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Genética medica

Francis Daly De La Cruz De León


100268693
Sección 26

HERENCIA POLIGENICA MULTIFACTORIAL Y MALFORMACIONES


CONGENITAS

La expresión "herencia multifactorial" significa que una anomalía


congénita puede ser provocada por muchos factores. Por lo general, los
factores son tanto genéticos como ambientales, ya que la combinación
de los genes de ambos padres, sumada a factores ambientales
desconocidos, produce el rasgo o el trastorno. Con frecuencia, uno de
los sexos (el masculino o el femenino) suele estar más afectado que el
otro en cuanto a los rasgos multifactoriales. No sigue un patrón de
herencia mendeliana. Algunos de ejemplos de expresiones
multifactoriales son, la estatura, defectos del tubo neural, displasia de
cadera, entre otros.

Heredabilidad

La heredabilidad es un índice o parámetro estadístico que estima la


proporción de la varianza en el fenotipo en una población, esto es, los
rasgos psicológicos y físicos que se llegan a manifestar en los
individuos, atribuible a la variación genética, es decir, los diferentes
genes que tienen cada una de las personas de la población estudiada.
El grado de heredabilidad se expresa en forma de porcentaje o valor del
0 al 1, yendo de la más absoluta ausencia de peso hereditario del
carácter fenotípico a la total heredabilidad del mismo, indicando esta
total heredabilidad que la influencia del medio ambiente es nula.

Estudios De Gemelos.

Los estudios de gemelos son un clásico en el análisis de la contribución


relativa de factores genéticos y ambientales al comportamiento y a otros
fenotipos. Constituyen la metodología más utilizada para separar las
causas genéticas de las ambientales en el parecido familiar.
Básicamente, consisten en comparar la mayor o menor similitud, con
respecto a un carácter seleccionado, entre gemelos que provienen de un
único cigoto escindido o monocigóticos (MZ) y gemelos que provienen de
dos cigotos diferentes o dicigóticos (DZ).
Dado que los primeros son genéticamente iguales mientras que los
segundos comparten sólo, de media, la mitad de su genoma, su
comparación proporciona una valiosa información para estudiar la
influencia genética en diversos fenotipos.
De esta forma se puede analizar la importancia relativa de factores
hereditarios y ambientales en el desarrollo de caracteres complejos,
como enfermedades y trastornos de todo tipo; constituyendo un
elemento de gran importancia para la investigación en el ámbito de la
salud.

Campana De Gauss

Es un modelo de distribución de probabilidad, una función continua y


simétrica cuya gráfica representa el comportamiento de los valores de
una población de eventos cuyas variaciones sólo están influenciadas
por fenómenos aleatorios. También se llama gráfica de la distribución
normal. Se aplica a variables asociadas a fenómenos naturales que
siguen el modelo normal, como los caracteres morfológicos (la estatura),
fisiológicos (efecto de un fármaco), sociológicos (consumo de un
producto), psicológicos (cociente intelectual, grado de adaptación a un
medio), errores en la medición de magnitudes. La máxima probabilidad
se encuentra en torno a los valores centrales, por eso los llamamos
normales; la mínima, en los valores extremos, el eje de abscisas es
asintótico con los extremos de la curva.
Con todas las precauciones y salvedades que se quieran, puesto que la
educación y la vida en sociedad deforman o desplazan la campana de
Gauss -la genética interacciona con el entorno-, si extrapolamos su
aplicación al comportamiento humano, podemos elucubrar sobre el
mismo con una cierta aproximación. De entrada podemos aplicarnos en
refutar determinados tópicos. Por ejemplo aquel que afirma que lo
normal es lo natural; que determinadas conductas son contra natura,
por ejemplo las sexuales. Hasta hace relativamente poco, la relación
homosexual era considerada así. Pues no. Hay que diferenciar lo
natural de lo normal. Lo natural es, simplemente, lo que se da en la
naturaleza; aunque sea raro. Lo normal es sólo lo que más abunda.
Todo lo normal es natural; pero no todo lo natural es normal. Puede
aplicarse a las características de la conducta humana que pueden ser
condicionadas por una determinada probabilidad fruto de la
aleatoriedad de la lotería genética. Por ejemplo, un déficit del
neurotransmisor dopamina provoca Parkinson, un exceso puede
desencadenar ludopatía, drogadicción e hipersexualidad. Todo ello tiene
unas importantes repercusiones en el campo de las normas morales y
de las responsabilidades individuales.
Dismorfologia

