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MARIOLOGÍA
El encuentro continuo con María nos ayuda a descubrir nuestro destino personal y el sentido de
la historia en la luz de Cristo. Hay que destacar la importancia de la devoción mariana,
especialmente para las vocaciones, es María la primera Misionera. María nos enseña a tener fe en
Jesús, y Él nos enseña a comprendernos a nosotros mismos, a discernir nuestra vocación, a
abrirnos a los proyectos de Dios para el futuro. Contemplando el rostro de María, descubrimos el
verdadero rostro de Dios, su belleza, su bondad y su misericordia. Contemplando el rostro de la
Virgen, quedamos iluminados por la luz divina que transforma también nuestro
rostro. Recurriendo a la intercesión de María y escuchando su voz, renovamos la fidelidad a
nuestra vocación y recibimos la gracia de revelar a los corazones de las nuevas generaciones la
belleza de la vocación al sacerdocio y a la vida consagrada. En María vemos el amor de Dios por
nosotros con toda su fuerza, pero también con toda su ternura, que siempre tiene su origen en el
mismo Jesús».
El origen del culto mariano no es fácil de precisar, dado que no surge por decreto ni de golpe en
los fieles, sino a través de los siglos en la vida litúrgica de la Iglesia. "Sin embargo puede
afirmarse que es anterior al concilio de Éfeso (A.431) y que su núcleo aparece, no obstante, la
presencia de María en las confesiones de fe bautismales del siglo II y en la anáfora de Hipólito
(ca. 215) entorno al ciclo natalicio".
Durante siglos la Iglesia Católica ha dedicado todo el mes de mayo para honrar a la Virgen
María, la Madre de Dios. Antes del siglo XII, entró en vigor la tradición de Tricesimum o "La
devoción de treinta días a María". Estas celebraciones se llevaban a cabo del 15 de agosto al 14
de septiembre y todavía puede observarse en algunas áreas.
3- Elabore un cuadro donde exprese los 4 dogmas marianos, año del dogma, documento
/concilio en que fue aprobada, papa que protagonizó ese dogma.
Madre de la Gloria 12
Hoy la Virgen inmaculada, que no ha conocido ninguna de las culpas terrenas, sino que se ha
alimentado de los pensamientos celestiales, no ha vuelto a la tierra; como Ella era un cielo
viviente, se encuentra en los tabernáculos celestiales.
Presbítero romano, seguramente de origen oriental, que vivió en el siglo III, Hipólito afirma que
Nuestro Señor nació del Espíritu Santo y de la Santísima Virgen María: “Pero el Señor no podía
pecar, pues había sido formado, en cuanto naturaleza humana, de maderas incorruptibles, es
decir: con la intervención de la Virgen y del Espíritu Santo, y estaba revestido por dentro y por
fuera del Verbo de Dios, como oro purísimo”.
La Iglesia, como María, virgen y madre San Agustín Año 354-430
Nos hemos propuesto hablar sobre la virginidad. Ayúdenos Cristo, hijo de la Virgen, esposo de
las vírgenes, nacido corporalmente de un seno virginal y unido espiritualmente en espiritual
desposorio. Siendo también la Iglesia universal virgen desposada con un solo varón, que es
Cristo, como dice el Apóstol, ¿cuán dignos de honor no han de ser sus miembros, que guardan en
su carne lo que toda ella guarda en su fe?
La Iglesia imita a la madre de su esposo y Señor, porque la Iglesia es también virgen y madre.
Pues, si no es virgen, ¿por qué celamos su integridad? Y si no es madre, ¿a qué hijos hablamos?
María dio a luz corporalmente a la Cabeza de este cuerpo; la Iglesia da a luz espiritualmente a los
miembros de esa cabeza. Ni en una ni en otra la virginidad ha impedido la fecundidad; ni en una
ni en otra la fecundidad ha dejado la virginidad. Por tanto, si la Iglesia universal es santa en el
cuerpo y en el espíritu y, sin embargo, no es toda virgen en el cuerpo, aunque sí en el espíritu,
¿cuánto más santa sería en aquellos miembros en los que es virgen a la vez en el cuerpo y en el
espíritu?
En sus cartas se siente el amor ardiente de un santo que hizo frecuentes alusiones a la Virgen
María: “Jesús, Dios nuestro, el Ungido, fue llevado por María en su seno, conforme el plan
salvador de Dios; era en verdad del linaje de David, engendrado, sin embargo, por obra del
Espíritu Santo. Fue alumbrado y fue bautizado a fin de santificar el agua con sus padecimientos”.
