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Aguirre, Gonzalo, El Proceso de Aculturación 1957 PDF
Aguirre, Gonzalo, El Proceso de Aculturación 1957 PDF
EL PROCESO DE
ACULTURACION
1. Etimología
2. Definición
8. Integración socio-cultural
Niveles de Niveles de
aculturación integración
Tesis Aceptación Concentración
vs
Antítesis Reacción Dispersión
=
Síntesis Adaptación: Conversión:
i) comensal i) paralela
ii) selectiva ii) alternativa
iii) sincrética iii) polar
1. Investigación-acción
2. Cantidades de complejidad
1
Realidades E.5quemas Operaciones Actitudes Métodos Finalidades Ramas
cultrlrale.5 conceptuales reflexivas doctrinarias científicos sociales disciplinarias
C")
o
problemas uso aplicación pragmática exploración acción etnotécnica ....,.'"c:l
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procesos función análisis valora ti va estudio de evaluación etnovalórica
casos
4. Esquemas conceptuales
5. Operaciones reflexivas
6. Actitudes doctrinarias
7. Métodos científicos
8. Finalidades sociales
9. Ramas disciplinarias
l. Contexto histórico
3. Región intercultural
5. Criterio antropológico
• Barcia (1881).
Culture of Yucatan, donde por primera vez se usó la voz de los respon-
sables de una gran casa editorial. Puristas en exceso, transladaron folk
culture por cultura de transición, lo cual es inaceptable ya que cultura
folk y cultura de transición son dos conceptos sociológicos distintos; por
otra parte, ignorando la indudable corrección de la voz aculturación, la
ultracorrigieron adoptando la propuesta por Ortiz. De entonces a la fecha
la casa editora sigue traduciendo aculturación por transculturación, aún
en el texto de la antropología cultural de Herskovits, EJ Hombre y sus
Obras, donde éste rechaza el neologismo cuando afirma: "De no estar el
término aculturación tan firmemente establecido en la literatura antro-
pológica, transculturación bien podría ser igualmente usado para expre-
sar el mismo concepto" (1952 a): 529. Una buena traducción requiere no
solamente el conocimiento de las lenguas involucradas sino, además, el
importante conocimiento de la materia que se traduce; pero ello. es una
norma ideal que implica un aumento de costos.
17 Foster (1952): 292: dice: "En años recientes, se ha vuelto cada vez
más patente al antropólogo que investiga las culturas latino-americanas
NOTAS 211
••Gamio (1922): I.x; concretó sus metas a las que siguen: "1! Adquisi-
ción gradual de conocimientos referentes a las características raciales, a las
manifestaciones de cultura material e intelectual, a Jos Ídiomas y dialectos,
a la situación económica y a las condiciones del ambiente físico y biológico
de las poblaciones regionales actuales y pretéritas de la República; 2! In-
vestigación de Jos medios realmente adecuados y prácticos que deben
emplearse, tanto por las entidades oficiales como por las particulares,
para fomentar efectivamente el actual desarrollo físico, intelectual, moral
y económico de dichas poblaciones; y 3! Preparación del acercamiento
racial, de la fusión cultural, de la unificación lingüística y del equilibrio
económico de dichas agrupaciones, las que sólo así formarán una nado·
nalidad coherente y definida y una verdadera patria".
'" Aguirre Beltrán (1953 a): 128; informa: "En Chamula, municipio que
no ha permitido una inclusión ladina en su cabecera, el gobierno regional
está constituido: (1) por funcionarios que desempeilan cargos pollticos;
y (2) por funcionarios que desempeilan cargos religiosos. Esta distinción,
desde luego, no es hecha por los chamulas, y en el escalafón del poder
alternan puestos políticos y religiosos sin que haya siempre una secuencia
rígida; con excepción de la imposibilidad de saltar de un puesto en un
barrio a un puesto de mayor o menor categoría en otro calpul. Cada barrio
o calpul tiene sus propios funcionarios".
•• Foster (1953 a): IX. 23; dice: "En algunos lugares, al menos, parece
que el compadrazgo fue una substitución del sistema ciánico. Esto se des-
cubre por una evidencia negativa, a saber: b. inhabilidad del compadrazgo
para hacer progresos donde, como entre los tzeltales de Chiapas, continúa
floreciendo un sistema ciánico" .
" Barnett et. al. (1954): 975; dicen "Una manera común, y por tanto
significativa, de la diferencia entre los sistemas culturales, que puede ser
objetivamente verificable, es la variación en sus mecanismos de sostén
fronterizos. Estos comprenden las técnicas y las ideologías por medio de
las cuales un sistema limita la participación en la cultura a un endo·grupo
bien reconocido. La relativamente abierta sociedad de los Estados Unidos
puede, en esto, ser contrastada con los sistemas cerrados de los Pueblos
del sudoeste que admiten pocos extranjeros y censuran a aquellos de
sus propios miembros que no se conforman con los valores claves de su
cultura. Los mecanismos de sostén fronterizos parecen incluir la relativa
presencia o ausencia de arbitrios por medio de los cuales el conocimiento
de las costumbres y de los valores queda restringida a los miembros del
endo-grupo y de este modo acorazados contra las influencias exteriores.
