Está en la página 1de 5

El caso de Lego.

Todos conocemos los juguetes de Lego. Sistemas de bloques interconectables que

te permiten crear grandes construcciones sin ningún tipo de límite; pero pocos

conocerán la vertiginosa historia empresarial qué hay detrás. Hoy nos toca

abordarle

El padre de Lego fue un danés llamado Olen Kristensen. Olen nació en el seno de

una familia bastante pobre y de origen muy humilde. Desde pequeño había

mostrado gran interés en la carpintería y siempre le había gustado crear figuras en

madera, esto le impulsó a crear su propio taller donde trabajó como carpintero

durante 16 años hasta la época de la Gran Depresión en Europa.

Este evento lo cambió todo. Muy a su pesar Olen se vio obligado a despedir a todos

sus trabajadores ya que no se podía permitir pagarles todo su sueldo, fue un

momento en realidad duro no solamente por el hecho de despedir a los que habían

sido sus fieles empleados, sino que ese mismo año falleció su mujer. Aún y con todo

Olen tenías sueños e inquietudes latentes, movido por su creatividad siguió tallando

madera creando preciosos juguetes; al principio nadie se fijaba en ellos, pero poco

a poco empezaron a causar gran interés en sus vecinos.

Como la crisis económica aún estaba latente los vecinos tan sólo podían pagar en

especie y a Olen no le importaba ya que lo que le movía era su pasión por la

carpintería y la creación de juguetes. La cosa empezaba a funcionar y Olen empezó

a pensar en un posible nombre para su marca de juguetes, así nació el nombre de

Lego un acrónimo de Leg Godt qué significaba jugar bien.


Lamentablemente en 1941 un horrible incendio destruyó su taller de madera, otro

gran obstáculo qué le ponía la vida al Olen, en este año falleció su esposa.

Posiblemente esto hubiera desanimado a cualquier persona, pero Olen lo vio como

una oportunidad y decidió construir una fábrica mucho más grande para producir los

juguetes y así poder dar respuesta a la gran demanda que estaba teniendo.

Siete años más tarde del gran incendio Lego ya disponía de 40 empleados y se

fabricaban 150 juguetes distintos, toda una lección de superación

En 1949 Olen viajó a una convención en Copenhague donde se le ocurrió una genial

idea que redirigía el futuro de la empresa. ¿Por qué no construir juguetes con

plástico? una materia prima muy barata y resistente qué podría utilizarse para

fabricar juguetes de forma sistemática y así elevar los márgenes por cada uno

vendido.

No lo pensó dos veces y se hizo con una moldeadora de plástico y un año más tarde

lanzó el primer tipo de bloques de construcción muy parecido a los que conocemos

actualmente, pero con la diferencia de que estos eran huecos por la parte inferior lo

que les daba poca estabilidad. El experimento de los bloques no cuajó como él se

imaginaba, pero fue suficiente para plantar esa semilla en la empresa.

Después de un tiempo Godfred (Hijo de Olen) estaba de viaje en Inglaterra y tuvo

una conversación muy interesante con un gerente comercial el cual le dio una idea

que marcaría la elección definitiva de su modelo de negocio. Veréis; un problema

de la industria era que una vez comprados los juguetes realmente los padres no se

veían obligados a comprar uno nuevo durante bastante tiempo, lo que afectaba los
ingresos recurrentes de las tiendas y los fabricantes. Se necesitaba de algún

sistema que hiciera que los padres siguieran comprando juguetes para sus hijos de

forma constante y no sólo en Navidad.

Fue entonces cuando Olen y Godfred idearon un juguete perfecto para cumplir con

estas características. ¡Los famosos Sets de Lego!

Se pusieron manos a la obra con el diseño y la fabricación y en 1955 salió al

mercado el primer Set de Lego, una forma revolucionaria de jugar ya que podías

construir casas y edificios sin límite, todo dependía de la cantidad de sets que los

padres hubieran comprado, cuantos más sets más posibilidades de construcción lo

que hacía una garantía en la utilidad de la compra y maximizaba la creatividad de

los niños, ya que las posibilidades eran infinitas.

En 1958 Olen murió y su hijo Godfred tomó el mando total de la compañía. Su primer

paso de acción como director general fue acelerar la expansión alrededor del mundo

penetrando el mercado europeo y americano. Durante la década de los 60 Lego se

convirtió en el mayor productor de juguetes del mundo. Ya a partir de los años 70

empezó a variar su catálogo, eso sí siempre manteniendo una esencia y

compatibilidad de las piezas.

En 1978 Lego creo su primera figura humana con una acogida increíble por parte

de los niños ya que incrementaba la jugabilidad. Como dato curioso hoy en día se

estima que existen varios miles de millones de figuras producidas y a principio de la

década de los 90 la compañía seguía un buen camino con más de 600 millones de

ganancias anuales; pero una nueva amenaza acechaba a la vuelta de la esquina,


la patente de los bloques se había acabado hacía varios años concretamente en

1981 y para aquel entonces varias compañías habían empezado a fabricar y vender

a precios mucho más baratos Sets y productos prácticamente iguales a los de Lego.

Como sus únicas barreras de entrada habían sido las patentes su fortaleza se

empezaba a tambalear y en 1994 Lego sufrió su primera bajada en ventas en un

2% en Alemania y un 8% en Estados Unidos y cuatro años más tarde sufrió 30

millones de pérdidas.

La cosa no mejoraba llegando en 2004 prácticamente a la bancarrota con unas

pérdidas anuales de 228 millones. El CEO de aquel entonces Kjled Kristensen, que

era el hijo de Godfred no se vio capaz de remontar la situación y decidió a recurrir

a una medida desesperada contratar a un nuevo CEO para lego.

Por primera vez alguien fuera de la familia Kristensen iba a estar al mando de la

compañía, así es como Jorgen Vig se convirtió en el director general de Lego.

Jorgen propuso varias medidas radicales para reducir costes, prescindió de la mitad

del personal en un periodo de cuatro años y traslado muchas fábricas de

manufacturación a México.

Pero esto no fue lo que reanimó a la compañía, lo que de verdad marca la diferencia

fue la compra en los contratos de varias licencias para crear sets especiales

temáticos de la cultura popular del momento: Star Wars, El Señor de los Anillos y

Harry Potter son ya unos clásicos del mundo de Lego.

Fue un paso realmente inteligente ya que para 2008 estos Sets significaban un 60%

de las ventas anuales de la compañía, además fue un verdadero hecho


diferenciador de la marca ya que ninguna otra empresa de fabricación de juguetes

de bloques disponía de dichas licencias. Ahora Lego ofreció un producto

completamente único fortaleciendo así sus barreras de entrada frente a sus

competidores y en 2014 batió a Mattel como la compañía más grande e importante

de juguetes del mundo, sus ventas totales superaban los 5.3 millones dólares lo que

sumaba más que Matel y Hasbro juntas.

Lego renació de sus cenizas y volvió más fuerte que nunca para superar todas las

marcas del momento, no solo eso, sino que ha sabido utilizar su reconocida marca

para expandirse a otros sectores como la construcción de parques temáticos

diseños, diseños de videojuegos y la producción de una película totalmente original

y popularmente aclamada, negocios ya de por sí lucrativos que no hacen más que

realzar sus productos e incentivar las ventas.

También podría gustarte