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Niño tomate

Érase un niño tomate


que Salió a dar un paseo:
iba en busca de cebolla
en el barrio de Verdeo.

Rumbo al barrio de Verdeo


en el medio del camino
encontró la vieja calle
del caballero pepino.

-¿Cómo estáis, buen caballero?


-saludó el niño apurado.
Y respondió en su armadura
Don pepino acongojado:
-Ando escaso de aventura
desde que me he jubilado.

-¿Qué aventuras, caballero,


añora tu corazón?
-La de poblar dentaduras
de comensal comilón,
y un aroma de verduras
en tomillo y estragón.

Se apiadó el niño tomate


del caballero pepino
y le pidió compañía
para seguir su camino.

Ahora niño y caballero


rumbo al barrio de Verdeo
van en busca de cebolla
y aventura, según creo.

Silvia Schujer

Papá Noel no irá al mar

Cuando sea Navidad


le dice el pulpo al pez martillo
yo te voy a regalar
-en un cofre de coral-
una tuerca y un tornillo.
En un barco, los piratas
brindarán con el delfín.
Marineritos en patas,
un loro y doscientas ratas
ya preparan el festín.

A coro cuatro gaviotas


ensayan un villancico.
En el mar pescan las notas
que al volar se vuelven gotas
y les chorrean del pico.

En el club de la sardina
se despide el Año Viejo.
Mejillones y corvinas
con algas y serpentinas
le dan color al festejo.

PapáNoel no irá al mar


ni los Reyes en camello,
porque no saben nadar
y no se quieren mojar
ni la barba ni el cabello.

Silvia Schujer.

La doctora Tita

La vaca Tita es doctora,


hoy tiene mucho trabajo:
un pollito pierde plumas…
se engripó un escarabajo…

Un pez gruñe por la espera:


-¿Tita se retrasa a diario?
-No usa agenda- dice un grillo-.
¡Da a todos el mismo horario!
Carla Dulfano
¡Un partido empatado!

La familia del ciempiés


Juega al fútbol todo el día
Todos están esperando
Y no empiezan todavía…

-No es que les falte reloj-


Comenta un grillo entre latas-.
Es que se cambian las medias…

-¡Y ellos tienen muchas patas! -¡Y patinan sobre latas! -¡Y ellos usan alpargatas!

Carla Dulfano

Nuevos amigos

Nos vamos a otro país.


Allí se habla otro idioma.
Yo conozco chicos nuevos
y les comento algo en broma.

Me miran todos muy serios


y yo me quedo muy triste.
Mamá me dice sonriendo:
“Es que no entienden tu chiste”.

Carla Dulfano

Una vez hubo una flor

Una vez hubo una flor


que cambiaba de color.
¡Qué curioso! ¿No, señor?

Cuando estaba disgustada


se ponía anaranjada
-parecía disfrazada-
y cuando andaba feliz:
verde, blanca, roja y gris.

Una mañana de mayo


la cortaron por el tallo.
la arrancaron de la plaza
para llevarla a una casa.

En la casa fu a un jarrón
y allí se volvió marrón.

Pobre flor –sobre la mesa-


ya perdía su belleza
cuando una mano pasó
y, al pasar, la acarició.
Fue sentir esa cosquilla
para ponerse amarilla.
Sólo un roce, poca cosa
y la flor se volvió rosa.

Con su aroma de jazmín


violeta, azul y carmín,
es misterio de la tierra
que esta historia ahora se cierra.

Silvia Schujer.

¡Qué buenos son los piratas!

Los piratas usan aros


y un pañuelo en la cabeza,
beben toneles de ron
y barriles de cerveza.

Andan en barcos robados


mientras cantan su canción;
la canción en que el pirata
siempre está bebiendo ron.

los piratas son muy feos,


sucios, crueles, desalmados,
con la barba desprolija
y los pelos engrasados.

Son mugrientos y roñosos,


siempre llenos de sudor,
los piratas no se bañan:
¡eso sí que es lo mejor!

Los piratas tienen sables


y pistolas y grilletes,
y un aprendiz de pirata:
un jovencito grumete.

En la Isla del Tesoro


vive el pirata más malo,
con su sable, con su loro
y con su pata de palo.

¡Qué buenos son los piratas!


De los malos, los peores.
Y en eso de ser tan malos,
¡ellos sí son los mejores!

Douglas Wright

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