“SABER TOMAR UNA DECISIÓN

NO ES RESPONSABILIDAD DEL
OTRO”

Como seres humanos somos conscientes de tomar nuestras propias decisiones, sean
buenas o malas de cada uno depende qué camino tomar.

Hay dos caminos para elegir, y según la cultura de cada ser humano se elegirá el bien o el
mal, por tanto si actúas bien son los ángeles quienes te ayudan y si actúas mal son los
demonios los que te empujan a hacer el mal, el ser humano es bueno o malo por naturaleza
ya que una persona aparentemente normal, buena e integra es capaz de cometer actos
crueles. Son casos, donde remotamente puede existir un trastorno o un pasado que ha
marcado su vida, lo que hay en realidad es la influencia poderosa de un factor o situación
capaz de deshumanizarnos y convertirnos en unos seres extraños.

Pero también se puede decir que nos hace precisamente humanos la capacidad de
elegir y encontrar soluciones para que la vida, como género y como personas, siga el
camino de la moral y la dignidad.

Es sorprendente mirar en la vida cotidiana, sea en noticieros, internet, como

personas que se creen que son buenas terminan actuando de manera incorrecta o
haciendo cosas terribles, como por ejemplo cuando los sacerdotes que aparentemente
son personas que prestan servicio a Dios Pero tienen su lado oscuro.

Las personas son capases de perder su humanidad en el momento en que han vivido
o han sido víctimas de alguna situación que marco su vida , llevándolos a cometer
actos atroces ya sea porque se sienten presionados, por satisfacer a una persona, o
por satisfacción personal.

Vivimos en una época donde la maldad crece cada día mas, muertes de inocentes,
feminicídio, violaciones, el tráfico de órganos donde los niños y la mujeres son los
protagonistas de estos hechos atroces.
¿Qué pasa con la humanidad? ¿Dónde están los valores, los principios que les
inculcaron cuando eran niños? Son interrogantes que tengo cada vez que leo, o
escucho de personas que cometen actos escalofriantes.

No hay ideas claras del porqué de tanta maldad, pero que importante sería saber
identificar a una persona buena y a otra mala, no es fácil porque hay personas que fingen
muy bien llegando a nuestras vidas para hacer daño. Una persona con malas intenciones
puede portarse amable y cometer actos lamentables contra otras personas.

La personalidad de los seres humanos juega un papel fundamental en la vida y siempre se

suele cambiar de acuerdo al tipo de sujetos que frecuentamos pero de cada uno de nosotros
depende qué camino seguir.

Es importante decir que la vida y el mundo son más complicados que el bien o el mal, se
trata de nuestras acciones, decisiones y pensamientos. Ya que las diferentes formas de
pensar y las diferentes religiones nos han enseñado acerca de un Dios o incluso dioses,
quienes nos tienen un destino marcado para cada uno de nosotros, pero al final, son
nuestras decisiones las que nos colocan en un determinado camino con un fin específico,
cada decisión que tomemos es personal sea buena o mala. No se puede culpar a otros por
las cosas que nos suceden, sean positivas o negativas, los únicos responsables somos
nosotros mismos y nuestro deber es asumir las consecuencias.

Se podría decir que las creencias de cada uno de nosotros también influyen en las cosas que
nos suceden, sean buenas o malas. Gracias a ellas pensamos y actuamos de una manera
concreta, así que el resultado dependerá de ellas también. Si queremos un mundo mejor
para la humanidad deberíamos empezar por conocernos a nosotros mismos, no se puede
esperar que el mundo cambie si nuestra vida esta desorganizada, si tenemos creencias
erróneas si nos guiamos solo en lo que los demás hacen o dicen tenemos que empezar a
aprender a resolver nuestros propios conflictos, empezando por nuestro hogar.