En algunos sistemas, el rango total de la cultura está abierta a la inspec-
ción por los miembros de otras sociedades, mientras que, en otras, las
costumbres claves son cuidadosamente guardadas de la curiosidad de los
observadores de fuera. Algunos ejemplos de mecanismos específicos de
sostén fronterizo que pueden operar en un sistema cerrado, son: las ini-
ciaciones rituales en el endo-grupo; las ceremonias de purificación desti-
nadas a reintroducir en el endo-grupo a un miembro de la sociedad
después de una ausencia; las actividades secretas exclusivas para miembros
del endo-grupo; ceremonias de radicación en el territorio comunal; el
cultivo y desarrollo de conceptos auto-definitorios, tales como el etnocen-
trismo o el racismo; el cercado del territorio o la erección de cortinas
aislacionistas; la designación de agentes de contacto o intermediarios
extranjeros; la elevada evaluación de la lengua o dialecto del grupo y la
imposición de barreras legales".
patrona como una madre subrogada, sino que exige de ella la debida
correspondencia a ese sentimiento y la obligación concomitante que la pa-
trona de la ciudad ladina tiene de velar la conducta y el futuro de la
sirviente: el sistema de seguridad patrona-sirviente substituye adecuada-
mente el sistema de seguridad familiar de la comunidad".
•• De la Fuente ( 1955) MS; describe esta situación entre las mixtecas
de Jamiltepec.
•• Zavala (1954): 49; quien particularmente ha estudiado el trabajo
indígena durante la Colonia, no suministra datos al respecto.
•• Slotkin (1949) MS; dice: "Para el idealista, las ideas son la última
realidad, de la misma manera que para el idealista social la acción social
es el resultado de las ideas del grupo. No explican cómo surgen esas
ideas; como Topsy, simplemente aparecen. Como ilustración, obsérvese
que Max Weber, en su Ética Protestante y el Espíritu del Capitalismo,
nunca nos dice las condiciones bajo las cuales surgió la ética protestante;
presupone su existencia y trata de explicar cómo produjo al capitalismo.
Para mí, como materialista social, la acción social, incluyendo las ideas,
son la respuesta de un grupo a las situaciones que confronta ... Así, pues,
contrariamente a Weber, mi hipótesis es que la ética protestante es el
resultado de la emergencia del capitalismo".
•• Aguirre Beltrán (1953 b): 7; dice: ''Quiroga, al instituir el hospital-
pueblo, comprendió a la comunidad en un todo integral, como sujeto de
educación. Aprovechando las instituciones que daban forma a la estruc-
tura social de los pueblos tarascas, las reinterpretó para darles un conte-
nido cristiano, de acuerdo con las normas utópicas de Tomás Moro. La
antigua guatapera o casa de solteras fue transformada en hospital, posada,
albergue o casa colectiva, sede de las autoridades de la comunidad que
habían de renovarse periódicamente por elección. El rector y los regidores
o principales tenían la responsabilidad del gobierno y dirección del pueblo
organizado en familias -{}enominación que se dió al grupo de familias
nucleares que en la sociedad tarasca constituían una familia extensa-
unidad económica mínima de la comunidad. El jefe de la familia exten-
sa, el abuelo, conservó su antiguo nombre y su antigua función. Era el
encargado de regular el trabajo común de los hombres y mujeres de la
familia, de imbuirle los nuevos valores cristianos, de encauzar la ense-
ñanza de los niños en las labores agrícolas a manera de regocijo, juego y
pasatiempo y de ver por el sostén del grupo familiar, desterrando el lujo,
la mala ociosidad y codicia demasiada".
•• Aguirre Beltrán (1953 b): 27; informa: "La coordinación indispensa-
ble para el desarrollo de una acción integral a que tan laboriosamente
había llegado la filosofía educativa, no pudo jamás pasar del simple
ordenamiento legal. Sin coordinación y atenidas a la solicitud no siempre
complaciente de una sola dependencia federal y de sus sucesivos titulares,
las misiones culturales, convertidas todas en permanentes, arrastraron una
vida azarosa. . . sostenida sólo por la bondad de su doctrina y su enorme
haber en el desarrollo de las comunidades campesinas de México. En el
debe es preciso colocar su escaso éxito en la transformación y mejora-
miento de las comunidades indígenas, no obstante los continuados esfuer-
zos que hicieron por alcanzar esta meta indeclinable".
