Está en la página 1de 5

Ciudad Latinoamericana: RIO DE JANEIRO

CIUDAD GLOBAL – CIUDAD DUAL

Introducción

Por motivos geográficos y políticos Rio de Janeiro tuvo una vocación


policéntrica a lo largo de sus casi 5 siglos de existencia.
En primer lugar, fue la mudanza del sitio fundacional, de los pies del pan de
azúcar al morro do Castello. Luego de la herencia medieval que motivó la
ocupación de una colina, tuvo que someterse a la realidad económica y la
presencia del puerto que requirió el desarrollo del asentamiento en terreno
plano. Con la modernización del país a partir de 1930, se inició un proceso
interrumpido de creación de diversas centralidades distantes.
En consecuencia, Rio de Janeiro se convirtió en una de las ciudades más
importantes de Brasil siendo paradójicamente uno de los ejemplos más
representativos de la doble realidad que se vive en las nuevas ciudades
globales.

La ciudad Colonial

La imagen de la ciudad tradicional ideal, identificada como una forma


geométrica pura, como representación de un sistema social equilibrado y
homogéneo y compuesta por un único centro que contenía las principales
funciones de la vida social, era el ideal a alcanzar por las ciudades
latinoamericanas. Sin embargo, circunstancias políticas y militares
establecieron la policentralidad que identificó a la ciudad Latinoamericana de
Rio de Janeiro.

Tuvo su primer asentamiento portugués en un espacio reducido a los pies del Pan
de azúcar (1567), en la entrada de la bahia de Guanabara. Debido al reducido
espacio libre y a la falta de agua, fue sustituido por una elevación en el
interior, propicia en términos defensivos. En el morro Do Castello, donde se
asentaron las edificaciones coloniales.

Al conservar la herencia medieval basada en la búsqueda de puntos altos


estratégicos, condicionó el trazado irregular del asentamiento, contraria a la
trama regular cartesiana establecida en terrenos planos según las normativas de
las leyes de indias. A su vez, tampoco existía una representación simbólica
coherente de las estructuras de poder integradas en un espacio único. De allí
que no se estructuró una significativa centralidad en el sitio urbano del Morro
do Castello.

El contexto geográfico, definido por terrenos bajos, pantanos y morros, no era


particularmente propicio para la expansión urbana. Sin embargo, en 1763 su
posición estratégica en la costa atlántica y la gran dimensión de su bahía, la
convirtió en capital del sistema colonial portugués. La creación del puerto y
la ocupación del espacio plano costero estableció una nueva centralidad.

Grupo n8 – Mainetti,Pomiès, Rodriguez Benitez.


Ciudad Latinoamericana: RIO DE JANEIRO

La ciudad imperial

La llegada de la familia real y la corte portuguesa al Brasil en 1808, huyendo


de los ejércitos de Napoleón, cambió los destinos de la ciudad. Exigieron la
creación de un sistema urbano racional monumental y simbólico que sustituyese
el trazado espontáneo e irregular de la provinciana ciudad colonial, cuyos
50.000 habitantes fueron incrementados por los 10.000 recién llegados.
Fue el único caso de una ciudad Latinoamericana convertida en capital de un
reino europeo, hasta la proclamación de la república en 1889.

En el siglo XIX quedaron establecidas las bases de la ciudad moderna. El


acelerado crecimiento de la población concentrada en el área central paso de
200.000 a 500.000 habitantes de 1840 a 1890, lo que motivó la expansión
suburbana hacia las zonas norte y sur donde se asentaron los nuevos barrios
residenciales. En consecuencia, fue necesario crear las infraestructuras
técnicas y el sistema de transporte urbano.

En 1858 se instaló el primer ferrocarril hacia la zona norte y las líneas de


tranvías fueron trazadas en la zona sur. También aparecieron las primeras
industrias y se realizó una incipiente modernización del puerto.