En esa misma Carta a los Efesios, se expresa de esta manera: “Uno sólo es el médico corporal y
espiritual, engendrado y no engendrado, Dios nacido en carne, en la muerte vida verdadera,
nacido de María y de Dios, primero pasible y después impasible, Jesucristo Nuestro Señor”.
La Madre de Cristo se presenta ante los hombres como portavoz de la voluntad del Hijo,
indicadora de aquellas exigencias que deben cumplirse para que pueda manifestarse el poder
salvífico del Mesías. Madre del Redentor
En las apariciones, Dios permite que el cuerpo glorificado de la Virgen se haga visible para
alguna/s persona/s. Aunque esta verdad trasciende nuestra capacidad racional, no es contraria a
la razón. Para quien vive en gracia y experimenta una viva relación con Dios, la Virgen y los
santos, las apariciones no presentan una dificultad porque saben que ellos, están siempre en con
nosotros y se manifiestan.
El Cardenal Ratzinger, de la Congregación para la Doctrina de la Fe, nos dice: “No podemos
ciertamente impedir que Dios hable a nuestro tiempo a través de personas sencillas y valiéndose
de signos extraordinarios que denuncian la insuficiencia de las culturas que nos dominan,
contaminadas de racionalismo y de positivismo. Las apariciones que la Iglesia ha aprobado
oficialmente ocupan un lugar preciso en el desarrollo de la vida de la Iglesia en el último siglo.
Muestra, entre otras cosas, que la Revelación aun siendo única, plena y por consiguiente,
insuperable- no es algo muerto; es viva y vital.”
El vidente (o los videntes) juega un papel, hasta cierto punto, importante en el discernimiento de
la autenticidad de las apariciones. Pueden ser un obstáculo si llegan a negar las experiencias
que han tenido, ya sea por miedo o por otra razón (esto ocurrió en la aparición de La Salette).
Pueden los videntes llegar a proporcionar criterio necesario para demostrar su falta de
autenticidad (si manifiestan, por ejemplo, problemas mentales o emocionales.)
Los videntes auténticos:
Tienden a ocurrir en lugares aislados y de silencio. Suelen ser lugares que invitan a la
oración.
Usualmente en áreas o regiones donde las creencias religiosas están bajo ataque o se han
olvidado;
Usualmente la Virgen pide la construcción de un santuario en el mismo lugar de las
apariciones;
La Virgen hace promesas gracias en relación a la visita a los santuarios.
Se convierten en lugares donde la presencia de la Virgen se hace sentir y ella nos lleva a
Jesús.
Se convierten en lugares de peregrinación bajo el amparo de la Virgen.
Los videntes dan cuenta detallada y consistentemente del contenido de sus visiones. Y
aunque hayan pasado muchos años después de las apariciones, aún no se contradicen con
lo dicho anteriormente.
Es un mensaje que llama al arrepentimiento, la conversión de los pecados, y a volver a
Dios y a los Sacramentos;
Pide el aumento de la fe, la oración y de las obras de piedad y de misericordia. Son
acompañadas por signos milagrosos, curaciones y por conversiones:
Ocurren eventos milagrosos totalmente inexplicables a nivel humano;
Curaciones físicas de enfermedades mortales ya declarados así por los médicos;
Conversiones de personas ateas e incluso rebeldes contra Dios (el ejemplo de Ratisbone,
el judío que se convirtió por la Medalla Milagrosa)
Eventos sobrenaturales visibles (por ejemplo, el milagro del sol en Fátima). Las
apariciones que no muestran las características de arriba son más difíciles de analizar por
las autoridades religiosas y científicas.
En la noche del 2 de enero del año 40, Santiago se encontraba con sus discípulos junto al río
Ebro, cuando “oyó voces de ángeles que cantaban Ave, María, gratia plena y vio aparecer a la
Virgen Madre de Cristo, de pie sobre un pilar de mármol”.
La Basílica del Pilar fue la primera iglesia dedicada en honor a la Virgen Santísima.
La devoción del pueblo por la Virgen del Pilar se halla tan arraigada entre los españoles y desde
épocas tan remotas, que la Santa Sede permitió el establecimiento del Oficio del Pilar en el que
se consigna la aparición de la Virgen del Pilar como “una antigua y piadosa creencia”.
