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UNIDAD V: Aristóteles

Aristóteles (384-322):Nació en Estagira. Fue hijo de Nicómaco. Perdió sus padres y su tutor Proxeno lo envió a
los 17 años a estudiar a Atenas. Ingreso en la Academia de Platón. Allí permaneció 20 años hasta la muerte de su
maestro. La aparición del antimacedonismo hizo que Aristóteles se refugiara en Assos. Allí contrajo matrimonio
con Pythias, de la que tuvo una hija. En el año 3423 acepto ser educador del príncipe Alejandro de Macedonia.
Una vez terminada su misión regreso a Atenas. En el 336 abrió escuela propia: El Liceo. Al morir Alejandro
resurgió en Atenas el sentimiento anti macedónico. Aristóteles fue acusado de macedonismo e impiedad y se
retiró a Calcis. Murió en el 322. N su testamento ordena dar libertad a sus esclavos y pide ser sepultado junto a
su esposa. De su hetaira Herpylles tuvo un hijo: Nicomo.

Obras: El corpus aristotelicum actual quedo fijado desde Andrónico de Rodas en 35 a.C. Los libros que lo

Capítulo: Aristóteles
integran se clasifican en:

1- Lógica: El conjunto tratado de Lógica “Órganon”


2- Filosofía Primera: Comprende los 14 libros de la “Metafísica”.
3- Física: los libros Físicos.
4- Biología: Tratados Mayores y Menores.
5- Ética: “Ética Odemo”, “Ética Nicómaco” y “Gran Moral”.
6- Política
7- Arte: “Retorica” y “Poética”.

Tradicionalmente se considera que todo el corpus es labor de Aristóteles, pero la crítica diferencia 2 clases de
escritos: Los de “Juventud” y los de “Madurez”, integradas por notas y apuntes de clase. Se acepta todo el
corpus aristotélico como autentico pensamiento aristotélico.

Problemática: La filosofía de Aristóteles es un esfuerza para dar solución al problema del ser y de la ciencia tal
como venía plateado desde los presocráticos. Aristóteles tiene que dar una triple respuesta: Al monismo estático
de Parménides, al movilismo de Heráclito y al realismo ontológico de Platón.

A- Contra el monismo de Parménides: Aristóteles rompe la unidad del ser eleático mediante la introducción
de dos tipos de nociones:
1- Per se y per accides: Afirma el pluralismo del ser. Existen muchos seres, cada uno de los cuales es una
sustancia individual concreta que puede ser afectada por modificaciones accidentales.
2- Acto y potencia: Salva el movimiento de los seres. Lo que se mueve no es el ser, sino los seres,
concretos y particulares. Todos los seres excepto Dios son móviles.
B- Contra el movilismo de Heráclito: Aristóteles admite el movimiento, pero afirma la permanencia de las
esencias. Los seres particulares se mueven, pero sus esencias son per se, inmutables y permanecen a
través de todos los cambios. Estos son per accides.
C- Contra el pluralismo idealista de Platón: Aristóteles sostiene que no existen dos mundos
ontológicamente distintos sino uno solo la verdadera realidad la constituyen las sustancias individuales
es sus tres grandes variedades: terrestres, celestes y divina.

La idea de orden y jerarquía en el sistema aristotélico: Aristóteles concibe el universo como constituido por
una pluralidad de seres reales escalonados en orden de perfección desde el ínfimo, que es la materia prima o
primera, hasta el supremo, que es Dios. Primera manera de jerarquizar:

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A- Considerados desde el punto de vista del acto y de la potencia, los seres comienzan en la pura
potencialidad, materia primera, hasta llegar al acto puro que es la cumbre del ser.
B- Considerado desde el punto de vista de la forma y la materia, en el principio tenemos una materia sin
forma o materia prima, y a través de una serie de seres cuyas formas son cada vez más perfectas,
llegamos a una forma pura sin materia.
C- Considerado desde el aspecto del movimiento, el universo se compone de una serie de motores y de
móviles hasta llegar a un primer motor inmóvil que no es movido por otro y que no es causa de los
movimientos.
D- Desde el punto de vista de la finalidad, todo ser tiende a su a propia perfección que constituye su fin
particular. Debido a este sentido de finalidad, al sistema aristotélico se le llama teleológico o finalista.

Considerado desde estos puntos de vista, el universo resulta todo el conjunto de los seres divididos en tres

Capítulo: Aristóteles
grandes sectores o plano ascendentes en perfección:

1- El mundo físico-terrestre: A este plano pertenecen las sustancias físicas en cuya composición entran la
materia primera y los cuatro elementos. Son móviles, generables, corruptibles, están compuestas de
materia y forma, de materia y acto. Según la perfección de sus formas se dividen en: no vivientes y
vivientes.
2- Mundo físico-celeste: a este plano pertenecen los astros, que son sustancias móviles, eternas, compuestas
del quinto elemento éter, y dotadas de formas vivientes e inteligentes.
3- Sustancia divina supra celeste: Fuera del universo físico existe una sustancia eterna, simplísima,
inmóvil, incorruptible, forma pura sin materia, acto puro sin potencia. Esta sustancia es Dios. Es la
cumbre de todos los seres, pero no ha creado el mundo y ni lo conoce. Su única intervención en el
mundo es ser causa del movimiento de todos los seres físicos por atracción y amor de su perfección.

La ciencia: Aristóteles conserva el mismo concepto de ciencia que sus predecesores. La ciencia es un
conocimiento fijo, estable y cierto. Aristóteles distingue dos órdenes de conocimiento:

Conocimiento sensitivo: Es la única fuente de todos nuestros conocimientos y se caracteriza por su


particularidad. Es verdadero, pero no científico. Está sujeto a la mutación de las cosas y no distingue lo
sustancial de lo accidental. Es solo fuente de opinión.

Conocimiento intelectivo: Solo este conocimiento puede llegar a constituir ciencia. Capaz de producir el
concepto universal con los caracteres de fijeza, estabilidad y necesidad, y de combinarlos en razonamientos.

Propiedades del conocimiento científico:

1- Es un conocimiento de la esencia de las cosas. Responde a la pregunta ¿Qué es la cosa?


2- Es un conocimiento de las cosas por sus causas, es decir, ¿Por qué es?
3- Es un conocimiento necesario. Sabe que una cosa es así y que no puede ser de otra manera.
4- Es un conocimiento universal, abstracto, inmutable.

