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“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

CAPÍTULO I INTRODUCCIÓN

“La conservación es el medio a través del cual preservamos.


Es un acto de fe en el futuro”.
Philip Ward, 1982

El presente trabajo se desarrolla dentro del plan de Pasantía Institucional correspondiente


a la Carrera de Técnico Universitario en Documentación y Museología Arqueológica dirigida por la
Doctora Lorena Cohen y co-dirigida por el Doctor Carlos Angiorama. El tema a tratar es
“Conservación preventiva y curativa de Metales arqueológicos” a realizarse en el Área de
Conservación y Reserva del Instituto de Arqueología y Museo de la Universidad Nacional de
Tucumán.
El plan de trabajo consiste en un primer acercamiento a los materiales para realizar el
diagnóstico de los mismos y observar los rastros de deterioro para identificar los agentes que los
causaron y a tal fin se analizarán microscópicamente residuos desprendidos de algunas piezas. A
partir de esto se realizarán actividades de conservación preventiva y, eventualmente, curativa. Por
otro lado, se llevará a cabo una actividad experimental aplicando técnicas de conservación
curativa sobre material actual para evaluar posibilidades y limitaciones de los mismos.
La actividad más importante del trabajo radica en el diagnóstico del estado de
conservación de las piezas, contemplando un lapso aproximadamente de 15 años desde que
fueron embaladas y el cambio del Sistema de Guarda de las piezas dentro del marco de la
conservación preventiva. Además, se brindan propuestas de monitoreo de las condiciones del
ambiente e intervenciones a futuro que permitirán conocer mejor determinadas características del
material, composición o decoración.
Las discusiones académicas entre intervenir y no intervenir o cómo intervenir los objetos
arqueológicos vienen de larga data. La intervención directa o indirecta está sustentada por la
fragilidad de los restos arqueológicos que obliga a que se tomen todas las medidas necesarias
para minimizar el impacto y deterioro que implica el cambio de ambiente y la exposición a agentes
naturales y antrópicos, a través de planes de conservación (Pérez-Juez Gil, 2006).
Todo museo desarrolla sus programas y actividades respondiendo a tres funciones
básicas: la preservación, la investigación y la comunicación (DeCarli, 2004). Es importante
recalcar que si no se realiza una preservación adecuada va a ser imposible que las colecciones
perduren en el tiempo para futuras investigaciones y por lo tanto va a imposibilitar la comunicación
a otros actores sociales y a la comunidad.

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Todo el desarrollo de la Pasantía Institucional pone en relevancia la necesidad de


establecer parámetros para la Conservación Preventiva, más que nada orientada, a la protección
de aquellas piezas que son muy frágiles y que necesitan un sistema de guarda más adecuado
para que la pieza se mantenga para generaciones futuras de investigadores.

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CAPÍTULO II PROBLEMÁTICA

“Los museos son lugares donde el tiempo se transforma en espacio”.


Orhan Pamuk

2.1- LOS METALES DEL ÁREA DE RESERVA DEL IAM

El acervo patrimonial de aproximadamente 7.800 piezas con las que cuenta el Instituto de
Arqueología y Museo de nuestra Facultad es uno de los más importantes del país debido a su
riqueza en objetos arqueológicos y etnográficos, pero además por contar con la documentación y
fichas que se utilizaron en el transcurso de los 90 años que lleva la misma. El potencial de
información que ofrece dicho acervo, sistematizada en gran parte en una base de datos digital,
permite realizar una historia completa de las piezas estudiadas y así reconstruir su forma de
hallazgo, uso, exposición o estudios que se le hayan realizado.

Del total de piezas que posee el IAM, sólo 289 corresponden a metales de cobre, plata u
oro. Los mismos presentan diferentes grados de conservación y de fragmentación por lo que las
actividades que se llevarán a cabo están orientadas a la estabilización y prevención de futuros
deterioros. De los datos obtenidos desde la base de datos se establece que el 75% de los metales
se encuentran en un estado de conservación “regular”, el 15% en estado “bueno” y e 10% en
estado “malo”. En lo que respecta a los estados de fragmentación, el 65% se encuentra “no
fragmentado” y el 35% se encuentra “fragmentado”.

2.2- OBJETIVOS

 Objetivo General:
Diagnosticar y mitigar, mediante acciones concretas, el deterioro en los
metales arqueológicos dentro del Área de Reserva y Conservación del
IAM.

 Objetivos Particulares:
Determinar los procesos de deterioro causales en las piezas
arqueológicas de metal.

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Evaluar el estado de conservación y, de acuerdo a éste,


reconsiderar el Sistema de Guarda.

Controlar los aspectos vinculados al registro y documentación de las


piezas analizadas.

Evaluar la eficacia de intervenciones experimentales de


conservación curativa sobre material actual para estimar su
resultado en material arqueológico.

Realizar intervenciones experimentales sobre residuos desprendidos


de las limpiezas de material arqueológico, para determinar acción de
microorganismos en los mismos.

Generar un protocolo para el tratamiento de los residuos


desprendidos de la corrosión de los metales, para lograr un
microanálisis.

Proponer un plan de acción a futuro para seguir realizando estudios


a los metales.

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CAPÍTULO III MARCO TEÓRICO-CONCEPTUAL

“La conservación es entendida ahora abarcando tanto


la preservación como la restauración”.
Sarah Staninford, 1984

3.1- INTRODUCCIÓN

Los metales arqueológicos presentan muchos retos por el deterioro imparable que suelen
presentar. Esto lleva a que se tengan que tomar medidas cautelosas en los procesos de
conservación in situ o de restauración en el laboratorio y en el mantenimiento de condiciones
apropiadas para garantizar una conservación preventiva exitosa.
El patrimonio histórico y arqueológico es una herencia del pasado que pertenece a una
comunidad y que constituye su historia, por lo tanto se debe garantizar la protección a estas
manifestaciones culturales.
La preservación del patrimonio es una necesidad urgente y de preocupación y ocupación
en casi todas las instituciones (Alonso Fernández, 1999). Todo Patrimonio se genera localmente y
es producido en un espacio y tiempo determinado, por lo tanto depende para su transmisión y
preservación de la comunidad en la que se encuentra y que está involucrada con su desarrollo
(DeCarli, 2004).
Las actividades que se realizarán estarán en relación con la Salvaguarda de las piezas. Se
definen de esta manera, según la Carta del Restauro de 1972, a las medidas de conservación que
no impliquen la intervención directa sobre los objetos sino que se actúe sobre los factores que
causan las degradaciones y los afectan como son la humedad, temperatura, exposición a la luz,
contaminantes y agentes biológicos. Estas acciones de conservación buscan salvaguardar el
objeto y el testimonio histórico del mismo con la mínima intervención posible, por lo que los
trabajos que se realicen sobre ellos deben quedar registrados en memorias, fotografías e informes
para poder replicar los procedimientos, revertirlos cuando sea necesario y aportar a la historia del
objeto patrimonial, que requiere ser conocida.
A continuación, señalaremos los procesos de deterioro que intervienen sobre los metales.

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3.2- CORROSIÓN EN METALES

La corrosión es un tipo de reacción química llamada reacción de oxidación-reducción, que


se produce sobre un metal para formar productos más estables (óxidos), los cuales acaban por
arruinar o degradar el objeto metálico. Para que se produzca una reacción debe haber intercambio
de partículas entre los reactivos. Por ende, si una sustancia pierde electrones, necesariamente
tiene que haber otra que los gane. Un agente oxidante es la sustancia que oxida a otra, es decir,
que toma sus electrones y por tanto se reduce. Un agente reductor es la sustancia que reduce a
otra, es decir, que le cede sus electrones y por lo tanto se oxida (Fernández, 2010).
El estado metálico se encuentra en desequilibrio termodinámico. Los metales parecen
estables pero si los observamos en períodos largos de tiempo cambian, envejecen, reaccionan
con el medio para revertir a sus formas originales de óxidos. La corrosión se presenta afectando a
los metales en su estructura según una serie de procesos que tienen lugar en la pieza
(Fernández, 2010).
Las corrosiones que se producen sobre los metales pueden ser:
- Corrosión generalizada: tiene lugar de forma uniforme en toda la superficie expuesta de la
pieza. El material original pierde espesor transformándose en una capa de productos de corrosión
de mayor volumen que el original (Fernández, 2010).
- Corrosión localizada o picadura: se limita a áreas específicas difíciles de predecir. Se
producen huecos o fisuras que llegan a atravesar la pieza (Díaz, 2004).
- Corrosión bajo tensión: corrosión localizada que se debe a la acción combinada de dos
factores: las tensiones externas o internas (residuales de la fabricación del objeto o defectos
internos) y el medio específico (temperatura, tipo de metal, ambientes de cloruros, etc.) (Díaz,
2004).
- Corrosión microbiológica: es debida a la presencia de microorganismos, fundamentalmente
bacterias, que en su metabolismo generan productos oxidantes. La presencia de agua y calor
potencia el desarrollo de actividad microbiológica (Fernández, 2010).

Corrosión de la plata

En los objetos de plata pueden existir sulfuros como productos de corrosión debido a la
presencia de ácido sulfhídrico en la atmósfera como contaminante. Ello provoca un deslustrado de
la pieza que adquiere un color oscuro. La restauración de la pieza suele ser sencilla en estos
casos. Más difícil se presenta este proceso cuando existen cloruros en el medio, debido a que el

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mayor tamaño del cristal de cloruro de plata provoca grandes deformaciones en los objetos
(Rivera Díaz, 2004).

Corrosión del cobre


Según Fernández (2010), la corrosión de los metales de cobre pueden ser producidas por:
Nombre Fórmula Color Características
ÓXIDOS
Cuprita Cu2O Rojo, naranja o Este óxido aparece por exposición al aire
morado húmedo en ambientes ligeramente ácidos.
Es la alteración inmediata a la superficie
metálica y generalmente la primera que se
forma.
Tenorita o CuO Negro o gris La tenorita se forma cuando el objeto se
melaconita acerado calienta lentamente hasta alcanzar
temperaturas elevadas y en presencia de un
pH alcalino. Se inicia siempre a partir de la
cuprita, nunca sobre el cobre puro, y
frecuentemente aparece asociado con ella.
Es un compuesto raro de las pátinas
naturales, asociado a objetos arqueológicos.
Su presencia indica que el objeto durante su
vida útil estuvo sometido al calor, que ha
formado parte del ajuar en rituales de
cremación o que ha sufrido un incendio.
CARBONATOS
Malaquita CuCO3•Cu(OH)2 Verde oscuro Se forma únicamente en suelos y es uno de
los compuestos más comunes en los
metales arqueológicos de base cobre. La
primera formación que aparece sobre el
metal suele ser la cuprita y es sobre esta
capa donde puede aparecer malaquita.
La malaquita sometida a temperaturas
superiores a 400ºC se descompone,
transformándose en tenorita.
Azurita 2CuCO3.Cu(OH)2 Azul Se encuentra en aleaciones de cobre en
suelos y a temperaturas superiores a 300ºC
se descompone transformándose en
tenorita.
Calconatronita Na2Cu(CO3)2•3H2O Azul claro Compuesto pulverulento y de muy poca
brillante o azul dureza. Puede aparecer en suelos muy
verdoso básicos. El cobre en presencia de carbonato
y bicarbonato de sodio puede formar
calconatronita.
Auricalcita, (Cu,Zn)5(CO3)2 Verde pálido La auricalcita se puede encontrar como
Auricalcocita (OH)6 perlado producto de corrosión en aleaciones de
cobre que contengan cinc (latones).

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Rosasita (Cu, Zn)2CO3(OH)2 Verde a azul La rosasita, al igual que la auricalcita, se


verdoso o en puede encontrar como producto de corrosión
ocasiones azul en aleaciones de cobre que contengan cinc
cielo (latones).
CLORUROS
Nantoquita, CuCl Verde pálido o Generalmente se encuentran tanto por la
Nantokita grisáceo superficie como por el interior del objeto,
bajo las capas de óxidos y carbonatos, de
manera que su presencia se revela tras la
limpieza, y hace imposible su total
eliminación por medios mecánicos.
Atacamita Cu2(OH)3C1 Muy variable Nunca aparece como una capa uniforme y
desde verde generalmente se encuentra asociado con la
claro brillante paratacamita, de idéntica composición.
hasta verde
casi negruzco
Paratacamita Cu2(OH)2C1 Verde pálido Se encuentra generalmente en forma
pulverulenta o en forma de depósitos
producidos por la hidrólisis y transformación
de la nantoquita.