La dismorfología, como rama específica de la genética humana, se ha


desarrollado enormemente en los últimos tiempos, gracias a los avances
obtenidos por las herramientas de análisis genético. El diagnóstico en
dismorfología permite informar sobre el pronóstico, el riesgo de
recurrencia y las posibles acciones preventivas2
El paciente dismórfico es el que presenta unos rasgos faciales o un
patrón de malformaciones congénitas que, en su conjunto, son
diferentes de los considerados normales para la población general. En
ocasiones, estos rasgos o anomalías pueden encontrarse agrupados en
una asociación reconocible, como un síndrome concreto o un proceso
debido a una causa específica.
Es muy frecuente que este tipo de pacientes presente anomalías
congénitas asociadas a una anomalía genética, familiar o no. Encontrar
este origen requiere una aproximación estructurada que permita un
diagnóstico clínico adecuado, un uso coherente de las diferentes
pruebas complementarias disponibles y un adecuado consejo genético
posterior.

Teratología

El estudio de los defectos congénitos y su etiología se denomina


teratología. El término teratógeno proviene del griego teratos, que
significa monstruo. En términos prácticos, un teratógeno puede
definirse como cualquier agente que actúe durante el desarrollo
embrionario o fetal y genere una alteración permanente en la forma o la
función. Por tanto, un teratógeno puede ser un fármaco u otra
sustancia química; un factor físico o ambiental como el calor o la
radiación; un metabolito materno como ocurre en la fenilcetonuria o la
diabetes; una anormalidad genética, o una infección. 
Está basado en análisis estadístico de agregación familiar de rasgos en
este tipo de modelo se establece que los genes involucrados pueden no
conocerse, pero la aparición del rasgo resulta sin dudas de su estricta
combinación con factores ambientales, los que tal vez, si se asociaran a
otra constitución genética resultaran en ninguna característica
importante en cuanto a enfermedad se refiere.
Los teratogenos se clasifican en:
Agentes biológicos: (infecciones) encontramos algunas como: rubeola,
virus del herpes simple, varicela, sífilis, VHI.
Agentes físicos: (radiaciones, temperaturas) como: rayos x,
metanfetaminas, cocaína, alcohol, aminopterina (labio leporino)
Agentes químicos: (medicamentes, y otras sustancias) como: sedantes,
andrógenos, hormonas, narcóticos, aspirina.
Metabolismo maternal: (enfermedades maternas) como: diabetes,
fenilcetonuria (causa retraso mental) agente capaz de producir una
anomalía congénita incrementar la incidencia de una anomalía en el
embrión tras la exposición de la madre a ellos
Existen 4 tipos de anomalías con importancia clínica: malformación,
alteración, displasia y deformación. Los teratógenos los podemos
clasificar en agentes químicos, hormonales, infecciosos, físicos
Entre los agentes infecciosos tenemos al virus de la rubeola,
citomegalovirus, el virus del herpes simple, entre otros, y en lo que
respecta a los agentes físicos como teratógenos

Malformaciones congénitas

Las malformaciones congénitas son consecuencia de problemas que


ocurren durante el desarrollo fetal previo al nacimiento.
Tipos de anomalías congénitas
Si un bebé nace sin una parte del cuerpo o con una malformación en
esa parte del cuerpo, se dice que presenta una anomalía congénita
estructural. Las anomalías congénitas cardíacas son las anomalías
congénitas estructurales más frecuentes. Otras anomalías congénitas
estructurales son la espina bífida, el paladar hendido, el pie zambo y la
displasia congénita de cadera.