Definición de la ciencia: La ciencia es un conocimiento universal, es decir, fijo, estable, necesario y cierto, que
llega hasta las esencias de las cosas, las expresa en definiciones y las explica por sus causas. Aristóteles, a
diferencia de Platón, hace entrar dentro del campo de la ciencia a las sustancias materiales del mundo sensible
mediante la distinción entre orden lógico y orden ontológico. Las sustancias materiales son contingentes (que
pueden ser o no ser) y están sujetas al movimiento, a la mutación, a la generación y a la corrupción, pero, aunque
en sí mismas no son ontológicamente necesarias, sin embargo les cabe una necesidad lógica, no absoluta pero si
suficiente para poder elevarlas a objeto de ciencia mediante la actividad abstractiva del entendimiento humano.
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Formación del concepto universal: Aristóteles no admite las ideas innatas ni la reminiscencia. Todo
conocimiento tiene su punto de partida en la experiencia sensible, y solamente alcanza la universalidad lógica
propia del conocimiento intelectivo cuando está terminada la labor de abstracción en el entendimiento. La teoría
aristotélica del conocimiento se caracteriza por la estrecha colaboración que establece entre la función de los
sentidos, de la imaginación y del entendimiento, para llegar la formación de los conceptos universales que
constituyen la base de la ciencia. Para elevar las impresiones sensibles al grado de universalidad y necesidad
requeridas por la ciencia, el estagirita indica dos procedimientos distintos:

A- Lógico o de inducción
B- Psicológico o acción iluminadora del entendimiento sobre los fantasmas o imagines que le provee la
imaginación.

Capítulo: Aristóteles
Estos dos procedimientos son aspectos complementarios y simultáneos del proceso de abstracción que asciende
desde el conocimiento sensitivo al intelectivo, es decir, de las sensaciones al concepto, de lo particular a lo
universal.

Pasos del proceso de abstracción:

A- Aspecto o procedimiento lógico:


1- Sensación: El punto de partida de todo conocimiento es la percepción sensible de los objetos materiales
pues no tenemos conocimientos innatos; todo viene de los sentidos.
2- Memoria: En la memoria persisten y se conservan las impresiones sensitivas.
3- Experiencia: De la repetición y confrontación de varias sensaciones repetidas procedentes de objetos
semejantes conservadas en la memoria y unida a la observación nace la experiencia. Pero la experiencia
no transciende lo particular ni se puede enseñar.
4- El concepto universal: Con el concepto universal ya se está en el campo intelectivo porque de la
reducción de muchas experiencias a la unidad de una sola noción se produce el universal que reduce la
pluralidad sensible a la unidad del concepto.
5- Arte: Tiene por objeto la acción y la producción. Proviene directamente de la experiencia y sintetiza
unidades experimentales en un solo concepto universal. la experiencia conoce el hecho y la cosa pero
ignora la causa. El arte conoce la cosa y el hecho, y además la causa. Por eso ya se puede enseñar.
6- Ciencia: el concepto universal constituye el fundamento de la ciencia. Después que habían sido
inventadas todas las artes se inventaron las ciencias, y nacieron donde sus cultivadores tenían tiempo,
ocio, para consagrarse al estudio. La ciencia requiere un conocimiento más amplio y profundo que el
arte, pues se propone conocer las primeras causas y los principios de los seres. La ciencia se puede
transmitir, enseñar. La formación del concepto universal es un proceso de unificación, estabilización y
desmaterialización del objeto en estudio. El concepto universal, para ser verdadero, tiene que representar
íntegramente la esencia completa y permanente de la cosa representada. Puede prescindir de sus
caracteres accidentales, pero tiene que representar los dos principios esenciales constitutivos: la materia
y la forma.
B- Aspecto psicológico de iluminación del entendimiento agente: Aristóteles en “de Anima “-L.III,
habla sobre el mecanismo psicológico para la formación del concepto universal utilizando la metáfora de
“Iluminación del entendimiento agente”. Este proceso pasa por distintas facultades cognoscitivas del
alma:

Las sensaciones múltiples y particulares provenientes de los sentidos sufren una unificación al ser recibidas en
el sentido común. Del sentido común que las unifica como provenientes de un mismo objeto, pasan a la
imaginación o a la fantasía conservando todavía su particularidad. Sobre las imágenes de la fantasía, actúa el

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entendimiento agente, que las despoja de su materialidad y particularidad por medio de la iluminación, y hace
aparecer la idea universal representativa de la esencia de la cosa, es decir, el concepto. Con la iluminación
termina la labor del entendimiento agente, pues el concepto obtenido es utilizado por el entendimiento pasivo
que relaciona, juzga, induce, deduce y compara en base a los conceptos proporcionados por el entendimiento
agente, y produce entonces el conocimiento científico o ciencia. El entendimiento es inmortal. El proceso de
formación de los conceptos es idéntico y común al conocimiento vulgar y al científico, pero para utilizar
científicamente los conceptos, entra en función el entendimiento posible o pasible, sin cuya intervención no sería
posible relacionar los conceptos para hacer los procesos lógicos que el conocimiento científico requiere.

División de las ciencias: Aristóteles en “Metafísica” L. VI establece la distinción de las ciencias en:

A- Teoréticas: Se dividen en: Física, que tienen por objeto las sustancias móviles e inseparables de la

Capítulo: Aristóteles
materia; matemáticas, que versan sobre objetos inmóviles pero inseparables de la materia; y teología,
que se ocupa de la sustancia separada e inmóvil, y es la ciencia suprema porque versa sobre el objeto
supremo de conocimiento: El acto puro.
B- Practicas: Son la política, que tiene por objeto el gobierno de la ciudad o polis; la económica, que tiene
por finalidad el gobierno de casa; y la monástica o ética, a la que le compete la dirección de la vida
individual.
C- Poéticas o productivas: Tienen menor valor científico, y entran en la categoría de artes (medicina,
música, gimnastica, construcción, etc.).

Aristóteles distingue otras ciencias como la filosofía primera, la analítica o lógica y la gramática, y les atribuye
un carácter más general. Se las requiere para todas otras las ciencias.

