Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
AlePattz - A Few Tables Away PDF
AlePattz - A Few Tables Away PDF
by AlePattz
Table of Contents
1. Chapter 1
2. Chapter 2
3. Chapter 3
4. Chapter 4
5. Chapter 5
6. Chapter 6
7. Chapter 7
8. Chapter 8
9. Chapter 9
10. Chapter 10
11. Chapter 11
12. Chapter 12
13. Chapter 13
14. Chapter 14
15. Chapter 15
16. Chapter 16
17. Chapter 17
18. Chapter 18
19. Chapter 19
20. Chapter 20
21. Chapter 21
22. Chapter 22
23. Chapter 23
24. Chapter 24
25. Chapter 25
26. Chapter 26
~ooo~AFTA~ooo~
Capítulo 1
EDWARD
"¿Ali?"
"No puedes hacer eso. Solo empeorarás esa mierda, Mary Alice," la
regañé, pero el terror puro de que papá tuviera en la mira a Alice era
demasiado para pensar en ello. "Pregúntale primero. Si dice que no,
entonces… en el verano, tal vez."
"N-N-No."
"Hey, hermano mayor… solo…" Alice suspiró otra vez. "¿Por qué no
le escribes? Sabes que eso te ayuda."
Asintiendo aunque no podía verme, gemí. "Lo sé. Es solo que… ella
está… muy fuera de mi alcance, Ali. Es solo…"
Se echó a reír. Con fuerza. Y de mí, por alguna maldita razón. "Oh,
buen Dios, Edward. No tienes idea, ¿cierto? ¿No tienes una puta
idea de cuántas chicas estaban locas por ti en tu último año?"
Se rio de nuevo. "Totalmente loca por ti, esa vieja asaltacunas. Dice
que tienes los más lindos… modales."
"Aw, basta."
"Bien."
"¡¿Con quién?!"
"Royce."
"Trabaja con papá. Estoy consciente de eso, pero hay una fiesta, y
quiero ir," dijo con firmeza.
Sacudiendo mi cabeza, guardé mis cosas y tiré mi basura. "Bueno,
mándame un mensaje o llama cuando llegues a casa."
"No es ese lago. No lo es," dije para tranquilizarme, solo para darme
por vencido cuando la idea de acercarme cruzó por mi mente.
El aire acondicionado en la biblioteca estaba casi glacial en
comparación con el calor de afuera, por lo que un escalofrío
prácticamente hizo temblar mis dientes cuando entré al único lugar
que podía hacerme sentir a gusto. Cuando estaba en la biblioteca,
nada podía lastimarme. Cuando caía por el hoyo del conejo de una
buena historia, o me perdía en la tarea y proyectos, mi soledad y
miedos y la vida que tan desesperadamente quería dejar atrás
desaparecían como en una nube de humo, al menos por un capítulo o
dos.
Levanté la vista expectante para ver a una chica con gafas negras
que conocía de algunas de mis clases. Amy… no, April… No, ese
tampoco era.
~ooo~AFTA~ooo~
~ooo~AFTA~ooo~
Capítulo 2
EDWARD
"Aquí tienes."
"Oh," le dije con una sonrisa cortés mientras tomaba la libreta de sus
manos y la metía en mi mochila. "No hay problema."
"Sí, no… Eso… eso estaría bien," le dije. "Se me había olvidado, de
hecho," le mentí. En realidad, solo había planeado hacer todo el
trabajo yo solo. Estaba acostumbrado a ello desde el instituto.
"Diecinueve."
"Ah, sí… bueno, casi llego a los veintidós, así que… no me digas
'señor'."
Me frunció el ceño, pero una media sonrisa jugó en sus labios. "¿Un
chico bien parecido como tú? Pfft... Mierda, vas a ahuyentarlas con
un palo antes de terminar tu primer semestre." Solo pude mirarlo
confundido, lo que pareció divertirlo más, pero en seguida cambio de
tema. "Oh, oye… estaba poniendo en orden tu archivo. Ven conmigo.
Necesito hablar contigo antes de que te pongas a trabajar."
Comencé a sentir pánico, pensando que había hecho algo mal, pero
había dicho que me pondría a trabajar, así que imaginé que no
estaba despedido… todavía. "¿Qué tengo que hacer?"
"Washington. Y todos los que conozco están muy lejos para hacer
algo en caso de una emergencia."
Jasper esperó a que dijera algo más, solo para mirar su escritorio.
"Juro… que no tengo tiempo para el archivo. Mi prima prometió que
me ayudaría, pero tiene que lidiar con su primer año en Edgewater…
sin mencionar toda su mierda social."
Sus cejas se dispararon hacia arriba. "Tal vez. Pero hoy no. Tengo
una entrega esta mañana, y necesito tu ayuda abriendo las cajas y
almacenando la mierda mientras Maggie y Tanya se hacen cargo del
frente por un rato."
"La basura," le dije. "Quieres que…" Hice un gesto hacia los botes
junto a las puertas principales.
"Sí, sí… y los dos que están afuera en el muelle también. Gracias,
Ed."
Saqué la última bolsa llena de basura, arrojándola dentro del bote que
llevaba conmigo. Justo cuando empecé a empujarlo para dar la vuelta
a la parte de atrás de la cafetería, un café congelado medio vacío y
parcialmente derretido voló por el muelle y cayó a mis pies,
salpicando un líquido de color canela, frío y pegajoso sobre mis tenis,
el borde de mis jeans, y el suelo del muelle a mi alrededor.
Frunció sus labios de forma incrédula. "Puedo creer eso, pero eso de
'el cliente siempre tiene la razón' es pura mierda. Y… el pendejo ya
se fue, Bella se aseguró de ello."
"¿Quién es Bella?"
"La prima de Jasper," Maggie habló con timidez. "Va a la escuela con
nosotros."
Caminé desde la parte trasera, saliendo por detrás del mostrador del
frente para ver a Jasper en una discusión acalorada pero en siseos.
Estaba parado a toda su altura, sus brazos cruzados sobre su pecho,
pero no podía ver a la persona con la que estaba hablando… hasta
que se movió. Se hizo a un lado, sonriendo en mi dirección, pero sentí
que mi corazón se detuvo y que las puntas de mis dedos se
entumecieron.
La Chica de la Biblioteca.
"Y aquí está él. ¿Estás bien, Ed?" Me preguntó, y solo pude asentir
en respuesta, obligándome a mirar a Jasper. "Joder, hombre… estás
blanco como una hoja."
Bella asintió, sonriendo otra vez, lo que provocó que mis manos
sudaran, pero Jasper entró nuevamente, cerrando las puertas
principales de la cafetería. "Prima, me vas a ayudar con el archivo,
¿o qué? Porque si no, Edward dijo que él lo haría."
"Soplona."
"Perezoso."
"¡Genial!" Dijo Bella, y le eché un vistazo para ver si eso había sido
sarcasmo. Su lindo rostro estaba sonriendo, y asintió y agitó su mano
al mismo tiempo que se encaminaba hacia la puerta. "Te veré
mañana, Edward."
~ooo~AFTA~ooo~
~ooo~AFTA~ooo~
Capítulo 3
EDWARD
"¿Cómo se supone que sepa eso? Estoy al otro lado del país," le
respondí con indiferencia, lo que fue mucho más fácil de hacer por
teléfono que en persona.
"¡Porque ustedes dos se cuentan todas las malditas cosas, hijo!" Dijo
con brusquedad, provocando que diera un respingo, a pesar de los
casi 5000 kilómetros que nos separaban. "¿Crees que no leo el
maldito recibo de teléfono antes de pagarlo?"
Sacudí mi cabeza porque sabía que esto no era por Alice. No le
importaba lo que ella hiciera, siempre y cuando trajera calificaciones
decentes a casa y que no lo molestara. Su problema no era con
Alice, y en realidad, tampoco era con Emmett. Era conmigo. Sin
embargo, había aprendido hace mucho tiempo que si le dabas algo,
incluso algo pequeño, dejaría de molestar un poco.
"La última vez que hablé con ella, iba a salir con Royce King," le dije
con firmeza, porque no era una mentira. La fiesta la metería en
problemas, pero la cita no, sobre todo con ese tipo.
"Oh," dijo en voz baja. "Está bien, entonces. ¿El hijo del doctor King?"
"Sí, señor."
"Lo que creas que tengas que hacer, papá," le dije, encogiendo un
hombro que él no podía ver, pero me hizo sentir la indiferencia que
estaba tratando de demostrar.
"Papá, tengo que irme. Tengo mucho que leer antes del lunes."
Abrí mi boca para replicar que no iba a ir a casa para las fiestas,
pero me guardé esa discusión para después, en algún momento al
acercarse noviembre. Usaría la escuela como excusa.
"¡Edward!"
"¿Qué le dijiste?"
Soltando un resoplido, sacudí mi cabeza. "Es algo así como una larga
historia. Hoy ha sido… extraño."
Sonriendo, rompí en una carcajada. "Supongo que sí, pero creo que
le gusta ese cretino, Alec."
"Tal vez, pero ahora… Ahora voy a estar atrapado todo el día con
ella en una habitación, Ali. ¿Qué demonios se supone debo hacer?"
Le pregunté en un siseo con pánico. "En verdad voy a joderlo."
"Es mucho más fácil recordar la verdad que las mentiras," susurré
con ella, cerrando mis ojos. "Dios, la extraño."
"Yo también."
"Sé que lo estás, y estarás mucho mejor ahora que no tienes que
escuchar esa mierda todos los días," afirmó sabiamente. "Y no estás
aquí como una bofetada en la cara… Te ves—"
"¿Edward?"
"¿Mmm?"
~oOo~
La mañana siguiente, era un lío por los nervios. Sin importar lo que
Alice había dicho, seguía sin poder deshacerme del miedo de trabajar
todo el día con Bella en la oficina de Jasper. Tenía miedo de que
viera lo extraño que era, que mi minuciosidad para la organización la
hiciera reír, y que me atrapara mirándola. Lo último era lo más
atemorizante porque sabía a ciencia cierta que no podría
contenerme. Ella era así de hermosa.
"¡Jasper Whitlock, detente allí!" Bella gritó desde atrás del escritorio,
y cuando se puso de pie, podía ver suaves piernas y pantalones
cortos, así que rápidamente desvíe la mirada.
"¿El TOC?"
Soltó una risita, y Dios mío, se veía hermosa cuando se reía. "¡Oh
demonios, sí! Desde que era niña. Me refiero a que, no enciendo y
apago la luz unas tres veces antes de ir a la cama, pero este tipo de
cosas… Ugh…"
Bella me dio una sonrisa reservada y sexy. Fue por una mochila que
colgaba del sillón del escritorio de Jasper, metiendo la mano
buscando algo.
"Así que…" Dijo, levantando la vista hacia mí con una sonrisa cuando
le pasé más. "¿De dónde eres, Edward?"
"Tiene sentido," le dije con una risita. "Tus padres serían mejores
profesores que la escuela pública."
"¿Y tu mamá?"
"Lo sé, es solo que…" Puso en el suelo la pila de carpetas que tenía
en su regazo y se puso sobre sus rodillas frente a mí. "No me agrada
saber que he lastimado tus sentimientos." Sus ojos marrón oscuro
eran dulces y sinceros. "Debes de ser muy cercano a tu padre."
"No tienes idea, ¿verdad?" Susurró, de pie frente a mí. "Todas las
chicas, todo el coqueteo dirigido hacia ti… No tienes idea. No las
ves… en clase, en la biblioteca, pidiendo prestadas tus notas."
"No te disculpes," dijo con una risita que me hizo sonreír. Sonrió de
nuevo. "Hazme un favor, Edward… Si alguna vez te das cuenta del
poder que tienes, asegúrate de usarlo para bien… y no para mal.
¿Está bien?"
"No es una mala idea," le dijo Bella al mismo tiempo que cogía su
mochila y luego agarró mi mano. "Vámonos, Edward."
~ooo~AFTA~ooo~
~ooo~AFTA~ooo~
Capítulo 4
BELLA
"Nada."
Riendo entre dientes, choqué los cinco con ella de camino hacia la
oficina de Jasper. Cuando entré, él levantó la vista desde uno de los
archivadores abiertos.
"Te agrada," me dijo Jasper, y por lo general me hace burla por mis
enamoramientos, pero esta vez no lo estaba haciendo.
Sonriendo con suficiencia, rodé los ojos. "¡Oh demonios, no! ¡Si
alguien va a sacudir un palo para quitarle a las mujeres de encima,
voy a ser yo!" Le dije, saliendo por la puerta, y Jasper seguía riendo
cuando caminaba por el pasillo.
~oOo~
Cuando la clase terminó, guardé mis cosas mientras todos los demás
se dirigían a la salida.
Papá agitó una mano. "Supongo que sí. Te dejo a cargo de avisarle a
Jasper."
"Puedo irme…"
"No, no, no… está bien." Se volvió nuevamente hacia mi padre. "Creo
que, toda mi vida. M-Mi madre era una escritora, y una maestra de
Inglés, de modo que aprendí de ella. Yo… yo solía inventar historias
para mi hermanita cuando no podía dormir o estaba enferma.
Cuentos de hadas. Mi madre me enseñó a escribirlas."
"¡Sí! Quiero decir, publicó. Ella es… Um, Esme Cullen…" Edward se
movió con nerviosismo, y si no estaba prendada de él antes, ahora
estaba perdida. "Historias cortas, poesía, y una serie de libros para
niños."
Edward suspiró, sus hombros cayendo un poco. "Te juro que no eres
tú, Bella. T-Tú eres perfecta. Soy yo. Yo soy…"
Oh, Dios mío, si su sonrisa no brilló mucho más que el sol allí en la
acera. Pero se movió nervioso, enrollando su tarea una y otra vez,
cada vez más apretada, hasta que extendí mi mano para detenerlo.
"Gracias."
"Eso es tierno."
"No, lo sé, Ali. Soy consciente… Me llamó para decirme que lo iba a
vender. ¿Qué se supone que haga? El coche está a su nombre. Es
una cosa menos que él puede…. No, también lo sé." Suspiró tan
profundo, que casi dolía el escucharlo. "Honestamente, ya no me
importa, Ali. Solo… ya no puedo. Y tengo que pensar en qué decirle
sobre los días de fiesta. No voy a ir a casa."
Se estaba riendo cuando colgó, pero me miró con un tinte rojo en sus
mejillas. "Lo siento."
~ooo~AFTA~ooo~
~ooo~AFTA~ooo~
Capítulo 5
EDWARD
Saqué mis libros para la clase en la que tenía que trabajar, pero
también saqué mi diario y el libro que necesitaba devolver. Iba a
levantarme para llevarlo al depósito, pero la mano de Bella envolvió
mi muñeca.
"Lo sé. Me pude dar cuenta," le dije con una risita, un poco
avergonzado por esa admisión, pero Bella tenía algo que me hacía
decir cosas que normalmente no diría.
