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Psychosocial Intervention

ISSN: 1132-0559
pi@cop.es
Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid
España

ALONSO VAREA, José Manuel; CASTELLANOS DELGADO, José Luis


Por un enfoque integral de la violencia familiar
Psychosocial Intervention, vol. 15, núm. 3, 2006, pp. 253-274
Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid
Madrid, España

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=179814012002

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Intervención Psicosocial, 2006, Vol. 15 N.° 3 Págs. 253-274. ISSN: 1132-0559

DOSSIER

Por un enfoque integral de la violencia familiar


Towards a comprehensive approach of family
violence

José Manuel ALONSO VAREA*


José Luis CASTELLANOS DELGADO**
Fecha de Recepción: 15-10-2006 Fecha de Aceptación: 20-12-2006

RESUMEN
Las manifestaciones de violencia que tienen su origen o justificación en procesos dis-
ruptivos intrafamiliares cada vez se detectan más por los profesionales, a la vez que se
reduce la aceptación de estas situaciones por parte de las víctimas en una sociedad que
tiende a asumir como uno de sus valores fundamentales la tolerancia cero frente a este
tipo de conductas. Los enfoques tradicionales basados en la atención de la victima y el
agresor, además de parciales y a posteriori, olvidan los numerosos puntos en común que
tienen estos fenómenos. Un enfoque integral de la violencia familiar debería, en primer
lugar, orientarse hacia la prevención de la violencia en este ámbito creando competencias
de comunicación, relación afectiva y disciplina que superen las habituales asociaciones
entre violencia-machismo-autoridad. En este articulo, los autores exponen los puntos en
común y las diferencias más significativas entre las distintas manifestaciones de la violen-
cia familiar (contra los niños, contra la pareja y contra las personas mayores), concluyen-
do con las ventajas, sobre todo a nivel preventivo, de un enfoque integral.

PALABRAS CLAVE
Violencia familiar, Maltrato, Prevención de la violencia.

ABSTRACT
Signs of violence stemming from family disruptive processes are more and more com-
mon and reported in a society that is becoming zero-tolerant to this kind of behaviours.

* Psicólogo consultor. josem@alonsovarea.com. Máster en Administración Pública (ESADE). Director del postgrado
on line sobre violencia familiar. www.il3.ub.edu/infocurso12.ntml
** Psicólogo. Jefe del Área de Programas Sociales de Infancia. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.

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Por un enfoque integral de la violencia familiar

Apart from being partial and reactive, traditional approaches based on the attention to
both victim and attacker forgets many issues that these events have in common. In order
to break the traditional link between violence, male chauvinism and authority, the compre-
hensive approach to family violence should first aim at violence prevention through the
promotion of communication skills, affective relationships and discipline, This paper out-
lines significant commonalities and differences between the various signs of family vio-
lence. It also demonstrates the advantages of using a comprehensive approach, mainly at
a preventive level.
KEY WORDS
Family violence, Ill-treatment, Violence prevention.

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José Manuel Alonso Varea y José Luis Castellanos Delgado

1. AGRESIVIDAD Y VIOLENCIA opina que “considerar que la agresividad


es innata en el ser humano no conlleva
1.1. Definición de violencia reconocer que, para el ser humano, es
inevitable comportarse agresivamente”.
Es difícil ofrecer una definición única Es decir, el ser humano es agresivo por
de violencia ya que se trata en primer naturaleza, pero pacifico o violento
lugar de un término coloquial que expre- según la cultura en la que se desarrolle.
sa muchas y muy diversas situaciones.
Parece, ante todo, que se trata de un Sin embargo, la explicación mas
fenómeno complejo que puede abordarse cómoda para nuestra cultura, que toda-
desde muy diversas ópticas. El debate, vía es básicamente violenta, a la violen-
por ejemplo, sobre el origen cultural o cia que observamos y padecemos es que
innato de la violencia sigue presente en los humanos somos seres violentos por
nuestra sociedad y refleja la multiplici- naturaleza. Según este punto de vista no
dad de causas que la literatura científica podríamos prevenir la violencia con nin-
ha relacionado con la aparición de las gún tipo de medida, ni pedir responsabi-
conductas violentas (biológicas, psicoló- lidades ni hacer gran cosa para reducir
gicas o sociales). Existe un importante la violencia ni los violentos se verían
grado de acuerdo en ciertas condiciones impulsados a cambiar pues serian así de
que debe reunir una conducta para ser forma innata e inevitable.
definida como violenta (Doménech/Iñi-
quez, 2002): necesidad de un contexto En el cuadro 1 se esquematizan algu-
social interpersonal o intergrupal, inten- nas diferencias entre la agresividad, que
cionalidad y daño como consecuencia del tendría un sentido adaptativo, y la vio-
acto agresivo. González (2003) define vio- lencia que tendría un componente bási-
lencia como acción de carácter intenso camente cultural. Es la cultura la que
realizada con la intención de herir o convertiría la agresividad en violencia,
dañar a alguien o a algo, pero con algu- pues hasta los instintos pueden ser
nos matices diferenciadores como son su modelados por la cultura. Podemos defi-
intensidad y su carga peyorativa, que no nir como violencia “cualquier acción (o
siempre están presentes en las conduc- inacción) que tiene la finalidad de causar
tas agresivas. Esta definición abre el un daño (físico o no) a otro ser humano,
paso a una variante positiva de la agresi- sin que haya beneficio para la eficacia
vidad, en el sentido de conductas con biológica propia” (J. Sanmartin, 2000).
una carga adaptativa o de supervivencia. La violencia seria, pues, gratuita desde el
En esta misma línea, introduciendo una punto de vista biológico,, y resultado de
interesante diferenciación entre agresivi- la interacción entre la agresividad natu-
dad y violencia, J.Sanmartin (2000) ral y la cultura.
Cuadro 1. Diferencias entre agresividad y violencia