La ciudad republicana

Casi un siglo de imperio no logro transformar la imagen precaria de la ciudad


colonial. A la densa ocupación del área central se sumó la liberación de
esclavos que engrosaron las filas de los habitantes urbanos pobres. En 1903 se
realizó el primer plan integral estatal de intervenciones urbanas (Passos)
iniciando un cambio radical en el centro de la ciudad: demolió 500 edificios
para crear la avenida central, ya en 1910 con 800.000 habitantes habían sido
fundados los símbolos urbanos de la burguesía local. A su vez, modernizó las
infraestructuras técnicas, creó espacios verdes y una extendida estructura vial
que abrió la comunicación con la zona sur.

Estas renovaciones urbanas condujeron a un incremento en el valor de las


tierras y los alquileres, lo que obligó a miles de personas de bajos ingresos a
abandonar el centro de la ciudad. Mientras que la burguesía adinerada comenzó a
construir en el eje costero, abandonando la zona norte; con la expansión del
ferrocarril se asentaron fábricas y barrios proletarios en esta región,
estableciéndose una clara separación de clases sociales. Sin embargo, el
surgimiento de las favelas en los morros del área central, mantuvo a la
población de escasos recursos en las zonas residenciales.

Otra iniciativa importante de este periodo fue la ampliación del puerto con la
regularización de la costa de la bahía.
Tras la revolución de 1930, la ciudad alcanzo una población de un millón y
medio de habitantes por lo que se ejecutó una acción única en américa latina;
borrar del mapa el centro originario de la ciudad, demoliéndose el morro de
Castello con todos sus edificios coloniales, constituyéndose el nuevo City
district ante la expansión urbana.

Grupo n8 – Mainetti,Pomiès, Rodriguez Benitez.


Ciudad Latinoamericana: RIO DE JANEIRO

La ciudad Moderna

Con la revolución de 1930 expira la estructura política basada en el poder de


la oligarquía terrateniente, sustituida por la creciente importancia de las
clases medias urbanas y de la incipiente clase trabajadora.
En el campo de la arquitectura y el urbanismo estas 3 décadas coinciden con la
aplicación de los principios del movimiento moderno y los postulados del ciam y
la carta de Atenas. La presencia en rio de janeiro de un destacado grupo de
arquitectos progresistas (Costa, Niemeyer, Burle Marx) define las perspectivas
del desarrollo urbano, en coincidencia con los postulados de Le Corbusier.
A los efectos de identificación mundial de Rio de Janeiro, la zona sur abriría
el camino de las nuevas centralidades, asociadas a las actividades deportivas y
recreativas y al turismo.

Fue una época de aceleradas transformaciones y al mismo tiempo, de


profundización de las contradicciones sociales: la población pasó de 1.500.000
en 1930 a 3.300.000 y los habitantes de las favelas pasaron de 100.000 a
330.000. A esta dilatación del espacio central tradicional de Rio de Janeiro,
se sumó la definición de nuevas centralidades especializadas. Aunque el
crecimiento mayor de la ciudad fue orientado hacia la zona sur que albergaba
los grupos sociales adinerados, también la zona Norte, ocupada por la clase
media baja y los trabajadores manuales, tuvo un fuerte desarrollo por la
presencia de las líneas de ferrocarril y la expansión industrial.

El gobierno populista de Getulio Vargas (1930-1940) tuvo carácter esencialmente


urbano. Si bien las estructuras simbólicas del Estado poseyeron configuraciones
académicas, al mismo tiempo se construyó el Ministerio de Educación y Salud
Publica, icono de la modernidad arquitectónica carioca. Además del sistema
ferroviario, se traza la avenida Brasil, eje fundamental de conexión de la
ciudad con el interior, en esta dirección quedaran situados algunos hitos
fundamentales de la modernidad.

La ciudad global

En la actualidad la ciudad de Rio representa a la perfección la doble realidad


que se vive en las nuevas ciudades globales. Por un lado encontramos una ciudad
atractiva y que goza de crecimiento económico. Por otro, encontramos sus
favelas donde habitan más de un millón y medio de personas, en una ciudad que
pretende avanzar hacia el progreso y el desarrollo socioeconómico.

Estas dos realidades se reflejan en el paisaje urbano con una plasmación


espacial. Es así como en Rio de Janeiro encontramos favelas marginadas y, al
mismo tiempo, a escasos metros de estos lugares aparecen barrios de alto poder
adquisitivo, con servicios y equipamientos propios.

