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Después de la muerte de Francesco Melzi en 1568, su tercer hijo Orazio que era
entonces el jefe de la familia, ignorante del valor y del interés de los libros escritos por
Leonardo, los abandono en el ático de la villa paterna, exponiéndolos a posibles
deterioros y robos. El cuidador de los hijos de Melzi, Lelio Gavardi, se adueñó de trece
códices de Leonardo que intentó vender a buen precio a Francesco María de Medici, Gran
Duque de Toscana.
Gavardi salió de Vaprio a finales de abril de 1587 con la intención de llegar a Florencia. A
principios de mayo se detuvo en casa de sus primos, los famosos editores Aldo Manucio
que vivían en Pisa, a quienes pidió cartas de recomendación para presentarse al Gran
Duque.
A finales del mes de mayo, Lelio Gavardi llegó a Florencia, pero las negociaciones para
vender los códices de Leonardo no parecieron llegar a un acuerdo. Además, Francesco
de Medici murió al poco tiempo, el 19 de octubre de 1587. Vuelto a Pisa sin conseguir sus
objetivos, Gavardi conoció a Givanni Ambrogio Mazenta, quien le reprochó la forma con la
que había obtenido los manuscritos vincianos y le convenció para devolverlos a su
propietario, de lo cual se encargó el propio Mazenta, viajando hacia Vaprio en junio de
1588 para cumplir su misión. Orazio Melzi no aceptó la devolución de algo que no
apreciaba y que le estorbaba, porque tenía "muchos más dibujos de Leonardo
abandonados bajo los tejados de su casa"
De regreso a Milán con los trece libros de Leonardo, Mazenta los repartió entre sus
hermanos: Guido, el mayor, recibió seis y Alessandro los siete restantes. Estos
propagaron lo fácil que era conseguir las obras de Leonardo y la voz corrió entre los
cazadores de objetos y manuscritos, llegando hasta Felipe II quien estaba coleccionando
libros y manuscritos para la gran biblioteca de El Escorial. Felipe II envió a Pompeo Leoni
quien trabajaba como escultor para él, a que encontrara los manuscritos.
El papel de Pompeo Leoni como enviado de Felipe II para "cazar" los códices de
Leonardo es descrito de la siguiente forma por el propio Mazenta en sus Memorias:
"Pompeo Leoni fue uno de esos cazadores. Su padre había sido alumno de Miguel Ángel
Buonarroti, y él mismo estaba al servicio del rey de España, para el que ha hecho todos
los bronces de El Escorial. Pompeo prometió al doctor Melzi oficios, magistraturas, sede
en el Senado de Milán, si podía recuperar los trece volúmenes y dárselos para enviarlos
al rey Felipe, gran amante de estas especies de curiosidades. Excitado por tales
esperanzas, Melzi vuela a casa de mi hermano, le ruega de rodillas que le devuelva los
manuscritos que él me había remitido: era su colega en el Colegio de Milán, digno de su
compasión y de su amistad. Siete volúmenes le fueron otorgados".
En una carta fechada el 14 de julio de 1589, que coincide con la época en la que Leoni
obtiene los primeros siete libros de Leonardo, el escultor de Felipe II escribe de su propia
mano:
"... También yo llevo a Su Majestad cosas de mucho valor y quisiera, como el vivir, que
llegasen a su poder Vuestra Merced será servido con el primero encomendarlo muchísimo
al embajador de Génova, que tenga gran cuidado que se embarquen con gran
consideración y cuidado... ".
Se trataba de ocho cajas de las que no se dice el contenido, pero que eran más
pequeñas e iban aparte de las grandes con las estatuas que Pompeo había fundido en
Milán. Al contrario de las que iban destinadas a las obras de El Escorial, las misteriosas
ocho cajas que Leoni encomendaba "como el vivir" se entregaron directamente al rey sin
que se hiciera el inventario de lo que contenían, por lo que, lamentablemente, no se
puede asegurar que se trate de los famosos códices de Leonardo. Pero las coincidencias
son muchas y, en todo caso, queda la constancia de que Leoni actuaba como un agente
del rey Felipe II.
Sin embargo, Pompeo Leoni no se limitó a tomar estos diez libros de Leonardo descritos
en las Memorias de Mazenta. Se sabe que la actual colección de dibujos de Windsor es
una recopilación hecha también por Leoni, lo que aumenta el botín recogido por el
escultor. Además, según André Corbeau, por las manos de Pompeo Leoni habrían
pasado todos los códices de Leonardo que se presentan actualmente bajo la forma de
volúmenes, con excepción solamente de los Manuscritos C y D del Institut de France y de
la colección del Códice Arundel del British Museum.
