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Complejo Arqueológico Huaca Bandera

Pacora: Un sitio transicional Moche -


Lambayeque
James Max Manuel Curo Chambergo
Jorge Alberto Rosas Fernández

El Complejo Arqueológico Huaca Bandera está ubicado en el distrito de Pacora en


Lambayeque, en la margen derecha de la conluencia de los ríos temporales La Leche-Motupe,
a 40 kilómetros al norte de la ciudad de Chiclayo, a 8 kilómetros al oeste de Pacora y a 35
kilómetros de la línea de playa, sobre una altitud promedio de 45 metros (Figura 1).

Desde el aspecto ecológico se ubica en la zona de vida denominada “Desierto Superárido


- Premontano Tropical (DS-PT) , sobre una extensa llanura de bosque seco donde predominan
algarrobos, vichayos y sapotes en un área que linda con el desierto de Sechura (ONERN,
1976).

Pacora, en el Perú prehispánico tardío, formó parte del Señorío de Jayanca (zevallos,
1989) junto con Mórrope, sus orígenes se remiten a importantísimas tradiciones orales que
hasta la fecha son motivo de permanente revisión (Cabello 1586; Rubiños 1782; Brüning
1922). Desde los inicios de la colonia, Pacora pasó a formar parte del engranaje económico
de los hispanos, a través de su incorporación al sistema de encomiendas (Espinoza 1975).Este
señorío, ubicado en la margen norte del río La Leche, estuvo considerado como uno de los
más prósperos de la época (Cieza 1982) cuya bonanza económica seguramente podríamos
rastrearla en el boato de la época Lambayeque y la riqueza de los señores de Sicán (Shimada
1995). Huaca Bandera es registrada como tal, en la literatura especializada, en el año de 1965,
cuando Paul Kosok publicó su estudio de antiguos sistemas de irrigación en la costa norte del
Perú.

Este sitio fue motivo de un primer trabajo arqueológico en el año de 1995, por Alfredo
Narváez y Jorge Rosas, haciéndose perilado pozos de huaquero y planimetría con delimitación
del sitio, permitiendo con ello una primera visión especializada del lugar (Narváez 2011).

El actual Proyecto de Investigación de la Unidad Ejecutora Naylamp se inició en Oc-


tubre de 2009, con la limpieza, levantamiento topográico y sectorización del sitio (Figura 2).
El Complejo Arqueológico tiene un espacio de 228.48855 hectáreas. y está sectorizado de
acuerdo a las evidencias arquitectónicas de supericie: aquí se encuentran los sectores norte,
central y sur, cada uno de los cuales está presidido por uno o más conjuntos arquitectónicos
amurallados, los cuales están enumerados, de norte a sur, del 1 al 5 (Figura 3).

Cultura Lambayeque: en el contexto de la costa norte del Perú. Actas del Segundo Coloquio sobre la Cultura
Lambayeque (Lambayeque, 18, 19 y 20 de Agosto del 2011). Julio Fernández Alvarado y Carlos Wester La Torre,
editores. Coloquio II, páginas 245-270. Lambayeque. Museo de Sitio Chotuna. 2014.
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Hasta el momento hemos excavado unos 8,000 metros en el sector norte y 2,000 metros
en el sector sur, lo que nos ha permitido acumular información suiciente como para hacer una
primera evaluación del sitio, considerando las evidencias arquitectónicas, ceramográicas e
iconográicas.

Figura 1. Mapa de Ubicación del complejo arqueológico Huaca Bandera, en el departamento de


Lambayeque.

Figura 2. Huaca Bandera.

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Figura 3. Plano topográico y planimétrico, con curvas de nivel del complejo arqueológico Huaca
Bandera.

Arquitectura
Los tres sectores están presididos por conjuntos amurallados, pero en el entorno de
ellos se encuentran pequeñas áreas densamente pobladas por focos ocupacionales nucleados,
en la mayoría de casos, alrededor de pequeñas pirámides o plataformas piramidales.

El Conjunto Amurallado 1: (Figuras 3 y 4).


Tiene 200x160m. y como en todos los casos se encuentra orientado hacia el Este. Se ha exca-
vado de manera parcial y hasta el momento, en el interior se encuentran distribuidas 6 áreas
o componentes:

1. El corredor de acceso.
2. El área administrativa.
3. El área doméstica.
4. Las plazas ceremoniales sur y norte.
5. El atrio o plaza de la rampa.
6. Las plataformas piramidales.

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Figura 4. Conjunto Amurallado 1.

