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ENSAYO SOBRE LOS CUATRO ACUERDOS DE MIGUEL RUIZ

Los cuatro acuerdos es un ensayo escrito por el médico mexicano Miguel Ruiz que
está basado en la sabiduría de los antiguos toltecas , Los toltecas eran hombres y
mujeres de conocimiento, científicos y artistas que formaron una sociedad para
estudiar y conservar el conocimiento espiritual y las prácticas de sus antepasados
de Mexico.
Formaron una comunidad de maestros (naguales) quienes se vieron forzados a
esconder su sabiduría ancestral y a mantener su existencia en secreto. Aunque
permaneció oculto en el secreto durante cientos de años, el conocimiento
esotérico tolteca fue conservado y transmitido de una generación a otra por
distintos linajes de naguales hasta llegar al punto donde el doctor Miguel Ruiz ha
sido guiado para divulgar las poderosas enseñanzas de los toltecas
Relata la cosmovisión que debería tener un ser humano para estar en equilibro
personal, teatral, diferencial, emocional, mental y social.
Primeramente, se puede decir que es un libro que su principal tema sería la
Superación Personal, el autor aconseja poner en práctica los cuatro acuerdos que
nos pueden llevar a tener un equilibrio en nuestras vidas en el ámbito personal,
emocional, mental y social. Para lograr este equilibrio, nos habla que debemos
entender que el ser humano tiene creencias que son adquiridas por influencia
familiar, y nos puede perjudicar emocionalmente hasta volvernos infelices. Pero
también nos habla de poder modificar el sistema de creencias para conseguir el
equilibrio y lograr la Felicidad
El primer acuerdo es el mas importante también el más difícil de cumplir. Estan
importante que sólo con él ya serás capaz de alcanzar el nivel de existencia que yo
denomino.
El Primer Acuerdo consiste en ser impecable con tus palabras.
Ser impecable con las palabras: Las palabras son parte fundamental en la vida de
los seres humanos y tienen el poder de generar reacciones en cadena, las palabras
adecuadas decretan que su contenido se realizará y esto depende de la fuerza con
la que se digan pues en ellas se encuentra la energía ya sea positiva o negativa que
impulsa a la realización de estos actos.
Te despiertas por la mañana sintiéndote muy contenta. Te sientes tan bien, que te
pasas dos horas delante del espejo arreglándote. Entonces, una de tus mejores
amigas te dice: “¿Qué te ha pasado? Estás horrorosa. Mira tú vestido; haces el
ridículo". Ya está; con eso es suficiente para enviarte a lo más profundo del
infierno. Quizás esa amiga te hizo este comentario sólo para herirte, y lo consiguió.
Te dio una opinión que llevaba tras ella todo el poder de sus palabras. Si aceptas
esa opinión, se convierte en un acuerdo, y entonces tú misma pones todo tu poder
en esa opinión, que se convierte en magia negra.
En este primer acuerdo, se llega a la conclusión de que es muy importante la forma
en que nos expresamos, ya que las palabras tienen una fuerza que podemos
descargar sentimientos ó energía de tal forma que se puede afectar a quien recibe
tales palabras. Principalmente es ¨el poder de la palabra¨
No te tomes nada personalmente: Este acuerdo puede malinterpretarse ya que
con frecuencia se es muy susceptible a las ofensas, pero debe entenderse que no
se puede ofender a quien no se le afecta su integridad moral o fisica y empleándolo
correctamente se puede llegar muy lejos, porque permite saber en qué momento
opinar, en que momento recibir una opinión y cuando hacer caso omiso y solo oir
las palabras.
Ya que incluso en una situación muy personal, como un insulto directo se debe
entender que la persona que lo provoca lo hace de acuerdo a lo establecido desde
su propia mente y su propio sueño, según su proceso de domesticación.
No permitir que las ofensas nos afecten en nuestra vida, nos dice el autor que es
bueno no tomar la ofensa como algo personal, debe de pasar por nosotros sin
afectarnos, hace una reflexión y menciona que el hecho negativo o la ofensa en sí
misma, proviene de una persona que sufre.
No hagas suposiciones: el hacer suposiciones con lleva a idealizar cada acción
según la manera propia de percibirla y además sin fundamentos. En cualquier tipo
de relación, se tiende a suponer que los demás saben lo que se piensa y que no es
necesario decirlo. Los demás harán lo que se desea porque "saben" y de lo
contrario se abre una herida pues "deberian haberlo sabido", De esta forma se
genera un drama por una suposición que puede desembocar en una cadena de
otras tantas suposiciones, es así como inician las guerras. En este apartado nos dice
el autor que la comunicación es algo tan importante como la objetividad para saber
tomar decisiones maduras, nos dice que las suposiciones no son malas pero el
creerlas nos llevan a juicios falsos que contribuyen a entristecer nuestra vida.
El último acuerdo y que resume todos los demás es hacer todo siempre lo mejor
posible. Cuando hacemos todo lo mejor posible, somos impecables con las
palabras, no tomamos nada persona y no hacemos suposiciones. Este acuerdo
también está ligado con la vocación de cada uno, si nos dedicamos a nuestra
vocación y cada día hacemos un esfuerzo grande por fomentarla y trabajamos con
empeño, estamos haciendo todo lo mejor posible.
Si en nuestras relaciones personales, pensamos primero en amar y dar todo a los
demás, estamos haciendo todo lo mejor posible. Si diariamente al dormir podemos
resumir el día en que cada cosa la hicimos lo mejor posible, entonces cada día va
valiendo la pena, la vida misma va valiendo cada día más.
Al final los cuatro acuerdos se resumen en el amor, el gran amor a la vida, a los que
nos rodean, a nuestra vocación. El amor flotando por todos lados, saliendo de cada
poro de nuestra piel y filtrándose en esa otra piel que tanto amamos. El amor que
es fin y es medio. El amor que abre, pero también cierra heridas. El amor que es al
final, todo lo que tenemos

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