3.2.1 – LA PÁTINA

Los metales arqueológicos presentan una característica singular en los procesos


corrosivos que les confiere una perspectiva estética respecto de materiales que – a excepción del
oro, plata o platino- es muy apreciada en ámbitos artísticos: la denominada pátina. Su apariencia
cromática supone, además de la significación estética y simbólica, una fuente de información
sobre las propiedades materiales y sus incidencias a través del tiempo. Según Plenderleith,
“Pátina es una forma de incrustación que en condiciones normales de temperatura y humedad, es
dura y no es porosa y tiene, a menudo un atractivo estético en conformidad con su tonalidad y el
juego de colores de minerales de los que se componen” (Plenderleith, 1967). La pátina en los
objetos metálicos puede considerarse como la estructura resultante de los procesos de corrosión .

3.3- CONSERVACIÓN

DeCarli (2004) plantea que la preservación es la planificación y ejecución de actividades y


medidas tendientes a proteger, mantener y acrecentar el patrimonio, y está integrada por:
 Conservación: función que se ocupa de mantener las colecciones en su estado primario,
sin alteración en el tiempo, para garantizar que los objetos no pierdan su función
documental.

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 Restauración: intervención de una fuente primaria documental para devolverle su


integridad estructural de modo que siga cumpliendo su función o permanezca en el tiempo.
 Registro y Documentación: labores abocadas a preservar la información integral de las
colecciones. El registro organiza la información sobre las colecciones y su devenir en el
tiempo y espacio, facilitando el uso racional de ellas. La documentación potencia el
aspecto informativo-comunicativo del museo al colectar la información de fuentes primarias
y secundarias relacionadas con las colecciones, posibilitando cruces de información,
investigación y la conservación de las colecciones.
Y por otro lado, plantea que la investigación es la función que guía la documentación de
las colecciones y el material gráfico y audio-visual asociado. Se basa en el conocimiento y manejo
de las temáticas de las colecciones, estableciendo y desarrollando aquellos significados o
aspectos que son de interés del especialista (DeCarli, 2004).
Según Philip Ward (1982), la Conservación es un conjunto de acciones y aplicaciones de
técnicas mediante las cuales se prolonga la vida de los bienes patrimoniales o especímenes
materiales de interés cultural.
La conservación preventiva es el conjunto de acciones destinadas a detectar, evitar y
retardar la aparición de deterioro en los bienes culturales mediante el control de las condiciones
ambientales, de almacenamiento, de manipulación y exhibición, para garantizar así que no se
deterioren a lo largo del tiempo, de manera que las futuras generaciones puedan acceder a ellas
para su estudio, análisis y contemplación. La misma busca establecer los principios elementales
que deben seguirse para el adecuado mantenimiento, exhibición, almacenamiento y manejo de las
colecciones. Estos residen en el conocimiento detallado de las colecciones, su entorno, el
inmueble y el medio ambiente en el que se encuentran. Así como de las acciones de control y
manejo que realizamos como trabajadores del museo (Ramos et al., 2000)
La primera alusión a la conservación de los objetos extraídos de excavaciones
arqueológicas, se encuentra en el Artículo 21 de la Recomendación de Nueva Delhi de 1956. La
misma se trata de una “recomendación que define los principios internacionales que deben
aplicarse a las excavaciones arqueológicas” aprobada por la UNESCO. En dicho artículo,
establecen la obligación, por parte de la persona autorizada para la excavación, de llevar adelante
la custodia, mantenimiento y acondicionamiento de los lugares, así como la conservación de los
objetos, durante los trabajos de campo y al finalizar los mismos.
La Carta de Venecia de 1964 plantea en su artículo 3 sobre La conservación y la
restauración de monumentos y conjuntos históricos-artísiticos, que ambos tienden a salvaguardar
tanto la obra como el testimonio histórico y en el Artículo 15 se propone una Intervención mínima
para la supervivencia de los objetos. En el Artículo 9, se expone que para cualquier intervención

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que se realice sobre las piezas se debe realizar una etapa de investigación previa para así evitar
conclusiones o trabajos hipotéticos. En el Artículo 16, obliga a la documentación de todos los
trabajos realizados y se exige el conocimiento público de las intervenciones a través de todos los
medios tecnológicos: memorias, informes y fotografías.

3.4- CONSERVACIÓN PREVENTIVA Y CURATIVA

La Carta del Restauro de 1972 y 1987, entienden por Salvaguarda a cualquier medida de
conservación que no implique la intervención directa sobre la obra; se entiende por Restauración a
cualquier intervención destinada a mantener en funcionamiento, a facilitar la lectura y a transmitir
íntegramente al futuro las obras y los objetos.
La salvaguarda consiste en una actuación en la que no se realiza ninguna tarea de
restauración pero se garantiza el estado del objeto a través de una serie de intervenciones sobre
los agentes que causan la degradación de los mismo (embalaje, humedad, temperatura,
incidencia de la luz, polvo). De esta manera, salvaguarda tiene relación con el concepto de
Conservación Preventiva del ICOM que la define como el conjunto de acciones de la conservación
o cuidado de la colección dirigido a evitar al máximo que las condiciones medioambientales
puedan dañar a las obras. Estas operaciones se refieren al medio físico y material, con la
utilización de medios para evitar el deterioro material de los objetos en un museo o en el
contenedor habitual de éstos.
Siguiendo a Ramos (2000), la conservación preventiva es el conjunto de acciones
destinadas a detectar, evitar y retardar la aparición de deterioro en los bienes culturales mediante
el control de las condiciones ambientales, de almacenamiento, de manipulación y exhibición, para
garantizar así que no se deterioren a lo largo del tiempo, de manera que las futuras generaciones
puedan acceder a ellas para su estudio, análisis y contemplación. La misma busca establecer los
principios elementales que deben seguirse para el adecuado mantenimiento, exhibición,
almacenamiento y manejo de las colecciones. Estos residen en el conocimiento detallado de las
colecciones, su entorno, el inmueble y el medio ambiente en el que se encuentran. Así como de
las acciones de control y manejo que realizamos como trabajadores del museo.
Al hablar tanto de Conservación Curativa o de Restauración de los objetos arqueológicos
es necesario definirlas primeramente dentro de los marcos legales internacionales vigentes y
publicados a lo largo de la historia en relación con la importancia que supone la conservación de
los Bienes Culturales para el Patrimonio Nacional y Mundial.
El ICOM define a la Conservación Curativa como “todas aquellas acciones aplicadas de
manera directa sobre un bien o un grupo de bienes culturales que tengan como objetivo detener
los procesos dañinos presentes o reforzar su estructura. Estas acciones sólo se realizan cuando

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los bienes se encuentran en un estado de fragilidad notable o se están deteriorando a un ritmo


elevado, por lo que podrían perderse en un tiempo relativamente breve.”
La Carta del Restauro de 1972 considera la inminente necesidad de crear una normativa
para la conservación y la restauración de los Bienes Culturales. Para Cesare Brandi, la
Restauración es cualquier intervención encaminada a mantenerlos vigentes, a facilitar su lectura y
transmitirlos íntegramente al futuro.
La Carta de Roma de 1987, la restauración es “cualquier intervención que, respetando los
principios de la conservación y sobre la base de todo tipo de indagaciones cognoscitivas previas,
se dirija a restituir al objeto, en los límites de lo posible, una relativa legibilidad y, donde sea
necesario, el uso”.
La Confederación Europea de Organizaciones de Conservadores-Restauradores produce
una definición que es la que mejor engloba, para mí, el significado actual del término: “la
restauración consiste en la acción directa realizada sobre el patrimonio cultural dañado o
deteriorado con el objetivo de facilitar su percepción, apreciación y comprensión, respetando en la
medida de lo posible sus propiedades estéticas, históricas y físicas”.
La Carta Internacional para la Gestión del Patrimonio Arqueológico adoptada por el
ICOMOS en 1990 se establece que “la protección de este patrimonio no puede basarse
únicamente en la aplicación de técnicas arqueológicas. La protección del patrimonio arqueológico
debe basarse en una colaboración efectiva entre especialistas de múltiples y diversas disciplinas”.

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CAPÍTULO IV METODOLOGÍA

“En la investigación es incluso más importante


el proceso que el logro mismo”.
Emilio Muñoz Ruíz

4.1- INTRODUCCIÓN

Se llevará adelante un plan de acción dirigido al diagnóstico del estado de conservación y


a la conservación preventiva. Necesariamente esto requerirá trabajar con el registro y la
documentación de las piezas, como parte de las medidas de salvaguarda antes mencionadas,
para proteger y mantener la integridad de los objetos. Estas acciones permitirán una evaluación
de los cambios en el estado de conservación y los movimientos de las piezas en un recorrido de al
menos 15 años (desde el armado de la nueva base de datos). Las intervenciones de conservación
preventiva implicarán el reacondicionamiento en el sistema de guarda, con cambios de los
antiguos soportes en los casos que sea necesario y se realizará una limpieza mecánica de todos
los objetos, con recuperación de los residuos desprendidos a modo de muestras del material
extraído. Todas las etapas implicarán un registro meticuloso en una ficha de conservación
elaborada a los fines de obtener toda la información posible de las piezas y los procedimientos
implementados (Figura 1).

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FICHA TÉCNICA
I. ESTADO GENERAL DEL OBJETO
1. Descripción general del objeto
N.º de Identificación: Nombre o designación:
Material: Color pátinas:
Dimensiones (diámetro máx.): Dimensiones (ancho máx.):
Dimensiones (espesor): Peso:
Forma:
Técnicas de decoración:
Rastros de fabricación o de utilización:
Inscripciones, marcas:
2. Descripción de las alteraciones mecánicas
Deformaciones:
Desgaste o deterioro:
Fragmentación:
Estado físico del metal:
3. Descripción de la corrosión

4. Descripción de las tareas de conservación preventiva realizadas

5. Información sobre la historia del objeto

Figura 1: Ficha modelo usada para el registro de las actividades de conservación realizadas.

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Las fichas fueron realizadas exclusivamente para este trabajo tomando en cuenta las
actividades de conservación que se iban a llevar adelante y la información que ya se tenía de los
objetos. Es por eso que es necesario destacar ciertos puntos:
 Toda la información que se encuentra escrita en color negro en las fichas corresponde a
los datos que se obtuvieron a través de la base de datos del Instituto de Arqueología y
Museo.
 Toda la información escrita en color rojo corresponde a datos que fueron relevados que no
se encontraban en la fichas de la base de datos; mediciones, pesos o estados de
conservación que se modificaron desde que se elaboró la base de datos; nuevos datos
anexados a las fichas como son la descripción de la corrosión y las tareas de conservación
desarrolladas.
 Las fotos del lado izquierdo que contiene la ficha corresponde a la foto principal que se
encuentra en la base de datos del IAM y que fueron tomadas en el año 2003 cuando se
elaboró la misma.
 Las fotos del lado derecho de la ficha corresponden a imágenes de autoría propias
tomadas luego de realizadas las tareas de conservación a cada uno de los objetos. De
igual manera, se entrega un apoyo digital en el que se encuentran las fotos secundarias y
de detalle de cada uno de los objetos.
 En el caso particular del peso de las piezas, cuando se cuente con dos pesos escritos en
rojo van a significar: el primero la corrección del peso de la pieza con respecto a la ficha de
la base de datos, y el segundo, el peso de la pieza luego de que se le realizara la limpieza
mecánica. En el caso de haber un sólo peso en color rojo, el mismo corresponde a una
corrección del que aparecía en la base de datos.
 En las piezas están exhibidas en las salas de museos, sólo se realizó un relevamiento
visual desde fuera de la vitrina para observar si había alguna situación de riesgo.
Además, se realizará una actividad experimental sobre material actual de bronce que
presenta rastros de deterioro en superficie. Se registrará el estado de conservación inicial y, luego,
se implementarán diferentes métodos de extracción de impurezas como el ultrasonido y la
aplicación de ácidos acéticos, clorhídrico y fluorhídrico, dejando un sector como testigo
Finalmente, se aplicará la consolidación en ciertos sectores con Paraloid B72 al 5% (en acetona).
Se medirán las variables diagnósticas que serán determinadas para esta experiencia. Los
resultados se tabularán comparando la variación entre el momento previo y posterior a la
aplicación de estas técnicas. Esta actividad nos permitirá evaluar los pro y contra que la limpieza
por ultrasonido tienen para los materiales arqueológicos y la posibilidad o necesidad de llevarlos a
cabo en el resto de las piezas de la colección. Dicha experiencia requerirá un monitoreo que

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“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

excederá los tiempos de esta tesis, como así también requeriremos los resultados de composición
de metal que serán obtenidos con posterioridad. Dicho análisis en el laboratorio CIME permitirán
considerar el potencial comparativo de estos procedimientos a aplicaciones a material
arqueológico. Otra experiencia, se enfocará a elaborar, un protocolo de análisis de residuos
desprendidos de la limpieza de las piezas metálicas.
Como la metodología contempla el registro y la documentación, se elaborará un Tesauro
que unifique criterios de categorías técnicas y tipológicas de los artefactos metálicos. También, se
realizará una búsqueda de asociación de las piezas. Se asociarán los pares o partes de piezas
que están sigladas como Materiales Arqueológicos (en adelante MA) diferentes con procedencia o
características físicas semejantes, y se intentará determinar el tipo de objeto al que pertenecen los
fragmentos que se encuentran mediante el remontaje de las piezas. Todas estas actividades
permitirán enriquecer la descripción de cada una de las piezas y a la vez, dejan lugar a próximas
investigaciones en el tema.
Por último, se realizará una propuesta con sugerencias sobre acciones de conservación
preventiva y curativa de metales arqueológicos como así también sobre técnicas que nos permitan
obtener mayor información sobre materiales e iconografía que no es observable a simple vista.