1. El corredor de acceso. Es la estructura que vincula al conjunto con el exterior, tiene 60


metros. de largo y 6 metros de ancho, su recorrido está restringido por 3 vanos que limitan su
abertura a 3.5 metros y conduce directamente a la rampa de acceso de la plataforma piramidal
(Figura 5); poco antes hay dos vanos laterales que comunican con las plazas delanteras sur
y norte, convirtiéndose en instrumento principal que orienta la circulación y distribución del
lujo peatonal al interior del conjunto. En su interior se han registrado 5 pequeñas plataformas,
que a maneras de tronos o altares se distribuyen en ambos lados del corredor, uno de ellos
conserva parte de un mural polícromo en el respaldar.

Se han ubicado así mismo una serie de graitis en sus muros laterales que serán descritos
más adelante.

Figura 5. Corredor de Acceso, con altares laterales.

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2. El área doméstica. Se encuentra cerca del frente principal de la pirámide al sureste y está
constituida por una serie de recintos precarios que muestran evidencias de actividad doméstica,
aunque la mayor cantidad de ceramios diagnósticos se han encontrado allí. (Figura 6).

Figura 6. Área Doméstica

3.- El área administrativa Está ubicada cerca del frente principal de la pirámide al noreste
y muestra una arquitectura mucho más elaborada, hasta el momento se han excavado dos
recintos amplios interconectados, a los cuales se accede por un pequeño corredor en “L”
controlado por una estructura en forma de “U” que muestra muros calados. El acceso conduce
a un primer ambiente que tiene un patio de recepción asociado a dos estructuras en “U”, que
están vinculadas a un pequeño recinto lateral cada una de ellas. El ambiente contiguo, algo
más pequeño, también presenta dos estructuras en “U”, en un extremo, y en el otro un pequeño
altar elevado que presenta un muro nichado, al lado sur, pintado con colores alternos rojo y
crema (Figura 7).

Figura 7. Área Administrativa.

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4. Las plazas delanteras sur y norte. Están ubicadas en la parte delantera del conjunto, a
los lados del corredor de acceso, se ingresa a ellas de manera independiente por los vanos
laterales ubicados al extremo del corredor mencionado. Al menos la plaza sur está asociada
a plataformas bajas, o estrados, adosadas al muro oeste. Esta plaza tiene comunicación con,
posiblemente, el frente lateral de la pirámide principal mediante un corredor de 10 metros de
ancho ubicado en el lado sur del amurallamiento.

5. El atrio o plaza de la rampa. Tiene 50 x 30 metros y contiene a la rampa de acceso para la


pirámide principal y la mayor parte del frontis principal de esta (Figura 8).

Figura 8. Rampa de Acceso a la Plataforma Piramidal.

6. La plataforma piramidal. Es el ediicio principal y mayor del conjunto amurallado, solo el


volumen piramidal mide: 66 x 50 x 12 metros mientras que la rampa principal 45 x 10 metros.
Este ediicio tiene dos niveles básicos: uno inferior y otro superior, y al centro un desnivel
de planta rectangular. En la parte superior se ha registrado parte de al menos tres recintos
amplios, con evidencias de pintura roja en sus muros, los cuales están interconectados por un
corredor que circunda el perímetro superior.

Materiales y Técnicas de Construcción.


El conjunto está construido con adobes sin marca y argamasa de barro, dispuestos
de cabeza, soga y de canto. Los volúmenes piramidales están elaborados con la técnica de
cámara y relleno o solamente relleno arquitectónico, normalmente las plataformas superiores
son construidas a partir de cámaras individuales a manera de columnas altas de adobes,
simétricamente ubicadas, que luego son interconectadas con muros simples unas con otras,
para luego ser rellenadas con adobes asentados, intercalados con capas de relleno de tierra
y grava. En algunos casos se han registrado ofrendas de sacriicios humanos individuales u
objetos artesanales al interior. Finalmente, los espacios vacíos, entre cámaras, son cubiertos con
relleno semicompacto de tierra y grava. Las plataformas inferiores solo contienen sucesivas
capas de relleno de tierra y grava, en otros casos estos presentan cámaras bajas de construcción
precaria como sucede en las rampas de acceso que presentan esta técnica.

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Se han hallado dos remodelaciones básicas en el volumen piramidal, la más antigua


presenta dos niveles ascendentes de este a oeste y la más tardía sobreeleva el ediicio en sus
dos niveles, aunque esta vez se crea un espacio a desnivel entre ambas plataformas. En este
caso, no se observan cambios en materiales y técnicas constructivas, y aparentemente tampoco
cambios en los materiales arqueológicos.

De manera general, la arquitectura de los conjuntos amurallados muestra sobriedad en


su construcción y funcionalidad en el diseño de integración de sus componentes.