Metafísica o filosofía primera:“Hay una ciencia que estudia el ser en cuanto ser y las propiedades que le
corresponden, no se confunde con ninguna de las llamadas ciencias particulares que estudian una cierta pare del
ser e investigan las propiedades de esa parte” Metafísica L. IV. Aristóteles encomienda su filosofía primera la
labor de precisar y definir un conjunto de nociones generalísimas que ella suministra a todas las demás ciencias,
las cuales las utilizan analógicamente, cada una en su campo respectivo. Estas nociones son, por ejemplo, la
noción universalísima de ser y de sus propiedades en cuanto tal; los modos de ser o categorías, sustancia y
accidentes; las nociones generalísimas de acto y potencia, causa y efecto; las de esencia y existencia, etc.
También le corresponde establecer nociones como bien, verdad, belleza, esencia, existencia, en su máximo grado
de generalidad. El concepto universalísimo de “ser” al que llega la filosofía primera es trascendente. Se predica y
se aplica de las más diversas maneras a todos y cada uno de los seres, incluso a Dios.

Esencia: “Esencia de una cosa es aquello que una cosa es y por lo cual se distingue per se de todas las demás”.
La esencia se expresa en la definición. Responde a la pregunta ¿Qué es esto? Las esencias de las cosas son
inmutables y no admiten grado, es decir, no se puede ser más o menos caballo, más o menos escritorio. Hay
esencia de la sustancia y esencia de los accidentes, pero primeramente se dice de la sustancia y secundariamente
de los accidentes.

La analogía: Para explicar la analogía, Aristóteles utiliza los diversos sentidos en que se emplean las palabras,
dándole un sentido lógico y un alcance ontológico. Aristóteles distingue las palabras en homónimas, es decir,
aquellas en las cuales la palabra es la misma pero los sentidos son completamente distintos, por ejemplo, gato
animal y gato herramienta; sinónimas o univocas, en las cuales la palabra y la significación son idénticas o muy
semejantes, por ejemplo, comer o alimentarse, moverse o trasladarse; y análogas, es decir, aquellas en que la
palabra es la misma y el sentido fundamentalmente uno, pero con una gran variedad respecto de los objetos a los

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cuales se aplica, por ejemplo, león referida a un animal y al hombre valeroso. Lo que se dice de las palabras se
aplica a los conceptos, que serán también homónimos, unívocos y análogos.

El ser se expresa en multitud de sentidos diferentes que responde a una multitud de modos distintos de seres
existentes en la realidad. El ser no es uno como decían los monistas, sino plural y con modalidades distintas. De
todos los seres, la inteligencia abstrae el concepto comunísimo de “ser”, el cual tiene en su misma
indeterminación una gama infinita de aplicaciones. El ser se concibe y se predica de todos los seres, pero no
unívocamente, pues todos los seres son distintos, ni tampoco equívocamente como si fueran totalmente distintos,
sino análogamente, en cuanto que, dentro de su diversidad, todos ellos tienen en común el hecho de ser. De esta
manera el concepto de ser, que es el más común de todos, tiene el máximo grado de analogía y puede aplicarse a
todos y cada uno de los seres.

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Modos del ser: Aristóteles reduce a cuatro los modos fundamentales de existir, de concebirse y de predicarse el
ser. Estos modos dan cuatro binomios de modo de ser.

1- Per se,el ser per se o el ser per accides.


2- El ser verdadero o el ser falso. Las cosas en cuanto que son, son siempre verdaderas. La verdad o la
falsedad se dan en el juicio.
3- Las categorías, que se dividen en ser sustancial y ser accidental.
4- El ser en potencia o el ser en acto

Acto y potencia: Las nociones de acto y potencia son capitales en el sistema de Aristóteles. Surgen al
enfrentarse con el movimiento físico, pero se convierten en nociones aplicadas a todas las partes de su filosofía.
Aristóteles deduce la distinción real entre potencia y acto fijándose en el hecho de la mutación: los seres físicos
cambian, pero no podrían cambiar si no tuvieran capacidad para cambiar. Por lo tanto, esa capacidad de cambio
o potencia es en ellos algo real y distinto del acto de ser.

El acto: La noción de acto es tan primitiva que no se puede definir. Un ser en acto es el que posee la existencia
actual. Es en ello algo real y distinto del acto de ser. Aristóteles insinúa la distinción entre acto entitativo, que es
estático y el acto operativo dinámico, ordenado a la acción y al movimiento. También distingue cuando el acto es
puro de cuando esta mezclado, es decir, cuando tiene potencia.

La potencia: La potencia es una realidad intermedia entre ser y no-ser, entre la nada y el acto. La potencia
implica imperfección, y se ordena esencialmente al acto, pero la potencia no es una simple carencia de acto, sino
una realidad propia en el sujeto en que se sustenta, pues la potencia no puede existir separadamente de un sujeto
real existente en acto. Aristóteles distingue potencia activa y potencia pasiva, es decir, el poder de modificar a
otro, y el poder de ser modificado por otro.

Relaciones entre el acto y la potencia: El ser en acto siempre es anterior al ser en potencia, tanto lógica como
ontológicamente. Toda potencia tiende hacia el fin y el fin es su acto. La potencia se define por orden al acto, es
decir, la potencia de edificar se define por el acto edificación.

Aplicaciones de la teoría del acto y de la potencia:

1- En física: El concepto de ser en acto y en potencia sirve a Aristóteles para resolver el problema del
movimiento. El movimiento es el acto de lo que es en potencia en cuanto tal, todo se muda pasando de la
potencia al acto.

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2- En la teoría hilemórfica: Los conceptos de acto y potencia se concretan en los materia y forma. Los
seres del mundo físico son mezcla de acto y potencia. No son inmutables, por estar compuestos de
materia que cambia para adquirir una forma accidental.
3- Ontología: El grado en que entra en los seres el acto y la potencia sirve para determinar el puesto que a
cada uno le corresponde en la escala de los seres.
4- En biología: la vida no proviene de la materia sino de la forma, y las diferentes clases de vida
(vegetativa, sensitiva, intelectiva) corresponden a la diversidad de las formas actos en los seres vivientes
cuya materia es la misma en todos.
5- En teología: La distinción entre acto y potencia fundamenta la diferencia entre el ser apropiado a Dios y
el de todas las demás entidades. El ser de Dios es un acto puro simplísimo, sin mezcla de potencialidad,
mientras que el de todas las demás entidades está compuesto de materia-potencia y de forma-acto.