Cuando hay un problema en la composición química del cuerpo del


bebé, se dice que padece una anomalía congénita metabólica. Las
anomalías en el metabolismo impiden que el organismo descomponga
adecuadamente los alimentos para generar energía. Algunos ejemplos
de anomalías metabólicas son la enfermedad de Tay-Sachs, una
enfermedad mortal que afecta al sistema nervioso central, y la
fenilcetonuria (PKU), que afecta a la forma en que el organismo procesa
las proteínas.
Para quienes quieran convertirse en padres, es importante saber que
algunas anomalías congénitas se pueden prevenir. Cuando una mujer
está embarazada, tomar ácido fólico y recibir suficiente yodo en la dieta
permiten prevenir algunos tipos de anomalías congénitas. Pero es
importante tener en cuenta que la mayoría de los bebés con anomalías
congénitas nacen de dos progenitores sin problemas de salud evidentes
ni factores de riesgo.

En la mayoría de los casos, los médicos desconocen la causa de las


anomalías congénitas de sus pacientes. Cuando se conoce la causa, se
puede tratar de un factor ambiental (como la exposición del bebé a
sustancias químicas o a virus mientras estaba en el vientre materno), a
un problema en los genes o una combinación de ambas cosas.

Causas ambientales
Si una madre tiene ciertas infecciones (como una toxoplasmosis)
durante el embarazo, su bebé puede nacer con una anomalía congénita.
Otras afecciones que pueden causar anomalías congénitas son la
rubeola y la varicela. Afortunadamente, mucha gente se vacuna contra
estas enfermedades y, por lo tanto, estas infecciones son muy poco
frecuentes.

Así mismo, el consumo de alcohol por parte de la madre durante el


embarazo puede causar un síndrome de alcoholismo fetal, y la toma de
algunos medicamentos también puede causar anomalías congénitas.
(Los médicos intentan evitar los medicamentos nocivos durante el
embarazo; por lo tanto, una mujer embarazada debe informar de que
está embarazada a cualquier médico que la atienda).

Causas genéticas
Cada una de las células del cuerpo tiene cromosomas que contienen
genes que determinan las características únicas de cada persona.
Durante la concepción, un niño hereda uno de cada par de cromosomas
(y uno de cada par de los genes que contiene) de cada uno de sus
progenitores. Un error durante este proceso puede hacer que el bebé
nazca con muy pocos o con demasiados cromosomas, o con un
cromosoma dañado.
Una anomalía congénita muy conocida que se debe a un problema en
un cromosoma es el síndrome de Down. Un bebé desarrolla este
síndrome tras recibir un cromosoma de más. Hay otras anomalías
congénitas que ocurren cuando los dos progenitores trasmiten a su hijo
un gen defectuoso de la misma enfermedad.

Hay enfermedades y anomalías que ocurren cuando solo uno de los


progenitores trasmite al bebé un gen anómalo. Aquí se incluyen
anomalías congénitas como la acondroplasia (un tipo de enanismo) y el
síndrome de Marfan.

Por último, algunos niños heredan trastornos a través de los genes que
reciben exclusivamente de sus madres. Estas anomalías, que incluyen
afecciones como la hemofilia y el daltonismo, se conocen como ligadas
al cromosoma X porque los genes que las causan solo están presentes
en este cromosoma.

Displasia
Es una alteración en la formación de una estructura del organismo
determinada por defecto de los genes que regulan su desarrollo y
crecimiento, como ocurre en las displasias óseas, en las que la
alteración de un gen regulador del desarrollo y el crecimiento del hueso
determina un cambio en la forma y la estructura de éstos.
Deformación
Es la alteración que producen fuerzas mecánicas en una estructura
formada normalmente. Es muy frecuente la que se produce en el cráneo
del recién nacido en el momento de nacer, tras pasar por el canal del
parto. En otras ocasiones, pueden producirse luxaciones o alteraciones
musculoesqueléticas secundarias a estas fuerzas externas. En una
displasia ósea del tipo osteogenia imperfecta, una fractura intrauterina
puede condicionar una deformación importante de una extremidad, por
las fuerzas mecánicas que actúan posteriormente. En función del
tiempo de actuación y de la plasticidad de los tejidos, la deformación
puede ser transitoria o permanente.
Malformación
Es la alteración de una estructura por fallo de los mecanismos
embriológicos implicados en su formación. Se debe, por tanto, a causas
intrínsecas del embrión. Los mecanismos son: proliferación,
diferenciación, migración y apoptosis. Una malformación por defecto de
la proliferación son las alteraciones en el desarrollo de una extremidad
por ausencia total o parcial de éste, como en el síndrome fémurfíbula-
ulna.