4.2- SISTEMA DE GUARDA

Las actividades que se realizan tenderán a mejorar el sistema de guarda de las piezas
dentro de la disponibilidad de materiales con las que se cuenta el Área de Conservación. Por lo
tanto, no sólo se acondicionarán las piezas metálicas sino que también los contenedores de las
mismas: continente y contenido.
Los materiales usados para el nuevo Sistema de Guarda de las piezas son:
 Bolsas de polipropileno: tiene una alta resistencia a la rotura, ácidos abrasivos, solventes
orgánicos y agentes químicos, y es un buen aislante eléctrico.
 Sobres de espuma de polietileno: es indeformable y no abrasivo, y es un aislante térmico.
 Planchas de polipropileno corrugado : reducen las variaciones de humedad, impiden el
paso del polvo, eliminan la incidencia de la luz natural y brindan una mayor protección.
 Tubos Eppendorf: son fabricados con polipropileno por lo que son libres de ácidos y su
dureza y tapa generan un cierre hermético aislando del polvo y humedad.
 Guata en plancha o Fosshape (material de poliéster): es un excelente aislante térmico auto
extinguible que no altera su volumen con el paso del tiempo. Es resistente al moho y no
absorbe humedad. Además, es libre de olores y resinas.
 Cajas de polipropileno corrugado azul: son resistentes a la humedad y golpes.

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4.3- EXPERIMENTACIÓN CON MATERIAL ACTUAL

La experimentación con material actual tiene como objetivo la evaluación de diferentes


técnicas de limpieza de metales y la prueba de consolidación con Paraloid B72 con el fin de
elaborar un protocolo de intervención curativa de metales arqueológicos. Los métodos de limpieza
que se aplicarán y describen a continuación son: limpieza por ultrasonido, limpieza mecánica con
escariador, limpieza química con ácido fluorhídrico, limpieza química con ácido clorhídrico y
limpieza química con ácido acético. Por otro lado, se prueba la consolidación con Paraloid sobre
las diferentes técnicas de limpieza.
Los métodos de tratamiento y limpieza de piezas arqueológicas indican que la limpieza de
cualquier objeto conlleva la realización de tres etapas: Tratamiento previo de la pieza; Limpieza
del objeto y Consolidación de la pieza (España et al., 1985).
A continuación se detallan los sectores en los que se realizará cada una de las limpiezas y
la descripción de dichas técnicas:

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“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

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“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

Referencias:

Sector testigo
Limpieza con ultrasonido
Limpieza mecánica con escariador
Limpieza química con ácido acético
Limpieza química con ácido fluorhídrico
Limpieza química con ácido clorhídrico

4.3.1- LIMPIEZA CON ULTRASONIDO

El término ultrasonido se aplica para nombrar a las vibraciones de un medio material


similares a las ondas sonoras, pero cuya frecuencia es demasiado elevada para su percepción por
el oído humano promedio. En la actualidad, el término “Ultrasonido” está relacionado con la
energía acústica de alta frecuencia que se utiliza para obtener el mejoramiento y/o acabado final
de un producto o proceso de limpieza. Entre las actuales alternativas de limpieza de objetos
(piezas mecánicas, instrumentos, circuitos, etc.), el lavado ultrasónico es un medio seguro,
moderno y eficiente, para conseguir una limpieza profunda garantizada en un tiempo menor que
cualquier otro sistema de limpieza (cepillado, detergentes, abrasivos, etc.). Sus ventajas
principales radican en una perfecta limpieza de los objetos, aún con las impurezas más tenaces y
dispuestas en cavidades de difícil acceso manual, así como también se elimina el del riesgo de
accidentes, lastimaduras y contaminación por agentes limpiadores agresivos. Este proceso de
limpieza puede ser producido mediante vibraciones u ondas acústicas de fuerte intensidad, que
actúan directamente sobre el líquido limpiador, generando así un proceso de limpieza bastante
enérgico, eficiente y eficaz (Ortiz Vega et al., 2005).
El ultrasonido que se utilizará es marca Testlab con una potencia predeterminada de 80w
por un tiempo de 30 minutos en el que sumerge la parte deseada de la pieza en agua destilada
luego de realizadas todas las demás pruebas de limpieza (Figura 2).
Se realizó un limpiado del área intervenida con agua destilada y con la ayuda de un hisopo
para retirar los restos de materiales sueltos que aún quedaban en superficie.

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“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

Figura 2: Lavador ultrasónico Testlab usado para la experimentación.

4.3.2- LIMPIEZA MECÁNICA CON ESCARIADOR

Se realiza limpieza mecánica con escariador de punta fina en la que se logra desprender
parte de la corrosión de la pieza que es guardada en un tubo Eppendorf debidamente siglado y
con fecha de extracción.
Luego, se aplicó una limpieza con ácido flourhídrico mediante un hisopo. Se realizó un
limpiado del área intervenida con agua destilada y con la ayuda de un hisopo para retirar los
restos de materiales sueltos que aún quedaban en superficie.

4.3.3- LIMPIEZA QUÍMICA CON ÁCIDO FLUORHÍDRICO

El ácido fluorhídrico es un compuesto químico altamente peligroso, corrosivo, de olor


agudo y penetrante, formado por hidrógeno y flúor. Las soluciones de HF son transparentes e
incoloras con una densidad similar a la del agua. La propiedad más extensamente conocida del
HF es la de atacar el vidrio. También atacará esmaltes, cemento, caucho, cuero y compuestos
orgánicos. Se usa para grabar y pulir vidrio, remover polvo de uso doméstico, limpiador y
abrillantador de aluminio y acero inoxidable, la purificación de cuarzo y el terminado de metales.
Se utilizó ácido fluorhídrico al 40% directamente sobre la pieza utilizando materiales
plásticos para manipularlo. Se aplicó una gota sobre el sector de la pieza seleccionado para esta
prueba. Se realizó un limpiado del área intervenida con agua destilada y con la ayuda de un
hisopo para retirar los restos de materiales sueltos que aún quedaban en superficie.

19
“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

4.3.4- LIMPIEZA QUÍMICA CON ÁCIDO ACÉTICO

El ácido acético es también llamado ácido etanoico o ácido metilencarboxílico. Es un buen


disolvente de varios compuestos orgánicos y de algunos inorgánicos como el azufre y el fósforo
(Requena, 2001). Se preparó ácido acético al 10% mezclando 10 ml de ácido acético con 90 ml de
agua destilada. Se procedió a colocar una gota de la sustancia en el sector elegido sobre la pieza
(Figura 3). Se realizó un limpiado del área intervenida con agua destilada y con la ayuda de un
hisopo para retirar los restos de materiales sueltos que aún quedaban en superficie.

Figura 3: Preparación del Ácido Acético.

4.4.5- LIMPIEZA QUÍMICA CON ÁCIDO CLORHÍDRICO

El ácido clorhídrico es también conocido como ácido muriático. Se lo utiliza para limpiar,
tratar y galvanizar las superficies metálicas. Además, es un desincrustante de residuos de
carbonato de sodio.
Se preparó Ácido Clorhídrico al 10% mezclando 10 ml de ácido clorhídrico y 90 ml de agua
destilada. Se aplicó sobre la pieza con la ayuda en un hisopo. Se realizó un limpiado del área
intervenida con agua destilada y con la ayuda de un hisopo para retirar los restos de materiales
sueltos que aún quedaban en superficie.

4.4.6- CONSOLIDACIÓN CON PARALOID B72

El Paraloid B 72 es una resina acrílica termoplástica de dureza mediana insensible a la luz


y al envejecimiento. Se aplicará una capa de Paraloid B72 al 5% en acetona sobre la mitad de
cada una de las limpiezas que se hizo sobre la pieza para de esta forma mantener un sector
limpio sin Paraloid y otro con Paraloid para futuros testeos.

20
“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

Se trata de preservar a las piezas de una posterior corrosión y de intentar remediar la


fragilidad de la misma debido al enérgico tratamiento realizado en la fase previa (España et al.,
1985).
Se prepara Paraloid B-72 al 5% mezclando 5 gr de Paraloid B72 con 95 ml de acetona
para luego usar como inhibidor sobre la pieza (Figura 4). Se aplicó a la mitad de cada una de las
partes intervenidas mediante un hisopo y se realizaron dos capas del mismo.

Figura 4: la imagen de la izquierda, es el Paraloid usado. En la imagen de la derecha, se observa


la preparación del Paraloid al 5%.

4.5- TESTEOS DE MICRORRESTOS EN SUSTANCIAS ADHERIDAS A METALES


ARQUEOLÓGICOS

Las muestras extraídas de material arqueológico serán sometidas a diferentes testeos con
ácido acético, Calgón, ácido clorhídrico, ácido fluorhídrico y hidróxido de potasio para establecer la
posibilidad de identificar qué microrrestos están afectando a las piezas dentro del depósito para
así combatirlos de manera eficiente. El cobre tiene efecto bactericida, razón por la cual se supone
que los restos de material textil suelen conservarse si están adheridos a este metal (com pers
Angiorama, 2018). Sin embargo, otro tipo de agente biodeterioro puede intervenir, y el mismo será
potencialmente visibilizado al microscópico si puede aislarse con los procedimientos adecuados,
desprendidos de la experiencia.

21
“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

La limpieza con Calgón o hexametafosfato de sodio en solución al 5% se lo utiliza con


finalidad de liberar los componentes individuales de la muestra y podría facilitar tratamientos
posteriores (Zucol et al., 2002).
El hidróxido de potasio es una sustancia de base fuerte que reacciona violentamente con
ácidos y es corrosiva en ambientes húmedos para metales tales como cinc, aluminio y plomo. Se
lo preparó al 10% mezclando 10 gr de KOH y 90 ml de agua destilada.
Se separó la muestra extraída del MA 3955 en 5 partes dentro de Cajas de Petri plásticas.
Se procedió a utilizar en cada una de ellas un ácido distinto (Figura 5). Para llevar un control más
estricto se realizó este procedimiento a las 11:30 hs y se repitió colocarle la misma cantidad de
gotas que la primera vez a las 13:30 hs. Al día siguiente, se extraen las muestras y se las monta
para la observación al microscopio (Tabla 1).

Figura 5: Se observan las muestras en las 5 Cajas de Petri con los químicos ya colocados.

22
“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

MUESTRA QUÍMICO CANTIDAD DE GOTAS


1 Ácido Clorhídrico 3 gotas
2 Ácido Fluorhídrico 3 gotas
3 Hidróxido de Potasio 3 gotas
4 Ácido Acético 4 gotas
5 Calgón 6 gotas
Tabla 1: Cuadro de muestras y químicos usados.

A las 14:40 hs, se le agregó dos gotas más a cada una de las muestras de sus respectivos
químicos. Se registra de nuevo efervescencia y burbujeo en las reacciones del ácido clorhídrico y
del ácido fluorhídrico.
Luego de 18hs de reposo, se les agregó 2 gotas más a cada una de las muestras.
Posteriormente se las enjuagó con agua desmineralizada y se las montó para poder observarlas a
microscopio.

