Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Daniel Estulin.
El analista de inteligencia ruso Daniel Estulin asegura que “estamos viviendo el fin del
capitalismo, una crisis sistémica planetaria”.
Si hay un escenario propicio para teorizar sobre conspiraciones ese es el coronavirus, y si existe
alguien ducho en la materia ese es Daniel Estulin, autor de varios libros sobre el Club
Bilderberg y analista de inteligencia ruso.
Estulin desconoce cuál es el origen de la pandemia, pero no descarta la versión sugerida por
funcionarios chinos según la cual el Ejército de EE. UU. habría introducido el virus en China.
Lo que sí tiene claro es que esta crisis sanitaria -“que es secundaria”- acelerará el fin de ciclo
que, añade, estamos viviendo, con el desplome de los mercados y el final de la era iniciada con
los acuerdos de Bretton Woods en 1944. “España no puede salir viva de esta crisis”, pronostica
en esta entrevista con LA RAZÓN.
Y el segundo momento vino con el nacimiento del capitalismo a partir del siglo XVI. Lo que
estamos viviendo ahora es el fin del capitalismo, una crisis sistémica planetaria.
El capitalismo necesita una continua expansión, abrir mercados nuevos, porque sin mercados
nuevos el capitalismo muere. Esto lo decían Karl Marx y Adam Smith.
El coronavirus está siendo una excusa para buscar una explicación de la quiebra de los
mercados planetarios, cuando esto es algo que empezó mucho antes.
Lo de Italia también es fácil de explicar. 114 bancos de Italia están en quiebra. Tener
coronavirus es fantástico porque pueden dejar de pagar y echar a la culpa del default al virus."
¿El mundo está preparado para afrontar una crisis de este tipo?
"El modelo económico ha llegado a su fin. En 1991, los dos modelos existentes, el comunista y
el capitalista, se juntaron en uno solo que duró hasta 2008, cuando comenzó el principio del fin.
En 2008 aún existían formas de salvar el sistema, limpiando los elementos parasitarios, pero
ahora existen burbujas creadas por los bancos, que han aumentado la deuda en un 70%, que no
se pueden eliminar, o sí se pueden eliminar, pero eso sería mediante una guerra termonuclear o
bacteriológica o con un coronavirus, una fuerza mayor que en la mayoría de los contratos
permite no pagar la deuda.
El modelo negociado en Bretton Woods en 1944 solo funciona con una expansión sin límite del
capitalismo. Pero hemos llegado al final y lo que estamos viendo ahora son las consecuencias
de la quiebra."
Ahora estamos viendo la muerte de un sistema y el nacimiento de otro nuevo que nadie conoce.
Por eso Putin, Trump y Xi Jinping están hablando de sentarse después de las elecciones de
EE.UU. y decidir las nuevas reglas del juego para este mundo post crisis y post Bretton
Woods.
Desde 1991 la lucha se produce dentro del capitalismo, una lucha entre financistas, banqueros y
parásitos de Wall Street contra industralistas nacionalistas.
Donald Trump es la cara visible de este grupo alternativo antibanquero y antiliberal. Si
gana las elecciones de noviembre, podremos decir que el liberalismo estará llegando a su fin,
pero no me refiero al liberalismo pensado por Voltaire, sino al liberalismo financista parasitario
que no produce nada y vive de la especulación.
La Unión Europea es el ejemplo marco de este liberalismo desenfrenado planetario, y por tanto
está destinada a morir. En una generación solo va a quedar poco de lo que hoy es Europa. Lo
más probable es que haya un montón de países nuevos."
Pero la lucha no es entre Trump y Biden. El único país en el mundo con el lenguaje capaz de
explicar lo que está pasando es Rusia porque somos los descendientes de la URSS, que era un
modelo alternativo y exitoso que quebró por unas causas que ahora no voy a explicar por falta
de espacio.
Trump va a ganar sí o sí, y va a seguir la lucha contra el liberalismo, representado por las
agencias de inteligencia, la burocracia de Washington, los medios de comunicación, Silicon
Valley, Hollywood, etc."
La lucha ahora es por definir el modelo post crisis. Lo del coronavirus es secundario. Existe
una histeria planetaria con este virus, pero esto es solo la antesala del primer acto, que
empezará en septiembre o en marzo del año que viene, como muy tarde. Entonces la gente sí
saldrá a la calle, porque un día se dará cuenta que los bancos estarán cerrados.
Es lo que sucedió en la Unión Soviética en 1991, cuando el 40% de la población perdió hasta el
último céntimo de lo que tenía en el banco.
Esto va a suceder a escala planetaria. Lo que viene es una crisis sistémica dos o tres veces
peor que la de 1929."
La clase media ya había empezado a menguar en muchos países desde
2008. ¿Cree que ahora este proceso se va a acelerar?
"Sí, nos encontramos ante el fin de la clase media, que surgió con fuerza en España en los
años sesenta y setenta y se fortaleció en EE UU durante la era de Reagan.
Ahora, como estamos llegando al fin del modelo, la clase media va a morir. La gente saldrá a
la calle y les van a acribillar a balazos.
Todas las medidas de tipo marcial y de toque de queda que se están ensayando ahora son
métodos para poner a punto el plan de seguridad férreo que vendrá dentro de seis meses o un
año como mucho.
España no tiene industria pesada y su agricultura, como sois parte de la Unión Europa, ha
volado a otros países.
Tampoco tenéis una política monetaria propia porque todo se decide en Europa. No sois un
país, al igual que otros países europeos. España no puede salir viva de esta crisis.
Las ayudas están bien pero no servirán para nada porque la crisis no es de un sector, es
sistémica. En Alemania, Deutsche Bank está en quiebra desde hace años. Y Commerzebank
también.
Estos dos bancos han perdido el 90% de su valor en la Bolsa. Boeing está a punto de quebrar,
General Electric lo mismo.
Te puedo dar una lista enorme de empresas en esa situación. Pero no es una cuestión de un
número de empresas, sino de un modelo.
Ninguno de los doce premios Nobel de Economía desde 2008 ha explicado la crisis sistémica
que se nos viene encima."
¿Qué piensa cuando le tachan de alarmista y aficionado a las teorías
de la conspiración?
"Hace años, cuando empecé a publicar libros como los del Club Bilderberg, la gente decía que
era un teórico de la conspiración. No es así.
Yo soy doctor de Inteligencia Conceptual y soy coronel de contra-inteligencia militar rusa, con
24 años de servicio.
Trabajo con presidentes, primeros ministros y bancos centrales de varios países, hoy más que
nunca.
Con la que está cayendo ahora y lo que he explicado en mis libros, se le ha borrado la sonrisa a
más de uno. La quiebra está a tu alrededor y todo el mundo se ha dado cuenta.