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Categorías: La doctrina aristotélica de las categorías constituye una aplicación de su concepto analógico del ser.
Significa acusar ante un juez. Y en sentido lógico, predicar algo del sujeto gramatical. En Aristóteles categoría
tiene dos sentidos, lógico y ontológico. La división de las categorías se basa en la contraposición entre sustancia
y accidentes. De aquí resulta la división analógica del ser en diez géneros supremos o categorías divididas en
sustancia y accidentes.

Sustancia: La noción de sustancia es fundamental en Aristóteles. Se apoya en el hecho del movimiento y del
cambio para afirmar la existencia de un sujeto que permanece a través de las mutaciones accidentales. Este
sujeto es la sustancia que se contrapone a los accidentes como lo estable a lo mudable.

Para Aristóteles la realidad está constituida por una multitud de seres concretos individuales subsistentes, cada
uno de los cuales es una sustancia individual, que es una cosa determinada, pues está dotada de una forma
sustancial. Lo propio de la sustancia es ser ella misma el ser primero, que es apto para existir en sí y por sí y no
en otro sujeto. La sustancia es lo primero tanto en el orden lógico como en el ontológico, si bien en sentido
lógico las sustancias no son entes individuales sino conceptos universales o sustancias segundas.

Accidentes: Son modificaciones adventicias que sobrevienen a la sustancia y se distinguen de ella. No pueden
existir por sí mismos. Se sustentan en la sustancia. La esencia del accidente consiste en existir en otro.
Aristóteles nombra corrientemente nueve accidentes: cantidad, cualidad, relación, lugar, tiempo, situación,
posesión, acción y pasión.

Las causas: La actividad permite considerar al ser como casusa. En el orden ontológico, la causa es la que da
verdaderamente el ser. “todo lo que llega a ser es por una causa. La causa es aquello de lo cual una cosa depende
en su ser y en su hacerse. De la noción de causa se derivan estas consecuencias:

1- La causa se distingue realmente del efecto.


2- La causa es ontológicamente anterior al efecto.
3- El ser del efecto depende de la causa.

Aristóteles menciona cuatro causas del ser: dos causas intrínsecas, que son la material y la formal; y dos
extrínsecas, que son la eficiente o motriz y la final.

La causa final tiene gran importancia en Aristóteles pues influye sobre la gente, determinando el sentido
concreto de su acción. La causa final es el fin o la perfección que se trata de adquirir.

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Física: L física trata del ente móvil. En un conjunto de principios generales en los que se aplican los conceptos
de acto, potencia y movimiento a los seres del mundo corpóreo. Soluciona con esto el estatismo del ser de
Parménides.

Movimiento: Todas las sustancias pertenecientes al mundo físico son móviles. Movimiento es:” El tránsito de
un ser de la potencia al acto”. Hay mutaciones sustanciales y hay mutaciones accidentales, que pueden ser según:
el lugar (local), la cantidad (aumento o disminución), la cualidad (cuando se adquiere o se pierde alguna
cualidad).

El lugar: Aristóteles considera el lugar como “el primer termino inmóvil del cuerpo circundante”. Es distinto
pero inseparable de los cuerpos. No es mayor ni menor sino igual a la superficie de las cosas localizadas.

El tiempo: Del movimiento resulta el tiempo que Aristóteles define: “El tiempo es la medida del movimiento

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según lo anterior y lo posterior. Sin movimiento no puede darse el tiempo, y se requiere además la intervención
de una inteligencia que mide y compare las distintas posiciones del móvil según el antes y el después.

Los entes móviles son sustancias corpóreas integradas por dos coprincipios distintos: la materia y la forma, que
unidas componen un solo ser sustancial. Con los conceptos de materia y de forma se hace una aplicación
analógica de los conceptos de potencia y acto al orden físico.

La materia: Con la noción de materia como pura potencia en el orden físico, sustituye a Aristóteles la noción
presocrática de naturaleza. La concibe como un sustrato eterno y universal de donde proceden todas las cosas
corpóreas. La materia nunca puede existir por si sola, si siempre unida a su otro coprincipio sustancial que es la
forma, que la actualiza y determina.

La materia primera o materia prima ocupa el ínfimo grado en la escala de la realidad. No es ninguna cosa en
acto, pero está en potencia para ser todas las cosas. No es perceptible por los sentidos. Su existencia se deduce de
las mutaciones que se verifican en las materia sensible o materia segunda. Debajo de todas las mutaciones del
mundo físico debe haber un sujeto común. Que, sin ser ninguna cosa determinada, es potencialmente apto para
ser todas las cosas materiales.

Forma: La forma es una noción opuesta y a la vez complementaria de la de materia. La forma actúa y determina
la potencialidad de la materia primera. Es el acto primero de todo cuerpo físico. En Aristóteles, la forma es
educida de la materia. Está contenida en esta. Son sacadas de la misma materia por la acción de la causa
eficiente. En cuanto a las formas vivientes, Aristóteles sostiene que proceden del calor solar. El entendimiento
humano aparece como viniendo de afuera.

El compuesto: De la unión de la forma-acto con la materia-potencia resultan las sustancias corpóreas. En


Aristóteles ni la materia ni la forma tienen una existencia propia por separado. Lo que propiamente existe no es
la materia ni la forma, sino la materia formada en el compuesto. En la esencia del compuesto corpóreo entran
tanto la materia como la forma, y de ninguna de ellas se puede prescindir en su concepto y en su definición. La
materia es esencialmente idéntica en todos los individuos, pero cada uno de ellos tiene una porción distinta en
virtud del accidente real de la cantidad. El individuo compuesto sustancial es lo que se hace o se corrompe. Es el
término de la generación y de la corrupción y el sujeto de los accidentes. Ni la materia no la forma obran o
padecen separadamente, sino que obra o padece el individuo sustancial.

Biología y antropología: Noción de vida: Todas las sustancias del mundo físico-terrestre son móviles, pero
entre ellas hay una gran diferencia que las subdivide en dos órdenes muy distintos: seres inertes, que se mueven
por el impulso que les comunica algún agente extrínseco; y seres vivientes, que tienen un principio intrínseco de

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movimiento espontaneo hacia su propio bien y su propio fin. De aquí resultas un doble orden de sustancias
físicas: vivientes y no vivientes o inertes. La distinción entre vivientes y no vivientes proviene de sus formas.
Los seres vivientes tienen un principio de vida que es la forma alma. Aristóteles considera la vida como calor
(sumos: calor que viene de los astros).