Bella sonrió con suficiencia. "Muy bien, cariño. La otra…" Señaló con
su barbilla hacia el otro extremo de nuestra mesa.
"¿Angela?" Le susurré.
"Sí, ella." Sonrió, haciendo un pequeño gesto con su cabeza. "Es más
valiente que todas nosotras, porque en realidad se acercó a ti."
Bella soltó unas risitas, lo que me hizo sonreír cuando tuvo que cubrir
el sonido con sus manos. "Sí, bueno… eso es cierto." Su humor se
desvaneció un poco. "Edward, tú eres muy guapo, pero emites una
vibra de 'no tocar'. Da la impresión de que eres arrogante o altanero,
pero desde que hablé contigo, puedo ver que es un muro de defensa.
Y estoy segura que tienes tus razones para hacerlo, pero es algo
intimidante."
"Lo siento."
"Chica suertuda."
Revisé mis contactos para ver que había puesto Bella con un
emoticón de una carita feliz a un lado. Me hizo reír, hasta que una
sombra cayó sobre nosotros desde el borde de la mesa junto a
nosotros. Levanté la vista para ver a Alec de pie allí, fulminándome
con la mirada y luego a Bella.
"¿Dónde demonios has estado?" Susurró con un tono de siseo.
"Está bien, um… ¿en los dormitorios está bien? Puedo cambiarme y
dejar mis cosas."
~oOo~
"Que me jodan. ¿Va estar allí su hija? ¡Porque esa chica es sexy!"
Lo que no dije en voz alta fue que Alice se había esforzado mucho
para ayudarme a prepárame para la universidad. Quería que fuera
capaz de empezar de nuevo, ser alguien diferente—o al menos ser yo
sin estar rodeado de culpa, amargura y rumores.
Bella me miró por un instante más, solo para sonreír y asentir. Apartó
su mano y se concentró en conducir. A medida que nos alejábamos
de la escuela, podía ver que todavía nos dirigíamos hacia el norte por
la playa. Con el fin de distraerme de la resplandeciente agua, miré a
Bella.
"Mío." Hizo una mueca, mirando hacia mí. "Fue hace una semana—el
trece—pero estuvimos muy ocupados y tía Jane estaba en Europa,
así que dije que esperáramos."
"¿Estás listo?"
Pues sí que marco territorio Bella con las demás chicas jajajaja.
Pobre Angela, ya había logrado acercarse a él y ahora todo sus
planes se vienen abajo, bueno, de todos modos no tenía
oportunidad contra Bella ;) ¿Cómo creen que le vaya a nuestro
tímido Edward en la casa Swan? ¿Cómo creen que lo reciban?
~ooo~AFTA~ooo~
Capítulo 6
EDWARD
Miré hacia mi derecha para ver qué era, y Bella se rio bajito. "Grullas
canadienses. ¿Ves?"
Señaló hacia el otro extremo del terreno, donde tres aves bastante
grandes se llamaban el uno al otro. Eran de un color gris pálido, con
plumas rojas en la parte superior de sus cabezas. Todo en ellas era
largo y delgado—piernas, cuellos, picos.
Bella sonrió y asintió. "Sí, eligen pareja para toda la vida y crían a un
bebé hasta la edad adulta. El más bajo es el más reciente. Mi madre
pinta cuadros de ellas. Te las mostraré adentro."
Bufé una suave carcajada, porque tenía razón; era de otro mundo. El
sonido de la puerta principal abriéndose hizo que me sobresaltara,
pero sonreí al ver la relajada media sonrisa de Jasper.
"Querían comer afuera en la parte de atrás, pero les dije que no," le
dijo, y ella asintió. "Joder, está demasiado húmedo de todos modos."
"Oh, no. Llámame tía Jane," me reprendió con esa misma sonrisa.
"La señora Whitlock era mi suegra, y era una mujer bastante molesta
y malhumorada… Que Dios tenga su malhumorado ser en la gloria…"
Una suave risa sonó por la cocina, limpió sus manos en una toalla y
caminó hacia mí. "Dulce señor, Bella. ¿Dónde lo encontraste? Es—"
"¡Oh, basta!" Siseó, pero se rio. "¡Mi etapa difícil fue… difícil!"
"¿No fue así la de todo el mundo?" Repliqué con una sonrisa para ella
por encima de mi hombro. "Al menos tú la dejaste atrás al crecer."
Me volví hacia otra foto pero escuché que se acercó a mí cuando
cogí lo que parecía un retrato familiar. Reconocía todos en él, a
pesar de que Bella y Jasper solo eran niños, excepto por un hombre
que tenía que ser el padre de Jasper. Se veía exactamente igual a su
hijo—cabello castaño claro, ojos sonrientes, apariencia agradable.
"Tío Mark. El papá de Jasper," Bella susurró junto a mí. "Él y tía Jane
se divorciaron cuando Jasper tenía unos… oh, quince años, creo. Se
mudó a Georgia, tiene una nueva familia, supongo. Jasper no habla
de él." La pregunta tenía que haber estado por todo mi rostro, porque
Bella se encogió de hombros. "¿Por qué se fue? No lo sé. Mi papá
dijo algunas veces, que la gente tenía que comenzar de nuevo en un
lugar nuevo a fin de tomar decisiones diferentes."
"Mi papa me dio esa excusa cuando era una niñita. Como un adulto,
creo que tenía a alguien más," me dijo pero me miró con una sonrisa
triste. "Eso tiene más sentido."
"Dios, Ed… ¿no podías haber esperado más tiempo para hacer ese
informe del libro?" Emmett me dijo burlándose desde el asiento del
pasajero.
"Pequeño…"
"Edward, cariño," dijo Bella una y otra vez. "Edward, mírame." Pasó
sus dedos por mi cabello. "Oh mierda, estás temblando. Lo siento,
cariño… Yo... debí haber…"
"¿Estás seguro?"
"¿El agua?"
Mis ojos se abrieron de golpe para ver su rostro, con miedo de ver el
desprecio en él o peor… que se estuviese burlando de mí. Pero no lo
estaba. De hecho, las lágrimas se acumulaban en sus ojos.
Me abrazó con más fuerza antes de echarse hacia atrás. "¿Por qué
mudarse a una ciudad costera, Edward?"
Miré por la puerta, solo para ver un patio con mosquiteras y otra
mesa. Sonriendo un poco, ahora sabía por qué Jasper había dicho
que no los dejó que comieran afuera. Por mí. En toda mi vida, nadie
se había preocupado tanto por mí como para hacer eso. Y nadie me
había sacado de un ataque de pánico como lo había hecho Bella; los
sentimientos eran casi abrumadores.
"Así que… Edward," comenzó a decir Renee, sacándome de mis
pensamientos mientras pasaba el puré de patatas. "¿De dónde
eres?"
"Sí, claro."
~ooo~AFTA~ooo~
~ooo~AFTA~ooo~
Capítulo 7
EDWARD
"Ahí estás," dijo Alice entre risas por el teléfono, y no pude evitar
sonreír. "Se consigue una novia y al resto de nosotros nos
abandona."
"No sé cuáles son los pasos, mucho menos cómo dar el primero."
Me senté en una banca justo afuera de Sunset Roast. Era el día que
llegaba el camión de suministros, por lo que sabía que tendría que
cargar cosas pesadas una vez que entrara. Pero tenía unos cuantos
minutos antes de tener que hacerlo.
"Lo sé, pero creo que Bella se merece saber la verdad sobre mí. Eso
es todo."
Sonriendo un poco, le dije, "Podría serlo. Ellos son como las familias
de esas tontas comedias de televisión—todo risas y bromas y
simplemente… comprensivos. Es diferente de lo que teníamos."
"Y para ti, mejor. Marca mis palabras, hermano mayor, salir de Forks
será la mejor cosa que te haya pasado en la vida. ¿Has hablado con
papá sobre las fiestas? No, probablemente no, o andaría todo
cabreado y pisoteando por todos lados aquí."
Se echó a reír. "Vale la pena el intento. Haría más fácil el dar los
pasos con ella."
"También te amo."
"Es bonita."
"Dios, eres tan jodidamente lindo, Edward, lo juro por dios y todo lo
sagrado." Se rio por lo bajo, al fin levantando la mano y sacudiendo
mi cabello. "Bells es una chica con suerte. ¿Pero qué vas a hacer con
esta?"
"No. No nos llevamos bien." Abrí mi boca para decir más, pero la
cerré de nuevo. Quería contarle que él me culpaba de muchas cosas,
pero no lo hice. Y la voz de Jasper se escuchó por toda la cafetería.
"Cierto, pero por otro lado… hay cosas mejores que podríamos
hacer además de limpiar el desorden de mi primo alfabeto
discapacitado."
Moví mis libros pero miré mi diario, acercándolo a mí. Era en serio lo
que le había dicho a Alice. Realmente quería que Bella me conociera.
Era solo que no estaba seguro de cómo contarle de la parte más
desagradable de mi vida, así que cogí mi pluma.
Miró alrededor y luego otra vez hacia mí. Sus mejillas rosadas, y me
sentí incómodo bajo su escrutinio. No me gustaba la atención, pero
tampoco quería lastimar sus sentimientos. No era ese tipo de
hombre. Sabía lo que era sentir algo por alguien que estás seguro no
sabe que existes. Cómo tuve la suerte de conocer a Bella, nunca lo
sabré, sin embargo, estaba agradecido.
Me volví hacia Bella para encontrar su mirada oscura. "¿Por qué fue
el beso?"
"¿Mmm?"
El pánico me golpeó como una oleada, y cerré mis ojos con fuerza y
cerré mis manos en puños por un segundo. Mi incapacidad de hablar
en voz alta era embarazoso, por lo que esperé la risa o que agarrara
el diario. Pero no hizo ninguna de las dos cosas.
Pasando saliva con nerviosismo, asentí. "Lo sé, pero es solo que…"
"Yo… ¿He hecho algo mal, Edward?"
Sonriendo, se rio entre dientes. "Uh, no, no lo soy. Pero es dulce que
lo pienses."
"Bueno, lo eres para mí," refunfuñé, lo que la hizo sonreír mucho más.
Por mucho que deseara eso, no podía hacerlo. Bajé la vista a mis
manos en mi regazo, moviéndome nervioso cuando me di cuenta lo
cerca que estábamos sentados. "No tienes idea de cuánto deseo
eso, pero… hay algunas cosas de mí que tienes que saber antes…
o… me refiero…" Gimiendo por mi puta incapacidad de hablar,
simplemente encogí un hombro.
"¿Sí?"
"¿Hacer qué?"
"¿Todo el mundo?" Respondí con una risa burlona, aunque salió como
una pregunta.
~ooo~AFTA~ooo~
(1) Grupo de universidades, que tienen en común unas
connotaciones académicas de excelencia, así como de elitismo
por su antigüedad y admisión selectiva. También se conoce a
las universidades de esta conferencia como "las ocho antiguas"
o "las Hiedras".
~ooo~AFTA~ooo~
Capítulo 8
EDWARD
"Bueno, siempre hay una primera vez," dijo con una sonrisa burlona.
Sabía que tenía razón; era yo el que no era tan duro, pero no dije
nada cuando lo seguí hacia el área de asientos de la cafetería. Bella
estaba sentada en el sofá en la esquina del lugar, girando un juego de
llaves en su dedo.
Posé mis ojos en nuestras manos, jugando con sus dedos. "Tengo
que hacerlo. Tú…" Negué despacio. "Tú me haces sentir cosas que
nunca sentí antes, Bella. Y con eso viene la necesidad de ser honesto
contigo. ¿Eso tiene sentido?"
"¿Cariño?" Me llamó en voz baja, y miré a sus cálidos ojos. "No voy a
ir a ninguna parte. Te lo prometo. ¿Lo que vas a decirme tiene que
ver con por qué entraste en pánico en mi casa la noche de la cena?"
Me preguntó, y asentí. "Está bien, entonces, ¿esto tiene que ver
con… con tu madre, Edward?"
"Sí."
Bella sonrió, pero no duró mucho. Estaba seguro que se daba cuenta
de lo que se avecinaba, pero necesitaba simplemente… decirlo.
"Emmett siempre ha sido bueno con las chicas, así que le estaba
tomando el pelo diciéndole que él no había devuelto una reseña, solo
por estar besando a su novia. Yo… yo… torcí su oreja, y él…" Cerré
mis ojos con fuerza. "Se quitó su cinturón de seguridad para
golpearme, pero… mamá perdió el control del coche. Al parecer fue
un perro que salió disparado, y… dio un volantazo. Las llantas
resbalaron, y nos salimos del camino hacia un… un… lago." Alejé mis
manos de las de Bella, frotando mi rostro bruscamente y hundiendo
mis dedos en mi cabello. "Intenté… yo… yo… El cinturón de mi
asiento evitó que saliera herido… bueno, herido en el impacto, pero…
Emmett estaba inconsciente, y mi madre estaba sangrando. Nos
estábamos hundiendo rápidamente. Ella… ella… me dijo que sacara
a mi hermano, así que… pude abrir un poco la ventanilla, pero el
agua había dejado el coche sin batería, de modo que tuve que
patearla, romperla. Entonces yo era lo bastante pequeño para poder
pasar por encima del asiento hacia el frente y… y…"
"Mi papá."
"Sí," dije con voz rasposa, cerrando mis ojos con fuerza. "Qué…
Dónde…"
Al bajar la vista a las vendas una vez que las dejó descubiertas,
recordé todo de golpe. Las lágrimas se acumularon en mis ojos, e
hice una mueca cuando retiró la venda y la gasa. Cuando miré
hacia abajo, la vista me hizo sentir enfermo. Se veía como si un
tigre me hubiese dado un zarpazo o algo así—unos cortes largos,
torcidos y rojizos estaban en mi costado desde debajo de mi axila
hasta justo encima de la cintura de mi ropa interior. Me dolían, pero
dolía más cómo me las hice.
"¿Qué… mamá?"
"¡No, no, no! Papá, yo hice… hice lo que me dijo. Yo... yo… traté de
volver, pero todo se oscureció. El coche, el…"
"¡Él… él se lo quitó!"
"Yo—"
"Por las calificaciones, sí. Todos teníamos que ser estudiantes del
cuadro de honor." Levanté la mano y capturé nuevamente sus
lágrimas. "Por favor, no llores. Eres muy bonita para llorar," le
supliqué en voz baja, y mis dedos se arrastraron por el color que
brotaba en sus mejillas. "No nos golpeó, si es lo que estás
preguntando. Si se enoja mucho, grita, arroja cosas. Prácticamente
ignora a Alice, lo que envidié por años. Cree que arruiné las
oportunidades de Emmett en el béisbol, pero a mi hermano no le
importa. Se va ir a la universidad de Washington para ser un
arquitecto. Entre más mayores nos hacíamos, más difícil era para él
castigarnos, porque todos sacamos buenas calificaciones."