Las áreas norte 1 y norte 2.


Fuera del Conjunto Amurallado1, hemos excavado las denominadas área norte 1 y área
norte 2 (Figura 3).

Área norte 1. Se ubica a unos 100 metros al norte de la Huaca Principal y corresponde a una
amplia terraza de 80 x 50 metros donde destaca un pequeño montículo que parece representar
a una plataforma piramidal, en cuyo entorno se ubican una serie de construcciones cubiertas
por arena que impide su observación supericial. Las excavaciones en el extremo sur de este
conjunto registraron, de manera parcial y total, cinco recintos que parecen estar controlados
por una estructura en “U” ; sobre todo algunos que tienen apariencia de depósitos (Figura
9). En esta área se localizaron nucleados más de dos centenares de fragmentos de un mural
policromo, con improntas de caña en el reverso, que contenían importante información
iconográica (Figura 16). Esta área también evidenció una fase remodelativa.

Figura 9. Área norte 1.

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Área norte 2. Se encuentra a unos 310 metros al noreste de la plataforma piramidal 1 y


corresponde a un montículo bajo de unos 50 x 40 x 1 metros Aquí se excavaron de manera
parcial y total 10 recintos de planta cuadrangular interconectados entre sí de manera directa,
al interior de cada uno de ellos se registraron de una a tres estructuras en “U” con plataforma
baja al interior. En un caso hay una sola estructura en “U”, la cual tiene un pequeño ambiente
conexo, y además presenta un muro nichado, sin evidencias de pintura, ya que ningún recinto
muestra enlucido. En dos casos hay evidencias de actividad doméstica con la presencia de
fogones o cocinas de suelo. Las evidencias apuntan a que estos recintos tuvieron función
residencial de carácter doméstico (Figura 10).

Figura 10. Área norte 2.

De manera general, estas dos áreas del entorno al conjunto amurallado 1, parecen
haber cumplido funciones distintas entre sí: una de carácter administrativo-ceremonial y otra
residencial, lo cual sugiere que por lo menos una de estas no era una práctica exclusiva de los
ocupantes del conjunto amurallado. Por otro lado, los materiales de medición cronológica no
muestran mayor diferencia entre ellos.

La Cerámica.
La cerámica diagnostica del sitio, es afortunadamente elocuente y su muestra la hemos separa-
do de acuerdo a sus caracteres estilísticos (Castillo, 2010). De esta manera tenemos:

1. La cerámica de estilo local (Mochica) (Figura 11).

2. La cerámica de estilo foráneo (Wari derivado) (Figura 12).

3. La cerámica de estilo transicional (Figura 14).

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1. La cerámica de estilo local (Mochica). Corresponde a vasijas de mediana calidad, y en


ellas se observa claramente el estilo Moche para formas de jarras escultóricas, botellas de
cuerpo lenticular y gollete tubular o divergente, con asitas en la unión del cuello con el cuerpo,
base plana y la decoración es de líneas negras, en motivos geométricos, solo en fondo rojo
natural, o botellas escultóricas negras con tendencia al tipo cara - gollete o cuello eigie. Es
notoria la ausencia de estilo de línea ina y aún la forma de botellas de asa estribo.

a b

c d

e f

Figura 11. Vasijas del estilo Mochica.

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2.- La cerámica de estilos foráneos (Wari derivado). Hay predominancia de formas de va-
sos, algunos de tamaño bastante grande, otros tienen una banda aplicada cerca al borde, los
cuales se presentan en variedad de tamaños, cocidos a horno abierto o cerrado y algunos tie-
nen silueta compuesta de cuerpo aproximadamente esférico y cuello largo divergente. Estos
últimos cocidos a horno cerrado, que en todos los casos muestran manchas de cocción. Del
mismo modo se observan vasijas domésticas de doble cuerpo vertical. Hay la presencia de
fragmentos de cerámica ina polícroma, para formas escultóricas de personajes ataviados con
prendas que muestran diseños en escaques, así como de botellas decoradas con bandas hori-
zontales de chevrones en el borde. Es signiicativa la presencia de dos fragmentos pequeños
de botella del estilo conocido en San José de Moro como Moche polícromo.

b
a

c d

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e f

Figura 12. Vasijas (a, b, c, d, e y f) de estilo e inluencia Foránea.

El moche policromo.
Son escasos los fragmentos pero se observa como una cerámica de buen tratamiento de
supericie, decorada con representaciones propias de la iconografía moche en línea ina, pero
con una variedad de colores que incluye el rojo, crema, anaranjado, blanco, plomo y negro
(Figura 13).

