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UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA

CENTRO UNIVERSITARIO DE CIENCIAS DE LA SALUD

LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA

DESARROLLO DE PROYECTOS DE INVESTIGACIÓN

PERCEPCIÓN DE LAS PRÁCTICAS PARENTALES Y LA CONDUCTA AGRESIVA EN

NIÑOS DE PRIMARIA

ASESORA: DANIELA LUCERO DELGADO LARA

INTEGRANTES:

JIMÉNEZ OSORIO YARETH

MARTÍNEZ NÚÑEZ ALONZO

RODRÍGUEZ CHÁVEZ SAULO ÁNGEL

PÁEZ SALAS RUTH

VELASCO GUERRERO ARANTXA ESMERALDA

ZULUAGA GARCÍA GERALDINE

05 DE MAYO DE 2020

CICLO A

Índice:
Agradecimientos……………………………………...........................................
Dedicatoria……………………………………………………………………….
Resumen……………………………………………………………………...…..3
Introducción……………………………………………………………………...3
Marco teórico …………………………………………………………………...4
Antecedentes ………………………………………………………………....…. 15
Justificación …………………………………………………………………….19
Planteamiento del problema …………………………………………………….19
Pregunta de investigación ……………………………………………………….20
Hipótesis ………………………………………………………………………....20
Objetivo General y específico …………………………………………………..20
Tipo de investigación …………………………………………………………....21
Población ………………………………………………………………………...2
Tamaño de muestra y tipo de muestreo ………………………………………...
Criterios …………………………………………………………………..……...2
Grupos de estudio ………………………………………………………..…….2
Variables: ……………………………………………………………………...

Cuadro de operacionalización de variables…………………………………….. 21


Descripción de procedimientos ………………………………………………….22
Flujograma ……………………………………………………………………….
Instrumentos y /o técnicas ……………………………………………………….22
Recursos: humanos, materiales, y financieros…………………………………..22
Cronograma ……………………………………………………………………...24
Análisis estadístico ……………………………………………………………....25
Resultados ……………………………………………………………………….25
Discusión ………………………………………………………………………...28
Conclusión ……………………………………………………………………….30
Bibliografía ……………………………………………………………………...32
Anexos …………………………………………………………………………...33
Agradecimientos
“Los retos son lo que hacen la vida interesante, y superarlos es lo que hace que la vida tenga un significado.”
El desarrollo de esta tesis no se puede catalogar como algo fácil, pero si se puede afirmar que durante todo este
tiempo pudimos disfrutar de cada momento, proceso y proyectos que se realizaron dentro de esta, disfrutamos mucho
el tiempo que convivimos, ya que al ser de diferentes estados/países pudimos conocernos, aprender y vivir esta
experiencia juntos.
Queremos agradecer a Dios por permitirnos cumplir el anhelo de estudiar en otra ciudad, darnos la oportunidad de
conocernos y trabajar juntos, a nuestras familias por el apoyo incondicional que recibimos siempre en cada decisión y
proyecto que emprendemos a lo largo de nuestra carrera.
Agradecemos a la Dra. Daniela Lucero del Carmen por asesorarnos en este trabajo y por la paciencia que tuvo para
explicarnos y aclararnos cada duda durante el proceso.

Dedicatoria
El presente está dedicado a todas las personas que son padres y que día con día llevan a cabo una gran tarea que es
cuidar y velar por el desarrollo de otro ser humano. Siendo que no es una tarea sencilla y qué conlleva muchos retos.
Sin embargo, es una experiencia de vida enriquecedora.

Resumen
El primer entorno de los niños es la familia, por lo que el desarrollo socio afectivo de estos depende de la forma en
que se eduque, así la relación entre los patrones de conducta ya sea agresiva o positiva están íntimamente
relacionados con las prácticas parentales que son usadas para su regulación.
El objetivo de este trabajo es evaluar si existe relación entre la percepción de las prácticas parentales y la conducta
agresiva en niños de primaria.
Se trabajó con una muestra de 103 niños y niñas de la escuela “República de filipinas” de 4° y 5° de primaria del
turno matutino y vespertino, de la Ciudad de Guadalajara, Jalisco; se obtuvieron con un muestreo no probabilístico
por cuota. Para medir la percepción de prácticas parentales se utilizó la escala de Andrade y Betancourt (2010) que
mide en 5 dimensiones para mamá: comunicación, autonomía, control conductual, control psicológico e imposición y
cuatro en el caso del papá: comunicación-control conductual, autonomía, imposición y control psicológico. Para
evaluar la conducta agresiva de los niños se utilizó el Inventario de Conducta Infantil (ICI; Morales y Martínez,
2002), la primera parte hace referencia al comportamiento general del niño, la segunda parte se refiere al hogar y la
tercera a la escuela.
Los resultados de este análisis nos indican que existe una correlación baja e inversa con la dimensión de control
psicológico materno y conducta agresiva en el hogar (p= 0.34, RHos=-.210), autonomía paterna y conducta general
agresiva con un valor p=0.35, RHo=-.209 y una correlación significativa entre la dimensión de comunicación y
control conductual paterno y conducta agresiva total del niño con una p=0.34., RHo= -.210.
Lo expuesto anteriormente nos permite concluir que el ambiente familiar en donde se desarrolla el infante siempre
será de gran importancia, ya que existen prácticas parentales que influyen de manera positiva o negativa en las
conductas de los menores.

Palabras clave: Prácticas parentales, conducta agresiva, niños escolares


Introducción
En los últimos años, la investigación de la influencia de la paternidad en el desarrollo del comportamiento infantil ha
sido centro de diversos estudios, la incidencia de las conductas agresivas en los niños va en aumento y además se
encuentra mayormente cada vez en edades más tempranas. En este sentido, la conducta agresiva se entiende como las
acciones realizadas por el infante, que agrede en forma física o verbal a los demás.
El primer entorno de los niños es la familia, por lo que el desarrollo socio afectivo de estos depende de la forma en
que se eduque, así la relación entre los patrones de conducta ya sea agresiva o positiva están íntimamente
relacionados con las prácticas parentales que son usadas para su regulación.
Un estudio epidemiológico realizado en 2008 analizó la prevalencia en niños de primaria de problemas
relacionados con la violencia (problemas de atención e hiperactividad, conductas agresivas y delincuentes) y las
creencias y estilos educativos de los padres que correlacionan con este tipo de problemas. Se comprobó que algunas
prácticas de crianza (repetir las normas insistentemente, castigar frecuentemente o reforzar permitiendo a los niños
realizar actividades que normalmente le son prohibidas) son factores de riesgo para la aparición de este tipo de
problemas. (Hernández L. M., Gómez I, Martín M. & González C. 2008).
Para explicar las variables que influyen en los problemas de comportamiento se han realizado investigaciones para
determinar si existe relación entre la percepción de las prácticas de parentales y la conducta agresiva en infantes.
Apoyando esto existe evidencia que favorece el que los padres utilicen una práctica parental basada en
apoyar a los niños y reforzarlos por sus logros es eficaz para la prevención de la violencia (OMS, 2014). Boardman
(1962) (como se citó en Morales, C. S. & Vázquez P. F. 2014) sugirió la necesidad de cambiar la conducta de los
padres como una forma efectiva para cambiar la conducta de los niños. El entrenamiento conductual se ha dirigido,
principalmente, a las conductas de oposición, desobediencia y agresión infantil (Forgatch & Patterson, 2010).
De acuerdo a lo anterior y para entender los factores que influyen en este tema, se abordarán temas como la infancia
y el desarrollo emocional del niño, así como los problemas de conducta que pueden aparecer durante esta etapa, y las
prácticas parentales con el propósito de responder; ¿Existe relación entre la percepción de las prácticas parentales y
la conducta agresiva en niños de primaria?. Y con el objetivo de evaluar si existe relación entre la percepción de las
prácticas parentales y la conducta agresiva en niños de primaria; por tanto la hipótesis de investigación que rige esta
investigación será: Existe relación entre la percepción de las prácticas parentales y la conducta agresiva en niños de
primaria.
Todo lo anterior se evaluará con los siguientes instrumentos, Escala de Prácticas Parentales de Andrade y Betancourt
(2010) y El Inventario de Conducta Infantil ICI de Morales & Martínez (2002), con el propósito de encontrar una
correlación y también dar opciones que sean de utilidad para mejorar el problema que se aborda.
Marco teórico
Infancia
1.1 La Infancia es una etapa del desarrollo humano caracterizada por un número de acontecimientos que
conforman una base importante para la edad adulta, así como el desarrollo de habilidades que permiten al ser humano
integrarse de forma correcta en la sociedad, según la UNICEF (2014) es el periodo del desarrollo humano durante el
cual se tiene la clave para consolidar las capacidades físicas e intelectuales, para la socialización con las demás
personas, y para formar la identidad y la autoestima. Santrock (2006) divide la infancia en 3 diferentes etapas:
● Primera infancia: Estadío evolutivo que va desde el nacimiento hasta los 18 o 24 meses de edad; es un
período en el cual se tiene una total dependencia de los padres y actividades psicológicas como el
lenguaje, pensamiento simbólico y aprendizaje social van comenzando.
● Niñez temprana: Estadío que va desde el final de la primera infancia hasta los 5-6 años; en este tiempo
los niños son más autosuficientes e interactúan más tiempo con sus iguales.
● Niñez intermedia y tardía: Estadío que comprende de los 6-11 años, en este período los niños dominan
las habilidades lectoras, aritméticas y de escritura.