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Por un enfoque integral de la violencia familiar

Por su valor normativo resulta útil reco- 1.2. Manifestaciones de la violencia


ger aquí la definición de violencia de la
fuerza física o el poder, ya sea en grado de Los fenómenos violentos están presen-
amenaza o efectivo, contra uno mismo, tes en todos los contextos de los seres
otra persona o un grupo o comunidad, que humanos y evidentemente, existen rela-
cause o tenga muchas posibilidades de ciones entre aquellas manifestaciones de
causar lesiones, muerte, daños psicológi- violencia que se dan dentro y fuera del
cos, trastornos del desarrollo o privacidad. entorno familiar. Un clima social toleran-
te con la violencia es uno de los factores
Por su valor normativo resulta útil macrosociales que puede favorecer la
recoger aquí la definición de violencia de aparición de violencia familiar, a su vez
Cuadro 2. Algunas manifestaciones de violencia en diferentes ámbitos
extrafamiliares

la OMS (2002). “El uso deliberado de la la violencia familiar puede producir


fuerza física o el poder, ya sea en grado manifestaciones violentas dentro y fuera
de amenaza o efectivo, contra uno de la familia: como en el caso de la vio-
mismo, otra persona o un grupo o comu- lencia entre iguales en el caso de niños y
nidad, que cause o tenga muchas posibi- adolescentes que viven un clima familiar
lidades de causar lesiones, muerte, violento, agresiones a maestros, etc. En
daños psicológicos, trastornos del desa- el cuadro 2 señalamos algunas manifes-
rrollo o privaciones’”. taciones de la violencia en diferentes

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José Manuel Alonso Varea y José Luis Castellanos Delgado

ámbitos sociales que influyen en las Los estudios retrospectivos muestran


familias. Existe una cierta aceptación que los patrones de disciplina muy coer-
social de la violencia fuera de las familias citivas o contradictorias, que mezclan
que facilita la violencia dentro de ellas. episodios de fuerte castigo físico con
En la mayoría de estas manifestaciones otros de permisividad, son un indicador
podemos encontrar: de riesgo y conflicto social. Pero a la
población y a los profesionales les cuesta
• Componentes de violencia física, reconocer el riesgo que representan este
psicológica, intimidaciones, amena- tipo de conductas y la necesidad de ofre-
zas y coacciones. cer pautas de autoridad y crianza alter-
nativas al comportamiento violento.
• La dimensión de género fruto de pro-
cesos de socialización diferenciales Culturalmente, de forma errónea, se
en función del sexo del individuo. ha asociado autoridad con violencia lo
cual ha ayudado a legitimar la violencia
como una pauta adecuada de autoridad.
2. LA VIOLENCIA FAMILIAR Igualmente de forma errónea se ha aso-
ciado amor con violencia y castigo con
A comienzos de la década de los ‘70 se violencia. En realidad, la violencia es el
comenzó a hablar en algunos países uso del poder en negativo. Otras formas
occidentales de la violencia dentro de las de poder son el amor y la autoridad (uso
familias, iniciando un camino de supera- del poder en positivo). A su vez, el casti-
ción de la invisibilidad de este fenómeno go puede ser violento (físico, psicológico
ante la pantalla de privacidad intrafami- o sexual) o no violento (disciplina positi-
liar que fue creciendo en la misma medi- va) (Horno, P. 2005). Esta autora detalla
da en que crecía el reconocimiento y una metodología de trabajo con adultos
especificidad de los derechos humanos a en donde se desmontan estos conceptos
colectivos como mujeres, niños/as y dis- que favorecen el castigo físico y psicoló-
capacitados. La violencia familiar, en gico como herramienta educativa. Hace
general, y los malos tratos infantiles, en énfasis en que la creación de vínculos
particular, son algunos de los problemas afectivos entre los seres humanos (ya
más graves que afectan negativamente al sea entre padres e hijos o entre miem-
desarrollo y socialización de los niños y bros de la pareja) pasa igualmente por
niñas (Gelles, 1993). mostrar interés por el otro, compartir
tiempo para conocerlo, comprometerse,
A pesar de las condenas de la socie- estar a su lado en dificultades, escuchar-
dad y de las leyes contra la violencia los, aceptarlos como son mas allá de las
familiar, todavía se tiende a diferenciar expectativas sobre ellos, ser asertivos y
entre niveles aceptables de violencia compartir actividades y diversión.
familiar y los niveles inaceptables. Un
ejemplo de esta diferenciación queda Autores como K. Browne y R.J. Gelles
patente en los datos disponibles sobre la sugieren un enfoque global sobre el origen
aceptación del castigo físico en España. y el mantenimiento de la violencia familiar
En efecto, los datos aportados por el CIS que supera la visión reducida de cada
(Barómetro 2004) señalan que mientras grupo de profesionales que atiende a cada
el 85,4% de los encuestados estaría dis- tipo de víctima y de agresor. Estos profe-
puesto a denunciar a alguien que mal- sionales, con demasiada frecuencia, tienen
tratara a un niño, el 57% estaría dis- una visión excesivamente centrada solo en
puesto a pegarle un azote. la mujer, o solo en los niños o solo en los