23
“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

CAPÍTULO V RESULTADOS

“Podemos admirar y valorizar todos estos lugares porque nuestros antepasados


los preservaron para nosotros. A la vez, es nuestra obligación preservarlos
para nuestros descendientes, de modo que ellos también puedan
valorizarlos y encontrar allí inspiración”.
Foro Juvenil del Patrimonio Mundial, Pekín (China)

Las tareas llevadas adelante permitieron establecer un diagnóstico del estado de


conservación de las piezas como base para establecer las acciones de conservación sobre los
metales arqueológicos y sus contenedores.
Se presentarán a continuación, los datos de las fichas de registro. Por otro lado, se
presentará una descripción general del estado de conservación de los metales arqueológicos
sobre la base de estos nuevos datos relevados (no sobre los que figuraban en la base de datos
digital) y se muestra una tabla en la que se cuantifican las pátinas presentes en los materiales.
También se describirán los resultados de las intervenciones experimentales de limpiezas
por ultrasonido y ácidos y, la aplicación del estabilizador Paraloid B72 para evaluar ventajas y
desventajas de su aplicación en metales arqueológicos de bronce.
También, se presenta un plan de acción a futuro que considere el análisis del material
desprendido de las superficies de los metales o en su interior, a partir de limpieza mecánica, tal
como el procedimiento aplicado en los residuos de la limpieza de un disco metálico arqueológico.
Se presentará un protocolo de trabajo para tal análisis elaborado sobre a base de la experiencia.
El plan que se proponga también tendrá en cuenta otras metodologías o aplicadas como
radiografías para determinar inscripciones o decoraciones que se encuentran cubiertas por la
corrosión y la posibilidad de consolidación de piezas que están altamente fragmentadas y los
análisis de composición.
Por último, se realiza una propuesta de Tesauro para los objetos metálicos a fin de lograr
una estandarización de la nomenclatura utilizada y que permita así realizar comparaciones o
trabajos más confiables.

24
“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

5.1- FICHAS DE REGISTRO DE MATERIAL ARQUEOLÓGICO

En el Anexo 1, se adjuntan el inventario y las fichas de los 289 objetos metálicos que se
analizaron el transcurso de este trabajo de laboratorio como parte de la Pasantía Institucional de
la carrera. Las mismas se encuentran ordenadas de acuerdo al número MA de la pieza.
En relación a las imprecisiones en la base de datos, antes mencionadas, se señalarán
aquellas generadas por la desconfiguración en el conteo por parte del software dependiendo del
filtro empleado para la entrada a la base de datos del IAM. Así, se filtró el sistema por
MATERIALES ARQUEOLÓGICOS y que fueran METALES. Con ese filtro establecido salieron las
fichas de 291 objetos arqueológicos metálicos. Sin embargo en la práctica, se detectaron un
mayor número de objetos que no fueron hallados con estos dos filtros establecidos pero que sin
embargo sí figuraban dentro de la base de datos. Se sumó otra falla detectada: la base de datos
se halla en dos computadoras, la más antigua y la nueva (un año de uso) y entre ambas, los
resultados de búsqueda con dichos filtros dieron conteos diferentes, arrojando 254 y 291
respectivamente.
También registramos otro tipo de errores, vinculados a la nomenclatura y categorías. En un
caso, una pieza contaba con un doble registro, con dos MA 3966 y 3998. Esta situación pudo
resolverse haciendo uso de otros soportes documentales, tales como el libro de registro de los
años 80’ en donde la pieza era descripta con el MA 3998 , por lo cual éste fue el siglado
considerado válido. Otro error hallado fue el de un collar de cuentas de malaquita ingresado bajo
la categoría de material “metal”. Por último, y no menos importante, no se encuentra la pieza con
MA 10121 (fragmento de pinza de cobre) en ninguna de las cajas de materiales en la Reserva por
lo que posteriormente se colaborará con el control intensivo de la totalidad de las cajas (aunque
sean de otros materiales) para poder corroborar su inexistencia y empezar con los trámites
necesarios para dar aviso a las autoridades y entidades correspondientes.
También, se hallaron piezas con el MA designado en el rótulo asociado pero las mismas
no fueron ingresadas en la Base de datos (en ninguna de las dos computadoras). Debido a que
tampoco se contaba con el NA de la pieza, se resolvió buscar en los libros de ingreso los datos
que se tenían. La única pieza que tuvo este inconveniente es la designada con el MA 4044.
Por último, en el marco de descripción de las piezas y de su determinación en categorías
de objetos, aquellas que estaban dentro de la categoría de “Artefacto” y, que en base al remontaje
temporal de sus partes, permitieran principalmente ya que al reconstruir o remontar sus partes
para la foto se puedo observar que eran Discos o Pendientes, fueron renombrados de tal modo.
Por otro lado, cierto tipo de piezas registradas como “metal” fueron ingresadas con el tipo de metal
que figura en piezas semejantes, como es el caso de dos piezas de plata.

25
“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

Todas estas modificaciones se ingresan en la Base de Datos digital del IAM y se detalla
“Observaciones de Rodriguez, Maia (investigación para Pasantía Institucional. Abril-Mayo 2018).
Datos cargados por Cohen y Rodriguez (28-05-2018)”. Esto se realiza a fin de quien consulte la
Base de Datos sepa a quiénes recurrir ante cualquier duda o consulta relacionadas a las
modificaciones y nuevos aportes realizados.

5.2- DESCRIPCIÓN DEL ESTADO DE CONSERVACIÓN DE LOS METALES

Se presentan dos tablas donde se muestra el estado de conservación de los objetos


analizados. Una de ellas, la Tabla 2, presenta los datos de los estados de conservación de los
metales según la base de datos del 2003 y la otra, expone las nuevas observaciones realizadas a
este trabajo y el estado de fragmentación de los mismo. Además, en la Tabla 3, se presentan las
nuevas categorías nominales sugeridas para algunos objetos, sobre la base de criterios de
unificación desprendidos del tesauro sugerido en este trabajo.

TABLA 2: MATERIALES ARQUEOLÓGICOS ANALIZADOS (SEGÚN BASE DE DATOS DEL IAM)


ESTADO DE FRAGMENTA
TOTAL DE MATERIAL
OBJETOS CONSERVACIÓN CIÓN
OBJETOS
COBRE PLATA ORO BUENO REGULAR MALO SÍ NO
ANILLOS 6 6 0 0 1 5 0 0 5
PENDIENTES 4 4 0 0 1 3 0 0 0
PLACA 4 4 0 0 0 4 0 4 0
COLGANTE 5 3 0 2 0 5 0 2 3
LÁMINAS 12 9 1 2 0 11 1 12 0
VINCHA 1 1 0 0 0 1 0 1 0
BRAZALES 4 4 0 0 0 4 0 0 4
CAMPANILLAS 11 11 0 0 2 9 0 1 10
CINCELES 22 22 0 0 3 19 0 3 19
CUENTAS 23 23 0 0 1 21 1 4 19
DISCOS 11 8 3 0 1 10 0 6 5
HACHAS 8 8 0 0 4 4 0 4 5
MANOPLAS 2 2 0 0 0 2 0 0 2
MÁSCARA 1 0 0 1 0 1 0 1 0
DIADEMA 1 0 0 1 0 1 0 1 0
TOPO 4 2 0 2 2 2 0 0 4

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“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

ARTEFACTO 35 24 0 (2) 9 2 28 5 23 12
PULSERA 74 73 0 1 5 69 0 9 65
TENSOR 2 2 0 0 1 1 0 0 2
PUNZÓN 4 4 0 0 0 4 0 1 3
TORTERO 2 2 0 0 0 2 0 1 1
CASCABEL 2 2 0 0 0 2 0 1 1
CUCHARA 1 1 0 0 0 1 0 0 1
SILBATO 1 1 0 0 0 1 0 0 1
CUCHILLO 2 2 0 0 1 1 0 0 2
ESPADA 1 1 0 0 0 1 0 1 0
AGUJAS 15 15 0 0 1 14 0 3 12
PINZAS 30 30 0 0 3 27 0 11 19
FIGURA 1 1 0 0 0 1 0 0 1
BRAZALETE 1 0 0 1 0 1 0 0 1

TABLA 3: MATERIALES ARQUEOLÓGICOS ANALIZADOS (LUEGO DE LAS TAREAS DE


CONSERVACIÓN)
ESTADO DE FRAGMENTACI
TOTAL DE MATERIAL
OBJETOS CONSERVACIÓN ÓN
OBJETOS
COBRE PLATA ORO BUENO REGULAR MALO SÍ NO
ANILLOS 6 6 0 0 1 5 0 1 5
PENDIENTES 9 9 0 0 0 8 1 5 4
PLACA 6 4 2 0 0 5 1 6 0
COLGANTE 5 3 0 2 2 3 0 3 2
LÁMINAS 4 3 1 0 0 4 0 4 0
VINCHA 2 2 0 0 0 2 0 2 0
BRAZALES 4 4 0 0 0 4 0 1 3
CAMPANILLAS 11 11 0 0 1 10 0 1 10
CINCELES 22 22 0 0 3 18 1 4 18
CUENTAS 19 19 0 0 0 18 1 5 14
DISCOS 13 10 3 0 1 12 0 8 5
HACHAS 8 8 0 0 4 4 0 3 5
MANOPLAS 2 2 0 0 0 2 0 0 2
MÁSCARA 1 0 0 1 0 1 0 1 0
DIADEMA 1 0 0 1 0 1 0 1 0

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“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

TOPO 4 2 0 2 2 2 0 0 4
ARTEFACTO 25 17 0 8 2 17 6 12 9
PULSERA 73 72 0 1 5 67 1 16 57
TENSOR 1 1 0 0 1 0 0 0 1
PUNZÓN 4 4 0 0 0 4 0 1 3
TORTERO 2 2 0 0 0 2 0 0 2
CASCABEL 2 2 0 0 0 2 0 1 1
CUCHARA 1 1 0 0 0 1 0 0 1
SILBATO 1 1 0 0 1 0 0 0 1
CUCHILLO 2 2 0 0 1 1 0 1 1
ESPADA 1 1 0 0 0 1 0 1 0
AGUJAS 14 14 0 0 1 13 0 6 8
PINZAS 29 29 0 0 3 26 0 22 7
FIGURA 1 1 0 0 0 1 0 0 1
BRAZALETE 2 0 0 2 0 2 0 2 0

Estas tablas permitieron una comparación rápida de los datos en los que se detallan los
cambios más notorios en la conservación, fragmentación y clasificación a continuación.
En los “Torteros” cambia de Fragmentado a No fragmentado una de las piezas debido a
que había un error en el registro de la base de datos. En los “Cuchillos” sucede lo mismo y una de
las piezas ahora es clasificada como Fragmentada. Las “Campanillas” y los “Cinceles” conservan
la clasificación que se había realizado en la Base de Datos con la salvedad de 1 pieza en cada
caso que cambia su estado de conservación.
En lo que respecta a cambios más notorios, se dan en las “Pinzas” con el caso de que en
el conteo final se encuentra una pinza menos que las ingresadas en la Base de Datos ya que es el
objeto faltante mencionado anteriormente. Además, lo de mayor importancia, es que, a las 11
pinzas que estaban ya ingresadas como Fragmentadas, se suman 11 pinzas más, haciendo un
total de 22 pinzas fragmentadas. En las observaciones realizadas a las mismas, se puedo
registrar que los tipos de cortes que presentan parecen ser tanto intencionales como naturales por
lo que se evalúan cuáles son los factores que llevan a esta situación.
Algo parecido pasa en las “Agujas” en donde falta 1 pieza de las ingresadas a base de
datos. También, se suman 3 nuevas a la clasificación de fragmentadas. Siguiendo la misma
situación, hay una variación de las cantidades debido a una reclasificación en la base de datos en:
Brazalete, Pendientes, Vincha, Disco, Cuenta y Artefacto.

28
“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

Por otro lado, debido a la elaboración del Tesauro, hubo objetos a los que se los re-
nombro en base al mismo. Esto sucede, en las “Placas”, las cuales aumentan a 6 bajo esta
denominación y todas se encuentran fragmentadas. En las “Láminas”, se reduce el número a 4
debido a la clasificación aplicada.
Por otro lado, sería interesante poder conocer o realizarle algún estudio a los brazales que
se encuentran en el Área de Reserva para de esa manera establecer a qué se debe la pátina
brillosa que poseen y qué sustancia se usó para poder ingresar esa información a la historia de
vida de la pieza y a las intervenciones que se realizaron en el pasado.
Debido a que algunos objetos requirieron un tratamiento más pormenorizado o específico
para poder asegurar su adecuada conservación, es importante hacer una pequeña descripción de
cada uno de ellos.

 MA 3878; MA 4046; MA 4047; MA 10106; MA 3980; MA 5283; MA 5285; MA 6083; MA


2721; MA 4037; MA 4653.

