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Jocelyn Lucero Cervantes Gasca

Ciencia e ingeniería de los materiales 4 de marzo de 2019


Ingeniería Mecatrónica

Ensayo: Oxidación y Corrosión

Durante mucho tiempo, se creía, o se tenía la confusión de que el concepto de


oxidación y corrosión se trataban del mismo fenómeno, sin embargo, a lo largo del
estudio de la ciencia e ingeniería de los materiales, nos damos cuenta de que no
es así. Se trata de dos definiciones completamente distintas, pero que tienen
cierta relación entre sí.
En realidad, se trata de un desgaste, que es provocado por la exposición
electroquímica sobre el entorno de estos, se encuentran sometidos a una serie de
agresiones que provocan la modificación de su composición química y con ello la
modificación de algunas de sus propiedades físicas.

Primeramente, la corrosión se trata del ataque destructivo e involuntario de un


material, provocando así, perdida de material, desgaste. Este ataque es
electromagnético, que generalmente comienza por la superficie. El problema de la
corrosión metálica es de grandes dimensiones; por ejemplo, hablando de términos
económicos, se estima que cerca del 5% del producto interior bruto de un país
industrializado se gasta para evitar la corrosión, así como para mantenimiento o
remplazo de los productos afectados por las reacciones de corrosión.
El proceso de corrosión normalmente se debe, en la mayoría de los casos, a
reacciones de tipo electrolítico. Está basado en la formación de celdas
electroquímicas, en las que aparece un ánodo (lugar donde se ceden electrones -
se produce la oxidación) un cátodo (aquel que recibe los electrones - se produce
una reducción) y un electrolito o medio conductor a través del cual se mueven los
iones.

La oxidación es cuando un material se combina con el oxígeno, transformándose


en óxidos más o menos complejos, se dice que experimenta una reacción de
oxidación. Resulta de la combinación de los átomos metálicos con los de la
sustancia agresiva.
Esto lleva a que el metal, con el tiempo, pase de tener un estado libre (puro) a
tener un estado combinado con otros elementos (óxidos, carbonatos, sulfatos).
En este caso, los productos de la reacción quedan adheridos a la superficie del
metal. En algunos casos, se forman películas protectoras que los aíslan del agente
corrosivo. El caso más corriente es el ataque por oxígeno.
Jocelyn Lucero Cervantes Gasca
Ciencia e ingeniería de los materiales 4 de marzo de 2019
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Pero el oxígeno no es el único agente, pues también puede intervenir el cloro
(Cl2), el azufre (S), el hidrógeno (H2), el monóxido de carbono (CO), el dióxido de
carbono (CO2). En los procesos de oxidación, los metales pasan de su estado
elemental a formar iones positivos (cationes) por pérdida de electrones.

Siendo n el número de electrones que se pierden. A esta reacción se le llama


reacción de oxidación o reacción anódica. El proceso de oxidación se acelera si la
temperatura de eleva.

Finalmente, para poder identificar perfectamente las diferencias de ambos


conceptos, tenemos que la corrosión es el deterioro de un material metálico a
consecuencia de un ataque de su entorno (aire, agua, etc.), mientras que la
oxidación es el ataque del oxígeno (normalmente del aire o del agua) a un material
produciendo en el material una corrosión (deterioro del material).
Así mismo se sabe que existen distintas maneras de prevenir este desgaste,
deterioro, o perdida de material, por ejemplo, existen recubrimientos que se
colocan para volver más lentos los procesos de corrosión o de oxidación. Para
evitar la oxidación de un acero, también existe la posibilidad de oxidar el acero.

Referencias:
Callister, W. D. (1996). Introducción a la Ciencia e Ingeniería de los Materiales (2ª
ed.). Barcelona, España: Reverte.
Gómez, F. (2004). Manual básico de corrosión para ingenieros (Ed. rev.). Mursia,
España: EDITUM.
Askeland, D. (2012). Ciencia e ingeniería de materiales (6ª ed.). Missouri, EEUU:
CENGAGE Learning.

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