Cuando Pompeo Leoni murió dejo la colección de manuscritos a uno de sus hijos, Miguel
Ángel Leoni quien los conservo hasta su último día
Después de la muerte de Miguel Ángel Leoni comenzó la dispersión de los libros de
Leonardo que habían pertenecido a su padre, en contra de las declaraciones
testamentarias de este último, que deseaba que su colección permaneciera unida. Uno de
los personajes que más esfuerzos hizo para reunir los códices de Leonardo fue el rey
Carlos I de Inglaterra, cuando estuvo de visita en España en 1623 siendo príncipe,
ofreciendo grandes beneficios por la adquisición de los manuscritos. No es de extrañar
pues que algunos de los libros de Leonardo guardados por Leoni acabasen en poder de la
monarquía inglesa. Otro fue lord Arundel, que consiguió gran parte de la colección de
Leoni. Uno de estos volúmenes, que está en Windsor, contiene 236 grandes folios de
dibujos, principalmente de anatomías
Sin embargo, se podría establecer alguna relación de estos dos grandes manuscritos con
el más voluminoso de los actuales libros de Leonardo: el Códice Atlántico; Se sabe que
este libro había sido adquirido a los herederos de Leoni por Galeazzo Asconati, a quien
los agentes del rey de Inglaterra le habían ofrecido en su nombre hasta mil doblones de
oro. Arconati rechazó todas las ofertas, y el 21 de enero de 1637 hizo donación a la
Biblioteca Ambrosiana de Milán de doce volúmenes que había logrado reunir
sucesivamente de las obras de Leonardo. El que había pertenecido antes a Pompeo es
descrito así en el acta realizada por el notario:
"El primero es un gran libro de trece onzas de carpintero de alto y once onzas y medio de
ancho, cubierto de cuero rojo, adornado exteriormente con dos frisos grabados en oro, de
cuatro armas de águilas y de leones y de cuatro florones en los ángulos, tanto de un lado
como del otro, con inscripciones en letras de oro de cada lado, así concebidas: "Disegni di
machine, el de/le arti secrete, et altre cose di Leonardo da Vinci, raccolti da Pompeo
Leoni".
Para concluir, los manuscritos de Leonardo estuvieron en poder de varias personas las
cuales los fueron desordenando y descompletando, así creando más manuscritos. En la
actualidad muchos están en bibliotecas como lo son los códices Madrid I-II que se
encuentran en la biblioteca de Nacional de España y otros más desaparecidos.
MANUSCRITOS
Trata una amplia variedad de temas que incluyen astronomía, meteorología, hidráulica,
cosmología, geología, paleontología, y otros temas técnicos y científicos, con algunos
escritos autobiográficos y relatos de viajes, todo apoyado por magníficas ilustraciones y
dibujos. Una importante parte está dedicada a la astronomía, con el tema de la
iluminación del sol, de la tierra y de la luna.
FORSTER I
54 folios; cm 14x10
FORSTER II
FORSTER III
94 folios; cm 9x6
Entrecruzados con notas sobre la geometría, los pesos y la hidráulica son bocetos de las
piernas de un caballo, tal vez relacionados con el trabajo de Leonardo en una estatua
ecuestre para el fundador de la dinastía Sforza, cuentos, recetas, sentencias morales,
máscaras, dibujos de sombreros y telas que pueden haber sido ideas para disfraces en
pelotas y cuenta de la anatomía de la cabeza humana. Estudios arquitectónicos y
urbanísticos para la ciudad de Milán.
CÓDICE ARUNDEL
British Library
EL CÓDICE MADRID I
EL MADRID II
Trata de la fundición del caballo Sforza. Además de varias vistas y paisajes, hay algunos
mapas del Valle del Arno, y un Plano de Pisa con la desembocadura del Arno, que
corresponderían al proyecto de desviar el río Arno y construir el canal que uniera
Florencia al mar. Hay dibujos de arquitectura e ingeniería militar, otros de geometría, en
especial sobre algunos problemas como "la cuadratura del círculo”. También se
encuentran algunos acerca del vuelo de los pájaros, el movimiento de las olas, o
mecanismos e instrumentos musicales sofisticados, con estudios sobre física acústica y
teorías musicales sobre el origen, dispersión y refracción del sonido.
CÓDICE ATLANTICUS
401 folios; cm 65 x 44
CODEX TRIVULZIANUS
CÓDICE SOBRE EL VUELO DE LOS PÁJAROS (Codice sul volo degli uccelli )
18 folios; cm 21 x 15.
Trata de cómo, a partir de la observación del vuelo animal, es posible alcanzar el vuelo
humano, quizás el más preciado sueño de Leonardo. También como funcionan los
mecanismos, los principios de la fundición de metales, la gravedad, los efectos del viento
y las corrientes en el vuelo, la función de las plumas, cómo el movimiento de las alas
comprime el aire, la acción de la cola de un pájaro, dibujos del vuelo de los pájaros,
además de un análisis de cómo mantienen el equilibrio, se mueven, giran, descienden y
ascienden durante el vuelo.
EL CODEX ASHBURNHAM
22 x 15 cm (I) y 23 x 16 cm (II)
Consiste en un surtido de dibujos y estudios pictóricos. Las hojas fueron una vez parte de
los manuscritos A y B, que fueron robados y vendidos eventual a señor Ashburnham. Los
devolvió a la Biblioteca Nacional de París en 1890.
