CRÍTICA DE 'VIVARIUM'

Vivarium

Dirección: Lorcan Finnegan
Reparto: Imogen Poots, Jesse Eisenberg, Jonathan Aris, Olga
Wehrly, Danielle Ryan, Senan Jennings
Título Original: Vivarium
País: Estados Unidos Año: 2020 Fecha de estreno: 08-04-
2020 Género: Ciencia Ficción Color o en B/N: Color Guion: Garret
Shanley Fotografía: Miguel De Olaso
Sinopsis: Gemma (Imogen Poots) y Tom (Jesse Eisenberg) son una
joven pareja que se ha planteado la compra de su primera casa. Para
ello visitan una inmobiliaria donde los recibe un extraño agente de
ventas, que les acompaña a Yonder (una nueva, misteriosa y peculiar
urbanización donde todas las casas son idénticas), para mostrarles
una vivienda unifamiliar para ellos.
Lo mejor: cuando se permite el descontrol y aprovecha el potencial de
sus ideas.

Lo peor: una segunda parte que baja considerablemente el ritmo

Si pasamos la esencia estética y asfixiante del universo suburbano

norteamericano de los años 50 por el filtro del fantástico, el resultado podría
ser algo como Vivarium, suerte de pesadilla distópica cotidiana que parece un
capítulo alargado de Black Mirror. Lorcan Finnegan ambienta la historia en un
barrio residencial de casas idénticas y tonos tristes donde queda atrapada una
pareja joven que buscaba un hogar donde asentarse.Pero allí, incapaces de dar
con la salida o encontrar a otras personas, sus miedos se convierten en
realidades: las fracturas de la relación, el peso de la monotonía, el paso
acelerado hacia la adultez y una paternidad para la que quizás no estaban
preparados se convierten en los elementos de su tortura particular, fondo
metafórico tras un relato sobre el aislamiento.

Con grandes ideas que no explotan del todo, especialmente en una segunda
parte que flojea antes del notable final, la película gana cuando se deja llevar
por el extremo, cuando enloquece, cuando levanta asfaltos(literalmente) para
ver el polvo acumulado que se encuentra debajo del ‘sueño americano’.