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agresores, lo cual impide dar una respues- • Un tema político, la violencia fami-
ta de ayuda y de límites adecuados a todos liar causa más víctimas que la vio-
los miembros del núcleo familiar. lencia política terrorista.
La utilización de la denominación • La expresión de dinámicas familia-
“violencia familiar” no supone en ningún res anomicas, basadas en una des-
caso la equiparación de los dos términos igualdad o asimetría de poder.
que la componen. Al contrario estima-
mos que se trata de una perspectiva útil Igualmente, la violencia familiar:
de estudio y de intervención temprana
en unos fenómenos que cada día están • No tiene cultura, raza, sexo, clase
más presentes en nuestra sociedad. social ni edad.
• Se basa en el excesivo “respeto”
2.1 - ¿Qué es la violencia familiar? hacia la vida privada: la sociedad se
resiste a intervenir.
La violencia familiar es…
• Es un estilo de vida: por frecuente
• “Todo acto u omisión sobrevenido se la considera normal. Se la ha de
en el marco familiar por obra de uno hacer visible e inadmisible.
de sus componentes que atente con-
tra la vida, la integridad corporal o • Silenciarla es generarla: consentir
psíquica, o la libertad de otro com- modelos inadecuados.
ponente de la misma familia, o que
amenace gravemente el desarrollo • Afecta a los derechos humanos no
de su personalidad” (Consejo de sólo de las mujeres, también de
Europa, 1986). niños, adolescentes y mayores, hay
que tener en cuenta, asimismo, la
• Abuso de poder, sobre personas incidencia de los fenómenos violen-
percibidas vulnerables por el agre- tos intrafamiliares ejercidos contra
sor pues está asociado con varia- la personas con discapacidad.
bles como el género y la edad de las
víctimas y, entre ellas, las más vul- • Hace referencia a las distintas for-
nerables son las mujeres, los niños, mas de relación abusiva que caracte-
los adolescentes, las personas rizan de modo permanente o cíclico
mayores y las personas con algún al vínculo intrafamiliar y alude, por
tipo de disminución (física, psíqui- tanto, a todas las formas de abuso
ca o sensorial). La relación de que tienen lugar en las relaciones
abuso es una situación en la que entre los miembros de una familia.
una persona con más poder abusa
de otra con menos poder para con- Merece especial atención la profusión
trolar la relación. y falta de consenso sobre la terminología
de estos fenómenos (Violencia domestica,
• Una forma de violencia estructural, violencia de genero, violencia de pareja,
pues para que ocurra es necesario etc). Nuestra propuesta opta por la deno-
un cierto nivel de aceptación y tole- minación violencia en la pareja, frente
rancia social (de la cultura, el dere- a otras denominaciones como:
cho, la ideología, etc.) hacia esa vio-
lencia. • Violencia domestica. Este concepto

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nos remite al espacio físico, no sugie- res sino también violencia contra la
re relaciones, y no tiene en cuenta pareja masculina y también pode-
por tanto los casos en que no hay mos encontrar violencia entre las
convivencia o cuando la pareja está parejas del mismo sexo. Así pues, la
separada o divorciada. La violencia violencia hacia la mujer en la pareja
en la pareja no acaba en el matrimo- es uno de los subtipos de violencia
nio ya que incluye la violencia contra de género.
la mujer en las parejas que conviven
sin estar casadas, en las parejas que En la figura 1 se representan las prin-
aun no conviven y en las parejas que cipales manifestaciones de la violencia
ya se han separado. Además en este familiar y los principales agentes involu-
espacio domestico se dan otros tipos crados.
e malos tratos además de contra las
mujeres. Detectar cualquiera de estos tipos de
malos tratos depende de la conciencia-
• Violencia de género o machista. ción, del conocimiento y de la compren-
Este concepto incluye toda la violen- sión social, colectiva e individual que se
cia contra las mujeres no solo la vio- tenga del problema. Estas premisas
lencia contra las mujeres en el determinan lo que ha de ser reconocido
ámbito familiar, una de las expresio- como un maltrato, clasificado como tal y
nes más frecuentes de la violencia por tanto susceptible de actuar sobre el.
de género. En la pareja no solo se Para entender la ocultación del maltrato
produce violencia contra las muje- podemos revisar el modelo de H. Blumer

Figura 1.Tipos de violencia intra-familiar y su ciclo de desarrollo


(modificado de Browne, K./Herbert, M., 1997)

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Por un enfoque integral de la violencia familiar