220 NOTAS
•• Gortari (1956): 76; dice: "El proceso del conocimiento se rige inter·
namente por ciertas funciones lógicas primarias cuya validez radica en que
han sido extraídas del propio curso del desenvolvimiento cognoscitivo y
se comprueban reiteradamente en éste. Estas funciones elementales inte·
gran a las funciones más complejas y en ellas se acusa con claridad, tal
NOTAS 221
como en el sistema entero de la lógica, la: estrecha y activa conexión exis-
tente entre todos los procesos objetivos. En consecuencia, dentro del mo-
vimiento interno del pensamiento, las funciones se derivan unas de otras,
se subordinan unas a las otras y se desarrollan en formas superiores, a
partir de las formas elementales. Desde luego, en cada proceso lógico
podemos distinguir tres momentos que son inseparables y se encuentran
contenidos, simultáneamente, en todas las construcciones racionales y en
toda experiencia. Además, estos momentos se vuelven a presentar cíclica-
mente en el desarrollo del conocimiento; pero, con la característica de
que cada ciclo constituye una elevación sobre el plano en que se realizó
la fase anterior. Estos tres momentos de recurrencia en constante supe-
ración son: la tesis, la antítesis y la síntesis".
70 Aguirre Beltrán (1955): 78; agrega: "El alto valor que las comuni-
dades indígenas otorgan a la función generatriz hace obvia la afirmación
de que no existe en ellas medida alguna que favorezca el control de la
natalidad o, como eufemísticamente se dice hoy día, la planeación fami-
liar. . . Las actitudes descritas son el efecto lógico de patrones culturales
fuertemente internalizados, que imponen a la familia indígena carac-
222 NOTAS
71 Aguirre Beltrán ( 1946): 238; da los datos siguientes: "Los negros in-
en la Meseta Tarasca, dice: "El indio tarasco, en cambio, sabía cuales eran
224 NOTAS
•• Caso (1954) MS.; explica: " ... esta organización azteca recibe el
nombre de calpulli. Los españoles llamaron al calpulli barrio y tienen
razón porque el calpulli es un barrio de la ciudad; sin embargo, era un
barrio muy especial, muy distinto de lo que ahora llamamos barrio; pero
bastante cercano de lo que se llama barrio en un pueblo netamente
indígena. Todos los individuos vecinos de un calpulli se consideran pa-
rientes, vemos entonces que el calpulli está indicándonos su ascendencia
de clan totémico. En segundo lugar todos los individuos de un calpulli
adoraban al mismo dios, como en el clan totémico todos los individuos
tienen adoración por el totem. En tercer lugar, todos los individuos del
totem explotan en común determinadas tierras que se llaman calpullalli;
esos calpullalli son las tierras del calpulli. Todavía más, el calpulli tiene
sus propias tierras, sus jefes militares, religiosos o administrativos y, por
último, todas las familias individualmente, dentro del calpulli, tienen
obediencia y respeto por los ancianos del calpulli que forman una especie
de senado, a quienes se consultan los asuntos graves de las familias indi-
viduales". Zorita (1941): 86; ha sido la fuente principal de conocimiento
de la organización social nahua, en el momento del contacto: "La tercera
manera de señores se llamaban y llaman calpullec o chinancallec en plural,
y quiere decir cabezas o parientes mayores que vienen de muy antiguo;
NQTAS
•• Pirenne (1955): 53; confirma: "De todo esto resulta que el latifundio
no era sólo una institución económica, sino también una institución social.
Se imponía a toda la vida de sus habitantes. Estos eran mucho más que
simples colonos de su señor, eran sus hombres en toda la fuerza del
término y se ha observado acertadamente que el poder señorial se basaba
aún más en la cualidad de jefe que confería a su detentor que en la de
terrateniente".
•• Cárdenas (1953): 5·
•• Barlow (1949): 4·
•• Sapir (1954): 30; cuya genial autoridad está fuera de toda duda,
asienta: "Entre los hechos generales relativos al lenguaje, no hay uno
que nos impresione tanto como su universalidad. Podrá haber discusiones
en cuanto a si las actividades que se realizan en una tribu determinada
son merecedoras del nombre de religión o de arte, pero no tenemos
noticias de un solo pueblo que carezca de lenguaje bien desarrollado.
El más atrasado de los bosquimanos de Sudáfrica se expresa en las
formas de un rico sistema simbólico que, en lo esencial, se puede com-
parar perfectamente con el habla de un francés culto. No hay para qué
decir que los conceptos más abstractos no se hallan representados tan
abundantemente, ni con mucho, en la lengua del salvaje; y ésta carece
asimismo de esa riqueza de vocabulario y de esa exquisita matización
de conceptos que caracterizan a las culturas más elevadas. Sin embargo,
esta especie de desenvolvimiento lingüístico que va corriendo paralela-
mente al desarrollo histórico de la cultura, y que en sus etapas más
avanzadas asociamos con la literatura, no pasa de ser algo superficial.
La armazón básica del lenguaje, la constitución de un sistema fonético
bien definido, la asociación concreta de los elementos lingüísticos con los
conceptos y la capacidad de atender con eficacia a la expresión formal
de cualquier clase de relaciones, todas estas cosas las encontramos perfec-
cionadas y sistematizadas rígidamente en cada uno de los idiomas que
conocemos. Muchas lenguas primitivas poseen una riqueza de formas,
una latente exuberancia de expresión que eclipsan cuantos recursos poseen
los idiomas de la civilización moderna. Hasta en el simple terreno del
inventario léxico de una lengua, el profano tiene que estar preparado
para las más extrañas sorpresas. Las opiniones que suele tener la gente
en cuanto a la extrema pobreza de expresión a que están condenadas
las lenguas primitivas son puras fábulas".