"Fue por eso que le dijiste a Alice que estabas de acuerdo con que lo
vendiera."
"Oh, sí. No me dejó traerlo, porque no me quería aquí. Les dijo a sus
amigos que es porque el seguro sería demasiado costoso. Pero lo ha
usado para chantajearme desde que tenía dieciséis años." Sonriendo
con tristeza, la miré. "No soy estúpido, Bella. Estoy consciente que el
verme le recuerda a ella, que necesita culpar a alguien. Aprendí hace
mucho tiempo que si cerraba la boca, me mantenía oculto, nadie—ni
siquiera mi padre—podría llegar a mí. Aunque, eso también puede
hacerlo enojar."
"Puedo ver que sí. Estás temblando, cielo," me dijo con una voz
gruesa y llena de emoción, tomando mi rostro entre sus manos. "¿Por
qué?"
~ooo~AFTA~ooo~
¿Quién quiere matar a Carlisle? ¡A la fila! Así que ya sabemos
que su papá lo culpa por la muerte de su madre, ¿pero será solo
eso? ¿Ustedes que creen? ¿Y qué les pareció la respuesta de
Bella? Sin duda ella es la pareja perfecta de Edward, y no solo
ella, también su familia :) Espero que hayan disfrutado de su
regalo de San Valentín. ¡Feliz Día del Amor y la Amistad!
~ooo~AFTA~ooo~
Capítulo 9
BELLA
"Claro, nena."
"¡Su padre lo culpa, papi!" Siseé en un susurro. Quería gritar con ira
por la injusticia de todo esto, pero ningún bien podría venir, salvo
hacer sentir mal a Edward. Eso no lo permitiría. Había sufrido
bastante. "Le dijo que el choque fue su culpa. ¿Quién… Quién hace
eso?"
Asentí. "Creo que lo hay, pero vino aquí porque es lo más lejos
posible que pudo llegar."
Asintió, frotando su sien. "Bien." El bigote de papá se movió un poco.
"Te gusta."
Papá cerró sus ojos con fuerza y negó. "Mi corazón, Bella. Si lo
haces, solo… déjame estar felizmente ignorante, ¿está bien?"
Al otro lado del pasillo, la lámpara del buró iluminaba lo más hermoso
que había visto en mi vida. El cabello de Edward seguía húmedo,
apuntando en todas direcciones como si hubiese acabado de frotarlo
con la toalla. De pie con solo un par de pantalones de dormir, parecía
estar concentrado en su teléfono. Estaba de espaldas hacia mí, y aun
cuando era delgado, no era flacucho. Tenía músculos y hombros
anchos, estrechándose hacia su cintura. Su piel era suave, un poco
pálida—pero siendo de Florida, esperamos que todos fuera de este
estado lo estén.
Sus cicatrices.
"Mamá debería haberte dicho que tiene que hacer clic para que
permanezca cerrada," le susurré, deteniéndolo cuando empezó a
ponerse la camiseta. "Eres… eres hermoso." Era la verdad, y no
podría impedir que escapara de mis labios si tratara.
Y ahí estaba. Esa increíble sonrisa que me dejó sin aliento la primera
vez que la vi en la oficina de Jasper. Era real, cegándome con su
radiante juventud. Acompañada con el tinte rosado de sus mejillas, lo
hizo absolutamente lo más hermoso que había visto en mi vida.
"¿Por qué?"
Cerrando los ojos, sonreí cuando le dije, "Jesús, Edward… tienes que
estar seguro. Si te lastimo, o presiono demasiado, muy pronto…
estoy dispuesta a—"
Oh Dios mío, no estaba segura que pudiera verse más lindo, pero lo
acababa de hacer.
Sonriendo, asentí con él. "Está bien, entonces cierra los ojos, cielo."
"Dios, sí."
Para alguien que decía no saber lo que estaba haciendo, mis dedos
se estaban enroscando en la alfombra, mis manos estaban ahora
deslizándose por su cabello, y mi cuerpo quería sentir cada
centímetro de él pegado a mí.
"¡Um, Edward… nunca había sido besada así en mi vida!" Dije con
asombro y necesidad, porque quería más, pero no lo presionaría.
"Todo."
~oOo~
EDWARD
"Gracias, pro—"
"Gracias, Charlie."
Asintió una vez antes de beber de su café. Bella, Renee, y tía Jane
estaban sentadas a la mesa. Las dos mujeres mayores estaban
charlando en voz baja, pero podía ver que Bella no era precisamente
conversadora por las mañanas, lo que encontré interesante. Estaba
metiendo sin ver una cucharada de cereal en su boca mientras leía un
libro abierto sobre la mesa. Estaba vestida para la escuela, pero sus
ojos seguían soñolientos y cansados.
Tía Jane soltó una risita como una jovencita pero apoyó sus codos
sobre la mesa. "Qué gracioso, no oigo a Bella quejarse ni un poco."
"Y esa es mi señal para irme," canturreó Charlie con sarcasmo,
haciendo que todas las mujeres a la mesa rompieran en carcajadas.
Vació su taza de café y se despidió.
"¿Y eso por qué fue?" Jadeé, todavía tratando de calmarme, pero no
me había movido de sus brazos.
"No quiero."
"Yo tampoco."
Sonrió con suficiencia pero tomó mi rostro entre sus manos. "Dijiste lo
mismo sobre besar, cielo. Y créeme, lo aprendiste… muy bien." Me
levantó una ceja pero colocó su mano extendida en mi pecho sobre mi
corazón, que seguía latiendo con fuerza por nuestros besos. "Solo
confía en esto, Edward."
Asentí.
~ooo~AFTA~ooo~
~ooo~AFTA~ooo~
Capítulo 10
EDWARD
Él nos dio una sonrisa y nos agitó su mano cuando dejamos el salón.
La mano de Bella se deslizó en la mía al caminar por el campus hacia
el comedor. Permaneció callada, lo que era un poco inusual en ella,
de modo que cuando al fin estábamos afuera en nuestra mesa debajo
de la sombra, la miré.
"¿Qué?"
"En dos cosas, en realidad. Primero, no sé… ¿Qué vas a hacer en
las fiestas?"
"No lo hago por él," dije con brusquedad, haciendo una leve mueca de
desdén. "Quiero ver a Ali. Si vas a estar allí para Acción de Gracias,
entonces iré para Navidad, solo para asegurarme que no la va a
ignorar durante toda la temporada de vacaciones."
Emmett suspiró, pero salió como un gruñido. "Sabías que aplicó para
Edgewater."
"Ella iba a dejarlo, si escuchas los rumores del viejo Forks," bromeé,
lo que lo hizo reír un poco. "No lo sé, Em. Yo solo… vivo con ello
todos los días. No necesito que me diga lo que he hecho, que soy un
completo perdedor. Estoy consciente de ello."
"¡A la mierda con él!" Dijo Emmett con brusquedad. "¡No eres un
maldito perdedor! Un día, vas a estar en las estanterías de una
librería, igual que mamá. ¡Y quiero la primer copia firmada!" Cuando
me eché a reír, él bufó. "Joder, estoy hablando en serio hermanito. Y
cuando él esté todo viejo y malhumorado y pudriéndose solo en esa
casa, entonces veremos quién es el maldito perdedor, ¿está bien?"
"Gracias, Em."
"Bella."
"Está bien, bueno, solo se sincero con Bella. A las chicas les gusta
todo eso de la honestidad." Siseó la última oración, haciéndome reír.
"En serio. Les gusta. Y de verdad, tu polla tal vez sea virgen, pero tus
ojos no lo son. Sé que esa laptop tuya ha visto alguna mierda
pervertida."
"Mira, Edward, las chicas te van a decir qué les gusta y qué no.
Puedes darte cuenta, ¿sabes? Si esta chica vale la pena,
entonces…"
"Oh."
"Sí."
La he visto unas cuantas veces. Al mirarla, parece ser una chica fría
y pretenciosa, pero no lo era. Era muy bonita—cabello rubio, alta,
segura de sí misma—pero en realidad era una de las personas más
agradables que había conocido. Era leal y estaba totalmente
enamorada de mi hermano.
"Está bien."
"Sí, pero…"
"Mmmm…"
"¡Sí! Exactamente."
"¿Aquí?"
"Sí." Sus ojos nunca dejaron los míos, y eran cálidos y tiernos,
también eran sinceros y reconfortantes.
"Tal vez algún día será tú historia la que me leas a mí," me dijo
esperanzada, y también había una ligera tomadura de pelo allí, pero
no era molesto.
"La tarea, chica hermosa." Señalé sus libros, riéndome un poco más
cuando me estrechó los ojos.
~ooo~AFTA~ooo~
Muy ciertas las palabras de Bella: "No tienes que tocar a alguien
para abusar de él, guapo. Las palabras hieren. El control hiere."
Y eso es precisamente lo que ha estado haciendo durante años
Carlisle Cullen, ¿qué creen que pase en Acción de Gracias con
Emmett y Rose ahí? Peor aún, ¿qué creen que pase en Navidad
cuando Edward visite? Ya lo veremos. ¿Qué les pareció
Emmett? Al menos nuestro chico dulce y tímido ha tenido
siempre el amor y el apoyo de sus hermanos, y ahora el de su
chica :) Espero que hayan disfrutado del capi.
~ooo~AFTA~ooo~
Capítulo 11
EDWARD
"Va a traer esa puta con él. Supongo," suspiró con cansancio. "Voy a
tener que vigilarla…"
Algo de eso me molesto. Rose no había sido nada más que fiel y leal
a mi hermano, y lo amaba con fiereza. Solo había sido amable
conmigo, lo que probablemente significaba que Emmett le había
contado sobre el accidente y mamá, pero eso no me molestaba en
absoluto.
Papá se rio. Fue tan estridente y ruidoso que me hizo hacer una
mueca por su tono sin humor. "El amor te hace un idiota, hijo. Es
mejor que lo aprendas ahora. Y cualquier perra que se aferre a ti va
joderte. Tú probablemente te enamorarás de la primera que te moje
la polla…"
"Mi papá."
"No puedo imaginarte haciendo algo que merezca todo eso. Eres un
buen chico, así que no sé qué lo tiene tan cabreado." Sacudió su
cabeza al escuchar mi risa sin humor, mirando hacia la noche lluviosa.
"Mi papá era también todo un personaje, cielo. Créelo. Finalmente,
tienes que hacer lo que es mejor para ti. Solo porque tuvo algo que
ver en hacerte no significa que es una buena persona." Volvió
lentamente su cabeza en mi dirección, su ceja elevándose. "Algunas
personas son simplemente… tóxicas. ¿Me entiendes?"
"Tú eres caliente," dijo con una adorable risita, acariciando mi oreja
con su nariz.
Sacudí mi cabeza. "Papá llamó justo antes de que llegaran." Dije con
un suspiro pero sonreí al ver su rostro preocupado. "Le dije lo de
Acción de Gracias. Y me aseguró que iba a ir a casa para las
vacaciones de Navidad."
Su puchero podría haber sido la cosa más linda que jamás haya visto,
así que no pude evitar abrazarla. "Bella…"
"Sé que tienes que ir, pero no tiene que gustarme," me dijo con
firmeza, todavía portando ese adorable puchero. "Es solo que…
Tengo un… un… presentimiento sobre tu ida. Eso es todo."
"Sí. Pero me alegra que estés aquí para Acción de Gracias. Vas a
venir a mi casa para eso. Prométemelo."
~oOo~
Algunas eran tan recientes como la última vez que Emmett estuvo en
casa después de haberse ido a la universidad, por lo que éramos los
tres pasando el rato en mi habitación. Algunas eran más viejas,
algunas de solo Alice y yo haciendo tonterías, y una de Emmett y
Rose. Pero la que Bella en realidad cogió era una foto de mi madre y
yo. Fue en el verano antes del choque. Alice la había tomado, y mi
madre estaba riendo y era feliz… y yo también lo era, al verla por
encima del hombro de Bella.
"Era hermosa."
"Lo era… por dentro y por fuera, en realidad," concordé en voz baja.
"Un alma muy buena. Siempre."
"Fue para conseguir una reacción, chica hermosa," le dije con una
risita. "Nada más. Y en ese entonces, ya había aceptado que era mi
culpa."
"¿Estás listo para nuestra pijamada?" Me dio una media sonrisa que
me recordó un poco a Jasper, y resoplé una suave carcajada.
"Sí, señorita."
Me reí con nerviosismo, pasando una mano por mi cabello. "¿Y qué
es lo que quieres?"
"¡Exacto!"
~ooo~AFTA~ooo~
~ooo~AFTA~ooo~
Capítulo 12
BELLA
"Hola, chicos," nos saludó, cerrando la llave del agua y secando sus
manos. "No me hagan caso. Voy a volver a la habitación de
huéspedes. Hay una maratón de Esposas Desesperadas o alguna
mierda u otra. Planeo perder algunos puntos de mi coeficiente
intelectual, pero ganar media libra o dos con el tarro de helado que
exitosamente oculté de mi hijo."
"Suena como una maldita buena cita, tía Jane," le dije en broma,
besando su mejilla.
Una vez que estaba arriba, decidí tomar una ducha. Cuando estuve
vestida de nuevo, encontré a Edward en la mesa de la cocina con su
laptop abierta y medio sándwich en un plato a su lado. Agarré algo de
beber del refrigerador y luego tomé asiento junto a él. Con la más
adorable de las sonrisas, empujó despacio el plato en mi dirección.
"¿Bella?"
"¡Dios, no!"
"Los tipos así por lo general lo hacen," replicó Edward. "No entiendo
lo que las mujeres ven en eso."
Sonriendo, me acerqué más. "Yo tampoco. Aunque pensándolo
bien… prefiero lo dulce y tímido." Sonreí ante sus mejillas enrojecidas
y su risita nerviosa pero decidí probar el otro lado de su cuello.
"Entonces, ¿no es el tema el que no te gusta, son los personajes en
sí?" Pregunté contra su pulso palpitante.
"T-Tal vez…"
"¿Sí?"
Sin embargo, al parecer eso fue todo lo que necesitó para dejarse
llevar. ¡Y oh Dios, sino se vio aún más hermoso! Sus ojos cerrados,
su boca abierta, y un sonido de gran satisfacción salió de él. Le tomó
un segundo o dos recuperar el aliento, y una vez que lo hizo, se vio un
poco abrumado, así que rodeé sus hombros con mis brazos,
enterrando mi rostro en su cuello. Él hizo lo mismo, y podía sentir
nuestros corazones latiendo con fuerza contra el otro.
Bufó una risa cansada, pero sus brazos me rodearon por completo.
"Está bien."
Besé un lado de su cabeza, pero quería ver su rostro, así que tiré de
él hasta que se echó un poco hacia atrás. "¿Qué quieres tú,
Edward?"
"A ti." Encogió un hombro. "Yo… es todo, chica hermosa. Solo a ti."