El Papa Clemente XII señaló la fecha del 12 de octubre para la festividad particular de la Virgen
del Pilar.
Virgen de Guadalupe
Año: 1531
Lugar: Tepeyac (México)
Fiesta: 12 de diciembre
Vidente: San Juan Diego
La Virgen Santísima se apareció en el Tepeyac, México, a San Juan Diego el martes 12 de
diciembre de 1531, apenas diez años después de la conquista de México.
Como prueba de su visita la Virgen milagrosamente hizo que en aquel lugar aparecieran
preciosas rosas de Castilla y que su imagen quedara permanentemente en la tilma de su siervo.
El Tepeyac es el santuario mariano más visitado del mundo, superando en visitas a Lourdes y
Fátima.
Pío X proclamó a Nuestra Señora de Guadalupe “Patrona de toda la América Latina”; Pío XI, de
“todas las Américas”; Pío XII la llamó “Emperatriz de las Américas”; y Juan XXIII, “La
misionera celeste del Nuevo Mundo” y “La Madre de las Américas”. En esta gran basílica Juan
Pablo II beatificó al indio Juan Diego el 6 de mayo de 1990.
Ella se apareció a Juan Diego embarazada. El Papa Juan Pablo II nos enseñó que, ante la actual
cultura de la muerte, encontramos esperanza en la Virgen de Guadalupe, la gran defensora de la
vida humana.
El pastor calvinista y mucha gente de la aldea también vieron a la señora que lloraba con el bebé
en brazos, tal como los niños la habían descrito. La mujer reflejaba un dolor profundo y sus
mejillas estaban llenas de lágrimas. Finalmente el pastor recuperó la calma y le preguntó, “¿por
qué llora usted?” Con una voz llena de dolor, ella contestó, “había una época en que mi amado
hijo era adorado por mi pueblo en este mismo lugar. Pero ahora han dado este suelo sagrado al
arado, a la
Nuestra Señora de Laus
Año: 1664
Lugar: Cerca de Saint-Etiénne-le-Laus (Francia)
Fiesta: 4 de mayo
Vidente: Benoîte Rencurel
siembra y a los animales de pasto”. Dicho esto, sin más palabras, desapareció.
El 27 de noviembre del mismo año Santa Catalina volvió a ver a la Santísima Virgen y a su lado
apareció la Medalla Milagrosa. En su interior Santa Catalina oyó una voz que decía: “Haz que se
acuñe una medalla según este modelo. Todos cuantos la lleven puesta recibirán grandes gracias.
Las gracias serán más abundantes para los que la lleven con confianza”.
Con la aprobación de la Iglesia, las primeras Medallas fueron hechas en 1832 y distribuidas por
todo París. Inmediatamente, las gracias prometidas por la Virgen María comenzaron a mostrarse
en los que llevaban su Medalla. Esto se extendió como llama de fuego; maravillas de gracia y
salud, paz y prosperidad se propagaron entre quiénes la llevaban. En 1836, una averiguación
Canónica hecha en Paris declaró como genuinas las apariciones. .El judío Ratisbone se convirtió
gracias a la Medalla Milagrosa.
Virgen de la salette
Año: 1846
Lugar: La Salette (Francia)
Fiesta: 19 de setiembre
Vidente: Melanie Mathieu y Maximino Giraud
El 19 de setiembre de 1846, la Virgen Santísima se apareció a dos pastorcitos, Melanie y
Maximino. La Virgen mencionó específicamente la necesidad de renunciar a dos graves pecados
que se habían hecho muy comunes: la blasfemia y el no tomar el domingo como día de descanso
y asistencia a la Santa Misa.
La Virgen pidió a los niños que rezaran, hicieran sacrificios y propagaran su mensaje. La Virgen
lloraba, con su cabeza entre sus manos, porque los hombres ignoraban la cruz de Jesucristo.
Las apariciones se caracterizaron por la sobriedad de las palabras de la Virgen, y por la aparición
de una fuente de agua que brotó inesperadamente junto al lugar de las apariciones y que desde
entonces es un lugar de referencia de innumerables milagros constatados por hombres de ciencia.
En 1876 se edificó la actual Basílica, uno de los lugares de peregrinación del mundo católico.
El 18 de enero de 1862 la Iglesia Católica aprobó las apariciones tomando en cuenta la vida de la
vidente y el contenido del mensaje transmitido por la “Señora”. Desde ahí los diversos pontífices
han apoyado de varias formas la devoción y la peregrinación al santuario.