1.1 Niñez intermedia


Durante la niñez intermedia se produce un progreso en la estructura morfológica que afecta el crecimiento de
las extremidades inferiores, a diferenciación del tórax y el abdomen, a una mayor robustez (González y Bueno,
2007); en cuanto al desarrollo cognitivo los niños son capaces de aplicar sus habilidades de pensamiento y
razonamiento a planteamientos cognitivos encontrando rápidamente la respuesta. A medida que el niño va
desarrollándose a nivel físico y cognitivo puede lograr ciertos logros en su desarrollo social, ya que se hacen más
independientes y toman sus propias decisiones, además de la interacción con otros niños y los adultos.
Rice, 1997 (cómo se citó en González y Bueno, 2007), dice que un desarrollo psicosocial normal, pasa por las
siguientes 4 etapas:
● Antisocialidad (lactante y prenatal)
● Heterosocialidad infantil (2-7 años)
● Homosocialidad infantil (8-12 años)
● Heterosocialidad adolescente y adulta (13 años en adelante).

Además en este estadío hay un incremento de la comprensión emocional que le permite al niño una mejor
apreciación de las causas de las emociones, una mejor reorientación de las mismas y mejor autocontrol. (Thompson,
1994; cómo se citó en González y Bueno, 2007).

1.2 Desarrollo socioemocional en la infancia (niñez intermedia)


Durante la niñez intermedia se producen cambios en el desarrollo socioemocional de distintas maneras;
comienzan transformaciones en las relaciones que tienen con sus padres y con sus iguales, además la escuela se torna
a un ámbito más académico.
El desarrollo del juicio moral es un proceso cognitivo que es estimulado por las relaciones sociales que los
niños experimentan según crecen (Piaget, 1969; cita en González y Bueno, 2007).
Durante esta etapa evolutiva, los niños deben de aprender a relacionarse fuera del contexto familiar e
interactuar con sus iguales. Entre los 8 y 12 años el grupo de compañeros es de gran importancia, ya que las
interacciones entre pares influyen el fortalecimiento de las normas y roles sociales; brinda un ámbito en el cual los
niños aprenden los valores morales, donde adquieren la habilidad de negociar y pactar soluciones, además del
establecimiento de justicia con sus compañeros. (González y Bueno, 2007).
Por lo general en este estadío del desarrollo a los padres les resulta más fácil imponer normas de disciplina
que en la niñez temprana y que en la adolescencia (Santrock, 2006); además de que permite a los niños lleven a cabo
una autorregulación en su comportamiento.
La familia en esta etapa es de gran importancia, ya que será donde se desarrollen la mayor parte de las
experiencias del niño; además de las conductas, pensamientos y actitudes parentales influyen en la de los hijos
(Trianes y Gallardo, 2004).

2. Problemas de la conducta en la niñez intermedia


Según López y Romero (2013) la niñez se reconoce en psicología como un período de vulnerabilidad y
plasticidad en el desarrollo progresivo hacia la personalidad adulta. Durante esta etapa el desarrollo emocional del
niño varía en relación con el entorno que lo rodea. Por ello, los niños pueden presentar diversos problemas de
conducta, tales como:
● Aislamiento: el niño tiene problemas para establecer relaciones interpersonales ocasionando que evite el
contacto con las personas, el menor puede experimentar angustia cuando intenta tener acercamiento con
quienes lo rodean (Rodríguez, 2006).
● Timidez: en este caso el menor puede experimentar vergüenza o pena antes de socializar con personas nuevas
(Rodríguez, 2006).
● Hiperactividad: el niño hiperactivo es aquel que tiene un nivel de inquietud motora mayor de lo que se espera
para su edad, física o mental, y que por lo general su capacidad de mantener la atención hacia un estímulo,
lección o tarea está disminuida (Cardoze, 2007).
● TOI, Trastorno oposicionista infantil: los niños con este trastorno muestran una conducta conflictiva,
desobediente y desafiante sin violaciones graves de los derechos de las otras personas. Es importante
enmarcar aquí que los padres y profesores son los primeros en notar este problema, ya que la desobediencia es
mostrada hacia ellos.
● TND trastorno negativista-desafiantes se caracteriza, por un enfrentamiento continuo con los adultos y con
todas las personas que representen algún tipo de autoridad de autoridad, en especial dentro de la familia y de
la escuela. Los criterios diagnósticos del Trastorno negativista desafiante se presentan agrupados en tres
categorías (enfado/irritabilidad, discusiones/actitud desafiante, y vengativo), pero no se exige un número
mínimo de criterios de cada categoría, por lo que esta agrupación no afecta al diagnóstico. Este trastorno del
comportamiento va asociado a un malestar en el individuo o en otras personas de su entorno social inmediato
(es decir, familia, grupo de amigos, compañeros de trabajo) o tiene un impacto negativo en las áreas social,
educativa, profesional u otras (Parrado, 2009).
● TDHA Trastorno de Déficit de atención con Hiperactividad: según el DSM-V en este trastorno los niños
presentan dificultad para controlar su conducta, presenta problemas de atención y déficit en el control de sus
impulsos así como también dificultad para seguir normas e instrucciones a la edad a partir de la cual se exige
que estén presentes algunos síntomas de inatención o hiperactivo-impulsivos, es a los 12 años. Algunas
características de dicho trastorno son con frecuencia, falla en prestar la debida atención a detalles o por
descuido, se cometen errores en las tareas escolares, en el trabajo o durante otras actividades, también tiene
dificultades para mantener la atención en tareas o actividades recreativas, en otros casos parece no escuchar
cuando se le habla directamente y pierde cosas necesarias para tareas o actividades (Trujillo y Martín 2010).
● TD Trastorno Disocial o Trastorno de conducta según el DSM-V en este trastorno el niño presenta
comportamientos que violentan los derechos básicos de los demás o las normas o reglas principales que van
acorde a su edad. Se ofrece en el mismo manual una diferenciación en función el trastorno este se da con los
siguientes especificadores: emociones prosociales limitadas; falta de remordimientos o culpabilidad;
insensible, carente de empatía; despreocupado por su rendimiento; o afecto superficial o deficiente. En este
trastorno el niño debe mostrar por lo menos unos de los síntomas (López y Romero, 2013).
● Trastorno explosivo intermitente, este trastorno se caracteriza por arrebatos recurrentes en el comportamiento
que reflejan una falta de control de los impulsos de agresividad, Agresión verbal tales como berrinches,
diatribas, disputas verbales o peleas y agresión física ya sea contra la propiedad, los animales u otros
individuos, en promedio dos veces por semana, durante un periodo de tres meses. La agresión física no
provoca daños ni destrucción de la propiedad, ni provoca lesiones físicas a los animales ni a otros individuos.
La magnitud de la agresividad expresada durante los arrebatos recurrentes es bastante desproporcionada con
respecto a la provocación o cualquier factor estresante psicosocial desencadenante.

