Está en la página 1de 4

Taller Libre de Arte

nos enrumbó a la
modernidad"
El 12 de julio, la Editorial Odalys presentará un libro
escrito por el artista, curador e investigador

 

 


 JUAN ANTONIO GONZÁLEZ


02/02/2020 01:00 am

Es la historia viva de las artes visuales en Venezuela. Testigo y


protagonista. Arte y parte. El artista, curador e investigador Francisco Da
Antonio ultima los detalles de un libro, aún sin título, con el que se
propone dar su justo valor a dos momentos que se disputan el ingreso
de la plástica nacional en la modernidad: el grupo Los Disidentes,
surgido en Francia en 1950 y de vida efímera, de apenas cuatro meses,
y el Taller Libre de Arte, que se fundamentó en una reacción en contra
de la línea académica de la Escuela de Artes Plásticas, fundada en 1936
en sustitución de la Academia de Bellas Artes de Caracas.

Da Antonio, petareño orgulloso, se siente "un personaje anónimo como


pintor", pero cuando habla de la efervescencia de aquellos tiempos en
los que los artistas venezolanos luchaban por contar con plena libertad
de creación, recuerda con precisión fechas, nombres y detalles sin que a
sus casi 90 años la memoria le juegue una mala pasada. La historia de
primera mano.

"En cierto modo, el libro, creo yo, no solo va, por lo menos, a evidenciar
el papel fundamental que jugó el Taller Libre de Arte, porque no siendo
un movimiento, teníamos una concepción de alianzas. Hay una
diferencia esencial entre lo que es una cosa ortodoxa, cerrada en sí
misma, amurallada en un concepto, y un campo de puertas abiertas
donde todo el que tiene talento, todo el que tiene posibilidades y
ambición de surgir, encuentra un sitio que le sirve de apoyo y de punto
de referencia. El Taller era concurrido por gente como Román Chalbaud,
por la gente del teatro que estaba fundando en ese momento Juana
Sujo, por Vicente Nebrada… por personas de un tiempo anterior a Los
Disidentes", dice de entrada el investigador sobre la publicación que la
Editorial Odalys, adscrita al Grupo Odalys, planea presentar el próximo
12 de julio.

"La idea de escribirlo fue de Odalys Sánchez, quien me lo propuso en


2013… Pareciera que estoy escribiendo una Biblia porque han pasado
siete años y ahora es que va a aparecer el libro", bromea.

Contra la mineralización
Al Taller Libre de Arte, fundado en 1948 y disuelto en 1952, estuvieron
asociados nada más y nada menos que algunos de los máximos
representantes del arte contemporáneo en Venezuela: Oswaldo Vigas,
Alirio Oramas, Mario Abreu, Ángel Hurtado, Pedro León Zapata, Enrique
Sardá, Régulo Pérez, Virgilio Trómpiz, Jacobo Borges, Feliciano Carvallo,
Carlos Cruz-Diez, Alirio Rodríguez, Jesús Soto, Luis Guevara Moreno y,
por supuesto, Francisco Da Antonio.

-¿Qué es lo nuevo que hay que decir sobre el Taller Libre de


Arte?
-Yo creo que todo. Aunque parezca ambiguo, todo el mundo menciona al
Taller Libre de Arte, todo el mundo lo cita, e incluso la mayoría de los
pintores del siglo XX hablan del Taller como punto de referencia de su
trabajo, porque el Taller fue una especie de plataforma de lanzamiento,
pero todo eso fue silenciado por la aparición de Los Disidentes, que
produjeron una especie de impacto tan violento, de irrupción tan
escandalosa, que crearon algo que en Venezuela es muy común: la
eternización de un acontecimiento, así como se eternizó la Revolución
de Octubre y se eternizarán otras cosas… ya no solo en el arte, sino en
la política, en las ciencias. Recuerdo a un personaje que decía: "¡Qué
bello es estar de moda en Caracas!". Si tú estás de moda en Caracas,
tendrás una corte a tu alrededor y siempre se te va a recordar como una
gran figura.

-Usted que fue parte de él, ¿cómo definiría el Taller Libre de


Arte?
-Como dije antes, una plataforma de lanzamiento; el Taller Libre de Arte
no fue un movimiento, sino una irrupción de gente con valores propios
que se consolidó como artistas. ¿Qué hubiese pasado con esos artistas si
hubieran seguido en la Escuela de Artes Plásticas?, bueno lo que pasó
con todos los que se quedaron en ella. Cabría preguntarse, ¿de esos
años quién sobresalió?

