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Facultad de arquitectura
Arquitectura y cultura
Renacimiento
Antecedentes y Origen
Para los humanistas italianos del siglo XV, la arquitectura gótica septentrional y
francogermánica, evocaba un periodo de grosera barbarie que mediaba entre las
glorias de la antigüedad griega y romana y su propio tiempo, y al que comenzaron
a llamar despectivamente “la edad del oscurantismo”. Los italianos y
especialmente los florentinos imbuidos de una renovada confianza en su
capacidad intelectual, ansiaban desarrollar una nueva arquitectura, basada no ya
en las tradiciones de la iglesia, sino que expresase la claridad matemática y la
racionalidad que percibían en el orden divino del universo. Para ellos, esa nueva
arquitectura ya no precisaría apuntar y elevarse hacia el cielo, sino que, como la
arquitectura romana, estaría apegada a la tierra y, como tal, pondría el acento en
la línea horizontal.
Se trató de un movimiento que se acercó al humanismo y se distanció de la
interpretación jerárquica del cristianismo, que se aproximó a las formas clásicas en la
literatura y en las artes plásticas, alejándose de las medievales. Se ha considerado al
Renacimiento como anticristiano, debido sobre todo al movimiento académico llamado
neoplatónico, pero este neoplatonismo no fue anticristiano sino antiescolástico.
El espíritu del Renacimiento surgió de las chispa vital de la curiosidad del hombre y de su
necesidad de cambio, un conjunto de aspiraciones que renovó la vida intelectual, artística y
sapiencial y aun sensitiva. los siglos XIV y XV, los humanistas abandonaron el verdadero
sentir de la filosofía por una lógica seca; El pensamiento se hizo así más liberal,
separando la ciencia de la filosofía y de la teología. La insatisfacción con la vida
medieval, sobre todo en lo que se refiere a sus conceptos religiosos, combinada con la
curiosidad del hombre con respecto a sí mismo y su desarrollo histórico condujeron al
descubrimiento de lo que había existido antes.
Que los comienzos de este interés por el pasado clásico se manifestaran en primer lugar en
Italia fue un corolario natural del hecho de que allí se había encontrado el centro del gran
Imperio Romano y todo su suelo era un testimonio de ruinas clásicas, además en Italia el
gótico no se desarrolló como en otros países de Europa.
Los orígenes del Manierismo.
En el siglo XVI, los artistas, que buscaban de nuevo el
cambio y la variedad, se distanciaron del clasicismo
romano puro y llegaron al Manierismo. El término se
aplica a un tipo de obras de transición, que difieren
tanto del clasicismo más puro del Renacimiento pleno
como del barroco característico del siglo XVII. Se
caracteriza por la inquietud de los sentimientos y de
los motivos, y por la negativa a seguir con demasiada
exactitud las reglas y las tradiciones clásicas.
Arquitectos como Rafael, Peruzzi y Miguel Ángel
utilizaron sus formas .
La arquitectura en la civilización
occidental.
Las primeras manifestaciones del
Renacimiento se encuentran en la ciudad italiana
de Florencia, en el sur la presencia constante de
las soluciones clásicas y el auge económico de
las ciudades comerciales italianas impulsó la
evolución de la arquitectura hacia un
aprovechamiento de los conocimientos
tradicionales en materia de construcción.
Florencia como Génova, era un importante
centro de comercio: los florentinos tenían una
enorme confianza en sí mismos como raza y
como individuos: . Los florentinos eran también
ricos. La combinación de riqueza y buen gusto
produjo excelentes mecenas de la arquitectura y
las artes.
La Ciudad Ideal.
Los mapas de la Edad Media no representaban el mundo “como es” sino que “ilustraban”
la imagen cristiana de ese mundo. En cambio la cartografía renacentista se proponía una
representación geométricamente correcta. Este realismo no destruyó la imagen general de
un cosmos centralizado con la tierra como centro, la cual perduró hasta la revolución de
Copérnico (1543). La ciudad del Renacimiento aspira a una forma ideal. Se convierte, en
consecuencia, en objeto de estudios científicos, y varios arquitectos analizan los
problemas de la ciudad y se proponen definir plantas “ideales”.
Marco de referencia social.
Aspecto político.
Los desórdenes que Europa había
sufrido, primero, con la caída del
Imperio Romano, y segundo, en el año
1000 a causa de las invasiones,
habían dado al traste con la
estabilidad de la paz Romana, pero fue
a finales del siglo XV, cuando la
civilización occidental recobró su
cohesión. El estado monárquico, tomó
conciencia de su misión y la sociedad
estableció sus jerarquías, todo esto
propició que la economía se viera
estimulada por el orden público, y la
invención de la imprenta renovó los
espíritus.