(1971) aplicado a los problemas públi- 2.2.- ¿Las familias pueden favorecer
cos mediante el cual especifica que “un o evitar la aparición de violencia
problema social existe principalmente familiar?
en los términos en que es definido y
concebido en la sociedad”. Asimismo En nuestra sociedad existe el mito
prevé la existencia de las 5 etapas que nos dibuja a la familia como un
siguientes: entorno pacífico e idílico. En efecto, la
familia constituye el compromiso social
1. Emergencia del problema en una más firme de confianza, protección,
sociedad apoyo mutuo y amor que existe entre
2. Legitimación del problema por un grupo de personas (Rojas Marcos,
parte de la misma. 2005). Sin embargo, sus miembros
sufren con mayor frecuencia peleas y
3. Movilización hacia la acción con agresiones de diferente gravedad por
respecto al problema. parte de sus familiares que las que pue-
den sufrir en cualquier otro lugar y por
4. Formulación de un plan oficial de cualquier otra persona. Es por ello que
acción por parte de los estamentos se ha definido la familia (Gelles, 1993)
representativos. como la institución social más violenta
de nuestra sociedad, exceptuando el
ejército en tiempos de guerra.
5. Implementación de este plan.
La literatura especializada coincide en
En España en el caso de la violencia afirmar que existen dos grandes tipos de
entre la pareja y de los malos tratos carencias o factores que son propiciato-
hacia la infancia habríamos entrado rios de la aparición de conductas violen-
muy recientemente en la quinta etapa. tas; se trata de la carencia de recursos
Por lo que respecto a los malos tratos a (económicos, habitacionales, laborales,
las personas mayores y de la violencia sociales, etc) y las dificultades emociona-
de los hijos contra los padres nos les (empatía, frialdad emotiva, problemas
encontraríamos situados entre la prime- de identidad y autoestima, etc) (Milner,
ra y segunda etapa. 1999, Gracia, /Musitu, 1993 Pérez/de
Paul, 2002).
En esta misma línea la opinión públi-
ca sobre el fenómeno de la violencia En cualquier caso, se han identifica-
domestica queda reflejada de forma do algunas características específicas
patente en los barómetros que con de la estructura familiar como grupo
carácter periódico realiza el CIS. En con- social que se exponen en la primera
creto, en el realizado en marzo de 2005, columna del cuadro 3. Paradójicamen-
el 91% de la población cree que la violen- te, todas estas características pueden
cia esta muy o bastante extendida hacia ser favorecedoras o bien de un clima
las mujeres, el 61% hacia la infancia y el enriquecedor, cálido, íntimo, de apoyo y
53% hacia las personas mayores. Todos de fuente de seguridad (factores de
los datos disponibles apuntan, por lo seguridad) o, todo lo contrario, favore-
tanto a que, aunque reciente (Domé- cedoras del incremento de tensiones
nech/Iñiquez 2002), la violencia familiar y de violencia entre sus miembros (fac-
reúne todas las condiciones establecidas tores de riesgo), tal y como se muestra
(Clemente, 1997) para configurarse como en la segunda columna del mismo cua-
un problema social emergente. dro.

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Cuadro 3. Características de protección y de riesgo de las familias


(Adaptado de R. J. Gelles/M. Straus (1979) y M. Straus/G. Hotaling (1979)
citados por R. J. Gelles (1997)

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Por un enfoque integral de la violencia familiar

2. 3. Transmisión intergeneracional cercana sea profesional o no, son algu-


de la violencia familiar nos de los elementos que pueden contri-
buir a romper este círculo. Una lectura o
Gelles (1980) identifico la aparición de interpretación positiva de la violencia
un “ciclo de la violencia” como uno de los vivida en la familia de origen puede anu-
principales factores relacionados con la lar o impedir la repetición de conductas
ocurrencia del maltrato infantil y de la violentas familiares en la próxima gene-
violencia conyugal. La transmisión inter- ración (Egeland, 1993, González, 2003).
generacional de la violencia (Yanes/Gon- Yanes y González (2000) concluyen
zalez, 2000) ha sido estudiada de forma manifestando la posibilidad de que las
recurrente a partir de los años 60 tratan- creencias estén afectando a la construc-
do de buscar un historial de maltrato en ción de la experiencia pasada. De hecho,
los padres maltratadores (Gómez y de se ha podido comprobar que las perso-
Paúl, 2002) y a partir de los años 70 nas acomodan sus recuerdos hasta
como explicación de la violencia de gene- hacerlos compatibles con sus creencias
ro. Presenciar situaciones de violencia acerca de sus relaciones de pareja (vid.
familiar es uno de los más potentes fac- Holmes y Murray, 1995).
tores de riesgo, en el caso de los niños,
para repetir esta pauta de conducta en
pareja cuando crezcan y, en el caso de 3. MANIFESTACIONES
las niñas, para asumir un papel pasivo DE VIOLENCIA FAMILIAR
de aceptación de dicha violencia. Así
pues, crecer en contextos familiares Trataremos de las principales manifes-
donde existe violencia es un predictor taciones de violencia familiar (violencia
para la aparición de diversos problemas contra niños y adolescentes, en la pareja,
emocionales, cognitivos y de conducta, y contra personas mayores) no habiéndo-
tanto a corto como a largo plazo (Gonzá- se incluido a efectos comparativos, las
lez 2003). Las pautas educativas que que hemos llamado “otras” formas de vio-
transmiten los padres son fundamenta- lencia familiar (la violencia de hijos contra
les en la modulación de los conflictos padres y madres, la violencia entre pare-
internos de los hijos. jas en periodo de formación y la violencia
entre hermanos) que con respecto a la
En cualquier caso los datos no son naturaleza o tipología de los actos violen-
definitivos. A los problemas metodológi- tos, la clasificación más aceptada es la
cos inherentes a investigaciones retros- recogida por la Organización Mundial de
pectivas se añade la certeza de los nume- la Salud (2002), según la cual los actos
rosos casos donde la exposición a la vio- violentos pueden ser físicos, sexuales,
lencia familiar no ha generado patrones psicológicos o basados en las privaciones
de conducta violentos. Por lo tanto, en los o el abandono (negligencia). No obstante,
últimos años se han puesto en valor resulta particularmente interesante la
interpretaciones que hacen un mayor clasificación de tipos de malos tratos que
hincapié en los factores moduladores de hace Browne y Herbert, 1997:
tipo cognitivo (creencias), proactivos, que
en las tradicionales tesis basadas en las
teorías de aprendizaje o del apego. Violencia activa, abuso o maltrato
La toma de conciencia sobre lo que les • Física. Infligir o amenazar con daño
ocurrió a las victimas durante la infancia o lesiones, por ejemplo: empujones,
y la ayuda por parte de alguna persona bofetadas, golpes, estirones de pelo,

