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LOS ALQUIMISTAS HOY

(Arietor)

Introducción

El artículo que a continuación se expone es obra de uno de los alquimistas


que más Obras filosóficas han realizado. Es un hombre sencillo, que vive
de su trabajo y mantiene a su familia de la misma manera que la mayoría
de las personas; es decir, con el sudor de su frente; pero, además, ha
invertido muchísimo tiempo y dinero de su propio bolsillo en los trabajos
de la Alquimia, en la que trabaja desde hace más de una década.

El objeto de este artículo es transmitir unas breves opiniones e impresiones


acerca de la realidad actual de los alquimistas y de los "estudiantes" que
han aprendido a realizar la Piedra Filosofal hoy día, explicados por una
persona que tiene experiencia en este asunto.

No ha resultado nada fácil conseguir que este texto llegue a la Revista,


pero hemos tenido éxito en conseguirlo. Consideramos que este artículo es
novedoso porque muestra un poco la realidad de los alquimistas hoy, y su
punto de vista acerca de este asunto, explicado por uno de ellos.
 

LOS ALQUIMISTAS HOY

Me han dado la oportunidad de publicar unas líneas en esta "Revista de


Química e Industria", con objeto de que pueda expresar mis impresiones
acerca de mis experiencias con la Alquimia, o Ciencia de Hermes, de la
que soy practicante desde hace más de diez años.

Por ello en primer lugar me dirijo al Sr. Casiano, Director de la misma,


dándole las gracias por permitirme insertar estas breves líneas en la sección
"El Alquimista", de la que he leído algunos de los interesantes artículos
que se han ido publicando a intervalos irregulares de tiempo. En segundo
lugar a los lectores. Espero me perdonen mis errores de estilo, y solicito un
poco de comprensión, pues no estoy acostumbrado a lidiar con las letras y
me resulta un tanto difícil explicar en tan breve espacio mis opiniones.

Pasemos entonces a la exposición de mis ideas acerca de la Alquimia y de


los alquimistas hoy, de los que conozco al menos a medio centenar, tanto
españoles, como foráneos, bastantes de los cuales han elaborado
artesanalmente la Piedra Filosofal, extraído sus diferentes medicinas y
estudiado otras muy diversas aplicaciones (que no se tratan en este
artículo).

La Alquimia en la antigüedad era objeto de una ocultación completa por


parte de los alquimistas, en especial desde que se estableció la Inquisición
en España, debido a la implacable persecución de hecho a que se les
sometió. Muchos de los "químicos" terminaron sus días en las hogueras
"purificadoras", con la excusa del clero de acusarlos de herejía, satanismo
y un sin fin de barbaridades que no tienen nada que ver con las Ciencias
Herméticas, y según proponen algunos de los "ocultistas" postmodernos,
con el fin de impedirles un nuevo "renacimiento" en esta tierra.

En la actualidad los tiempos han cambiado, ya no se puede presentar la


Alquimia con los trajes oscurantistas propios de otras épocas mas tristes y
oprimidas, pues se han ido publicando libros mas claros, en los que incluso
se ven fotografías en color de los matraces con los colores de los diferentes
regímenes de la Piedra Filosofal (1).

No obstante, cabe destacar que a pesar de la modernidad y de la mayor


claridad en la exposición de los nuevos alquimistas, no es aún conveniente
en la actualidad el que se diga públicamente que materias se emplean en la
Gran Obra de la Alquimia, en tanto que no se haya demostrado de manera
indiscutible, y no sea risible ante algunos científicos, que no la conocen, ni
han experimentado con ella, la realidad de la Alquimia. En ello radica el
secreto que he jurado guardar en tanto sea necesario, y no sean llegados los
tiempos en los que se pueda hablar abiertamente de ello. Muchos
alquimistas murieron en la antigüedad por no querer revelar este secreto, y
a ellos, como predecesores les debemos respeto. En esto no han variado las
cosas.

Yo empecé mis estudios de Alquimia por mi cuenta, pasaron los a os y


apenas conseguía entender nada de lo que allí estaba expuesto, no por ello
dejé de interesarme por todas las publicaciones que hablaban sobre el
tema, poco a poco conseguí una buena colección de libros después de
muchos a os. Por un azar muy afortunado tuve la suerte de conocer a un
Maestro de Alquimia, que me ha capacitado en el conocimiento de la Gran
Obra, en sus diferentes estadios, y con el que colaboro en el
perfeccionamiento de los conocimientos de esta Ciencia.