Estas piezas presentan un avanzado grado de corrosión que ha llevado a microperforaciones y


adelgazamiento de la pieza. Debido a esto, se recurrió a colocar las piezas entre dos planchas de
cartón libre de ácido con el MA correspondiente a cada pieza y dentro de bolsas de polipropileno
para evitar que se quiebren por choques con otras piezas o vibraciones (Figuras 6 y 7).

Figuras 6 y 7 : En la figura de la izquierda se muestra MA 3878 con su nuevo sistema de guarda.


En la figura de la derecha, se muestra la nueva forma de embalaje de los MA 4046 y 4047 debido
a la fragilidad que presentan los mismos.

29
“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

 MA 4659

Esta pieza presenta un avanzado grado de corrosión y fragmentación que ha llevado a


microperforaciones y desprendimientos de material de la pieza. Debido a esto, se recurrió a
colocar los diversos fragmentos de la pieza en: los más pequeños dentro de un tubo Eppendorf y
luego, junto con el resto de los fragmentos, dentro de un sobre de espuma de polipropileno con el
MA correspondiente para evitar que se quiebren por choques con otras piezas o vibraciones
(Figura 8).

Figura 8: Se muestra la nueva forma de embalaje del objeto debido a la fragilidad que presenta el
mismo.

 MA 3985, MA 4036; MA 0057, MA 3871, MA 3968, MA 4642, MA 3979, MA 10120; MA


3899; MA 10124; MA 4692; MA 4689; MA 3902; MA 4691

Estas piezas presentan un avanzado grado de corrosión y fragmentación que han llevado a
microperforaciones y desprendimientos de material de la pieza. Debido a esto, se recurrió a
colocar los diversos fragmentos de la pieza en un sobre de espuma de polietileno con el MA
correspondiente para evitar que se quiebren por choques con otras piezas o vibraciones (Figura
9).

30
“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

Figura 9: Se muestra la nueva forma de embalaje del objeto debido a la fragmentación que
presenta el mismo y afín de evitar mayores daños.

 MA 2723; MA 2722; MA 4000

Estas piezas (cuentas y fragmentos de placa) presentan un avanzado grado de fragmentación de


la pieza. Debido a esto, se recurrió a colocar los diversos fragmentos de la pieza dentro de un
tubo Eppendorf (Figura 10).

Figura 10: Se observa como fueron guardados los fragmentos de las piezas dentro de tubos
Eppendorf siglados con el MA.

31
“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

 MA 4011; MA 4026

Debido a la fragilidad que poseían estas piezas (fragmentos de láminas) y, a su forma plana y
delgada, y al estar expuestas a deformaciones por presiones o tensiones físicas como el peso de
las otras piezas, se decidió colocarlas sobre una base de espuma de polipropileno denso como
soporte noble y dentro de una bolsa de polipropileno abierta. Se las ajustó con hilo de algodón
suavemente para evitar desplazamientos (Figura 11).

Figura 11: Se observa al MA 4011 sobre una base de espuma de polipropileno denso ajustada
con hilo de algodón.

Por otro lado se presenta a continuación, una tabla que sintetiza las distintas corrosiones
que están afectando al material arqueológico y las posibles causas que se le asocian a las
mismas (Tabla 4). No se especifican las pátinas de los objetos de oro ya que los mismos no
poseen ninguna debido a la pureza del metal.

PÁTINA DE LOS OBJETOS DE PLATA


Nombre Color Cantidad de objetos afectados por Posible causa
la misma
Sulfuro de Gris oscuro, oscuro 8 Presencia de ácido
plata o negro sulfhídrico en la atmósfera
del depósito.
------ ----------------------- 0 Sin pátina

32
“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

PÁTINAS DE LOS OBJETOS DE COBRE


ÓXIDOS
Cuprita Rojo, naranja o 177 Presencia de aire húmedo
morado en ambientes ligeramente
ácidos.
Tenorita o Negro o gris 18 Se forma por estar
melaconita acerado expuesto a temperaturas
elevadas en un pH alcalino.
CARBONATOS
Malaquita Verde oscuro 10 Formado por estar
enterrados en tierra.
Azurita Azul 7 Se forma por estar
enterrados en suelos.
Calconatronita Azul claro brillante 160 Se forma por exposición al
o azul verdoso calor lo que descompone o
desintegra a la malaquita y
azurita.
------------- ----------------------- 1 Sin pátina
Tabla 4: Pátinas presentes en los Metales Arqueológicos analizadas.

5.3- CAMBIO DE CAJAS Y ANÁLISIS DE CONTENEDORES

El sistema de guarda anterior consistía en bolsas de polietileno, papeles o cartones


nomencladores y como soportes en su interior y broches metálicos cerrando cada bolsa, además
de alambres adheridos en algunos casos. Éstas bolsas de polietileno liberan gases clorados
nocivos para la conservación y los y papeles y cartones que contenían son ácidos y perjudiciales.
Los papeles o cartones nomencladores que contengan información relevante como autor,
descripción o dibujos a mano alzada, fueron registrados y conservados por aparte en bolsas
individuales junto con la sigla actual (MA) y el Numero Anterior (en adelante NA) correspondiente
para que no se pierda información de la historia del objeto (Figuras 12 y 13).
El nuevo sistema de guarda cuenta con bolsas de polipropileno, papeles libres de ácidos,
cartones libres de ácidos, tubos Eppendorf y sobres de espuma de polipropileno que ayudan a la
conservación de los objetos debido a que le brindan a los mismos una atmósfera más estable de
protección y preservación (Figuras 14 y 15).
Cada una de las piezas es retirada de su antiguo embalaje y se les toman las dimensiones
(anchos, largo, espesor o diámetros, según corresponda) y el peso. Luego, se realiza una limpieza
mecánica de la pieza con pinceles y se la vuelve a pesar por si luego de la limpieza, se modificara
el mismo. A continuación, se fotografía la pieza y se la coloca en su nuevo embalaje según las

33
“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

características descriptas anteriormente. Cuando una pieza lo requiera, se tomarán medidas


especiales como pueden ser crear un embalaje específico para una mejor conservación.
Si durante la limpieza mecánica de la pieza se desprenden restos del objeto o parte de la
corrosión y concreciones, se guardarán los restos en Tubos Eppendorf que estará siglado con el
MA del metal y la fecha de extracción del mismo para que queden guardados para futuros
estudios o análisis. Todas las modificaciones que se realizan en las fichas son ingresadas a la
Base de Datos digital del IAM en la que se detallan los cambios realizados, los operadores que
ingresaron los datos y en el marco de qué trabajo se realizaron los aportes.

Figuras 12 y 13: Se observa el antiguo Sistema de Guarda con bolsas de polietileno y broches
metálicos cerrando las mismas correspondiente a las Cajas 10 y 19 respectivamente. Una de las
cajas –cartón- muestra manchas rojizas de oxidación o posiblemente hongos.

34
“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

Figuras 14 y 15: Se observa el nuevo Sistema de Guarda con bolsas de polipropileno sin ganchos
metálicos, sobres de espuma de polipropileno, tubos Eppendorf y polipropileno corrugado de
soporte, correspondientes a las Cajas 10 y 19 respectivamente.

35
“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

Dentro del trabajo con el Sistema de Guarda, se realizó el cambio de la Caja 11 debido a
que la anterior presentaba un gran deterioro debido a la humedad que contenía la misma y que
estaría afectando a los metales que allí se encontraban. Se colocó todos los metales dentro de
una Caja de Archivo de Polipropileno que es resistente a la humedad y a los golpes con el mismo
número que poseía la caja anterior (Figuras 16 y 17).

Figuras 16 y 17 : En la primera, se observa la Caja 11 anterior que presentaba marcas


amarronadas y rojizas posiblemente provocadas por foxino de papel u oxidación de los broches
metálicos (Agusti, 2009). Además, se observaba desprendimientos del papel producido por la
humedad. En la otra, se observa la nueva Caja 11 que es de polipropileno que es resistente a la
humedad y a los golpes.

36
“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

Como en el caso anterior, se realizó el cambio de la Caja 10 a una nueva. (Figuras 18 y


19).

Figuras 18 y 19: En la primera, se observa la Caja 10 anterior que presentaba las manchas
mencionadas. En la otra, se observa la nueva Caja 10 que es de polipropileno. La disposición de
los objetos en las cajas considero pesos y formas, hallándose los más pesados y planos en sector
inferior y los más pesados y con formas curvas, en sector superior. Las bolsas de polipropileno
siempre se colocaron abiertas, plegadas sin broches.

Por otro lado, dentro de la Caja 18 que contenía pulseras y anillos principalmente, se
encontraban dos planchas de espuma de polipropileno denso aplicadas y cada una que tenía
calados con pulseras, en total entre las dos. Para economizar espacios y viendo que no hacía falta
colocar ninguna otra pulsera de dicha forma, se recortó el material sobrante para poseer más
espacio para las otras pulseras y materiales y para lograr economizar el material de conservación
(Figuras 20, 21 y 22).

37
“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

Figuras 20 y 21: Se observa como se encontraban las planchas de espuma de polipropileno


denso. Las mismas estaban apiladas.

Figura 22: Se muestra cómo quedaron recortadas las dos planchas para economizar espacios y
material de conservación pero mantener el trabajo realizado anteriormente.

El armario en el que se encuentran guardadas las piezas es de madera y se tomaron las medidas
de humedad y temperatura. Los niveles de HR recomendados tanto en exposición como en
almacén en objetos de metal no deberían sobrepasar el 30% y la temperatura debería estar entre
los 20°C y los 25ºC siendo la óptima de 21ºC. Las mediciones tomadas con el termohigrómetro
mostró que en el interior del armario hay una temperatura de 15,9°C y una humedad del 60%. En
el Depósito B, la temperatura es de 16,6°C y la humedad del 59%. Esto muestra que el interior del
armario es más húmedo pero que hay una temperatura inferior debido a que se encuentra al
resguardo de la luz (Figura 23).

38
“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

Figura 23: Se muestra el Armario dentro del Depósito B del Área de Reserva en el que se
encuentran guardadas las cajas con los objetos metálicos.

5.4- EXPERIMENTACIÓN CON MATERIAL ACTUAL

Para la actividad experimental se utilizó un objeto de bronce aparentemente con base de


cobre al que se le elaboró una ficha como la que se usan para los materiales arqueológicos con
los datos correspondientes a antes de la limpieza y consolidación, y con el control luego de la
misma, a fin de poder establecer una comparación más clara. Sabemos que es necesario tener el
resultado composicional de tal objeto para contar con los valores exactos de los metales de la
aleación, de modo que pueda actuar como un elemento de referencia comparativa para el trabajo
con los materiales arqueológicos. Sin embargo, por razones de logística, dichos análisis serán
procesados luego de este trabajo y sus resultados podrán aportar a este resultado experimental.
Dicha actividad consiste en someter parte del objeto a una limpieza con ultrasonido,
limpieza mecánica con escariador y distintas métodos de limpiezas química y registrar las
variaciones de peso y dimensiones, si las hubiere y la eficacia de las mismas para eliminar las
pátinas que presentan.

39
“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

Por otro lado, se prevee probar, tanto en un parte limpia con cada método como en otra
que no haya sido intervenida, el uso y las consecuencias del Paraloid B72 en los objetos de cobre
para posibles reintegraciones de partes o para hacer de aislante a factores que lo estén
afectando.
A continuación, se presentan la ficha de material realizada y luego la descripción precisa
de los trabajos. Cabe aclarar, que los pesos y medidas se tomaron antes de todas las
intervenciones y al finalizar las mismas con el objetivo de establecer las variaciones de
dimensiones que pueden haber ocurrido.