Besé sus labios, sintiendo el picor de las lágrimas por lo dulce que se
escuchó eso. "Me tienes, Edward. No voy a ir a ninguna parte."
Me sonrió, y fue esa sonrisa que me dejaba sin aliento. "Bien, pero
um… probablemente necesito…"
"Oh, claro. Realidad contra literatura. Nunca hablan de ropa interior
pegajosa en las novelas románticas."
~oOo~
EDWARD
"Wow," dijo con una risita. "Vaya, esa mierda encaja con esa cosita
bonita tuya."
~ooo~AFTA~ooo~
~ooo~AFTA~ooo~
Capítulo 13
EDWARD
"Bueno, está bien. Mejor los videojuegos que los conductores idiotas,"
dijo tía Jane, abrazándome por un lado con su brazo libre. Su otra
mano estaba sosteniendo un cazuela llena de lo que parecían
escalopas de patata echas en casa. "Me alegra que estés aquí. Me
sirve otra espalda fuerte. Y será mejor que mañana tengas buen
apetito, chico."
"Ella tiene razón," tía Jane añadió desde el otro lado de la habitación.
"Así que no te sientas avergonzado si te quedas dormido frente a la
televisión. Todos lo hacemos."
Arrugando mi nariz, partí unas cuantas judías más y asentí. "Sí, los
extrañaré, pero no es como si tengamos esto," le dije, señalando a
toda la comida preparándose detrás de mí. "Saldríamos a cenar. Hay
un comedor en Forks que sirve comida de Acción de Gracias—pavo,
relleno, salsa de arándanos. Ese tipo de cosas. Mi papá prefiere
trabajar, de modo que por lo general somos nosotros tres."
"Es por eso que se le va a meter al jodido amanecer," dijo tía Jane,
acercándose a mi oído. "Solo agradezcan que no es su alarma la que
va a sonar como a las cuatro de la mañana para encargarse de esta
ave."
Traté de recordar que necesitaba ver a Alice, que tenía que calmar a
mi padre a fin de que siguiera financiando mi educación, y tuve que
recordarme que los dormitorios estaban cerrados durante las
vacaciones. Aunque fuera bienvenido en casa de los Swan, no podía
imponerme para estar con ellos en las fiestas. Sin embargo, ninguno
de estos recordatorios lograron que bajara mi nivel de ansiedad.
Simplemente no quería ir a casa.
Bufé una suave carcajada sin humor. "Tengo que hacerlo, Bella. Es
solo que no quiero."
"Lo sé," dijo bajito. "Y desearía…" Su voz se apagó, pero la esperé
pacientemente. "Desearía…" Se rio un poco. "Dios, Edward,
desearía tantas cosas. Desearía que pudiera hacer que te quedaras
aquí. Siempre. Desearía poder ir contigo, envolverme a tu alrededor
como un escudo. Desearía que tu hermana pudiera venir aquí en
lugar de que tú vayas. Desearía que nunca tuvieras que estar de
nuevo cerca de tu padre. Él no se merece tu lealtad, tu obediencia, o
tu miedo. Demonios, ni siquiera se merece tu odio; incluso eso es
darle demasiado crédito." Tomó mi rostro entre sus manos,
acercando mis labios a los suyos. "Pero más que nada, desearía que
comprendieras lo jodidamente asombroso que eres, lo fuerte que
eres, lo inteligente y dulce y amable que eres."
"Sí."
"En alguna parte, aquí muy dentro—" dio golpecitos con su dedo en
mi sien, solo para colocar su mano en mi pecho desnudo "—y aquí…
Lo sabes. Sabes todo eso. Lo que no sabes es que ya has pagado
suficiente por olvidar una tarea de inglés en secundaria. Hasta aquí.
Terminaste. No más. Ni en la escuela, o conmigo, o dentro de esta
casa." Extendió su mano sobre mis cicatrices, mirándome a los ojos.
"Ciento veintitantos puntos de sutura, la rodilla rota de tu hermano, y
la pérdida del único padre a quién le importabas una mierda… Hasta
aquí, amor. Siete años es suficiente."
"Está bien."
"Edward…"
Se puso un poco seria pero entonces bajó sus manos para quitarse
su camiseta. Había tocado su piel, sus senos debajo de su ropa, pero
no la había visto en realidad. La confianza que tenía en mí era
asombrosa, pero su paciencia era interminable, porque sabía que
necesitaba un momento.
"Oh, Dios, sí," suspiró, estirando sus manos hacia mí, hacia el borde
mis pantalones, y tragué grueso cuando me tocó como había tratado
de recrear más temprano en la ducha. "Tan duro, Edward."
~ooo~AFTA~ooo~
~ooo~AFTA~ooo~
Capítulo 14
EDWARD
La cena había sido increíble, y estaba tan lleno que apenas podía
mantener mis ojos abiertos. Bella y yo nos habíamos quedado
despiertos hasta tarde. Mi rostro se calentó con los recuerdos de lo
que habíamos hecho. También habíamos estado leyendo hasta altas
horas de la madrugada, y estaba seguro que fue porque ninguno de
los dos estaba todavía dispuesto a estar separados.
Mi boca se abrió. Sabía que Alice era atrevida. Sabía que era más
valiente que Emmett y yo cualquier maldito día, pero no podía
imaginar que pudiera haber dicho o hecho para hacerlo enojar tanto.
"¿P-Por qué?"
"Está bien, trataré con eso cuando vaya a casa para Navidad," le dije
con decisión, simplemente porque no tenía mucha opción en el
asunto. Había una parte de mí que ya se sentía entumecida ante la
posibilidad.
"Ali dijo que vendrías de todos modos," dijo Emmett con un suspiro, y
alcancé a ver movimiento por mi vista periférica. "No tienes que
regresar, Edward."
"Está bien," murmuré, mirando sin ver al piso de madera del porche.
"No sé qué hacer. Ella es mi hermana. Ella… cuidó de mí y de mi
hermano d-después del accidente, ¡y solo tenía diez años! Siempre lo
ha hecho. Yo solo…"
Tragando grueso, asentí. "Lo sé, pero yo… yo…" Suspiré, mirándolo.
"Sé que quiere ir conmigo, pero yo no… no puedo hacer eso. No
puedo llevarla cerca de él." Charlie asintió, pero continué. "Me mudé
aquí para alejarme de él, pero yo… también sabía que tenía que
estar allí para mi hermana al menos hasta que se gradúe del
instituto. Yo… espero que esta sea la última vez. Yo no… no sé qué
voy a hacer si deja de ayudarme con la escuela, o incluso qué
sucederá en el verano, pero ya… ya no puedo seguir con esto."
"No, pero ahora se está dando una ducha. Una lata entera de crema
batida pudo o no haber terminado en la parte de atrás de su bóxer."
"Desde la primera vez que te vi, la primera vez que hablé contigo, me
mostraste cómo deberían de ser las cosas, cómo podían ser," le
expliqué, tratando de apartar el cabello de su rostro, pero sonreí
cuando no cooperó. "Tú, chica hermosa, eres mi hogar ahora. Esta
casa, esa gente en el interior, y tú… necesito esto para volver, y
también necesito que permanezca muy lejos de Forks, Washington.
Necesito que los dos polos permanezcan opuestos."
"¿Edward?"
"¿Porque es un cabrón?"
"Tal vez, chica hermosa," le dije con voz tranquilizadora, "pero sigue
reduciéndose a esto… si no voy, va estar aún más cabreado. No
puedo… le debo a mi hermana al menos… compartir esta mierda con
ella. Ha cuidado de mí desde que murió mamá. No quiero ir, lo sabes
—lo viste anoche—pero es lo correcto."
Bella besó mis labios con intensidad, y sabía salado y dulce por sus
lágrimas y los restos de la crema batida. "Está bien, entonces…
vamos a hacer un acuerdo, Edward Cullen," me ordenó, y asentí para
que continuara. "Hablarás conmigo o me enviarás mensajes de texto
durante todo el tiempo que no estés aquí. Y… y… por las noches,
continuaremos leyendo el uno al otro…"
"No voy a discutir, Bella, pero tengo dos semanas antes de irme, y
yo… realmente me gustaría simplemente… no preocuparme por eso.
Voy a extrañarte mucho de por sí, y pronto tendremos exámenes y
mis turnos en el café así que, ¿podemos solo… ser nosotros, hacer
lo que siempre hacemos?" Le pedí. Era lo más sincero que podía ser
sin suplicarle que huyera conmigo, para ocultarnos de todo.
"Lo que quieras, Edward, pero primero necesito una ducha. ¡Luego
quiero averiguar si Edmund y Faria escaparon de la prisión!"
~ooo~AFTA~ooo~
~ooo~AFTA~ooo~
Capítulo 15
EDWARD
"Tienes que irte, Alec. Jasper te prohibió la entrada aquí," le dije tan
calmado como pude, manteniendo mi tono bajo porque todavía había
clientes en algunas sillas.
No sabía cuál era el problema de este tipo conmigo, salvo tal vez su
envidia por lo de Bella, pero se inclinó hacia adelante. "Dime, chico de
la basura… ¿Bella es tan pervertida en la cama como creo que es?"
"Bella…"
De verdad, era mi cosa favorita para hacer con ella. Nos besábamos
y acariciábamos, aunque en realidad nunca dábamos el gran paso, y
estaba bien porque ella nos estaba guiando. La parte física de
nuestra relación era fenomenal, pero el sostenerla entre mis brazos
después y leerle, era lo mejor que había sentido. Me hacía sentir
importante, como si la estuviese cuidando como lo hacía ella
conmigo. Nunca podría encontrar las palabras para decirle cómo me
sentía, de modo que se lo demostraba de cada forma posible—con
mis besos y mis manos y al leerle.
~oOo~
BELLA
Sacudí mi cabeza pero sonreí. "No. Solo quiero besarte como una
loca."
Su sonrisa fue más brillante que el resplandor del siguiente rayo. Fue
juvenil y hermosa, pero también mortíferamente sexy. Era algo que
había aprendido que hacía cuando no creía lo que le estaba diciendo,
pero también era un poco de vergüenza. Sucedía más a menudo
cuando no podía controlar mi vómito verbal, solo soltando la mierda
loca y honesta que siempre decía.
"Yo… Bella, no tengo las palabras para explicar lo que siento por ti."
Sacudió su cabeza despacio pegada a la mía, sus ojos todavía
cerrados. "Decirlo en respuesta suena trillado porque 'también te
amo' suena increíblemente inadecuado para mí."
"Gracias, Jasper."
"Bella…"
"Edward…"
"Si no sé de ti…"
Mi hermosa Bella,
Te amo, Bella.
Quería decirte eso antes de irme, pero cada oportunidad que tenía,
las palabras simplemente no salían. No podía expresar lo mucho
que has llegado a significar para mí. Quería hacerlo. Dios, lo había
querido decir por semanas ya, chica hermosa, pero tenía miedo. No
de ti, sino de mí, de lo que significaría, ofrecer de esa forma mi
corazón. Sin embargo, he llegado a comprender algo que mi madre
no me había dicho. Que el amor te hace poderoso. Sí, puede
hacerte sentir vulnerable, pero Dios mío, Bella, me hace sentir muy
fuerte.
Dejo en tu custodia este diario. No hay nada que ocultaría de ti, por
lo que este diario y yo somos libros abiertos para ti. Lo dejo para
mostrarte lo mucho que me has cambiado, lo que tu amor y ternura
me han hecho. Lo dejo contigo porque mi papá—sin importar lo que
diga o haga—no puede tocar la MEJOR parte de mí. Tú me
enseñaste eso, mi amor. TÚ lo hiciste. Y tú ya lo dijiste en palabras
—las dijiste primero, mi siempre valiente chica, y fueron hermosas.
La mejor parte de mí es lo que te pertenece a ti, chica hermosa, así
que necesito que me hagas un favor mientras no esté.
Edward
~ooo~AFTA~ooo~
~ooo~AFTA~ooo~
Capítulo 16
EDWARD
"Y el rey de las hadas nombró caballero al joven arquero para que
su hija pudiera casarse con él," le dije, sonriendo cuando Alice chilló
y aplaudió.
"Si quieres," dijo con un suave suspiro, pasando sus dedos por mi
cabello.
"¡Sí! Quiero ser un escritor como tú, mamá," le dije pero jugueteaba
con el cordel de mis pantalones de pijama y luego ajusté mis lentes.
"Pero… papá dice… papá dice que los escritores se mueren de
hambre."
Le sonreí, pero fue Alice la que habló con una pregunta que no
había considerado. "¿Y papi?"
Mi madre sonrió, y quería decir que era una sonrisa triste, pero besó
la frente de Alice. "Tuve que convencer a su padre sobre el tema de
los hijos, dulzura. Él y su padre no se llevaban muy bien, así que él
no estaba muy seguro, pero me daría cualquier cosa que quisiera,
así que me los dio a ustedes. No podía pedir un mejor regalo."
"¡Edward!"
"Mi hermana."
"Te amo."
"¡Eres un idiota!"
"¿Vas a contarme?"
Escuchar eso me hizo sentir muy feliz, pero también envió señales de
alarma a mi cabeza. "¿Sabes? Papá va a volverse loco con todo
esto. Me preocupa dejarte hasta el verano, y todavía ni hemos
llegado a la casa."
"Tienes suerte."
Comí unos cuantos bocados en silencio, ella era lista, y había visto
de todo dentro de esa casa desde que murió nuestra madre. Solo
esperaba que las cosas no empeoraran entre mi vuelta a la escuela y
el verano que ella se fuera para Edgewater.
"Y te ama."
"Tal vez, pero tenía que venir, papá hubiese estado peor. Deja que
crea que estoy haciendo lo que quiere, y se acabó."
~oOo~
Con ese último pensamiento, salí del coche y agarré mis maletas del
asiento trasero. Quería terminar de una vez con ver a papá para que
pudiera llamar a Bella desde la privacidad de mi habitación. Ya
extrañaba mucho a mi chica. Echaba de menos el puro y absoluto
amor y felicidad que flotaba a su alrededor como la aureola de un
ángel. Demonios, los echaba de menos a todos—la risa
despreocupada de Jasper, los abrazos de Renee, las bromas de
Tanya. El sarcasmo de tía Jane, y a Charlie. Extrañaba al padre de
Bella por su personalidad tranquilizadora, por el hecho de que él
nunca, jamás me dijo algo desagradable, solo elogios, solo cosas
buenas—tanto dentro como fuera del salón de clases. Él era, en
todos los aspectos, el total y completo opuesto de mi padre.
Cuando entré por la puerta principal, finalmente entendí que Charlie
era exactamente cómo debería de ser un padre, no el hombre severo
que consumía un vaso de líquido color caramelo al estar sentado en
la sala.
"Ya era hora de que trajeran sus traseros a casa," dijo arrastrando
las palabras, entrecerrándonos sus ojos, sobre todo a mi hermana,
que se rio suavemente. "Pensé que habían chocado." Se echó a reír
de su infame broma.