108 Blom (1956): 277; llega a una más extrema conclusión: "El padre
105 Clavigero (1945): IV.328. Ver, además, León Portilla (1956): 3og;
en el Apéndice 2, un Breve Vocabulario Filosófico Nahuatl.
10• Sapir (1954): 114; advierte: "Hay otra razón más por la cual la
clasificación de las lenguas ha resultado generalmente una tarea estéril.
Es éste, quizá, el obstáculo más poderoso que impide la comprensión cabal
de las cosas. Nos referimos al prejuicio evolucionista que penetró en las
ciencias sociales hacia mediados del siglo pasado, y que apenas ahora
comienza a perder el tiránico influjo que ha ejercido sobre nuestro espí-
ritu. Con este prejuicio científico vino a mezclarse otro, más humano y
muy anterior a él. La gran mayoría de los teóricos de la lingüística solían
hablar lenguas de cierto tipo, cuyas variedades más perfectamente evolu-
cionadas eran el latín y el griego que habían aprendido en su infancia.
Era muy natural que estuvieran convencidos de que esas lenguas fami·
liares representaban la más alta evolución a que había llegado el habla,
y que todos los demás tipos no eran sino jalones en el camino hacia ese
predilecto tipo flexional. Todo cuanto ajustaba al esquema del sánscrito,
del griego, del latín y del alemán se consideraba como expresión de lo
más alto, y todo cuanto se apartaba de él se tachaba de defecto o, en
el mejor de los casos, de interesante aberración"'.
109 Wallis (1956): 525; refiriéndose a las características del otomí, asien-
111 Dávila Garibi (1939): 19; refiriéndose a otra zona del país, narra:
'" Stalin (1955): 19; que en 1950 rectificó la teoría oficial sostenida
hasta entonces de que la lengua formaba parte de la superestructura y
que, en consecuencia, sufría alteraciones en su estructura al cambiar la
base económica de una sociedad. Las palabras de Stalin son las que siguen:
"La base es el sistema económico de la sociedad en una etapa dada de
su desarrollo. La superestructura la constituyen las concepciones políticas,
jurídicas, religiosas, artísticas y filosóficas de la sociedad y las institu-
ciones políticas, jurídicas, etc., etc., que les corresponden. Toda base
tiene la superestructura correspondiente. La base del régimen feudal tiene
su superestructura, sus concepciones políticas, jurídicas, etc., etc., y las
instituciones que les corresponden; la base capitalista tiene su superes-
tructura, y la socialista, la suya. Si se modifica o se destruye la base,
se modifica o se destruye a continuación su superestructura; si nace una
nueva base, nace a continuación la superestructura correspondiente. En
este sentido, la lengua se diferencia esencialmente de la superestructura"
y agrega: "la lengua y la superestructura son dos conceptos diferentes", o,
en frase equivalente: "la cultura y la lengua son dos cosas distintas".
117 Rosenblat (1954): I.2o. Los datos del cuadro fueron tomados de
esta fuente por considerarlos un tanto más ajustados a la verdad que los
de Gillin. No dejamos de comprender, sin embargo, que existen dificul-
tades manifiestas en la enumeración censal, particularmente, en el caso
de El Salvador donde aparentemente no existen ya individuos clasificados
como indios.
NOTAS
118 Bulnes (1899).
110 IBeals ( 1953).
u o Smith (1954): 236.
.::¡
,
~ fundamentos categorías sistematización síntesis intervención etnopolí tica
].., lógica
~--
-- _j
NOTAS 245
110 Hallowell (s.f.): 19; dice: "No ha sido siempre suficientemente
acentuado que la existencia misma de patrones culturales diversos acarrea
consigo la implicación psicológica de que los individuos de esas socieda-
des, de hecho, viven en diferentes órdenes de la realidad. Porque el
término realidad difícilmente puede ser considerado como teniendo un
significado absoluto, a menos que sea usado en sentido metafísico para
connotar la naturaleza última del universo fenoménico".
18° Cohen (1952): g6; asienta: "Los conceptos son signos -principal-
" 1 Dewey (1950): 79; aclara: "El uso y el goce son los modos en que
los seres humanos se hallan directamente conectados con el mundo
que los rodea. Cuestiones de alimentación, albergue, protección, defensa,
etc., son cuestiones del uso que hay que hacer de materiales del medio
circundante y de la actitudes prácticas que hay que adoptar respecto a los
NOTAS
miembros del grupo propio y a otros grupos tomados en conjunto. El
uso, a su vez, es a los fines de algún consumo o goce. Algunas cosas
que se hallan fuera de los alcances del uso directo, tales como las estrellas
y los antepasados fallecidos, son objeto de uso mágico y de goce en los
ritos y leyendas".
