Está en la página 1de 2

Una aproximación a Lazos de familia, de Clarice Lispector

La escritora ucraniana-brasileña Clarice Lispector (1920-1977) es considerada


una de las escritoras brasileñas más importantes del siglo XX, y durante su
carrera literaria, escribió muchas novelas y cuentos, tales como Cerca del
corazón salvaje, La araña, La manzana en la oscuridad, Felicidad
clandestina, etc. En el presente ensayo, me enfocaré en analizar su célebre
colección de cuentos Lazos de familia, en que se habla de la mujer en la
sociedad y, sobre todo, de las amas de casa y la forma de equilibrar el
matrimonio y la familia con su independencia. Al leer la obra de Clarice, me
acuerdo a otra escritora chilena, María Luisa Bombal, que también indaga la
identidad de las mujeres en la sociedad y en la familia. A pesar de evidentes
diferencias, hay un conexo casi mágico entre estas escritoras, tal y como Laura
Janina Hosiasson señala en su artículo “María Luisa Bombal y Clarice
Lispector: encuentros de dos trayectorias paralelas”: “La última niebla (1935)
y Perto do coração selvagem (1944) nos hablan de la trayectoria de dos
jóvenes mujeres en busca de sus identidades más profundas, identidades esas
que en ambos casos adquieren la forma aparente de una diferencia con
respecto a los demás personajes que gravitan a su alrededor” (Hosiasson 96).

Como hemos comentado en nuestra clase online, entre los trece cuentos
interesantes, se destacan “Amor”, “Feliz cumpleaños”, “El crimen del profesor
de matemáticas”… y para no repetir demasiado, en esta reseña solo voy a
analizar detalladamente un cuento menos mencionado, “La mujer más
pequeña del mundo”: el exportador francés, Marcel Pretre se topó con una
tribu de pigmeos, y encontró a la mujer más pequeña del mundo, a quien dio
el apodo de “Pequeña Flor” y poco después, la fotografía de Pequeña Flor fue
publicada en el suplemento a color de los diarios del domingo. En primer
lugar, me llama mucha la atención el exotismo en este cuento, como hemos
leído muchas obras que se basan en la sociedad europea y americana, pero
raras veces nos toca una lectura relacionada con el mundo africano: “En el
Congo Central descubrió realmente a los pigmeos más pequeños del mundo”;
“Entre mosquitos y árboles tibios de humedad, entre las hojas ricas del verde
más perezoso, Marcel Pretre se enfrentó con una mujer de cuarenta y cinco
centímetros, madura, negra, callada” (Lispector 161). Con dicha descripción
del ambiente, la autora nos ofrece el primer acercamiento a este mundo lejano

1
y desconocido y, por otra parte, la figura especial, la mujer más pequeña de
solo cuarenta y cinco centímetros también despierta el interés de lectores. En
segundo lugar, me hacen pensar las reacciones de la gente después de ver la
foto de Pequeña Flor, “porque me da pena”; “siendo mucho mejor prevenir
que curar”; “la desgracia no tiene límites”; “pero es una tristeza animal”
(Lispector 163): son los comentarios más oídos sobre esta mujer “peculiar”.
Quizás de esta forma irónica, la autora esté haciendo alusión a nuestra
sociedad, donde siempre hay desigualdad y estereotipo, pero este cuento me
invita a repensar sobre “qué es normal y qué es raro”, “qué es bello y qué es
feo”. A lo mejor, en los ojos de Pequeña Flor, también son incomprensibles las
personas del mundo “civilizado”, ya que con diferentes criterios, siempre se
llegan a conclusiones muy distintas. Aparte de la incomunicación, la
incomprensión y la deshumanización, en este cuento también se habla del
amor, desde una perspectiva particular: “Porque la propia cosa rara sentía el
pecho tibio de lo que se podía llamar Amor. Ella amaba a aquel explorador
amarillo […] Vanidad que disminuiría cuando ella agregara que también
amaba mucho el anillo del explorador y que amaba mucho la bota del
explorador” (Lispector 166). De esta manera, nos hace reflexionar también
sobre la esencia del amor: cuando amamos a alguien, ¿qué es lo que nos atrae
verdaderamente? ¿Su aspecto físico? ¿Su personalidad? ¿Otros valores que le
distinguen de los demás, tales como la riqueza, posición social? sin embargo,
en las profundidades de la selva, el amor tiene otras definiciones totalmente
diferentes, tal y como se menciona en el cuento: “El amor es no ser comido,
amor es encontrar hermosa un bota, amor es gustar del color raro de un
hombre que no es negro, amor es reír de amor de un anillo que brilla”
(Lispector 166).

Bibliografía Citada:
HOSIASSON, Laura Janina. “María Luisa Bombal y Clarice Lispector:
encuentros de dos trayectorias paralelas”. Anales de literatura chilena 20
(2014): 91-100.
LISPECTOR Clarice (Autora), Benjamin MOSER (Prologuista), Cristina PERI
ROSSI (Traductora), Elena LOSADA (Traductora), Juan GARCÍA GAYÓ
(Traductor), Marcelo COHEN (Traductor) y Mario MORALES (Traductor).
Todos los cuentos. Madrid: Siruela, 2018.

También podría gustarte