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mordiscos, patadas, torcer los bra- • negligencia involuntaria. Fracaso


zos, golpear con objetos, quemadu- en las obligaciones de cuidar, sin
ras, etc. Coerción forzada y limitar intención de causar stress físico o
movimientos físicos. emocional, por ejemplo: abandono,
no provisión de dinero, alimentos,
• Sexual. Contacto sexual sin consen- pobre cuidado de la salud, ausen-
timiento, cualquier contacto sexual cia de afecto y de protección
coercitivo o con fines de explotación, sexual, etc. debido a ansiedad,
por ejemplo: caricias, relaciones conocimiento inadecuado, pereza o
sexuales vaginales o anales, ataques enfermedad.
a zonas sexuales del cuerpo. Obligar
a ver imágenes o actividades sexuales Generalmente la violencia psicológica
y amenazar con contactos sexuales. precede y acompaña a la violencia física
y el maltrato intrafamiliar precede al
• Psicológico. Infligir angustia a tra- abuso extrafamiliar. Es habitual la coe-
vés del control y limitación de acce- xistencia de diferentes formas de violen-
so a amigos, escuela o trabajo; ais- cia en la misma relación, así como el
lamiento forzado, ser testigo invo- riesgo de revictimización. Este es debido
luntario de actividades e imágenes a que el maltrato incrementa el riesgo de
violentas; intimidación, usar el posteriores malos tratos por las mismas
miedo o el daño físico, las amena- personas u otras de la propia familia y
zas, los chantajes, amenazas de sui- por personas externas a la familia cono-
cidio y acoso hacia los demás; des- cidas o desconocidas. La reproducción
trucción de propiedades y mascotas. del ciclo de violencia familiar puede, en
muchas ocasiones, favorecer la aparición
• Emocional. Realizar de forma habi- sucesiva y a veces simultánea de diferen-
tual críticas, humillaciones, deni- tes tipos de violencia.
gración, insultos, silenciar, dañar la
autoimagen.
3.1. Las tipologías: principales
• Material (económico). Explotación aspectos comunes y diferenciales
financiera o ilegal y control de fon-
dos y otros recursos necesarios para En el cuadro 4 se esquematizan
la supervivencia económica y perso- características comunes y algunas dife-
nal. Obligar a una persona a ser renciales entre la violencia contra niños
dependiente económicamente. y adolescentes, en la pareja, y contra
personas mayores.
Violencia pasiva o negligencia
3.2. Las respuestas: principales
• Negligencia voluntaria. Rechazo o aspectos comunes y diferenciales
fracaso en las obligaciones de cui-
dar, incluyendo acciones intenciona- En el cuadro 5 hacemos énfasis en los
das de causar stress físico o emocio- aspectos comunes a la intervención en
nal, por ejemplo: abandono delibe- los diferentes tipos de malos tratos, que
rado o no proveer de dinero, alimen- habitualmente se tienen poco en cuenta.
tos, pobre cuidado de la salud Ello no implica desconsiderar aspectos
ausencia de afecto y de protección específicos de la intervención en cada
sexual, etc. tipo de maltrato.

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Cuadro 4. Principales tipologías de violencia familiar.


Aspectos comunes y diferenciales

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Cuadro 4. Principales tipologías de violencia familiar.


Aspectos comunes y diferenciales (continuación)

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Cuadro 5. Proceso de intervención en violencia familiar.


Aspectos comunes y diferenciales

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4. OTRAS FORMAS DE VIOLENCIA cos varones de clase media y alta


FAMILIAR (hay una chica cada diez casos),
entre 12 y 18 años (especialmente
Más allá de la violencia contra niños y entre 15 y 17 años) (Moreno, 2005).
adolescentes, en la pareja y a las perso- Los padres aguantan demasiado
nas mayores, existen otras formas de tiempo la violencia de los hijos. Al
violencia familiar emergentes, como son principio la soportan pensando que
la violencia de los niños y adolescentes es algo “normal” (la edad, la afirma-
contra los adultos, la violencia entre ción de la personalidad, etc.). Cuan-
parejas jóvenes y la violencia entre her- do aumentan en intensidad las
manos. Todas estas violencias, con oríge- agresiones las aguantan por el
nes similares, se recogen aquí sobre todo miedo a exponer su “fracaso” como
para darles visibilidad a pesar de que padres y por pensar que es un tema
hay pocos estudios sobre ellas. únicamente familiar que no tiene
solución. No se han encontrado fac-
tores genéticos en este tipo de agre-
La violencia de los niños y siones (Chartier, 2000).
adolescentes contra los adultos
Una parte de las agresiones realizadas
En los últimos años se esta produ- por menores contra sus padres o familia-
ciendo en las sociedades occidentales un res engrosan las cifras de la justicia juve-
rápido aumento de agresiones (tanto físi- nil. Resumiremos una investigación pio-
cas como psicológicas) de hijos a sus nera y reciente (Romero y otros, 2005)
padres. Este hecho esta relacionado con sobre los 116 expedientes relativos a agre-
cambios laborales, educativos, tecnológi- siones de hijos a padres y calificados por
cos, de valores, etc. de nuestras socieda- los fiscales de menores de Cataluña como
des. Algunos datos son: hechos de violencia domestica desde
enero de 2001 hasta diciembre del 2003
— En España en el año 2005 se reali-
zaron 8000 denuncias de padres Este tipo de delitos supone el 3% del
que habían recibido agresiones de total de los registrados en el ámbito juve-
sus hijos (casi 3 veces más que el nil.
año anterior)
Sus principales características son:
— Incremento de los delitos de vio-
lencia sobre familiares que llegan — El 79,3% son chicos, con una ten-
a las fiscalias de menores (ver cua- dencia al alza en el caso de las chi-
dro 6). cas.
— Las madres son las víctimas prin- — La mayoría nacieron en el Estado
cipales de estas agresiones. Puede español (91,4%).
influir en ello, la cultura machista,
la percepción de que son más débi- — Tienen dificultades para interiori-
les físicamente y el hecho de que zar normas y asumir responsabili-
pasen más tiempo con los hijos dades.
que los padres.
— De los menores escolarizados, en
— En general, la mayor parte de estas un 67,2% el rendimiento escolar
agresiones son realizadas por chi- ha sido regular o malo.