Figura 13. Fragmento del estilo Mochica Polícromo.

3. La cerámica de estilo transicional. Existe una marcada tendencia a elaborar botellas del
tipo cara-gollete, así como de botellas de golletes divergentes con representaciones de nec-
tandras en el puente. Tienen el cuerpo angular a la altura del Ecuador y representaciones
geométricas incisas o bajo relieves moldeados, con base plana. Otras tienen representaciones
escultóricas de sapos en los extremos del puente que están laqueando, posiblemente, a una
imagen central. Hay también vasos cubilete pequeños, decorados con cuatro rostros en relieve
del mismo personaje en el su entorno.

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a b

c d

Figura 14. Vasijas del estilo Transicional.

En resumen, esos estilos coexisten y son manifestación clara del proceso de cambio
que se estaba gestando en este pueblo Moche. Por un lado la ausencia de la cerámica oicial
representada por el estilo de línea ina, que en resumidas cuentas es la cerámica de proselitismo
religioso de esta sociedad, por otro lado la presencia de un estilo foráneo puro y otro derivado,
con formas extrañas al sitio y inalmente la muestra de una cerámica de aspecto fusional, que
no es otra cosa que la evidencia de la gradual pérdida de control político y religioso de la
sociedad local, por inluencia de una tradición foránea que se va relejando en la cristalización
de un estilo nuevo, muestra de un ordenamiento nuevo que seguramente iba calando en las
nuevas generaciones de aquel entonces.

4. Cerámica Tardía. después de abandonado el sitio, cuando se encontraba totalmente


cubierto de arena, fue utilizado como lugar de enterramientos, encontrándose entierros con
vasijas Lambayeque o Sicán Medio y otros con vasijas Chimú (Shimada 1990).

a b

Figura 15. Vasijas del estilo Lambayeque.

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La iconografía mural
Se ha observado en tres áreas del complejo:

1. En el área norte 1 (del sector norte), mediante el registro de un mural policromo


colapsado.

2. En el corredor de acceso al conjunto amurallado 1 (sector norte) a través del registro


de tres “Graitis”.

3. En la plataforma piramidal principal del Conjunto Amurallado 4 (Huaca Blanca del


sector sur) mediante el registro de murales y relieves polícromos.

1. El mural polícromo colapsado del área norte 1.


Sobre el piso escalonado del recinto 4 del área norte 1 se registraron más de dos
centenares de fragmentos de un mural policromo colapsado, cuyo recojo sistemático permitió
recomponer, en parte, los rostros de 5 personajes cuyos caracteres y ornamentación, permitió la
identiicación de algunos de ellos dentro de la sistematizada iconografía Moche de personajes
y deidades (Donnan 1978). A juzgar por los fragmentos (que tienen improntas de caña), el
mural tiene una supericie bien acabada y un espesor promedio de 18 centímetros, la supericie
principal está pintada de rojo, la parte posterior de amarillo (sin diseños) y los lados de color
negro (Figura 16).

Figura 16. Fragmentos de Mural Polícromo, registrados en el área norte 1.

La técnica de elaboración del mural se inició con la aplicación de la base roja (el
primer color de un total de siete), y luego se trazó el diseño con posiblemente carboncillo o
tiza, para luego continuar con el color amarillo (que son los dos colores principales), luego
indistintamente se aplicó el marrón, el plomo, el gris, para después continuar con el blanco y
inalmente el negro que básicamente se utilizó para delinear las imágenes.

A partir de la recomposición de los fragmentos del mural hemos obtenido de forma


parcial el registro de cinco rostros de personajes, de los cuales cuatro se muestran de peril
y uno de frente. De los cuatro, tres miran a la izquierda y uno a la derecha. Los hemos
clasiicado en orden alfabético empezando por aquel que mira a la derecha (Donnan ob. Cit.)
(Figuras 17 - 19).

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Figura 17. Personaje “A”. Figura 18. Reconstrucción del Personaje “A”.

Personaje A. Es el rostro recompuesto más completo, tiene tocado semicircular blanco,


que se encuentra ijado a una vincha de color plomo azulado, un penacho de tres plumas se
dirigen hacia atrás, una orejera que pende de la vincha y el rostro pintado de dos colores en
rojo y amarillo, donde destaca el ojo de una forma bastante aproximada al tipo de ojo alado,
mientras que la boca abierta muestra una dentadura cerrada, sin colmillos, en actitud de enojo.
Es de notar que cerca de la boca se observa un objeto como un apéndice curvado hacia él. De
la parte frontal salen unos rayos que culminan en círculos concéntricos pintados de marrón y
amarillo (Figuras 17 - 19A).