Asociación
Defectos congénitos de tipo malformativo que están asociados en su
aparición, de forma más frecuente de la esperada, por el azar. El
ejemplo más característico es el de la asociación VACTERL (anomalías
vertebrales, anales, fístula traqueoesofágica, alteraciones renales y de
extremidades).

Síndrome
Patrón reconocible de anomalías congénitas que tienen en común una
misma etiología conocida o supuesta. Lo característico de los síndromes
es que presentan una variabilidad en su presentación, a pesar de tener
un origen común. El más característico es el síndrome de Down.

Secuencia
Es la concatenación de anomalías congénitas, debidas a una alteración
inicial, generalmente mecánica. Esta primera alteración produce otras
subsecuentemente durante el desarrollo fetal. Un ejemplo es la
secuencia Potter, donde una alteración renal primaria —bien sea
agenesia renal, displasia renal grave u obstrucción de la vía renal
excretora— condiciona un oligoamnios grave en el feto, que provoca una
cara característica y artrogriposis en flexión, debido a la inmovilidad del
feto y la presión constante del útero sin líquido amniótico
Hipertensión arterial
Se define como el aumento sostenido de la presión arterial por encima
de los niveles normales, establecidos según la JNC7 en 120/80 mmHg.
Los determinantes de la hipertensión arterial (HTA) esencial
permanecen desconocidos a pesar de los importantes avances
experimentados en el conocimiento de la fisiopatología de esta
enfermedad. Diversos estudios epidemiológicos han demostrado que
alrededor de un 30-40% de la variación interindividual de la presión
arterial en la población viene determinada genéticamente 1. Esta
influencia importante de la herencia en los valores de presión arterial
viene apoyada por la mayor concordancia de cifras de presión arterial
entre gemelos monozigotos que entre los dizigotos. Además, se ha
demostrado una agregación familiar de la enfermedad muy significativa
y que no es atribuible exclusivamente a factores ambientales
compartidos, ya que la concordancia de presión arterial es mayor en los
hijos biológicos que en los adoptados1.

Diabetes

La diabetes mellitus comprende un grupo de trastornos metabólicos


frecuentes que comparten el fenotipo de la hiperglucemia. Existen
varios tipos diferentes de DM resultado de una interacción compleja
entre genética y factores ambientales. De acuerdo con la causa de la
DM, los factores que contribuyen a la hiperglucemia pueden ser
deficiencia de la secreción de insulina, disminución de la utilización de
glucosa o aumento de la producción de esta. El trastorno de la
regulación metabólica que acompaña a la DM provoca alteraciones
fisiopatológicas secundarias en muchos sistemas orgánicos, y supone
una pesada carga para el individuo que padece la enfermedad y para el
sistema sanitario.

Obesidad

La obesidad es un estado con una masa excesiva de tejido adiposo.


Aunque a menudo se considera equivalente al aumento de peso
corporal, no siempre es así; las personas delgadas, pero muy
musculosas, pueden tener sobrepeso según los estándares numéricos
sin tener incremento de la adiposidad. Los pesos corporales tienen una
distribución continua en las poblaciones, por lo que la elección de una
distinción con relevancia médica entre delgado y obeso es más bien
arbitraria. Por tanto, la obesidad se define mediante la valoración de su
vínculo con la morbilidad y la mortalidad.
Cáncer
El término cáncer engloba un grupo numeroso de enfermedades que se
caracterizan por el desarrollo de células anormales, que se dividen,
crecen y se diseminan sin control en cualquier parte del cuerpo.
Las células normales se dividen y mueren durante un periodo de tiempo
programado. Sin embargo, la célula cancerosa o tumoral “pierde” la
capacidad para morir y se divide casi sin límite (Figura 1). Tal
multiplicación en el número de células llega a formar unas masas,
denominadas “tumores” o “neoplasias”, que en su expansión pueden
destruir y sustituir a los tejidos normales.
Algunos cánceres pueden no formar tumores, como sucede típicamente
en los de origen sanguíneo. Por otra parte, no todos los tumores son
“malignos” (cancerosos). Hay tumores que crecen a un ritmo lento, que
no se diseminan ni infiltran los tejidos los vecinos y se los considera
“benignos”.

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