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La peste era pues una zoonosis, una enfermedad que pasa de los animales a los
seres humanos. El contagio era fácil, porque ratas y humanos estaban presentes
en graneros, molinos y casas, lugares en donde se almacenaba o se transformaba
el grano del que se alimentan estos roedores, circulaban por los mismos caminos
y se trasladaban con los mismos medios, como los barcos.
Científicos del siglo XXI indican, que la enfermedad podría tener un periodo de
incubación no contagioso de unos diez o doce días. A éste seguiría un periodo de
latencia asintomático, pero contagioso, de unos veinte o veintidós días.
Los documentos más fiables son censos con fines recaudatorios, que no tienen en
cuenta la población exenta de impuestos por distintos motivos. Pese a todo, indica
que la peste negra pudo presentar una mortalidad del 80 %, extrapolando datos de
la epidemia padecida en la ciudad china de Cantón hacia el año 1894.
El principal medio de contagio de la peste eran las picaduras de las pulgas, que
campaban a sus anchas en una sociedad con tan poca higiene como la medieval.
Pese a que es difícil constatarlo con una enfermedad que afectó a tantas personas
de todo tipo y condición, sí que parece, que determinadas ocupaciones estaban
más expuestas a padecer peste que otras, siendo las más peligrosas ser
comerciante de paños, las pulgas se esconden entre los tejidos que, por ejemplo,
ser herrero.
De hecho, pronto se dieron cuenta del peligro de las vestiduras y entre las
primeras medidas, que se emplearon en Europa para evitar el contagio, fue el de
quemar la ropa de los infectados o prohibir la entrada de cargamentos de tejidos
en las ciudades. Incluso en algunas ciudades se permitía la entrada al viajero solo
después de haberse deshecho de las ropas, que se traía puestas, cambiadas por
otras seguras prestadas por la propia ciudad.
LA EXTENSIÓN DE LA ENFERMEDAD
Hubo una guerra entre el Reino húngaro y el napolitano en el año 1347, puesto
que el rey Luis I de Hungría reclamaba el trono después del asesinato de su
hermano Andrés, quien murió asesinado por su propia esposa, la reina Juana I de
Nápoles. De esta manera, Luis condujo una campaña militar que coincidió con el
estallido de la Peste Negra.
Ante tanta muerte por la enfermedad, la campaña pronto tuvo que ser suspendida
y los húngaros regresaron a casa, extendiendo la pandemia por todo el centro de
Europa.
La peste se extendió desde Italia por toda Europa afectando territorios de las
actuales Francia, España, Inglaterra, Bretaña, Alemania, Hungría la
península Escandinava y Rusia.
Se estima, que entre el 30 % y el 60 % de la población de Europa murió desde el
comienzo del brote a la mitad del siglo XIV. Aproximadamente 25 millones de
muertes tuvieron lugar sólo en Europa junto a otros 40 a 60 millones en África y
Asia. Algunas localidades fueron totalmente despobladas y los pocos
supervivientes huyeron y extendieron la enfermedad aún más lejos.
San Sebastián sacando un bubo de peste. Detalle de los murales de la Capilla de San Sebastián, Lanslevillard,
Francia. Anónimo francés del siglo XV
LA MEDICINA MEDIEVAL
La medicina era impartida en las universidades, pero era más empírica que
científica y seguía influida en buena medida por los conocimientos aportados
por Galeno de Pérgamo y otros autores griegos y latinos. La práctica médica se
realizaba de una forma reflexiva, partiendo de los textos clásicos, y no científica,
basada en la experimentación metodológica.
La medicina medieval, como vemos, era muy precaria. No sabían qué provocaba
la enfermedad y mucho menos, cómo curarla o prevenirla. Se usan brebajes de
hierbas y piedras preciosas, a veces metales pesados, sangrías para bajar la
fiebre, pomadas para neutralizar el veneno de los bubones. Eran prácticas más
perjudiciales que sanadoras. Algunos médicos acertaron con algunas medidas
como el uso de mascarillas o los medios para purificar el aire. Por ejemplo, se
cuenta que el Papa Clemente VI se salvó, porque se mantuvo aislado y rodeado
de fogatas con hierbas aromáticas.
Ya en el siglo XII, se habían desarrollado con fuerza las ideas milenaristas y con
ello, el Fin del Mundo está cerca y la Segunda Venida de Cristo era inminente.
Las calamidades que se sufrían, como guerras y las pestes, se interpretan como
indicios apocalípticos y algunos líderes son vistos como encarnaciones del
Anticristo. La idea, que se desarrolla es que la pestes, es un castigo por los
pecados está muy difundida.
EL CAMBIO CLIMÁTICO
Esto fue causado por pequeños cambios climáticos en Asia. Ciclos de primaveras
húmedas y veranos cálidos, seguidos de repentinos periodos secos y fríos en Asia
Central, que acabaron con la mayoría de los jerbos portadores de las pulgas y que
forzaron a las pulgas a buscar otros animales alternativos, como fueron los
humanos, los camellos o ratas.
Nuestro planeta Tierra está formado por un ecosistema vivo y todo pequeño
cambio puede afectar a las poblaciones de seres vivos, que habitan en él. Los
cambios climáticos que se están produciendo en nuestro tiempo también tendrán
consecuencias en el desarrollo de pandemias por eso debemos de ser
conscientes de nuestras debilidades y tomarnos en serio el cambio climático.
Como hemos visto tanto en la pandemia de Justiniano como en la peste negra,
hubo cambios climáticos que están en el origen de estos desastres sanitarios.
Estos cambios climáticos no sólo afectan a los animales y las plantas sino también
a los microbios que aunque no los veamos, forman parte de ese ecosistema tan
complejo que es la Tierra.
BIBLIOGRAFIA
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