La detección de estos trastornos de la conducta en los infantes de acuerdo con Alda, Arango, Castro, Petitbó,
Soutullo, San (2009) tiene ciertos requisitos, de acuerdo con los criterios del DSM-IV para diagnosticar este trastorno
el niño debe presentar un mínimo de síntomas que dicho manual otorga a cada trastorno. (como se citó en Parrado y
Sais, 2009).
Según Casera, Fullana y Torrubia (2002) la preocupación de padres y profesores por el aparente crecimiento de estos
problemas, tiene su confirmación en el ámbito científico con la ayuda de estudios epidemiológicos y ensayos clínicos
donde se ha comprobado el aumento en la incidencia de estos tipos de desórdenes psicológicos además de que es
cada vez más temprana. Siendo la conducta Agresiva la más frecuente en los niños. (como se citó en López, Gómez,
Martín y González, 2008). Por otro lado, Valencia Y Andrade (2005) encontraron que los varones presentan más
problemas de índole conductual como agresión, desobediencia o burlas mientras que las mujeres presentan más
problemas emocionales como: tristeza, sentimientos de inferioridad, soledad, ansiedad.

3. Conducta agresiva en la niñez intermedia


Los trastornos negativistas comienzan por lo general entre los 6 y 7 años y se dan en entre el 5% y 6% de los
varones y entre el 0% y 2%en el caso de las chicas según Jean Dumas (citado en: Bourcier, 2012)
Existe una agresividad normal dentro del comportamiento infantil derivada de no saber regular sus
emociones, no contar con herramientas de solución de conflictos, no tener comportamientos adaptativos que puedan
sustituir la agresividad además de que los niños aún no adquieren la suficiente soltura social para interactuar de forma
positiva con su entorno. Lo que distingue la agresividad normal de una agresividad atípica es la frecuencia y la
gravedad de los actos. La agresividad atípica se manifiesta en niños que intimidan o usan objetos para herir a otras
personas, son incapaces de mantener una relación positiva con sus compañeros y en algunas ocasiones llegan a atacar
a los padres, la intencionalidad de sus acciones y el potencial peligro de las mismas no deben pasarse por alto
(Bourcier, 2012). La conducta agresiva puede ser impulsada por la frustración del hijo, así como las tensiones
familiares o violencia conyugal.
Según Arriaga (2009) la causa real y profunda de la agresividad, la rebeldía y la violencia en los niños y
posteriormente en los adolescentes es la mala educación emocional que enseñan los padres desde el hogar. Todos
nacen con las emociones pertinentes y adecuadas para vivir y ser felices, sin embargo, la mala educación en casa
ocasiona que aparezcan emociones aprendidas y sustituyen a las verdaderas: El amor genuino motiva a estar cerca de
los seres queridos, aceptarlos y respetarlos demostrando que son importantes, la mala educación puede provocar que
se convierta en un amor condicionado donde se usa como un instrumento de dominio, se da y expresa cuando se
quiere algo y en el caso de no satisfacerlo se deja de dar. El miedo solo aparece en los momentos de peligro real, en
él se encuentra la seguridad y confianza en uno mismo y da las herramientas para reaccionar con el fin de mantener a
salvo la integridad, el miedo tergiversado se convierte en temor que produce miedos fantásticos y fatalistas, los hace
fracasar y sentir que no son capaces de nada. La alegría y el gusto se considera una emoción muy fuerte, incluso más
importante que el amor, los niños felices no tienen la base emocional para lastimar, una mala educación lo convierte
en gusto maligno y orgullo, estos niños sienten gusto al lastimar a los demás, dan la base para las burlas de forma
cínica, sarcástica o sinvergüenza.
Si un niño intenta tener un juguete o busca atención mediante el uso de enojos, berrinches o chantaje y
consigue salirse con la suya es seguro que volverá a usar la misma táctica en situaciones posteriores
El niño suele usar ciertas palabras o expresiones para poder desahogarse de distintas situaciones frustrantes
pero se convierte en agresión cuando se insulta o daña a otra persona, en las primeras manifestaciones a veces el
objetivo no es precisamente el ofender a alguien más sin embargo a lo largo de su crecimiento si debe tomarse en
cuenta la intencionalidad con la que dice las cosas. La expresión de malas palabras suele aprenderse dentro del
contexto familiar o social, ya sean palabras o palabras con connotación sexual como “pene” o “teta” que llegan a
parecer divertidos a los adultos y fomentan su uso. Es importante parar las malas palabras y enseñarles que pueden
causar daño para evitar que evolucionen a formas más severas como las intimidaciones, chantajes o amenazas
(Bourcier, 2012)
Murphy 2002 (citado en: Bourcier, 2012) señala que la cólera es una emoción muy intensa, se expresa en
reacciones inmediatas como alaridos, insultos, amenazas a otros niños o acciones agresivas dirigidas a una fuente de
frustración sin embargo tales acciones no deben confundirse con conducta violenta, ya que suele preceder situaciones
de hambre, tristeza, rechazo, decepción o humillación, en muchas ocasiones el niño siente impotencia de no poder
controlar situación. De igual forma las familias irascibles, indulgentes o que no están muy presentes en la vida del
niño los predispone ante las explosiones de cólera.

4. Prácticas parentales.
Andrade y Betancourt (2008) definen las prácticas parentales como las conductas específicas que utilizan los
padres para educar a sus hijos.
Algunos autores sugieren que las prácticas parentales pueden agruparse en tres componentes: apoyo, control
conductual y control psicológico, los cuales afectan de manera diferencial el desarrollo de los niños. (Steinberg,
Lamborn, Dornbusch y Darling, 1992; en Andrade y Betancourt, 2008).

4.1 Componentes.
En primera instancia el apoyo se refiere a la cantidad de soporte y cariño que el padre o la madre muestran hacia
su hijo. En diversas investigaciones de Andrade y Betancourt, han encontrado como resultado que el apoyo parental
afecta, tanto como a la sintomatología depresiva en niños como a las conductas externalizadas e internalizadas.
Por su parte, el control conductual se define como el conjunto de límites, reglas, restricciones y regulaciones
que los padres tienen para sus hijos y el conocimiento de las actividades de los mismos (Barber, Olsen y Shagle,
1994; Smetana y Daddys, 2002). Referente al control psicológico se define como los intentos de los padres por
controlar las actividades del niño o el adolescente de una manera que afecta negativamente su mundo psíquico y
socava su desarrollo (Barber y Harmon, 2002).
Andrade y Betancourt (2011) mencionan que el control psicológico es nocivo debido a que, como
anteriormente se estipuló, se asocia con problemas emocionales y de conducta de los hijos; los padres intentan
controlar el desarrollo psicológico y emocional del niño: sus pensamientos, expresiones y emociones. Sobre el
control conductual, comentan que puede ser positivo cuando se utiliza el razonamiento por parte de los papás y
mamás en el manejo de los niños.

