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Daniel:

Lo que llama la atención de un joven cristiano


Daniel 6:1-16

“C
ierto hombre que vendía leña a sus vecinos los defraudaba cortando las piezas
como diez centímetros menos largas de lo que debían ser. Un día circuló el
rumor de que este leñador se había convertido a Cristo. Nadie creía el
informe. Decían que ese tipo no cambiaría. Sin embargo, un hombre, para
satisfacer su curiosidad, fue a una tienda donde aquel leñador había entregado un montón de
leña. Midió las piezas y descubrió que medían como diez centímetros más de lo que debían.
Luego el hombre volvió al grupo que discutía el asunto, y les dijo: --Es cierto. Yo sé que el
leñador se convirtió. --¿Cómo lo sabe usted? –le preguntaron. –Porque acabo de medir la
leña que él cortó ayer y todos los palos miden más de un metro de largo”. (Dicc. De anécdotas e
ilustraciones) Jesús dijo: “Cada árbol se conoce por sus fruto” (Lc. 6:44) Cuando estudiamos la
vida de Daniel, ¿Cuáles fueron sus frutos? ¿Qué fue lo que le llamo la atención a Darío de
Daniel para que pensara ponerlo sobre todo su reino? ¿Que es lo que llama la atención de un
joven cristiano?

I). Lo que llama la atención es su actitud. Verso. 3


La “actitud” es: “Postura del cuerpo humano, especialmente cuando es determinada por los
movimientos del ánimo. Disposición de ánimo manifestada de algún modo. (Encarta® 2005) La
actitud es una posición que nosotros tomamos y que sale de lo más profundo de nuestro
interior. Un hombre escribió:
“Cuanto mas vivo, tanto mas me convenzo de que la vida es en un 10 por
ciento lo que nos sucede, y en un 90 por ciento la manera en que nosotros
respondemos a ello” y continua diciendo: “La actitud que adopto es mas
importante que mi pasado, mi educación, mis fondos, mis éxitos o fracasos, mi
fama o mi dolor, lo que otras personas piensen o digan de mi, mis
circunstancias o mi posición. La actitud es esa “cuerda” que me mantiene
andando o incapacita mi avance; solo ella alimenta mi fuego o asalta mi
esperanza” (Afirme sus valores. Por: Charles R. Swindoll)
A). Adopto una actitud de humildad.
Daniel no tuvo celos por los otros dos gobernadores que tenían el mismo puesto como el.
Ni actuó de manera competitiva con ellos. No los vio inferiores a el ni lo tuvo en poco.
Este tipo de actitudes llama mucho la atención del siervo de Dios. Pablo dijo: “Nada
hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada
uno a los demás como superiores a él mismo” (Fil. 2:3)

B). Adopto una actitud de fe.


Para Daniel la fe era el aceite que mantenía su llama encendida en medio de las tinieblas.
Recordemos que Daniel era hebreo y que no estaba en Babilonia por gusto. El era
adorador de un solo Dios y el pueblo en el cual se encontraba era idolatra. Sin embargo
en medio de todos sus infortunios el siguió manteniendo una actitud de fe. Eso es lo que
llama la atención del siervo de Dios: su fe, sus convicciones. “Porque por fe andamos y
no por vista” dice Pablo. (2 Cor. 5:7)

C). Adopto una actitud de valentía.


Daniel no sintió lastima de si mismo. No le echo la culpa a alguien o a algo de que los
demás gobernadores no lo querían. No sintió autocompasión. No repitió la cancioncita:

“Nadie me quiere, todos me odian. Mejor me como el gusanito”

La autocompasión es nuestro “enemigo privado No. 1” porque nos encierra en cuatro


paredes y no nos permite ser libres. Solamente la actitud valiente puede ayudarnos a
vencer la angustia, el temor, y la preocupación. Pablo nos amonesta: “Porque no nos ha
dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” (2 Tim.
1:7)

II). Lo que llama la atención es su honradez. Verso 4


A). Fue objeto de investigación.
¿Pasaría usted la prueba de una investigación secreta?. Imagínese que los que trabajan
con usted ponen en marcha un programa de espionaje, ¿saldríamos bien librados de un
escrutinio laboral y espiritual? ¿Podrían revisar nuestra computadora y no encontrar nada
dudoso en ella? ¿Tenemos por allí pecados ocultos que no le hemos dicho a nadie?
Daniel como todo cristiano va ha ser probado. ¿Pasaremos la prueba? Pablo dijo: “la
obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego
será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará” (1 Cor. 3:13)

B). Fue hallado responsable.


Daniel paso la prueba. No se encontró negligencia, corrupción, ni falto de fondos.
Proverbios dice: “Muchos hombres proclaman cada uno su propia bondad, Pero
hombre de verdad, ¿quién lo hallará? Camina en su integridad el justo; Sus hijos
son dichosos después de él” (Prov. 20:6-7)

III). Lo que llama la atención es su devoción. Verso 5, 10


A). Notemos la declaración de sus enemigos.
"Nunca encontraremos nada de qué acusar a Daniel, a no ser algo relacionado con la
ley de su Dios." (NVI) Ellos sabían que las creencias y las prácticas de Daniel eran
diferentes a la de ellos. Sabían que la única manera de poder acusarlo de algo era
obligándolo a hacer cosas contra sus convicciones.

B). Oro a sabiendas de que se había firmado el decreto. “Es necesario obedecer a Dios
antes que a los hombres. Hech. 5:29

C). Oro con las ventanas abiertas. “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque
es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y
también al griego” (Rom.1:16)
D). Oro hacia Jerusalén. “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas
de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas
de arriba, no en las de la tierra” (Col. 3:1.2)

E). Oro de rodillas. “Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor
Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra” (Ef. 3:14-
15)

F). Oro tres veces al día. “orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el
Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos”
(Ef. 6:18)

G). Oro con gratitud en la adversidad. “Dad gracias en todo, porque esta es la
voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”. (1 Tes. 5:18)

H). Oro como lo hacia desde siempre.

Conclusión
1. Lo que uno exprese con su vida salvara o condenara a alguien.
2. No somos buenos por nosotros mismos, Dios es el que hace la diferencia en nosotros
y por nosotros.
3. Cuando la gente hable mal de ti, vive de tal manera que nadie les crea.
4. Recuerda que dondequiera que uno este, el cristiano esta.
5. Depende de ti si quieres tener un ascenso. Se como Daniel.

Juan Ramón Chávez Torres


E-mail: monche91@hotmail.com
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