"" Cohen ( 1952): 199; dice: "La teoría positivista de la ciencia concibe
los hechos corno si todos ellos se encontraran en un mismo nivel: el de la
existencia. Pero si bien es cierto que, en cuanto a existentes, todos los
NOTAS
hechos se encuentran al mismo nivel, los hechos humanos tienen, además,
una característica que no comparten con la mayoría de los hechos físicos:
la de ser polares desde el punto de vista emotivo, esto es, que son objeto
de admiración o de disgusto, de atracción o de repulsión; siendo esto
lo que los convierte en causas de niveles diversos de actividad".
102 Nade! (1955): 12; dice: "En la antropología social, tal corno es
comúnmente entendida, tratarnos de extender el conocimiento del hombre
y de la sociedad a las comunidades primitivas, a los pueblos más sencillos
NOTAS 249
0 a las sociedades sin escritura. Si alguien nos preguntara por qué desea·
mos hacer eso, probablemente les podríamos dar varias respuestas, y
cualesquiera que fuesen no harían sino parafrasear el mismo hecho: que
estamos extendiendo nuestro estudio de la sociedad en ese sentido, como
estamos siempre y en todas partes extendiendo la órbita del conociminto
sobre campos nuevos".
'"' Useem (1947): IV.w; insiste: "Aun más, el hecho de que los
materiales de la antropología aplicada sean usados no los hace menos
científicos. Aun los críticos más acerbos de la antropología aplicada
'tienen la esperanza' de que sus hallazgos puedan ser útiles aun cuando
no hayan sido buscados con tal propósito. El mismo escritor arriba citado
(Evans-Pritchard) dice en el prefacio de uno de sus estudios: 'Este proble-
ma no. es sólo de importancia sociológica, es de importancia urgente para
los pueblos de África y para aquellos que son responsables de su gobierno.
Tenemos la esperanza de que este libro sea de interés y de utilidad para
aquellos que ·tienen la tarea de administrar a los pueblos africanos'.
En seguida el autor resume su vestimenta "científica" agregando: 'Si
los hallazgos del antropólogo pueden ser o pueden no ser utilizados, es
cuestión que debe dejarse a la decisión de los administradores mismos'.
Aparentemente, se piensa que si el investigador expresa la esperanza
optimista de que su estudio podrá ser útil para alguien, en algún lugar
y de alguna manera, es aun científico; pero si agudiza el enfoque mos·
trando cómo los hallazgos son útiles para resolver problemas humanos
específicos, entonces es anti·científico. Una curiosa conclusión, en verdad".
Burgess (E. W.), 207, 256 q8, •¡o, 172, 177, 190, 192,
burguesía, 83·89i 96-102 195, 196, 197. 198, 199
Centros de Bienestar Social Ru-
Cabrera (L.), 228, 253 ral, 104
calpul, 41, 70-74, 78, So, 120, ciencias, aplicadas, 164; biológi-
142 cas, 153; del hombre, 146, 152,
calpulco, 72 154, 164, 170; físicas, 153; na-
calpullalli, 71 turales, 165; puras, 164, 172;
calpullec, 71 sociales, 167, 169, 170, 183,
calpulli, 30, 64, 78 · 200, 201
calpultin, 84 ciudad-estado, 181
cambio, cultural, 12, 14, 15, 20, Ciudad Las Casas, 116, 117, 120,
48, 62, 63, 69, ¡o, 103, 157, 187, 123, 181
188, 193, 1g6, 200, 201; econó- Clavigero (F. J.), 110, 235· 253
mico, 131; endógeno, 11; excí- clero, 86
geno, 11; social, 62, 63, 131; Cohen (M. R.), 245· 246. 247,
socio-cultural, 7. 18, s6. s8. 6o, 253
62, 103, 104, 113, 141, 155· •73· Colegio de Santa Cruz, 29, 110
•74· •76, 180 Colombia, 127, 128
Cancuc, 117, 120 colonia, 45, 48, 50, 68, 86, 97,
cantores, 110 109, 110, 111, 120, 121, 129,
Cárdenas (H.), 228, 253 131, 132, 182, 194
Cárdenas (L.), 142 Comas (J.), 242, 253
Carlos 111, 110 Comisiones de Cuencas, 104
Casa del Pueblo, 187 comunidades satélites, 22, 61,
Caso (A.), 63, 136, 214, 221, 160, 171, 177, 189, 192, 194,
225,· 242, 250, 253 1 95· 1 98
Cassirer (E.), 248, 250, 253 concentración, 53· 55. 56, 74•
castas, divisi(m en, 131; guerras 78, 82, 83, 87, 88, 8g, 96, 99·
de, 130 101, 102, 105, 1o6, 107, 110,
castellano, 1o6, 107, 1o8, 112, 111, 115, 119, 120, 121, 124,
114, 116, ••7· 118, 120, 121, 125
122, 123, 124, 125, 130, 192 concerta je, 130
Castilla 29, 94 conceptos, operacionales; q8,
Castro G. (C. A.), 205, 206, 238, operativos, 156.