4.2 Prácticas parentales y estilos de crianza.


Los estilos de crianza se refieren al clima emocional en el que los padres forman a sus hijos. (Darling y
Steinberg, 1993; cita en Andrade y Betancourt, 2008). De acuerdo con Baumrind 1966 (como se citó en Sierra y
Pérez, 2014) los estilos de crianza se dividen en: padres autoritarios, autoritativos y permisivos.
Los padres autoritarios intentan formar, controlar y evaluar la conducta y actitudes del niño de acuerdo a un conjunto
estandarizado de conductas, usualmente un estándar absoluto y, formados por una gran autoridad, favorecen las
medidas de castigo o de fuerza y están de acuerdo en mantener a los niños en un papel subordinado y en restringir su
autonomía.
Mientras que los padres autoritarios intentan dirigir la actividad del niño imponiéndose roles y conductas
maduras, pero utilizan el razonamiento y la negociación. Los padres de este estilo educativo tienden a dirigir las
actividades del niño de forma racional.
Parten de una aceptación de los derechos y deberes propios, así como de los derechos y deberes de los niños,
lo que la autora consideraba como una “reciprocidad jerárquica”, es decir, cada miembro tiene derechos y
responsabilidades con respecto al otro.
Por su parte, los padres permisivos proporcionan gran autonomía al hijo, siempre que no se ponga en peligro
su supervivencia física. El prototipo de adulto permisivo requiere que se comporte de una forma afirmativa,
aceptadora y benigna hacia los impulsos y las acciones del niño. Su objetivo fundamental es liberarlo del control y
evitar el recurso a la autoridad, el uso de las restricciones y castigos.
La relación entre estilos de crianza y prácticas parentales radica en que el estilo de crianza marcará el carácter
emocional de las conductas específicas que utilizará el padre para educar a su hijo, llámese a estas conductas
específicas, prácticas parentales. Por ejemplo, un padre con un estilo de crianza autoritario, en el que como ya se ha
mencionado, anteriormente, se busca el razonamiento y la negociación; utilizará el control conductual como práctica
de crianza, y de esta manera fomentar el razonamiento en su hijo. Situación diferente con un padre de estilo
autoritario que utilizando una práctica de control psicológico, busca controlar sentimientos, pensamientos y
emociones de su hijo, provocando con ello problemas emocionales y conductuales, como lo marca la literatura.
Antecedentes
Prácticas parentales y conducta agresiva en niños.
Diversos estudios confirman que los padres funcionan de manera más o menos planificada como modelos,
transfiriendo ciertas normas y atribuciones, y dando así oportunidades para que el niño entienda diversas situaciones
y circunstancias y así finalmente puedan reaccionan de manera que fomente o debilite los comportamientos de los
niños en dirección a ciertos valores y actitudes, que vayan de acuerdo a la normativa de la sociedad.
En un estudio realizado por López, Gómez, Martín y González (2008), en relación con la conducta agresiva
un 69,2% de los padres señala que su hijo discute mucho, Alrededor del 40% están los que afirman que su hijo se
pelea mucho, grita y chilla mucho, hace payasadas o es irritable o testarudo. En cuanto a los estilos educativos de los
padres que correlacionan significativamente con estos problemas en los niños, con las conductas agresivas se
comprobó que repetir insistentemente las instrucciones correlaciona positivamente con este tipo de comportamientos
(r= 0,208;p< 0.01). También correlaciona de manera positiva utilizar estrategias de castigo positivo (r= 0,265; p<
0.01) y negativo (r= 0,179; p< 0.01) o ponerlos a estudiar como forma de castigo (r= 0,099; p< 0.05). En este caso
utilizar como recompensa el permitir que los niños realicen actividades que normalmente le están prohibidas
correlaciona positivamente con estos problemas (r= 0,099; p< 0.05).
Por su parte, Morales, Félix, Rosas, López y Nieto (2015) realizaron un estudio con el fin de describir los
estilos de crianza que se relacionan con el comportamiento negativista desafiante o agresivo en niños, fueron
evaluados 300 padres mexicanos; se encontró que el porcentaje de niños con comportamiento negativista desafiante
fue mayor que el de los niños con conducta agresiva, las prácticas de crianza reportadas con mayores porcentajes
fueron las de baja efectividad (Castigo, ganancias materiales. Establecimiento de normas y límites poco claros) y
bajos promedios en las prácticas efectivas (Ignorar conducta no deseada, corrección simple del comportamiento,
elogio de la obediencia y de la actividad académica); además de que estas últimas técnicas se asociaron con un menor
porcentaje de reportes de conducta agresiva como negativista y desafiante.
Por su parte en el estudio realizado por Vite y Vázquez (2014) describe la correlación entre la frecuencia de
problemas de comportamiento infantil y la percepción de la conducta como un problema. La percepción de la
conducta como problema para los padres tiene una asociación moderada con la frecuencia de problemas de
comportamiento. Los factores de los estilos educativos parentales que más se asocian con los problemas de
comportamiento infantil fueron: Crítica-Rechazo, Forma Indulgente y Afecto-Comunicación, y los que menos se
asocian fueron los correspondientes a la Forma Inductiva y Rígida.
Es decir, los padres señalan que tienen dificultad en poner normas o límites a la conducta de sus hijos y, si lo
hacen, no exigen su cumplimiento. Así mismo, no explican reglas de comportamiento, utilizan técnicas de distracción
en lugar de abordar el problema razonando directamente con el niño, lo que a su vez genera la ocurrencia de
conductas tales como gritar, pelear, desobedecer, y berrinches. Por otra parte, los padres muestran un estilo parental
caracterizado por niveles inadecuados de afecto, apoyo y un predominio de rechazo hacia los hijos. En resumen, los
resultados pueden interpretarse como un apoyo para la detección de variables moderadoras en la relación crianza y
problemas de comportamiento infantil.
Morales y Vázquez (2014) realizaron un estudio con 84 padres de 8 entidades de la República Mexicana
donde encontraron, según los resultados, que la estrategia de ignorar, el elogio, el seguimiento de instrucciones, el
establecimiento de reglas, la interacción social y académica y la corrección simple del comportamiento se asociaron
con la reducción del comportamiento negativista desafiante, la agresión, inatención, y la hiperactividad.
Por otro lado, un estudio realizado por Sierra y Pérez en 2014 con una muestra de 18 progenitores de niños referidos
por el equipo psicopedagógico de sus respectivas escuelas por presentar problemas de comportamiento, tomados de
nueve escuelas primarias públicas del sur de la ciudad de México, encontraron que los progenitores de los niños con
problemas de comportamiento ejercen el castigo para corregir el comportamiento por medio de gritos, regaños y
obligan a que se cumplan las reglas, a la vez que retiran la atención. Ambos estudios, arrojan la incidencia
significativa del comportamiento parental sobre las conductas infantiles, específicamente con qué elementos lo
afecta, ya sea de manera positiva que sería la corrección, o bien, de manera negativa que significa el aumento.
En un estudio realizado por García, García y Casanova (2012) se encontró que las prácticas educativas
positivas como el afecto y el uso de la disciplina inductiva tienen menor incidencia en el comportamiento agresivo de
los hijos, por otra parte las prácticas negativas como el rechazo o la disciplina rígida e indulgente predicen la
aparición de conductas agresivas. Sin embargo la disciplina inductiva predice la agresión verbal en niñas por la
experimentación de culpa a causa de la madre.
Se ha encontrado que el uso del monitoreo como factor protector donde los padres están al pendiente de las
actividades de sus hijos fuera del hogar, por medio de una buena relación de confianza y comunicación previene la
aparición de la conducta agresiva, el monitoreo es realizado en mayor medida por las madres que obtuvieron un
puntaje significativamente más alto que los padres (Cabrera, Gonzalez y Guevara, 2012).
Andrade y Betancourt (2012) realizaron un estudio con el fin de comparar el nivel de predicción de las
prácticas parentales en los problemas emocionales y conductuales de los hijos desde la perspectiva de la madre, el
padre y el hijo (a), utilizaron una muestra de 552 niños (as) mexicanos y 395 mamás y 349 papás de los niños; se
encontró que la percepción del control psicológico materno y paterno contribuyen significativamente a los problemas
conductuales en niños y a los emocionales en las niñas; mientras que la falta de control conductual materno y control
psicológico paterno influyen en los problemas conductuales de las niñas, y la imposición y falta de autonomía de la
madre y el control psicológico del padre en los problemas emocionales de los niños.
Por su parte, Catemaxca (2018), en su estudio el cual tenía por objetivo conocer el grado de influencia de las
variables de las prácticas parentales sobre la conducta agresiva. Encontró que las prácticas parentales de control
psicológico materno e imposición paterna son detonantes de las conductas agresivas. También encontró que en
cuanto a la comunicación materna las niñas reportan mayormente esta práctica. Por último reportó que el género no
es predictivo de la conducta agresiva.
Justificación
En México, 20 % de los niños en edad escolar está en riesgo de padecer problemas severos de conducta, que
dificultan la inserción de los menores a la vida escolar, familiar y social en general; además, los pueden llevar a un
desempeño o rendimiento escolar bajo. (Romero, 2019). Tomando en cuenta lo anterior evaluar la relación entre las
prácticas parentales y la conducta agresiva en niños de primaria resulta de gran relevancia, ya que este tipo de
conductas dentro los problemas de conducta externalizados traen consecuencias a nivel individual en cuanto al
bienestar del menor y en la calidad de las relaciones que construyen con quienes le rodean.
Conocer si la conducta agresiva tiene relación con las prácticas parentales o no permite planear intervenciones en el
ámbito familiar, ya que de acuerdo a lo que nos dice, Romero (2019) es prevenible si los padres optan por una
crianza positiva, es decir que esté basada en comunicación, poner límites adecuados y claros entre otras acciones
como brindar una autonomía adecuada. Así como también estas intervenciones se pueden dirigir a maestros, ya que
de acuerdo con Romero (2019) los agentes principales del cambio en ese aspecto son los padres, maestros, así como
las figuras de autoridad que los rodean.
Por otra parte, realizar investigaciones sobre la temática de las prácticas parentales y su relación con la conducta
agresiva, contribuye a conocer si las conductas negativas de los menores mantienen una relación estrecha con las
prácticas parentales o se debe otros factores. En caso de existir relación cuáles son las prácticas que están
contribuyendo a las conductas agresivas.

