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Poemas de Gabriela Mistral (Análisis)

DESVELADA
Como 1soy reina y fui mendiga, ahora 1-Pasado-Presente
vivo en 2puro temblor de que me dejes, 2-Temor a perder un amor
y te pregunto, pálida, a cada hora: 3-No te vayas
“¿Estás conmigo aún? 3 ¡Ay, no te alejes!” 4-Volver a tener días tranquilos
4
quisiera hacer las marchas sonriendo 5-Él se presenta en los sueños y
y 5confiando ahora que has venido; al despertar eso le causa confusión
pero hasta en el dormir estoy temiendo haciéndose preguntar “¿no te has ido
y pregunto entre sueños: —“¿No te has ido?” aún?”

OTOÑO
A esta 1alameda muriente 1-Árboles perdiendo sus hojas
he traído mi cansancio, 2-Las hojas secas cayendo en su pecho
y estoy ya no sé qué tiempo 3-La noche calló rápido
tendida bajo los álamos, 4-La noche sigue bella como siempre
que van cubriendo mi pecho 5-El amor al que pretendió no funcionó
de 2su oro divino y tardo. por lo cual sufre por amor.
3
Sin un ímpetu la tarde 6- Atardecer deslucido.
se apagó tras de los álamos. 7-Tenía en sí amor para dar pero a la
Por mi corazón mendigo vez sentía nervios.
4
ella no se ha ensangrentado. 8- A causa de lo ocurrido permite que su
5
Y el amor al que tendí, amor desfallezca.
para salvarme, los brazos, 9-El aire y el bailar de las hojas le
se está muriendo en mi alma transmiten tranquilidad.
6
como arrebol desflocado. 10- Asocia la tranquilidad transmitida
Y no llevaba más que este con la muerte.
7
manojito atribulado 11-Flor blanca del naranjo.
de ternura, entre mis carnes 12- Es lúcida de su momento y aún
como un infante, temblando, sabiendo eso, no se inmuta en hacer
8
¡Ahora se me va perdiendo
algo, si no sólo seguir acostada y orar.
como un agua entre los álamos;
pero es otoño, y no agito,
para salvarlo, mis brazos!
9
En mis sienes la hojarasca
exhala un perfume manso.
10
Tal vez morir sólo sea
ir con asombro marchando
entre un rumor de hojas secas
y por un parque extasiado.
Aunque va a llegar la noche,
y estoy sola, y ha blanqueado
el suelo un 11azahar de escarcha,
12
para regresar no me alzo,
ni hago lecho, entre las hojas,
ni acierto a dar, sollozando,
un inmenso Padre Nuestro
por mi inmenso desamparo.

ME TUVISTE 1-Libro con poemas y canciones de


Duérmete, mi niño, cuna de Gabriela Mistral.
duérmete sonriendo, 2-Disfrutó de la vida
1
que es la ronda de astros 3- Aceptación del momento.
quien te va meciendo. 4- aunque n ve a Dios y no lo siente le
2
Gozaste la luz recuerda que él es su apoyo.
y fuiste feliz.
Todo bien tuviste
al tenerme a mí.
Duérmete, mi niño,
duérmete sonriendo,
que es la 3Tierra amante
quien te va meciendo.
Miraste la ardiente
rosa carmesí.
Estrechaste al mundo:
me estrechaste a mí.
Duérmete, mi niño,
duérmete sonriendo,
que es 4Dios en la sombra
el que va meciendo.
1-inspira temor.
2-muerte repentina e inesperada
LA LLUVIA LENTA 3- desinterés de su sentimiento por
Esta agua 1medrosa y triste, los allegados.
como un niño que padece, 4-Su diario vivir.
2
antes de tocar la tierra 5- Los que le acompañan son
desfallece. ignorantes de su sentir.
3
Quieto el árbol, quieto el viento,
¡y en el silencio estupendo, 6- Ese mal sentimiento reposa en su
este fino llanto amargo cuerpo ya golpeado, lastimado.
cayendo!
4
El cielo es como un inmenso 7-La lluvia, el chacal son ese
corazón que se abre, amargo. sentimiento que no le permite sentir
No llueve: es un sangrar lento o pensar de buena manera.
y largo.
5
Dentro del hogar, los hombres 8- Advierte a quien con ella se
no sienten esta amargura, encuentra de si puede seguir su vida
este envío de agua triste normal viendo que ella tiene
sentimientos de soledad tristeza y de
muerte.
de la altura.
6
Este largo y fatigante
descender de aguas vencidas,
hacia la Tierra yacente
y transida.
7
Llueve…, y como un chacal trágico
la noche acecha en la sierra.
¿Qué va a surgir, en la sombra,
de la Tierra?
8
¿Dormiréis, mientras afuera
cae, sufriendo, esta agua inerte,
esta agua letal, hermana
de la Muerte?