Figura 19. Propuesta reconstructiva parcial de mural polícromo, registrado en el área Norte 1

Personaje B. Está mirando hacia la izquierda y por el momento tenemos un solo


fragmento de su rostro, donde se muestra parte del tocado seguramente semicircular, de color
amarillo decorado con volutas, sobre una vincha de color plomo azulado. El rostro está pintado
en los clásicos amarillo adelante y rojo detrás, se observa el ojo alado y parte de la orejera
(Figuras 19B - 21).

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Figura 20. Personaje “B”. Figura 21. Digitalización parcial del Personaje “B”.

Personaje C. De recomposición parcial, se observa todo el tocado en tres penachos de


bandas anchas de color blanco, decorados con círculos de color que culminan en bandas de
color marrón rematadas en tres círculos amarillos; los cuales se ijan sobre una vincha de color
gris azulado decorada con círculos. Del rostro se observa solo parte del ojo y parte de la nariz,
pintado de amarillo. A los lados de la cabeza se representaron unos objetos largos de varios
cuerpos que terminan en apéndices curvos (Figuras 19C, 22 y 23).

Figura 22. Personaje “C”. Figura 23. Reconstrucción parcial del Personaje “C”.

Personaje D. De recomposición parcial, se muestra el tocado semicircular de color


amarillo, ijado sobre una vincha plomo azulado, el rostro con los colores amarillo y rojo, la
nariz y la boca mostrando los dientes cerrados en actitud de enojo. Esta imagen también tiene
rayos que se proyectan de la parte frontal, que culminan en objetos pallariformes de color
blanco. Este personaje claramente muestra la representación de una copa delante de él, de la
cual emerge un objeto circular con un apéndice curvo en la parte superior (Figuras 19D, 24 y
25).

Figura 24. Personaje “D”. Figura 25. Reconstrucción parcial del Personaje “D”.

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Personaje E. Es el único mostrado de frente y se observa la mitad izquierda de su


rostro pintado de rojo oscuro, el ojo alado, la boca mostrando la dentadura con las comisuras
ligeramente levantadas y la nariz de color amarillo. Al costado dos círculos alineados
verticalmente, a manera de orejeras amarillas y un tocado cónico que remata en un círculo
plomo (Figuras 19E, 26 y 27).

Figura 26. Personaje “E”. Figura 27. Digitalización del Personaje “E”.

No se ha intentado continuar con la recomposición hasta que los fragmentos de este


mural terminen su tratamiento de conservación o sea de consolidación y ijación de color. Sin
embargo hay muchos fragmentos más que son parte de copas, extremidades, bocas, parte de
animales como ciempiés, escorpiones y también imágenes solares que están en fragmentos de
corte semicircular (Figuras 28 y 29).

Figura 28. Imagen Solar. Figura 29. Reconstrucción de imagen solar o


estelar.

Es notorio observar en estos personajes que, aparte de mostrar algunos cambios


estilísticos, donde lo más resaltante es el tipo de ojo mostrado, además de las orejeras que
en conjunto se asemejan a las mascaras Lambayeque (De Lavalle 1989), su composición
es temática, y debería estar representando una variante del ceremonial de La Presentación
(Donnan, ob.cit.) a juzgar por la inclusión de copas y de la identidad de ellos a partir de la
indumentaria que muestran, caso del personaje rayado y el personaje femenino conocido como
el Personaje C o la Sacerdotisa (Castillo y Donnan 1994).

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2. Los graitis del corredor de acceso.


Los más completos son tres y se ubican al extremo oeste del corredor de acceso, cerca
del vano de ingreso a la rampa de ascenso a la pirámide principal (Figura 30).

Figura 30. Ubicación de los Graitis en el Corredor de Acceso.

El Graiti 1. Corresponde a la imagen completa de un personaje dispuesto de peril de 40


centímetros de altura, que formó parte de una escena más amplia, que a manera de procesión
se dirige al vano de acceso a la rampa principal (Figura 30).

El personaje muestra un tocado compuesto por tres penachos que culminan en un borde
aserrado y remata en tres círculos cada uno, que están ijados a una vincha. El rostro presenta
una nariz recurvada, la boca mostrando la dentadura y el ojo un tanto imperceptible. El cuerpo
está cubierto por una camiseta larga que llega a las rodillas, sobre el cual hay dos apéndices
largos a maneras de trenzas, los brazos son también imperceptibles, mientras que hacia la
espalda tiene unas proyecciones horizontales, a maneras de bandas decoradas con semicírculos
concéntricos, que seguramente están representando alas. Los pies se observan como vistos en
planta y un círculo se dispone en rodillas y tobillos (Figuras 31 y 32).