Planteamiento del problema


Actualmente en México, frecuentemente se presentan casos de menores de edad con problemas de conducta, lo cual
llega a impactar en las diversas esferas de su vida como la escolar, familiar, social. Por otro lado, tomando en cuenta
que la familia es el principal ambiente en donde se desarrollan los niños. Resulta pertinente llevar a cabo una
investigación en donde se examine la relación de la percepción prácticas parentales con las conductas agresivas.
Específicamente en niños de primaria entre nueve y diez años, ya que los índices de conductas agresiva son
mayormente presentados en edad escolar, aunado a ello esta etapa de la educación es la más prolongada en México
con una duración de 6 años.

Pregunta de investigación.
¿Existe relación entre la percepción de las prácticas parentales y la conducta agresiva en niños de primaria?.
Hipótesis de investigación: Existe relación entre la percepción de las prácticas parentales y la conducta agresiva en
niños de primaria.si s
Ha: 1. Existen diferencias entre la percepción de prácticas parentales de niños de primaria de acuerdo al sexo.
2. Existen diferencias en la conducta agresiva de los niños de primaria de acuerdo al sexo.
Objetivos
- Evaluar si existe relación entre la percepción de las prácticas parentales y la conducta agresiva en niños de primaria.
Objetivos específicos
-Identificar la presencia de conducta agresiva en niños de primaria.
-Comparar si existen diferencias en la conducta agresiva de niños de primaria de acuerdo al sexo.
-Comparar si existen diferencias en la percepción de las prácticas parentales en niños de primaria de acuerdo al sexo.
-Relacionar la percepción de las prácticas parentales y la conducta agresiva.

Método
Diseño de investigación.
Se llevó a cabo un estudio no experimental, correlacional y transversal.
Participantes
Se trabajó con una muestra de 103 niños y niñas de la escuela “República de filipinas” de 4° y 5° de primaria del
turno matutino y vespertino, de la Ciudad de Guadalajara, Jalisco; los cuales se obtuvieron con un muestreo no
probabilístico por cuota.
Criterios de Inclusión:
● El niño o la niña deberá estar cursando el 4° o 5° de primaria actualmente.
● Debe ser estudiante de una escuela que se encuentre dentro de la ciudad de Guadalajara.
● La crianza del menor tiene que ser responsabilidad directa de los padres (aún si son padres divorciados o
separados) y no involucrar a terceros.

Criterios de Exclusión
● Ausencia de alguna de las figuras paternas por cuestiones de distanciamiento por aspectos laborales. (jornada
de más de 12 hrs.)

Criterios de eliminación
● Que el niño no responda el instrumento

Variables
Prácticas parentales: Son aquellas conductas específicas (comunicación, control conductual, control psicológico,
autonomía e imposición) que utilizan los padres para educar a sus hijos (Andrade y Betancourt, 2010).
Definición operacional: Serán aquellas conductas que los niños perciben sobre sus padres a través del cuestionario
de prácticas parentales de Andrade y Betancourt (2010) que consta de 80 reactivos en escala tipo likert con una
confiabilidad de .80.
Conducta agresiva: Son conductas antisociales que consisten en agredir a otras personas de manera física o verbal.
Definición operacional: Serán aquellos niños que dañen o lastimen a otra persona de forma intencionada por medio
de golpes, empujones o con el uso de palabras. Serán evaluados con El Inventario de Conducta Infantil (ICI; Morales
& Martínez, 2002) es un instrumento de 30 reactivos, escala tipo likert con una confiabilidad de .93 (por alfa de
Cronbach).
Las variables intervinientes o extrañas son la exposición que puedan tener los menores a programas de televisión,
videojuegos, internet, en los cuales se promueva conductas agresivas o violentas.

Instrumentos
Para medir la percepción de prácticas parentales se utilizó la escala de Andrade y Betancourt (2010) que mide en 5
dimensiones para mamá: comunicación, autonomía, control conductual, control psicológico e imposición y cuatro en
el caso del papá: comunicación-control conductual, autonomía, imposición y control psicológico. Es un instrumento
autoaplicable de lápiz y papel que consta de 80 reactivos en una escala tipo Likert con 4 opciones de respuesta que va
de nunca a siempre, este instrumento fue validado con población mexicana y se obtuvo una confiabilidad de .80 (alfa
de Cronbach).
Para evaluar la conducta agresiva de los niños se utilizó el Inventario de Conducta Infantil (ICI; Morales y Martínez,
2002), Es un instrumento auto-aplicable de lápiz y papel de 104 reactivos divididos en tres partes que puede
resolverse aproximadamente en 30 minutos. La primera parte hace referencia al comportamiento general del niño, la
segunda parte se refiere al hogar y la tercera a la escuela. En la primera parte, el padre señala el grado o intensidad
con el que se presentan 32 comportamientos infantiles (Morales, 2002) con una escala Likert de 5 puntos que va de
Nunca (0) a Siempre (4). La segunda y tercera parte constan de 36 reactivos cada uno, donde el cuidador deberá
señalar, primero la intensidad con la que se presenta la conducta en una escala Likert de 7 puntos que va de Nunca
(0) hasta Siempre (6) y que adicionalmente contempla que el cuidador considere si estas conductas son
problemáticas, con una escala dicotómica de SI (1) o NO (0). La consistencia interna de las dos subescalas finales es
de .98%.
  DEFINICIÓN UNIDAD TIPO DE
VARIABLE VARIABLE
PRÁCTICAS Son aquellas conductas específicas Instrumento Independiente
PARENTALES (comunicación, control conductual, escala tipo Cuantitativa
control psicológico, autonomía e Likert Ordinal 
imposición) que utilizan los padres
para educar a sus hijos (Andrade y
Betancourt, 2010). 