240, 253 condiciones, 17, 19, 21, 51
Castro Pozo (H.), 138, 253 condueñazgo, 142
Congreso Indigenista Interame-
categorías, 113, 155, 194, 195,
ricano, Primer, 112, 142; Se-
lg6
gundo, 143, 185; Tercer, 143
censo integral, 24
conocimiento, 149, 150, 175· 176
centro ceremonial, 27, 28, 29, conquista, 17, 18, 140, 194
59· 68, 6g, 71' 72, 73. 83. 84, contacto, 7, 12-23, 25, 26, 28,
102, 104, 117, 120, 122, 123, 31-38, 43, 45· 46, 48, so-54·
181 s6. ss. 63, 67-70, 74. 78, 83,
Centroamérica, 140 go, 93, 94· 103-105, 107, wg,
Centros Coordinadores, 104, 143, 113, 116, 117, 121. 122, qo,
ÍNDICE ANALÍTICO z6r
155· 160, 161, 175· 1So, 1S4, Chilón, 117
1SS, 194, 199; contemporáneo, chocho, 105
17, 23; cultural, 10, 11, 16,
22, 24, 33, 146, 1So; histórico, Dahlgren (B.), 210, 254
17, 22, 6o Dávila Garibi (J. l.), 2117• 254
contenido, 149, 151, 157, 15S, De la Fuente (J.), 25, 213, 219,
159· 161 229, 242, 250, 251, 254· 255
contexto, cultural, 145, 200, 201; derechos, del hombre, 143; del
histórico, 17, 21, 25, 1So; ideo- indio, 143, 144
lógico, 25; social, 200 desarrollo, programas de, ¡, 6g,
continuum folk-urbano, 1SS, 190 104, 172, 173· 174· 1S3, ISS,
contra-aculturación, 35· 36, 42, 191, 192, 197, 202, 203
4s. 56, 69, 10S, 11 5, 121, 135 descripción, 145, 149, 150, 162,
contradicción, 12, 19, 46, 47• 49• 163, 16S, 176
so. 52, 53· 62, 69, 73. 7S, S!, descubrimiento de América, 17,
126, 129, 130, 1S3 140
control social, 201 desequilibrio sexual, 67
conversión, 53· 54. 55· 56, 7S, go, Dewey (J.), 245, 246, 24S, 254
102, 107, 126, 140; alternativa, dialéctica, lógica, 17 4
54· 55· 61, 7S. SI, 102, 120, dialectos, 105, 106, 10S, 115; 116,
122, 123; paralela, 54, 55· 61, 117, 11S, 119, 126
7S, S1, 102, 107, uw; polar, difusión, 12, 13, 14, 15, 24, · 103,
54· 55· 61, 6g, 70, 7S, S2, 127
102, 120, 123, 125 difusionistas, escuelas, 13
crianza, 15 dimensión social, 147
Cruz (W. C.), 13S, 240, 253 dispersión, 22, 53· 55· s6. 6o, 73·
cuicacalli, 72 74- 7S, S2, SS, Sg, 90, 92, 95,
cultura, g; de comunidad, 27, 2S, 99· 101, 102, 104, 105, 106,
29, 30, 31, 33· 40, 41, 42, 47· 107, lOS, 119, 120, 126
59· 61, 63, 71, 73· S4, 93· 124,
125, 130, 13S, 139· 142, 143· economía, 169
150, 154· 171, 175· 201, 202, Ecuador, 127, uS
203; nacional, 1So Edel (A.), 207, 254
Cuzco, 143, 1S5 educación, 15, 170; integral, 4S,
1 44
Chalchihuitán, 117, 120 ejido, 47, 61, 62, ¡S, 79, So, S1,
Chamula, u¡, 123 S2, 142
Chan Kom, 22 El Bosque, u6
Chanal, 117, 120 élite dirigente, 27, 2S, 29, 62, S3,
Chang (P. K.), 230, 254 129, 130, 1111, 132
Chenalhó, u6, 122 El Salvador, 127, 12S
Chevalier (F.), 227, 254 empatía, 150
chiapa, 119 encomiendas, S3, S5
Chiapas, 116,117,121 endoculturación, 15, 139
chicha, 91 epicentro ladino, 22, 69, 95, 120,
Chilapa, 1S3 160
Chile, uS equilibrio demográfico, 65
Í:o-IDJCE ANALÍTICO
Erasmus (Ch.), 211, 250, 254 Gamio (M.), 24, 25, 36, 48. 112,
escolarización, 15 143· 212, 216, 242, 250, 251,
escuela rural, 47 254· 255
España, 128 gamonal, 129
especulación filosófica, 145 Garibay K. (A. M.), 232, 255
esquemas conceptuales, 149. 151, gente de razón, 6g, 79
156, 161, 162 Gillin (J.), 239, 255
estado de naturaleza, teoría del, Gortari (E. de), ¡, 220, 213. 244,
12 255
Estados Unidos de Norteamérica, gremios, S¡, 88, Sg, 99
34· 36 guamil, So
estructura social, 13, 18, 202 guamilpa, So
estudio de casos, 149, 151, 173, Guaquitepec, 116
174 Guatemala, 127, 12S, 129
etnocentrismo, 10, 189 guelaguetza, 138
etnodinámica, 149, 151, 179
etnografía, 150 habitat, 28, 57· s8. 59· 6o, 61,
etnohistoria, 19, 120, 15.1, 1So 63, 65, 66, 68, 6g, ¡o, So, 150,
etnología, 152 154· 196
etnonormática, 149, 152, 179 hacienda, 75· ¡6, 77, 81, 83, 85,
etnostática, 149, 150, 171, 179 129
etnotécnica, 149, 151, 179 Halowell (A. l.), 245, 255
etnovalórica, qg, 151, 179 hechos, qg, 150, 153, 151• 157,
Europa, 129, 140 158, 159· 161, 162, 163, 164.