Es posible que este personaje este formando parte de un séquito que se dispone a ascen-
der por la rampa portando copas.

Figura 31. Graiti 1, la sacerdotisa de Huaca Figura 32. Digitalización parcial del
Bandera. Graiti 1.

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El Graiti 2. Es una imagen completa que está compuesta por dos personajes enfrentados, de
50 centímetros de alto y 70 centímetros de ancho que está ubicada en el respaldar del altar o
asiento Nº 1, en el corredor de acceso, muy cerca del vano de ingreso a la rampa principal
(Figura 30). Se trata de dos guerreros que visten de manera muy similar, ambos tienen tocados
semicirculares con dos apéndices divergentes, ambos tienen tres penachos o plumas que se
dirigen hacia atrás, los rostros son imperceptibles, uno de ellos evidencia barbiquejo y orejera,
a la altura del cuello, los dos muestran un collar de círculos. Los torsos están cubiertos por
una camiseta corta, el Personaje A del lado derecho empuña una porra con la mano izquierda
que descansa sobre su hombro, de la cual pende una bolsa o textil (aunque podría tratarse
de alas?), mientras que el brazo derecho está dirigido hacia adelante portando una copa de
la cual emerge un objeto circular; las piernas en actitud de movimiento presentan pies como
observamos en planta; tiene evidencia de círculo en la rodilla. El Personaje B de la izquierda,
también sostiene una porra, pero con la mano derecha que en actitud de reposo descansa sobre
su hombro, igualmente porta una camiseta corta y en la espalda unas alas esquematizadas.
El brazo izquierdo hacia adelante porta una copa que observa un círculo en la parte superior.
Las piernas ligeramente lexionadas y los pies geometrizados se muestran como vistos en
planta; con círculos en rodillas y tobillos y bandas horizontales a la altura de la pantorrilla.
Sobre ambos personajes se ubica una serpiente geometrizada, que se orienta con el Personaje
A (Figuras 33 y 34).

Figura 33. Graiti 2, Dos personajes enfrentados.

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Figura 34. Digitalización del Graiti 2.

Es interesante observar que entre los dos personajes hay una jerarquía que los
particulariza, por su orientación con respecto a la arquitectura, por la serpiente que se orienta
con el Personaje A y porque este es ligeramente más grande que el otro. Por otro lado, el
detalle de las alas identiica al personaje de la izquierda como El Sacerdote en la escena de La
Presentación, en la cual los dos están protagonizando. El estilo del diseño, que aunque no se
observa el tipo de ojos, los pies geometrizados si dan un indicio del cambio estilístico.

El graitis 3. Está ubicado en el corredor de acceso inmediatamente a la izquierda del graitis


2 (Figura 30), tiene 40 x 40 centímetros y está representado por una banda vertical del cual
emergen, hacia lados opuestos, por lo menos cuatro serpientes bicéfalas, dispuestas horizon-
talmente, cuyas cabezas están diseñadas en un estilo bastante geometrizado (Figura 35 y 36).

Figura 35. Graiti 3, Conjunto de Figura 36. Reconstrucción del Graiti 3.


Serpientes Bicéfalas.

De manera general, este segundo ejemplo iconográico está mostrando una persistente
reiteración en el tema de la Presentación (Donnan, 1978) que en este caso está representado
en el núcleo ceremonial del sitio y en la misma ubicación que es mostrado en la iconografía
Mochica conocida. Además, los indicios del cambio estilístico, ya están sugiriendo la etapa
cronológica de su ubicación.

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3. Los murales y relieves del conjunto amurallado 4 (sector sur).


El sector sur es el área más extensa de la zona intangible, y en ella se encuentran tres de
los cinco conjuntos amurallados del complejo, entre ellos destaca el N° 4 conocido localmente
como Huaca Blanca (Figura 37).

Figura 37. Huaca Blanca – Conjunto Amurallado 4.

La cercadura de este conjunto tiene planta rectangular y unas medidas aproximadas


de 260 metros este - oeste, por 100 metros norte – sur, al interior se ubican dos volúmenes
piramidales, en el centro la Plataforma Piramidal 1 (Huaca Blanca) y próxima a la esquina
noroeste del conjunto se encuentra la Plataforma 2. Los otros componentes internos son bastantes
similares al Conjunto Amurallado 1, investigado la temporada anterior. Aquí encontramos un
vano de ingreso al Conjunto que conduce a un corredor, que a su vez conecta con la Rampa
Central de acceso al volumen principal. Esta plataforma piramidal mide aproximadamente 55
metros este – oeste, por 40 metros norte sur y 10 metros de altura, tiene tres niveles accesibles
por rampas centrales de las cuales la principal tiene unos 30 metros de largo por 5 metros de
ancho (Figura 38).