La alta concentración de las elites y el control exclusivo del uso de los


espacios lleva a la conformación de una aterritorialidad en la ciudad.
De esta manera, se desarrolla una nueva configuración urbana, por un lado
marcada por la privatización del espacio público (grandes condominios cerrados)
y por otro lado, por la estigmatización de los espacios populares (favelas),
ambos como bases para la expansión urbana natural de la ciudad de Rio de
Janeiro.

Grupo n8 – Mainetti,Pomiès, Rodriguez Benitez.


Ciudad Latinoamericana: RIO DE JANEIRO

En algunas zonas de Rio podemos observar las desigualdades socioeconómicas de


manera extrema. El relieve del sector sur de esta gran metrópolis es muy
accidentado, esto supone un problema para la construcción de edificios,
buscando las zonas más favorables, mientras que los morros son ocupados por
aquellos que no pueden acceder a los barrios formales siendo relegados a
asentamientos informales que edifican ellos mismos en aquellos espacios que no
son urbanizados.

Más de la mitad de las favelas de rio de janeiro duplicaron su tamaño entre


1991 y 2004. Este elevado ritmo de crecimiento ha hecho que los asentamientos
informales crezcan superando los límites naturales que impone el parque
nacional de Tijuca, situado en la zona sur, siendo el bosque urbano más grande
del mundo y que está siendo amenazado por el avance de estos asentimientos.
Ante este problema el gobierno tomó en 2009 una polémica decisión: construir un
muro de hormigón que rodeara las favelas para impedir que siguieran creciendo
por los espacios protegidos y de interés turístico. Sin embargo, la opinión
pública entendió que la construcción de ese muro acentuaría la segregación
social.

No obstante la necesidad de parar la expansión de construcciones irregulares


en zonas de protección ambiental no debería afectar solo las favelas ya que
también hay áreas de lujo que se expanden de manera descontrolada.
Finalmente, la ciudad formal e informal constituyen dos realidades diferentes
que coexisten y ocupan el mismo espacio sin tocarse, ignorándose o mejor dicho
el lado más favorecido ignorando al más desfavorecido.

Conclusión

En una realidad donde los límites son mutantes o inexistentes, tanto local como
regional, la posibilidad de proponer otra mirada, distinta de la dualidad
tradicional, permite acercarnos a otros modos de actuación, quizás más
integradores al actuar sobre la ciudad como un todo y, por otro lado,
Más rigurosos. Un rigor que al mismo tiempo es capaz de respetar la realidad y
las diferencias de cada lugar, según un compromiso social y cultural, sobre
todo, en base a las características territoriales, sin la imposición de lógicas
ajenas, sino que comunes, colectivas, dignas de establecerse en un bien común,
el territorio.

La identificación de los distintos contextos urbanos y el énfasis en la ciudad


informal como una urgencia, puede constituir un primer paso en dirección a una
conciencia que vea en el territorio mismo las claves para su transformación de
modo favorable a un desarrollo más acorde con sus recursos, además de las
necesarias actuaciones en relación con las políticas socioeconómicas.
Políticas que incentiven la cohesión urbana, la distribución equitativa de los
recursos y el desarrollo de sistemas transversales, que reúnan distintos
sectores urbanos y se traduzcan en programas efectivos de actuación seguidos de
sus respectivos instrumentos de intervención.

Es decir intervenciones estatales que conformen un nuevo mapa plural, compuesto


más que por consignas voluntaristas o fatalistas, por opciones éticas para una
renovada política urbana.

Grupo n8 – Mainetti,Pomiès, Rodriguez Benitez.


Ciudad Latinoamericana: RIO DE JANEIRO

Para concluir, retomando la polémica conclusión tomada por el gobierno en el


2009, que se levanten estos muros en situaciones de frontera, en sentido social
y político, ¿significa que fracasaron todas las demás respuestas posibles?
Los muros siempre son contra alguien, cuando se levanta un muro, real o
imaginario, nunca se hace a favor de nada. El muro no sólo no resuelve, sino
que crea problemas adicionales, el muro ya es una capitulación por anticipado
frente a la posibilidad de pensar alguna armonía entre las partes.

Grupo n8 – Mainetti,Pomiès, Rodriguez Benitez.

También podría gustarte