evaluación, 149, 151, 178 165, 166, 16¡, 168, 16g, 170
Evans-Pritchard (E. E.), 209, 254 Herskovits (M. J.),¡, q. 15, 51,
evolución, 12, 14;. 24, 44· 111, 205, 206, 207, 208, 210, 234·
120; cultural, 12, 13 255· 257
explicación, 162, 164 heterosis, 132
exploración integral, 149, 151 hinterland, 25, 61, 6g, S5, 8¡,
g6, g8, 134· 135· 181, 182, 188
Fairchild (H. P.), 206, 207, 220, hipótesis, 148, 164
249· 254 historia, 169
Farrington (B.), 254 homogeneidad cultural, 33
ferias, 102, 103 Honduras, 127, 128
finalidades sociales, 148, qg, 156, Huautla, 183
164, 175, 177 Huixtán, 116, 119
folk, cultura, 150, 151, 168, 181, Hunter (M.), 209, 211, 255
182; sociedad, 22, 168, 181,
182, 187, 189 Ilustración, 110, 111
forma, 149. 150, 157, 15S, 161
imposición cultural, qo
Fortes (M.), 209, 254
Foster (G. M.), 210, 215, 2.12, incas, 129, 142
251, 254 inclusión ladina, 6S
Francovich (G.), 240, 254 incorporaciún, 53· s6. 1 1 1' 112,
función, qg, 151, 15S, 159· 16o, 125, 130, 139· 140, 111· 187,
161, 162 IS8
ÍNDICE ANALÍTICO
metafísica, 110 23, 25, 54· 55· 69, 78. 79· 81,
método, antropológico, 136; com- 82, 120, 121, 180, 183, 190, 191
parativo, 20, 21; empírico, 149, normas, 155, 156, 157, 167, 169,
150, 168, 169, 172, 175; especí- 170
fico, 148, 149; etnográfico, .19, norteamericana, escuela cultural,
20, 120; etnohistórico, 14, 18, 13, 14, 147
19, 20, 21; funcional, 147; his- núcleos, mestizos, 22, 24, 33· 61,
tórico, 14. 18; integral, 147; ló- 118, 121, 134, 160, 169, 171,
gico, 149, 152, 167, 174; técni- 177, 181, 182, 183, 189, 190,
co, 167, 169 192, 193, 194, 195, 198; secun-
mexicas, 117 darios, 6g, 116, 118, 123, 171,
migración golondrina, 38, 39· 12 3 177
Mintz (S. W.), 211, 2.rJ6
Miranda (J.), 2 q, 221, 228, 229, Oaxaca, 25
242, 256. 258 Ocosingo, 116, 121
misiones culturales, 47 occidentalismo, 133. 137, 139,
rnitanaje, 130 140; de derecha, 137, 138, 139;
Mitontic, 117, 120 ' de izquierda, 137, 138
Mixteca, 79 8 Venado, 105
mixtecos, 105 Olea y Leyva (E.), 241, 256
Molina Enriquez (A.), 132, 240, operaciones, reflexivas, 148, 149.