Aspecto económico.
En la segunda mitad del siglo XV, Europa se vio favorecida por un progreso económico,
social y demográfico. Aumentó la producción, se agilizó el comercio, y éste busco mercados
exteriores, así como créditos más amplios que le dieron un mayor radio de acción. Este
comercio fue el primer intento de la unidad europea. La industria progresó en forma
extraordinaria estimulada por los adelantos de la tecnología, especialmente la industria textil,
se popularizó la lencería, de igual forma progresó la minería que tuvo el carácter de una
ciencia. A principios del siglo XVI, la extracción de minerales en Europa se multiplicó por
cinco, especialmente el metal de la plata, que los Estados necesitaban para la acuñación de
la moneda.
Antes de que Martín Lutero pegara sus 95 tesis contra el principio y la práctica de las
Indulgencias (1517), el humanismo había introducido ya el estudio filosófico de las Sagradas
Escrituras y la crítica de las creencias e instituciones religiosas y en el siglo XV había
denunciado los abusos tanto materiales como morales de la Iglesia.
Existían condiciones históricas favorables para que la doctrina de Lutero tuviera una acogida
favorable. En Alemania era la época de la impresión, de la enseñanza laica y de las
universidades. Los campesinos al igual que en el resto de Europa, se encontraban
desprotegidos, lo cual provocaba levantamientos. Y a ello se sumaba la incapacidad de la
Iglesia para ofrecer paz y consuelo a un mundo carente de unidad, a merced de príncipes.
El Humanismo.
Las ciencias.
Al llegar el Renacimiento, se hace un redescubrimiento de la naturaleza, el hombre tiene
gran curiosidad del mundo que lo rodea y esto deriva del individualismo de la época. La
difusión de las obras científicas de la antigüedad, debido a la imprenta, llevó a cabo
conquistas insospechadas y lograron por el individualismo mencionado, librarse de las
concepciones de los clásicos griegos y latinos. El científico del Renacimiento fue hombre
práctico y utilitarista y fue en Italia donde mayormente se desarrolló la especialidad
científica.
Hubo cuatro inventos que influyeron en la época: la pólvora, que hace cambiar los
sistemas para combatir; la brújula, que ayudó a descubrir el Cabo de Buena Esperanza en
1486 y América en 1492; la imprenta en 1442 y el grabado en 1452. Estos inventos
produjeron cambios en el modo de vivir, reformas a la religión y deseo de aprender; a la
vez divulgaron la forma arquitectónica de los diversos países.
Objetivo e ideología.
Planta: conjunto de elementos necesarios sin Planta: los elementos están ensamblados según
tener en cuenta la simetría. Interior dividido en una simetría axial rigurosa. Interior dividido en
secciones longitudinales. Gran número de secciones cuadradas. Muy pocas secciones o
secciones o arcadas. Cobertura a base de arcadas. Cobertura a base de una cúpula en el
bóvedas o techumbres leñosas. Torres que punto de intersección de las naves. Torres
acentúan la verticalidad del edificio. simétricas generalmente terminadas en cúpula.
Los elementos ornamentales clásicos se repiten en el Renacimiento con profusión sobre todo en el
primer estilo: capiteles, cornisas, columnas y pilastras adosadas, frontones, molduras,
elementos florales y estatuas. Las pilastras rectangulares adosadas a las paredes
frecuentemente se acanalan. Los elementos decorativos son: medallones circulares formados
por molduras en forma de circunferencia con bajorrelieves en el centro, elementos florales
en frisos y arcadas, estatuas coronando edificios, en los frisos y sobre los frontones de los
vanos. Así como las balaustradas. Los balaustres, formados por dos copas una encima de la otra
con la superior invertida, pueden ser lisos, acanalados o bien estar ornamentados con hojas de
acanto.
Elementos decorativos en una fachada: balaustrada rematando el edificio, los frontones sobre
los vanos, las pilastras acanaladas, el medallón con relieves y las esculturas en el acceso.
Elementos decorativos: el cornisamiento, las molduras, los medallones esculpidos, las
esculturas, los capiteles y la decoración en base a motivos florales en el friso y los arcos
de las ventanas.
La decoración tipo fantástico en la que el
artista combina caprichosamente los
diversos reinos de la naturaleza creando
seres monstruosos, en parte animales, en
parte humanos y en parte vegetales, recibe
ahora el nombre de grutescos, por haberse
difundido su uso a raíz de los
descubrimientos de las pinturas de este tipo
del Palacio Imperial, cuyos salones, por
estar soterrados, parecen grutas. Motivo
muy común es la división de los techos en
casetones. Las pinturas al fresco que
cubren bóvedas y cúpulas fueron por sí
mismas obras de arte, utilizaron la
grandiosidad de la arquitectura para
sobresalir, pero además se integraron
perfectamente a las obras arquitectónicas.
