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1. Introducción
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aspectos más conceptuales, sin poner el énfasis en las cuestiones
más técnicas. Comenzaremos con el tratamiento de un problema
crucial de los Elementos de Geometría de Euclides, que es el de la
“demostrabilidad” del Vº Postulado.
5. Si una recta incide sobre otras dos rectas formando del mismo
lado ángulos internos menores que dos rectos, al prolongarlas
indefinidamente se encontrarán por el lado en que los ángulos
son menores que dos rectos.
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de lado derecho, es decir, del lado en que la suma de los ángulos
interiores que forma la recta incidente con las rectas cortadas da una
suma menor que dos ángulos rectos. Sin embargo, el problema no es
simplemente el de “ver” esa propiedad en el diagrama, sino el de si
esta propiedad de las rectas es algo indemostrable (al estilo del Iº
Postulado) o si, en realidad, puede demostrarse a partir de los
primeros cuatro postulados, además de las definiciones y nociones
comunes. En efecto, si ocurriera esto último, el quinto postulado no
sería un “principio” sino que sería simplemente una “proposición”, es
decir, un teorema demostrable. Contemporáneamente, esta cuestión
es la de la “dependencia” o “independencia” de un “axioma”
matemático. Dicho de otro modo, si se propone un sistema
axiomático-deductivo matemático con un conjunto básico (finito) de
enunciados axiomáticos (los “principios”), la cuestión fundamental es
la de si esos enunciados son independientes entre sí, es decir, tal que
ninguno es deducible o demostrable a partir de los restantes. En
cambio, se dice que si al menos uno de ellos es demostrable a partir
del resto del conjunto, entonces es dependiente.
Pues bien, ya desde la antigüedad los matemáticos tenían
dudas acerca de que el Vº Postulado fuera verdaderamente tal, es
decir, un principio. A diferencia de los postulados anteriores, su
enunciación es compleja, con muchas condiciones (si…, entonces…)
en las que intervienen muchos conceptos (“incidencia”, “suma de
ángulos”, etc. etc.). Por esa razón, a partir de la recepción y
transmisión de los Elementos de Geometría, hubo reiterados intentos
de demostrarlo a partir de los postulados restantes, es decir, como
diríamos hoy, de mostrar su dependencia. La regla fundamental para
emprender la tarea era la de que se podían utilizar los cuatro
primeros principios (además de las definiciones y nociones comunes),
además de todos los teoremas (o proposiciones) que hubiese
demostrado Euclides antes de la primera utilización del quinto
postulado en una demostración, cosa que tiene lugar en los
Elementos recién en la proposición I. 29 (es decir, la nº 29 del libro
I). De esta forma, tal como lo reseña Gómez en la bibliografía que
señalamos, se cuentan los intentos de Posidonio (siglo I a.C.), de
Proclo (a quien hicimos referencia en la clase anterior), Clavius
(Alemania, 1538-1612), Wallis (Inglaterra, 1616-1703), Playfair
(Escocia, 1748-1819), Legendre (Francia, 1752-1833) y Gauss
(Alemania, 1777-1855). En todos estos casos, se trató de intentos en
los que se obtenía la demostración, cuando se aceptaba un lema, es
decir, una proposición no demostrada de la que se suponía que se
podía proporcionar una demostración a partir de los restantes
postulados. Sin embargo, lo que se mostró en cada caso es que el
lema era equivalente al quinto postulado, es decir, que se podía
demostrar sólo si se aceptaba la verdad del quinto postulado, por lo
cual, en consecuencia, no se podía hablar de una verdadera
demostración. El caso de Playfair es interesante, porque como lema
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utiliza lo que hoy denominamos el “postulado de las paralelas”, la
versión actual del quinto postulado.
3. El ensayo de Saccheri
1. quiero probar P
2. niego P: no-P
3. de no-P deduzco una contradicción (por ejemplo, Q y no-Q)
4. niego no-P: no-no-P
5. obtengo P (por doble negación).
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2. Supongo que 7 no es un número primo, es decir, que hay un
número natural menor que 7 que lo divide sin resto.
3. Pero no hay un número tal (2, 3, 4, 5 o 6 no dividen a 7 sin
resto)
4. Pero entonces 7 sólo es divisible por 1 y por sí mismo.
5. Luego, 7 es primo
6. Pero entonces 7 no es primo (por la hipótesis) y 7 es primo
(por los pasos anteriores)
7. no es cierto que 7 no sea primo (por reducción al absurdo)
8. 7 es primo (por doble negación).