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Por un enfoque integral de la violencia familiar

Cuadro 6. Denuncias en las fiscalías provinciales


(Romero, F. y otros, 2005)

— El 32,8% refieren problemas con- — La victima mas frecuente es la


ductuales, emocionales o cogniti- madre la cual recibe el 87,7% de
vos que tienen un inicio precoz. las agresiones: sola (42,2%), con
otros hijos (16,4%), con el marido
— Hay una importante presencia de (15,5%), con marido e hijos (6%),
conductas violentas en el ámbito con abuelos (4,3%), etc.
social. El 35,3% manifiestan con-
ductas violentas en la escuela. — La persona que acostumbra a
denunciar con más frecuencia es la
— En el 44% de las familias la convi- madre (64,7%).
vencia tiene lugar en el núcleo
familiar originario y el 56% vive en — En el 78,4% de los casos hay con-
diferentes organizaciones familia- tacto físico en la agresión, como
res fuera del núcleo originario puñetazos, patadas, empujones,
(familias monoparentales, familias intentos de ahogar. En el 21,6% de
reconstituidas, convivencia con los casos han sido insultos y veja-
familia extensa o en un centro de ciones.
la Administración).
Dos grupos de jóvenes agresores fami-
— El 76,7% de las familias ha vivido liares.
experiencias que ha modificado las
características del núcleo familiar
(separación de los progenitores, En el primer grupo el único delito que
formación de nuevas parejas, consta en su expediente a justicia de
muerte o distanciamiento de uno menores es de violencia doméstica
de los progenitores, problemas de (46,6%), encontramos que:
relación con los hijos). El 62,1% de
las familias también ha presentado — Las familias de estos jóvenes son
dificultades por déficit de las figu- las que presentan un patrón más
ras parentales, por el estilo de rela- normalizado o adaptado socialmen-
ciones establecido o por la presen- te (no ha habido cambios en el
cia de factores distorsionantes núcleo de convivencia y el estilo
(problemas de salud física o men- educativo del progenitor consta
tal, adicciones, no aceptación de la como adecuado).
nueva pareja del progenitor).
— La situación de conflicto tiene una
Características del conflicto y de la duración anterior a la denuncia de
denuncia. al menos de seis meses.

268 Intervención Psicosocial, 2006, vol. 15 n.º 3


José Manuel Alonso Varea y José Luis Castellanos Delgado

El segundo grupo lo forman jóvenes • La existencia de conductas de mal-


con “carrera delictiva” (53,4%), con expe- trato en cualquiera de sus modali-
dientes abiertos a justicia de menores dades (físico, emocional, sexual,
con motivo de otros tipos penales, antes social, etc) entre parejas de novios
o después del de violencia doméstica. universitarios, cuya prevalencia se
Las características más asociadas son incrementa cuando las encuestas se
las siguientes: realizan en el ámbito de Institutos
de Educación Secundaria (con cifras
— Tienen expedientes tanto anterio- que oscilan entre el 3 y el 6%).
res como posteriores en delitos
contra las personas y contra la • Cuando se le pregunta a los estu-
propiedad. diantes que mantienen o han man-
tenido relaciones de pareja acerca
— Consumen sustancias legales del grado en que tales conductas
(alcohol) e ilegales (cocaína y (esto es, las que pueden ser consti-
otras). tutivas de violencia de género), son
toleradas e incluso aceptadas los
— Se dan conductas violentas en la porcentajes llegan a valores muy
escuela y hacia los iguales. elevados. De hecho, más del 60%
de los encuestados dicen conocer
— Trayectoria escolar con absentismo parejas de novios adolescentes
y cambios de centro. que en la actualidad o en los últi-
mos seis meses están o han esta-
do siendo víctimas de violencia
Violencia entre parejas jóvenes de género.
Se disponen de escasos datos sobre • Las peculiares y específicas formas
la violencia entre parejas jóvenes y de relación afectiva que se mantie-
cuando éstos aparecen, lo hacen de nen durante el noviazgo de adoles-
forma muy genérica. Por ejemplo, las centes (debidos al nivel de madura-
propias estadísticas del Instituto de la ción, la inexperiencia y los estereoti-
Mujer informan de la existencia de pos de relación, entre muchos
muertes producidas entre novios o otros), favorecen la mayor preva-
exnovios. Todos los estudios revisados lencia de ciertos tipos de conduc-
concluyen en la necesidad de realizar tas de violencia de género sobre
esfuerzos basados en la prevención otros más propios de la edad adul-
primaria, fundamentalmente en la ta. La denominación de las mujeres
adolescencia. El cambio de actitudes, con nombres de genitales, la clari-
valores y estereotipos durante esta dad de las insinuaciones o toca-
etapa y especialmente durante las pri- mientos de naturaleza sexual, las
meras relaciones afectivas entre parejas “persecuciones” a las que se ven
de novios pueden repercutir durante las sometidas cuando se desea romper
posteriores relaciones entre cónyuges la relación, etc. son un ejemplo de
(el tipo de relación familiar en el que ello.
aparece la mayor prevalencia y que más
muertes ocasiona). La relación entre violencia en parejas
jóvenes con episodios de violencia en
Los datos de Rodríguez Franco/Ro- sus familias de origen ha sido reciente-
dríguez Díaz (2004) indican: mente estudiada por González y Santana