-Tradicionalmente se atribuye a Los Disidentes el ingreso de las


artes plásticas venezolanas en la modernidad.
-Eso no es correcto porque, sencillamente, con Los Disidentes aparecen
el constructivismo y el abstraccionismo, pero cómo marcamos la
modernidad, en qué momento puede aparecer la modernidad. En el
momento en que tú me cambias el paisajismo de Manuel Cabré, Arturo
Michelena, Martín Tovar y Tovar, Cristóbal Rojas, de todos los paisajistas
venezolanos, y muestras lo que se hacía en el Taller Libre de Arte, esto
ya no tiene que ver con la academia, con lo tradicional. Eso es la
modernidad, y el arte moderno comienza allí, en 1948. El Taller nos
enrumbó, nos llevó, hacia ella.

"¿Qué descubren Los Disidentes? -prosigue-, el arte abstracto como


vanguardia, pero la vanguardia de dónde, Mondrian estaba pintando
abstracto ya en los años 20". 

-Viéndolos en retrospectiva, tanto Los Disidentes como el Taller


Libre de Arte apuntaban hacia el mismo objetivo: acabar con los
corsés que imponía la academia. En ese sentido no eran muy
diferentes.
-La diferencia entre Los Disidentes y el Taller Libre de Arte está en que
los primeros asumieron el arte constructivista y el abstracto como el
destino del arte, de ahí no había salida. Sin negar para nada los
planteamientos de Los Disidentes, para nosotros en el Taller eran tan
importantes el arte abstracto como el expresionismo, tan importante
podía ser cualquiera de los maestros contemporáneos europeos como
los pintores cubanos o mexicanos.

"Una de las cosas que cuestionaban Los Disidentes era la entrada del
llamado arte popular, porque, según decían, eso no tenía nada que ver
con el arte, que era una cuestión folclórica, pues a nosotros en el Taller
sí nos interesaba; tanto los aspectos folclóricos como la expresividad
infantil", agrega Da Antonio, quien fue director del Museo Arturo
Michelena y de la Galería de Arte Nacional.

-El Taller era completamente incluyente.


-Absolutamente abierto.

-¿Existían tiranteces entre uno y otro grupo?


-No, todo lo contrario. Incluso hubo un problema muy curioso: Los
Disidentes no tardaron en enfrentarse entre sí. Cuando Carlos Raúl
Villanueva ya tenía entre sus proyectos la Integración de las Artes, dos
artistas vinculados a Los Disidentes escribieron una carta pública para
solicitarles a artistas como Fernand Léger, Jean Arp y todos los maestros
europeos que participaron con sus obras en la construcción de la Ciudad
Universitaria, que no intervinieran porque aquello era propaganda de la
dictadura. Eso lamentablemente también repercutió en los venezolanos
porque pintores como Soto, Cruz-Diez y Guevara Moreno se negaron a
participar, pero Los Disidentes sí, y he ahí la contradicción: luego que
ellos se negaron a participar, posteriormente lo hicieron, mientras que la
gente del Taller Libre de Arte que rehusó hacerlo, se quedó afuera:
Mario Abreu, Luis Guevara Moreno, Jesús Soto…

-En definitiva, ¿qué hay detrás de ese no reconocimiento al


Taller Libre de Arte?
-Yo creo que lo que ocurre es que aquí se mineralizó la proposición de
Los Disidentes como el último grito, como la cosa más decisiva que
había ocurrido en toda la historia del arte venezolano.

-¿Y eso es responsabilidad de quién, de los historiadores del


arte, de los curadores de la época, de los medios?
-Fue un proceso de promoción pública, y en eso los medios jugaron un
papel decisivo, el papel decisivo como correspondía era promover todo
lo novedoso, pero lo novedoso sorprendió a un gentío, y toda la gente se
quedó en la novedad, y al quedarse ahí se fue fosilizando,
mineralizando. Por entonces se hablaba del arte abstracto, pero en esa
época Carlos Cruz-Diez estaba en el Taller pintando Diablos de Yare.
¿Jesús Soto fue pintor de Los Disidentes? No, la primera exposición
individual de Soto fue en el Taller Libre de Arte con naturalezas muertas.
De allí salió.

@juanchi62

También podría gustarte