"Lo haré," Alice habló, posicionándose entre nosotros. "Es una beca
completa, una buena escuela, y voy a ir."
Solté una carcajada sin humor. "Algo de ello… y fue antes de que
dejara Edgewater."
~ooo~AFTA~ooo~
~ooo~AFTA~ooo~
Capítulo 17
EDWARD
¡Crac!
¡Crac!
Bajé el hacha otra vez, solo para incrustarla en el tocón que estaba
usando, y aterrizó con un ruido sordo. El crujido de nieve llegó a mis
oídos, y le sonreí a Alice cuando agarró los leños que acababa de
cortar.
"La iglesia está vendiendo árboles," susurró, y sabía por qué estaba
dudosa sobre eso. Mamá había sido enterrada en el cementerio
enfrente de la iglesia. "Tal vez podamos… debamos…"
"Lo escuché irse como a las seis de la mañana. Así que tenemos
toda la tarde. ¿Por qué?"
Una vez que me duché y me puse ropa limpia, caminé por el pasillo
para abrir la puerta del ático y bajé las escaleras. Emmett y yo lo
habíamos limpiado hace algunos años, y en realidad nadie subía ahí,
por lo que no podía imaginar que hubiese mucho que necesitara
hacerse, excepto tal vez barrer un poco. Mi ceño se frunció al ver
unas cajas que estaban abiertas, pero no les presté mucha atención.
Estaba buscando los adornos de Navidad que mi madre solía guardar
meticulosamente cada año. La última vez que decoramos fue la
Navidad del primer año de Emmett en la Universidad de Washington.
Ya había conocido a Rose, pero no estaban saliendo todavía, y Alice
y yo quisimos celebrar al tener a nuestro hermano mayor en casa
para las fiestas.
"Joder, gracias."
El viaje a la iglesia fue lento por el clima, pero Forks no era tan
grande de todos modos. Había una carpa instalada en el
estacionamiento del frente, y la mayoría de la gente ya había
comprado sus árboles. Estaba feliz de ver que quedaban algunos.
"No necesitamos uno grande, Ali, pero escógelo tú," le dije, saliendo
del coche. "Además, querrás tener cuidado con eso de atarlo en la
parte de arriba. Uno pequeño cabría en el maletero."
Cruzar la calle fue surreal, y a pesar del tiempo que había pasado,
me sentí con doce años de nuevo. El funeral pareció haber sido ayer
y no un poco más de siete años antes. Recordé todo—la corbata
alrededor de mi cuello que sentía demasiado apretada, mi traje que
rozaba contra mis puntadas adoloridas, sostener la mano de Alice
pero pegarme a Emmett con sus muletas como una lapa, el sonido de
sollozos y gente limpiándose la nariz, y el olor de la inminente lluvia.
Recuerdo seguir los anchos hombros de mi padre en su traje negro,
pero también recordé que nunca nos dijo una sola palabra.
~oOo~
"Muy bien, esto necesita quedarse a fuego bajo por un rato," le dije a
Alice, señalando con un pulgar hacia la enorme olla de chili en la
estufa.
"Sí, tengo que llamar a Emmett esta noche, y tengo que hacerlo sin
que papá se dé cuenta. Em quería que nos reportáramos de vez en
cuando… solo para que sepa que papá no está haciendo una
putada," explicó con una mueca.
Solté una carcajada, revisando mi chili una vez más. "Define putada,"
le dije con una risita, echando un vistazo por encima de mi hombro
mientras le movía a la olla.
La siguiente caja eran solo papeles y algo así, al parecer, pero otra
vez, la caja se veía como si la hubiesen registrado. Carpetas de
archivos estaban torcidas y en la parte de encima, habían arrancado
páginas o simplemente las habían dejado caer de vuelta allí, y nada
parecía estar en orden. Mientras trataba de poner las cosas en su
lugar, me di cuenta que eran del escritorio de mi madre en la
biblioteca. Solo eran viejos archivos—recibos de servicios públicos,
pagos del coche y registros, papeles del seguro, y sus viejos estados
de cuenta del banco. Al ponerlos de vuelta en las carpetas, noté que
su banco era diferente del que usaba mi papá. Él le había dado a
Emmett y luego a mí una tarjeta para usarla para los útiles de la
escuela, solo depositando dinero en las cuentas para libros y cosas
así. Mientras que su banco tenía un logo rojo y azul, el de mi madre
era verde.
Cuando no tuvo nada que decir de eso, bufó, "¡Ponte la puta camisa,
Edward!"
~oOo~
"¿Qué?"
"¡¿Por qué?!"
~ooo~AFTA~ooo~
Capítulo 18
~ooo~AFTA~ooo~
EDWARD
"Está bien."
"Amor," dijo Bella entre su aliento por la línea. "Dijiste que te estaba
dejando en paz. ¿Estás bien?"
Sentí mis mejillas calentarse por la firmeza con que había dicho esas
palabras. "¿Por qué?"
"Lo que sea por ti, cariño. Tía Jane está aquí. Voy a preguntarle.
Espera un momento, guapo."
Podía escuchar a Bella moverse al otro lado de la línea. Puertas
abriéndose, golpes haciendo eco al bajar las escaleras, y podía
visualizar toda la casa. Y la echaba de menos como el aire que
respiraba.
"Déjame hablar con él, Bella," le dijo, y su voz sonó clara por la línea.
"¡Hola, encanto! Te echamos de menos."
"¿En serio?"
"Sí, tu papá."
"Tía Jane, tengo que colgar. Mi hermano está llamando. Por favor,
dígale a Bella que la amo y que la llamaré más tarde. ¿Está bien?"
Alice y yo nos miramos con los ojos como platos por un segundo pero
no dijimos nada.
"Escuchen, antes de que les diga esto, tenemos que hablar de papá,"
continuó Emmett. "Ese pendejo nos ha mantenido en la ignorancia. Se
sirvió de su… disciplina para mantenernos asustados o ciegos. Pero
es hora de enfrentar los hechos. No soy quién para escupir mierda
sicológica, pero él es un bastardo abusivo. Siempre lo fue, y siempre
lo será. Lo jodido es que… no había mucho que pudiésemos hacer
después de la muerte de mamá. Estoy seguro que nadie nos hubiese
creído, porque tenía a toda la comunidad engañada creyendo que era
este… médico milagroso, sin mencionar que nada de lo que nos dijo o
hizo fue ilegal, simplemente estúpido."
"Em… solo dinos. Sabemos todo eso," declaró Alice con nerviosismo.
"Solo dinos lo que averiguaste."
"A mí tampoco."
"No se trata del dinero," dijo Alice en voz baja, y parecía incómoda
con la conversación. "Se trata de lo que mamá quería."
Alice y Emmett se rieron un poco, pero fue el último quien habló. "Ese
es el punto de un abogado, ganar la disputa para que también les
paguen." Se rio un poco. "Mi Rosie, va a ser una increíble abogada
algún día."
Una vez que Alice estuvo sentada de nuevo en mi cama, les dije,
"Vamos a tener que andarnos con cuidado cerca de él en los
próximos días… o al menos hasta que me vaya, pero…" Le di una
mirada a Alice. "De verdad estoy preocupado por Ali cuando me vaya
a casa."
"Yo también los amo, chicos. Feliz Navidad," canturreó con fuerza,
terminando la llamada.
"Tal vez." Dije con una carcajada al ver su sonrisa malvada y asentí,
cogiendo El Conde de Monte Cristo. Bella y yo estábamos a punto de
terminarlo. De hecho, pronto tendríamos que escoger un nuevo libro.
El siguiente ella lo elegiría. "Tengo que volverle a llamar a Bella. Va a
querer saber todo esto," le dije en voz baja, tomando mi teléfono.
Tan pronto como la dulce voz de Bella me saludó por la línea, todo
salió de mí, incluyendo algunas lágrimas al pensar en lo valiente que
fue mi madre. Al estar al teléfono con Bella mientras ella me leía,
todo lo que quería era a ella conmigo. La necesitaba más que nada.
Ansiaba sus brazos a mi alrededor, sus fortalecedoras palabras que
nunca dejaban de fluir de ella, y necesitaba su toque. Nunca entendí
cómo en los libros que leía las parejas podían complacerse el uno al
otro en los momentos más estresantes, pero al leer junto con ella,
simplemente… lo entendí. Si Bella estuviese en mi habitación, en mi
cama, me hubiese perdido en ella, aunque solo fuera para ahogarme
en algo completa y totalmente bueno.
"Sí," le dije despacio con una sonrisa. "Yo también. Buenas noches,
chica hermosa."
~oOo~
Bufé una carcajada sin humor. "Debe ser el puto infierno tener que
criar tres niños que nunca quisiste. Pero, oh Dios mío…" Jadeé con
sorna. "Dios no quiera que los ciudadanos de Forks descubran esa
pizca de información. Sobre todo, considerando que sin esos niños
que detestas tanto, no habría un fideicomiso que secar."
"¡Te debiste haber ahogado con ella!" Me dijo en la cara con una
mueca de desdén. "Joder, con solo verte… tu expresión… tu puta
expresión. Es la misma repulsión que ella sentía por mí."
Me empujó con fuerza antes de apartarse de mí. "¿Y qué soy, según
tú, pedazo de mierda?"
"Estoy bien. Yo…" Hizo un gesto con mi mano sin darle importancia y
caminé hacia la puerta principal, agarrando mi chaqueta del perchero.
Saliendo al clima nevado y frío, cerré la puerta con fuerza detrás de
mí.
~ooo~AFTA~ooo~
~ooo~AFTA~ooo~
Capítulo 19
BELLA
"¿Papi?" Le supliqué, sin saber qué, pero algo tenía que hacerse.
Nunca en toda mi vida me había sentido tan inútil y enojada.
Jasper titubeó justo cuando Edward le arrojó cada cosa que sabía a
su padre—el divorcio, el hecho de que Carlisle odiaba sus propios
hijos, y finalmente, el fideicomiso.
"¡No!" Chillé, tomando el teléfono para llamarle de nuevo. "¡No, no, no!
Contesta… contesta… Edward, ¡por favor!"
Papá les explicó rápidamente pero terminó con, "Sabía que no debió
ir a casa solo… o no ir para nada, de hecho." Se movió inquieto,
añadiendo, "Jasper, llama a la aerolínea por esos boletos que tienes.
Quiero aterrizar en Seattle tan pronto como puedas llevarnos allá. A
todos, si es posible."
"F-F-Forks."
"Bella, necesito que te calmes," me dijo con firmeza pero con cariño.
"El jefe de policía dijo que él personalmente iría a la casa de los
Cullen. Tal parece que su hijo es amigo de la hermana de Edward—
están en la misma clase o algo así. ¿Está bien?" Cuando asentí, se
volvió hacia Jasper pero sin alejarse de mi lado. "Jasper, ¿qué tienes,
hijo?"
"Cinco asientos para hoy como en unas dos horas. O cuatro para
mañana. Si esperamos, no todos podemos ir," nos dijo, su mano
sobre su teléfono. "¿Qué quieren hacer? Estoy jodidamente seguro
que yo voy, y no podemos detener a Bella, así que…"
"Vamos… todo el mundo empaque una maleta. Que esté ligera y con
ropa de frío. Está nevando en Washington. Solo equipaje de mano. Si
necesitamos algo, lo compraremos." Tronó sus dedos para poner a
todos en acción.
~oOo~
EDWARD
Aun así, debí haber sido mejor que él. Había aguantado y aguantado
todo el maldito tiempo que había estado en la casa, pero al saber lo
que sabía de mi padre, no pude soportar ver el odio en su rostro
mientras que había sido de él de quien mi madre estaba tratando de
escapar. El cabrón quería una pelea, y joder, sin duda alguna le
había dado una.
Asentí, cerrando mis ojos con fuerza, pero se abrieron cuando sentí
una mano gentil en mi rostro. Giró mi cabeza, viendo mi frente, y
luego levantó mi barbilla para mirar mi cuello. Me había olvidado por
completo de la mano de papá en mi cuello.
Envolví la taza con mis manos una vez que la colocó frente a mí, pero
él no se sentó. Salió de la habitación, volviendo con un pequeño kit de
primeros auxilios en su mano, y acercó la otra silla de la cocina.
"No era mío. Créame." Siseé por el ardor cuando empezó a limpiar mi
cabeza.
"Sí." Su respuesta fue tan rápida y con tanta firmeza, que mi boca se
abrió. "Él era… perfecto de alguna forma, Edward. Era el novio
cariñoso, el prometido comprensivo, y el marido perfecto. ¿Qué
sabes de la historia de la familia de tu padre?"
Sacudí mi cabeza. "No mucho, solo que sus padres murieron. Mamá
decía que tenían eso en común. Se mudó aquí desde Seattle
después de la escuela de medicina para casarse con ella." Tragué
saliva espesa, mi frente arrugándose mientras trataba de recordar
cosas que mi madre me había contado hace años. "M-Mamá dijo que
sus padres eran estrictos, que demandaban perfección de él. E-Ella
dijo que su padre era la razón por la que él entró a la escuela de
medicina en primer lugar."
Liam hizo una mueca, pero negó. "No, hijo. No te estoy pidiendo que
sientas lástima por él. Quiero que sepas la verdad. Tu madre…"
"Edward, por favor…" Me pidió en voz baja. "Lo sé, hijo. Sé que lo
iba a hacer. Y yo estaba tratando de ayudarla."
"¿Pastor Liam?"
Liam bebió de su café, sus ojos en su taza. "Aquí es donde las cosas
se ponen delicadas." Levantó la vista hacia mí. "Entre más crecías,
más te parecías a tu madre, lo que estoy seguro has escuchado."
Dijo riéndose un poco cuando me vio rodar los ojos. "Sí, bueno, verte
a ti, es como si Carlisle no hubiese estado involucrado. Y comenzó a
acusar a tu madre de… infidelidad."
"Esa noche, ella llegó a casa a… gritos y una Mary Alice en lágrimas.
Aparentemente ella había derramado algo, y Carlisle estaba haciendo
que fregara la baldosa de la cocina con un cepillo de dientes. Una
niña… con químicos fuertes y de rodillas… y todo mientras él estaba
de pie reprochándole hasta su mismísima existencia. Fue en ese
momento que tu madre empezó a ver lo que él realmente era.
Comenzó a planear. Y vino a mí por ayuda."
"Y luego el accidente," murmuré, sintiendo que mis ojos picaba. "Yo
lo j-j… eche a perder. Yo… tuvo que llevarme a la tienda, y…"
"No había mucho que pudiera hacer con ese. Él lo vigilaba de cerca.
Se supone que todo era para ustedes chicos, cuando cada uno de
ustedes cumpliera los veintiún años. Ella lo estableció de esa forma a
fin de monitorearlo, y estoy seguro que nunca esperó que no pudiera
estar aquí para ustedes. Quería que tuvieran un comienzo cómodo
después de la universidad o para el matrimonio. Todo lo que ella
quería era darles una oportunidad de vivir. ¿Queda algo de él?