256 151
monopolización, 87, 88, 89, 92, opuestos, conflicto entre, 12, 19,
98. 99· 101 44· 46, 47· 48. 49· so. 51, 53·
monopsonio, 92, 97 56, 62, 73· 78. 82, 102, 133·
Monzón (A.), 210, 256 155, 174, 180, 182, 194; unidad
Moore (W. E.), 229. 231, 242, de los, 45· 49· so. 52. s6. 63
256 ordenamiento, 149, 152, 175, 177,
Morgan (L.), 64 178
mujeres, 41, 42, 43, 64, 66, 67, 72 organización 149, 151, 176, 177,
Myrdal (G.), 231, 256 202
1 Ortiz (F.), 205, 206, 256
Naciones Unidas, 143 Oxchuc, u6, 122
Nadel (S. F.), 243, 246, 247, 248,
256 Panamá, 127, 128
nahua, 105, 107, 108, 110, 115, Pantelhó, 116
119, 142 Papantla, 183
nahualtocaitl, 115 Paraguay, 127, 128
nahuas, 117, 181 Park (R. E.), 207, 256
nativistas, 121, 130, 134, 135 Parsons (E. C.), 207, 256
naturales, 69 participación, 129, 136
Nicaragua, 127, 128 patrones, culturales, 14, 15, 19,
niveles, de abstracción, 148, 150, 27• 62, 65• 85, 142, 181, 194;
151, 152, 153· 154· 155· 157· de acción, 150, 157, 185
. 158, 162, 165, 168, 175· 178; Pátzcuaro, 142
de aculturación,. 51, 55· 187, pegujal, 77
190, 197, 203; de integración, peones acasillados, 76, 77, 78
Í;\;DICE ANALÍTICO
Peró, 127, 128, 129, 138, 140, promotores del cambio cultural,
142, 143 195, 196, 197, 202
pesquisante, cultura, 150 pueblas, 6o, 85, 86
piles, 71 pulverización, 109, 119, 184, 186,
Pinola, 116 187
l'irenne (H.), 228, 229, 256 punto cero, 180
población, indígena, 17, 19, 128;
ladina, 29, 30, 31, 45· 49· 116, Quechua, Repóblica Autónoma,
118, 120, 121, 122, 123, 124, 137
140; mestiza, 19, 32, 46, 6¡, 69, Quetzalcóatl, 136
79· 82, 83, 85, 87, 8g, 116, 126, Quiroga (V. de), 46
127, 128, 129, 131, 132, 133·
135, 137, 140, 142, 18g, 199; Ramos (A.), 205, 257
mulata, 19, 87, 128; negra, 19, reacción, 133, 135; cultural, 51,
66, 67, 82, 83, 87, 108, 127, 55 . 56. 16o
128, 131, 180 realidades culturales, 148, 149,
poblamiento, 17, 59, 6o, 79. 85, 150, 151, 152
ll7, 180 recolectores, 57, fi,¡. 68
pochos, 35 reconocimiento, 151, 157• 162,
pochotl, go 164, 170, 171, 172, 177; preli-
pochtecas, 71, 102 minar, 149, 151
planeación, 151, 175, 176, 178 reconstrucción histórica, 14, 19
polaridad, agrícola-industrial, recursos, 149, 151, 154, 158, 159,
103; ciencia-práctica, 147, 172; 16¡, 109, 170, 171, 176, 177
natura-cultura, 140; real-ideal, Redfield (R.). ¡, 14, 20, 21, 22,
155; urbano-rural, 83 51, 205, 206, 211, 212, 242,
poliginia, 66 250, 251, 257
política, 169 reforma, agraria, 62, 81, 142;
pongueaje, 130 agrícola, 62
popoloca, 105 Reforma Liberal, 46, 17· 6o, 61,
Pozas (1. H. de), 256 111, 119, 121, 125
Pozas (R.), 217, 218, 236, 242, región, de refugio, 68, 6g, 70, 84,
252, 256 go, 97, 101, 103, 114, 116, 123,
práctica, acción, 164, 176, 184, 12,1; intercultural, 116, 120,
186; orientación, 146 126, 171, 178, 183, 189, 190,
prejuicios, 20 191, 193, 200, 203
préstamo cultural, 12, 35 regresión, 12
principios, 149, 152, 155· I;j6, relaciones, 153. 158, 159. 166,
164, 167, I6g 167, 168, 16g, 170, 177
problemas, 149, 151, 154. 155, relativismo cultural, 136, 137, 201
159· 162, 167, I6g, 170, 173· resgatones, 96, 99
175 177 resultantes, tg, 21, 51
procesos, 149, 151, 154, 155. 157, revivalistas, 133, 134
163, 164, 165, 166, 16¡, 169, Revolución de 1910, 22, 23, 25,
1 73 33· 39· 47• 48, 50, 6o, 61, 62,
progreso, 12 65 , 69 , 70, ¡8. 84 , 101, 103,
ÍNDICE ANALÍTICO
1. Etim~l<?~ía ................................ 9
2. Defimcton . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
3· Pasado v~., presente: : ; . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
4· Compulston vs. vohcwn . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
5· Grupal vs. individual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
6. Continuidad vs. alternancia . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
7· Inducción vs. espontaneidad . . . . . . . . . . . . . . . . 43
8. Integración socio-cultural . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
g. Cambio ecológico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
10. Camb~o demo,gr<~fico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
11. CambiO econom1co . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70
12. Cambio lingüístico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 104
13. Cambio ideológico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 126
1. Investigación-acción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 145
2. Cantidades de complejidad . . . . . . . . . . . . . . q8
3· Realidades culturales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 153
4· Esquemas conceptuales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 156
5· Operaciones reflexivas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 162
6. Actitudes doctrinarias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 165
7· Métodos científicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 167
8. Finalidades sociales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17 5
9· Ramas disciplinarias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 178
NOTAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 205
BIBLIOGRAFIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 252
INDICE ANALITICO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 259
Se terminll ele imprimir el día 30
de abril de 1957, en la IMPRENTA
NuEvo MuNoo, S. A., calle de Ale-
mania 14, Churubusco, México 21,
D. F. Se emplearon tipos Baskerville
de 8, 9 y 11 pts. y estuvo al cuidado
de Eli de Gortari.