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IWU-National & Global y Wesley Seminary

Exegesis apocalipsis 21
Maestría en Divinidades

Presentado por Marta Cecilia Gómez Fuentes


ID   2487092

Presentado a: Doctor Luigi Peñaranda

Bogotá Colombia 11 de octubre 2019


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Análisis Exegético apocalipsis 21

Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar
ya no existía más y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios,
dispuesta como una esposa ataviada para su marido y oí una gran voz del cielo que decía: He
aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y
Dios mismo estará con ellos como su Dios enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos y ya
no habrá muerte ni habrá más llanto ni clamor ni dolor porque las primeras cosas pasaron y el
que estaba sentado en el trono dijo: He aquí yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe
porque estas palabras son fieles y verdaderas. y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega,
el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida
El que venciere heredará todas las cosas y yo seré su Dios y él será mi hijo. Pero los cobardes e
incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los
mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.
La nueva Jerusalén

Vino entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas
postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del
Cordero.

Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de


Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, teniendo la gloria de Dios. Y su fulgor era semejante
al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal. Tenía un muro
grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres inscritos, que son los
de las doce tribus de los hijos de Israel; al oriente tres puertas; al norte tres puertas; al sur tres
puertas; al occidente tres puertas. Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los
doce nombres de los doce apóstoles del Cordero. El que hablaba conmigo tenía una caña de
medir, de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro. La ciudad se halla establecida en
cuadro, y su longitud es igual a su anchura; y él midió la ciudad con la caña, doce mil estadios;
la longitud, la altura y la anchura de ella son iguales. Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro
codos, de medida de hombre, la cual es de ángel. El material de su muro era de jaspe; pero la
ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio; y los cimientos del muro de la ciudad estaban
adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero,
ágata; el cuarto, esmeralda; el quinto, ónice; el sexto, cornalina; el séptimo, crisólito; el octavo,
berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista.
Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad
era de oro puro, transparente como vidrio. Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios
Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero. La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna
que brille en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera. Y las naciones
que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y
honor a ella. Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche. Y llevarán la
gloria y la honra de las naciones a ella. No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace
abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.

Panorama General
3

El libro de Apocalipsis, es el último libro de la Biblia y su culminación. Fue

escrito y narrado en primera persona por Juan, el apóstol y evangelista,

alrededor del año 95, durante la cruel persecución del emperador romano

Domiciano, azote y perseguidor de los cristianos, mientras se encontraba

encarcelado en la Isla de Patmos. En Apocalipsis, el resucitado Jesucristo es el

eje alrededor del cual gira todo el libro. El título del Apocalipsis ya nos da la

clave para su lectura, puesto que es uno de los pocos libros con un título oficial:

"Apocalipsis de Jesucristo" (1:1). Significa la revelación del Jesús triunfante.

Cristo es la clave del triunfo en medio de la persecución. El libro pretende dar

felicidad, gracia y paz a los seguidores de Jesús (1:4); Feliz el que lea este libro y

feliz el que lo escuche (1:3); feliz el que hace caso de él (22:7).

Análisis Contextual

los cielos nuevos, la nueva tierra, la nueva gente, la Nueva Jerusalén, el nuevo

templo, la nueva luz, Se les estaba recordando de esta “gloria “que les sería

revelada; ellos simplemente no estaban diciendo que la tenían en la tierra. Era

similar a la mirada en la eternidad que capacitó a Moisés para soportar el

“maltrato con el pueblo de Dios”. El tenía “puesta la mirada en el galardón”

(Heb. 11:24-26). ¿No estaría en orden para los santos sufrientes del primer siglo

que también se les recordara esto? “Dios no sólo estaba interesado con mostrar

a los cristianos la victoria inicial de ellos sobre Roma, sino también su victoria

final.1

Contexto Histórico
1
Fee, Gordon, y Douglas Stuart. 2007. Lectura eficaz de la Biblia. Miami: Editorial Vida.
4

Escrito por el anciano discípulo Juan mientras estaba encarcelado en la isla

de Patmos alrededor del año 95 d.C., Apocalipsis ha sido una fuente de estímulo

e inspiración a los cristianos de todas las generaciones. El autor es identificado

como Juan y la evidencia interna apunta a la autoría del apóstol: “El autor se

llama a sí mismo como Juan cuatro veces en el libro (1:1, 4, 9; 22:8), siervo Juan

(1:1, 22:6), copartícipe de la tribulación (1:9)[2] y como profeta (22:9)”.[3] La

evidencia externa también es unísona al declarar la autoría juanina al libro de

Apocalipsis.2

Contexto Literario

Juan escribió desde la isla de Patmos, una isla del mar Ageo. El tiempo

preciso es desconocido por el mismo libro de Apocalipsis, pero la tradición

patrística lo ubica en tiempos del emperador Domiciano (81-96 d.C.). Pero “fue

liberado por Nerva y le permitieron regresar a Éfeso”.[9] El cristianismo primitivo

estaba sufriendo persecuciones terribles bajo este período de tiempo, y de esta

manera, Jesucristo utiliza las visiones por medio de Juan para traer consuelo a

esos cristianos y para “quitar el velo” del porvenir y del fin del mundo. Tal como

nos dice Ranko: “El libro de Revelaciones fue escrito en un tiempo de hostilidad

romana hacia los cristianos que eventualmente se convirtió en una persecución

directa”.[10] A pesar de esos problemas externos, también sufrían de la presión

del imperio romano por causa de no participar de muchas festividades paganas

y de la adoración al emperador (la adoración consistía mayormente de

2
Los dos unciales ejemplares más antiguos que contienen el nombre de esa forma, son
respectivamente ‫ א‬o Codex Sinaítico y CoCodex Ephraemi Rescriptus.
5

emperadores muertos hacía décadas). Pero fue precisamente el emperador

Domiciano que por primera vez “demandó adoración para sí mismo mientras él

estaba vivo”.[11] Entre estas circunstancias difíciles, el prematuro cristianismo

recibió consuelo, esperanza y aliento por el amor de Jesús manifestado en las

visiones de Juan.