Figura 38. Conjunto Amurallado 4 - Huaca Blanca.

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Aquí se reaperturó y amplió el área de relieves registrada el año 1995 (Narváez 2011),
en esta ocasión se ha podido documentar la esquina suroeste del ambiente de los relieves
documentando 4 personajes completos, uno en el muro sur que se orienta hacia el oeste y 3 en
el muro oeste que se orientan al norte. Obviamente los personajes nuevos muestran las mismas
características de los anteriores, excepto que hay variantes en la alternancia de los colores y
la mencionada orientación inversa, su longitud promedio es de 0.50 metros Actualmente, son
estas nuevas imágenes las únicas conservadas en todo el ambiente de relieves, donde el muro
oeste tiene una longitud total de 14.70 metros y el muro sur solo conserva 0.80 metros de largo,
en este caso debido a que fue cortado en la última remodelación del ediicio.

Huaca Blanca presenta dos fases constructivas, cada una de ellas subdivididas por lo
menos dos momentos, uno de los cuales remodela el anterior. Los relieves corresponden a
la primera fase constructiva, y dentro de ella al momento de remodelación. Aun no tenemos
contextos ceramograicos seguros de estas fases constructivas, debido al elevado nivel de
disturbamiento de la plataforma piramidal.

Ambas muestras corresponden a dos momentos consecutivos de la ocupación más


antigua del ediicio principal, que se ubica en la plataforma superior de este.

Los Murales. Están ubicados en el ambiente culminante de la pirámide (“La Sala de los Mura-
les”) que está compuesto de tres lados, abierto al este, acorde con la orientación del conjunto,
cuyas medidas son de 36.17 metros x 16 metros.

Sobre el muro de fondo de este ambiente, al oeste, se diseñaron por lo menos dos hileras
superpuestas de nichos de aproximadamente 19 unidades cada una, los nichos miden como
promedio 80 x 80 x 80 centímetros y su separación es de 90 centímetros como promedio.

La parte central del muro estaba totalmente destruida y presentó un forado, al parecer
de manufactura prehispánica, de 2.50 metros que impidió observar el comportamiento del
diseño en esta parte, sin embargo, hay que advertir que la cantidad de nichos es proyectado de
acuerdo a la cantidad del espacio disponible.

La técnica de construcción de los nichos es conseguida a partir de la construcción de un


doble muro, donde el delantero tiene 80 centímetros de espesor, y el posterior 20 centímetros
que cierra el fondo de ellos. El muro nichado tiene una orientación norte- sur y su cara prin-
cipal se dispuso hacia el este, al extremo sur se interrumpe para permitir un vano de acceso,
espacio que debió restar para el nicho veinte, cosa que no debió ocurrir en la hilada de nichos
superpuestos.

El muro nichado fue pintado con colores alternos, dividido en tres segmentos, las
fachadas donde se ubican los 5 nichos de ambos extremos fueron pintados de crema y donde
se ubican los 10 del centro pintadas de rojo, esto es en la hilera de nichos inferior, en la superior
los colores se invierten. Asimismo, en una fachada roja el interior de los nichos es crema y en
una fachada crema el orden se invierte. En los espacios cuadrangulares de color crema, entre
nichos, se plasmaron imágenes repetitivas de personajes de peril en paneles individuales, que
de acuerdo a la evidencia actual están ordenadas de tal manera que semejan dos procesiones

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Manuel Curo Chambergo / Jorge Rosas Fernández

simétricas, opuestas, que marchan hacia la parte central del muro. Las evidencias, por el
momento, solo se observan en las fachadas de color crema y lamentablemente no sabemos que
ocurrió en la parte central del muro nichado por estar destruido. Lo último que sabemos de
esta estructura, que está en proceso de excavación, es que al interior de los nichos también se
encuentran representaciones de personajes que respetan el orden de orientación y disposición
de los anteriores, y que podrían tratarse de porras antropomorizadas.