CONDUCTA Son conductas antisociales que Instrumento Dependiente


AGRESIVA consisten en agredir a otras personas escala tipo Cualitativa
de manera física o verbal. Likert

Procedimiento
Primero se solicitó el permiso de la escuela para poder llevar a cabo la aplicación de los instrumentos, una vez que se
tuvo se procedió a ir a la escuela primaria en dos ocasiones. La forma en la que se administraron los instrumentos fue
grupal en los salones de clase. En las aulas los investigadores se presentaron ante el grupo y previo a que se
contestara el instrumento se les proporcionó el consentimiento informado a los estudiantes. Los investigadores
respondieron dudas a los participantes. Una vez que los estudiantes terminaron de contestar el instrumento se les
proporcionó uno para los padres así como un consentimiento informado. Para recoger los instrumentos contestados
por los padres se acordó ir dos días después. Cuando se tuvieron los instrumentos se calificaron manualmente y
posteriormente los valores fueron pasados a una base de datos.

Análisis estadístico
Los datos obtenidos se analizaron con el programa estadístico SPSS 20. Se aplicó estadística descriptiva para cada
una de las variables (Prácticas parentales y conducta agresiva) con el fin de ver el comportamiento de estos en la
muestra de niños estudiada. Por otro lado también se aplicó una correlación r de spearman con el fin de evaluar si las
variables de estudio se correlacionan.
Fig. 1. Flujograma del procedimiento que se llevará a cabo en la investigación.
Consideraciones Bioéticas:
De acuerdo con lo establecido en la conferencia de Helsinki (1964) es deber del investigador velar por la protección
de la vida, la salud, la dignidad, la integridad, el derecho a la autodeterminación, la intimidad y la confidencialidad de
los sujetos, y como en el presente estudio nos regimos bajo este principio se entregó consentimiento informado a los
padres, y los estudiantes un asentimiento.
Recursos
Humanos: 6 psicólogos que aplicaron, calificaron e interpretaron cada cuestionario.
Materiales:
● Instrumentos impresos en papel ($300)
● Lápices ($50)
● Laptop ($25,000)
Financieros: Todo el material requerido fue financiado por el equipo de investigación

CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES DEL DESARROLLO DEL PROYECTO DE INVESTIGACIÓN

Actividad Fecha

Elaboración de protocolo. 22/01/2020

Elaboración del consentimiento informado 29/01/2020


para padres.

Elaboración del consentimiento informado 11/02/2020


para niños.

Presentación del proyecto ante la escuela y 13/02/2020


permiso.

Aplicación de los instrumentos. 22/02/2020

Calificación de los instrumentos. 22/02/2020

Elaboración de la base de datos. 26/02/2020


Análisis estadístico 4/03/2020

Elaboración de resultados 11/03/2020

Elaboración de discusión 25/03/2020

Elaboración de conclusión 25/03/2020

Elaboración de la presentación final de la 27/03/2020


tesis

Presentación de la tesis 7/05/2020

Resultados

De los 120 participantes, para los análisis estadísticos se consideraron sólo 103, ya que se eliminaron los casos en los
que no se tenía la evaluación de los papás o su cuidador principal no eran sus padres.

Tabla 1. Frecuencias de las variables sociodemográficas.

Variable Frecuencia (%)

Sexo

M 59 (57)

H 44 (43)

Con quienes viven

Madre 26 (25.2)

Padre 4 (3.9 )

Ambos 72 (69.9)

Tiempo que pasan con padres


Menos de 5 horas 20 (19.4)

De 5 a 8 horas 11 (10.7)

Más de 8 horas. 71 (68.9)

Cómo se visualiza en la tabla 1, la población de este estudio está mayormente conformada por mujeres, un 69.9%,
que vive con ambos padres, así como un 68.9% percibe pasar más de 8 horas con sus padres.

Figura 2. Comparación en la conducta agresiva de niños de primaria de acuerdo al sexo.

Como se observa en la figura 2, la mayoría de la población del estudio tiene una conducta agresiva leve, y un
porcentaje bajo presenta una conducta agresiva severa, no se presenta una diferencia significativa comparando la
conducta entre sexos (p=.984).

La correlación entre las


prácticas parentales y la
conducta agresiva fue
analizada mediante una
correlación RHo de
Spearman. Los
resultados de este
análisis nos indican que
existe una correlación baja e inversa con la dimensión de control psicológico materno y conducta agresiva en el hogar
(p= 0.34, RHos=-.210), autonomía paterna y conducta general agresiva con un valor p=0.35, RHo=-.209 y una
correlación significativa entre la dimensión de comunicación y control conductual paterno y conducta agresiva total
del niño con una p=0.34., RHo= -.210.

Tabla 4. Percepción de las prácticas parentales de acuerdo con el sexo.

Variable Niña Niño P 


n(%) n(%)
Comunicación materna
Alto (78) (71) 0.686
Medio (20) (27)
Bajo (2) (2)
Autonomía materna
Alto (44) (36) 0.201
Medio (54) (55)
Bajo (2) (9)
Imposición materna
Alto  (10) (5) 0.158
Medio (76) (68)
Bajo (14) (27)
Control psicológico materno
Alto (7) (7) 0.476
Medio (25) (36)
Bajo (68) (57)
Control conductual materno
Alto  (83) (64) 0.071
Medio (14) (32)
Bajo (3) (4)
Comunicación y control conductual paterno
Alto
Medio (56) (45) 0.567
Bajo (34) (41)
(10) (14)
Autonomía paterna
Alto (59) (52) 0.645
Medio (32) (34)
Bajo (9) (14)
Imposición paterna
Alto (15) (11) 0.368
Medio (61) (53)
Bajo (24) (36)
Control psicológico paterno
Alto (10) (13) 0.869
Medio (22) (23)
Bajo (68) (64)

La tabla 4 nos indica que las prácticas parentales que prevalecen entre las niñas y las madres son comunicación
materna y control conductuadignidad y la protección de sus derechos y bienestar.l materno. En cuanto a los niños,
también perciben prácticas maternas basadas en la comunicación. Las prácticas paternales que prevalecen en el caso
de ambos sexos es la autonomía paterna.

Discusión
En el presente trabajo se buscó evaluar si existía relación entre las prácticas parentales y la conducta agresiva en
niños de primaria; se encontró que las prácticas que están relacionadas de manera baja son las de control psicológico
materno con conducta agresiva en el hogar y de acuerdo con un estudio realizado por Andrade y Betancourt (2012) y
Catemaxca (2018) el control psicológico materno contribuye significativamente a los problemas conductuales en los
niños. Otra práctica parental que tiene relación con la conducta de los niños es la comunicación y control conductual
paterno, esta relación es positiva. Contrastándolo con lo que encontró Morales, Félix, Rosas, López y Nieto (2015)
las prácticas parentales que implican acciones castigo, ganancias materiales establecimiento de normas y límites
poco claros, estaba estrechamente relacionada con conductas negativas en los menores, así que la comunicación entre
hijos y padres permite que los padres conozcan qué actividades están realizando los hijos, por tanto esta práctica es
de suma importancia para una crianza positiva y estaría contribuyendo a que los menores no presenten conductas
negativas.
De acuerdo a lo encontrado en el estudio de Catemaxca (2018) el sexo no es predictivo de la conducta agresiva; se
coincide con el resultado obtenido en este estudio, entonces se puede decir que la conducta agresiva mantiene una
relación más cercana con alguna de las prácticas parentales.
En cuanto la diferencia entre la percepción de las prácticas parentales y la relación con el sexo, se encontró que las
niñas perciben una mayor comunicación materna; Catemaxca (2018) señala que esto podría estar relacionado con
que son del mismo sexo.