Grados de viviente: Aristóteles distingue varios grados de perfección en la escala de los vivientes. Cada grado
superior incluye a los inferiores. En forma ascendente:

1- Plantas: Tienen alma vegetativa o nutritiva que ejerce las funciones de asimilación y reproducción.
2- Animales imperfectos: Tienen alma sensitiva, pero carecen de movimiento.
3- Animales perfectos: tiene alma sensitiva y además apetito, fantasía, memoria y facultad locomotiva para
trasladarse de un lugar a otro.

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4- Hombre: es el grado supremo en la escala de los vivientes terrestres, y sintetiza en si todas las
perfecciones anteriores, pero se distingue y los supera a todos por su alma, que es una forma dotada de
entendimiento y voluntad, o sea, racional.

El alma: Es el principio de vida y es el acto del cuerpo. “El alma es el acto primero del cuerpo físico orgánico
que tiene vida en potencia.” El alma se une al cuerpo como la forma con la materia. Alma y cuerpo constituyen
un solo y único compuesto sustancial con las características de una especie de viviente. Con la aplicación de la
teoría hilemorfica a la biología, la unión del alma con el cuerpo es natural y quedan excluidas la preexistencia y
la transmigración del alma, si bien Aristóteles no parece aceptar su inmortalidad. El alma es una, pero realiza
múltiples funciones y operaciones distintas: nutrición, sensación, apetito, pensamiento; correspondientes a
grados de vida:

- Vida vegetativa: Es la clase inferior de vida. Incluye tres funciones: nutrición, crecimiento y
generación. Las dos primeras tienden a la conservación del individuo; y la segunda a la de la especie.
- Vida sensitiva: La sensibilidad marca un grado mas alto de vida. Añaden en los animales la facultad de
conocer seres distintos de ellos mismos. A este poder de conocimiento van unidas otras dos facultades,
que son: el apetito sensitivo y la potencia locomotiva, que son las tres manifestaciones propias de la vida
sensitiva.
- Vida intelectiva: Es el grado superior de la vida. Tiene una doble modalidad cognoscitiva y apetitiva
correspondiente a dos facultades superiores, que son la inteligencia y la voluntad. Aristóteles suprime la
multiplicidad de almas en el hombre y le adjudica cinco clases de potencias o principios de operación:
vegetativa, sensitiva, apetitiva, intelectiva y locomotiva. En Aristóteles el conocimiento sensitivo se
caracteriza por la pasividad. La forma de los objetos actúa sobre el orden. Aristóteles establece la
distinción entre sentidos externos e internos:

Sentidos externos: No llegan a percibir la esencia de las cosas. Aristóteles distingue además sensibles propios de
los sentidos externos, por ejemplo, para la vista el color, para el oído el sonido, etc.; y sensibles comunes, que
son aquellos cuya percepción no es exclusiva de ningún sentido determinado, por ejemplo, el movimiento y la
quietud.

Sentidos internos: Son sentido común, imaginación, estimativa y memoria. Pueden realizar sus funciones en
ausencia de sus objetos.

Apetito: Junto con la sensibilidad cognoscitiva hay que distinguir una sensibilidad apetitiva. El animal en virtud
de los conocimientos suministrados por los sentidos desea o aborrece, busca o rehúye determinados objetos. Sus
reacciones son determinadas por el placer o el dolor.

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Locomotiva: Al apetito va unida otra facultad que es la locomotiva, por la cual los animales pueden moverse de
un lugar a otro para buscar su bien o huir del mal.

Conocimiento intelectivo de la vida intelectiva: En el grado superior de la vida hallamos una doble modalidad
cognoscitiva y apetitiva correspondiente a dos facultades distintas que son la inteligencia y la voluntad.

La voluntad: Además del apetito sensitivo de los animales y de los hombres, Aristóteles admite otro apetito
correspondiente a la vida intelectiva, la voluntad. Pero hay una gran diferencia entre el apetito sensitivo y el
apetito intelectivo voluntario: en el apetito sensitivo lo apetecido o apetecible mueve inmediatamente, mientras
que el intelectivo, voluntad, esta bajo el influjo del entendimiento que juzga en virtud del sentido del tiempo.
Ejemplo: animal, tiene hambre, come. El hombre juzga según el tiempo, el ámbito, etc.

En el apetito intelectivo se da un engranaje de causalidad entre el entendimiento y la voluntad. La voluntad

Capítulo: Aristóteles
movida por el deseo quiere alcanzar el fin, pero al entendimiento le corresponde la deliberación, es decir,
reflexionar acerca de los medios o acciones para conseguirlo. Aristóteles admite plenamente la liberad y la
responsabilidad moral. “en nuestro poder se halla la virtud y también el vicio, pues de nosotros depende el hacer
o el no hacer, el sí y el no.”

Primer motor: Por encima del mundo físico terrestre existe el mundo de las sustancias físicas celestes,
compuestas de éter o quino elemento y de formas vivientes e inteligentes, dotadas de facultad apetitiva. La
perfección de las sustancias celestes es cada vez mayor conforme se alejan de la tierra, hasta llegar a la última de
ellas que es el primer motor. El universo físico se mueve por la acción combinada de una sucesión de motores y
de móviles movidos por el primer motor.

Teología: La sustancia divina trascendente: Ascendiendo a través de una jerarquía ordenada de acto y potencia,
de motores y móviles Aristóteles llega a la afirmación de la existencia de una sustancia suprema, acto puro,
trascendente al universo que constituye la coronación ontológica de todo su sistema. El acto puro de la
metafísica es trascendente al universo. Está más allá del primer cielo, fuera del tiempo, del lugar y del vacío. El
acto puro, por no tener materia ni potencia es perfecto, y mueve como causa final, por atracción y amor a su
perfección. El primer motor lo conoce, y mueve a los demás móviles hacia él. El movimiento surge del universo
en virtud de la atracción que ejerce el acto puro sobre el primer motor. Si bien Aristóteles llama Dios al acto
puro, el acto puro no conoce ni al primer motor ni al mundo. Su vida es su pensamiento. Su gozo consiste en
pensarse a sí mismo y conocerse a sí mismo. Metafísica L XII.

