El agua es un recurso esencial para la vida, estratégico y muy sensible para la
sostenibilidad de los pueblos. Es el recurso natural más importante del planeta, es la responsable de la composición de los seres vivos, es el alimento indispensable para la vida, interviene en la fotosíntesis, sirve a todos los organismos desde algas hasta el hombre, es fuente de energía, vía de comunicación y lugar de esparcimiento. Sencillamente donde no hay agua no hay desarrollo. Dada la importancia estratégica del recurso agua, a todos los niveles, hoy día, todos los necesitamos conocer los indicadores y herramientas disponibles para evaluar una gestión sostenible del agua, identificar las oportunidades de mejora y asegurar la viabilidad de las empresas e instituciones. Tanto así que 3 cuartas partes del planeta son agua, pero solo 1% de la cantidad de agua que se encuentra en el planeta es apta para el consumo humano, siempre y cuando no esté contaminada.
Payandé es un corregimiento del municipio de San Luis Tolima, el cual posee
varias fuentes hídricas, sin embargo son las quebradas el Salto, Rio Frio y Aguirre, las que surten el acueducto. Actualmente, este servicio es controlado por la Empresa Rio Luisa, localizada en el municipio de San Luis, lo cual ha hecho que la administración no cumpla con los estándares de calidad y cantidad del suministro de agua potable, la planta de potabilización es deficiente para el tratamiento de las aguas y en cuanto a la conservación de los nacederos y cuencas se basan en simples inspecciones y una que otra reforestación en los predios destinados para protección, no se hace un manejo adecuado y queda rezagado el recurso a su propia inercia.
El problema del agua en el corregimiento es de oferta del líquido, existe mucha
demanda para la cual la cantidad de reserva del recurso es muy baja, además que no se encuentra en un estado completo de salubridad. Existe una disparidad en cuanto a la regulación del consumo y por eso es necesario instalar medidores en las casas, además de ayudar a controlar el desperdicio, también generar conciencia en la comunidad para cuidar y ahorrar este recurso. Además, es importante el compromiso institucional ante esta problemática, la presencia de la administración municipal y departamental y entes de control, la colaboración de las instituciones educativas y la comunidad en general. La participación comunitaria se debe dar en el analizar, el hacer y el decidir. Por lo tanto, las actividades incluyen acciones de información, educación, consulta, fortalecimiento de las iniciativas, fiscalización, concertación, toma de decisiones y gestión del recurso.