Decoración interior en base a esculturas,
cornisas, molduras, relieves y
casetones en la bóveda de cañón. San
Pedro. Roma.
Decoración interior en base a pinturas al fresco en las pechinas de la cúpula y
simulando casetones en la bóveda. San Andrea. Mantua.
La arquitectura del Renacimiento tendió
hacia lo monumental y lo colosal; este último
aspecto consiste en que un orden
predomina en el edificio. La cornisa
rematará la construcción aunque a veces
encima de ésta aparece otro piso que recibe
el nombre de ático.
Palladio y Vignola formularon, de acuerdo a un canon quizá demasiado absoluto, los métodos de
proporción resultantes de los ejemplos de la antigüedad y de la experiencia de varias
generaciones de artistas, desprendiéndose de sus escritos que la ley de las relaciones simples
rige el conjunto de las composiciones renacentistas.
Palladio aconseja la determinación de la altura de una sala, basándose en el término medio
proporcional de sus lados.
Sistema de proporciones en la
Iglesia de Santa María Novella. Florencia. Vínculo entre la geometría y la música.
Patio del Hospital de los Inocentes.
Florencia
Palacio Rucellai.
Florencia.
Cancillería Papal. Roma.
Palacio Vendramin. Venecia.
Capilla Pazzi. Florencia. Interior de San Sátiro. Milán.
Templo de San Pedro in
Montorio. Roma
ESPAÑA
La arquitectura del Renacimiento español puede dividirse en tres fases: a la primera se le llama
plateresco, a la segunda clasicismo romano y a la tercera herreriano. Desde Italia, el Renacimiento se
extiende a los diferentes países de Europa, que, si en un principio acogen al nuevo estilo sin dejar las
nuevas estructuras góticas, pronto caen de lleno en el nuevo estilo, que en cada país presenta sus variantes.
En España el Renacimiento cuatrocentista se difunde cuando en Italia toca a su término, es decir, cuando allí
se inicia la reacción del segundo Renacimiento, reacción que no tiene lugar en España hasta mediados del
siglo XVI. El estilo correspondiente al cuatrocentismo italiano, aunque con las naturales diferencias, es el
plateresco, llamado así por su semejanza entre la ornamentación de los edificios y los trabajos de los
orfebres en la plata y además porque estos artistas proyectaron la decoración en sus custodias y vasos
sagrados. Este estilo llena los dos tercios del siglo y corresponde al reinado de los Reyes Católicos. Durante
el plateresco las estructuras del último gótico no varían, la pervivencia del gótico continúa, y solamente se
deja vislumbrar el nuevo estilo en la ornamentación, que es la que la da carácter al periodo. El plateresco
hispano se caracteriza por los siguientes motivos: a) candeleros o columnas abalaustradas con adornos de
flores, frutas y guirnaldas; b) capiteles clásicos, altamente ornamentados; c) medallones con motivos
guerreros que suelen adornar las enjutas de los arcos, los motivos bélicos de mazas, hachas y yelmos, así
como animales fantásticos como caballos alados y amorcillos que se entremezclan en combinaciones de
imaginación fantástica; d) empleo del grutesco (decoración en bajorrelieve con temática animal vegetal o
antropomorfas); e) fachada retablo, que imita por su composición a los retablos del interior de iglesias y
catedrales.
El Renacimiento fuera de Italia.
ESPAÑA
Ornamentación interior en
la Catedral de Granada.
Dibujo en sección del Palacio de Carlos V. Granada.
ESPAÑA.
FRANCIA
Francia fue el único de los grande países europeos, aparte de Italia, donde se construyeron edificios con
formas renacentistas antes del siglo XVI. Pero incluso allí no se vieron obras hasta finales del siglo XV. Los
edificios de la primera mitad del siglo XVI eran eminentemente góticos en su estructura y sólo tenían detalle
clásicos. Esta ornamentación se aplicaba sin una comprensión adecuada de las formas clásicas; los
edificios eran manieristas. El Renacimiento en Francia adquirió todo sus carácter genuino y arquitectónico
bajo Francisco I, de 1515 a 1547, para continuar luego en una segunda etapa de aspecto puramente
clásico, sobre todo durante el reinado de Enrique II.
Dos grupos de célebres castillos constituyen los principales ejemplos de la arquitectura de la época de Francisco
I ,considerada la primera etapa del Renacimiento en Francia: Los castillos de Loira y los de la Isla de Francia.