Ética: Las teorías modales de Aristóteles se contienen en sus tres obras: “Ética a Eudemo”, “Ética a Nicómaco”
y “Gran Moral”. Consisten en conclusiones de orden práctico derivadas de la parte teórica de su filosofía. Por
eso es una ética finalista que no planea el bien en abstracto sino en concreto como fin de las acciones. Según
Aristóteles no hay un ser único, sino muchos seres y a cada ser le corresponde su propio bien que consiste en
lograr la plenitud de su propia perfección. El grado de perfección que le corresponde a cada ser esta en relación
con el lugar que ocupa en la escala de los seres, por lo tanto, hay relación entre el ser y el bien. Según
Aristóteles, el objeto de la ética consiste en averiguar cuáles son el bien, la perfección y la felicidad que
corresponden al hombre con el fin de ajustar a ellos la orientación practica de su conducta. La ética de
Aristóteles, además de finalista, es eudemonista. “Toda acción humana está orientada hacia la consecución de
algún bien al cual van unidos el placer y la felicidad. Por esto se definió el bien como aquello que apetecen todas
las cosas.” Ética a Nicómaco. El bien tiene carácter de causa final de la acción de la gente. “Todo arte, todo
método, así como toda elección apetece algún bien.” Todo lo que es bueno es un fin, y el fin es aquello por lo
cual se mueve la gente. Hay muchos bienes parciales a cuya consecución se ordenan las acciones particulares de
los hombres. Hay que hallar el bien que polariza todas estas acciones y que es fin de la vida del hombre y que

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oriente su conducta. “A la manera de los arqueros que apuntan a un blanco bien señalado hay que determinar en
que consiste el bien que puede darle la felicidad, el mayor bien al que puede aspirar el hombre en esta vida.”

Aristóteles asigna al mayor bien las siguientes condiciones:

1- Debe ser perfecto. Definitivo y suficiente para hacer feliz al hombre con su posesión.
2- Debe buscarse por si mismo y no como medio para alcanzar otro fin.
3- Debe ser una cosa presente, de posesión real y actual. No un posible.
4- Debe ser una cosa activa, una actividad.
5- Debe hacer al hombre bueno.
6- Su posesión debe tener estabilidad a lo largo de una vida completa y entera (porque una sola golondrina

Capítulo: Aristóteles
no hace el verano).

De acuerdo a estas condiciones del mayor bien, Aristóteles investiga cual es entre todos los bienes el mayor
bien, y además cual es la actividad que puede hacer feliz al hombre. Para hallar el mayor bien, Aristóteles usa el
método de exclusión. En primer lugar, rechaza que el bien propio del hombre consista en los placeres sensibles:
“una vida entregada al placer no es vida humana, sino propia de esclavos o de animales brutos”. Tampoco
consiste en las riquezas, las cuales, si bien son necesarias para una vida feliz y virtuosa, tienen mas de medios
para conseguir otras cosas que de fines. Tampoco en la gloria y los honores, que son la justa recompensa de la
vida en la polis.

Para determinar cuál es la actividad propia del hombre, Aristóteles analiza las funciones del compuesto humano.
La primera es vivir, pero esta es común a las planas y a los hombres. La segunda es sentir, pero esto es común al
hombre y a los animales. Lo que realmente distingue al hombre de los vivientes inferiores es la razón, por lo
tanto, la actividad propia del hombre consiste en vivir conforme a la razón. La razón debe dirigir y regular todos
los actos del hombre. En esto consiste la vida virtuosa. Hay que averiguar ahora cual es la virtud más alta que
debe dirigir la vida del hombre, para que con su actividad alcance en la vida su bien y su felicidad. En el libro X
de la Ética a Nicómaco, Aristóteles acumula razones para demostrar que el bien propio del hombre consiste en la
vida teorética o contemplativa, es decir, en el ejercicio de la actividad de su potencia más alta, que es la
inteligencia. ”El acto del pensamiento tiene algo de divino. En la Ética a Eudemo, Aristóteles propone como
objeto de la vida humana el culto y la contemplación de Dios (la Makarietes: “Este es nuero fin más noble y
nuestra norma más segura de conducta.), no obstante reconoce que solo es para pocos.

El bien y el placer: Aristóteles retoma la discusión sobre el bien y el placer, y establece que el placer no es bien
absoluto ni tampoco un mal, sino un resultado que acompaña toda actividad natural del hombre. “Cada placer es
propio del acto que completa.” Como el hombre se compone de alma y de cuerpo, hay placeres más o menos
elevados, entre los cuales hay que preferir los del alma sobre los del cuerpo. Estos deben ser regulados con la
templanza. “Los verdaderos placeres del hombre son las acciones conforme a la virtud. La felicidad es cierta
actividad del alma dirigida por la virtud perfecta.”

La virtud: La felicidad no es un regalo de los dioses, ni un producto del azar. Es preciso conquistarla tras largo
y costoso ejercicio mediante la lucha y la práctica de la virtud. La virtud es la condición y el medio necesario
para conseguir la felicidad. Hay que averiguar entonces en que consiste la virtud.

El hombre es un compuesto sustancial de cuerpo y alma. Este compuesto es sujeto de pasiones, de potencias y de
hábitos.

Las pasiones: Son movimientos del apetito sensitivo que conllevan placer o dolor (concupiscencia, cólera,
temor, audacia, envidia, amor, odio, pesar, compasión y gozo). El hombre es también sujeto de potencias, que es 1
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aquello que capacita al hombre para experimentar las pasiones. Es, además, sujeto de hábitos, que son cualidades
adquiridas y que ponen en buena o mala disposición al compuesto humano para sentir las pasiones. Los hábitos
pertenecen a la categoría de cualidad, porque califican bueno o malo. Aristóteles da a la virtud las siguientes
características:

1- La virtud es un hábito que se adquiere por la repetición de actos buenos en ese orden
2- La virtud es un hábito voluntario, libre, que implica deliberación y elección. El acto voluntario consta
de:

Capítulo: Aristóteles
1- Conocimiento del objeto y del fin.
2- Voluntad y decisión de alcanzarlo.
3- Deliberación sobre los medios adecuados para conseguir el fin.
4- Elección reflexiva de los medios.
5- Firmeza inquebrantable en la decisión de lograr.

3- Las virtudes consisten en el justo medio entre dos extremos viciosos.