El Papa Pío X extendió la celebración de la memoria a toda la Iglesia y el Papa Pío XI canonizó
a Bernadette el 8 de diciembre de 1933. En el año 1983 Juan Pablo II acudió en peregrinación a
Lourdes.
La próxima noche, la Virgen se apareció a Estelle para informarle que iba a vivir. Las siguientes
noches, la Virgen continuó apareciéndose a Estelle junto a su cama. Le dijo: “Yo soy toda
misericordiosa”. Tras la quinta aparición, el 19 de febrero, Estelle quedó sanada.
En julio a diciembre del mismo año, la Virgen visitó a Estelle diez veces más (un total de 15
veces). María Inmaculada le dijo en julio: “Yo he venido especialmente para la conversión de los
pecadores”.
Estelle Faguette continuó su vida humilde en Pellevoisin hasta su muerte en 1929, a los 86 años
de edad.
Este mismo día hizo un gran milagro (el movimiento giratorio del sol lanzando rayos de luz de
diferentes colores), que fue presenciado por más de 70.000 personas allí presentes.
La devoción a la Virgen de Fátima está hoy extendida por todo el mundo y los milagros se
multiplican sin cesar.
Nuestra Señora de Fátima pidió que se construyera una iglesia en el sitio de las apariciones.
Todos los papas recientes han dado su aprobación a Fátima y a su mensaje.
El Papa Juan XXIII dijo: “Fátima es el centro de todas las esperanzas cristianas”.
El Papa Juan Pablo II, volvió a Fátima por segunda vez el 13 de mayo de 1991 para agradecer
públicamente a Nuestra Señora salvara su vida en el atentado que sufrió en Roma diez años atrás
y por los dramáticos cambios ocurridos en Europa Oriental.
Madre de Dios
Año: 1932
Lugar: Beauraing (Bélgica)
Fiesta: 22 de agosto
Vidente: 5 niños
Desde el 29 de noviembre de 1932 hasta el 3 de enero de 1933, la Virgen María se apareció casi
todos los días a cinco niños de Beauraing, humilde aldea de Bélgica. A veces venía varias veces
al día, de manera que hubo un total de 33 apariciones. El contenido del mensaje fue muy breve,
dos o tres palabras.
A la pregunta de los niños, “¿Qué quiere usted de nosotros?”, Ella habló por primera vez.
“SIEMPRE SEAN BUENOS”. A la pregunta, ¿Qué quiere usted de nosotros?”, su respuesta fue
“¿Es verdad que ustedes siempre van a ser buenos?”. Los niños respondieron: “¡Sí! Nosotros
siempre seremos buenos.”
Se desató una batalla. No solo la Prensa Socialista y los anticatólicos sino que los mismos
católicos se encargaron de ofender y desprestigiar a los niños y a la Virgen. Los niños se
encontraron incomprendidos aún por sus padres. El odio hacia ellos era general y extraordinario.
Solo contaban con la Virgen.
El 30 de diciembre, la Virgen les mostró su corazón de oro a los niños otra vez y les dijo:
“¡OREN! ¡OREN MUCHO!”
El primero de Enero de 1933, le dijo a los niños “OREN SIEMPRE”. Las apariciones de
Beauraing están aprobadas por la Santa Sede en 1949.
Banneux fue el punto elegido por el Cielo para que Santa María, Nuestra Señora de los Pobres,
se apareciera 8 veces a la niña de 11 años, Mariette Beco, en 1933. Doce días después que
Nuestra Señora dijera adiós a los niños de Beauraing, hizo sentir su presencia maternal de nuevo
en Banneux.
La Virgen se aparecía a la niña en el jardín de su casa, dándole breves mensajes que fueron
configurando el sentido de la aparición a medida que se sucedían las visiones.
La devoción a Santa María bajo la advocación de “Nuestra Señora de los Pobres” fue aprobada
por la Santa Sede el 22 de agosto de 1949.
1994: El Papa consagró el santuario. Recordó el “milagro de las lágrimas” ocurrido hace 50 años
(1953) y reconocido por el Papa Pío XII. El Papa Juan Pablo II la invocó para pedirle protección
para “quienes tienen más necesidad de perdón y reconciliación” y para que lleve “concordia a las
familias y paz entre los pueblos”.