factores intervienen . La mayoría de los niños y niñas de nuestro estudio perciben prácticas parentales basadas en la
autonomía, comunicación y control conductual y de acuerdo con Cabrera, Gonzáles, y Guevara (2012) el uso del
monitoreo como factor protector donde los padres están al pendiente de las actividades de sus hijos fuera del hogar,
por medio de una buena relación de confianza y comunicación previene la aparición de la conducta agresiva. Esto se
relaciona con el hecho de que la gran mayoría de los niños de nuestro estudio tienen una conducta agresiva leve.
Lo expuesto anteriormente nos permite concluir que el ambiente familiar en donde se desarrolla el infante siempre
será de gran importancia, ya que existen prácticas parentales que influyen de manera positiva o negativa en las
conductas de los menores.
La muestra utilizada en este estudio fue de 103 niños y niñas por lo cual se recomienda que se realicen estudios con
muestras más grandes, además se asume que algunas de las limitantes en el estudio fueron que algunos de los
instrumentos aplicados hacia los padres no fueron contestados en totalidad o eran contestados por los abuelos, tíos,
etc.
Para próximos estudios que estén relacionados con el tema, se sugiere hacer estudios de cohorte longitudinal, ya que
estos estudios estarían mostrando resultados a largo plazo acerca de cómo es que las prácticas parentales influyen el
desarrollo de los infantes. Así como llevar a cabo estudios en donde se comparen varios grupos, por ejemplos grupos
de niños en que sus padres lleven a cabo prácticas parentales positivas es decir basadas en comunicación y autonomía
y otros donde exista un mayor control psicológico e imposición.
Por último se sugiere que se promuevan y fomenten las prácticas parentales principalmente basadas en comunicación,
autonomía por medio de intervenciones psicoeducativas (talleres de escuela para padres) y así mismo que se evalúe
la eficacia de las intervenciones.

Conclusión
Lo expuesto anteriormente nos permite concluir que el ambiente familiar en donde se desarrolla el infante siempre
será de gran importancia, ya que existen prácticas parentales que influyen de manera positiva o negativa en las
conductas de los menores. Por lo que se pudo evidenciar por medio de la literatura y de lo desarrollado en el presente
trabajo que los problemas de comportamiento presentado en los niños no están relacionado con la percepción de
prácticas parentales ejercidas en el hogar. Por otro lado reforzando las conductas positivas y asertivas en los niños es
fundamental para el buen desarrollo de conducta y prevención de violencia.
En el mismo orden de ideas y para entender los factores que influyeron en este tema, se abordaron temas como la
infancia y el desarrollo emocional del niño, así como los problemas de conducta que pueden aparecer durante esta
etapa, y las prácticas parentales con el propósito de responder a la pregunta ¿Existe relación entre la percepción de
las prácticas parentales y la conducta agresiva en niños de primaria?. En este sentido, se encontró que el control
psicológico materno se encuentra relacionado con las prácticas de agresividad en el hogar, por consiguiente no es
recomendable esta práctica para la educación de los menores, por el contrario la comunicación asertiva es la práctica
que fomenta conductas positivas y por ende un desarrollo positivo de los menores. Por otro lado se evidenció también
que el sexo no es una determinante que influya en las conductas agresivas de los infantes.
Ante este escenario, concluimos que las conductas agresivas son un fenómeno presente en la población de niños así
como puede prevenirse por medio de tener una relación más cercana con comunicación asertiva como forma de
prácticas parentales positivas para el sano desarrollo de los infantes. Es importante que en las familias mexicanas se
implementen estas prácticas como formas saludables para la convivencia familiar.
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Anexo 1: Escala Prácticas Parentales


Hola, somos personas que trabajamos en la Universidad, queremos que por favor nos ayudes
respondiendo este cuestionario acerca de la forma en la que piensan y sienten los niños de tu edad y la
forma en la que las mamás y papás tratan a sus hijos(as). Si tienes alguna duda por favor ten confianza y
pregúntanos lo que quieras saber. Te recordamos que nadie se va a enterar de lo que contestes.
GRACIAS POR TU AYUDA
¿Eres? Hombre ( ) Mujer ( ) ¿Cuántos años tienes? __________________
¿Con quién vives? ________________
¿Cuánto tiempo estás con ellos al día? _____________

A continuación, hay oraciones sobre la forma en la que TU MAMÁ se porta contigo, escoge la respuesta
que más se parezca a lo que ella hace contigo.

Pocas Muchas
MI MAMÁ: Nunca veces veces Siempre

Sabe en dónde estoy cuando salgo de mi casa

Le digo lo que hice, cuando salgo y regreso a casa

Me hace sentir que soy un(a) inútil


Sabe en dónde estoy después de la escuela
Me dice que soy un(a) “burro(a)”
Habla conmigo sobre mis problemas
Me deja tomar mis propias decisiones
Me impone las cosas que ella piensa
Me grita por cualquier cosa
Conoce a mis amigos (as)
Respeta las decisiones que tomo
Cuando me castiga me hace sentir culpable
Cree que todos debemos pensar como ella
Se enoja conmigo por cualquier cosa
Le platico sobre los planes que tengo con mis amigos

Todo lo que hago le parece mal


Platica conmigo como buenos(as) amigos (as)
Cuando estoy triste me consuela
Apoya mis decisiones
Me dice que soy un(a) mal(a) hijo(a)
Ella cree que tiene la razón en todo
Respeta mis ideas, sin criticarme
Me dice groserías o insulta, si me porto mal
Conoce lo que hago por las tardes después de la escuela

Me pregunta qué hago con mis amigos


Platica conmigo de cómo me va en la escuela
Me ayuda en mis problemas
Me deja hacer mis propios planes acerca de las cosas
que quiero
Quiere que sea como ella es
Me da confianza para platicarle algo muy personal de mí
mismo (a)
Respeta mi punto de vista, aunque sea diferente del que
ella dice
Quiere que haga todo lo que ella dice
Me da confianza para que me acerque a ella
Me dedica tiempo para platicar
Quiere que piense como ella piensa
Entiende las razones que le digo
Respeta mis decisiones aunque no sean las mejores

Platica conmigo de las cosas que me suceden


Piensa que todo lo que dice está bien
En la casa se hace lo que ella dice

A continuación hay oraciones sobre la forma en la que TU PAPÁ se porta contigo, escoge la respuesta que más se
parezca a lo que él hace contigo.

MI PAPÁ: Pocas Muchas


Nunca veces veces Siempre
Habla conmigo sobre mis problemas
Me trata injustamente
Platica conmigo como buenos amigos
Me impone su manera de ser
Me consuela cuando estoy triste
Quiere que sea como él es
Me culpa por todo lo que sucede
Me escucha de forma paciente cuando le platico mis
problemas
Me amenaza, si me porto mal
Me dedica tiempo para platicar
Me ayuda en mis problemas
Respeta mis gustos
Cree que todos debemos pensar igual que él
Pienso que me tiene mala voluntad
Me da confianza para que me acerque a él
Me culpa por cualquier cosa
Le platico las cosas que me suceden
Respeta mi punto de vista, aunque sea diferente del que él
dice
Platica conmigo de lo que hago en mi tiempo libre
Respeta las decisiones que tomo
Él cree que tiene la razón en todo
Me deja tomar mis propias decisiones
Entiende mi manera de ser

Me pregunta sobre las cosas que me pasan durante un día


normal en la escuela

En la casa se hace lo que él dice


Acepta mi forma de expresarme
Me deja hacer mis propios planes acerca de las cosas que
quiero

Me pregunta sobre las cosas que hago en mi tiempo libre

Me hace sentir que soy un(a) inútil


Me grita por cualquier cosa
Se enoja conmigo por cualquier cosa
Apoya mis decisiones
Platica conmigo sobre los planes que tengo con mis
amigos(as)
Quiere que haga lo que él dice
Platica conmigo sobre todo lo que hago

Me pregunta qué hago con mis amigos(as)

Me dice que sus ideas son las correctas y que no debo de


dudarlo
Platica conmigo sobre cómo me va en la escuela
Cuando salgo y regreso a casa, le digo lo que hice
Quiere que piense como él piensa

Anexo 2: Inventario de Conducta Infantil

Instrucciones:
A continuación, le presentamos los siguientes cuestionarios de ciertas conductas que su
hijo puede llegar a presentar. Son tres cuestionarios y cada uno tiene instrucciones específicas.