4- La virtud reside en el alma, pues necesita conocimiento, deliberación y liberad para seguir la acción
escogida y repetirla para llegar al fin. El cuerpo es solo el soporte material del alma.
5- No basa con conocer en que consiste la virtud, sino que requiere esfuerzo para establecerla y practicarla.
La virtud tiene por misión completar, perfeccionar la disposición natural. “En el hombre será la virtud la
manera de ser moral que hace de él un hombre de bien que realizara la obra que le es propia.”

Criterio de moralidad: Las virtudes morales consisten en un medio entre extremos viciosos. Para hallarlos, hay
que recurrir a la recta razón, pero la recta razón no es una cosa subsistente. Aristóteles aconseja acudir al buen
juicio de un varón prudente y sensato que juzga conforme a la razón y a la experiencia.

Definición de virtud: “Un hábito adquirido, voluntario, deliberado, que consiste en el justo medio en relación a
nosotros, tal como lo determinaría el buen juicio de un varón sensato y prudente, juzgando conforme a la razón y
a la experiencia.”

División de las virtudes: Aristóteles distingue en el alma una parte irracional y una racional. La irracional es el
sujeto de las virtudes morales o éticas, y la parte racional es el sujeto de las dianoéticas o intelectuales, a las
cuales les corresponde dirigir todo el conjunto de la actividad humana.

Virtudes dianoéticas o intelectuales: Aristóteles subdivide, a su vez, la parte racional del alma en entendimiento
teórico o especulativo y entendimiento direccional o práctico.

Al entendimiento teórico especulativo le corresponden tres virtudes: Intuición de los primeros principios de la
demostración y de la ciencia; episteme o ciencia: Capacidad de demostrar procediendo por deducción; y
sabiduría, que es el resultado de la intuición y de la ciencia. El entendimiento teórico versa sobre las cosas
universales y necesarias que no pueden ser sino aquello que son. El objeto del entendimiento teórico es la
verdad. Para este intelecto, el bien se identifica con lo verdadero, y el mal con lo falso.

El entendimiento direccional práctico procede por razonamiento sobre cosas que pueden ser o no ser, o ser de
una manera o de otra. Le corresponde deliberar sobre las acciones en particular, y además, cuando se quiere
producir algo. Cuando se trata de producir una cosa, se debe desarrollar la virtud que regula la función creativa: 1
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el arte, que consiste en la facultad de producir, dirigida por la razón verdadera. Cuando se trata de deliberar
acerca de las acciones, la virtud es la prudencia. Prudencia: Es la virtud intelectual que tiene por objeto la acción
misma. Su función práctica consiste en deliberar bien para obrar bien. Supone ciencia, experiencia y
deliberación. Ciencia para juzgar según principios universales; experiencia, que se adquiere con el tiempo para
saber aplicar estos principios universales a casos particulares; y deliberación, porque la acción no debe ser
precipitada. “Es preciso deliberar con calma y madurez, pero después ejecutar rápidamente la resolución
tomada.” Una vez elegido el fin, ya no se delibera acerca de él, sino de los medios para alcanzar. Como
complemento de la prudencia, Aristóteles señala: discreción para saber aplicar el juicio en la acción; perspicacia
o claridad para penetrar en las razones para obrar; buen consejo, que es la rectitud de la deliberación.

Capítulo: Aristóteles
Virtudes éticas o morales: Se asientan en la pare irracional dela alma, es decir, en la instintiva y en la
apasionada., partes que pueden escuchar a la razón y obedecerla. “Tal como se obedece la razón de un padre”.
Una prueba de esto es que se puede aconsejar, y también a veces reprender o animar a la acción. Las virtudes
morales
nacen del hábito y la costumbre, por la repetición frecuente de los mismos actos y se desvanecen por actos
contrarios. Las virtudes morales o éticas se subdividen según regulen la parte irracional del hombre
individualmente o las relaciones del hombre con sus semejantes.

Regulan la parte irracional del alma en el individuo:

1- La fortaleza o valor (andreia): Está relacionada con el dolor y el temor a un mal. “El hombre de valor
sabe mantenerse y obrar conforme a la razón y al deber.
2- Templanza (sofrosine): Regula los placeres de los sentidos. “El hombre templado es moderado en sus
deseos y no traspasa los límites.
3- Pudor o modestia: Versa sobre las emociones. Es una cuasi virtud. Es el justo medio entre la timidez
excesiva y el no avergonzarse de un acto deshonroso.

Las virtudes morales correspondientes a la parte irracional del alma y que regulan las relaciones sociales del
hombre con sus semejantes son:

1- Liberalidad: Tiene por materia el uso de las riquezas. Es un medio entre la tacañería y la prodigalidad.
2- Magnificencia: Versa sobre el uso de las riquezas cuando se trata de hacer grandes gastos. Su medio esta
entre la mezquindad y fastuosidad grosera.
3- Magnanimidad: Cuya materia son la gloria y los grandes honores. Tiene su medio entre la pusilanimidad
o ruindad y la vana ostentación.
4- Dulzura o mansedumbre: Regula la pasión de la cólera y consiste en el medio entre la impasibilidad y la
irascibilidad.
5- Veracidad: Situada entre la disimulación y la fanfarronería.
6- Buen humor: Gracia en la conversación o urbanidad. Se halla en el medio entre la rusticidad grosera y la
bufonería.
7- Amabilidad: Procede del espíritu de servicio que se halla en el medio entre el carácter rezongón y la
adulación.
8- Némesis: Expresa el horror al mal y a la injusticia.
9- Justicia: es la principal entre todas las virtudes morales.

Justicia: Es la virtud por excelencia. En cierto modo comprende a todas las demás. Es el fundamento del orden.
Aristóteles trata de investigar la justicia propia del hombre constituido en sociedad, es decir, la justicia política,
civil o social. Según Aristóteles, la justicia considerada como virtud moral consiste esencialmente en dos cosas: 1
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en la obediencia a las leyes, y en la igualdad en relación a los demás individuos considerados como ciudadanos
iguales y libres. Este doble elemento sirve a Aristóteles para distinguir dos modalidades en la justicia:

Justicia legal: Es lo conforme a la ley. El buen ciudadano que observa las leyes será también un hombre justo y
virtuoso.