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“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

FICHA TÉCNICA
I. ESTADO GENERAL DEL OBJETO
1. Descripción general del objeto
N.º de Identificación: Obj. Exp. 1 Nombre o designación: Destapador
Material: Cobre Color pátinas: verdeagua y marrón oscuro
Dimensiones (largo máx.): 100,5 mm Dimensiones (ancho máx.): 51,4 mm
Dimensiones (espesor): 4,2 mm Peso: 135,58 gr
Forma: Posee forma irregular de sección rectangular con un agujero en la parte superior de la pieza de
forma irregular.
Técnicas de decoración: Presenta un hipocampo con cola y las dos patas delanteras elevadas.
Rastros de fabricación o de utilización: Realizado por vaciado.
Inscripciones, marcas: Posee escrito “Banco Comercial del Norte” y “1912-1972”
2. Descripción de las alteraciones mecánicas
Deformaciones: No presenta.
Desgaste o deterioro: Pátina verde y pátina marrón
Fragmentación: Nula
Estado físico del metal: Regular
3. Descripción de la corrosión
La corrosión afecta principalmente la cara delantera de la pieza.
4. Descripción de las tareas de conservación preventiva realizadas
Se realizó una limpieza mecánica con escariador primeramente, luego una limpieza química con
ácido acético y ácido fluorhídrico. Al día siguiente, se realiza limpieza con ultrasonido y la
consolidación con Paraloid B72.
5. Información sobre la historia del objeto

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“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

5.4.1- LIMPIEZA CON ULTRASONIDO

La limpieza por ultrasonido permitió evaluar que es más efectiva cuanto más tiempo se la
someta a este sistema. Por lo tanto, al momento de realizarla se recomienda hacer antes alguna
limpieza mecánica para facilitar la limpieza del ultrasonido. En el caso de piezas más frágiles o
flexibles, se puede realizar la limpieza con un tiempo menor.
Por otro lado, al finalizar la misma los desprendimientos de material fueron importante no
sólo dentro del ultrasonido sino también cuando se realizó la limpieza con agua destilada y el
hisopo (Figura 24 y 25).
Al limpiar las piezas con el hisopo con agua destilada se observa que se retira una mayor
cantidad de corrosión que estaba suelta en superficie.

Figura 24: Se observa a la pieza dentro del tubo de precipitación con 50 ml de agua destilada y el
agua se encuentra turbia debido a los desprendimientos que produjo el lavado con ultrasonido.

42
“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

Figura 25: En la imagen de la izquierda, se observa el sector del Objeto Experimental sin
intervención. En la imagen de la derecha, se observa el sector del Objeto Experimental luego de
hechas las intervenciones.

5.4.2- LIMPIEZA MECÁNICA CON ESCARIADOR

La limpieza mecánica con escariador provocó el desprendimiento de cantidades mínimas


de material (0,05 gr) por lo que no afectó significativamente a la pieza. Por otro lado, es
interesante acotar que dicho sistema de limpieza no provocó rayaduras sobre la superficie de la
pieza por lo que sería óptima para el uso en materiales arqueológicos (Figuras 26 y 27).
Al limpiar las piezas con el hisopo con agua destilada se observa que se retira una mayor
cantidad de corrosión que estaba suelta en superficie.

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“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

Figuras 26 y 27: En las imágenes de la izquierda, se observa el sector del Objeto Experimental sin
intervención. En la imagen de la derecha arriba, se observa después del uso del escariador. En la
imagen de la derecha abajo, se observa luego de hechas las intervenciones con escariador y
ácido fluorhídrico.

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“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

5.4.3- LIMPIEZA QUÍMICA CON ÁCIDO FLUORHÍDRICO

La limpieza química con ácido fluorhídrico mostró su eficacia en el momento en el que se


la realizó ya que se colocó una gota sobre el sector seleccionado y tuvo una reacción
efervescente instantánea. Por otro lado, se observa la limpieza completa de la pátina verde y una
limpieza parcial y más lenta de la pátina marrón.
Al aplicar una gota sobre la superficie de la pieza tiene una reacción burbujeante y
efervescente instantánea y muy visible en la que se desprende la corrosión verdosa en el
momento. Con el paso de las horas, renueve también la pátina marrón que se encontraba
directamente sobre la superficie original de la pieza (Figura 28).
Al limpiar las piezas con el hisopo con agua destilada se observa que se retira una mayor
cantidad de corrosión que estaba suelta en superficie.

Figura 28: En la imagen de la izquierda, se observa el sector del Objeto Experimental sin
intervención. En la imagen de la derecha, se observa el sector del Objeto Experimental luego de
hechas las intervenciones.

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“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

5.4.4- LIMPIEZA QUÍMICA CON ÁCIDO ACÉTICO

La limpieza química con ácido acético permitió evaluar que este tipo de limpieza no
desprende totalmente el material corrosivo de la superficie de la pieza. Se podría probar con una
cantidad mayor de gotas de ácido acético o con una limpieza mecánica posterior para ver si de
esa manera es más efectivo.
Al colocar la gota sobre la superficie de la pieza no provoca reacción visible pero produce
un desprendimiento de la pátina verde después de un tiempo de acción del ácido (Figura 29).
Al limpiar las piezas con el hisopo con agua destilada se observa que se retira una mayor
cantidad de corrosión que estaba suelta en superficie.

Figura 29: En la imagen de la izquierda, se observa el sector del Objeto Experimental sin
intervención. En la imagen de la derecha, se observa el sector del Objeto Experimental luego de
hechas las intervenciones.

5.4.5- LIMPIEZA QUÍMICA CON ÁCIDO CLORHÍDRICO

La limpieza química con ácido clorhídrico permitió evaluar que este tipo de limpieza no
desprende totalmente el material corrosivo de la superficie de la pieza. Únicamente retira
parcialmente de la pátina verde pero no genera mayores desprendimientos (Figura 30).

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“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

Al colocar la gota sobre la superficie de la pieza no provoca reacción visible.


Al limpiar las piezas con el hisopo con agua destilada se observa que se retira una mayor
cantidad de corrosión que estaba suelta en superficie.

Figura 30: En la imagen de la izquierda, se observa el sector del Objeto Experimental sin
intervención. En la imagen de la derecha, se observa el sector del Objeto Experimental luego de
hechas las intervenciones.

5.4.6- CONSOLIDACIÓN CON PARALOID B72

La consolidación con Paraloid B72 sobre los distintos sectores en los que se aplicaron las
técnicas de limpieza muestra, por el momento, que la consolidación servirá de aislante e inhibidor
de futuras corrosiones. La aplicación fue mediante un hisopo y se realizaron dos capas del mismo
(Figura 31).
Para evaluar la eficacia del Paraloid B72, se propone colocar el “objeto experimental”
dentro del Área de Reserva y realizar controles periódicos a los 3 meses, 6 meses y al año,
primeramente. De esta manera, se podrá conocer cómo los agentes de humedad temperatura,
luz y los microorganismos afectan a este objeto (que entonces ya contará con valores de
composición). Dicho monitoreo permitirá eventualmente comprender el comportamiento de
metales arqueológicos que tengan semejante composición y que se encuentran guardados allí.

47
“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

Las fechas estimativas de control serán: 23 de septiembre de 2018, 20 de noviembre y 23


de junio del año próximo. Las mismas serán realizadas junto al personal del Área de Reserva del
IAM para poder sacar conclusiones en conjunto y evaluar los cambios.

Figura 31: En la imagen de la izquierda, se observa el sector del Objeto Experimental sin
intervención. En la imagen de la derecha, se observa el sector del Objeto Experimental luego de
hechas las intervenciones.

5.5- ANÁLISIS DE RESIDUOS DESPRENDIDOS DE LA LIMPIEZA MECÁNICA Y


SUPERFICIAL: GENERACIÓN DE UN PROTOCOLO PARA SU TRATAMIENTO

La muestra extraída de la limpieza de los metales que fue elegida pertenece al MA 3955
que es un disco de base de cobre debido a que es la que más material desprendió por lo que
permite realizar mayor cantidad de testeos para establecer el protocolo de intervención de
metales. Este procedimiento se realizó en el laboratorio de microfósiles del IAM con la asistencia
especializada de las técnicas Julieta Zapatiel y Mónica Burgos (Tabla 5 y figuras 31, 32, 33, 34 y
35).

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“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

MUESTRA QUÍMICO CANTIDAD DE GOTAS REACCIÓN


1 Ácido Clorhídrico 3 gotas Reacción efervescente y
burbujeante
2 Ácido Fluorhídrico 3 gotas Reacción efervescente
3 Hidróxido de Potasio 3 gotas Sin reacción visible
4 Ácido Acético 4 gotas Sin reacción visible
5 Calgón 6 gotas Sin reacción visible
Tabla 3: Cuadro de químicos y reacciones.

Figura 31: Muestra tratada con ácido clorhídrico


al 10%.

Figura 32: Muestra tratado con ácido


fluorhídrico al 40%.

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“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

Figura 33: Muestra tratada hidróxido de potasio


al 10%.

Figura 34: Muestra tratada con ácido acético al


10%.

Figura 35: Muestra tratado con Calgón al 5%.

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“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

El protocolo final definido para analizar los microrrestos de sustancias adheridas en


metales arqueológicos es el uso del ácido clorhídrico o fluorhídrico ya que son los que mejor
desagregan las partículas y permiten el análisis de los restos presentes en las sustancias
adheridas a la superficie de los metales.
En el informe de las sustancias adheridas a la superficie del metal, se describirá en primer
lugar, los microrrestos (dato cualitativo) hallados en el material arqueológico MA 3955, se trata de
un disco de cobre (Cu+ metal de transición) sometido a distintos reactivos químicos (ácidos y
base), con sus correspondientes conteos (datos cuantitativos) (Biasioli y Weitz, 1981).

El primer tratamiento con HCl (ácido clorhídrico) la muestra resultó muy limpia, su
reacción fue espontánea en el Cu, inestable frente a este ácido, sufre un proceso de corrosión
rápida, acción de los óxidos de cobre (Cu2O) dejando a la vista el metal Cu+, la disolución
presenta un color verde-amarillento. En cuanto al conteo bajo, donde sólo se ha observado
fragmentos grandes de cristales alargados y ramificados (n=35) transparentes en el campo claro,
con birrefringencia blancuzca a tonalidades amarillas; otros cristales aglomerados (n= 17),
fragmentos de microcarbones (n=9) propios del ambiente y fragmentos mineralizados en tonos
amarronados (n=11).

Figura 36: Vista panorámica cristales ramificados (izq. campo claro- centro. campo polarizado sin
cuña de cuarzo- der. polarizado con cuña de cuarzo)

51
“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

Figura 37: Cristales alargados, izq. campo claro transparentes, der. con polarizador blancuzcos y
caramelo

El segundo tratamiento con HF (ácido fluorhídrico), se observó una muestra muy sucia
(partículas), aquí el reactivo resultó una reacción positiva (efervescencia) y es probable que actúe
como disgregante sobre la pieza, este reactivo corrosivo fuerte se utiliza para limpiar metales y en
otros protocolos de laboratorios, por ejemplo, en Palinología se emplea para destruir el material
silíceo; se observó mayores conteos pero con microrestos similares a la muestra anterior, como
ser estructuras cristalinas de tonos azulados y blancos (n=17), además aparecieron agregados
de cristales (n=5), restos fragmentados de material orgánico sin identificar sueltos y ocluidos
(n=2) y microcarbones (n=16).

Figura 38: Der. Vista panorámica de cristales aglomerados, izq. fragmento vegetal no identificado.

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“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

Figura 39: Fragmento grande de cristales en forma de abanico con material vegetal y
microcarbones ocluidos (izq. campo claro- centro. campo polarizado sin cuña de cuarzo- der.
campo polarizado con cuña de cuarzo)

El tercer tratamiento es con KOH (hidróxido de potasio), aquí la base resultó negativa
(sin efervescencia) al exponerse con el cobre, pero funcionó como buen disgregante sobre la
pieza “disco Cu”, otras experiencias con una base como el NaOH (hidróxido de Sodio) en
disolución ayudan a que la corrosión de la pieza sea lenta pues la protegen de la oxidación
posterior del Cu+ (Heredia Avalos, S. 2011). Se observó una muestra sucia-disgregada con
materiales sueltos, cristales formando agregados (n=5), fragmentos grandes tornoazulados
(n=25), cristales sueltos transparentes (n=15) y fragmento vegetal ocluidos en el mismo (n=10),
por ultimo microcarbones (n=3).

Figura 40: Fig. Fragmento mineral tornoazulado con oclusiones de material vegetal y
microcarbones (izq. campo claro der. campo oscuro polarizado con cuña de cuarzo)

Figura 41: Cristales alargados (izq. campo claro-der. campo oscuro)

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“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

Figura 42: Cristales sueltos tornoazulados (arriba) y blancuzcos (abajo), ambos campos claros y
polarizados.

Figura 43: Fragmento vegetal ocluido en el mineral

La cuarta prueba con CH3COOH (ácido acético) sin reacción alguna resultó una muestra
limpia, su disolución es de color verdoso por la formación del acetato de cobre Cu(CH3COO)2,
pero con una alta frecuencia, en todos los campos del preparado, de fragmentos de mineral
turquesas a azulados, de diversos tamaños, los cristales azules se deben a uno de los compuesto
más importante del Cu que es la sal de sulfato cúprico (Biasioli y Weitz, 1981), otros fragmentos
marrones (n=2) y microcarbones (n=2).

