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Ciudadano”
ALUMNO:
PROFESOR:
BELTRAN GARCIA, EDWIN FREDDY
CICLO ACADÉMICO:
2017 – II
CURSO:
FE Y CULTURA
TEMA:
La FE en el Catecismo de la Iglesia Católica
GRUPO:
C
Hay personas que se consideran religiosas pero tienen problemas para comprender lo
que significa la “fe”. ¿Qué es la fe? ¿Por qué es importante?
Para muchos, las personas que tienen fe son las que aceptan sus creencias sin más,
aunque no tengan pruebas. Por ejemplo, alguien religioso podría decir: “Creo en Dios”.
Pero si se le preguntara por qué cree en él, tal vez respondería que así lo criaron o
que eso fue lo que le enseñaron. En casos así, podría parecer que hay poca diferencia
entre tener fe y ser una persona crédula.
Como hemos dicho, muchas personas creen en Dios tan solo porque así las han
educado. Tal vez digan que esa creencia fue parte de su crianza. Pero Dios quiere que
todos los que lo adoran estén convencidos de que él existe y de que los ama. Por esta
razón, la Biblia recalca la importancia de esforzarse por buscarlo, para llegar a
conocerlo bien.
LA FE
Transmisión de la FE en la catequesis
La segunda parte del catecismo expone cómo la salvación de Dios, realizada una vez
por todas por Cristo Jesús y por el Espíritu Santo, se hace presente en las acciones
sagradas de la liturgia de la Iglesia (Sección primera), particularmente en los siete
sacramentos (Sección segunda).
La tercera parte del catecismo presenta el fin último del hombre, creado a imagen de
Dios: la bienaventuranza, y los caminos para llegar a ella: mediante un obrar recto y
libre, con la ayuda de la ley y de la gracia de Dios (Sección primera); mediante un
obrar que realiza el doble mandamiento de la caridad, desarrollado en los diez
Mandamientos de Dios (Sección segunda)
La última parte del Catecismo trata del sentido y la importancia de la oración en la vida
de los creyentes (Sección primera). Se cierra con un breve comentario de las siete
peticiones de la oración del Señor (Sección segunda). En ellas, en efecto,
encontramos la suma de los bienes que debemos esperar y que nuestro Padre
celestial quiere concedernos.