Los castillos de Loira conservan, por lo general una silueta medieval debida a la presencia de todas sus galas
defensivas como torreones, torres, almenas, buhardas y fosas, que, por tradición se conservaron a título
heráldico y decorativo.
En los muchos chateaux construidos en la primera etapa del Renacimiento en Francia se aprecian
diversas proporciones de elementos medievales. Algunos son completamente medievales en su trazado
y en su estructura, pero contienen detalles y ornamentación clásica. Las bóvedas son a base de
artesonados en forma de casetones o hechos de lozas esculpidas, los puntos de intersección se
encontraban adornados con rosetas o claves de bóveda. Utilizaban entablamentos de estilo corintio con
cornisas adornadas cuyo fondo es una concha Siguen estando fortificados, rodeados en muchos casos
de un foso o un lago y conservan el pintoresco estilo francés de los tejados, las ventanas en buhardillas y
los hastiales ( techo de dos aguas que forma un remate triangular. Sinónimo piñón o faldón). Se puede
contemplar una mezcla de estilos góticos y renacentistas.
FRANCIA.
FRANCIA.
Los castillos no conservaron ya nada tradicional. Los pabellones fueron cuadrados en vez de formar torres
circulares, los pilastras se tornaron en columnas salientes y superpuestas, las cadenas de piedra
reforzaron esquinas y jambas de ventanas y el aspecto de palacio de la habitación suntuosa y campestre
se acentuó con mayor unidad. Philibert Delorme, considerado como el más grande arquitecto del
Renacimiento en Francia, construyó, entre otras obras, las Tullerías, el castillo de Anet y parte del castillo
de Chenonceaux. Delorme inventó lo que se llama el orden francés, o sea las columnas cuyo fuste se
forra con gruesos anillos almohadillados. La arquitectura del segundo periodo fue una sabia atenuación de
la escuela de Fontainebleau en cuanto a profusión decorativa; surgieron cornisas y marcos clásicos y la
madera se esculpió con gran riqueza de relieve.
El Louvre, París
FRANCIA.
Palacio de Louvre. (actual museo) París.
INGLATERRA
El Renacimiento llegó a Inglaterra más tarde que a Francia, y llegó lentamente; el desarrollo de la
construcción renacentista en Inglaterra fue totalmente distinto a Italia, sólo a mediados del siglo XVI, en la
época isabelina, aparecieron los nuevos y definidos caracteres arquitectónicos refrescando el gótico, pero no el
de los templos o el de los monumentos, sino el de las casas de campo. Enrique VIII, deseando dar a su corte
un brillo superior a las demás cortes europeas, inició el movimiento renacentista, sin embargo la ruptura de
Enrique con Roma retrasó el posible cambio de estilo. Fue la época de las pintorescas y encantadoras
construcciones de madera. Las mansiones y los castillos presentaron acentuadas modalidades, tales como los
halls íntegramente cubiertos por pequeños paneles de madera, las escaleras de roble preciosamente talladas
que dan a galerías altas y visibles, la iluminación de estos espacios suntuosos gracias a un inmenso vitral y los
cielos rasos de yeso con dibujos finos y secos. El juego de entrantes y salientes que anima las grandes
fachadas cubiertas por los vidrios emplomados de las ventanas demuestran la inquietud de una renovación
fundamental.
El estilo gótico perpendicular siguió practicándose hasta el año 1550 aproximadamente. La Inglaterra de Isabel I
conoció grandes cambios, llegó al país cierto tipo de Renacimiento; no se trataba de la versión italiana pura
basada en Bramante ni en Brunelleschi, sino un tipo manierista flamenco. Los libros de dibujos y de modelos que
aparecieron en Inglaterra, impresos principalmente en Flandes y en Alemania, unos pocos en Francia,
presentaban a los artesanos ingleses una versión desvirtuada del clasicismo; y, como aquellos artesanos no
habían visto jamás un edificio clásico, tendieron a darla por buena. Este estilo manierista era muy semejante al
que se aplicaba en Alemania y en los Países Bajos. Se utilizaban los órdenes, pero con fines decorativos y no
estructurales. Los edificios propiamente dichos, ya fueran de piedra, de ladrillo o de entramado de madera se
construían más o menos como antes. Pero se aplicaban a la superficie, cubriendo con frecuencia todas las
fachadas exteriores con pilastras, columnas, franjas y derivaciones de figuras humanas, tanto cariátides como
grotescas. Los perfiles eran una confusión de chimeneas decoradas, crestas y hastíales curvos; estos últimos
procedían directamente de Flandes.
INGLATERRA
INGLATERRA
Ayuntamiento de Augsburgo.