LA OTRA

Una en mí maté:
yo no la amaba. 1-hace referencia a la forma de ser
1
Era la flor llameando de una que la “otra” odia, es decir
del cactus de montaña; esta tenía una personalidad tosca.
era aridez y fuego; 2-se muestra indiferente a todo, pero
2
nunca se refrescaba. se le logra ver empatía.
Piedra y cielo tenía 3- De ella brotaba estados de
a pies y a espaldas espíritus superior y transformaba a la
y no bajaba nunca naturaleza.
a buscar “ojos de agua”. 4- describe a otra introvertida.
3
Donde hacía su siesta, 5- describe la incompatibilidad de las
las hierbas se enroscaban dos personalidades de la misma.
de aliento de su boca 6- Que no tiene vigor, flojo
y brasa de su cara. 7-Desprendimiento de un cuerpo en
4
En rápidas resinas combustión.
se endurecía su habla, 8- Taza hecha de barro en llamas.
por no caer en linda 9- Le ofrece intentar lo que ella
presa soltada. intentó advirtiéndoles que cuando se
5
Doblarse no sabía fijen que va ser igual, la maten como
la planta de montaña, ella ya lo hizo.
y al costado de ella,
yo me doblaba…
La dejé que muriese,
robándole mi entraña.
Se acabó como el águila
que no es alimentada.
Sosegó el aletazo,
se dobló, 6 lacia,
y me cayó a la mano
su 7pavesa acabada…
Por ella todavía
me gimen sus hermanas,
y las 8gredas de fuego
al pasar me desgarran.
Cruzando yo les digo:
— 9Buscad por las quebradas
y haced con las arcillas
otra águila abrasada.
Si no podéis, entonces,
¡ay!, olvidadla.
Yo la maté. ¡Vosotras
también matadla!

AUSENCIA
1
Se va de ti mi cuerpo gota a gota. 1-separación.
Se va mi cara en un óleo sordo; 2-se desvanece o descompone su
2
se van mis manos en azogue suelto; mano
se van mis pies en dos tiempos de polvo. 3-la perdida de un sentimiento
3
¡Se te va todo, se nos va todo! mutuo.
4
Se va mi voz, que te hacía campana 4- hace referencia a que ella
cerrada a cuanto no somos nosotros. expresaba sentimientos mutuos que
5
Se van mis gestos que se devanaban, ellos en realidad no tenían.
en lanzaderas, delante tus ojos. 5-el recogimiento y alejamiento de
Y se te va la mirada que entrega, momentos en mente.
cuando te mira, el 6enebro y el olmo. 6-enebro es una especie de planta
Me voy de ti con tus mismos alientos: leñosa y olmo es un árbol.
como humedad de tu cuerpo evaporo. 7-soto es un sitio que en las riberas o
Me voy de ti con vigilia y con sueño, vegas está poblado de árboles y
y en tu memoria me vuelvo como esos arbustos
que no nacieron en llanos ni en 7sotos. 8- jugo de uva o jugo exprimido de la
Sangre sería y me fuese en las palmas uva destinado a la elaboración del
de tu labor, y en tu boca de 8mosto. vino.
Tu entraña fuera, y sería quemada
en marchas tuyas que nunca más oigo,
y en tu pasión que retumba en la noche
como demencia de mares solos.
¡Se nos va todo, se nos va todo!