Intervención Psicosocial, 2006, vol. 15 n.º 3 269


Por un enfoque integral de la violencia familiar

(2001) en una muestra de 1146 estu- nes verbales, tácticas de dominan-


diantes entre 16 y 18 años. El 12% de cia y comportamientos celosos) y los
los jóvenes ha presenciado, al menos comportamientos propiamente
una vez, como sus padres agreden física- dichos, se observan que la mayoría
mente a sus madres (empujar o pegar). de las correlaciones entre las varia-
Sin embargo, solo el 6% ha observado la bles objeto de estudio son significa-
misma conducta en sus madres. En sus tivas, moderadas y positivas.
relaciones de pareja, el 7,5% de los chi-
cos y el 7,1% de las chicas señala haber • La violencia psicológica forma
empujado o pegado a su pareja, al parte de las relaciones afectivas
menos una vez (obsérvese el porcentaje de los adolescentes y jóvenes.
tan similar entre sexos). Los autores Donde las actitudes que justifican el
indican que los jóvenes que muestran uso de la agresión como forma de
más agresividad son aquellos que han resolver los problemas de pareja se
observado más violencia en sus madres y considera uno de los aspectos cen-
han recibido más castigo físico de sus trales en los programas de preven-
padres. ción, posibilitando la actuación
antes de que los estudiantes tengan
Se ha evaluado la violencia psicoló- parejas, y diseñando estrategias que
gica (agresión verbal, comportamientos faciliten el cambio de actitudes y el
dominantes o coercitivos y tácticas celo- desarrollo de habilidades específicas
sas) en las relaciones de noviazgo en la para detectar y enfrentarse con este
juventud (González/ Muñoz, 2004). Ana- tipo de relaciones.
lizaron la asociación entre el género y las
actitudes que justifican este tipo de vio- Respecto a las relaciones sexuales
lencia, determinando si las variables no deseadas, un estudio (Ramos/ Fuer-
consideradas pueden ser estimadas tes 2005) entre una muestra 485 jóvenes
como importantes correlatos en la impli- con una media de edad de 20 años, el
cación de las conductas violentas en 40.9% de las chicas afirma haber mante-
edades tempranas. Trabajaron con una nido algún tipo de estas relaciones. Las
muestra de 221 estudiantes, pertene- chicas que afirman haber mantenido
cientes a diferentes Universidades de la relaciones sexuales no coitales no desea-
Comunidad de Madrid de diferentes das porque un amigo utilizó la presión
carreras, y con edades comprendidas verbal o le incitó al consumo de alcohol
entre los 18 y 27 años. Sus resultados u otra drogas aceptan en mayor medida
indican que: que está justificado que el varón emplee
estas estrategias si la mujer le ha “provo-
• Durante el noviazgo se presentan cado” previamente. Por su parte, las
episodios violentos, donde la moda- mujeres que informan haber mantenido
lidad más frecuente es la psicológica contactos sexuales no coitales porque su
(agresión verbal, comportamientos pareja utilizó la fuerza física consideran
celosos y tácticas de dominancia). Al en mayor grado que las mujeres pierden
comparar los índices de violencia de el derecho a decir “no” una vez cruzados
ambos géneros no se encontraron determinados límites respecto al resto de
grandes diferencias significativas. chicas.
• Las relaciones existentes entre cada En una excelente revisión González,
una de las actitudes que justifican R. (2003) encuentra los siguientes facto-
las agresiones psicológicas (agresio- res de riesgo en este tipo de conducta:

