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GRUPO: 4CM21
INTRODUCCIÓN
Hoy en día, las actuales exigencias del mercado, orillan a las empresas a
mantenerse en constante cambio e innovación; no obstante es importante
establecer un control interno que regule las actividades y minimice perdidas y
riesgos, es por ello que toda empresa debe poseer un área de auditoria interna, la
cual refleje una actividad de aseguramiento y consultoría objetiva e independiente
diseñada para agregar valor y mejorar las operaciones de una organización,
ayudando a la organización a alcanzar sus objetivos aportando un enfoque
sistemático y disciplinado con el fin de evaluar y mejorar la eficacia de los
procesos de gestión de riesgos, control y gobierno. Los intereses, las funciones,
las responsabilidades y las actividades de los auditores internos y externos son
complementarias y, algunas veces, similares; en algunos casos, se superponen en
algún punto. Tengámoslo presente, la auditoría interna y la externa no compiten y
no entran en conflicto entre sí, sino que se complementan. Las dos son
fundamentales para un buen gobierno, y en algún punto deben coincidir y trabajar
en forma conjunta. Sin embargo, existen diferencias definidas en las funciones y,
ciertamente, en los límites del trabajo que realizan.
Como auditores, es indispensable contar con una formación integra, la cual incluye
no sólo un entrenamiento profesional o de conocimiento, sino tener entrenamiento
técnico adecuado y pericia como auditor. Este adiestramiento, capacitación y
práctica constante forma la madurez del juicio del auditor, este debe ser objetivo e
imparcial en su actuar; además de impecable en su manera de actuar y de vestir.
Aunado a ello, toma especial relevancia el seguimiento de las normas especiales
del trabajo, pues son las condiciones mínimas del perfil que debe poseer el
contador público, sus actitudes y aptitudes personales, para seguir
obligatoriamente su aplicación en cada proceso de su actividad como auditor, con
el propósito de que se obtenga la evidencia suficiente en sus papeles de trabajo
para apoyar su opinión sobre la confiabilidad de los estados financieros, para lo
cual, se requiere previamente un adecuado planeamiento estratégico y evaluación
de los controles internos.
Los constantes cambios y modificaciones que sufren las compañías con motivo de
la globalización y condiciones del mercado, es imprescindible la creación de un
plan estratégico, este fungirá como plan de actuación que defina todo aquello que
se quiere conseguir y los pasos a seguir para lograrlo; es trazar un mapa que
convierta los objetivos en acciones y cifras, que sean capaces de cuantificarse y
verificar su evolución en el transcurrir del tiempo; la proyección ha de realizarse,
dependiendo del objetivo y los recursos que la empresa posee.
Es el control interno un medidor del éxito empresarial. La concepción moderna del
control interno incluye los componentes de ambiente de control, evaluación de
riesgos, actividades de control, información y comunicación y los de supervisión y
seguimiento. Los métodos de evaluación que generalmente se utilizan son:
descriptivo, cuestionarios y flujo gramas.