Sin ánimo de proselitismo, mis conclusiones acerca de la Alquimia son las


siguientes:

1 ) Que es prácticamente imposible llevar a


buen término el estudio completo de una
Obra sin la ayuda de un Maestro. Tiene
muchas particularidades y procedimientos
que paralizan el progreso de los diferentes
Regímenes de la Piedra Filosofal, en cada
uno de los determinados puntos en que se
aplican, si no se conocen estos
procedimientos o maneras de operar reciben
el nombre de "llaves". Sin conocerlos todos
se estanca sin remisión el proceso al llegar al
correspondiente punto de inflexión en que se
aplica cada una ellas.

2 ) Que para ser alquimista se requieren unas


condiciones especiales en la persona, (igual
ocurre para ser músico, químico, matemático
etc., para lo que se necesita ser capaz).
Dichas condiciones particulares se recogen
en los libros de Simón H., (del que soy
discípulo). También es necesaria la voluntad
de trabajar en ello, sin la cual nada se hace.

3 ) Para hacer la Obra hay que disponer de


los medios económicos necesarios, del
tiempo y del lugar en el que poder hacerla. Si
no se disponen de los medios y del lugar es
mejor no comenzar.

4 ) La realización de la Obra exige mucha


autodisciplina, y supone la inversión de
muchas horas de trabajo durante todos los
días. Esta necesidad también sería aplicable a
muchas otras actividades que se vienen
realizando en la vida común que precisan
mucha dedicación.

5 ) La realización de la Obra tiene


una vertiente espiritual, para la que hay que
estar dotado, si no se quiere abocar al
fracaso. Supone un proceso que a falta de
otras palabras llamaremos "de iluminación
creciente", y que he observado en todos los
alquimistas que han trabajado en la Piedra
Filosofal, dicha vertiente es innata al ser
humano, pero requiere ser consciente de ella
y desarrollarla. Los trabajos con la Piedra
son una gran ayuda para este desarrollo.

Conozco a muchos alquimistas, todos ellos viven una vida moderna, son
personas como las demás, ninguno es perfecto, aunque la Alquimia sea en
si misma un camino de perfección, todos tienen sus problemas y sus fallos
humanos que tratan de superar.

Los alquimistas que conozco no sólo viven en España, los hay en el Brasil,
Panamá, Méjico, Portugal, Francia... Todos ellos son personas corrientes,
con sus virtudes y defectos, viven de una manera moderna, generalmente
de su trabajo, aunque algunos tengan grandes propiedades o haciendas son
la excepción, no se cumple la sentencia de Alberto Magno por la que
recomienda ser rico para poder hacer la Obra. En la actualidad hay que
poner los medios, que están al alcance de la mayoría de las personas
asalariadas que pongan la voluntad en ello. Los alquimistas se están
diseminando por el mundo, por la ingente labor que se está llevando a cabo
desde España, a través de las enseñanzas impartidas por la escuela de
alquimistas creada por Simón H.

En cuanto a los alquimistas españoles voy a revelar que muchos de ellos


son médicos de profesión, también los hay ingenieros, periodistas,
químicos, y con otros estudios diferentes. Entre ellos no solo hay titulados,
a saber, conozco algún electricista, algún jubilado y hasta un mecánico
chapista.
De los Maestros de Alquimia no conozco más que a Simón H., aunque
sabemos que hay otros maestros en este mundo. A los discípulos de Simón
se nos ha dado la oportunidad de aprender un Arte de muy difícil
aprehensión. Para nosotros es una gran inversión para el futuro; no
deseamos que la Alquimia siga siendo una "pseudociencia" con marcado
carácter esotérico, continuamos en el camino intentando superar nuestros
defectos y fracasos, entre nosotros, aquellos que terminan la Obra alcanzan
lo que parecía inalcanzable, pero solo es el comienzo de otros trabajos. Es
la preparación para el desarrollo de los nuevos proyectos que el futuro nos
deparará

Para terminar, me gustaría decir a los lectores de esta Revista Química e


Industria que poco a poco se está preparando todo un "cuerpo" de
especialistas en Alquimia, serán los que tendrán sobre sus hombros la
pesada carga de la responsabilidad y el honor de transmitirla a las
generaciones del futuro. El fin último de los alquimistas es el de ayudar a
la Humanidad, y no la vil transmutación de los metales en oro, que ha sido
la verdadera causa de la postración y ridiculizamiento de la Alquimia en
nuestros días.

BIBLIOGRAFÍA
1. La fantástica historia de la Alquimia descrita por un científico moderno. Siro Arribas Jimeno. Editado por la

Universidad de Oviedo.

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