270 Intervención Psicosocial, 2006, vol. 15 n.º 3


José Manuel Alonso Varea y José Luis Castellanos Delgado

— Presencia de conductas previas — En un estudio en USA con una


humillantes, de control y/o aisla- muestra representativa de niños
miento. entre 3 y 17 años (Straus, y cols,
1988) el 82% estaba involucrado
— Deseo de control sobre la pareja. durante el último año en un acto
agresivo hacia un hermano (lanzar
— Presencia de violencia en la familia objetos, golpear con un objeto,
de origen. patadas, mordiscos, etc.).
— Actitudes tradicionales respecto a — Un estudio realizado en Gran Bre-
roles de genero. taña (Browne/Herbert, 1997) entre
estudiantes de secundaria señala
que un 2% de los estudiantes habí-
Violencia entre hermanos an sido abusados sexualmente por
hermanos cinco años mayor al
Hay escasa conciencia sobre este tipo menos en una ocasión. El abuso
de violencia entre la población. De hecho sexual entre hermanos a menudo
la investigación es escasa aunque la que esta asociado con el maltrato físico.
existe apunta una realidad preocupante.
Hay muchos paralelismos entre la vio-
lencia entre hermanos y el fenómeno Factores que pueden favorecer la
cada vez mas popularizado entre la opi- aparición de violencia entre hermanos:
nión publica del “bullying” (violencia
física, psicológica y/o sexual entre igua- — Ambiente de violencia familiar.
les sobre todo en la escuela y su entor-
no) y muchas recomendaciones de inter- — Familias en las que hay malos tra-
vención y prevención son igualmente tos hacia los hijos por parte de los
similares. De hecho, los niños y adoles- padres.
centes que suelen ser agresivos en la
escuela también suelen serlo dentro de — Ausencia de ambiente calido y
la familia. Después de la no obediencia afecto positivo.
la agresión es la segunda queja de los
adultos que tienen que cuidar a niños — Ausencia de reglas claras sobre la
con dificultades. Muchos adultos consi- disciplina.
deran como “normal” la agresión física y
verbal entre hermanos, como un buen — En todas las edades las chicas son
entrenamiento para gestionar sus rela- menos violentas que los chicos,
ciones en el mundo exterior. Incluso pero las diferencias son pequeñas.
piensan que mejor eso que no inhibir las
conductas agresivas. Sin embargo los — A medida que aumenta la edad dis-
estudios científicos señalan que no hay minuyen los porcentajes de niños y
evidencia de que comportándose agresi- niñas agredidos por los hermanos,
vamente se reduzca la agresividad en pues se pueden defender mejor y
general. pasan menos tiempo juntos.
Los datos internacionales de los que — El temperamento impulsivo es mas
disponemos nos permiten entrever una frecuente en agresores y la falta de
realidad incuestionable desde los últimos asertividad es mas frecuente en
veinte años: victimas.

Intervención Psicosocial, 2006, vol. 15 n.º 3 271


Por un enfoque integral de la violencia familiar

— Son más vulnerables para ser victi- ciones preventivas generales (Moreno,
mas los niños con problemas de 2005):
aprendizaje, disfunciones orgáni-
cas o algún problema físico o psi- — La coherencia. Los padres deben
cológico. tener y mantener el mismo criterio,
que tiene que ser firme, tiene que
— Los hermanos que agreden a her- tener continuidad y permanencia
manos son menos empáticos hacia para no crear confusiones en el
sus victimas potenciales, no tienen niño. Corregir desde el principio
menos habilidades sociales sino las conductas agresivas del hijo, no
que tienen valores y objetivos dife- reírlas cómo si fueran una “gracia”
rentes, además tienden a valorar del niño.
las situaciones sociales como más
hostiles atribuyendo hostilidad a — La educación para la empatía y
otros. transmitir al hijo un afecto y unos
valores basados en la comuni-
En resumen, la violencia constituye cación y el respeto mutuos.
en la actualidad un problema social de
primer orden. Frente a las formas más — La educación para la responsabili-
graves y/o asentadas como fenómenos dad inculcando el binomio esfuer-
a combatir, están apareciendo “nuevas” zo-responsabilidad hacia la colec-
manifestaciones; episodios de violencia tividad. Los padres han de apren-
graves a edades cada vez más tempra- der a decir no al hijo, sin
nas, acoso escolar, violencia de hijos a crispación, sin violencia, sin temor
padres, etc. Esta situación esta moti- a que esta negativa provoque en el
vando planes y estrategias de sensibili- niño reacciones negativas en el
zación, prevención e intervención por presente o en el futuro. La permi-
parte de las administraciones públicas, sividad no es educativa; inculcar
organizaciones sociales y colectivos pro- pautas y pequeños hábitos de com-
fesionales. Muchos de estos fenómenos portamiento hechos como rutina
se producen en el entorno familiar o es pone los fundamentos de una vida
factible que su factor precipitador se futura en que el niño sea capaz de
encuentre en este ámbito. Frente a la asumir sus decisiones.
dinámica de intervención y explicación
victima— agresor, este artículo se suma — Compartir tiempo de ocio y comu-
a la corriente que aboga por la necesi- nicación. No delegar la tarea
dad de un enfoque global sobre el ori- educativa al mundo del ocio comer-
gen y el mantenimiento de la violencia cializado, sino convertir este ocio
que se produce en el seno de las fami- en un diálogo activo y creativo
lias (Giddens, 2000, T rujano et al, sobre los contenidos de los medios
2006). Se trataría de fortalecer las audiovisuales.
capacidades, las relaciones afectivas y
el equilibrio intrafamiliar, como vía para — La escuela ha de utilizar procedi-
prevenir las conductas violentas en el mientos inclusivos. La exclusión
futuro, en cualquiera de sus expresio- sistemática del niño que molesta
nes. puede ser un procedimiento gene-
rador de violencia: del aula al pa-
Esta pespectiva puede ser especial- sillo, del pasillo al patio y del patio
mente util a la hora de diseñar orienta- a la calle.

272 Intervención Psicosocial, 2006, vol. 15 n.º 3


José Manuel Alonso Varea y José Luis Castellanos Delgado

—La intervención en los jóvenes por mente desde el ámbito de la salud men-
un delito por violencia doméstica tiene tal familiar o individual, de la mediación
que ser diferente a la que se hace por comunitaria y del ámbito social (Romero
otras conductas delictivas, prioritaria- y otros, 2005).

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