Porque tu papá fue demandado por negligencia médica. Perdió el
caso. Probablemente lo estaba usando para pagar. Aunque, tengo la
sospecha de que tiene serios problemas en otras partes. Muy poco
ético, pero no me sorprendería."
Resoplé con sorna y asentí. "Estoy seguro que sí," murmuré, bajando
la vista hacia la carpeta. "Demonios, si lo hubiese sabido, también
podíamos haber perdido esto."
Liam asintió, su ceño fruncido. "Esa fue la razón por la que decidí
esperar, y luego intenté una y otra vez acercarme a ustedes cuando
Emmett y luego tú cumplieron los dieciocho, pero finalmente tu padre
me amenazó con removerme de mi posición, lo que me hizo
retroceder, porque tenía que vigilarlos a todos ustedes. Era lo que tu
madre hubiese querido. Y obviamente hice un pobre trabajo en ello,"
dijo con tristeza sacudiendo lentamente su cabeza al mirar mi rostro y
mi cuello. "Todos ustedes—ustedes chicos y Carlisle—fingieron muy
bien, sin mencionar que pocas veces los veía, sobre todo cuando tú y
tu hermano se fueron a la universidad. Al fin, decidí esperar hasta que
las cuentas pasaran a manos de Emmett. Si hubiese sabido…"
El jefe venía justo detrás de él, me entrecerró sus ojos para mirarme
y a quien venía conmigo. "Liam," lo saludó con un simple gesto de su
cabeza, pero cuando llegó conmigo, sacudió su cabeza. "Jesús,
Edward. ¿Estás bien?"
"Doctor Carlisle Cullen, está bajo arresto por asalto. Tiene el derecho
de permanecer callado…"
~ooo~AFTA~ooo~
~ooo~AFTA~ooo~
Capítulo 20
BELLA
Edward
Asentí, mirándola. "Sí, lo sé. Edward me dijo que está como a unas
tres horas de Seattle."
"Bella, soy yo. Es solo que… tengo que decirte. Este es el teléfono
de mi hermana, y está de acuerdo en que llames aquí. Pero no
puedo… ¿Por qué no respondes?" Preguntó un poco impaciente,
pero entonces pude escuchar a su hermana en el fondo recordándole
que era, de hecho, el día de Navidad. "Oh… sí. Lo siento. Como sea,
te prometo que estoy bien. Y… nena, ellos… ellos arrestaron a mi
papá. Al parecer ustedes llamaron al jefe, y… Jasper llamó a Emmett
y… ¡¿Están volando hacia acá?! No me hagas caso, es solo que…
de verdad necesito hablar contigo…" Dio un suspiro profundo. "Bella,
llámame… ¿por favor?"
Mi boca se abrió, porque pensé que había escuchado mal, pero no.
Tuve que reírme. No pude evitarlo. Divagaba un poco como yo, tal
vez un poco más frenética.
"Oh Dios, él… Bella, ¡él simplemente… estalló con mi papá! Perdió el
control por completo. ¿Están aquí? Porque, que me jodan, creo…
solo… él te necesita," me susurró.
Las lágrimas comenzaron de nuevo por esa declaración de su
hermana—la misma chica que Edward llamó la persona más fuerte
que conocía. De modo que si ella estaba diciendo que me
necesitaba, entonces el vuelo a través del país que acabábamos de
tener bien valía la pena.
"Te amo." Fue mi única razón para dar, y maldición, una muy buena
en lo que a mí respecta. Y seguiría dando esa razón.
"Bien."
"¿Cariño?"
"Chica hermosa, les tomará unas tres horas llegar aquí, pero… no
puedo creer que todos hayan venido," murmuró la última parte, y
limpié las lágrimas que caían. "Alice y yo tendremos lugares para que
duerman."
"Te voy a abrazar y besar hasta hacerte trizas cuando llegué ahí. Nos
vamos del aeropuerto ahora," le dije, levantando la vista cuando tía
Jane detuvo el coche en la acera.
EDWARD
Escuchar la voz de Bella diciéndome que estaba aquí era una cosa,
pero escuchar a Charlie recordarme nuestra conversación en Acción
de Gracias, donde esencialmente me había llamado su familia, era
algo completamente diferente. A pesar de lo mucho que estaba
tratando de calmarme, de permanecer fuerte, los necesitaba. Y el
hecho de que ellos estuviesen tan conscientes de ello como para
volar a través del país, significaba aún más que nada para mí.
"Con las veces que te has quedado en su casa, ¿no saben lo que hay
entre ustedes? ¡Pamplinas, hermano mayor!" Canturreó bromeando,
picándome el estómago con su dedo. "Vamos, tenemos trabajo que
hacer. Yo me encargo de la habitación de huéspedes y la de Em."
"Tenía tanto miedo por ti," murmuró en mi cuello. "No sabía… solo
estaba… te amo."
Viendo al resto de la familia de Bella de pie ahí era surreal. Mis dos
mundos totalmente opuestos acababan de colisionar, y me sentía
incómodo y extraño, pero Dios, los extrañaba a todos. Comencé a
hablar, mi boca abriéndose y cerrándose, pero fue tía Jane quién
rompió el silencio.
"No, no… no se preocupen por mí. ¡Yo puedo solo con esto!" Jasper
dijo con sarcasmo, azotando la puerta trasera del coche rentado,
pero estaba rodeado de maletas.
"Sí," le dije asintiendo pero miré a todos los demás. "Hay lugar para
todos." Entonces miré a Bella. "Mi hermana tiene un sofá…"
"Y te amo."
"Yo no." Su sonrisa fue dulce cuando me eché hacia atrás para
mirarla al mismo tiempo que sus manos tomaron cada lado de mi
rostro, y besó mis labios con suavidad. "Nop. Te echaba muchísimo
de menos como para disfrutar una maldita cosa. Ahora voy a
acurrucarme contigo hasta decir basta." Señaló hacia la cama.
"Vamos, señor Cullen. Volé desde muy lejos. Tú pasaste por un
infierno de ida y vuelta… todo en un día. Necesitas que te mimen. Así
que una gran cantidad de abrazos deben comenzar pronto, chico."
~ooo~AFTA~ooo~
~ooo~AFTA~ooo~
Capítulo 21
EDWARD
"No somos los únicos," dijo en broma, moviendo su cuerpo. "¿Es algo
que tiene que ver con las mañanas?"
"Es algo que tiene que ver con Bella," le dije con una carcajada,
encogiendo un hombro. "Eres tan hermosa. No puedo evitarlo, chica
hermosa."
"Todo eso. Cada cosa. Dime más, Bella." Bajé mis manos por su
espalda apenas rozándola, tomando su trasero y apretándolo para
acercarla más.
"Lo hace."
Me reí entre dientes por lo mucho que sonó como mi hermana cuando
se trataba de esa historia en particular.
No tuvo que terminar esa oración, y mis labios encontraron los suyos
para detenerla y darle lo que quería. Sucumbí por completo—al
menos por unos minutos. Por mucho que la deseaba, y por más
increíble que se sintiera pegada a mí, tocándome, besándome,
restregándose sobre mí, estaba muy consciente de los sonidos
viniendo del pasillo. La casa estaba despertando, lo que significaba
que el jefe llamaría, y Liam probablemente vendría de visita. Había
una decisión que tenía que tomarse concerniente a mi padre.
"Lo que digas," le dije al mismo tiempo que le agitaba mi mano. "Solo
espera a que pruebes el pollo frito de Renee y tía Jane. Es todo lo
que voy a decir."
"No tienen—"
Tía Jane se rio entre dientes. "Bueno, lo vamos a hacer, chico. Así
que… te aguantas. Y ya que tienes tan buena opinión de nuestro
pollo frito, entonces el menú es fácil."
"Yo no tengo nada que decirle," dijo Alice, mirándome con lágrimas
en sus ojos. "Lo siento, hermano mayor. Es solo que… no me importa
cuáles sean sus razones. Quiero… ¿Puedo irme contigo cuando te
vayas?"
"Bella," Charlie la reprendió, pero fue sin fuerza, por decir lo menos.
Su diversión era clara en su bigote que se levantó un poco, y
murmuró algo sobre que era igualita a su madre.
"No tengo una mierda qué decirte," dijo con desdén. "De hecho,
debería poner una orden de restricción contra ti."
"Estoy consciente de eso. En realidad, mamá nos los dijo una vez,"
respondí con calma.
Mi papá se lanzó hacia él, pero no llegó lejos. Sin embargo, la mano
de Charlie se posó en mi hombro.
"Hijo, creo que nunca recibirás las respuestas que estás buscando.
Nunca admitirá nada. Demonios, probablemente no ve nada malo en
lo que ha hecho aquí. Puede que nunca lo vea, chico. Tienes que
tomar una decisión, Edward. ¿Recuerdas lo que hablamos en Acción
de Gracias? Sobre cómo nuestras elecciones afectaban a todos los
involucrados. Él tomó la suya, así que ahora tú tienes que tomar la
tuya." Le dio un suave apretón a mi hombro. "Algunas veces, tienes
que tomar una decisión difícil y dejar que las cartas caigan dónde
deben. Lo mejor que puedes hacer es vivir tu vida y dejarlo a él y
todo lo que ha hecho atrás. Tengo la impresión que era lo que tu
madre estaba tratando con todas sus fuerzas de hacer. Lo juro por
Dios," enfatizó la última parte, "Te ayudaré, hijo." Le dio a mi padre
una mirada de odio. "Al menos para probar que este cabrón está
equivocado."
"¿Qué demonios te dije, hijo de puta? ¡Te dije que si lo tocabas, que
si no los dejabas en paz de una puta vez, volvería para enterrarte!"
Emmett dijo con una mueca de desdén, señalando con su dedo por
encima de mi hombro.
~ooo~AFTA~ooo~
~ooo~AFTA~ooo~
Capítulo 22
BELLA
Y me refiero a… todos.
Rose tenía que ser la chica más bonita que había visto en mi vida, y
al verla, había esperado que fuera estirada o esnob, pero no era
ninguna de las dos cosas. Era amable, fuerte y trataba a Edward y
Alice con verdadera dulzura. Su padre, por otro lado, era afable y
extremadamente inteligente, por no decir un poco intenso. Marcus
Hale estaba al otro extremo de la mesa del comedor como Emmett—
con la laptop abierta, el móvil en su oído, y una expresión fiera en su
rostro. Estaba aquí por una razón—para destruir financieramente a
Carlisle Cullen.
"Te amo. Todo lo que es parte de ti, cariño." Besé sus labios pero
nos volvimos cuando la mesa se puso un poco ruidosa. "No deberías
estar…"
Rozando mis labios en los suyos, sonreí cuando lamió sus labios de
forma adorable, justo como en nuestro primer beso. Su sonrisa en
respuesta fue suave y dulce. Sin embargo, la risa de su hermana se
escuchó con fuerza desde la biblioteca, y los dos miramos hacia allá
para verlos a ella y Jasper tratando de arreglar la ventana que
Carlisle había roto.
"Es una buena persona. Lo sé, amor." Edward besó mis labios y se
puso de pie. "Y mi hermana sabe defenderse." Su ceja se arqueó, y
me reí de nuevo.
Edward asintió, y me puse de pie junto a él, pero se volvió hacia mí.
"Podrías… puedes…"
"Bien. Creo que es solo que los he traído mucho tiempo," murmuró,
frotándose otra vez, pero entonces me besó antes de subir las
escaleras.
"No jodas," dijo Jasper con una suave risita al mismo tiempo que
recogía una bolsa del sofá dónde había dormido. "Vamos. Veamos la
tormenta de mierda que está a punto de golpear a papito querido."
Marcus sonrió un poco, y fue algo malvada, pero unió las puntas de
sus dedos frente a él sobre la mesa. "Considerando todo lo que he
averiguado desde que Emmett y Rose me pidieron ayuda, pude
mostrarle al jefe Yorkie algunas cosas. Carlisle está siendo retenido
ahora en espera de cargos por fraude, sin mencionar resistirse al
arresto, lo que creo es para la diversión personal del jefe." Se rio
entre dientes con el resto de la mesa, pero se calló rápidamente. "A
partir de este momento, todas las cuentas de su padre están
congeladas, y cada maldito centavo va a ser auditado. Todo lo que
ha hecho por los últimos siete años o algo así, están por salir a la luz.
"Si descubrimos que malversó fondos de una cuenta que debió haber
sido un fideicomiso, entonces va a ser responsable de pagar todo lo
que ha tomado de él. Si no es capaz de devolverlo esta casa tendrá
un derecho de retención, junto con su sueldo del hospital."
"Un Volvo."
Emmett se rio entre dientes. "Trata de vivir con el puto rayito de sol,
Marcus."
"No jodas," dijo Rose con un suspiro, pero se convirtió en una risa
suave y hermosa.
"Estoy muy seguro que papito querido no iría de todos modos," dijo
Emmett con ironía.
Edward hizo una pequeña mueca, pero habló antes de Marcus dejara
la mesa. "Señor, umm…" Pasó saliva con nerviosismo, mirando a su
hermano y luego a Alice antes de encontrar la cálida mirada del
abogado. "¿Qué tenemos permitido llevarnos? Bueno… me refiero a
que… Hay algunas cosas—algunas de las cosas personales de mi
madre—que yo… nosotros… nos gustaría quedarnos. Si las dejamos
aquí, podríamos perderlas."
Marcus asintió. "Muy bien. Te diré qué… Haz una lista, tal vez toma
unas cuantas fotos con tu teléfono, y envíamelas. Hazlo rápido, y se
las presentaré a su abogado antes de que se vayan. Si tu padre tiene
problemas con eso, pelearé. Quizás le recuerde lo que él les quitó a
ustedes." El hombre también lo dijo completamente en serio, pero
asintió hacia todo el mundo y sonrió. "Fue un placer conocerlos a
todos. Tengo que tomar un avión de vuelta a Nueva York, estaré en
contacto. No duden en llamarme si tienen algunos problemas o
preguntas."
Edward hizo una mueca. "Yo... nosotros… tenemos que llevarnos los
álbumes de fotos. Dudo que a él le importen una mierda, ya que rara
vez sale en ellas." Eso sonó con un poco de amargura, y cuando él se
dio cuenta, hizo una mueca. "Lo siento."
Alice, que había sido muy fuerte durante toda esta dura experiencia,
permitió al fin que sus lágrimas cayeran, y Edward soltó mi mano
gentilmente. Emmett y él se levantaron de la mesa. Emmett sacó la
silla de ella, y el ver a esos dos hombres tan altos arrodillarse frente
a ella fue casi abrumador por las emociones que se desbordaban de
los tres.
La miraron como si hubiese colgado la maldita luna, e imaginé que en
su mundo, lo había hecho. Edward había dicho más de una vez que
su hermana era la única persona inocente en todo esto. Nunca
estuvo involucrada en el choque—demonios, había estado en casa
esa noche. También había sido su roca después del accidente,
cuidando de ellos lo mejor una niña de diez años podía hacerlo.
