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“Año oficial de Buen Servicio al

Ciudadano”

UNIVERSIDAD CATÓLICA SANTO TORIBIO DE


MOGROVEJO

FACULTAD DE INGENIERÍA CIVIL AMBIENTAL

ALUMNO:

IDROGO MONTALVO, César

PROFESOR:
BELTRAN GARCIA, EDWIN FREDDY

CICLO ACADÉMICO:
2017 – II

CURSO:
FE Y CULTURA
TEMA:
La FE en el Catecismo de la Iglesia Católica
GRUPO:
C

CHICLAYO, PERÚ 2017-II


La fe en el catecismo de la iglesia católica

Punto de vista bíblico

Hay personas que se consideran religiosas pero tienen problemas para comprender lo
que significa la “fe”. ¿Qué es la fe? ¿Por qué es importante?

LO QUE DICE LA GENTE.

Para muchos, las personas que tienen fe son las que aceptan sus creencias sin más,
aunque no tengan pruebas. Por ejemplo, alguien religioso podría decir: “Creo en Dios”.
Pero si se le preguntara por qué cree en él, tal vez respondería que así lo criaron o
que eso fue lo que le enseñaron. En casos así, podría parecer que hay poca diferencia
entre tener fe y ser una persona crédula.

LO QUE ENSEÑA LA BIBLIA.

“Fe es la expectativa segura de las cosas que se esperan, la demostración evidente de


realidades aunque no se contemplen” (Hebreos 11:1). Para estar seguro de que lo que
uno espera se realizará, se necesitan razones de peso que lo garanticen. De hecho,
en el idioma original, la expresión que se traduce “expectativa segura” significa más
que un sentimiento interno o una mera ilusión. Así que la fe implica un convencimiento
basado en pruebas.

¿Por qué es importante obtener fe?

LO QUE ENSEÑA LA BIBLIA.


“Sin fe es imposible serle de buen agrado, porque el que se acerca a Dios tiene que
creer que él existe y que llega a ser remunerador de los que le buscan solícitamente”
(Hebreos 11:6).

Como hemos dicho, muchas personas creen en Dios tan solo porque así las han
educado. Tal vez digan que esa creencia fue parte de su crianza. Pero Dios quiere que
todos los que lo adoran estén convencidos de que él existe y de que los ama. Por esta
razón, la Biblia recalca la importancia de esforzarse por buscarlo, para llegar a
conocerlo bien.

LA FE

La fe es un acto personal: la respuesta libre del hombre a la iniciativa de Dios que se


revela. Pero la fe no es un acto aislado. Nadie puede creer solo, como nadie puede
vivir solo. Nadie se ha dado la fe a sí mismo, como nadie se ha dado la vida a sí
mismo. El creyente ha recibido la fe de otro, debe transmitirla a otro. Nuestro amor a
Jesús y a los hombres nos impulsa a hablar a otros de nuestra fe.

 La “FE” de la iglesia: La salvación viene solo de Dios; pero puesto que


recibimos la vida de la fe a través de la Iglesia, ésta es nuestra madre:
"Creemos en la Iglesia como la madre de nuestro nuevo nacimiento, y no en la
Iglesia como si ella fuese el autor de nuestra salvación" (Fausto de Riez, De
Spiritu Sancto, 1,2: CSEL 21, 104). Porque es nuestra madre, es también la
educadora de nuestra fe.
 El lenguaje de la “FE”: La Iglesia, que es "columna y fundamento de la verdad"
(1 Tm 3,15), guarda fielmente "la fe transmitida a los santos de una vez para
siempre" (cf. Judas 3). Ella es la que guarda la memoria de las palabras de
Cristo, la que transmite de generación en generación la confesión de fe de los
apóstoles. Como una madre que enseña a sus hijos a hablar y con ello a
comprender y a comunicar, la Iglesia, nuestra Madre, nos enseña el lenguaje
de la fe para introducirnos en la inteligencia y la vida de la fe.
 Una sola FE: Desde siglos, a través de muchas lenguas, culturas, pueblos y
naciones, la Iglesia no cesa de confesar su única fe, recibida de un solo Señor,
transmitida por un solo bautismo, enraizada en la convicción de que todos los
hombres no tienen más que un solo Dios y Padre (cf. Ef 4,4-6).

Transmisión de la FE en la catequesis

 Se llamó catequesis al conjunto de los esfuerzos realizados en la Iglesia para


hacer discípulos, para ayudar a los hombres a creer que Jesús es el Hijo de
Dios a fin de que, por la fe, tengan la vida en su nombre, y para educarlos e
instruirlos en esta vida y construir así el Cuerpo de Cristo (cf. Juan Pablo II, CT
1,2).
 En su sentido más restringido, "globalmente, se puede considerar aquí que la
catequesis es una educación en la fe de los niños, de los jóvenes y adultos que
comprende especialmente una enseñanza de la doctrina cristiana, dada
generalmente de modo orgánico y sistemático con miras a iniciarlos en la
plenitud de la vida cristiana" (CT 18).
 "La catequesis está unida íntimamente a toda la vida de la Iglesia. No sólo la
extensión geográfica y el aumento numérico de la Iglesia, sino también y más
aún su crecimiento interior, su correspondencia con el designio de Dios
dependen esencialmente de ella" (CT 13).
Primera parte: la profesión de la fe

Los que por la fe y el Bautismo pertenecen a Cristo deben confesar su fe bautismal


delante de los hombres (cf. Mt 10,32; Rom 10,9). Para esto, el Catecismo expone en
primer lugar en qué consiste la Revelación por la que Dios se dirige y se da al hombre,
y la fe, por la cual el hombre responde a Dios (Sección primera). El Símbolo de la fe
resume los dones que Dios hace al hombre como Autor de todo bien, como Redentor,
como Santificador y los articula en torno a los "tres capítulos" de nuestro Bautismo -la
fe en un solo Dios: el Padre Todopoderoso, el Creador; y Jesucristo, su Hijo, nuestro
Señor y Salvador; y el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia (Sección segunda).

Segunda parte: Los sacramentos de la fe

La segunda parte del catecismo expone cómo la salvación de Dios, realizada una vez
por todas por Cristo Jesús y por el Espíritu Santo, se hace presente en las acciones
sagradas de la liturgia de la Iglesia (Sección primera), particularmente en los siete
sacramentos (Sección segunda).

Tercera parte: La vida de fe

La tercera parte del catecismo presenta el fin último del hombre, creado a imagen de
Dios: la bienaventuranza, y los caminos para llegar a ella: mediante un obrar recto y
libre, con la ayuda de la ley y de la gracia de Dios (Sección primera); mediante un
obrar que realiza el doble mandamiento de la caridad, desarrollado en los diez
Mandamientos de Dios (Sección segunda)

Cuarta parte: La oración en la vida de la fe

La última parte del Catecismo trata del sentido y la importancia de la oración en la vida
de los creyentes (Sección primera). Se cierra con un breve comentario de las siete
peticiones de la oración del Señor (Sección segunda). En ellas, en efecto,
encontramos la suma de los bienes que debemos esperar y que nuestro Padre
celestial quiere concedernos.

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