La imagen representada en la fachada corresponde a un felino antropomorizado, mos-


trado de peril, que presenta un tocado de doble penacho sujetado a una vincha, un rostro felí-
nico que esta mostrando colmillos, orejeras circulares, un collar de cuentas esféricas, el torso
está cubierto por una camisa corta ornada con diseños escalonados, en la cintura muestra una
faja o cinturón ornado con lentejuelas, el brazo izquierdo dirigido hacia adelante sujeta dos
dardos o lechas con puntas aserradas, mientras que el brazo derecho lexionado hacia atrás
toma una estólida; las piernas en actitud de movimiento muestran tatuajes en rodillas y panto-
rrillas, y por último los pies se muestran como garras de cuatro dedos. La realización del mural
en este caso se consiguió a partir de un diseño inciso en el empaste de barro, para luego pintar
los cinco colores identiicados, iniciando por el rojo o amarillo, luego el plomo, el blanco y
inalmente el delineado en negro (Figura 39 y 40).

Figura 39. Felino antropomorizado. Figura 40. Felino antropomorizado


digitalizado.

De manera general podemos decir, que la técnica mural en este caso ha variado, que
la gama de colores usados ha disminuido (en comparación con el mural colapsado del sector
Norte), y que el diseño y ordenamiento también ha variado notablemente, sin embargo los
caracteres de los personajes mantienen su esencia Mochica.

En 1972, Donnan reportó los murales de Huaca Facho, un sitio que se encuentra a
unos 16 kilómetros al este de Huaca Bandera, en la misma margen del rio La Leche y las
características de él son bastante aproximadas al nuestro, tanto en el aspecto arquitectónico
como de diseño artístico. Las diferencias se dan en el nivel de orientación del ambiente de

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Complejo Arqueológico Huaca Bandera: Un sitio transicional Moche - Lambayeque

los nichos, que para el caso de Facho se dispone al sureste y en nuestro caso al este, además
la longitud de los espacios entre nichos en Facho es de aproximadamente 50 centímetros,
mientras que en Huaca Blanca es de 90 centímetros. hecho que impidió probablemente en el
primer caso no representar imágenes al exterior de los nichos.

Por otro lado, las impresiones de Donnan con respecto a las implicancias de las
particularidades de los murales de Facho son totalmente valederas, al identiicar a la inluencia
Tiawanako o Wari como responsable de los cambios sociales y religiosos observados en el
sitio, los cuales se dieron, según él, hacia los años 800-850 d.C. durante la parte inal de la
época 1B del Horizonte Medio (Donnan 1972).

Las diferencias entre las dos maneras de concebir murales, técnica y conceptualmente,
al interior del complejo arqueológico (sector norte vs. sector sur), advierte la posibilidad de
cambios rápidos en el sitio o del manejo Bipartito de él. La sala de los Murales fue modiicada
luego con la construcción de una estructura de tres lados, abierta hacia el este, con banqueta
interior, que se antepuso al muro nichado y que estuvo decorada con relieves, (Narváez y
Rosas 1996) (Figura 41).

Figura 41. Murales y relieves policromos.

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Manuel Curo Chambergo / Jorge Rosas Fernández

Estos corresponden a un friso registrado en dos de los tres lados de la estructura


mencionada, donde a manera de cenefa se dispuso una hilera de personajes antropomorfos,
dispuestos horizontalmente, que dependiendo de su ubicación convergen desde lados opuestos
a un punto del interior de la mencionada estructura de tres lados (Figura 42).

Figura 42. Detalle del friso de Huaca Blanca.

Por vez primera aparece la técnica del relieve como elemento decorativo de carácter
ceremonial en el sitio. Finalmente, esta fase de murales y relieves fue sepultada por una última
remodelación del ediicio que terminó por destruir parcialmente las estructuras ornamentadas.

Conclusiones.
El asentamiento arqueológico se ubica en un área marginal del aparato productivo de
los valles de Lambayeque. Las evidencias sugieren que el sitio fue ocupado por única vez, du-
rante la parte tardía de la época 1 B y la época 2 del Horizonte Medio por un lapso de tiempo
relativamente breve. La élite que administró el sitio, era un grupo mochica en franco proceso
de cambio, que sin embargo reiterativamente representaba en murales y graitis la ceremonia
de la Presentación. El diseño y ordenamiento del mural de Huaca Blanca, en el complejo
Huaca Bandera, similar al reportado en Huaca Facho, advierte el proceso de cambio social y
religioso de la época. La cerámica, entre sus tres estilos presentes, muestra la ocurrencia de un
estilo foráneo que inluyo decisivamente en el estilo local para iniciar uno nuevo. La evidencia
iconográica presente en murales, graitis y relieves ilustra dos diferentes concepciones, uno
expresado en temas o escenas y el otro encuadrado en paneles cuya disposición advierte un
proceso de cambio social al interior del complejo arqueológico Huaca Bandera. De esta ma-
nera se sientan las bases para ese nuevo orden, que culminaría luego con la formalización de
la Cultura Lambayeque.

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