Edward sonrió con tristeza pero con tanta ternura, que me quitó el
aliento. "Eso pensé, pero solo quería asegurarme. Es lo más sensato
si vas a iniciar la escuela conmigo en el otoño."
Alice levantó la vista hacia Rose, que le sonrió con calidez. "¿Todo un
verano en Florida? ¡Me apunto!" Bromeó, pero podía ver que era su
forma de aligerar un poco el ambiente.
"En ello," dijo mi primo, atrapando las llaves del coche rentado que le
arrojó tía Jane. "Oh, y aquí está tu nuevo teléfono, hermano.
Pudieron pasar todo, a pesar de la condición en la que estaba tu viejo
teléfono. El número está escrito en la caja."
Aquí está el otro que les prometí :) Esa escena descrita por
Bella de Edward y Emmett con Alice, es simplemente hermosa.
Los tres hermanos se mantuvieron unidos y eso fue lo que los
ayudó a enfrentar el odio de su padre y la ausencia de su madre
que era la única que les había demostrado amor. Menos mal que
ahora parecen haber encontrado el amor con la familia de Bella
y la de Rose. Alice se va a Florida con Edward y Emmett va a ir a
visitarlos en verano, el futuro pinta mucho mejor para los tres
hermanos. ¿Y a Carlisle? ¿Qué les pareció como se van
desarrollando las cosas? ¿Qué creen que suceda con él? Espero
que hayan disfrutado del capi y me lo dejen saber con su review.
En el siguiente capi normal les agradeceré a todas las me
dejaron sus lindas palabras y teorías. Saludos y nos leemos en
el próximo capítulo.
Chapter 23
Para no perder la costumbre. Nada me pertenece, los personajes
pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de Drotuno, yo solo
traduzco.
~ooo~AFTA~ooo~
Capítulo 23
EDWARD
Frunciendo el ceño, dejé que mis ojos miraran hacia el suelo, y sentí
mi rostro calentarse. "Usted… U-Usted…" Iba a preguntarle si
pensaba que estaba loco, pero luego recordé mi miedo al agua, mi
molesto nivel de TOC, y mi temor a que seres queridos condujeran
cuando había mal clima. Pero no lo dije.
"Hijo," me susurró, elevando mi mirada de vuelta hacia la de ella con
sus dedos debajo de mi barbilla. "Voy a decirte lo que le dije a Jasper
cuando lo envié con mi amiga hace unos años después que su papá
se fue. Hablar con alguien no te convierte en un loco. No quiere decir
que estés equivocado, o que seas raro o incluso débil. Solo te da la
oportunidad de sacar de tu pecho algunas cosas desagradables que
pueda que no te sientas cómodo de contárselo a un amigo… o a tu
novia."
Asentí, y ella caminó hacia la puerta. "¿Tía Jane?" La llamé con voz
baja, y cuando se volvió una vez más hacia mí, le pregunté. "¿Le…
le… ayudó? A Jasper, quiero decir."
"No tienes que darme una respuesta ahora, hijo. Mucha mierda está
ocurriendo. Pero cuando estés listo, ven a buscarme. Me aseguraré
de que suceda," declaró, agachándose para bajar una de las cajas a
la sala.
"Lo sé. Y odio todo eso por ella," suspiré profundamente, besándola
brevemente. "Voy a ver cómo está."
Subí fatigosamente las escaleras hacia la entrada de la recámara de
mi hermana, apoyándome en el marco mientras ella sacaba ropa de
su armario.
"La novia está perfectamente bien con eso," Bella dijo desde la
entrada, y sonreí en su dirección mientras Alice se reía bajito. "Me
estás salvando de un cáncer de piel o algo así, Edward. Estoy
segura." Entró en la habitación, dejando un intenso beso a un lado de
mi cabeza. "Emmett me dijo que les dijera a ustedes dos que… tienen
permitido llevarse las cosas de su madre."
Alice se rio entre dientes. "Marcus dijo que puede que no nos
necesiten, y dijo que afortunadamente hay suficientes testigos de
conducta para hundirlo, así que…"
"Lo sé, lo sé, lo sé," repetí, dejando que mi frente cayera en la suya.
"Ella… Liam me dijo… Su cinturón se atascó. Fue por eso que ella…
Fue por eso…"
"¿Edward? ¿Para qué venir aquí?" Me preguntó en voz baja, sus ojos
solo en mí.
"La doctora Carmen." Su voz fue suave y amable, sin juzgar. Cuando
la volví a mirar, me sonrió. "Es muy agradable. Jasper la ama. Y a ti
también te va a agradar, Edward. Ella es… callada y tranquila. Es
realmente fácil hablar con ella. Y si quieres, te acompañaré, pero no
estaría mal. ¿Verdad?"
"Creo que tener alguien con quien hablar no es una mala idea… para
todos ustedes." Bella encogió un hombro. "Pero… aceptaré lo que
sea que tú decidas, Edward."
La encontré sin ningún cambio desde la última vez que había estado
aquí, aunque aun así me puse de cuclillas y quité la nieve de la
nochebuena y de encima de la lápida. Bella se quedó callada junto a
un pequeño abeto.
Mirando atrás hacia ella, mi corazón dolió con lo hermosa que era,
por cuánta preocupación había en su rostro, e hice la pregunta que
había considerado el día que Alice había elegido el árbol de Navidad.
"¿Tú crees? Yo no lo sé… quiero decir, estoy loca por su hijo, pero
hablo demasiado y digo cosas tontas…" Se rio al ver mi sonrisa.
~ooo~AFTA~ooo~
Capítulo 24
EDWARD
Estaba entre Alice y yo, y justo como había pensado… las dos se
llevaban perfectamente. Rose también, a todo esto. Las tres tenían
personalidades muy fuertes, pero parecían complementarse la una a
la otra en lugar de chocar.
~oOo~
Las tres horas de viaje a Seattle fue una mezcla de risa, música y
conversación que no tuvo nada que ver con Carlisle Cullen, Forks, o
incluso Mike. Emmett y yo intercambiamos historias de la universidad,
las chicas conversaron sobre todo tipo de cosas diferentes, y por
primera vez desde que había aterrizado en Washington, me sentí
normal, calmado, pero podría haber sido porque estaba por dejar
atrás todo el estado.
Resultó que Alice tenía su propia habitación, cuando todos los demás
habían tomado dobles. Sinceramente, solo necesitaba volver a
Florida. Estaba listo para hacer lo que mi hermano dijo y dejar toda
esta mierda atrás.
"Nada está mal, Edward," habló en voz baja, jugueteando con mis
dedos en su regazo. "Es solo que… Había una entrada ahí." Por fin
me miró a los ojos al mismo tiempo que daba golpecitos con sus
dedos en el libro. "Dijiste… Tú… No necesito velas o… o palabras
hermosas, pero Edward, estoy lista para que el universo se mueva."
Tragué con nerviosismo. "Quiero ver todo de ti, y estoy ansioso por
sentirte."
"No puedo," le dije sin aliento, dándole una media sonrisa cuando
acarició mi rostro. "No puedo detenerme. Te necesito, chica hermosa.
Necesito esto y a ti y todo esto. Nada me importa más que tú. Dime
que lo sabes antes de que nosotros… antes de que yo…"
Tiré del botón hasta que se abrió y entonces bajé el cierre. Dejando
besos en cada pezón excitado y en la piel suave de su estómago. Fui
bajando mi cuerpo para arrodillarme entre sus piernas. Agarré la
parte superior de sus jeans, y los dos nos reímos cuando tuvo que
contonearse un poco para salir de ellos, pero al fin pude quitárselos y
arrojarlos a un lado de la cama. Verla tumbada en nada más que en
una diminuta ropa interior rosa casi fue mi perdición.
"Quiero…" Lamí mis labios por lo que quería decir, pero mis ojos me
delataron cuando contemplé la cumbre entre sus piernas.
Jadeando, cerré mis ojos con fuerza por un segundo antes de abrirlos
para verla, "Bella… amor… Te amo. Necesito… tienes que…"
Mis ojos se abrieron para ver unas lágrimas escapar de las esquinas
de sus ojos, y fruncí el ceño, extendiendo mi mano para limpiar una
con mi pulgar. "¿Estás bien?"
~ooo~AFTA~ooo~
¡POR FIN! Qué linda primera vez *suspiros* Ojalá hubiese sido
así la mía jajajaja. Y sobre todo con un chico tan tierno como
Edward. ¡Suertuda, Bella! En fin, a estos dos no los separan con
nada. ¿Y qué tal les pareció ese encuentro con Mike? Es
evidente que como dijo Rose, Bella es la chica perfecta para
Edward, ¿verdad? Jajajaja, esa alusión a la obsesión de algunos
hombres por el tamaño es muy mencionada, ¿será cierto? En
fin, espero que hayan disfrutado del capítulo, y si sí, ya saben
cómo pueden decírmelo. Con un review :)
~ooo~AFTA~ooo~
Capítulo 25
BELLA
Una mujer en Olympia, con la que había tenido una aventura mucho
antes de que Esme hubiese muerto, testificó que le había estado
pagando para guardar silencio, lo que incluía un departamento y más
tarde, el Volvo de Edward. Algunos de sus pacientes y el historial de
prescripciones se estaban poniendo en entredicho. Y el doctor King
testificó que él sabía sobre todo eso, y Carlisle le había pagado una
gran cantidad de dinero para callarlo. Incluso había rumores de
cuentas en el extranjero, pero todavía seguían investigando.
Una vez más levanté la vista hacia Edward, esta vez levantando mi
mano para quitar el cabello de su frente. Había una pequeña y
delgada cicatriz que le quedaba de la pelea con su padre. Era lo
único visible, pero eran las cicatrices que no podía ver—las
silenciosas y emocionales—que me hacían querer envolver a Edward
con suaves almohadas y envoltura de burbujas para mantenerlo a
salvo y feliz.
Su sonrisa fue cálida y dulce, sino es que algo tentadora. "Te amo,
chica hermosa. Y tú eres la mejor de las distracciones hoy. ¿Estás
bien?"
"Muy bien, Edward," le dije. "Por eso voy a besarte hasta dejarte
estúpido más tarde, estoy segura."
~oOo~
"Estoy bien," bufó, rodando los ojos. "Ya casi tengo diecinueve años."
"Cruel."
Le sonreí, rozando mis labios una vez más sobre los suyos. "¿A qué
hora estarás en casa?" De nuevo, una expresión que no podía
descifrar bien cruzó su rostro. "¿Qué está mal?"
"Qué bueno que tengas una silla fuerte, Jasper," le dije, escuchando a
Edward resoplar una carcajada cuando palmeé el hombro de mi
primo.
~oOo~
"Oh Dios, cariño," dijo entre su aliento, presionando sus labios a los
míos y tomando mi rostro entre sus manos. "No es algo malo, chica
hermosa. Es solo que… quiero pedirte algo."
"E-Está bien."
"Lo he deseado más y más desde que lo dijiste, y pensé… Hablé con
la doctora Carmen sobre esto, porque no quiero que tú o alguien más
piense que tiene algo que ver con… Tengo TOC y acuafobia, cariño,
no soy codependiente." Se rio un poco cuando solté una suave risita.
Mis labios encontraron los suyos con rudeza. Se veía tan lindo y
estaba muy nervioso, y lo quería. Honestamente, lo quería todo con
él. Lo que sea. Todo. Nunca, jamás habría algo que le negara. Ya se
le había negado bastante en su vida, y yo quería ser la que lo
mimara, lo amara, se quedara con él.
"Siempre."
~ooo~AFTA~ooo~
¡Van a vivir juntos! Estos dos van que vuelan a crear una vida
juntos. Y 'papito querido' está recibiendo su merecido, ya se
quedó sin nada, sin empleo y con algunos años en la cárcel. No
fue necesario que Edward levantara cargos, como dijo Bella, él
mismo cavó su tumba. Como ya les dije, está historia se acerca a
su fin. ¿Qué más creen que falta por ver? Espero que hayan
disfrutado del capítulo y me lo hagan saber con su review.
~ooo~AFTA~ooo~
Capítulo 26
EDWARD
"¿Te gusta?"
Mi mamá no dijo nada por el momento, pero sentí sus ojos sobre mí.
Cuando levanté la vista, solo me dijo, "Toma algo de cereal para
ustedes. Asegúrate de agarrar ese de frutas que le gusta a tu
hermana."
"Yo…yo… no puedo hablar con las chicas, mamá," admití con voz
baja.
Tomé una respiración profunda y la dejé salir, pasando una mano por
mi cabello y ajustando mis gafas. Había sido un semestre de locura,
pero afortunadamente había terminado y el verano por fin estaba
aquí.
"Después de haber hablado con ella una o dos veces, estoy muy
segura que tienes razón, y creo que ella está en esto a largo plazo.
Solo asegúrate de no ponerla en un pedestal," me dijo con gentileza.
"Sí."
"En todo."
"¿Más?"
~oOo~
"No lo sé, Em." Dije con un suspiro, descansando mis brazos sobre la
caja.
"¿Sabes lo que recuerdo?" Emmett dijo en voz baja, con una mirada
distante en sus ojos. "Apenas recuerdo el perro o mi rodilla
golpeándose en el tablero… y… y no recuerdo a mamá en el coche
para nada. Pero te recuerdo, hermanito. Recuerdo volver en mí
cuando me pasaste por la ventana. Te heriste de gravedad para
sacar mi trasero a la superficie. Luchaste contra mí como un tigre
para tratar de ayudar a mamá, pero habrías muerto también.
Edward… eso no es ser un maldito cobarde. Sin ti, Ed, yo no estaría
aquí ayudándote a mudarte con tu chica."
"No jodas," dije con un suspiro, siguiéndolo al bajar por las escaleras
y hacia la camioneta de mudanzas que habíamos rentado.
"Todo, chica hermosa. Entre más rápido nos mudemos, más rápido
tendremos… todo."
~oOo~
Nuestra casa era pequeña, pero era nuestra, y nos encantaba. Nos
gustaba cocinar en nuestra pequeña cocina, robándonos besos y
dando probaditas. Nos leíamos el uno al otro en nuestro sofá en
nuestra posición acostumbrada, con la espalda de Bella pegada a mi
pecho. Y hemos hecho el amor en casi todas las superficies del lugar.
No había nada más que buenos recuerdos dentro de este
departamento. Incluso pequeños desacuerdos terminaban al reírnos y
besarnos. Unir nuestras vidas había sido un gran paso, pero después
del último mes y medio, no podría estar más feliz.
Agité mi mano sin darle mucha importancia pero miré una vez más
hacia arriba. Cuando la trama se complica fue en realidad idea de
Bella."
"No es una mala idea," le dijo Bella al mismo tiempo que cogía su
mochila y luego agarró mi mano. "Vámonos, Edward."