EL REPARTO
Si me ponen al costado
la ciega de nacimiento,
le diré bajo, bajito,
con la voz llena de polvo:
—Hermana, toma mis ojos.
¿Ojos? ¿para qué preciso
arriba y llena de lumbres?
En mi Patria he de llevar
todo el cuerpo hecho pupila,
espejo devolvedor
ancha pupila sin párpados.
Iré yo a campo traviesa
con los ojos en las manos
y las dos manos dichosas 1-
deletreando lo no visto
nombrando lo adivinado.
Tome otra mis rodillas
si las suyas se quedaron
trabadas y empedernidas
por las nieves o la escarcha.
Otra tómeme los brazos
si es que se los rebanaron.
Y otras tomen mis sentidos.
Con su sed y con su hambre.
Acabe, así consumada
repartida como hogaza
y lanzada a sur o a norte
no seré nunca más una.
Será mi aligeramiento
como un apear de ramas
que me abajan y descargan
de mí misma, como de árbol.
¡Ah, respiro, ay dulce pago,
vertical descendimiento!

EL DIOS TRISTE
1
Mirando la alameda, de otoño lacerada, 1- bosque de árboles y sus hojas
la alameda profunda de vejez amarilla, amarillas caídas.
2
como cuando camino por la hierba segada 2- Fe y encuentro con Dios.
busco el rostro de Dios y palpo su mejilla. 3- Siente que el Dios que ella
Y en esta tarde lenta como una hebra de llanto conoce se muestra débil.
por la alameda de oro y de rojez 3yo siento 4- Muestra duda de lo que una
un Dios de otoño, un Dios sin ardor y sin canto vez ella creyó.
¡y lo conozco triste, lleno de desaliento! 5- Que está falta de lozanía,
4
Y pienso que tal vez Aquel tremendo y fuerte frescura y verdor.
Señor, al que cantara de locura embriagada,
no existe, y que mi Padre que las mañanas vierte
tiene la mano laxa, la mejilla cansada.
Se oye en su corazón un rumor de alameda
de otoño: el desgajarse de la suma tristeza;
su mirada hacia mí como lágrima rueda
y esa mirada 5mustia me inclina la cabeza.
Y ensayo otra plegaria para este Dios doliente,
plegaria que del polvo del mundo no ha subido:
“Padre, nada te pido, pues te miro a la frente
y eres inmenso, ¡inmenso!, pero te hallas herido.”
1-Falda, prenda usada por las
LA MUERTE FUERTE mujeres.
Me acuerdo de tu rostro que se fijó en mis días, 2- Alimento o bebida deliciosa.
mujer de 1saya azul y de tostada frente, Planta herbácea de flores en espigas
que en mi niñez y sobre mi tierra de 2ambrosía terminales.
vi abrir el 3surco negro en un abril ardiente. 3-Hendidura hecha en la tierra con el
Alzaba en la taberna, honda, la copa impura arado.
el que te apegó un hijo al pecho de azucena, 4- Semilla.
y bajo ese recuerdo, que te era quemadura,
caía la 4simiente de tu mano, serena.
Segar te vi en enero los trigos de tu hijo,
y sin comprender tuve en ti los ojos fijos,
agrandados al par de maravilla y llanto.
Y el lodo de tus pies todavía besara,
porque entre cien mundanas no he encontrado tu cara
¡y aun te sigo en los surcos la sombra con mi canto!

1-Grito muy fuerte a causa del dolor,


EL AMOR QUE CALLA miedo…
2- Abundancia de cosas que se
Si yo te odiara, mi odio te daría escurren o derraman.
en las palabras, rotundo y seguro;
pero te amo y mi amor no se confía
a este hablar de los hombres, tan oscuro.
Tú lo quisieras vuelto un alarido,
y viene de tan hondo que ha deshecho
su 2quemante raudal, desfallecido,
antes de la garganta, antes del pecho.
Estoy lo mismo que estanque colmado
y te parezco un surtidor inerte.
¡Todo por mi callar atribulado
que es más atroz que el entrar en la muerte!

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