CÓDICE ROMANOFF
Trata de aparatos y utensilios que pudieran servir de ayuda en las labores de la cocina,
además de tocar otros muchos temas relacionados con las buenas formas en la mesa, la
organización de banquetes para los nobles, etc.
Entre otras muchas cosas, está el extractor de humos, la máquina de fabricar pasta, el
sacacorchos para zurdos, la rebanadora de huevos duros, la batidora, el picador de ajos,
las servilletas, los tenedores de tres dientes, el molinillo de especias.
-No ha de tomar comida del plato de su vecino de mesa a menos que antes haya pedido
su consentimiento.
CODEX WINDSOR
Los dibujos de anatomía muestran las representaciones de todo el cuerpo en varias fases
de la sección, así como las extremidades y los órganos individuales. En muchos casos,
presenta las partes del cuerpo por medio de cortes, los fetos antes de nacer:
MANUSCRITO A
63 folios; cm 22 x 15
Es incompleto respecto del original, puesto que numerosos folios fueron robados –
algunos nunca fueron encontrados– hacia mediados del siglo XIX, por ejemplo, Guglielmo
Libri, quien recompuso parte del mismo en un volumen, vendido al inglés Lord
Ashburnham 2038. El contenido del manuscrito, con fecha de 1490–1492, concierne
principalmente a la pintura y la física, con unas consideraciones acerca del moto que
actúan como denominador común. El tema de la pintura es tratado de forma muy
detallada, hasta el punto de que Francesco Melzi trascribió extensos fragmentos en su
libro de la pintura –luego publicado a mediados del siglo XVII con el título de Tratado de la
pintura–, en donde el discípulo de Leonardo recogió las observaciones del maestro sobre
este argumento.
MANUSCRITO B
Incompleto como el anterior, sufrió el robo de varios folios por parte de Guglielmo Libri,
luego recompuestos en un volumen y vendidos a Lord Ashburnham. Tras su
recuperación, la parte sustraída fue catalogada con la signatura Ashburnham 2037.
Redactado entre 1487 y 1490, este manuscrito es, junto con el Códice Trivulziano, el más
antiguo de los manuscritos.
MANUSCRITO C
32 folios; cm 31,5 x 22
Era uno de los manuscritos que habían permanecido en posesión de los hermanos
Mazenta tras el robo de Gavardi d’Asola en la casa de Melzi, por tanto, no entro a formar
parte de los códices de la herencia de Leoni, adquiridos por Arcconati y luego cedidos a la
Ambrosiana. Fue donado a la biblioteca de Milán, 1609, por su fundador, el cardenal
Federigo Borromeo, quien lo recibió como obsequio de parte de Guido Mazenta.
Es posible que incluya otro cuaderno, ahora extraviado. El códice lleva inscrita la fecha de
inicio, 23 de abril de 1490 y probablemente fue acabado durante el año 1491. Contiene
todo un tratado bien trazado sobre la luz y la sombra. Otros temas también se consideran,
con observaciones tempranas sobre el flujo de agua y la percusión. Estos fueron
estudiados más sistemáticamente por Leonardo en manuscritos posteriores.
MANUSCRITO D
MANUSCRITO E
96 Folios 15 x 9,9 cm
96 Folios 14,5 x 10 cm
MANUSCRITO G
93 folios 14 x 10 cm
Este cuaderno contiene varias páginas que tratan de la ramificación de las plantas y ha
sido descrito como un verdadero tratado sobre la botánica.
MANUSCRITO H
142 folios 10,5 x 8 cm
Consta de tres cuadernos de bolsillo unidos entre sí. En ellos, Leonardo comienza a
estudiar la geometría euclidiana, cuya comprensión era un requisito previo para dibujar las
formas geométricas de los poliedros para la De Divina Proportione de Luca Pacioli, que
Pacioli posteriormente encargó a Leonardo.
MANUSCRITO I
MANUSCRITO L
94 folios 10 x 7 cm
MANUSCRITO M
48 folios 10 x 7 cm
http://www.odisea2008.com/2008/04/ingeniera-de-leonardo-da-vinci.html
http://www.bibliotecaspublicas.es/cuenca/publicaciones/publicacion9270.pdf
https://www.wdl.org/es/item/19477/
https://books.google.com.co/books?
id=lNiUX6__tVIC&pg=PA28&dq=manuscrito+k+leonardo+da+vinci&hl=es-
419&sa=X&redir_esc=y#v=onepage&q&f=true
http://www.universalleonardo.org/gallery.php?type=408&skip=0&show=8
http://www.vgesa.com/codice-Leonardo_Vinci-facsimil-Arundel.htm
http://www.bne.es/es/Micrositios/Exposiciones/Leonardo/resources/img/CapI_part3.pdf
http://www.Dialnet-LosCodicesDeLeonardoEnEspana-67600%20.pdf