1. D VP
2. (D VP)
3. (D VP), es decir, D VP
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equivalente a decir que podemos afirmar que los primeros cuatro
postulados y negar el quinto. El sentido es claro: si supongo que el
quinto postulado no es una consecuencia lógica de los anteriores,
entonces no debería ocurrir nada si afirmo que los primeros cuatro
son verdaderos y el quinto falso. Ahora bien, si ocurre que mediante
esta suposición llego a una contradicción, es claro que no puedo
afirmar los cuatro primeros y negar el quinto. En consecuencia,
Saccheri parte de la siguiente suposición, poniendo ‘ ’ por ‘y’:
4. D VP
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postulado es verdadero. Como hemos supuesto que es falso, no
podemos utilizarlo para probar justamente esta propiedad. Por esa
razón, tendremos que probar qué tipo de ángulos son y mediante
algún otro tipo de recurso que no suponga la verdad del quinto
postulado. Para indagar la cuestión, Saccheri parte de las famosas
tres hipótesis:
Como estos tres casos agotan todas las posibilidades (son tres y sólo
tres), si Saccheri puede deducir una contradicción de cada una de
estas hipótesis, entonces la hipótesis que ha servido como punto de
partida de la reducción al absurdo, la hipótesis 4., será falsa. En
efecto, las contradicciones surgirían de suponer que 4. es verdadera,
luego, 4. falsa y, en consecuencia, se debería dar 3., es decir, 1., que
es lo que Saccheri quería demostrar. La cuestión es si Saccheri
realmente logra obtener tales contradicciones. Sin entrar en los
detalles de la demostración, propondremos sus conclusiones:
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embargo no son contradictorias. La interpretación que proporciona
Saccheri de esta infructuosa búsqueda es que la imposibilidad de
encontrar una contradicción en la hipótesis del ángulo agudo se debe
no a la inexistencia de ella, sino a su propia falta de habilidad para
encontrarla, por lo cual tiene la confianza de que una ulterior
investigación logrará hallarla. La imposibilidad de hallar la
contradicción para la hipótesis del ángulo agudo queda, entonces,
como una especie de anomalía que deberá resolverse en el futuro.
Así, Saccheri considera que en principio, dado que las dos hipótesis
anteriores han producido una contradicción y que la tercera hipótesis
ha producido resultados tan contraintiutivos (aunque no
contradictorios), puede considerarse como prácticamente como cierta
la dependencia del quinto postulado de Euclides y, en consecuencia,
puede considerárselo, prácticamente como demostrado.
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sistemas deductivos de geometría consistía en el reemplazo del
quinto postulado por nuevas versiones que constituían sus
negaciones explícitas.
Así, por ejemplo, Gauss comenzó a estudiar el problema en
1792 y en 1813 desarrolló una geometría en la que se sustituye el
quinto postulado (en la “versión de Playfair”) por el siguiente:
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Es claro que estas nuevos postulados (obsérvese que en el caso
de Riemann se habla de “hipótesis”) no pueden ser representados
mediante construcciones (o diagramas) geométricos usuales.
Geometría de Bolyai-Lobatchewsky
Geometría de Riemann
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Inversamente a lo que ocurre en la geometría de Bolyai-
Lobatchewsky, en la geometría de Riemann la suma de los ángulos
interiores es mayor que dos rectos. Sin embargo, al igual que en la
geometría de Bolyai-Lobatchewsky, no hay triángulos semejantes
desiguales: cuanto mayor es un triángulo, mayor es también la suma
de sus ángulos internos. Por esa razón, la geometría riemanniana es
equivalente a la que resulta de la hipótesis del ángulo obtuso en el
cuadrilátero de Saccheri.
Es importante observar que Riemann definió analíticamente las
propiedades de las superficies de tal manera que mediante ellas
pueden describirse también, introduciendo algunos cambios en las
funciones matemáticas que las describen, tanto la geometría de
Euclides como la de Bolyai-Lobatchewsky.
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misma, tenemos entonces un ejemplo, en una superficie semiesférica
euclidiana, un ejemplo de la geometría de Riemann. En efecto, en
este “modelo”, no hay ninguna “recta” que no sea cortada por otra
recta que pase por un punto exterior a ella. Sin entrar en mayores
detalles, el modelo sería el siguiente:
Conclusión
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3. Finalmente, pasamos una breve revista al surgimiento de las
geometrías no-euclidianas en el siglo XIX. Vimos de qué manera
Gauss, Bolyai,Lobatchewsky y Riemann obtuvieron geometrías que
correspondían a las hipótesis de Saccheri: la hipótesis del ángulo
agudo correponde a la geometría de Bolyai, Lobatchewsky y Gauss,
mientras que la hipótesis del ángulo obtuso correponde a la
geometría de Riemann.
Lecturas obligatorias
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Lecturas recomendadas
Otras referencias
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