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La obra fue escrita por Henrik Ibsen en 1882, convirtiéndose en un clásico por la
contemporaneidad de los conflictos y temas que constituyen Un enemigo del
pueblo.
Pero aun con ello todos los vecinos y las autoridades están más preocupados por
la problemática económica que se avecina que por la sanidad y desinfección del
lugar y la muy probable perdida de la corriente turística, aun por encima de la
salud de las personas.
Esta obra nos da un claro ejemplo de la lucha de poderes, y que el dinero vale
mucho más, aun por encima de todas las cosas, incluyendo las personas y su
bienestar.
La historia del Dr. Tomás Stockmann es la de un hombre fiel a sus principios,
puro, casi ingenuo, que descubre que las aguas del balneario (principal actividad
económica del lugar) de su ciudad están contaminadas, y decide publicar este
hallazgo.
A partir de ese momento, -y como dice el personaje "para enseñarle a sus hijos lo
que es ser un hombre"- se enfrenta a la miseria de una sociedad compuesta por
políticos, periodistas corruptos y habitantes de una comunidad que sólo están
interesados en el progreso económico de su ciudad, sin importar el costo o el
perjuicio que ocasionarán a las personas que concurran al balneario.
En definitiva, Un enemigo del pueblo, plantea una lucha entre la razón y el poder.
La razón, encarnada en un solo hombre, y el poder representado por los políticos,
los medios y el pueblo. En este punto es interesante reflexionar sobre la ideología
del autor que, si bien defiende la democracia, plantea que la mayoría (el pueblo)
"tiene la fuerza, pero no la razón".
Nos da un claro ejemplo de políticos sin escrúpulos y sin ética, que solo vela por
sus intereses particulares, medios de comunicación que solo prestan sus
funciones al poder y que pactan con éste, intereses particulares enmascarados
bajo la noción de “bien común” y una opinión pública a la que se le manipula
deshonestamente.
Pero unido a toda esto, nos podemos enfocar en la frase “de le hombre más fuerte
es el que esta mas solo”. Ya que nos da un claro ejemplo de lo que es la fortaleza
humana aun en contra del mundo entero, podemos luchar, defendiendo nuestros
ideales.
Por último, otra virtud que posee este clásico del teatro es el de lograr una gran
identificación del público con la realidad existente, el de desnudar clara y
objetivamente los mecanismos perversos del poder, y el de traer una reflexión
sobre el accionar cotidiano de nosotros como ciudadanos.
El mensaje que me dejo y que es esencial meditar es que está bien que cada uno
siga sus ideales y luche por ellos respaldado de la razón, hasta las últimas
consecuencias aunque esto puede traer repercusiones negativas como le ocurrió
al doctor Stockmann, y a sabiendas que tal vez nadie lo apoyara y se podría iniciar
una guerra sin cuartel, pero de sobra esta, que poco a poco podremos ir
conquistando la conciencia de nuestra sociedad que se guía por las masas como
si fueran mansos corderitos siguiendo al pastor.