Monterrey,
Nuevo León…” además menciona el fallo que el tribunal mexicano
es competente porque “…amén de que dentro de esta Jurisdicción
territorial se encuentra el domicilio del demandado de este
procedimiento…”, cumpliéndose de este modo el cuarto requisito
exigido por el legislador.
5) Que el demandado haya sido debidamente citado, con tiempo
suficiente para comparecer, y que se le hayan otorgado en
general, las garantías procesales que aseguren una razonable
posibilidad de defensa.
Acerca del requisito de la citación, consta del fallo extranjero que
el ciudadano L.A.T.R., fue emplazado “…por medio de edictos
publicados tres veces consecutivas en el Periódico Oficial, Boletín
Judicial y en Porvenir” de la existencia del juicio, asimismo, se
señala que el demandado no compareció a “…oponer excepción o
defensa alguna…”, por tanto, a petición de la parte demandante de
fecha 9 de septiembre de 2003, “….se tuvo al demandado
contestando en sentido negativo. Mediante auto de esa misma
fecha se abrió el juicio a pruebas…”, quien fue debidamente citado
en el juicio llevado a cabo en el extranjero, con tiempo suficiente
para comparecer al mismo, debiendo destacar la Sala que aquel,
actualmente acude a este Supremo Tribunal en carácter de
solicitante, sin expresión alguna que permita considerar que su
derecho a la defensa hubiera sufrido algún agravio.
Por dichas razones, debe determinarse que lo exigido en el
numeral quinto analizado, se considera satisfecho.
6) Que no sean incompatibles con sentencia anterior que tenga
autoridad de cosa juzgada; y que no se encuentre pendiente, ante
los tribunales venezolanos, un juicio sobre el mismo objeto y entre
las mismas partes, iniciado antes que se hubiere dictado la
sentencia extranjera.
No consta ni fue alegado por las partes que el fallo extranjero sea
incompatible con sentencia anterior que tenga autoridad de cosa
juzgada en el país; ni que se encuentre pendiente, ante los
tribunales venezolanos, un juicio sobre el mismo objeto y entre las
mismas partes, iniciado antes que se hubiere dictado la sentencia
extranjera, cumpliéndose de tal modo el sexto requisito exigido
por el legislador.
Asimismo, la sentencia extranjera sometida al exequátur no
afecta ni contraría los principios esenciales del orden público
venezolano respecto a la causal que sustentó el fallo, pues es
asimilable por analogía en la República Bolivariana de Venezuela a
lo establecido en la causal 2° del artículo 185 del Código Civil,
referida al abandono voluntario.
Sobre este último aspecto, la Sala precisa traer a colación
sentencia dictada por la Sala Constitucional N° 693 del 2 de junio
de 2015, caso: F.A.C.R., en la cual analizó e interpretó, en
aplicación directa e inmediata de los derechos fundamentales al
libre desarrollo de la personalidad y la tutela judicial efectiva
previstos en los artículos 20 y 26, respectivamente, de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
el artículo 185 del Código Civil, y declaró, con carácter
vinculante, que “…las causales de divorcio contenidas en
el artículo 185 del Código Civil no son taxativas, por lo cual
cualquiera de los cónyuges podrá demandar el divorcio por las
causales previstas en dicho artículo o por cualquier otra situación
que estime impida la continuación de la vida en común, en los
términos señalados en la sentencia N° 446/2014, ampliamente
citada en este fallo; incluyéndose el mutuo consentimiento...”.
Ahora bien, de la lectura de la sentencia extranjera, se verifica
que establece una sanción para el cónyuge culpable del divorcio
de dos años de imposibilidad de contraer nuevas nupcias, con
base en lo siguiente:
...CUARTO: Quedan los cónyuges en aptitud de contraer nuevas nupcias en la inteligencia
de que el señor L.A.T.R., no podrá hacerlo sino después de pasados dos años a partir de
que se declare ejecutoriado el presente fallo, en virtud de tener dicha persona el carácter
de cónyuge culpable...
Las normas antes transcritas, determinan la importancia que tiene para el ser humano el
poder contraer matrimonio para fundar una familia, siempre que éste tenga la edad núbil,
es decir, apta para la reproducción humana, y se realice libremente, por voluntad propia.
…omissis…
.
Por tanto, la Sala reitera que toda decisión que declare el divorcio
deja en libertad a las partes de contraer matrimonio nuevamente,
pues no acepta limitación de este derecho humano protegido y
fomentado por la Constitución Nacional, por tanto, no existe
posibilidad de reprimir o sancionar al cónyuge demandado con la
imposibilidad de contraer nuevas nupcias con el pretexto de haber
sido considerado “cónyuge culpable”, como lo hace la sentencia
mexicana.
En consecuencia, opera la excepción de orden público para la
proposición del dispositivo del fallo extranjero, referente a la
sanción que impide al ciudadano L.A.T.R., contraer matrimonio en
un plazo de dos años contados desde la sentencia de divorcio.
Vista toda la relación anterior, esta Sala de Casación Civil
considera que la presente solicitud de exequátur de la sentencia
extranjera dictada en fecha 29 de marzo de 2004, por el Juzgado
Segundo de lo Familiar del Primer Distrito Judicial del Estado de
Nuevo León México, de los Estados Unidos Mexicanos, que
declaró la disolución del vínculo conyugal de los ciudadanos P.G.L.
y L.A.T.R., cumple los requisitos esenciales y concurrentes
establecidos en los artículos 53, 54 y 55 de la Ley de Derecho
Internacional Privado para su procedencia, sin embargo, se
excluye lo relativo a la sanción de contraer nuevas nupcias al
“cónyuge culpable” de la disolución, en atención a la excepción de
orden público interno establecida precedentemente.
En consecuencia, concede fuerza ejecutoria parcial en la
República Bolivariana de Venezuela a la decisión de fecha 29 de
marzo de 2004, dictada por el Juzgado Segundo de lo Familiar del
Primer Distrito Judicial del Estado de Nuevo León México, de los
Estados Unidos Mexicanos, la cual podrá ejecutarse en la oficina
de registro respectiva, excluyéndose el impedimento del ex
cónyuge L.A.T.R. para contraer nuevas nupcias. Así se establece.
Decisión
Por las razones precedentemente expuestas, esta Sala de
Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia, administrando
justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por
autoridad de la ley: concede fuerza ejecutoria PARCIAL en el
territorio de la República Bolivariana de Venezuela a la sentencia
dictada por el Juzgado Segundo de lo Familiar del Primer Distrito
Judicial del Estado de Nuevo León México, de los Estados Unidos
Mexicanos, de fecha 29 de marzo de 2004, mediante la cual se
declaró la disolución del vínculo matrimonial celebrado entre el
solicitante L.A.T.R. y la ciudadana P.G.L..
Publíquese, regístrese y notifíquese. Archívese el expediente.
Cúmplase lo ordenado.
Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la Sala de
Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los
veintidós (22) días del mes de junio de dos mil dieciséis. Años:
206º de la Independencia y 157º de la Federación.
Presidente de la Sala,
___________________________
G.B.V.
Vicepresidente,
_____________________________________
F.R. VELÁZQUEZ ESTÉVEZ
Magistrada Ponente,