Primera parte

Ante las siguientes afirmaciones, coloque una marca en la opción que mejor represente la frecuencia
con la que su hijo ha realizado dicha conducta en los últimos tres meses. Por ejemplo, si la afirmación
señala:
Su hijo come paletas enchiladas

N C O C S
u a c a ie
n si a si m
c n si si p
a u o e r
n n m e
c a p
a l r
m e
e
n
t
e
0 1 2 3 4

Si a su hijo le encantan marcará el 4, indicando que siempre come paletas enchiladas. Si su hijo, las
come a veces sí y a veces no, marcará 2, es decir, ocasionalmente lo hace. Si no le gus- tan
contestará 0, nunca las come. Si tiene alguna duda pregunte al aplicador, de lo contrario, por favor
conteste acorde a las opciones de respuesta, con qué frecuencia su hijo presenta las siguientes
conductas, particularmente en los últimos tres meses:

N C O C S
u a c a i
n si a si e
c n si si m
a u o e p
n n m r
c a p e
a l r
m e
e
n
t
e
1. Hace berrinches
2. Discute con adultos
3. Se opone o se niega a obedecer a las peticiones o reglas dadas por los
adultos
4. Molesta a la gente
5. Culpa a otros por sus propios errores o mala conducta
6. Fácilmente se irrita
7. Es muy enojón o resentido
8. Es vengativo
9. Muestra conductas auto-estimulatorias
N C O C S
u a c a i
n si a si e
c n si si m
a u o e p
n n m r
c a p e
a l r
m e
e
n
t
e
10. Muestra agresión verbal
11. Muestra agresión física
12. Muestra conductas auto destructivas
13. Tiene dificultad para motivarlo
14. Sin control de esfínteres
15. Falla en poner atención a detalles o comete errores por descuido
16. Tiene dificultad en mantener la atención en tareas
17. Parece no escuchar cuando le hablan directamente
18. No sigue instrucciones o fracasa en terminar el trabajo escolar
19. Tiene dificultad para organizar tareas y actividades
20. Evita, no le gusta o se niega a realizar las tareas o actividades
21. Pierde cosas necesarias para tareas o actividades
22. Fácilmente se distrae con estímulos extraños
23. Olvida cosas en actividades diarias
24. Olvida cosas en actividades diarias
25. Se levanta en el salón o en otras situaciones
26. Corre o se trepa en lugares donde es inapropiado hacerlo
27. Tiene dificultad para jugar o involucrarse en actividades recreativas
28. Está en “actividad constante” o actúa como si “tuviera un motor”
29. Habla en exceso
30. Da respuestas antes de que terminen de preguntarle
31. Tiene dificultades para esperar su turno
32. Interrumpe o irrumpe a otros

Segunda parte

Abajo hay otra serie de frases que describen la conducta infantil. Marque el número que des- criba la
frecuencia con la que su hijo se comporta actualmente e inmediatamente marque “sí” o “no” para
indicar si considera la conducta como problemática actualmente, como se describe en este ejemplo:

Si la afirmación hiciera referencia a si el niño come paletas enchiladas y al niño le encantan, entonces
marcarían el 6, indicando que siempre come paletas enchiladas. Si el niño las come a veces sí y a
veces no, marcarían el 3. Si a mi hijo no le gustan las paletas enchiladas contes- taría 0, es decir,
nunca las come. Y adicionalmente en las partes 2 y 3 del inventario, deberán señalar si la intensidad
con la que marcaron que el niño las come es un problema para ustedes, indicándolo con el número 1
si lo es o con el 0 si no lo es.
Continúe:
N C P A S M S
u a o l e u i ¿Es
n s c g g y e un
c i a u u m proble
a n s n i s p ma?
u v a d e r
n e s o g e
c c u
a e v i
s e d
c o
e
s
0 1 2 3 4 5 6 S N
í o
1. Se entretiene al vestirse
2. Se entretiene a la hora de comer
3. Tiene malos hábitos en la mesa
4. Se rehúsa a comer la comida que se le sirve
5. Se rehúsa a realizar las tareas de la casa cuando se le
piden.
6. Es lento(a) al prepararse para dormir
7. Se rehúsa a acostarse a tiempo
8. No obedece las reglas de la casa por sí solo
9. Se rehúsa a obedecer hasta que se le amenaza con un
castigo
10. Actúa desafiantemente cuando se le dice que haga algo
11. Discute sobre las reglas
12. Se enoja cuando no obtiene lo que quiere
13. Hace berrinches
14. Es irreverente con los adultos
15. Se queja
16. Llora fácilmente
17. Grita
18. Golpea a los adultos
19. Destruye juguetes u otros objetos
20. Es descuidado con sus juguetes o con otros objetos
21. Roba
22. Miente
23. Molesta o provoca a otros niños
24. Pelea verbalmente con niños de su edad
25. Pelea verbalmente con hermanos y hermanas
26. Pelea físicamente con niños de su edad
27. Pelea físicamente con hermanos y hermanas
28. Busca atención constantemente
29. Interrumpe
30. Se distrae fácilmente
31. Tiene lapsos cortos de atención
32. Fracasa en terminar tareas o proyectos
33. Tiene dificultad para entretenerse solo
34. Tiene dificultad para concentrarse en una sola cosa
35. Es muy activo e inquieto
36. Moja la cama.
Tercera parte

Finalmente, marque el número que describa que tan seguido se comporta su hijo de la siguien- te
manera en la escuela y posteriormente marque “sí” o “no” esas conductas son un problema
actualmente.

N C P A S M S
u a o l e u i ¿Es
n s c g g y e un
c i a u u m proble
a n s n i s p ma?
u v a d e r
n e s o g e
c c u
a e v i
s e d
c o
e
s
0 1 2 3 4 5 6 S N
í o
1. Se entretiene en obedecer reglas o instrucciones
2. Discute con los maestros sobre reglas o instrucciones
3. Tiene dificultad para aceptar críticas o correcciones
4. Desobedece reglas de la escuela por si solo
5. Se niega a obedecer hasta que es amenazado con ser
castigado
6. Se enoja cuando no consigue lo que quiere
7. Actúa desafiante cuando se le pide realizar algo
8. Hace berrinches
9. Es irreverente con los maestros
10. Se queja
11. Llora
12. Solloza
13. Grita
14. Golpea al maestro
15. Es descuidado con libros y otros objetos
16. Destruye libros y otros objetos
17. Roba
18. Miente
19. Hace ruidos en clase
20. Se burla o provoca a otros estudiantes
21. Es mandón
22. Pelea verbalmente con otros estudiantes
23. Pelea físicamente con otros estudiantes
24. Exige atención del maestro
25. Interrumpe a los maestros
26. Interrumpe a otros estudiantes
27. Tiene dificultad para incorporarse a grupos
28. Tiene dificultad para compartir materiales
29. Es poco cooperativo es las actividades de grupo
30. Culpa a otros por problemas de conducta
31. Se distrae fácilmente
N C P A S M S
u a o l e u i ¿Es
n s c g g y e un
c i a u u m proble
a n s n i s p ma?
u v a d e r
n e s o g e
c c u
a e v i
s e d
c o
e
s
0 1 2 3 4 5 6 S N
í o
32. Tiene dificultad para permanecer en una tarea
33. Se frustra ante tareas difíciles
34. Fracasa al terminar tareas o proyectos
35. Es impulsivo, actúa antes de pensar
36. Es muy activo e inquieto

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