Análisis de la Forma

Fue enviado como una carta hacia las 7 iglesias de Asia (1:4) También

“principia con amonestaciones a las siete iglesias de parte del divino Hijo del

hombre, a quien Juan vio en visión, después de una breve introducción que

expone el tema principal del libro, a saber, “para manifestar a sus siervos las

cosas que deben suceder presto” (caps. 1–3).[12] El propósito era plenamente

para ayudar a esas iglesias, en consuelo y esperanzas y también las cuales

estaban “caracterizadas por declinación espiritual y apostasía. Las iglesias

enfrentaban problemas, tanto externos como internos”3

Estructura y movimientos

Sección A. Los nuevos cielos.

Sección B. la nueva tierra

Sección C: la nueva Jerusalén.

Juan dice que el primer cielo y la primera tierra pasaron. Ese será el fin de

todo lo que por ahora llamamos cielos y tierra. ¿Qué sucederá después? Bueno,

3
Martínez, José M. “Hermenéutica Bíblica”. Barcelona: Editorial Clie, 1984.
6

Juan vio un cielo nuevo y una tierra nueva. Habrá una nueva obra creativa de

Dios. Dios va a crear algo totalmente diferente a lo que conocemos. Juan dice

que en esa nueva creación, el mar ya no existía más. Apocalipsis 21: 3-4 dice: “Y

oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los

hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con

ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no

habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas

pasaron.”

La voz desde el cielo está dando a Juan una explicación de la nueva

Jerusalén. Dice: Aquí está el lugar donde Dios vive con los hombres. Vivirá con

ellos, y ellos serán su pueblo y Dios mismo estará con ellos como su Dios.

Apocalipsis 21:5-8 dice: “Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí,

yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son

fieles y verdaderas. Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio

y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la

vida. El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi

hijo. Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios

y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que

arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.4

Síntesis

4
Ibid
7

Es sorprendente como apocalipsis 21, se describen varias promesas de

restauración, como el apóstol Juan en Apocalipsis 21:1 Entonces vi un cielo

nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían

desaparecido; y el mar dejará de existir. Juan ha visto la suerte de los malvados,

y ahora ve la de los bienaventurados. Juan describe La nueva Jerusalén

Apocalipsis 21:2 Y vi la Santa Ciudad, la nueva Jerusalén, descender del Cielo, de

con Dios, como una esposa engalanada para su marido. Aquí tenemos otra vez

un sueño de los judíos que nunca murió: el sueño de la restauración de “la

Santa Ciudad de Jerusalén”. Otro aspecto importante la comunión con Dios,

Apocalipsis 21:3-4 Y oí decir a una gran voz del Cielo: -Fijaos: la residencia de

Dios está entre los hombres, el lugar donde Dios habita en medio de los

hombres, como se describe y se afirma con ellos, y ellos serán Sus pueblos, y

Dios mismo estará con ellos; y enjugará de sus ojos todas las lágrimas, y ya no

habrá más muerte, ni angustia, ni clamor, ni habrá más dolor; porque habrán

desaparecido las cosas primeras. Aquí tenemos la promesa de la comunión con

Dios, con todas sus preciosas consecuencias. La voz “NUEVAS TODAS LAS

COSAS“ 5
apocalipsis 21:5-6 Y el Que está sentado en el Trono dijo: -Fijaos: Yo

hago nuevas todas las cosas. -Y se me dijo-: Escribe, porque estas son palabras

verdaderas de confianza y verdaderas. -Y me dijo a mí-: ¡Está hecho! ¡Yo soy el

Alfa y la Omega, el principio y el fin! A los sedientos les daré de la fuente del

agua de la vida sin que tengan que pagar nada. Dios habla aquí por primera vez;

Él es el Dios que puede hacer nuevas todas las cosas pertenece a uno de los
5
Martínez, José M. 1984. Hermenéutica Bíblica. Barcelona: Editorial Clie.
8

Ángeles de la Presencia. Dios va a poner Su residencia entre los hombres. “LA

PRESENCIA DE DIOS” Apocalipsis 21:22-23 En el versículo 22 Juan establece una

característica única de la Ciudad de Dios: no hay en ella ningún templo. Cuando

recordamos el aprecio en que tenían los judíos su templo, esto nos resulta

sorprendente. Pero ya hemos advertido que la Ciudad está edificada en la forma

de un cubo perfecto, indicando que toda ella es el Lugar Santísimo; no tiene

necesidad de ningún templo porque en toda ella está plena y constantemente la

presencia de Dios.6

Las personas que creen que la Nueva Jerusalén no aparece sino hasta el

final del Milenio no se dan cuenta que Apocalipsis 20:7-15 es una inclusión entre

paréntesis que Juan coloca para continuar con su discusión del destino de

Satanás y de las personas no salvas hasta llevarla a su conclusión final. Esto es

algo que Juan hizo varias veces en la narrativa de Apocalipsis para ayudar a

completar un pensamiento. Pecados de la humanidad. En el templo se dio

una gran enseñanza de la limpieza genuina al presentar a Dios lo mejor y

ver en el trasfondo de las acciones de los en Apocalipsis 21 Juan retorna al

comienzo del Milenio para describir la Nueva Jerusalén.7

6
Fee, Gordon D., and Douglas Stuart. “La Lectura Eficaz de la Biblia”. Miami: Editorial Vida, 1985. P. 208
7
Ibid, ap 21

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