Justicia relacional: Es lo justo en relación a los otros, a la igualdad que debe presidir el orden entre los
ciudadanos. La excelencia de la justicia consiste en que entre todas las demás virtudes no solo busca el bien
propio, sino también el de los demás, por eso es la mejor garantía del bien común. Las relaciones de unos
ciudadanos con otros deben estar presididas por la igualdad. El medio de la justicia es lo igual, o sea, lo
equidistante, tanto entre las personas como entre las cosas. De aquí nacen dos especies de justicia:

Capítulo: Aristóteles
A- Justicia distributiva, que debe regular las relaciones de la ciudad con los individuos. Tiene por objeto
regular el reparto de los bienes, las cargas y las obligaciones entre los miembros de una ciudad. Su
norma es lo igual combinada con el concepto de jerarquía. Hay que dar a cada uno lo que se le debe pero
teniendo en cuenta sus dotes naturales, su dignidad, las funciones que desempeña y el grado jerárquico
que ocupa en la sociedad. El medio que exige esta justicia es proporcional.
B- Justicia correctiva o conmutativa, que regula las relaciones de los ciudadanos entre sí. Atiende sobre las
relaciones de unos ciudadanos con otros. Aristóteles distingue entre relaciones civiles voluntarias, como
los contratos; otras involuntarias, como la traición; y otras con violencia, como secuestro. En las
relaciones contractuales de tipo comercial la igualdad debe ser estricta y de orden aritmético. Por eso,
para establecer una igualdad justa, es necesario acudir a un término común de comparación: la moneda,
a la cual se le atribuye un valor legal. La moneda es una realidad artificial que sirve de medida común en
cuanto que ha sido establecida entre los hombres por convención sancionada por ley. La moneda se
convierte así en una medida general, que sirve para comparar y valorar las cosas, unas en relación con
otras. Cuando se ha cometido una injusticia, violando la igualdad, el restablecerla le corresponde al juez.
El juez representa la justicia personificada. El juez debe quitar a una parte lo que tenga de exceso y
añadir a la otra lo que tenga de defecto.

La equidad: Es la virtud para interpretar y aplicar la ley determinando lo que es justo en cada caso particular. La
equidad se distingue por su flexibilidad. Ablanda la rigidez y la firmeza de la ley. Lo equitativo es lo justo más
allá de la ley escrita.

El derecho: Aristóteles observa que en el derecho político hay elementos que pertenecen al derecho natural y
otros de carácter puramente legal. El natural tiene valor universal, y no depende de las opiniones de los hombres.
Tiene la misma estabilidad y universalidad que las propiedades naturales de las cosas. “El fuego quema lo
mismo en Grecia que en Persia”.

Política: El hombre no es un ser aislado, sino un individuo de una especie cuyos individuos se asocian en
agrupaciones de diversos tipos. Así, en el conjunto de las realidades humanas, encontramos la comunidad
política, que también es un ser, una entidad. Para Aristóteles la comunidad política no es algo artificial, sino
natural. Brota necesariamente de una inclinación de la misma naturaleza humana. Aristóteles dice: “El hombre
es por naturaleza un animal político. Hay en él una tendencia innata para lograr su propia perfección, en la cual
consiste su bien y su felicidad; pero esa perfección no puede alcanzarla el individuo aislado”. A causa de esto
necesita la agrupación con sus semejantes. Esta agrupación tiene diversa formas:

1- La familia, que es la unidad social básica. Comprende el marido la mujer, los hijos, los esclavos y el
buey arador. Es una asociación netamente natural en la que el varón tiene autoridad real sobre los hijos y
los esclavos, y democrática sobre la mujer
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2- La aldea, que resulta de la agrupación de varias familias.
3- La ciudad o comunidad política, que resulta de la agrupación de varias aldeas.

Como prueba de la sociabilidad natural del hombre, señala Aristóteles el hecho de que la naturaleza le ha dotado
de palabra. Los demás animales solo emiten sonidos, y la palabra es no solo logos, sino también dialogo. Implica
comunicación con otros semejantes. Además, el hombre es el único animal que sabe distinguir no solo entre el
dolor y el placer, sino también entre lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto, por lo tanto, la naturaleza ha
formado al hombre para vivir en sociedad. El hombre solitario es antinatural; o es un dios o es una bestia. La
polis es la obra más excelente que el hombre pueda realizar sobre la tierra, y es el lugar por excelencia para
llevar una vida humana digna.

Capítulo: Aristóteles
La unidad del todo que es la polis, es unidad de orden, que la única posible cuando se trata de una multitud
integrada por partes heterogéneas, las cuales quedan integradas por virtud de su orientación activa hacia un fin
común.

“El fin de la comunidad política son las buenas acciones. Es imposible que les vaya bien a quienes no obran
bien, y no hay obra buena, ni del individuo ni de la ciudad, fuera de la virtud de la prudencia”. La ciudad es una
comunidad política, una agrupación compuesta por hombres. Pero no toda agrupación es una ciudad. No basta la
simple convivencia, ni tampoco la comunidad de lugar. La ciudad es una organización social, dinámica que
tiende a conseguir un fin determinado. La comunidad política tiene por fin no solo vivir, sino vivir bien. Por
vivir bien se entiende no solo la abundancia de bienes materiales, sino la vida conforme a la virtud,
principalmente de la justicia. De esta forma de vida se deriva la felicidad, que es cosa propia de hombres libres.
Aristóteles da a la política un neto contenido ético. La pone bajo la salvaguarda de la virtud, que se convierte en
el fin y el ideal que debe inspirar a la ciudad. La definición de la ciudad es: Comunidad de hombres libres
orientada a la finalidad de vivir bien, es decir, de vivir conforme a la virtud. La vida perfecta y feliz conforme a
la virtud que Aristóteles señala como fin de la comunidad política no la entiende sino para los ciudadanos libres.
En la categoría de ciudadanos libres entran las tres clases superiores: Los guerreros, los sacerdotes y los
magistrados.

Formas de gobierno: Aristóteles utiliza un amplio conocimiento de las constituciones de muchas ciudades.
Considera que la mejor forma de gobierno es aquella en la que gobiernan los mejores. Las formas de gobierno
pueden reducirse a tres tipos fundamentales:

Monarquía o gobierno de uno solo

Aristocracia o gobierno de unos pocos

Democracia o gobierno de muchos

Aristóteles manifiesta su preferencia hacia un régimen intermedio entre hombres libres e iguales apoyado en la
clase media, puesto que en ella se equilibran los extremos entre los muy ricos y los muy pobres. “El justo medio
es lo mejor entre muchas cosas”.

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