"El mejor día de mi vida," canturreó, portando una dulce sonrisa tonta
al apoyarse en mí, quitando el cabello de mi frente. "Mi Chico de la
Biblioteca se veía demasiado lindo para su propio bien."
Jadeó, sus manos cubriendo sus labios, pero luego se inclinó para
besarme otra vez. "Edward, no hay prisa."
Entrelacé mis dedos con los suyos, sintiendo la arena húmeda debajo
de mis pies y entre mis dedos. Honestamente no podía recordar la
última vez que había sentido eso. Entre más nos acercábamos,
apretaba con más fuerza su mano, pero solo escuchar sus continuas
palabras de aliento me mantenían poniendo un pie frente al otro.
Cuando otra ola baja pasó sobre nuestros pies, envolví a Bella en mis
brazos y la levanté. Tocando su rostro y asegurando sus piernas
alrededor de mi cintura, ella se rio y me besó una vez más, y escuché
gritos detrás de nosotros. Estoy seguro que escuché a Jasper silbar
y a Alice gritar, pero solo tenía ojos para la chica hermosa en mis
brazos.
Bajando la vista a mis pies dentro del agua y luego de vuelta hacia el
océano, brillando con esa baja puesta de sol, sentí labios en mi
mejilla y susurros de amor. En lugar de pánico y miedo, solo vi mi
futuro.
~ooo~AFTA~ooo~
~ooo~AFTA~ooo~
EDWARD
Caí hacia atrás, mirando hacia el techo, mis pies todavía colgando a
un costado del colchón. Traté de descifrar lo que estaba sintiendo,
pero no estaba seguro de sentir algo. Si era completamente honesto
conmigo mismo, había estado esperando esa llamada mucho antes,
mucho antes de que entrara al primer semestre de mi último año en
Edgewater.
La interrumpí con otro beso. "No, no, amor, era Liam en el teléfono."
"Sí, sí. Liam dijo que llamaría a Emmett después. Aunque, le prometí
que yo se lo diría a Ali."
"Te amo," le susurré, inclinándome para besar sus labios. "Y estoy
bien. No puede contactarme, y no tiene permitido dejar el estado.
Incluso si lo hiciera, no puedo imaginar que quiera tener algo que ver
con nosotros, chica hermosa, deja de preocuparte."
"Eso crees, pero nunca se sabe con él, Edward," declaró, sacudiendo
su cabeza. "No olvides que trató de escribir cartas y llamar."
"Lo sé, cariño, pero ahora tiene que aprender a ganarse la vida. Ya
no tiene una licencia médica, así que ya no puede dar recetas
fraudulentas." Sonreí al ver su sonrisa malvada. "Creo que tiene
demasiada mierda con la que lidiar además de morenas enojadas y
sobreprotectoras."
Se burló, rodando sus ojos. "Se iría de aquí cojeando. Es todo lo que
voy a decir."
"Ah bueno." Besé los labios de mi chica una vez más, agarrando su
cintura y poniéndola de pie.
Echándome a reír, entrelacé mis dedos con los suyos y la llevé fuera
de nuestro departamento y por las escaleras. La besé una vez más
antes de que ella entrara a la librería, y yo entré por la parte trasera
del café y hacia el mostrador del frente.
Haciendo una ligera mueca, asentí. "Sí, es solo que recibí una
llamada hace unos cuantos minutos." Me volví para ver a mi hermana.
"Liam me llamó. Quería que supiera que papá fue liberado."
"Entonces… ¿el cabrón está libre?" Dijo con una mueca de desdén,
sus manos cerradas en puños.
"No libre sino fuera de la prisión. Fue liberado para estar en una casa
de rehabilitación lo que queda de su sentencia. Está en Seattle."
"No, Ali, creo que estamos bien. Se supone que no puede dejar el
estado, y nosotros nunca permitimos ningún tipo de contacto desde el
juicio, por lo que estoy bastante seguro que recibió el mensaje. Si no,
entonces Liam estará feliz de explicárselo."
~oOo~
Sin embargo, justo en ese momento, no podía sentir nada más que
esperanza y nervios. Esperaba estarlo haciendo de la forma correcta,
pero estaba nervioso con respecto a si era capaz de hacerlo.
Releyendo lo que ya había escrito, le añadí algo más. Me sorprendí
escribiendo hasta que el sol comenzó a ponerse. Todavía usaba el
diario para escribirle a Bella, y lo utilizaba para ordenar las
conversaciones difíciles. En esta ocasión era ambas. Y muy
probablemente la última conversación difícil que tendría que aclarar.
Rocé mis labios sobre los de ella, riéndome entre dientes cuando se
posó en mi regazo, y no pude contenerme de acunarla en mis brazos.
Me miró, cálidos ojos marrones que lucían felices, dulces y curiosos.
Por más estupendo que eso sonara, las palabras que acababa de
escribir en mi diario eran más importantes que el libro que finalmente
había sido aceptado por una casa editorial, y por el que ahora
querían más. La historia que había escrito hace tanto tiempo con la
ayuda de mi madre, la misma historia que había inventado para mi
hermana, y la primera de mis historias que Bella había leído, ahora
iba a estar impresa. Princesas y reyes elfos y chicos arqueros pronto
saldrían a la luz para que todo el mundo pudiera verlos. Todos
querían celebrar, que era la razón por la que íbamos a cenar en casa
de sus padres.
Sonriendo, la besé otra vez. "Vamos, chica hermosa. Vamos a
comer, y luego puedo celebrar solo contigo." Enterré mi rostro en su
cuello y la besé solo para que chillara y estallara en las risitas que
vivía para escuchar.
Luego, estaba Bella. La miré, entrelazando mis dedos con los suyos
debajo de la mesa y dándoles un suave apretón. Sin ella, no tenía
idea de dónde estaría mi vida—no en esta mesa, eso era seguro.
Soy un mejor hombre por ti. Una vez te dije en este mismo diario
que sé dónde voy en la vida, Bella. Sé que al final del día, solo eres
tú lo que necesito. Nada de eso ha cambiado. Ni una graduación de
la universidad o contratos de libros o lo que sea que la vida nos
traiga, jamás cambiará lo que siento por ti.
Edward
"¿Edward?
"¿Mmm?"
~ooo~AFTA~ooo~
Capítulo 28 – Outtake
BELLA
"Solo las olas, Bella," reiteró contra mis labios, lo que me hizo
sonreír, y también me hizo estirar mi mano para tocarlo.
Una vez que se deslizó dentro de mí, mi cabeza cayó hacia atrás a
las almohadas. Sus labios aprovecharon la oportunidad,
presionándose en mi garganta expuesta mientras susurraba contra mi
piel.
"Te sientes muy bien, Bella," dijo entre su aliento a medida que
empezamos a encontrar el ritmo, caderas encontrándose una y otra
vez, pero lo hicimos de forma profunda, lenta, lánguida. "No podía
irme sin esto, hermosa. Solo… lo necesitaba…"
"Sí," siseó contra mis labios. "Me encanta cuando te corres para mí."
"Te amo, Edward," le dije, rodeando por completo su cabeza con mis
brazos y cerrando mis piernas en torno a él. "Tal vez solo me quede
contigo."
Con unas risitas, sacudí mi cabeza. Al ver a Edward ahora, era casi
imposible recordar el brutal y doloroso ataque de pánico que había
tenido cuando me enteré que estaba embarazada. Habíamos estado
casados un poco más de un año e incluso estuvimos hablando sobre
hijos. El libro de Edward había saltado a la fama, y el segundo
estaba en camino. Se había hablado de un programa de televisión o
película, de modo que no se trataba del dinero o proveer para su
familia. La parte dolorosa fue cuando Edward estaba aterrorizado de
convertirse en su padre. Mi corazón se rompió ese día, porque a
pesar de que Edward se había hecho fuerte y había superado
muchas cosas de su niñez, el miedo que había adornado su hermoso
rostro había sido difícil de ver.
"Edward, cariño… pensé que esto era algo que queríamos los dos,"
susurré, moviendo mis pies con nerviosismo.
"Bella, yo… voy a joderla. Yo… no sé… ¿Qué pasa si soy como mi
papá?"
Ahora mis lágrimas fluían libremente porque esto era muy real y
muy intimidante. Quería y ya amaba al bebé que habíamos creado,
y si Edward no, o cambiaba de opinión, lo haría completamente
sola. Lo perdería, y eso era aterrador porque lo amaba muchísimo.
Eso nunca cambiaría.
Su risa fue fuerte y hermosa. "Sí, así es," susurró, volviendo a bajar
la vista a su mano sobre mi vientre. "¿Qué hacemos ahora, chica
hermosa?"
Una vez que Edward vistió a Chase, lo llevó abajo, lo que significaba
que había perdido mi capacidad de escuchar sin que se dieran
cuenta.
~oOo~
Esquivé cajas que todavía tenían que ser desempacadas pero que
esperarían hasta que regresara del aeropuerto. Algunas cosas
esperarían hasta que Edward regresara a casa en un poco más de
una semana… si el caos y desorden no llevaban mi TOC al borde de
la locura.
Edward llevaba jeans y una camiseta térmica gris, pero había vestido
a Chase de una forma adorable—unos pequeños pantalones cargo en
color caqui, una camiseta de fútbol de color azul y blanco, y un gorro
de lana de rayas azules y blancas. Nuestro hijo era una encantadora
combinación de los dos. Tenía unos grandes ojos verdes y unos
adorables hoyuelos cuando sonreía, pero su cabello era delgado—
pelusa de pato, como Edward lo llamaba— por lo que su cabecita
calva tendía a enfriarse. Me encantaba que el color que podía ver
saliendo era oscuro como el mío pero tenía un tono rojizo intenso en
él como el de Edward.
"¡No!" Respondió con fuerza con la risa que amaba, haciéndose una
bolita.
Sabía que llevarlo al aeropuerto sería difícil, pero también sabía que
Chase y yo lo encontraríamos en solo unos días. Lo habíamos hecho
antes cuando el primer libro despegó inesperadamente justo después
que nació el bebé, así que lo podíamos hacer de nuevo.
~oOo~
EDWARD
Le había dicho a Bella hace mucho tiempo que nunca volvería aquí. Y
en realidad, este viaje no era por elección. Era por negocios, pero no
podía evitar recordar algunas cosas del pasado. Tampoco podía
evitar mirar continuamente por encima de mi hombro. Estábamos
malditamente cerca de dónde toda la mierda mala había sucedido.
Estábamos malditamente cerca de mi papá, y estaba realmente feliz
de que Bella se hubiera ofrecido a encontrarme aquí para los días
siguientes.
Soltando una carcajada, miré a mi hijo. "No seas tan exigente con
mami, peque."
"El mejor día que hemos tenido, Edward," dijo Bella con una
carcajada que estaba mezclada con orgullo y asombro al mismo
tiempo. "En serio."
Dos cosas pasaron por mi mente el día que nació. Una fue que mi
Bella era la mujer más fuerte y asombrosa que había conocido en mi
vida, y nunca podría agradecerle por la vida que me había dado. Y la
segunda… que yo no era nada parecido a mi padre, ni una maldita
cosa parecida a él. Mientras que él odiaba el tan solo ver a sus hijos,
yo apenas si podía dejar a mi hijo el tiempo suficiente para tomar una
siesta. No podía dejar de besarlo, hacerle cosquillas, disfrutar de las
pequeñas cosas que Chase hacía o de seguir confesando mi amor a
las dos personas más importantes en mi vida. No, no era mi padre.
Todo con relación a ser un padre lo había aprendido de mi madre y
luego de Renee, Charlie y tía Jane.
Una vez dentro del coche rentado, me volví hacia Bella antes salir del
estacionamiento. "Cariño, el hotel está justo a un lado de la librería
donde se supone que esté por las siguientes horas. Si quieres,
puedes evitar el caos…"
~oOo~
Las firmas de libros eran agitadas y algunas veces una locura, pero
esta había sido divertida. Hubo fotos y un montón de risas, sin
mencionar que firmé mi nombre más veces de las que podía contar.
La fila comenzó a reducirse cuando casi terminaba mi tiempo. Cuando
uno de los empleados de la librería dijo que había terminado, levanté
la vista para ver quién quedaba.
Bella, que había estado preciosa la primera vez que posé mis ojos en
ella en la universidad, ahora era simplemente hermosa. Tenía más
edad, y a pesar de que pensaba que tener a Chase había cambiado
su cuerpo, seguía siendo perfecta para mí. Más de una vez había
bromeado con ella sobre que ahora teníamos cicatrices iguales en
nuestros estómagos, lo que siempre la hacía reír, aunque tendía a
hacerlo mientras besaba cada centímetro de su piel desnuda.
El rostro de Bella era fiero. "Será mejor que te deje en paz, Edward.
Conociéndolo, va querer tener parte en todo esto," prácticamente
gruñó, girando un dedo alrededor señalando la librería y mi firma de
libros.
~oOo~
Otra copia aterrizó frente a mí, pero fue la voz la que me hizo sonreír.
"Tu madre estaría enojada porque has vendido más que ella."
No pude evitar reírme una vez más cuando añadió. "Esa es una total
mentira, Edward. Sería la primera en las firmas."
"¿Qué?" Le pregunté.
"Claro," cedió, empujando mi libro más cerca. "Mi meta es tener todo
toda la serie firmada, chico."
"Pa-ii…"
Cuando estuvimos sentados en una cabina con Chase en una silla alta
en el extremo, Liam apoyó sus codos sobre la mesa y frotó su rostro.
"Ayer recibí una llamada, chicos."
Liam sonrió con suficiencia. "Lo hizo. Aunque, necesitan que alguien
reclame el cuerpo."
"Mi peor miedo era volverme como él, pero en vez de eso, hice el
amar a mi hijo y a mi esposa mi objetivo en la vida, darles lo que
perdí cuando murió mi madre. Y ya no podía tenerlo en mi vida. No
hay absolutamente nada tóxico en mi vida. Hice lo que mi madre
quería para mí—escuela, una carrera, una hermosa esposa y un hijo.
Emmett pronto va a abrir su propia firma de arquitectura, y Alice está
trabajando para alcanzar una buena posición en el museo. Los dos
están casados y felices, y pronto Emmett tendrá su propio pequeño.
No. Simplemente… no."
Asintiendo, besé sus labios. "Sí, señora. Estoy bien. Estoy mejor que
bien. Estoy…" Mi voz se detuvo porque la palabra "libre" vino a mi
mente, pero ya me había librado de mi padre hace mucho tiempo
antes que consiguiera que lo mataran. "Solo estoy listo para ir a
casa, chica hermosa."
Opción 2: Hi! I write you this to thank you for allow the Spanish
translation of this amazing story. You're a great author.
PD. Para las que no se hayan dado cuenta, les aviso que ya
empecé a subir otra traducción de nombre 'Sear', échenle un
vistazo a ver si les gusta.