Figura 44: Vista panorámica de los fragmentos mineral sal de Cu (izq. campo claro, der. campo
oscuro)

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“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

Figura 45: Izq. Fragmentos con microcarbones ocluidos (flecha negra), birrefringentes (flecha
blanca). der. mineral Cu tornoazulado (campo claro) y turquesa (campo oscuro)

Figura 46: Fig. Cristales transparentes (izq. campo claro) y birrefringente al polarizador (campo
oscuro). der. Microcarbón.

La quinta y última muestra muy limpia, sin reacción visible sobre el residuo en el disco de
Cu, fue el (NaPO3)6, Calgón. Este producto químico sirve para disolver carbonatos de calcio y
magnesio sobre la pieza ademas de eliminar las manchas verdes productos de la oxidación
(Theile, M.). Aquí aparecen muy frecuentes en todos los campos observados fragmentos de
cristales con una birrefrigencia blancuzca, otros transparentes fragmentos grandes (n=7), tonos
amarronados-amarillentos (n=4) y agregados de cristales (n=2).

Figura 47: Fig. Fragmentos grandes transparentes (medio) con microcarbones y fragmento marrón
ocluidos (flechas izq. y der.).

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“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

La prueba de ultrasonido con un objeto experimental permitió desprender microrrestos


de manera mecánica y física. Se observó una muestra limpia y cuali-cuantitativa muy interesante
para ser un objeto experimental, se hicieron presentes fragmentos oscuros con birrefrigencia
rojiza (n=31), cristales blanco-azulados (n=3), agregados de cristales con oclusiones de material
vegetal (n=3), todos estos de origen mineral probablemente provengan del mismo material del
objeto experimental, ademas como origen vegetal aparecieron silicofitolitos célula corta tipo rondel
(n=1) y células largas articuladas dendriforme (n=1) afines a las Poaceae (gramíneas), ambas
células siliceas presentan un color oscuro dañado por calor (incendio, quema o fuego), esto
acompañado por el conteo de microcarbones (n=26), por ultimo se destaca la presencia de un
grano de almidón no identificado de 15 um, con cruz visible y céntrica, lamelas no visibles (n=1).

Figura 48: Fragmento oscuro (izq, campo claro, der. campo polarizado con cuña de cuarzo)

Figura 49: Fragmento de cristales ocluidos blancos con tonos azulados y rojizos (izq. campo claro,
der. campo oscuro)

Figura 50: Agregados de cristales con oclusiones de material vegetal (flecha, izq. campo claro,
der. campo oscuro)

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“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

Figura 51: Silicofitolitos de gramíneas, células articuladas dendriforme (izq.) y tipo rondel (der.)

Figura 52: Grano de almidón no identificado ( izq. campo claro, medio. campo polarizado sin cuña
de cuarzo y der. campo polarizado con cuña de cuarzo)

5.6- PLAN DE ACCIÓN A FUTURO

Como parte del presente trabajo, se plantean posibles actividades y estudios que se le
pueden realizar a las piezas para de esa forma obtener mayor información de las mismas o
establecer posibles asociaciones.
Se propone realizar el pintado de lo muebles de madera que contienen las cajas de las
piezas o las piezas sueltas, con pintura látex blanca para de esta manera formar un
impermeabilizante y que la madera no desprenda más ácidos que puedan afectar a las piezas.
A continuación, se detallan los objetos que podrían someterse a radiografía, a
consolidación y a análisis de sustancias adheridas.

5.6.1- RADIOGRAFÍA

El estudio de los metales mediante radiografías permite un reconocimiento de diversos


detalles decorativos ocultos bajo la capa de corrosión, la localización de la superficie original del
objeto, el reconocimiento de metales de distinta naturaleza dentro de una misma pieza y el estudio
de aspectos formales relacionados con las técnicas de fabricación, como pueden ser el

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“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

ensamblaje, rupturas y soldaduras antiguas (Fernández, 2010). Además, permite discernir la


densidad de los sustratos, las grietas o fisuras y las burbujas ocluidas de los gases en el proceso
de fabricación (Díaz Martínez et al, 2011).
Este tipo de estudio ofrece la posibilidad de realizar un análisis morfológico para identificar
la superficie original o evaluar el estado general del núcleo metálico y la compacidad de la
estructura de la pieza (Fernández, 2010).
La radiografía resulta de gran ayuda en los procesos de limpieza en los metales que
previamente no se diferencia la composición, volumetría, desarrollo decorativo o estado de
conservación debido al avanzado grado de corrosión (Díaz Martínez et al, 2011).
El carácter esencialmente no destructivo de esta técnica ha sido fundamental para su
desarrollo en el ámbito de los bienes culturales, ya que no necesita toma de muestras y permite
un análisis global del objeto que puede incluir el 100% de la pieza sin destruir ninguna de sus
características; como método de examen físico no destructivo, es el único que aporta, de manera
global y no invasiva, una imagen de la estructura interna, de las técnicas de manufactura, motivos
decorativos, deterioros, las heterogeneidades o discontinuidades, etc. (Madrid, 2006).
Las piezas del acervo a las que se le recomienda realizar radiografía son:
 MA 10099: es una cuenta que posee una posible inscripción o decoración que no es
perceptible al ojo humano.
 MA 3876: en la base del cono presenta una decoración semicircular sobreelevada a modo
de decoración pero debido a la corrosión no se puede observar claramente que
representa.

5.6.2 – CONSOLIDACIÓN DE PIEZAS

Se propone realizar una consolidación y unión de las partes fragmentadas del MA 4689
(pendiente) con Paraloid B72 a fines de preservar la pieza. Dicho objeto pierde visibilidad de qué
es, decoración que posee y peligra su conservación si se lo mantiene en tantos fragmentos (15 en
total). Esto se fundamenta, en las pruebas realizadas sobre el objeto experimental en la que se
observa la eficacia y eficiencia de la consolidación con Paraloid B72 no sólo para inhibir la
corrosión sino también para unir fragmentos que remontan.

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“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

Figura 53: MA 4689 al que se le podría realizar consolidación con Paraloid para que se entienda
su significado.

5.6.3 – OTROS ANÁLISIS

Es importante poner en relevancia aquellos objetos a los que sería interesante realizarles
otros tipos de estudios o análisis para así obtener mayor información de su contexto y posible uso.
A continuación, se realiza un listado de los mismos y se describe a qué se debe la necesidad de
otro análisis junto con una foto en la que se señala el sector de interés:

 MA 4685: es una pinza que se encuentra fragmentada en la que se observa adherido a la


superficie restos de pelo o pluma.

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“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

 MA 3997: es una artefacto cilíndrico que posee uno de sus lados cerrados. En el interior
del mismo y debido a la fractura del lado cerrado se observa una pluma de color
amarillento claro.

 MA 3980 y MA 3990: ambos objetos son pendientes que presentan la misma decoración
de un ave en la parte media y superior del mismo. Se propone realizar estudio para
determinar si pertenecen al mismo par para sí unir en un mismo MA para posibilitar un
estudio, conservación y manejo en conjunto.

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“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

5.7- TESAURO

Debido a la multiplicad de términos usados y al no poseer un Tesauro con los términos


correctos, se propone una propuesta de Tesauro en lo que incumbe a las formas encontradas en
metales.

 AGUJA: Pieza apuntada, de tamaño adecuado a la función de costura, con perforación en


el extremo proximal (ojal) y punta aguzada en el extremo distal.
 ANILLO: Aro liso o con labores, que se lleva, principalmente por adorno, en los dedos de
la mano.
 ARTEFACTO: Objeto hecho por una acción humana.
 BRAZAL: Cobertura protectora para la muñeca utilizada en el tiro con arco. Especialmente,
el que llevan los arqueros sobre el brazo inclinado como protección del retroceso de la
cuerda del arco.
 CINCEL: Herramienta de 20 a 30 cm de largo, con boca acerada y recta de doble bisel,
que sirve para labrar a golpe de martillo piedras y metales.
 COLGANTE: Objeto destinado a ser suspendido, de tamaño variable pero normalmente
superior al de las cuentas de collar, de las que se diferencia también por su forma más
alargada y por el tipo de perforación, siempre excéntrica y en ocasiones con más de una
de ellas.
 CUENTA: Objeto destinado a ser enfilado en un collar o brazalete, con perforación central
y variadas morfología y tipometría, aunque generalmente es simétrico.
 DISCO: Objeto plano de forma circular y de sección plana y regular.
 HACHA: Instrumento generalmente macizo y cortante, con filo algo convexo en un
extremo.
 LÁMINA: Objetos laminares rectangulares en los que predomina el largo por sobre el
ancho y no presentan agujeros o ganchos de suspensión.
 MANOPLA: Objeto consistente en una banda de metal, ya sea con agujeros para cuatro
dedos o una sola abertura grande para deslizar la mayor parte de la mano, dejando el
dedo pulgar afuera, usadas para aumentar el efecto de un golpe con el puño o el efecto de
tensión.
 PENDIENTE: Objeto destinado a ser colgado y que por lo tanto poseen un gancho de
suspensión.

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“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

 PLACA: Objeto de metal rígida y poco gruesa de forma rectangular, subrectangular,


cuadrangular o subcuadrangular que no posee agujero ni gancho de suspensión. La
decoración hace suponer su sentido estético y, por ende, ornamental, aunque se
desconozca su función exacta.
 PULSERA: Objeto con una perforación central lo suficientemente grande para que permita
la introducción de la mano y su colocación en la muñeca, o una cinta de metal o cilindro
curvado que no se cierra, por el cual se introduce la mano y se ajusta a la muñeca.
 PUNZÓN: Instrumento que sirve para abrir orificios y para otros usos. Pieza de aspecto
alargado, estrecho y generalmente apuntado

Para determinar si una pieza está entera o fragmentada se utilizaron los términos de la siguiente
manera:
 ENTERA: es aquella pieza que no presenta ningún tipo de pérdida de material o
fragmentación.
 FRAGMENTADA: cuando la pieza presenta pérdida de material o cuando se encuentran
fragmentos separados que remontan.

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“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

CAPÍTULO VI DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES

“Capacidad experimental, honestidad en la publicación de los resultados

e inteligencia para interpretarlos”

Richard Feynman

Volviendo a los objetivos que se habían planteado para este trabajo final se realizará una
discusión de los mismos a partir de los resultados obtenidos durante todo el proceso.
Se buscaba crear las condiciones adecuadas para la conservación de metales
arqueológicos dentro del Área de Reserva y Conservación del Instituto de Arqueología y Museo.
Los 289 metales con los que se trabajó presentaban pátinas y corrosiones diferentes,
fragmentaciones de distintos grados, estados de conservación de distinto tipo e historias de “vida”
muy diferentes. Se estableció un protocolo de trabajo en el que los procedimientos para el
diagnóstico y conservación serían iguales para todos los objetos, salvo en aquellos casos en los
que estuvieran exhibidos en las muestras del IAM. Los resultados pudieron tabularse señalando
por categoría de artefacto (por ej. pulseras, pinzas, cinceles, etc), número de piezas, materia
prima, los estados de conservación y, fragmentación. Las fichas de donde se desprendieron
dichos datos, fueron acompañadas de imágenes y descripciones anteriores y posteriores al
presente trabajo.
Uno de los puntos importantes es que la re-clasificación de las piezas debido a la
elaboración de un Tesauro para precisar las categorías nominales. Esto permitió que se pueda
nombrar con más precisión a los objetos que estaban clasificados bajo una categoría
supuestamente neutral de “artefacto”.
En cuanto a la limpieza de las piezas, todas aquellas que perdieron material, fueron sus
restos guardados en tubos Eppendorf para permitir en el futuro realizarle investigaciones al
material desprendido así como también evaluar el avance de la corrosión de las piezas que
estaban afectadas. Otras intervenciones de limpieza mencionadas fue la de borrar las marcas de
tiza y extraer materiales inapropiados adheridos, como alambres.
La corrosión presente en las piezas permitió evaluar que las mismas están afectadas por
Cuprita y Calconatronita mayoritariamente. Esto puede deberse a la presencia de aire húmedo en
un ambiente ácido y por exposición al calor y que puede provenir del microclima que hay en San
Miguel de Tucumán y a las condiciones de conservación a las que estuvieron sometidas las
piezas durante años debido a que no se le realizaban tareas de conservación o control de las
condiciones. Como se vio en los resultados, la humedad dentro del Depósito B y del Armario en el

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“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

que se encuentran las cajas con los objetos es muy elevada para lo que es recomendado para los
objetos metálicos arqueológicos. Dentro del armario la humedad es mayor que la del depósito
pero la temperatura menor ya que protege las piezas de la incidencia de la luz solar. Siguiendo
con esto, se recomienda como acción a futuro la necesidad de pintar con látex blanco el armario
para que el mismo no desprenda ácidos, se reduzca la temperatura y se puedan realizar controles
más visibles sobre las cajas y las piezas metálicas.
Por último, se observó que algunas de las piezas parecen haber estado sometidas a
presiones o tensiones mecánicas externas, pero no se ha podido identificar la procedencia o
factores de las mismas. Esto se observó en una aguja que posee deformaciones muy notorias que
no podrían haber sido realizadas por la presión de otros objetos sino que parece ser de una
presión intensa y dirigida hacia la misma. También, se detectó que hay 11 pinzas más
fragmentadas que las ingresadas hace 15 años a la base de datos digital. Esto puede deberse a
movimientos y fuerzas que están relacionadas con las escasas condiciones de estabilidad en las
que se encontraban las piezas dentro de los contenedores. Además, es necesario considerar que
los procesos de corrosión pueden haber afectado e incentivado a dichas fragmentaciones.

