C A R A / Y CARETA/

a mujer ha de in-
7 ~ ' I experimento del
£j^ voto femenino,
hecho ya en tan-
tos países, ha demos-
trado que la interven-
ción de la mujer en
el yobierno no es ni
será la panacea para
todos los males socia-
les (¡lie afirman sus
partidarios. Desde lue-
Doctora N y d i a Lamarque, go que, como recono-
abogada, poetisa y escri.ora. cimiento de un dere-
cho indiscut ibie, no
puede menos de ser simpática la iniciativa; pero
pienso que actualmente, en la Argentina, dar el
voto a los mujeres sería una medida política de
consecuencias, sino francamente peligrosas, por
lo menos perjudiciales.
L miscuirse en las
luchas democrá-
ticas del hombre en
carácter de colabora-
dora inteligente, como
debe serlo en ¡as de-
más actividades. Su
derecho al voto es in-
negable; pero nada se
progresaría polílica-
menle si el sufragio Señora L... „ ..len de San-
femenino imitara el fuinetti, educadora y as*
triste espectáculo de critora.
las muchedumbres de hombres semianalfabetos
que "son llevados" al comido. Votar sin con-
ciencia cívica, por obligación o por complacencia,
es desnaturalizar la función electoral.

^ Q . iA-«/TV. * ^ * ^ ^ ^ »*ít>**-vi*-J^^<-

M e preguntan qué
pienso del voto fe-
mcninof Por prin-
blema de la vivienda, re-
formas en los métodos
educacionales y tantos
otros que constituyen iii-
cipio, digo que es necesa- j-ógnitas difíciles de des-
rio. Pero desearía que la • pejar.
ley electoral se modifica- ¡-a mujer ha elevado su
ra, en el sentido de que plano intelectual y se en-
cuentra en condiciones de
el voto fuese calificado presentar las soluciones
para ambos sexos, es de- más acertadas.
cir, concederlo sólo a los lil voto femenino con-
alfabetos. tribuiría a resolver estas
cuestiones por el aporte
SeAorita .-ar a Ju to, ('o - valioso que significaría la
tora en odontología, ca elección de mujeres que Seitoritá Ida L. R^boli,
tedráttca y aocióloga. han dedicado todo su es- •ducMkdora y poetisa.
fuerzo al estudio de temas que, si bien son de in-
dolé femenina, interesan a todos en la misma me-
dida por su enorme trascendencia social.
"Tk T adié mejor que la mujer para resolver pro-
J \ blcmas de índole higiénicosocial, tales como
la protección a la infancia, el trabajo de las
mujeres y los niños, la trata de blancas, el pro-

ensadores, escritores y filósofos

P que nos han visitado coincidie-
ron al afirmar que la mujer
y admiración, ¡aneóse en el torbellino
de las actividades comerciates c inte-
lectuales en sus más variados aspec-
argentina ha llegado a adquirir una tos, y a pesar de la des-.-cntaja evi-
cultura tan sólida, que In habili- dente con que ha tenido que lu-
ta ampliamente para desempeñar char, triunfó y triunfa, porque el
a conciencia la nucía misión que carácter y el alma de la mujer,
se proyecta encomendarle. forjados a través de los siglos en
Un feminismo, como se entien- el trabajo, el sufrimiento, e¡ sa-
de por tal y desarrollado en In- crificio y el renunciamiento, la fa-
glaterra y países escandinavos, no vorecen suficientemente para salir
lo hubo en nuestro suelo debido al airosa de todas ¡as empresas que aco-
bienestar de la República y la respon- meta.
sabilidad financiera de su población Mas los tiempos cambiaron, y hoy
masculina. Mas ahora, debido a los SeAori'a ^.ulfa Manghl, la mujer argentina, consciente también
problemas económicos y morales que preaid:>nta del Círnilo de de esas cualidades, de su preparación
Maeatroa da Avellaneda.
— como a las mujeres de todas las intelectual y posición financiera—muy
partes del mundo — se le han planteado a la mu- superior a la de muchos hombres del actual electora-
jer argentina, la han obligado a despertar del le- do,—ambic iona.con razón,la parte que le corresponde
targo en que la indiferencia en la elección de sus gobernan-
más absoluta de nuestro am- tes, y. por consiguiente, al con-
biente la tenía sumida, y afron- "^^^^/^J^^^^^^-^ cederle los derechos políticos,
tando la situación con una va- no es satamente obra de justi-
lentía digna del mayor respeto ^ cia, sino también de dignidad.