Siguiendo con los objetivos planteados, se llevó a cabo el cambio de Sistema de Guarda
de las Piezas. Se trabajó con el mismo para lograr una mayor estabilidad de las piezas y disminuir
el efecto de los agentes corrosivos como el aire, la humedad y la luz. Es por eso, que se
cambiaron las cajas de cartón antiguas por cajas de polipropileno, las bolsas de polietileno por
bolsas de polipropileno y sobres de espuma de polietileno, se retiraron los papeles ácidos,
papeles de sobres, broches metálicos, alambres y cintas adhesivas que estaban junto con las
piezas y que contenían datos del viejo Sistema de Guarda. Toda la información que se retiró del
Antiguo Sistema de Guarda y que era de importancia para la historia de la pieza y del las formas
de registro y de conservación, se guardó correctamente con el MA actual asociado para así
permitir la reconstrucción de la historia de “vida” de las piezas cuando sea y resulte necesario.
Por otro lado, se ha enriquecido la Base de Datos con nueva información, nuevas fotos,
nuevos detalles, nuevos estados de conservación y hasta con el ingreso de nuevos objetos
metálicos que estaban siglados pero no ingresados a la Base de Datos pero de las que se podía
obtener algo de información a través de los antiguos Libros de Ingreso y Registro de las piezas.
También, al detectar un error en el conteo entre las piezas que posee la Base de Datos y
los trabajados, se realizó un nuevo control de todas las piezas y del inventario de la Pasantía en el
que se encontró una pieza faltante que corresponde a un fragmento de pinza de base de cobre
(cuya búsqueda más minuciosa aún debe realizarse) y otra pieza de cobre que estaba ingresado
dos veces a la Base de Datos con dos MA distintos. Al corroborar ambas cuestiones, se solucionó

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“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

el problema de conteo que existía. Aún así, habiendo realizado las correcciones y estableciendo
correspondencias entre las piezas con el listado arrojado por la búsqueda de software, el número
arrojado por el conteo del buscador con categoría METALES arqueológicos, sigue dando un error
con tantas piezas de más.
Además, y debido a un caso en particular dentro del trabajo, se sugiere realizar un registro
de las trayectorias de los objetos en la Base de Datos para evitar la pérdida de información de la
“vida de las piezas”.

En lo que respecta a la actividad experimental con material actual para estimar su


repercusión e importancia en material arqueológico, la misma incluyó el limpiado por ultrasonido y
la consolidación con Paraloid B72 para de esta manera probar cómo afectan estos procedimiento
a los materiales y si es posible realizarlos en materiales arqueológicos sin poner en riesgo a la
pieza.
La actividad experimental nos permite establecer los parámetros para poder realizar una
limpieza de metales a través del uso del Ultrasonido. La pérdida de material fue superior a la
esperada logrando remover la pátina que poseía de manera eficiente. Además, la limpieza con
agua destilada y el hisopo permitió que mayor cantidad de material se desprendiera y permitiera
evaluar correctamente la eficacia del ultrasonido. Es un método aceptable para los materiales
arqueológicos ya que permite regular la cantidad de tiempo al que la pieza se encuentra sometida
pudiéndose realizar de manera gradual para prevenir cualquier daño. Por otro lado, también
posibilita recuperar los materiales que se desprenden de la pieza y que quedan en el agua del
vaso de precipitación por lo que da lugar a otras investigaciones.
Además, los métodos de limpieza mecánico con escariador y químicos con ácido acético,
ácido fluorhídrico y ácido clorhídrico, nos permitieron evaluar las posibilidades de remoción de la
corrosión que ofrecen estos métodos. La limpieza mecánica con escariador mostró que se puede
remover la corrosión aunque se la podría usar. La limpieza química con ácido acético fue poco útil
ya que no realiza una remoción de la corrosión y las pátinas en el momento. Con el paso de las
horas, la corrosión verde logra desprenderse completamente. La limpieza química con ácido
fluorhídrico puso en relevancia que fue el mecanismo de limpieza más eficiente para sacar la
pátina verde de corrosión de la superficie de la pieza en el momento y la pátina marrón que se
encuentra sobre la superficie directamente con el paso de las horas de la interacción con el ácido.
La limpieza con ácido clorhídrico no es recomendada ya que no produjo ningún desprendimiento
significante de material de corrosión por lo que su eficacia es menor a la del ácido fluorhídrico e,
incluso, a la del ácido acético.

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“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

Por otro lado, aunque no se pueden dar resultados concluyentes, la consolidación con
Paraloid B72 al 5% parece ser útil como aislante en los lugares en los que se realizaron limpiezas
previendo así que la corrosión se siga desarrollando en esos lugares.

Por último, se propone un plan de acción a futuro para seguir realizando estudios a los
metales mediante el que se plantean diferentes actividades. Entre ellas, se propone una
consolidación con Paraloid B72 basándonos en los resultados de la experiencia realizada. Se
debería realizar para que la figura adquiera sentido ya que desintegrada no se identifica a qué es
o cuál es su función. También, se podría realizar radiografías a la pieza MA 10099 para
determinar si hay inscripciones que podrían resultar de importancia para sumar datos a la historia
de la pieza, y también al MA 3876 en la que se podría determinar la decoración presente en la
base del cono que está borrada por la corrosión. Además, serían necesarios realizar análisis de
pluma o pelos que podrían estar adheridos sobre la superficie de la pieza y que aportarían datos
sobre la funcionalidad de uno de los artefactos y el posible uso o asociación de la pinza. Otra
propuesta a futuro es el control del objeto experimental dentro del Área de Reserva para ver la
eficiencia y eficacia de las limpiezas y del Paraloid como consolidante, aislante e inhibidor de la
corrosión y el avance o no de la corrosión dentro del microclima que allí existe.
Estos análisis y actividades a futuro son propuestas con la visión de enriquecer los datos
de las piezas que integran la colección del Museo y, por otro lado, avanzar en las investigaciones
con las piezas de Museos que están en las Áreas de Reserva.

A modo de cierre, el trabajo que se había realizado hasta el momento con la colección del
Instituto en general y con los metales en particular, es de gran importancia para este trabajo. Las
clasificaciones, digitalizaciones, tareas de conservación y preservación, y numerosas fichas y
fotografías anteriores fueron el sustento para darle forma a este trabajo. Cuando se comienza a
interactuar con los materiales, nos podemos dar cuenta de la gran inversión de trabajo, tiempo y
dedicación que llevaron todas las tareas realizadas con anterioridad, las realizadas en el marco de
esta Pasantía Institucional y las que se proponen realizar a futuro. Es de esta manera, que la
Pasantía estuvo orientada a complementar la información ya recogida en Base de Datos Digital,
en el Libro de Registro o en las Fichas anteriores para así avanzar en la conformación de un
Tesauro y en la ampliación de la información que se tiene para cada ficha.
Sabiendo todo lo anterior, también es posible que hayan existido errores no intencionados
o falta de registro de algunos eventos que se trataron de reconstruir en este trabajo para que se
conozca la “historia de vida” de las piezas analizadas. De la misma manera, puede ser necesario
aclarar, que toda la información recabada ya ha sido ingresada a la Base de Datos Digital y que se

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“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

entregará una copia de todas las fotos y fichas realizadas durante la pasantía al Área de Reserva
del IAM para que se cuente con un soporte extra al momento de la consulta de los datos.
La elaboración de un protocolo inédito de trabajo con distintas técnicas de limpieza y el
análisis de microrrestos presentes en las sustancias adheridas a los metales arqueológicos
muestran la importancia de los trabajos interdisciplinarios, en los que el museólogo no sólo actúa
conservando los metales, cerámicas, huesos, líticos, maderas, sino que también es un “médico”
de estos objetos. Además, siguiendo los parámetros nuevos en cuanto a la salud de los
conservadores, restauradores y museólogos, los análisis no sólo permitirán evaluar el estado de
los metales y los microrrestos que los estén afectando sino que también se podrá evaluar cómo
esos mismos microrrestos afectan a las personas que están en contacto directo y diario con la
colección así como también a los otros materiales presentes dentro de la Reserva.
A lo largo de todo este Trabajo Final de Pasantía Institucional he podido dar cuenta de una
serie de puntos que me interesaría recalcar:
 El privilegio de contar con un propio Museo de Arqueología en nuestra Facultad que, no
sólo nos permite formarnos como museólogos, arqueólogos, investigadores, sino que
también colaboramos en el mantenimiento del mismo y en el acondicionamiento de las
piezas.
 La preservación de las colecciones en estado óptimo debe ser una tarea privilegiada
dentro de los roles del Museológo y dentro de nuestra institución así de esta manera se las
preserva para las generaciones futuras y posibles investigaciones nuevas.
 El Trabajo Final es el punto culmine de nuestra formación académica pero a su vez debe
ser el punto de partida para nuevos cuestionamientos, estudios, análisis e investigaciones
que aparecen durante el proceso.
A partir de estos puntos me parece de radical importancia, la tarea de despertar el interés
de los alumnos en el trabajo con las colecciones para que se produzcan nuevos datos que
permitan enriquecer la Base de Datos y la información que hasta el momento se tiene de las
mismas.
Todos los objetos sufren un proceso de envejecimiento y deterioro propios de su
naturaleza, del entorno en el que se hallan, del trato que reciben y del uso que se hace de ellos.
En el plano material, necesitan cuidados y un tratamiento adecuado. La principal estrategia
consiste en adoptar la conservación preventiva y hacer que sea un elemento esencial en el
funcionamiento del museo. La misma asegura la perdurabilidad de la utilización y el disfrute de
nuestro patrimonio cultural en la actualidad y para las generaciones venideras.
El desarrollo del presente informe permitió establecer una primera aproximación a las
tareas del museólogo dentro del Museo y en relación a las colecciones del mismo y los sistemas

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“Conservación Preventiva y Curativa de Metales Arqueológicos”

de registro. Una de las actividades que me parecen necesarias recalcar es el meticuloso registro
que se debe tener de todas las actividades realizadas, de los objetos que se trataron por día, la
estandarización de los procedimientos y el registro fotográfico del antes, durante y después. Todo
esto junto permiten que futuros investigadores conozcan las actividades realizadas y puedan
juzgar a su criterio la correspondencia o no de lo realizado. Además, permite también reconstruir
la historia de las piezas, de las intervenciones realizadas en las mismas y de las investigaciones
con las colecciones del Museo. Al completar todo esto, se llega a la propuesta de DeCarli (2004)
en la que la conservación, preservación y restauración no tienen que quedar sólo en eso, sino que
ir más allá realizando investigaciones que integren todos los demás puntos y tratando de dar a
conocer a la sociedad los valiosos aportes que se realizaron.
Por otro lado, es necesaria recalcar la importancia de las colecciones que posee el IAM y
que a lo largo de sus 90 años de trayectoria ha enriquecido, investigado y protegido. Sin la
presencia de esta institución y de sus colecciones este Informe Final de Pasantía no hubiera sido
posible. Más aún, remarcar la variedad de procedencia de las piezas. Las traídas por Schreiter de
zonas de Catamarca, las piezas de la Colección Velazco que en su mayoría son procedentes de
Perú y las ingresadas por intercambio con el Museo de Berlín, permiten contar con una variedad
de piezas y culturas que la hacen realmente ricas a los ojos de los investigadores y potenciales
fuentes de información.
Por último, es necesario resaltar la importancia del protocolo elaborado para la limpieza de
los metales y el análisis de las sustancias extraídas del mismo. De esta forma, se está evaluando
la presencia de determinados microrrestos dentro de las sustancias adheridas a las piezas y como
constituyentes de las piezas mismas.

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